Partida Rol por web

Richard se había demorado en su llegada a la fiesta, estuvo a punto de no ir, pero se decidió a hacerlo para no pasar por enésima vez encerrado en su habitáculo. No llevaba nada en especial, pantalones tejanos, camiseta azul, una gorra y gafas de sol, como si bajo tierra fuera a picar el sol, pero con el microclima de Titán no era tan descabellado el asunto, y no se imaginaba que la IA fuera tan cabrona como para programar lluvia en medio de la fiesta.

Miró la multitud ahí reunida en la distancia, sin atreverse a acercarse a nadie en particular, había perdido la costumbre de meterse entre la gente, pero no iba a poderse negar eternamente esa normalidad. Paseó un poco por la periferia, observando sin intervenir, quizá era el momento de hacerlo, pero no sabía cómo. Desde luego se fijó en algún que otro asistente con interés, pero las gafas de sol le hacían de cómplice para evitar indiscreciones.

El hombre el traje les recordó una vez más la adolescencias de sus hijas, el futuro. Todo el mundo le había hablado sobre ese momento.

Parecía como si hubieran olvidado, que Ella, alguna vez había sido adolescente. Está bien, una adolescente aburrida y muy extraña, pero adolescente a fin de cuentas. Intenté esbozar una sonrisa y me encogí de hombros, ley de vida respondí.

Mientras a lo lejos veía a las niñas que ya habían dado cuenta de su comida, después me volví para mirar a los ojos a Daniel, supongo que estaria de acuerdo, razoné mientras me cogía una segunda copa de vino. Estaba algo envalentonada con el alcohol en sangre.

A Daniel le costo conseguir llegar a la barbacoa entre unas cosas y otras, por lo que cuando llego y solto aquello le mire con una suave sonrisa en l boca. - Vamos Daniel de verdad crees que te quedarias sin... - Con buen arte fui señalando lo que el doctor, mi amigo, solia pedir, o lo que sabia que le gustaba, tras tantos años, uno sabia fijarse en esas cosas, incluso añadi algo mas mientras ampliaba ligeramente mi sonrisa. - Tu pruebalo y luego me dices. - El doctor no tardo mucho en unirse a los demas, mientras yo seguia repartiendo la comida, a los que venian a la barbacoa e incluso me agenci un trozo de carne para mi, que iba comiendo a trocitos cuando tenia ocasion. Escuche el susurro de Daniel y negue con la cabeza, sin dejar de sonreirle levemente. Silke era guapa pero dudaba mucho que sus intenciones fueran las mismas que le otorgaba el doctor.

Una vez juntos y tras un breve intercambio de saludos y palabras, Ella se despiedio junto con Daniel crei entender, al mismo tiempo que Artemis y Claudia. Mire a este ultima pues habia notado su mirada. Recuerdos, algunos mas dificiles, mas borrosos, pero recuerdos tangibles que su mirada habia redescubierto al pasar por un tatuaje que lo era todo para mi. - Vaya, eso no se hace Artemis, al menos deberias dejar un hueco... aunque sea pequeñito. - La sonrisa volvio, le costo un poco mas, mientras nuestras mriadas se encontraban en un punto inifito y sin intermedio ninguno, no pude evitar mirar en otra direccion, no pude hacerlo porque era demasiado doloroso y hoy no era dia para esos recuerdos, sino para los mas pequeños, para que se divirtieran y olvidaran todo lo malo. Una frase sacada. Suspire levemente mientras llenaba otro plato, mi humor ligeramente cambiado, pero aun asi con una sonrisa en el rostro, aunque mas leve.

La eterna y magnifica pareja se despidio y yo no pude mas que saludarles, mirandoles irse y soñando de nuevo despierto por un momento. Joder, tenia que dejar de hacer eso. Hablaron de sus hijos y yo volvi a mi cometido, al menos hasta que las reservas se terminaran, las cuales ya comenzaban a escasear. Como bien habia dicho Daniel, mucha gente habia venido... el proximo año tendria que reservar el doble visto lo visto.

Pasee mi mirada por el lugar. Steve estaba haciendo trucos de cartas y una chica que no conocia andaba por alli. Hilv se habia acercado a donde Dag, pero la mujer de los gritos de antes habia reclamado su atencion. Todos parecian estar divirtiendose a su manera por lo que no pude evitar, darme cuenta de aquel que estaba solo mirando sin saber a donde acercarse, le mire y reconoci tras esas gafas al hombre con el que habia hablado hacia ya un tiempo, cuando habia llegado al complejo. Militar. Levante la mano hacia Richard, primero para saludarlo, segundo para invitarlo a acercarse a comer, aunque la barbacoa estuviera ya poco a poco siendo vaciada por la gente que venia... siempre habia un pedazo o dos que echarse a la boca. No sabia si aceptaria, pero... estas reuniones eran justamente para esto.

