Partida Rol por web

Tiempos Difíciles en el Norte

La ciudad sitiada

Cargando editor
19/09/2012, 09:39
Vârkim

Otra reunión de pesadas tácticas - pensó Vârkim mientras se acomodaba en una buena silla y buscaba con la mirada una jarra de cerveza para secarse la boca del polvo del camino.

Cargando editor
19/09/2012, 09:44
Lunadan

Lunadan escuchó las tácticas y la estrategia a seguir durante los próximos días sin abrir prácticamente la boca. Escuchó y se interesó por todos los temas intentando aprender todo lo que podía.

El montaraz asumió la labor de ayudar a la población. Si Faramis era ahora el que dirigía el grupo y había decidido ayudar a la población, sería lo más adecuado para el grupo seguramente.

Cuando el rey marchó aprovechó para comer algo, pues aunque el estómago estaba cerrado al inicio de la cena, poco a poco el apetito fue apareciendo en cuanto los olores de la comida llegaban a sus agujeros nasales. Esperaba que Faramis durante el almuerzo les indicase cómo debían proceder.

Cargando editor
19/09/2012, 11:54
Nagredog

Nagredog escucho el plan. No era un plan de ataque, si no uno para defenderse. Era lo que debian hacer ahora. Cuando Faramis sugirio que podriamos ayudar en alguna de las tareas, el enano se ofrecio.

- Mi señor - dijo mirando a Faramis - Yo podria ayudarle en lo que me pida. Bien podria ayudar a cargar carretas y dirigir un poco el flujo hacia las puertas de salida, o si lo desea patrullar por el exterior por si algun explorador enemigo husmea por aqui.  - se ofrecia el naugrim. - Tambien podria ir a las cocinas o a las tiendas que queden aun abiertas en busca de aceites, breas y demas materiales inflamables. - pensaba en voz alta.

- Me pongo a su disposicion para lo que ordene. - dijo finalmente.

Cargando editor
20/09/2012, 13:11
Director

Faramis asintió al ofrecimiento del enano, entre todos se repartirían las tareas pero lo primero ahora era comer. El sol ya estaba en lo más alto desde hacía rato y los estómagos del grupo protestaban pidiendo su ración de comida para aquel día. Comieron un buen potaje que Matha había preparado y saciaron así su apetito.

Durante la comida repartieron las tareas para intentar ayudar todos en algo. Después cada uno se encargó de ayudar en las tareas que les habían tocado y les llevó todo la tarde. La jornada había sido agotadora, aparte de algunos detenidos bajo sospecha de traición, el gran logro del día fue la gran cantidad de material inflamable recogido, apilado en una plaza cerca de las puertas de la ciudad.

Mientras la ciudad anochecía el grupo regresó a casa cansados y agotados por la dura jornada.

Cargando editor
20/09/2012, 13:29
Faramis Eketta

Faramis llegó algo más tarde, bien entrada la noche, les dijo que se había reunido con Faramis y el gabinete de crisis de la ciudad formado por nobles guerreros y líderes militares.

-Casi todos apoyan la idea de huir a Annuminas, excepto tres nobles que se empeñan en quedarse en la ciudad y defender sus posesiones. Estos nobles, aunque ricos, no desean de ningún modo huir de un lugar que consideran propio por derechos. Los tres tienen un pequeño ejército mercenario personal que permanecerá en la ciudad para defenderla.

Aranarth ha hablado con ellos hasta el agotamiento, pero no ceden, dicen que salvaran Fornost o morirán con ella. - Faramis casi se mostraba más cansado que ellos después de aquella charla que debía haber sido agotadora.

Cargando editor
21/09/2012, 18:54
Emyr

El día había sido agotador, pero había que hacerlo y al menos estaba la satisfacción por el deber cumplido, Faramis regresó con nuevas de un concilio que parecía no haber llegado a muy buen término.

- Siempre hay gente que se niega a abandonar sus casas, y estoy convencido que prefieren morir defendiéndola a dejarlas en manos del enemigo, así que no se sienta culpable por ello, ellos eligen su final, y quizás nosotros no corramos mejor suerte.

Cargando editor
24/09/2012, 08:38
Lunadan

El montaraz ayudó durante todo el día tal y cómo habían acordado y repartido las tareas. Fue un día largo y duro, pero eso era algo que al montaraz no le importaba. Entendía los riesgos y la importancia de lo que hacían. Sabía que su abuelo estaría orgulloso de él. Empezó a comprender parte de lo que su abuelo hizo y antes de volver a la mansión se acercó a visitarlo. Comprendió lo importante de su labor.

Llegada la hora volvió a la mansión y Faramis les puso al tanto de la situación. Lunadan asintió ante las palabras de Emyr. Son libres de elegir su destino, señor. Les habéis aconsejado, más no podéis hacer. Entiendo su postura y pienso que pocas cosas son más hermosas que elegir dónde y cómo morir.

Cargando editor
24/09/2012, 12:18
Nagredog

Nagredog era mas pragamtico y realista. cuando vio la reticencia de Faramis a que esos nobles se quedaran, simplemente lo miro y hablo calmadamente.

