Partida Rol por web

Moss hizo una señal a modo de saludo, pero fue breve. No podía despistarse. Había salido para ayudarlos a ellos a que alcanzaran el módulo sin problemas. Barrió el cielo con su arma en alto, para luego hacer lo mismo a media altura.

Tenía los dientes apretados y la espalda en tensión, esperando el ataque que sabía que se produciria si no se daban prisa. O aunque se dieran prisa, como le pasó a la pobre Anetta...

Silke negó con la cabeza a la pregunta de Hilv. -No, pero eso no quiere decir que ellos no puedan vernos a nosotros -Comentó, tan tensa como los demás. -Ahí está Moss - Señaló la puerta por la que el hombre acababa de asomar la cabeza con el cañón de su pistola. Valiente, pero insensato. Llevaba un rifle, pero no ningún tipo de protección. Todos sus instintos le gritaban que se dieran prisa. 

Con el arma preparada y los nervios de punta por la adrenalina, Silke corrió junto a los demás a ponerse a cubierto en el edificio prefabricado más próximo, recortando así la distancia que les separaba del laboratorio.

El regreso de la vista no hizo que la cosa mejorase, más bien todo lo contrario visto lo que había a su alrededor. Los cuerpos destrozados arrancaron una arcada del estómago de la joven, cuyo pulso era cada vez menos firme al sostener su arma.

Voy a morir, aquí, todos vamos a morir, no es mejor que hacerlo de la otra forma, no lo es, no quiero que me hagan pedazos, no quiero... no quiero...

Hilv no se movió de su posición, fue como si el resplandor no sólo la hubiera cegado, sino que también parecía haberla inmovilizado, pero entonces dio un pequeño paso atrás y se apoyó en uno de los postes que sujetaba la valla, desactivando la visión nocturna y levantando el rifle en dirección al exterior. Al hacerlo, este se le cayó de las manos y la chica se arrodilló para volver a aferrarlos con desesperación sin dejar de lanzar miradas a un lado y a otro como si una fuerza invisible le hubiera arrancado el arma de sus manos.

El módulo no era en exceso grande aunque las ventanas estaban selladas con unas cortinas de metal grueso que impedían ver fuera, y de paso, que nadie viese en su interior. Dentro estaba Khan que con el rifle entre sus manos os miró como si hubiese llegado la navidad- santo cristo- era alto, un tanto fornido y tenía ese aura de ser el primero en linea de tiro que tanto y tan poco gustaba a algunos. *

Era un centro médico medio tirando a avanzado,lo reconocíais de las clases sobre equipo que os dieron. Dos niveles, a los que se acceden mediante una escalera interna. Abajo la parte de primeros auxilios, cirugías y escaneres básicos. Había dos camas vacías ahora mismo, por si alguien se tenía que quedar ingresado allí. Un pequeño inodoro en una sala cerrada con una ducha enana. Arriba las mesas de trabajo con los ordenadores, y el laboratorio. 

¿Sois los nuevos no?- os plantó un abrazo a cada uno, importando poco o nada el barro, o lo mojados que estuvieseis. 

Moss también llevaba una armadura Ytris, y al igual que Khan, llevaba el casco colgando. En sus manos tiene una G-42. Lleva también un paquete de tabaco y un mechero en algún compartimento y/o bolsillo de su traje. Su aspecto es cansado pero luce una sonrisa de alivio al verlos entrar a todos sanos y salvos

- Cuanto me alegro de que esteis aquí - dijo en tono amable - Aquí no hay mucho pero tengo un par de chocolatinas. Algo derretidas, eso si. - las sacó de uno de sus bolsillos y esperó sus respuestas.

- Poneos cómodos - dijo señalando el espacio que había - ¿Desde hace cuanto estabais en esa roca y como llegasteis a ella? -

Llegamos caminando, Alejo sonrió. Misión de exploración, aunque me parece que la prioridad va a cambiar, y  va a ser una misión de evacuación. Vinimos al campamento porque no queríamos reinventar el micrófono. Para que nos entendamos: llevar especímenes o explorar terreno que ya se conociera. Nos pilló la tormenta de camino, y el barro se puso cachondo con nosotros. De potra que llegamos a esa roca.