Al ver que Marko le hacia una seña, Richard reaccionó sin tener otra iniciativa más clara. Se quitó las gafas de sol, se acercó, pasó junto a Silke, la cual parecía haberle llamado poderosamente la atención. En ese paso, sin querer hacerle un feo a Marko, asintió a la mujer y procuró una sonrisa casual, pero que quedó algo artificiosa demostrando que Richard había bastante práctica en esos menesteres. Optó por la retirada táctica o, lo que es lo mismo, continuó al encuentro de Marko creyendo que había quedado como un imbécil.

Buenas.. lo que sean.. saludó conteniendo la frustración al soldado. ¿Cómo va la cosa? Veo que animada. echó una ojeada general, curioseando, evitando mirar a Silke tras su fallido intento de saludo.

Aunque lo intenté, no conseguí terminarme todos los nuggets y los nachos que me habían puesto, tal vez hubiera podido comerme algunos más, pero a las siete de la mañana tenía una sesión de tortura que mi instructor llamaba pista americana y sabía que si comía algo más lo pagaría durante el día siguiente.

Tendría que irme a dormir pronto pero quería caminar algo antes de hacerlo para bajar la cena, tiré los restos a una papelera y di un paseo por la orilla del lago, había un tipo con gafas y traje sentado en un banco haciendo trucos de cartas a un público joven que le rodeaba, pero justo cuando estaba llegando decidió levantarse e irse.

- Vaya.- Le dije a una chica rubia de veintitantos a la que el mago le había cedido su asiento.- Parece que nos hemos quedado sin espectáculo de magia.

 - Pues vamos a vernos luego si - Dijo terminandose la jarra e inclinandose para darle un beso en la mejilla - ¿Te apetece intentarlo de Ted para provocarle?, sobre lo del oso, no te preocupes voy a cargar con el oso y tener mi rareza del día.

Samuel sonrió de forma encantadora y tomo al oso echandoselo a la espalda y cargandolo como si fuese obelix cargando un Menhir, mientras andaba balanceandose de lado a lado y sonriendo felicianamente.

 - ¿Nos vemos luego entonces?

- Le he perdido de vista, daré una vuelta a ver si le veo.

Me quedé bastante tranquila cuando oí que se haría cargo del oso, ya me veía arrastrándole por toda la fiesta...

- Sí, claro nos vemos luego, esta fiesta va para rato, y seguro que no es difícil volver a encontrarnos, te queda muy bien el oso.

Tras guiñarle un ojo, fui a echar un vistazo a ver si veía a Steve, y sino daría una vuelta a ver que podía hacer, quizás comer algo estaría bien.

Tras despedirme de mi amigo Sam, decido dar una vuelta por la fiesta a ver si veo a Steve, aunque me pareció verle irse. Sino le encuentro, seguramente vaya a por algo de comer, me está empezando a entrar hambre. Parece que han llegado más personas ya que no recuerdo que antes hubiese tanta gente, ahora que me fijo. Todos parecen estar pasándoselo muy bien, parece que los sitios con las barbacoas no están tan concurridos asi que lo mejor será acercarme ahora. Fui caminando hasta la barbacoa en la que estaba un joven bastante atractivo sin camiseta, me atraía el olor que emanaba de sus platos.

- Hola, ¿podría tomar algo de esa carne? Tiene muy buena pinta.

Tomó la tarjeta de Steve y le echó un vistazo rápido. Después la guardó en el estrecho bolsillo de su short.

-Seguro que sabrás evitar a tus compañeros  ¿O vas a elegir trabajar en lugar de pasar un rato con nosotras? - fingió una mueca de tristeza - Estaremos por aquí cerca, no te preocupes - se despidió de Steve con una sonrisa.  

Siguió durante unos segundos a Steve con la mirada mientras se iba, antes de devolver su atención hacia Azazel.

Acompañó a Azazel hasta el lugar del lago que le indicaba. La chica a cada momento la intrigaba más. Destilaba una extraña mezcla de inocencia y madurez que la desconcertaba un poco. No era solo su cuerpo, sino su forma de actuar. Sus ojos eran de otro planeta y su aroma resultaba embriagador. Había sentido un agradable cosquilleo cuando le había rozado la espalda ¿había sido deliberado o accidental? Le costaba saber lo que aquella chica pretendía. Aunque si lo que pretendía era meterse en su cabeza lo había conseguido sin demasiada dificultad.

-Llevo ya unos meses en Titán, pero he pasado casi todo el tiempo trabajando, trabajando y trabajando... - contestó - Es la primera vez que me animo a acercarme a una de estas fiestas. La verdad es que no conozco a mucha gente, estaba a punto de irme cuando me crucé con vosotros. Me habeis salvado la tarde - sonrió al terminar la frase.

En el tiempo que llevaba allí había conocido a algunas personas, pero la cosa no había ido tan bien como había esperado antes de llegar. Estaba el... incidente... con Yuri. Aquello había sido extraño. Su encuentro con Richard, la cena con Edward... pero no había tenido mucha más vida social. Quizá aquella fiesta aun pudiese ser el punto de inflexión que había esperado al decidirse a ir.

