Partida Rol por web

a ver... mi historia está por completo visible, pero a resumidas cuentas:

1) soy huérfana, mis padres los dieron por muertos cuando era muy pequeña pero murieron cuando volvieron de un cambio de fase y lo hicieron delante de OA, por eso tiene miedo a los cambio de fase.

2) su abuelo le ocultó lo que había pasado con sus padres.

3) su abuelo es científico y uno de los impulsores del proyecto de titán y los cambio de fase.

4) estuvo apunto de irse cuando se enteró lo de sus padres. Fue cuando se volvió más rebelde y quizás y fuiste una de las razones por las que se quedó.

5) No me conoces novios o parejas, no sabes mucho sobre eso a pesar de la cercanía que tenemos, sabes que hace unos años tenía alguno otro ligue, pero nada serio, pero ahora no la ves tonteando con nadie, aunque, "tontear" no es lo de OA.

6) le gustan las telenovelas latinas, las accesorios infantiles.

7) a pesar de tanta rudeza, sabe que hay un lindo corazón blandito y dulce.

Por mi parte no hay mucho que hablar sobre la historia de River, pero aquí un resumen:

1 Ambos padres de River están vivos, su padre trabajaba para Titan y su madre estaba allí por estar casados y para cuidar de la rubia.
2 Los que no conozcan mucho a River dirían que de pequeña parecía un chico, pero que al crecer se fue notando más su feminidad. La realidad es que nació con género masculino y tenía disforia de género.
3 Comenzó con los tratamientos alrededor de los nueve o diez años, muy pocas personas saben esto, tan sólo Samuel, tú, los padres y algunos médicos.
4 Durante aproximadamente dos años y medio salió con un soldado, la relación acabó cuando este quiso plantearse el matrimonio y el tener hijos, a lo que River le contó lo de su cambio de sexo.
5 Quedó sumamente destrozada tras la ruptura anterior, siendo su primera y última pareja hasta la actualidad.
6 No es fan de la televisión o la radio, prefiere la lectura y la música clásica.

Poco más.

Nunca fue tema para mi que cambiaras de sexo y todo ese proceso, para mí eres River simplemente e incluso siendo niñas, nunca evidenciaste alguna pregunta o mirada extraña, incluso cuando le contaste te preguntó si querías volver a hablar sobre eso y si no fue así, nunca más se tomó, te dijo que eras su amiga y siempre lo serías, que para ella, siempre habías sido chica y que la biología no importaba frente a tus deseos y como te sentías. 

Quise golpear al tipo, de hecho no estás segura pero seguramente lo hice, el tipo nunca habló sobre el asunto y cuando veía a OA escapaba. 

Siempre he dijo que debías decirle desde un principio.

Te defiendo con capa y espada, y detesto que sufras, pero intento no ser tan sobre protectora.

También leo, y bastante, >.> no soy tan cabeza hueca.

Muchas veces debes pedirme que me disculpe porque me he pasado, eres a la única que escuchó. Tienes mucho poder sobre mí @.@

Lugar: Biblioteca Universitaria.

Hora: Amanecer, dos - tres días antes de la primera misión.

Samuel salía de la puerta de su domicilio mientras se tapaba los ojos con la mano derecha y con la izquierda se ponía unas gafas de sol de corte de aviador para luego dirigirse paseando hasta los ascensores. Era bastante temprano y el sol todavía estaba despuntando pero la resaca que tenía hacía que todo le molestase ligeramente, su noche anterior con los compañeros de academia militar había sido destructora y ahora su cuerpo y cabeza pagaban las consecuencias, el mero hecho de pensar que en los próximos días tendría su primera misión como soldado a las ordenes de Titan le produjo un ligero nerviosismo y para calmarse sacó un cigarrillo de su pitillera metálica y lo encendió mientras continuaba con su camino saludando a sus vecinos, tras un par de caladas parecía como si tuviera menos peso y resposabilidad sobre sus hombros, aquello que le causaba algo de estress se convertía en una menudencia, era algo a lo que tenía que enfrentarse tarde o temprano.

