Partida Rol por web

Alejo, Alejo Pentapedes- Escuchó Marko. 

Y ahí estaba, acercándose a la compuerta que se había quedado por la mitad abierta, el soldado con una bata de hospital y una silla de ruedas. La pierna derecha estaba rodeada por una especie de cataplasma, la izquierda con un vendaje. 

Marko, estaba desnudo, su carne quemada a trozos, roja, brillosa. No sangraba, pero tampoco lo hacía menos llevadero verlo así, con el rostro también afectado por algún tipo de herida*

Suspire pesadamente al escuchar el nombre. Lo recordaba, jovial y alegre. Demasiado jovial y alegre. Aun asi no entendia bien por que… que mas daba… seguramente… seguramente nada... no pienses... no lo hagas... duele...

Pase mi mano por mi rostro. La quemadura por acido aun estaba en ambas mejillas. Unas heridas ya cicatrizadas, aun asi reciente en comparacion con las demas de mi cuerpo, aunque era obvio que las quemaduras distribuidas por mi cuerpo desnudo, eran las mas actuales hasta el momento. No hice gesto alguno por taparme.

Entonces me gire hacia atras. Moss. - La unica salida es en direccion contraria a vosotros y deja de decir gilipolleces anciano y encuentrad una forma de cruzar. En serio quieres dejar a Hilv en semejante marron? - El tono era brusco, como quien regaña de mala leche a un crio. Hilv. Maldita sea.

Soy Marko. - Me diriji a Alejo, y sin mas me di media vuelta y desapareci de su vista, a menos que se asomara.

Fui a coger la cuchilla, buscaria algo con lo que crearle una funda para poder usarlo como arma sin joderme yo la mano. Algo de caucho o goma del uniforme del "colgado".

La unica salida es en direccion contraria a vosotros y deja de decir gilipolleces anciano y encuentrad una forma de cruzar. En serio quieres dejar a Hilv en semejante marron? - El tono era brusco, como quien regaña de mala leche a un crio.

El tipo apareció y desapareció tras la compuerta dejando pasmado a Alejo pues no podía entender cómo alguien con semejantes quemaduras se mantenía aún en pie.  Al parecer estaba hablando con otros, sobrevivientes, quizás.

-¿Qué está pasando?- pregunto acercando la silla aún más a la compuerta para evitar levantar el tono de voz -Me desperté en el hospital y todo era un Caos.  Algo, una criatura extraña me persiguió cuando salí de mi habitación y algo, que no llegué a divisar se llevó a la enfermera que me acompañaba por el ducto del ascensor.-  No sabía muy bien que hacer, o hacia donde ir. -¿Saben donde podemos conseguir armas?- preguntó, su naturaleza bélica le instaba a armarse.  -No puedo hacer mucho en estas condiciones, pero soy un buen tirador-  Quizás no tenía demasiado sentido, pero necesitaba dejar de sentirse indefenso, sabía que sus piernas no soportarían una marcha forzada, correr o trepar grandes distancias, se sentía demasiado desprotegido, pero un arma en sus manos cambiaría aquella sensación y la necesidad de tenerla se volvía cada vez más apremiante.

Gruñi mientras me daba la vuelta y escuchaba lo que decia Alejo. - ¿Llevas dormido la ultima puta media hora? - Un gruñido aun mas elevado que denotaba una cantidad de mala hostia que no paraba de ir en aumento. - Pues que alguien ha estado jugando con unos seres hijos de puta de otro verso, a hacer truquitos mentales, y ahora estos han decidido venir a matarnos a todos... por estar metiendonos donde no nos llamaban...  asi que o movemos el culo y llegamos a donde estan esos "terroristas" o van a quemarnos vivos otra vez...  ¿Te vale? - Brusco, arisco y sin duda desagradable... ademas de cargado de una frustracion que se iba convirtiendo en ira.

No tenia ni puta idea de como pensaba ir a ninguna parte en una puta silla de ruedas.

¿Armas en serio?

