Partida Rol por web

Liam comenzó a buscar señales de desplazamiento físico en los lugares más evidentes, es decir en todo ofjeto que pudiera mostrar una diferencia física aparente entre lo esperado y el actual. Marcos de puertas, zócalos, si ninguna superficie de contacto de la habitación mostraba el corrimiento que se veía entre la escalera y el confesionario entonces quería decir que sólo la escalera se había movido de su lugar original debajo del confesionario... dudaba que hubieran movido el confesionario, había muchos más puntos de referencia que delatarían el corrimiento. La única forma de hacerlo de esa manera hubiera sido mover la totalidad del distrito religioso y no creía que eso fuera posible... aunque a decir verdad hasta hacía unas horas no creía que mover la escalera fuera posible.

Tras casi media hora sin encontrar nada más, tuviste que pasar al lado de la escalera de nuevo. La que llevaba al interior de la iglesia, donde la campana cubría a la mujer pocos metros mas allá. El que estaba vigilando la zona, un científico bastante pendiente de una lámina de cristal con datos electrónicos, se tropezó con una de los huecos que había en la tierra, cayendo al lado de la cinta del perímetro, pero sin atravesarlo. 

Suspiró, maldijo por lo bajo y mientras se sentaba y buscaba donde había ido a parar la lámina se intentaba colocar derecha la escafandra. 

Estaba pocos centímetros mas allá de la cinta roja. 

Alargó la mano, rapidamente para cogerla. Pero no lo suficientemente rápido. La campana se movió con virulencia, y se abalanzó sobre el pobre hombre, que empezó a gritar mientras intentaba huir. 

Un soldado te apartó y otro segundo, te llevó hacia la salida, si o si. Igual que a los demás científicos. 

Cuando estabais en la entrada al sótano, se escucharon los primeros disparos. 

Todo parecía confirmar que el evento de desplazamiento había estado focalizado en la escalera y que no había que preocuparse por un evento psíquico a gran escala, lo que lo llevaba al punto de origen. Liam se acercó nuevamente a la escalera y tomó una muestra de la madera cada uno de los escalones catalogándolas con su respectivo número. Ya haría pruebas en el laboratorio que pudieran ayudar a aclarar el misterio.

Estaba a punto de grabar una nota en la PDA cuando escuchó la caida, levantó la vista y vió a uno de los científicos buscando algo mientras se acomodaba la escafandra. Su dedo apuntó mecánicamente a la lámina, y aún apuntaba allí cuando sintió los empujones y tirones. Su cerebro se negaba a reconocer lo que sus ojos habían visto, la película mental corría una y otra vez en el teatro de su mente y un velo de cordura impedía que la mente analítica de Liam reconociera más detalles que el de un bulto lanzándose hacia el científico.

Los disparos lo sacaron del shock y reconoció la entrada al sótano, la luz entrando por el marco del portón prometía un escape de la locura, aún así ente él y la libertad estaban los miembros del equipo de científicos y por algún motivo intuía que intentar pasar corriendo entre ellos desataría el caos.

Volvió la vista hacia el pasillo, los fogonazos de las armas al dispararse dibujaban siluetas siniestras en las paredes, mientras retrocedía instintivamente hacia la entrada masculló - ¿Que mierda era eso?

Apenas habías terminado de hablar cuando todos los focos fallaron y os quedásteis a oscuras. Los dos guardias, tres científicos y tu. 

Empezaron los murmullos, algunos se agarraban de las mangas para vigilar que estabais allí, tu incluido. Y empezó el goteo incesante de agua de alguna parte de la sala. 

¿De donde sale el - preguntó uno de los científicos, el mas lejano, pero el guardia lo calló a media frase

-Silencio- Dijo amenazante. 

El golpeteo del plástico con el metal para ver si las linternas funcionaban. Nada.

Uno de los focos se encendió, de golpe, a vuestra derecha. 

Y allí estabais todos, los dos guardias, dos científicos y tú....

Espera ¿Dos científicos? ¿Donde estaba el que había hablado?

