Partida Rol por web

¿Y como eran las salas de contención psíquicas?

Basicamente como otro de cuarentena solo que con muchos menos objetos. Tres camas estaban expuestas al gran ventanal que daría a una sala de observación. Un baño no demasiado grande, con algo mas de intimidad suponíais. Era algo simple, sencillo y con muebles anclados al suelo o paredes. No había nada por medio, los sillones estaban pegados a la pared y la televisión al otro lado. No era una suite, pero todos habíais estado en lugares peores. 

Los primeros dos días los pasasteis de prueba arriba, prueba abajo. Al parecer, uno de vosotros había hecho saltar la alarma pero las cámaras o consiguieron sacar nada en claro y no se podían fiar de lo que dijeseis en las primeras 48 horas debido a la toxina usada, porque podríais no decir realmente lo ocurrido o tener lagunas muy importantes. 

Samuel era el que pasaba mas tiempo en cama recuperandose...de todo. Muletas una semana, ahí era nada y luego dos mas hasta una recuperación que le permitiese tener casi una vida normal. Benditos avances médicos. 

En una hora teníais la nueva reunión, ya mas centrados, mas en vuestros cabales y quizás con ganas de hablar sobre lo sucedido. 

Samuel estaba intentando mantener la calma durante todo el proceso de rehabilitación y con la vigilancia constante que le estaban administrando, si alguien le preguntaba solo respondería que estaba afectado por la cantidad de tranquilizantes que le dieron pero solo vio una suerte de fogonazo que lo iluminó todo y que le dio una ventana de oportunidad para poder actuar contra los agresores.

Cuando pudo organizar en su cabeza todo lo ocurrido se acerco a sus compañeros, andando torpemente mientras rezaba para si mismo que no se quedara con secuelas, suspiro y luego puso la mas brillante de sus sonrisas tipo "Todo va como la seda aunque no me lo crea ni yo".

  - ¿Como estais? Seguro que os duele la cabeza tanto como a mí, eso que nos echaron para dormirnos era fuerte, mas incluso que todo lo que me inyectaron antes de todo lo ocurrido, por cierto de eso recuerdo poco, ¿Que diablos ocurrió para que mi amiga me quisiera meter un tacon en la boca? - Miró a River, aguantandose la risa, la situación no era algueña y lo sabía, pero tenía que mantener el ánimo e intentar que sus compañeros no le dieran demasiadas vueltas, en especial River - 

Tras dos días de reposo y solo levantándome para ir al baño o dar algún que otro paseillo para despejar mi cabeza y poner en orden mis ideas, pues todo aquello había sido una gran locura, me había afectado todo demasiado desde lo que le paso a Sam, o mejor dicho desde la muerte de Richard, ya estaba un poco más tranquila aunque seguía sin entender muchas cosas.

Cuando Sam se acerca con una sonrisa bobalicona y aquella frasecita le devuelvo una mirada de reproche pero con una sonrisa en mi boca, la primera sincera desde hacía tiempo.

-Tienes suerte de que no tenga a mano otro tacón, te ibas a enterar sino...- despues recupero un poco el tono serio -cuando tocaste el puñal de nuestra amiga de los dinosaurios monos empezaste a convulsionar y no despertaste hasta que nos atacaron... A partir de ahí yo tambien lo tengo borroso, supongo que alguien nos salvo- mi mente recordó a la científica que inició todo aquello; la PDA no incluía su nombre entre los fallecidos así que era posible que estuviera sana y salva.

Desperté en la aséptica habitación blanca bastante mareado y desorientado. Tratando de encontrar en mi mente recuerdos que me explicaran que hacía aquí. Cuando lo consegí, me pregunté cuanto de lo que recordaba sería real y cuanto producto del moho del que me había hablado Titan. No poder fiarme ni de lo que veía con mis propios ojos me iba a volver loco.

Es como si alguien hubiera enrollado mi cabeza con alambre de espinas y ahora se dedicara a estirar de los extremos.- Conteste a Samuel cuando hablo de su dolor.- Pero nada que unos cuantos días en esta lujosa habitación no puedan curar.- Sin lugar a dudas, bromear era un buen remedio para levantar el ánimo, mucho mejor que las pastillas.

Un par de CAIROS nos salvaron.- Al menos a Samuel y a mi. - Decidí no decir esta última frase. Si la mente de River había decidido olvidar parte de lo ocurrido quien era yo para ponerla sobre aviso, y mucho menos poner sobre aviso a TITAN si es que ya no sabía lo que había ocurrido en las cocinas.- Entraron y acabaron con los asaltantes que seguían en pie.

Tendréis que dejarme ver como van vuestras heridas.- Añadí tratando de mantenerme ocupado y ser de utilidad.