Alejo estaba leyendo el lector de balizas de trajes, para comprobar que nadie en las inmediaciones que tuviera un traje puesto, se estaba moviendo. También uno de los malotes podía estar llevando un traje al hombro, por gusto o mala leche, pero era información, al fin y al cabo. Rechazó las chocolatinas con amabilidad. ¿No tenéis más que eso de comer?

Volvió sobre sus pasos para ayudar a Hilv. La visión repentina de todo aquello parecía haber sido demasiado para la joven soldado. Silke estaba con ella, pero Hilv era fuerte y parecía sufrir una crisis, sería más fácil si las dos la ayudaban a llegar hasta el módulo. 

-Solo unos metros más... el módulo está ahí al lado... - trató de tranquilizar a su compañera - Casi hemos llegado... 

Nadie los atacó durante esos últimos metros. Lo que fuese que había matado a toda aquella gente ya no estaba por allí, o no estaba interesado en ellos.  

Dentro del módulo ayudaron a Hilv a sentarse en una de las camas. Arabella no rechazó la efusividad de Khan, era un alivio encontrarse al fin con alguien más. Tampoco rechazó el chocolate que les ofrecía. No se veía en condiciones para decirle no a un trozo de chocolate. 

Mientras Alejo y Moss se ponían al día, Arabelle se dirigió junto a Hilv, se quitó el casco y lo dejó en la cama junto a su compañera. 

-Ha sido fácil ¿verdad? Ningún problema para llegar - trató de rebajar la tensión de aquella situación - Te voy a quitar el casco ¿de acuerdo? - advirtió a Hilv antes de hacer nada - Estamos dentro, estamos a salvo. Un poco de aire fresco te vendrá bien...

Le quitó con cuidado el casco a su compañera y lo dejó a su lado también. Se arrodilló delante de ella, haciendo que sus miradas se cruzasen, y le apoyó la mano en una de las rodillas. 

-¿Como te encuentras? - preguntó con tono suave, no quería hacer que se sintiese presionada - ¿Quieres un trozo de chocolate? - ofreció la chocolatina que le había dado Khan. 

Con todo aquello aun no había tenido tiempo de plantearse como se encontraba ella misma. Su reacción ahí fuera le preocupaba más que la de Hilv. No entendía como había podido mantenerse ajena a la escena. No entendía por qué no se había echado a llorar. Desde que habían entrado y habían cerrado la puerta sentía que el pecho le oprimía, que le costaba respirar. 

Silke se disponía a ponerse a cubierto en el edificio cuando advirtió la actitud errática de Hilv, incluso llegó a perder el rifle y no es que la chica fuera precisamente torpe. Cuando este terminó en el suelo, la pelirroja no se lo pensó mucho y se acuclilló junto a su compañera.

- No va a pasarte a tí. - Le aseguró poniéndole una mano en el hombro. Tal vez Hilv podría replicar que eso no podía saberlo, pero era dificil discutir con el aplomo de Silke. - Lo que le ha pasado a esas personas, no te pasaré a tí. No dejaré que suceda, ¿de acuerdo?. Apenas nos separan 50 metros del edificio, concentrate en ellos. -

Fue entonces cuando Arabelle regresó sobre sus propios pasos hasta situarse también junto a ellas. Silke asintió y entre las dos, acompañaron, o más bien escoltaron a Hilv hasta el centro médico.

También recibió de buen grado el entusiasmo de Khan, la verdad es que no lo esperaba y a pesar de las dramáticas circunstancias, consiguió arrancarle una sonrisa sincera y espontanea.

- Yo también me alegro de veros – Dijo correspondiendo primero al abrazo de Khan y saludando después a Moss. Se abstuvo de añadir “enteros”. De igual modo, asintió de acuerdo con las rápidas aclaraciones de Alejo antes de continuar. Tal y como el soldado había dicho, Silke también tenía claro que el objetivo de la misión había cambiado drásticamente. - ¿Y vosotros? ¿Cuanto tiempo lleváis aquí? - Preguntó quitándose el casco.

