Partida Rol por web

En ese mismo instante el Convoy comenzó a avanzar con un número considerable de civiles en los vehículos militares. La velocidad de la acción, la prisa, la tensión, todo contribuía a actuar con torpeza, pero, lejos de aquello, las fuerzas militares parecían estar haciendo una gran labor.

Por un momento parece que la "Calma" se apodera del lugar. Una calma que dura apenas un minuto, pues es entonces cuando el cielo de Manhattan se colorea de tonos naranjos.

Del cielo comienzan a caer teas de fuego que al impactar destruyen partes del puente. La gente que no ha conseguido aun subir a los vehículos enloquece, corriendo. En el interior de esos proyectiles parecía haber algo, pero al parecer al comandante no le apetecía observar lo que había en su interior: La orden fue clara, y todos comenzaron a avanzar en el convoy mas rapidamente.

Tras cruzar el puente y  comenzar a tomar calles secundarias, poco sitiadas por aquella lluvia de fuego, los vehículos comenzaron a dividirse, y el convoy comenzó a desgajarse.

Varios vehículos de la parte posterior del convoy se vieron interferidos en su ruta por aquellos extraños meteoritos, hasta que, de uno de ellos, salió una de aquellas gigantes criaturas

Una especie de robot, que al tomarlos desprevenidos, destruyó uno de los vehículos con diez personas dentro.

El convoy ha ido dejando lejos al resto, atrapados entre aquellas criaturas... Y ahora intentando sobrevivir y llegar a su destino por su cuenta.

El caos se había apoderado en un abrir y cerrar de ojos del convoy. En un segundo, el viaje iba a convertirse en una huida hacia adelante por la supervivencia. El miedo se apoderó de mucho de los ciudadanos que aún no habían subido a los vehículos que empezaron a correr presas del pánico en un intento de esconderse y salvaguardarse de esos "meteoritos". 
Poco se podía hacer por ellos y el convoy comenzó a avanzar por el puente, a la máxima velocidad. En un instante, vuestro vehículo se encuentra aislado del resto, y avanza por las calles estrechas, sin saber mucho que hacer ahora. 

Perdidos en medio de ninguna parte, y sin vuestros compañeros a plena vista, ahora debíais actuar lo mas pronto posible. Y es que el sonido de pasos mecánicos de una de aquellas criaturas de metal lo aconsejaba.

La radio parecía seguir en funcionamiento, pero no se escuchaba nada, como si, momentaneamente, hubieran perdido la señal.

A la derecha, mas calles que daban acceso a lo que parecía ser el túnel de un metro. A la izquierda, una calle larga que llevaba a una rotonda. La primera decisión debía ser tomada, y debía ser tomada ahora.

Lo que nos faltaba.. Perdernos en medio de una ciudad atacada.

Margaret intentó mantener la calma, mirando a sus compañeros de viaje interrogante. ¿Qué se supone que harían ahora? Esperaba que el conductor del vehículo, al menos, supiese a donte tenía que ir para reunirse con el resto de salvamenteros.

Sentía un estremecimiento cada vez que se oía algún ruido fuera, y había ruidos muy poco tranquilizantes. No pudo evitar darse cuenta de que le temblaban las rodillas, y poco a poco sus manos siguieron el ejemplo. Aún así se mantenía serena y no se dejaba llevar por el pánico, a pesar de la gran pesadez que sentía que tenía el aire por lo complicado de la situación.

Lucius tenía pinta de llevar varias malas noches, no parecía haberse cambiado el traje en los últimos días, pero en ese momento ¿quién aparentaba normal y quien no estaba manchado de cenizas o sudando bajo aquel infierno? su vida estaba a punto de variar radicalmente cuando lo el cielo se encendió y lo hizo en un sentido completamente distinto. Se había unido a un convoy de militares que recogían civiles en el puente de Brooklyn

Todo había cambiado, demasiado rápido, no sabía ni como había sido, pero estaba ahí, vivo muy vivo y la exasperación de quienes le rodeaban le impulsaba  hacer algo. -Venga vamos, sigamos a la izquierda, el metro es una ratonera, con esas cosas cayendo los túneles pueden derrumbarse de un momento a otro, y con este caos puede que la ventilación este averiada o simplemente sin corriente.

Sería un suicidio -aclara a los hombres que estaban junto a él en el vehículo, y ante la mirada aun perpleja de algunos dice -soy ingeniero –como si fuese una fórmula mágica que lo solucionase todo.