Miedo, era lo suficientemente consciente de su cuerpo y su mente como para reconocer las sensaciones que lo acompañaban en su propio cuerpo. Sudor frío, estómago tenso, sentidos hiperactivados... también era lo suficientemente consciente como para entender que no debía dejar que ese miedo se convirtiera en pánico. Luces fuera, dos voces, luz nuevamente y eran uno menos, quedaba claro que el silencio era la mejor estrategia de supervivencia y aún así algo primal dentro de él pedía salir a gritos.

Su mente trabajaba en dos frentes, por un lado intentaba controlar a su cuerpo y a sus instintos, por el otro buscaba desedperadamente una salida. Intentaba recordar el plano del lugar, las puertas y pasillos que estaban cerca, y trataba de no pensar en el por qué de la puerta que daba al patio estaba cerrada, no quería dar lugar al pensamiento de que los de afuera los habían condenado. Con cautela comenzó a moverse hacia las escaleras que daban al patio por el que había entrado, recordaba que en el camino habían pasado por una habitación con puerta cuando estaba con Mike hacían... horas, siglos... si la salida al patio estaba cerrada, quizá podrían encerrarse y esperar un rescate. 

Te empezaste a mover, y la luz volvió a irse. 

Obviamente el pánico afloró y lo que eran un grupo medio tranquilos de seguridad y científicos, se convirtió en una lucha por la supervivencia. Tocaste a alguien con la mano, y ese alguien te empujó y te tiró al suelo. 

CALMA!- intentó tranquilizar uno de los guardias suponías. Luego escuchaste un golpe fuerte y algo caer al suelo. 

La luz se encendió, y frente a ti, tenías a uno de los guardias que se sujetaba la cabeza como si le hubiesen pegado un golpe. Uno de los científicos, apuntaba al otro guardia con una pistola que le había robado al que estaba en el suelo- DEJADNOS SALIR!

La luz volvió a irse, y tu no tenías ni puñetera idea de por donde tenías que ir. 

La imagen del científico apuntando a uno de sus protectores se quemó en su cerebro, si no lograban mantener la calma la cabeza estaban perdidos... tan perdidos como él estaba ahora, que no podía asegurar en que dirección estaba que cosa en el laberinto en el que se había convertido un simple pasillo en T en su mente. No sabía en que extremo de la T se encontraba, ni en que dirección o que tan cerca de la intersección estaba, avanzar en cualquier dirección tenía un cincuenta por ciento de posibilidades de llevarlo a la intersección o a uno de los finales. En un final estaba la escalera y la salida, a medio camino del segundo final había una puerta, y en el tercer final estaba la habitación donde se había incubado en Rubi lo que fuera que hubiera salido de ella... 

Estaba encerrado con al menos un imbécil, que ahora para mal de males estaba armado... dos guardias que podían o no estar protegiéndolos, uno herido y seguramente encabronado... y un monstruo del que lo único que sabía era que tenía la capacidad de apagar las luces antes de atacar.

Lo más sensato era el silencio y la inmovilidad, Liam se acostó boca abajo en el suelo con una mano en el datapad, esperando a que la luz volviera para encenderlo e intentar ver el mapa del lugar y su ubicación en el mismo. Nisiquiera intentaría hacerlo con la luz apagada ya que si no fallaba, el sería la próxima víctima. Intentó contorlar su miedo respirando profunda y largamente, con los ojos apenas entreabiertos para identificar el momento en que la luz volviera, y comenzó a contar los segundos para ver si el espacio entre cortes era regular.

Lo conseguiste, lograste poder mirar tu PDA intentando olvidarte de los demás. El problema era, que no había un mapa de la zona en si. Pero de reojo, lograste vislumbrar la puerta que daba a la zona de cajas, esas que estaban a pocos metros de la salida por la parte del muro. 

También ella estaba en medio, y parecía que te había visto. Era la misma mujer que habíais encontrado practicamente muerta. 

Un destello de luz, in instante de iluminación, por lo menos ahora sabía donde estaba... pero también había visto al cazador e intuía que había sido visto... ¡Piensa rápido, piensa sobre tus pies! le decía el entrenador en la prepa durante el entrenamiento, entrenamiento que al día de hoy odiaba y al que en este momento deseaba haber prestado atención...