Arabelle se había llevado a Hilv hacia un rincón más apartado. Desde donde estaba, Silke observó a esta última, dedicándole una pequeña sonrisa, cómplica y amistosa, cuando sus miradas se cruzaron. Arabelle parecía tenerlo todo bajo control y aunque le hubiera gustado decir algo más, le parecía que Hilv iba a necesitar un poco de espacio para recomponerse.

- No hay nada más de comer, lo siento tio - dijo respondiendo a Alejo. Luego se pasó la mano por la cabeza con gesto cansado - Viviendo aquí un mes más o menos. Encerrados aquí apenas llega a la hora.. creo...el tiempo en estado de crisis es traicionero. -

- Ahora que somos más debemos plantearnos como actuar. Aquí no hay alimentos ni agua. Yo voto por que descanseis un poco, recogemos los datos obtenidos en este mes y volvemos a Titán para informar de lo que aquí ha sucedido. -

Todavía más asustada que avergonzada, Hilv se dejó guiar por Arabelle y Silke el resto del trayecto hasta el módulo, y ya el mero hecho de estar entre cuatro paredes la tranquilizó algo. Cuando la doctora le retiró el casco, se encontró con un rostro pálido y unos ojos confundidos. Desvió su mirada hacia la mano de la mujer y luego negó con la cabeza a su ofrecimiento no como chocolate, no es bueno, sobre todo ese tipo de chocolatinas informó aunque no era en absoluto necesario, pero el hablar de algo ajeno a lo que había sucedido a su alrededor parecía ayudarla.

Se dio cuenta de que no se estaba comportando como se esperaba de ella, como Titán esperaba de ella, seguro que el resto del equipo pensaba de ella que era una decepción, una cría incapaz de mantener la compostura... y la mirada de Silke le pareció condescendiente, lo mismo que la postura de Arabelle.

Su cara comenzó a recuperar color estoy bien, estoy bien cogió el casco con su mano derecha joder, has pasado por demasiado para ahora no saber seguir adelante, ¿no dices siempre que no tienes miedo? Se levantó y dio un pequeño golpecito en el hombro de la botánica no volverá a pasar, la luz me cegó, eso es todo ¿Vale? Está última palabra fue pronunciada más alto de lo necesario y se notaba algo de enfado. Esquivó las miradas de los demás volviéndose a poner el casco todos han aguantado menos tú...

Las palabras volver a Titán fueron lo único que se quedó en su cabeza al escuchar hablar a Moss....

La reacción de Hilv tomó por sorpresa a Arabelle. Miró con cierto desconcierto como su compañera se alejaba, pero se abstuvo de decir nada. Al no llevar el casco su expresión fue evidente para todos. No era el momento de discutir, tenían cosas más importantes en las que pensar.  

Se centró al fin en la conversación que estaban teniendo Alejo y Moss. La situación en aquel lugar era mucho peor de lo esperado. Sin comida ni agua no podían quedarse demasiado tiempo. Estaba de acuerdo en volver a Titán lo antes posible, aquella misión ya no era la que habían empezado. 

-¿Cuanto dura la noche? - preguntó a Moss, si llevaba un mes allí lo sabría - Cuando llegamos aquí era de día, y solo hemos visto un anochecer. Es evidente que el día es más largo que en casa - la idea de partir en mitad de la noche no le resultaba nada tranquilizadora - ¿Tenéis idea de cuanto puede pasar hasta que la tormenta acabe, y el lodo se solidifique? Llegamos hasta aquí cruzando un camino ancho, como para un vehículo, pero durante la tormenta casi acabamos ahogándonos en el fango... creo que este tipo de tormentas pueden ser habituales ¿habéis visto alguna otra antes...? y hablando de vehículos, no nos vendría mal uno... - poco a poco iba notándose algo más nerviosa, los efectos de la adrenalina iban desapareciendo y la sensación de peligro volviendo - pero antes... antes de irnos deberíamos enterrarlos - miró hacia la puerta por la que habían entrado, su voz sonó extraña, casi como si se ahogase - deberíamos hacer algo cuando amaneciese... - tragó saliva al imaginarse volviendo fuera y moviendo los cuerpos - no... no está bien dejarlos así... - de pronto toda la seguridad y sangre fría que había mostrado fuera habían desaparecido - deberíamos hacer algo... 