-Adoro las orquideas - contestó a la pregunta de la chica - Una gran parte de mi trabajo se ha basado en ellas... - dudaba si mencionar el tatuaje que llevaba, era algo que no solía comentar tan pronto, pero con aquella chica no estaba segurade que hacer - ...  en mi despacho tengo una, es una de las pocas cosas que traje del exterior.

Caminaba detrás de ella por el borde del lago. Su mirada deámbulaba por la orilla del lago, fijándose en la vegetación que creía allí, por el lago, buscando la presencia de algún pez bajo la superficie y ocasionalmente se desvíaba para pasar por el cabello de Azazel o cruzarse con la mirada de ella.

-El Amazonas es un lugar impresionante. Hay arboles que crecen decenas de metros, con troncos tan anchos como casas, cuyas copas tapan por completo el sol. En algunas zonas hay vegetación tan frondosa que apenas se puede ver a un par de metros de distancia. Hay plantas que drongan a insectos, e incluso a ratones, y se los comen lentamente, pero... no son tan grandes como estadios... pueden ser tan altas como una persona, y sus urnas más o menos... - contestó negando con la cabeza mientras con las manos marcaba una distancia poco mayor que un balón de futbol - Dificilmente podrían comerse a una persona - bromeó

Vi como Richard se acercaba, mientras en su camino se cruzaba con Silke. El saludo del hombre con su sonrisa sin duda resulto extraño, incluso para mi, pero por lo poco que habia visto y oido a Silke estaba seguro que ni por asomo se lo tomaria a mal... o eso creia. El gesto de Richard, suponia que habia sido algun intento de establecer contacto de algun tipo, pero por la forma de saludar despues, supuse que en cierta forma se sentia frustrado. No varie mi sonrisa, ni di pie a que sintiera que me habia dado cuenta de primeras. - Buenas lo que sean. - Lo dije con buen tono, sin variar mucho el gesto, pero siguiendo sus palabras sin ningun problema. Ante su pregunta, segui su mirada mientras me aseguraba que nada se quemara. Le di una rapida vuelta a algunos de los chorizos. - Si, esta fiesta es bastante conocida y viene mucha gente habitualmente, aunque es principalmente para los niños... - Señale a los mas jovenes que parecian estar jugando a algun deporte en la playa, o a las hijas de Ella y Daniel, que parecian disfrutar de su comida.

Sin duda necesitaba pensar en otra cosa, fuera lo que fuera, que le rondara la cabeza. - Elige algo antes de que se acabe, yo te recomiendo las brochetas y el embutido... aunque la Bondiola tambien esta buenisima... y no lo digo yo. Aqui los criticos son muy duros. - Señale con la cabeza la barbacoa, para que se centrara en algo diferente que la gente de alrededor. Una distraccion, aunque no sabia si surtiria efecto. - ¿Como va la adaptacion a Titan?

Mientras eso ocurria y esperaba contestacion de Richard, vi como River se acercaba, no es que hubiera tenido mucho contacto con ella, pero sabia que era una de las mejores amigas de OA. No pude mas que sonreir levemente al verla llegar. - River. - Suponia que me recordaria y sino me presentaria de nuevo. - Por supuesto. - Señale lo que habia en la barbacoa. Embutidos de diferentes clases, brochetas de carne y verduras, o solo de verduras y una enorme bondiola, junto con unas pequelas patatas asadas. - Señala que quieres y lo demas es cosa mia. - Señale las salsas que habia al lado. Muy dulce, perfecta para las verduras y la ultima era picante. - ¿Y como va todo? - No es que yo fuera el mas social, pero si una de las mejores amigas de OA venia, debia intentar ser amable.

 - Nos vemos River - Dijo Samuel mientras agarraba el peluche y se lo ponía a los hombros aguantandolo con una mano mientras caminaba evitando a la gente y en dirección hacia Michael Doe

En su caminata observo algo de lo que había, atraído por el olor de la comida y de reojo se fijo donde acabo River, además buscó con la mirada el lugar donde había acabado su otro amigo Steve, pero antes tenía que afinar con Doe un par de cosas.

 - Buena fiesta, ¿no cree? - Dijo una vez se posicionó tras él.

Recordé entonces quien era, no había tenido mucho trato con él y por eso no le había reconocido a la primera.

- Marko, creo que me decantaré por unas brochetas de carne y verduras, con alguna salsa que no pique si puede ser, veo que se te da bien la cocina ¿eh? Por lo que he visto has reunido un montón de gente...

Esperé a que me diese lo que había elegido, parecía que empezaba a quedarse sin comida, lo que veía normal, la fiesta había sido todo un éxito, había venido mucha gente. No sabía muy bien que hacer ahora, mis amigos estaban ocupados y no tenía muchas ganas de entablar conversaciones con desconocidos, asi que probablemente me daría una vuelta por el lugar, parecía muy grande y apenas si había visto un pequeño trozo.