Encendió el datapad y lo arrojó por el pasillo en dirección opuesta a la puerta al tiempo que avanzaba unos pocos pasos y se quedaba quieto y hecho un ovillo, con la cabeza apuntando hacia la zona de las cajas... Cuando escuchara a la criatura pasar correría hacia la puerta, siempre y cuando siguiera vivo para hacerlo.

Lanzaste la PDA, pero no para el lado que querías y no todo lo lejos que esperabas. Aun así, lo habías lanzado. 

La mujer giró el rostro, viste como lo hacía, fuiste consciente de lo antinatural de sus cervicales por el ángulo y saliste corriendo nada mas pasaron dos segundos. 

Resbalaste pocos metros mas allá, en la curva que daba a la sala de las escaleras. La máscara se rompió, notaste el olor a cobre, y a sangre. 

En ese momento, las puertas que estaban cerradas se abrieron, dejando entrar a una figura con una armadura como la de los MEIL solo que tintada entera de negro y con protecciones mas densas. O eso parecía. Empezó a bajar las escaleras. 

Estabas tan lejos de la salida...pero tan asustado...

Allí estaba la salida, detrás de un muro impasable de violencia dirigida. Liam no dudaba que en la prioridad de las ordenes que había recibido el guardia, salvar a los que estaban allí abajo estaba al final, muy por detrás de eliminar la amenaza para TITAN. Para colmo de males su máscara se había roto, su sello de estanqueidad comprometido implicaba que era un riesgo y que en el mejor de los casos terminaría en cuarentena... La prioridad ahora era evitar que su cuerpo se impregnara de lo que fuera que había en el aire y que, por el olor, era mayormente orgánico. Sólo esperaba que le permitieran subir y que no lo mataran como un perro.

Lo primero era evaluar el daño en la máscara, algo imposible de hacer por la vista sin luz y peligroso de hacer al tacto si había fragmentos afilados. Como no era posible, y dado que ya estaba comprometido, se quitó el casco y tapó su boca y nariz con parte de la tela del mismo. Eso debía reducir al mínimo la exposición y le permitiría moverse. Sus manos no paraban de temblar en todo el proceso, y las lágrimas pugnaban por salir de sus ojos, pero no podía permitirse caer en pánico, eso significaría una muerte segura.

Quedaba ahora el tema de llegar a la escalera, lo más peligroso, ya que detrás había un enemigo asegurado y el de delante podía decidir matarlo en el lugar. En principio Liam avanzó en cuclillas hacia la escalera, pegado a la pared e intentando no hacer demasiado ruido. No perdía de vista al que había entrado, quería saber cuando lo viera para hacerle notar que no era el enemigo... con suerte podría pasar del otro lado de ese muro móvil y el peligro de ser asesinado por la criatura que deambulaba por los pasillos disminuiría. 

Lo primero que notaste fue como una luz te dejaba ciego nada mas te acercaste un poco a las escaleras. Era una mira de foco potente- Quieto- Era la voz de una mujer.

Escuchaste algo de ruido a tu espalda. Sabías que se estaba acercando, tú... tu lo sabías, y ella, o eso, o lo que fuera te iba a coger porque estabas ahí. 

¿Enfrentarte a la armadura o esperar una muerte por la espalda? 

La reacción de Liam fué automática, guiada por una mezcla de miedo y racionalidad absurda, desde la posición de cuclillas se tiró al suelo, boca abajo, cuan largo era al tiempo que gritaba - VIENE DETRÁS MIO... - mientras se zambullía al piso rogaba que la soldado no le disparase por no haber obedecido, rogaba que al caer no hubiera nada en su camino, golpearse o clavarse algo en ese momento sería una sentencia de muerte segura al subir a la superficie, rogaba que lo que venía detrás de él no lo usara de blanco... por primera vez en años rogaba, rezaba, imploraba a su Dios descartado que le permitiera vivir. 

Los versos del padre nuestro encontraron su camino a las capas conscientes del cerebro desde los engramas olvidados de la memoria de su infancia, como un mantra las palabras comenzaron a salir de sus labios en un murmullo casi ininteligible que se ahogaba contra la tela del casco y se perdía en el frío suelo del pasillo _{^{- Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre... -}}