 - Menos mal que no dije de clavarmelo, solo usar mi sangre y a distancia bajo una zona de contención. ¿Por que nadie me paro cuando tuve esa idea tan brillante? - Suspiró  y luego sonrió nuevamente - Al menos no me ha pasado nada, pero mira, me he ganado el derecho a usar muletas tras un disparo en el pie. De todas formas, si no hubieramos actuado conteniendo a esos que no asaltaron podríamos lamentar muchas mas víctimas.

Esta última frase parecía mas oscura cuando sus ojos se cerraron al decirla, claramente dolido por algo de lo sucedido, negó rapidamente con la cabeza y miró a Mike, asintiendo y levantandose el pantalón y luego mostrandole el pie donde le habían herido, que saber si estaba escayolado o vendado, pero seguro que no tenía zapatos.

 - Hijos de puta que puntería tienen, un poco mas y me quedo cojo de por vida o me tengo que pagar una prótesis.

Observé con ojo clínico la herida del pie de Samuel.- Tenemos suerte de estar aquí. Si no te hubieran atendido en Titán es muy probable que no volvieras a caminar sin cojear.- Se estaba curando bien y poco más podía hacer. Me interesaba comprobar el estado de River, saber sí la herida del costado de River seguía allí o si se había curado misteriosamente cuando había tenido ese ataque de ira y había estallado en llamas. Todo era demasiado extraño para poder ser real.

Malditas alucinaciones.

Entre los cuidados de emergencia a Samuel y el posterior ataque terrorista no había tenido tiempo de obtener una explicación de lo sucedido con el soldado antes de acabar en la zona de contención, tal vez ahora tuviéramos tiempo.- ¿Podríais explicarme lo que pasó?- Les pregunté a ambos.- ¿Cómo acabaste sobre una camilla con un shock nervioso?

Observo como el doctor examina a Sam, parecía un tío majo aunque demasiado profesional teniendo en cuenta que ya estábamos en unas instalaciones médicas. Arqueo una ceja sonriendo pícara cuando hizo el ademán de acercarse para examinarme.

-Asi que preocupado por nuestras heridas ¿eh?, ¿no será una excusa para mirar debajo de mi vestido, doctor?-digo mientras subo unos milímetros mi bata médica.

Ignoro deliberadamente la pregunta acerca de lo que nos ocurrió para que pueda responder Samuel, ya que es un tema que atañe más a su intimidad que a la mía, después de todo fue él quien hizo todo aquello...

Samuel se encogio de hombros y luego le hizo un gesto afirmativo Mike.

- Digamos que hice una prueba de sangre con un objeto que no toque pero me causo un ataque epileptico, lo demas la verdad esta difuso. - Le quito importancia a lo que le sucedio con la mano - Si no me ha matado simplemente hare como cualquier ser vivo y me hare mas fuerte, aunque lo del pie ha sido mucha suerte. ¿Como ves a River?

Intento quitarse la pregunta de encima inmiscuyendo a River mientras volvia de examinar la PDA con gesto sombrio, se volvio a su camastro refunfuñando algo, molesto

Por supuesto que sí. ¿Acaso lo dudabas?- Sonreí a River antes de revisar sus heridas.- Bueno, confiaremos que no vuelva a pasar.- Contesté a Samuel levantado los hombros algo desilusionado, por que con los datos que disponía lo único que podía hacer era precisamente confiar.

Están muy bien.- Añadí indicándole a River con un gesto que ya podía taparse.- Tan bien tratadas que a veces me pregunto para que necesita Titan de mis servicios. -Me interesaba saber más cosas sobre lo que había ocurrido en la cocina, le hubiera preguntado a la chica, pero intuí que en este preciso momento era mejor desconocer según qué cosas.

¿Habéis podido comunicaros con alguien de fuera?- Les pregunté cambiando de tema.

Me tapo después de que el doctor examine mis heridas, aún con media sonrisa en la cara tras oír su comentario.

-¿Crees que me quedarán cicatrices?-las marcas en la piel en los hombres me gustan pero en mí misma ya era otro cantar.

Miro de reojo a Samuel, ¿qué habrá visto en su PDA? Parecía que se iba a su cama algo irritado...

-La verdad es que yo ni siquiera lo he pensado-digo en respuesta a la pregunta de Mike que me venía que ni pintada para intentar averiguar que le pasaba a mi amigo-¿y tú Sam?

Sam sonrió con nuevamente con esa sonrisa de todo va bien que no gusta un pelo por norma general y contesto sacudiendo la mano y apuntando hacia la PDA.

 - Mira el registro de los afectados tras el ataque por ti misma pero recuerda mantener la calma y no quieres dar un espectáculo delante de todos nuestros amigos de la cuarentena ¿no, River? - Dijo, haciendo enfasis en calmarse mientras intentaba susurrarlo acercandose hacia ella y doblando la cintura ligeramente. - Manten la calma, no hablemos de lo que vas a ver hasta salir de aquí.

Le intentó susurrar al oído y luego darle un pequeño beso en la mejilla, revolviendole el pelo acto seguido miro a Mike y le hizo un gesto para que estuviera preparado.