El caos estallaría en el lugar donde se encontraban, encerrados y perdidos en la ciudad donde se encontraban, de un momento a otro. La mente de Julia clamaba por perder el control y hacerlo todo más fácil, al igual seguramente que los allí presentes. Pero no podían permitirselo

- Bien, evitemos los subterráneos entonces, al menos en la superficie - intenta volver a hablar, aterrada se encuentra - podremos ver los proyectiles al caer.

No podía olvidar aquella figura que había caído del cielo y era responsable de todo aquel caos, muerte y destrucción. ¿Qué era, por qué? ¿Habría forma de pararlo?

-¡Hagamos cualquier cosa! ¡Pero hay que hacerlo ya! - Exclamo mirando hacia atrás para ver aquella extraña cosa persiguiéndonos -  ¡Necesitamos perderlos! ¡Siendo robots bípedos tienen más maniobrabilidad que nosotros! ¡Perdo debería ser ma´s lento que nosotros! - Digo tratando de poner sobre la mesa todos los conocimientos que tengo, si el menos siguiesen en pie los satélites, podría activar el GPS y conseguir movernos con los mapas, pero así... resulta mucho más difícil.

Robert busca desesperadamente en su ordenador algo que pudiera servirles en este momento. A pesar de que el GPS no funciona, pronto encuentra un pequeño mapa en la zona que pudiera servirles. Claro que la batería podría durarles bien poco. Al lugar donde se disponen ir llegaría a una pequeña plaza circular con varios caminos abiertos. A pesar de que el sitio se encuentra abierto (y por lo tanto, seríais un blanco fácil) tenía la ventaja de que tendríais varias direcciones por las que ir (siempre y cuando el estado de la misma no estuviera del todo destruido).

Mientras el sonido de pasos se aproxima mas hacia vosotros...

-¡Tengo un mapa! - Exclamo, si bien lo típico que hacen en las películas de teclear como un loco en una interfaz gráfica es una estupidez, lo cierto es que saberse los comandos rápidos de cualquier aplicación permite su utilización mucho más rápida. De lo que no me fio es de la batería, aunque tengo una configuración de uso mínimo de recursos, cada segundo que esté encendido, es un segundo menos de vida que tiene.

-Por ahí vamos a una plaza abierta al aire ¡Seremos blanco fácil aunque tengamos luego varias posibles rutas!

-¡Pise fuerte el acelerador y ponga rumbo a esa plaza. Esa cosa, sea lo que sea viene hacia nosotros!! ¿cual es el punto de evacuación? ¿debemos salir de Manhattan por nuestra propia cuenta? por que si es así, lo mejor será ir al Bronx, allí hay muchos puentes y son pequeños, que podemos cruzar rápidamente. 

y para eso cogería la sexta en direción norte hasta que salgamos de aquí. eso o brookling en dirección a los Yonkers. Quieras que no preferiría evitar el Bronx o tener que atravesar Harlen. El uper side tiene menos tráfico.

Todo parecía ir bien cuando de repente se hizo el caos y su alrededor se volvió un mar de explosiones. Ciertamente no debería haberse sorprendido, después de todo, aquellos cabrones alienígenas se habían tomado muy enserio eso de exterminar a la raza humana y un convoy de su tamaño no era precisamente muy discreto. Sin duda tenían suerte de estar vivos todavía.

Por suerte, pese a haber quedado separados del resto de la comitiva y sin comunicación con sus superiores, sabía donde era el punto de reunión, por lo que solo le restaba salir de allí cagando leches e intentar reunirse con el resto de la comitiva. Si es que había sobrevivido alguien mas que él y aquel grupito de cotorras histéricas que parecía haberle tocado por compañeros de vehículo.

Estaba decidido a mantener la calma y hacer oídos sordos, pero desde luego aquel tipo que decía ser ingeniero se lo estaba poniendo difícil. ¿De verdad pensaba que sería tan estúpido como para bajar del coche y dedicarse a meterse en el metro? Desde luego no tenía ninguna intención de quedarse expuesto, correteando a ciegas por aquella ratonera oscura en la que se habían convertido aquellos túneles. No señor.

Pero el tipo comenzó otra vez a darle prisa y decirle que condujese el coche a la plaza que le había indicado el friki del ordenador, como si fuese él alguien capacitado para darle ordenes.