- Nos vendra bien la ayuda de esos nobles, cuanto mas tiempo crea el enemigo que estamos en la ciudad, mas tiempo dispondremos para huir hasta los vados y preparar nuestra defensa en Rood. - dijo suavemente Nagredog

En la cabeza del enano no habi cabida para sentimentalismos, si querian morir alli era su derecho, ademas ganarian tiempo. Poco le importaban las vidas de aquellos que elegian su destino, y esa gente deseaba morir en casa.

Cargando editor
25/09/2012, 12:38
Vârkim

Vârkim apoyaba las palabras de Nagredog con un asentimiento de cabeza, al acabar este sus palabras, Vârkim apuntó algo a las palabras de este:

- Es muy honorable por su parte intentar defender sus tierras hasta la muerte, no se les puede negar el honor de ello. Seguramente los Naugrim haríamos lo mismo si fuesemos atacados.

Cargando editor
26/09/2012, 13:33
Faramis Eketta

Faramis escuchó las opiniones del grupo y asintió, tenía lógica lo que decían pero no parecía convencido del todo.

-Yo opino que serían de mucha más ayuda con el resto del ejercito, pero su condición de nobles vasallos fieles durante generaciones ha despertado la permisividad de Aranarth. El Rey ha dado el caso por perdido después de intentar hacerlos entrar en razón, así que solo espero que tengáis razón, maese Nagredog, y que al menos sirvan como distracción.

Llegaron hablando de estos temas al comedor para sentarse en la gran mesa junto a Melyanna, Dimrod, Matha y el joven escudero de Faramis, Isten, ya recuperado de sus heridas. Cansados como estaban comieron en silencio. Melyanna estaba muy decaída, Dimrod mantenía el gesto grave, Matha apenas probaba bocado y jugaba triste con la comida, y Faramis masticaba lentamente pensativo. El cordero asado que descansaba en el centro de la mesa invitaba al grupo a servirse.

-Matha se va.- Dijo Faramis rompiendo el silencio con aquella noticia sorpresa. - Partirá mañana de vuelta a la Comarca. Es su decisión. El pueblo está desbocado, los ladrones y bandidos buscan víctimas sin tapujos, y nuestra Matha sería una presa fácil. Es por esto que os pido, pues, que la asistáis hasta la primera guarnición que halleis en el camino.- Matha tenía la cabeza levantada, con expresión de sorpresa: pareciera que no quería implicar a nadie en su marcha.
 

Cargando editor
27/09/2012, 21:00
Emyr

Faramis expresó su preocupación, pero estaba convencido que nada más se podría hacer, lo que había ahora mismo era con lo que contábamos, había que asimilarlo y luchar con ello.

Entramos al comedor y noté como la dama estaba triste, quizás el motivo era la partida de Matha – A veces, es bueno ver partir a un amigo es bueno, sobre todo cuando es para ponerse a salvo, el tiempo pasa rápido y los amigos se reencuentran, la tierra media es más pequeña de lo que parece – Con estas palabras traté de consolar a la Dama, por la que había desarrollado un amistoso afecto.

- Por supuesto, contad con mis dagas para defender a la mediana – Y no había empleo que quisiera más en estos momentos.

Cargando editor
01/10/2012, 19:50
Lunadan

Lunadan escuchó con sorpresa las noticias que Faramis les comentó. Parecía ser que la pequeña decidía irse. Y bien que haría, pues allí sólo encontraría muerte y desolación.

Señor Faramis, si es lo que decidís así lo haré pero, ¿no seríamos más útiles organizando el asedio y la salida de la gente del lugar?Matha podría esperar y salir con la primera partida que abandone el lugar. Sería más seguro partir con una columna de refugiados.

No me malinterpretéis. No es que no quiera hacer lo que me pedís, es que creo que será mejor para todos. Mientras no salgan de la casa no habrá peligro.

Cargando editor
02/10/2012, 09:38
Nagredog

- Este no es lugar para medianos, menos aun si de una mujer se trata - dijo el enano tajante. - Como Lunadan creo que debe marchar con el resto de civiles, aunque supongo que ella llevara otro destino. Si se dirige hacia Bree sera mejor que algun jinete la aleje lo maximo posible. - siguio hablando el enano.

- Si como dijo Aranath se vera obligado a usar la caballeria como transporte, quizas pueda asignar uno de sus jinetes para que aleje a Matha lo suficiente, o incluso la escolte hasta Bree. - Nagredog tenia las ideas claras, no debian desviar recursos por escoltar a un solo civil, aunque este fuera la buena de Matha.

Despues, con hambre cogio el cuchillo y se dispuso a cortar un pedazo de cordero, como si la conversacion hubiese quedado zanjada para el, al fin y al cabo solo eran sugerencias y seria Faramis el que decidiera finalmente.

Cargando editor
02/10/2012, 15:50
Vârkim

- Como Nagredog dice creo que desviar recursos por una misión de un único civil no es lógica, somos muchos y buenos guerreros, sería un gran derroche de poder usarnos para esos menesteres, mas estando tan escasos de soldados y medios de transporte.