Sumido en sus pensamientos marco la planta indicada, quería ir a la biblioteca universitaria para recoger un par de libros sobre Cibernetica e informática así que tenía que darse prisa para hacer esto primero y luego irse a su lugar en el lago subterraneo para ponerse a estudiar mientras la simulación diurna progresaba. La puerta del ascensor finalmente se abrió y el pitido de llegada le despertó de su ensimismamiento a la par que le resultó un incordio, pese a que fuera un pitido agradable hoy parecía una de las campanas que indicaban la marcha de los cuatro jinetes del apocalipsis.

El recorrido hacia la blibioteca parecía que seria tranquilo sin embargo muchos jovenes y otros no tan nubiles estaban ya recorriendo todos los pasillos y caminos que se dirigían al campus. - Diantres, he madrugado para evitar a la gente y ni con esas me libro - Maldijo para sus adentros y apretó el paso agachando un poco la cabeza y driblando entre los grupos de personas que le rodeaban, intentaba pasar desapercibido aunque era complejo para él, siempre era así.

Cuando por fin llego a la biblioteca busco a la recepcionista para solicitar los libros de Cibernetica y Cibertronica avanzada, así como el de informática básica - Debería buscar el de Informática para bobos, a ver si por fín empiezo a entender todo eso. ¿Como es posible que se me de mejor algo que esta intimamente ligado con la informática y luego no sepa usar un ordenador mas allá de instalar juegos o escribir un informe? - 

Arsenal, campo de pruebas, un día después de la llegada del nuevo personal, por la tarde

Richard había estado algo perdido en su tiempo libre por Titán, conocer las instalaciones había sido más complicado que recorrer el cuartel general de Norfolk, al fin y al cabo allí había una mezcolanza de civiles, militares, científicos de toda clase compartiendo ese proyecto.

Había decidido empezar por lo familiar, dirigirse al arsenal y familiarizarse con el equipo que iba a tener que usar en algunas de sus misiones. Allí donde recibía el permiso, Richard solicitaba las especificaciones técnicas, aunque se centraba más en todo ese equipo más vinculado a las labores que él desempeñaba: minas, explosivos, cableado y demás equipo de utilidad.

La incomodidad que tuvo el día anterior persistía, pero procuraba evitar que tal inquietud saliera al exterior o, al final, supusiera un problema para nadie. Como había asumido, no quería empezar con mal pie en ese nuevo trabajo, al fin y al cabo ya no estaba en el ejército.

Parque, junto al lago, un día después de la llegada del nuevo personal, por la mañana

Richard había decidido conocer su nuevo hogar y para ello dispuso una serie de paseos por las entrañas del complejo. Se sentía bastante perdido, a veces incómodo, como un agente ajeno a una idiosincrasia que no terminaba de entender. Aunque tenía intenciones de ir al arsenal, primero decidió comprobar cuan de cierto era aquello que los paisajes naturales subterráneos de Titán eran indistinguibles de los verdaderos. De esa guisa se dirigió al parque del nivel 59 para comprobarlo, pero allí vio a una figura reconocible del día anterior y decidió acercarse.

Buenos días, padre. saludó neutro con un asentimiento, los manierismos militares permanecían anclados en su proceder. ¿También tratando de hacerse a este nuevo.. lugar? preguntó con la esperanza de abrir una conversación con el sacerdote católico.

Barracones, comedor, un día después de la llegada del nuevo personal, mediodía

Aquella jornada para Richard era para ir conociendo lo que iba a ser su nuevo hogar, pero a la hora del almuerzo sintió, como todo el mundo, el remor del hambre en el estómago. Optó por dirigirse al comedor usado por el personal militar, acostumbrarse a estar junto a los que eran de su misma rama pretendía darle una sensación de familiaridad ante tanto cambio tras dejar el ejército.

Un rancho sin más, tomó la bandeja y buscó un sitio donde sentarse. Al final vio a Marko en una de las mesas y se acercó decidido hacia él, al menos era lo más parecido a ver una cara amiga.

¿Está ocupado? ¿Puedo sentarme? preguntó neutro con la bandeja en la mano, sin tomarse confianza.

