Partida Rol por web

TITAN

Toc-Toc-Toc

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18/01/2019, 22:52
Director

Apenas un recuerdo difuso de un fuego abrasador que lamía cada trozo de piel que podías imaginar. Suave remanso helado en mitad de todo aquel calor que parecía no irse nunca, ser parte tuya, como lo era tu mente, tus manías, tus miedos. 

 

Parlez-moi d'amour,
Redites-moi des choses tendres,
Votre beau discours,

 

Y luego...una voz. No. Una melodía, que poco a poco se fue formando como un murmullo agradable. Y viejo. 

 

Mon coeur n'est pas las de l'entendre.
Pourvu que toujours
Vous répétiez ces mots suprêmes

 

Los párpados se abrieron con lentitud, no porque te pesaran, si no porque no tenías el miedo que recordabas en los últimos momentos. 

 

...Je vous aime...

 

 Estabas tumbado en un dormitorio, sobre la cama. Era grande, amplio, con un escritorio y silla, armario, cama grande con ropa negra y dos mesitas. Decoración nula, colores blanco y negro. Había una ventana doble por la cual podías ver la ciudad y el río a lo lejos. Espera. ¿Ciudad? Estaba anocheciendo y no había ninguna luz encendida en el cuarto.

 

Vous savez bien
Que dans le fond, je n'en crois rien,
Mais cependant je veux encore

 

Te costaba moverte, como si te hubieses pegado un palizón en el gimnasio tras semanas sin ir. De hecho, te notabas diferente. Cosas del cambio de cuerpo, suponías.

 

Ecouter ce mot que j'adore,
Votre voix aux sons caressants,
Qui le murmure en frémissant
,

 

Aunque lo normal era despertarte en una zona de cuarentena, donde estarías vigilado un par de semanas, por si las moscas había algún problema. En el caso de la gente que se iba a otros mundos, era el doble de tiempo. Un verdadero incordio de aburrimiento. 

 

Me berce de sa belle histoire,
Et malgré moi je veux y croire.

 

La música parecía provenir de un pequeño aparato en alguna parte más allá de esa puerta cerrada de aspecto denso, madera ¿Rojiza? ¿O era marrón oscura? ¿Quizás negra? Te percataste de algo, mientras le dabas vueltas a eso. No oías demasiado bien. Y veías perfectamente. Sin gafas. 

 

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19/01/2019, 01:48
Alberto "Tito" Tibaldi

Era...

Si. Era Steve.

El pulso se le había acelerado a un ritmo cercano peligrosamente a la taquicardia, solo por un instante. Costaba a veces. Las malditas inserciones y sus malditos efectos secundarios.

Era como ese mínimo momento entre el sueño y la vigilia, en que todos los monstruos son posibles, en que todos nuestros miedos y nuestros sueños tienen una esencia palpable. Eres todo y no eres nada. Sola una conciencia desprovista de identidad.

Abrió los ojos y disfrutó de un visión perfecta. Tenía ciertas ventajas.

La música era hermosa. Su sonido, viejo, con olor a gramófono y a periodo entre guerras le daba un romanticismo evocador. Con algún problema, debido al acento y a lo amortiguado del sonido, consiguió entender casi toda la letra.

Aquello no le daba demasiadas pistas. Tenia un cierto aire a canción de soldados.

Pero tenía que trabajar. Los primeros minutos eran esenciales. Tenía que recopilar tanta información como fuese posible de su...

Se quedó sentado en la cama. Casi congelado. No recordaba nada del briefing de la misión. No recordaba absolutamente nada.

"Mierda. Puede ser un gran problema".

Respiró hondo, cerró los ojos y probó todas las técnicas que conocía de recuperación de recuerdos. Pensamiento recursivo, meditación y relajación. Pero nada. Nada venía. Estaba solo. De hecho, sus recuerdos más recientes parecían... viejos. No recordaba que había sucedido... en...

Sacudió la cabeza. Tendría que improvisar. Decidió dejarlo por el momento. Quizás la mera actividad consiguiese sacar algo de sus recuerdos. Quizás estudiar a su huésped. Examinó la habitación con curiosidad, con calma. Lo principal era identificar riesgos inminentes y armas potenciales. Pero aquello parecía una mera habitación, decorada por un gótico. Lo primero era disponer de algo de luz.

"Sin asunciones. Quizás la luz esté prohibida a partir de cierta hora".

Probó a levantarse de la cama. Sintió el dolor en cada pequeño trocito de tendón, pero se obligó a que su nuevo cuerpo le obedeciese, dejando que el dolor fuese su motivación. El objetivo más obvio para buscar información sería el escritorio. Pero la puerta parecía llamarle. Quizás había alguien al otro lado. Eso explicaría la música. Con cautela se aproximó para escuchar.

Notas de juego

He hecho algunas suposiciones. Espero que encajen. Si te parece algo mál, lo cambio y empezamos desde ahi.

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21/01/2019, 10:44
Director

Había una bolsa negra de deporte, grande, de 60L quizás, muy bien oculta, bajo la silla que estaba encajada en el escritorio. 