Cargando editor
02/10/2012, 19:20
Emyr

- Mi señor, me ofrezco voluntario para llevar a Matha, no soy mal jinete y mis habilidades no son malas como para ir de forma sigilosa, en toda la tierra media es conocido que los grandes pies de los medianos también son de lo más silenciosos, así que si lo consideráis partiré y volveré tan pronto como pueda.

No me costó nada ofrecerme, de todos modos respetaría la decisión de Faramis, tanto si era partir con la mediana como quedarme y esperar con el resto.

Cargando editor
03/10/2012, 23:13
Faramis Eketta

Faramis ya abría la boca para replicar a Lunadan y los enanos y explicarles que el camino de Matha era distinto al que llevarían los refugiados de la ciudad cuando Emyr se ofreció para ir en solitario y Faramis cerró la boca y asintió agradeciendo el gesto de Emyr. -Así se hara. -Fue lo único que añadió y continuó comiendo. De todos modos solo había que acompañarla hasta la primera guarnición, no se les pedía que fueran hasta la Comarca.

Matha se mostró agradecida y aunque trataba de fingirlo se le veía aliviada. Incluso empezó a comer más animada y dejó de marear la comida de un lado a otro del plato.

Comieron y Faramis empezó a relatar anécdotas de sus Raggers, la fuerza de élite a la que ahora ellos también pertenecían. La conversación se fue animando hasta el momento del postre, Faramis pidió que sirvieran el postre especial, que no se trataba de otra cosa que de una humeante bandeja en la que lucía una suculenta docena de pasteles de hojaldre, una receta típica de la Cuaderna del Sur. Matha, boquiabierta, desgustó los dulces mientras lloraba de emoción. Faramis alzó su copa de vino y brindó por los medianos y por la paz en el Norte, mientras Melyanna volvía a sonreír y Dimrod, incluso también mostró una sonrisa al levantar su jarra para unirse al brindis. Era difícil no contagiarse del espíritu de aquella, probablemente, última cena tranquila.

El resto de la noche, hasta el momento en que Melyanna se retiró, y con ella Faramis, el grupo disfrutó de una última noche de calidez y amistad que parecía haber causado un gran efecto en la joven dama, que se marchaba al dormitorio abrazada a Faramis con las mejillas arreboladas por la risa. Matha aprovechó para agradecer la compañía y la amistad de los miembros del grupo y se retiró. Unos segundos después, Dimrod también se marchó a dormir y descansar para un nuevo día.

Cargando editor
04/10/2012, 21:42
Emyr

Las breves y concisas palabras de Faramis fueron suficientes, me quedé pensativo, mi mente no podía parar y ya estaba planeando el viaje así como las cosas que me hacían falta, me gustaba sentirme libre y confiaba en el éxito de la misión pese a saber que no estaba exenta de riesgos.

Así que no abrí la boca en un buen rato excepto para comer, mi mente estaba ajena a los relatos, aunque a veces volvía a prestarles un poco de atención, tenía alguna duda y alguna petición, pero lo dejaría para mañana pues me alegró de ver la sonrisa con la que se marchó la dama y no quise interrumpir el momento.

- Me retiro a mi cama, buenas noches amigos... – Me dirigí a descansar y a tratar de serenar mi mente para dormir cuanto más mejor.

Cargando editor
05/10/2012, 18:31
Vârkim

- Buenas noches

Dijo Vârkim secamente mientras, en lugar de irse a la cama, salió al patio a dar una vuelta. Quería ver una vez más los preparativos para resistir el asalto.

Cargando editor
09/10/2012, 09:07
Lunadan

 El montaraz se había quedado un poco más después de que los compañeros se hubiesen levantdo de la mesa. Estaba pensativo, los últimos días había sido de infarto y los que se avecinaban serían parecidos. Se sintió mal por decepcionar a Faramis, pero creía que estaba en lo correcto. Se alegró que al menos Emyr se ofreciese a acompañar a la mediana.

Lunadan quería participar en la guerra cómo hizo su abuelo. Quería sentir lo que sintió su abuelo y ver que colaboraba por la libertad del norte. No podría pensar el resto de su vida que se había quedado de brazos cruzados sin hacer nada por defender el lugar de sus antepasados.

tras un largo rato quedó pensativo y finalmente decidió que era hora de recogerse y descansar.

Lunadan se despidió de Nagredog:

-Buenas noches, maese Nagredog.

Lunadan marchó hacia su habitación.

Cargando editor
09/10/2012, 09:30
Nagredog

- Buenas noches, descansad - El enano se despidio de todos, el aun se quedaria un poco mas. Veia como todos se retiraban, el no estaba excesivamente cansado y preferia estar despierto un rato mas, apurar el vino, los hojaldres y en definitiva disfrutar de los dias que le quedaban. Convencido estaba que encontraria la muerte. No le importaba, pero nadie diria que quedo un vaso de vino en la jarra, dejado por un enano.

Despues bajaria al patio, caminaria por las calles desiertas. Subiria a la muralla exterior, otearia el horizonte. Le gustaba la noche, la oscuridad, la soledad. Luego dormiria.