Barracones, comedor, un día después de la llegada del nuevo personal, mediodía

Habia llegado temprano al comedor militar, el sitio estaba practicamente vacio por lo que no me resulto dificil conseguir sitio y algo de rancho. Entendia la necesidad de tener un lugar para alimentarse cercano a cada una de las zonas de dormitorios, aun asi la integracion de los grupos mejoraria con algunos comedores comunales mas, con ese pensamiento alce la cuchara y comence a comer cuando una figura se coloco a mi lado.

Levante la mirada, su rostrono me era conocido, ni siquiera de vista. Mas cuando hablo una ligera sonrisa asomo a mi rostro, extendi mi mano indicandole que habia sitio de sobra en la mesa. - Por favor. - Deje mi cubierto en la bandeja y espere a que se sentara. Seguro de que no lo conocia, ahora si, extendi mi mano. Ademas estaba seguro de que habia llegado hace poco. Una intuicion mas que otra cosa. - Marko. Encantado. - Le mire mientras se sentaba y no pude darme cuenta de esos pequeños detalles que delatan a alguien cuando es nuevo. - ¿Nuevo en Titan? - No habia mofa, ni sarcasmo, solo curiosidad. Habia oido que iria llegando nuevo personal a lo largo de la semana.

Pobre Richard, mientras entraba en la zona de pruebas, lo único que vio venir fue a una chica, corriendo como loca hacia él, todo en ella se desplazaba en colisión al soldado y antes de que pudiera decir "¿qué te pasa loca?", la chica se avalanzó a él, y lo derribó, girando en el suelo, y luego de unos tumbos, quedó con la felina figura de la mujer él y con su mano en su boca. Olía a explosivos, a pólvora. Olía a Nepalm y parecía ser su perfume.

- Shuuu - le ordenó, agachadose, y cubriendo la cabeza del hombre justo antes de una detonación violenta, BOOMMMM, retumbó, y la onda expansiva, los rodeó. Luego de que se disipara el humo, la chica se puso de pie dando saltitos.

- ¡mi bebé funcionó! - estaba eufórica, mientras que los soldados que estaban detrás del muro de hormigón salía sin saber si aplaudirle o asustarse por su compañera. Otto salió y la reprendió por no haber controlado la explosión, a lo que ella sólo respondió rodando los ojos y cruzándose de brazos. Ahí se acordó del soldado, girándose hacía él.

- ¿y tú? ¿quieres un pasaje rápido al quinto infierno? bueno, ya estas en el cuarto anillo - estaba de buen humor y le tendió la mano para ayudarlo a ponerse de pie - soy OA, mecánica de profesión y un agente del caos en mis momentos libres - Otto le ordena que revise lo diseños, a lo que ella responde con  gruñido, aunque lo hará de todas formas, a su maestro siempre le obedecía,pero si lo hiciera de buenas a primeras, no sería ella.

Barracones, comedor, un día después de la llegada del nuevo personal, mediodía

Al haber accedido a que se sentara con él, Richard no remoloneó demasiado. Dejó la bandeja y le dio la mano que Marko le ofrecía, la estrechó con firmeza.

Richard, lo mismo digo. asintió mientras se sentaba, ante la pregunta que recibía volvió a asentir. Así es. Nuevo aquí. corroboró el hombre mientras echaba un vistazo al lugar.

Imagino que no es su caso, ¿verdad? se preguntó, a lo que añadió. ¿Lleva mucho tiempo en Titán usted?

Arsenal, campo de pruebas, un día después de la llegada del nuevo personal, por la tarde

Todo sucedió deprisa, inesperado para el lugar que era aquel. Aquella joven llegaba como una exhalación, y la reacción de Richard fue contundente. Arrastrado por su instinto, el hombre casi frenó en seco a OA de una forma muy peregrina, pero contuvo algo que hubiera acabado en desgracia. Cuando rodaron sobre el suelo, sintió el temblor y Richard se quitó de encima a OA con bastante brusquedad.

¡¿Qué demonios haces?! estalló enojado, como un gato erizando el vello. Se puso en pie, retrocediendo y con la mirada crispada. Movió la cabeza alerta alerta por el temblor, cuadrando la mandíbula y mirando iracundo la escena. Resolló con pesadez, mirando con desconfianza toda la escena, estaba bastante molesto y no lo disimulaba.