Moss miró con pesar a la joven rubia. Con aquellos seres fuera no era seguro exponerse para enterrar algo que ya no tenía solución. Él hacía mucho que había perdido su fe en Dios. Pero si creía en las personas. Y ahora su deber era intentar que todos volvieran a salvo a Titán.

- Necesito a alguien que me de cobertura para atravesar la pasarela hasta el laboratorio. Allí podremos obtener los datos del ordenador y quizás haya algo útil que llevarnos con nosotros. Luego podemos intentar coger algo de alimento y bebida de las cocinas. El coche no creo que sea viable - se cruzó de brazos mientras cambiaba el peso de su cuerpo de una pierna a otra.

- El camino de vuelta está marcado, pero no es transitable por un vehículo. Hay mucha vegetación y un rio que espero nos permita transitarlo desde el primer momento y no como cuando veníamos.  - sacudió la cabeza al recordar el viajecito hacía ya un mes. - Se supone que hoy venían a por mi para volver a... casa. Quizás nos encontremos con ellos por el camino. -

Hilv se marchó con cierta hostilidad, dejando plantada a Arabelle con gesto desconcertado. Silke no hizo el amago de seguir a la primera, pero si que le dedicó una pequeña sonrisa amistosa a la doctora cuando regresó junto a los demás. 

- A veces todos necesitamos un poco de espacio, no se lo tengas en cuenta. -Comentó en voz baja. Por no mencionar que Hilv no dejaba de ser una adolescente, lo raro habría sido que no se rebelara. No era culpa de Arabelle, pero tampoco de Hilv, todos hacían lo que podían. 

- Dadas las circunstancias, yo también creo que deberíamos planificar la evacuación de este sitio. A nosotros aun nos quedan raciones y ... - descargó la mochila extra que traía consigo - Aquí también hay alguna más. -dijo desabrochando las correas y la cremallera. Extrajo algunos de los paquetes de raciones extra que habían encontrado entre las pertenencias del cadaver de la soldado, así como la tablet, que estaba bastante hecha polvo. - Quizá también podamos recuperar algo de la memoria -

- ¿Dices que hoy debería llegar otro equipo? - Silke se volvió hacia Moss con expresión un tanto preocupada. Ellos no tenían constancia, sin embargo... Se humedeció los labios. - Encontramos algunos restos... humanos, por el camino. Aunque en el estado en que lo hicimos, parecían llevar bastante tiempo enterrados. -

-Los restos parecían momificados - comentó Arabelle torciendo el gesto  - Alguien, o algo, se había tomado bastantes molestias para enterrarlos...

Arabelle se esforzó en evitar tratar de contar el número de gente que había muerto ya en aquel lugar. Solo contando los cuerpos, y restos, que ella había visto eran... demasiados. Aquel lugar, que por momentos la había fascinado, se había cobrado la vida de demasiadas personas, y aún podía acabar cobrándose la de todos ellos.

-¿Es necesario que salgamos ahora, durante la noche? Tanto para buscar los datos, como para ponernos en marcha, parece más seguro esperar al día, y a que el fango se seque. Al venir hacia aquí casi no lo contamos - No creía que fuese buena idea partir en mitad de la noche, con un depredador acechando, y pudiendo volver a quedar atrapados en el fango -  Sea lo que sean esas cosas, no pueden entrar aquí ¿verdad? 

- Pues no lo se, la verdad - respondió pesaroso - Hasta ahora nos ha dejado en paz, pero.... Además, quedan más de 13horas de oscuridad por delante.- se cruzó de brazos mientras hablaba. - Mi armadura tiene visor nocturno, y para el laboratorio y si queremos coger más provisiones con que me acompañen dos personas más...- lanzó la propuesta al aire antes de acercarse a la puerta.