Alejo. Estoy en bolas, con todo el puto cuerpo irritado por las putas quemaduras y desarmado. Ademas de en uno de los pisos clasificados, seguramente del ala medica. No coño, nunca he estado aqui, no tengo ni puta idea de donde hay una puta pistola... como no tengo ni puta idea de como salir de aqui... asi que si tu si sabes como salir... seria cojonudo que lo indicaras... - El tono no mejoraba.

MOSS. Maldito anciano, mas te vale estar buscando una manera de mover tu lampiño culo hasta donde estoy...

Segui con mi idea inicial de conseguir una funda de algun tipo para esa maldita hoja.

Alejandro enarcó las cejas ante las palabras de aquel tipo.  Podía comprenderlo, pero no tenía que tolerarlo, además en ese estado aquel tipo suponía un peligro del que prefería prescindir.  Sin decir palabra giró su silla y se dispuso a revisar la planta en busca de una manera de salir de allí o al menos de dar con algo que le indicase donde estaba y le diera una idea del camino a seguir.

La verdad es que le sorprendió ver cerrarse aquella plancha de metal, pero ni siquiera se inmutó. Tal vez solo un pequeñisimo acto reflejo de echarse hacia delante pero que no llego a ejecutarse, quedando en la misma posición. Echó la cabeza hacía atrás y la apoyó contra la dura superficie donde reposaba su espalda herida sonriendo con tristeza ante el malhumor que parecian desprender las palabras de Marko.

No iba a decir nada más ¿para que? Pero recordó algo. Algo que quizás sería importante.

- Marko. Tiene que haber un conducto. Uno por donde se tira el material de bioriesgo. Y tiene que llevar directamente a la planta de reciclado. Si lo encuentras... ya sabes. Te sacarán de aquí, pero no te olvides de Hilv.- cerró la boca al percatarse de que hablaba con alguien. ¿Alejo? Mira, una alegria más antes de morir.

- ¿Estas con Pentapedes? Me alegro que esté bien. Quise verlo en el hospital pero.... al final no me dejaron. -  su mirada se perdió hacia la sala de los box, donde habían estado antes de que sucediera todo aquello

- Marko. Tiene que haber un conducto. Uno por donde se tira el material de bioriesgo. Y tiene que llevar directamente a la planta de reciclado. Si lo encuentras... ya sabes. Te sacarán de aquí, pero no te olvides de Hilv.- silencio 

- ¿Estas con Pentapedes? Me alegro que esté bien. Quise verlo en el hospital pero.... al final no me dejaron. -

Alejo se quedó tras la compuerta, así que verte no te vió, ni siquiera sabías si se estaba moviendo o no. 

No encontraste ninguna cosa que te sirviera de verdad para guardar el cuchillo, así que o iba en tu mano, o a saber. La ropa y el calzado, pese a que no sabías si iba a ser buena idea, podía venirte, al menos hacerte el apaño. Las protecciones no. 

Escuchaste a Marko haciendo algo al otro lado, mientras tu aun mirabas a tu alrededor. 

El cuchillo tendria que ir desnudo, no habia otra, y aunque mire las ropas de seguridad, decidi dejarlas donde estaban, no por respeto al muerto que me importaba mas bien poco... sino porque era de seguridad y los "terroristas" seguramente dispararian a matar…

Escuche a Moss y suspire, antes de alzar la voz y que me oyera.

Pues mas te vale hacer lo mismo anciano. Ya que no pareces estar buscando la forma de llegar a mi, al menos asegurate de encontrar ese conducto e ir alli. Hilv llegara y si no te ve, le partiras el puto corazon. Asi que muevete y ve a buscar ese puto conducto y nos vemos alli...

Negue para mi mismo. No estoy con el. Estoy en una habitacion que hay entre donde estas tu y esta el... con otra jodida puerta de mierda que no se si se querra abrir.

Mire en direccion a Alejo. - Alejo. Hay algun tipo de conducto para tirar el material de bioriesgo en tu lado? - Ni siquiera sabia si lo habia en el mio.

Gruñi y mire a mi alrededor por si habia algo asi en esta sala.

-Pues si lo hay no lo veo.  Déjame buscar a ver si doy con él- respondió alzando un poco la voz pues se había alejado de la compuerta

Ni Moss ni Alejo contestaron. Y tu no viste nada en tu zona.