Cuando la mujer pareció volver en si después de su estallido de júbilo, Richard tenía una mirada torva y tensa. Respiró profundamente para tranquilizarse, pero le iba a costar bastante. 

No sé de qué anillos ni infiernos me habla, señorita. le espetó severo, poco a poco fue tranquilizándose. ¿Qué ha pasado? preguntó serio, aunque por los temblores y lo que estaba escuchando del hombre que le recriminaba a OA podía hacerse una idea. Cuando la cosa se calmó presentándose, Richard respiró un poco más, apelando a la tranquilidad, no le gustaba sentirse invadido de esa forma.

Richard Everett.. se presentó mirándola a los ojos, mas fue suavizando la estampa. Soldado especialista.. zapadores.. asintió en forma de presentación. Ya veo, agente del caos.. ¿eh? Sí, ya veo.. echó una ojeada al lugar con reparo, si algo estaba claro era aquello. ¿Esto es normal aquí? ¿Esta falta de seguridad? Lo dudo.. dejó en el aire la palabra, miró con detenimiento a OA, estaba claro para él que ese agente del caos era uno de esos elementos desestabilizadores a lo que suspiró con cierta resignación.

Se sacó las antiparras que usaba sin siquiera aminorizarse con el supremo enfado del soldado y se lo había ganado, debió tener más cuidado ¿cierto?, aunque no esperaba que alguien se apareciera a esas horas por ahí, aunque es obvio que era nuevo y bastante estirado, como todos los nuevos, ya se relajaría, sino, tendría que pedir hora con River, como muchos otros que no soportaban la presión, pero cuando has sido criada en ese sitio, las cosas cambian. 

- solo cuando yo estoy cerca probando alguno de mis inventos, pero este fue un poquito más fuerte - se soba un poco la nuca, revelando parte de sus tatuajes - ¿así que un zapador? Creo que estarás muy bien para misiones de reconocimiento en zonas hostiles - su voz se suaviza ligeramente, algo de hablar de misiones que parecía ponerla un poco incómoda - en fin, señor Everestt ¿desea contribuir a la noble causa de hacer estallar cosas?- luego de su molestia inicial, dudaba que accediera, pero un especialista quizás le ayudaría a mejorar su experimento, la bomba estaba mal calibrada y eso la hacía demasiado inestable, sabía que el dispositivo estaba correcto, el error debía ser la carga o el tipo de explosivo que estaba usando.

- y sobre el infierno, pronto comprenderás que Titán está muy cerca del tártaro, aunque depende de cómo te lo tomes, bueno ¿que dices? ¿Me ayudas y me disculpas el haberte caído encima? - sonríe, realmente daba la impresión que no se tomaba las cosas enserio, a excepción claro, de sus inventos, que si los aprecia como a su vida.- ¿te hice daño? Por cierto   - puso su mano en su cintura.

Parque, junto al lago, un día después de la llegada del nuevo personal, por la mañana

Tan solo llevaba unas horas en Titán y Carlotto se mostraba sorprendido del nivel de detalles, tecnología y también naturaleza que allí había. No había tardado en encontrar uno de los parques y disfrutar de la tranquilidad que brindaban. Se había sentado en un banco para leer su Biblia tranquilamente cuando una voz familiar le saludó. Alzó la vista y sonrió al reconocer a Richard para cerrar con cuidado su Biblia.

-Buenos días Richard. No hace falta que me llames padre, puedes llamarme Carlotto si quieres, a mi no me molesta de todas formas, llevo casi toda mi vida con ese título. -Miró los árboles y el ambiente de alrededor antes de contestar.- Sí, es un lugar realmente fascinante ¿No crees? Y seguramente a mi se me pasen muchos detalles y solo me quede en lo superficial, pero alguien que entiende de construcciones como tu seguro que puede apreciar mejor la envergadura de todo este complejo. ¿Como te va todo? ¿Es Titán como te habías imaginado? Yo debo admitir que mis expectativas se quedaron cortas.