- Mientras vamos decidiendo si es mejor esperar o salir lo antes posible -

Alejo había estado pensativo. Este tío nos ha ofrecido lo poco que tiene, se dijo. Manda huevos. Tomó agradecido esas chocolatinas y, como si fuera un intercambio equitativo, puso sobre la mesa sus casi 20 días de raciones. Cada uno pone el cien por cien de lo que tiene. Lo considero justo, Moss. Le pegó un mordisco a la chocolatina, satisfecho por el intercambio.

En cuanto a las prioridades... Yo creo que son dos: recoger los datos y salir de najas. Ninguna de las dos las haría de noche. Nosotros estamos cansados ahora y aunque algunos tenemos visores nocturnos, otros no, y eso nos disminuye.

Tampoco dejaría que te fueras a por esos datos, Moss. No separarnos debería ser una norma básica. Haría lo siguiente: descansar y recuperarnos. También esperar a ver si ese barro se endurece un poco. Una vez recuperados, ir todos a por esos datos y a por el material que podamos encontrar útil. Luego largarnos de aquí.

Se sentía frío y parecía frío. Los cadáveres no le habían parecido agradables, pero tampoco estaba especialmente horrorizado. Y no: no había estado antes en combate. Alejo mismo se sentía bastante sorprendido con esa frialdad. Incluso se estaba preocupando un poco.

Asintió a la actitud de Silke. Dejar tranquila a la chiquilla era lo mejor, ahora. Dormir, necesitaban, incluso con algún somnífero, si es que alguno no lo conseguía por culpa de la tensión.

Alguien ha encendido las luces... intervino Hilv tras tomarse unos minutos de reflexión interior para calmarse o estaban encendidas y alguien ha restaurado la electricidad era un detalle importante que no podían obviar justo un poco después del momento en el que entramos y cruzamos la verja eso podía significar que habían quitado la electricidad permitiendo el paso, o habían encendido las luces para situarlos y poder atacarlos.

Llevaba puesto el casco de nuevo.

Tenemos comida de para dos personas más, pero estoy con Alejo en el hecho de que deberíamos pasar las horas de oscuridad aquí, y bueno, con respecto a las prioridades... parecían haber olvidado que no podían regresar cuando quisieran coger los datos y volver al punto de recogida, pero este punto no se abrirá hasta dentro de quince días contando con nuestro horario normal así que el plan no era simplemente una carrera, tenían que encontrar un sitio seguro donde establecerse hasta que pasara ese tiempo...

Vamos a morir aquí...

El corazón de Hilv se aceleró con ese pensamiento...

Ya estás muerta, no lo pienses más... ya sabes lo que es...

Tenemos que proteger nuestra única forma de salir de aquí, esa es la prioridad.

A la mierda los datos y la mierda Titán, lo único que quería ahora mismo era regresar.

-Hilv tiene razón, no podemos volver sin más - reconoció Arabelle - Llevamos dos días aquí, así que el portal volverá a abrirse en... 10 días - informó tras consultar sus notas sobre la misión - No necesitamos más de dos días para llegar hasta allí. No tenemos por que darnos prisa por salir. 

Se quedó un momento pensando en que podían hacer. Quedarse allí parecía la opción más lógica, pero no estaba exenta de peligros. Como Hilv decía, allí parecía haber alguien más, alguien que había devuelto la energía al perímetro. También era un poco extraño que de pronto aquellas criaturas hubiesen salido de la nada, atacado y matado a todo el mundo. ¿No se suponía que la base llevaba allí un tiempo? 

-Esta base lleva aquí un tiempo ¿verdad? Por lo que habéis contado parece la primera vez que la atacan, al menos la primera vez que sufre un ataque tan grave. ¿Habéis hecho algo últimamente que pudiese atraerlos? ¿Habéis traído algo, o cogido algo? Quizá si pudiésemos saber que los ha atraído, podríamos hacer que se fuesen. Al menos, si no ha sido la primera vez que se los avistaba, quizá haya algo que nos ayude a auyentarlos.