   - ¿Sabe que amigo?- Le preguntó al tipo con un gruñido.- Si solo va a poner mas presión mejor mantenga el pico cerrado o le pateó el culo fuera del coche...-

Little Johnny era un tipo muy tipo muy tranquilo, poco dado a ese tipo de rudezas, pero aquella era una situación de extrema tensión y ciertamente un grupito de civiles fuera de si y hablando a la vez no eran de mucha ayuda para mantener la concentración y poder tomar decisiones.

   - Tu.- Dijo mirando a Robert a través del retrovisor.- Voy a tener que acelerar al máximo, y no puedo estar pendiente de equivocarme de camino así que voy a necesitar que me hagas de GPS indicándome que desvíos e de tomar ¿Ok?-

De fondo aquella suerte de robot al que mentalmente acababa de bautizar como "mecanoide" sonaba cada vez mas cerca y no estaba dispuesto a perder mas tiempo para esperar la respuesta. Esperaba que el chico y su ordenador estuviesen preparados, por que era hora de salir perdiendo el culo.

Aferrando con fuerza el volante, apretó el acelerador lanzando el coche hacia delante en un brusco arranque.

No había mucha mas opciones en este momento que acelerar al máximo hacia la plaza y esperar a que todo saliese bien. Little Jhonny es un buen conductor. Claro que nunca había tenido que huir de una máquina alien. Bueno, todo era empezar. Así pues, el vehículo recorre a máxima velocidad la calle, justo en el momento en el cual la máquina emerge de uno de los laterales y os apunta con su arma. Dispara, pero hierra ene el blanco por poco... claro que eso no impide que el coche de un buen bandazo. Afortunadamente, el piloto mantiene el rumbo, con un enemigo que comienza a correr hacia él. 

En un instante llega a la plaza, en la cual se le abren varias posibilidades: uno de los caminos (al norte) se encuentra bloqueado por un edificio derruido, el camino del este se dirige (por lo que te dice Maltius) enlazaría con una de las calles principales de la ciudad, mala opción para ir en el vehículo (podría estar perfectamente atestadas en coche), y la del oeste se alejaría algo del centro de la ciudad, pero tenía la ventaja de tener multiples callejuelas, ideal para esconderos vosotros (siempre y cuando fueráis a pie).

Lucius se queda palido, solo había querido ayudar, y aquel hombre que conducía el vehiculo se había quedado parado mucho tiempo, ensismismado, bloqueado. Ahora hay vuelto en si y por lo que se veía con malas pulgas. Temió estar ahora en manos del tipico militar incompetente que trataba de disimular su pánico con actitudes poco amigables. Así que se calló mientras pensaba como el tipo del ordenador le indicaría por donde ir sin saber a donde tenían que ir.

Intenta animar a Lucius, haciendole un gesto de calma. La situación era tensa y no necesitaban más tensión y que surgieran conflictos entre ellos. Podían salir de aquella situación sin que fuera necesaria una pelea. Pone sus esperanzas en el conductor y en el buen hacer.

¿No hay armas en este vehículo? ¿Solo podemos esperar a ponernos a cubierto?

Había logrado mantener el control del vehículo por los pelos. Aquel robot alienigena cabrón salido de el sueño húmedo de un mangaka había estado a punto de vaporizarles a todos y solo la suerte les había permitido esquivar aquel golpe.

Atravesando la plaza a toda velocidad no podía permitirse el lujo de pararse antes de tomar una elección, así que se dejó llevar por su intuición táctica y escogió girar hacia el oeste.  Aquello los alejaría del punto de reunión, pero eventualmente tarde o temprano tendrían que bajar del coche y seguir a pie, y ante esa expectativa sería mucho mejor hacerlo en una zona de callejuelas estrechas donde poder esconderse de su perseguidor, en vez de caminar expuestos por una gran avenida donde el robot contase con amplio margen de maniobra.

Mientras el coche salia de la plaza derrapando en dirección oeste Little Johnny comenzó a preparar a mentalizar a los civiles.

   - Voy a intentar que ese cabrón nos pierda la pista en las callejuelas del centro, pero probablemente tendremos que dejar el coche atrás y escondernos en el interior de algún edificio.- Les comentó con voz atona.- Cuando pare el coche quiero que bajen de él y me sigan tan rápido como puedan y sin rechistar. ¿Entendido?-

Lucius se siente algo mejor con el gesto de la señorita Delgado, peor no tiene muchas palabras, esa cosa, les esta disparando, y no cree que con ningún arma que el empuñe puedan hacer algo. así que se mantiene callado esperando que el hombre que les dirige no sea del todo estúpido. -bien. -dice finalmente algo timido, asintiendo a la pregunta del soldadop