 - He contactado con varios compañeros, Daniel y Kara, son de fiar y me ayudaron a sobrevivir en la primera misión, estan preocupados por la situación y al parecer Kara fue herida de bala y tiene posibilidades de acabar en silla de ruedas si los tratos medicinales de TITÁN no hacen su milagrosa magia.

Samuel había dejado intencionalmente la pagina donde se daba el comunicado de los difuntos bajo el ataque, habiendo apretado quizás con demasiada fuerza en uno de los puntos de la pantalla táctil, justo sobre uno de los nombres.

Miro a Sam enarcando una ceja reprochandole su comportamiento hacia mí, que se había creído, ¿qué soy una niña tonta?

Cuando mis ojos ven un nombre en su PDA mi rostro empalidece. A partir de ese momento no puedo fijarme en nada más, ni seguir escuchando; arranco el aparato de sus manos y lo estrello contra el cristal protector, si no lo veo no puede ser real...

Noto como mis piernas dejan de sostenerme y caigo de rodillas al suelo como un peso muerto.

Tras ver la reacción simplemente lanzó un suspiro bastante apesadumbrado. Me lo veía venir. Tras ese breve pensamiento se levantó para dirigirse hacia River y ponerle la mano sobre el hombro y otra en el costado, buscando levantarla para llevarla a un lugar donde pudiera sentarse y no estar en el suelo.

 - Averiguaremos que ha sucedido ¿de acuerdo? Necesitamos tener la cabeza fría ahora. - Pese a que sus palabras buscaban ofrecer algo de confort, sonaban casi mecanicas, evidentemente no lo pasaba bien y tampoco sabía como actuar ahora - Esperemos que terminen las pruebas pronto y podamos largarnos de aquí.

En cuanto vi el gesto de Samuel comencé a preocuparme, sin duda había alguien en la lista de fallecidos que River conocía y era probable que la reacción de la chica fuera parecida a la que había visto en las cocinas. En cuanto la PDA salió disparada hacia el cristal de la sala de observaciones supe que poco le iba a importar en ese momento si le quedaría o no cicatriz. Me levanté y ayudé a Sam a levantar a River para tratar de llevarla al sofá. 

La comprendía, pero no podíamos dejar que volviera a estallar.- Lo siento mucho River. Pero poco podemos hacer mientras estemos aquí. - Le dije con el tono de voz más sosegado que pude. Miré discretamente el equipo electrónico, deseando que nuestro único modo de comunicación con el exterior no hubiese quedado completamente destrozado.

Tras el estallido mi cuerpo se descompone, asi que me dejo llevar hacia el sofá sin oponer resistencia.

Mis ojos miran fijos un punto de la pared pero en realidad no veo nada, no oigo nada ni a nadie sólo noto como mi mente empieza a desvanecerse en un agujero negro, no, otra vez no...

Samuel poso su mano sobre la frente de River una vez la dejaron en la cama y comprobó su temperatura. Estaba empezando a ponerse tenso ya que no había visto a su amiga actuar de esa manera antes.

 - No es muy normal que River actue así. - Dijo con un murmullo - Y ahora parece estar perdiendo la consciencia...

Busco una de las camaras de vigilancia de la cuarentena para ver desde que angulo le observaban. Todo esto empezó a agotarle  y no podía mantener la fachada de despreocupación durante mucho mas tiempo, pero era algo que debía hacer por ahora por lo que cogió aire nuevamente y lo soltó forzandose a si mismo a recomponerse lentamente.

Retiró la mano de la frente de River y fue a buscar una silla para sentarse cerca de ella y sostener su mano, no sabía si serviría de algo pero más no podía hacer dado lo desconocido de esa situación.

A los diez minutos, con River más calmada y con posibilidad de pensar las puertas se abrieron dejando pasar...al jefe de Mike que entraba con un traje de contención bastante ajustado y cómodo de color grisaceo. Incluso creíais que podría saltar o bailar sin demasiados problemas. 

La voz del hombre de ya sus cincuenta años, con rostro afable os llega mientras se acerca hasta donde estáis.- Veo que la señorita River ha recibido la noticia...lo lamento de veras...- Se miró las manos antes de ofrecersela a Mike, River y luego a Samuel. 

Un rápida mirada a vuestra compañera antes de un suspiro leve y preocupado- Tenemos que haceros unas preguntas, se que no es el mejor momento, ni el lugar, pero algo activó en la cocina la alarma psíquica y no fue un error, si no que saltó de verdad. ¿Pueden ayudarnos con ello?- Os miraba a todos, aunque se le iba la mirada a River de vez en cuando. El tiempo apremiaba.- Estamos pensando que alguno de ellos lograra hacerse con algo de lo que había en el departamento psíquico. No encontramos a la encargada, saltó una alarma poco antes, se selló la zona, y cuando se abrió no quedaba...mucho rastro de ella- os hizo un gesto con la boca, como que había algo desagradable que no quería terminar de ocultar.