Cuando te levantaste las rodillas te fallaron por completo, el pié desnudó resbaló por el helado suelo y tuviste suerte si lograste agarrarte a la cama para no caerte del todo. 

¿Por qué todo estaba tan frío? 

¿Por qué solo llevabas unos pantalones de ciclista cortos, ajustados pero no apretados, de color claro?

Se escucharon unos pasos en el pasillo, comedidos, tranquilos que pararon justo delante de la puerta- ¿Steve?- Era una chica, pero no la reconocías- ¿Puedo pasar?- no parecía en absoluto preocupada. 

Notas de juego

Todo correcto 

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21/01/2019, 11:52
Alberto "Tito" Tibaldi

Steve notaba que el cuerpo de su huésped era fuerte. Es más, era muy fuerte. Pero por lo que parecía, su nuevo cuerpo había sido maltratado hasta más allá de su límite. No importa cuán fuerte seas, siempre hay uno, reflexiono Steve mientras trataba de recuperar algo parecido a la estabilidad.

El frio trepó por su pie y poco a poco fue consciente de lo helado que estaba el ambiente. El vello de sus piernas se erizó y tuvo la sensación de que sería una buena idea evacuar la vejiga más pronto que tarde. Los pezones se le habían endurecido, reducidos a la mínima expresión y en su rostro, la punta de su nariz era la estrella. Se abrazó a si mismo, como acto reflejo, tratando de conservar algo de su propio calor corporal.

Dio unos cuantos vistazos a ambos lados, buscando el resto de su ropa. Tendría que estar por allí. Fue así como localizó la gran mochila de viaje. Suficiente, a ojo, para una pequeña mudanza si tus pertenencias no son muy grandes. Allí tendría que haber ropa, sin lugar a dudas. Pero tal y como tenía el cuerpo, se le antojaba igual de difícil que traer una chaqueta desde su propio armario, en Titán.

Y de repente, la voz.
Desconocida, pero femenina.

"Steve... ¿Me estarían esperando?"

Tenía sentido. Quizás formaba parte de un equipo y alguno de sus miembros ya había llegado. Si, aquello tenía sentido.
Y estuvo a punto de responder, pero su instinto le detuvo.

"Tampoco es que te llames Archibaldo, ¿verdad Steve? ¿Y si tu huésped se llama Steve? No bajes la guardia."

- Si, un segundo.

Tomó nota del sonido de su voz. Sonaba un poco cascada, debido al frio y a las flemas, pero indudablemente era joven.
Muy joven.

Tironeó de las sabanas de la cama, para cubrirse con algo. Subió las piernas y se tapó. Así estaba mejor.
Solucionado, al menos en parte el problema del frío, encaró el problema de aquella dama desde una posición neutral.

- Pasa. Me acabo de despertar.

Aquello era lo suficientemente ambiguo, pero obvio para un saltador. "Me acabo de despertar" sería entendido por cualquier saltador como que acababa de tomar posesión del cuerpo huésped. Cualquier otra persona lo tomaría por lo que era, una afirmación obvia, sin más.

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21/01/2019, 11:57
Mona Stuard

La puerta se abrió, y tras ella, entró una mujer de veintilargos que rondaría los 1´65 y de complexión bastante recta. El cuello era ancho y cuando pudiste verla bien, cosa que ocurrió a los pocos segundos con su acercamiento, te diste cuenta de que era bizca. 

Llevaba una bandeja en las manos, donde había un cuenco grande, y una cuchara sopera- Tienes frío...- Sonrisa sempiterna, alegría contenida y la viveza reflejada en la mirada de la muchacha- Tu cuerpo es nuevo, todo te resultará confuso- Se sentó en la misma cama, ofreciéndote la bandeja para que la cogieras- Ten cuidado, está caliente- murmuró como si fuese un secreto. 

Vestía algún tipo de ropa deportiva de color oscuro y manga larga. Con aquella luz, era un poco difícil fijarse en los detalles.- No estás en una misión, si no que te moriste, o más bien, te asesinaron y te traje de vuelta- Ladeó con la dulzura de una madre el rostro, observándote- Es sopa de maíz. ¿Necesitas mas luz?

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21/01/2019, 13:06
Alberto "Tito" Tibaldi

La mujer entró con lo que prometía ser una solución a su problema del frío. Cuando se acercó no pudo evitar sentir rechazo. Su instinto primario, el del depredador, calificaba a todas las mujeres en dos listas. Si y No. Aquella mujer caía inmediatamente en la lista de No. Se sobrepuso a aquel primer impulso, esperando que la oscuridad hubiese ocultado sus reacciones. No esperaba tener todo su cuerpo bajo control todavía y no pretendía tampoco ofenderla.

Sus gestos, sus palabras. Era una saltadora. O saltador, desde luego. Pero aquello destilaba familiaridad y femineidad. Incluso cariño. Pero no conseguía ubicar a la persona que sin duda, estaba tras esa mascara. La persona le conocía y por como se comportaba, le apreciaba. ¿Riv? No ubicaba a ninguna otra fémina saltadora que pudiese no odiarle por algún motivo diverso.

Con delicadeza dejó la bandeja sobre sus rodillas mientras la observaba, esperando detectar algún gesto familiar que se filtrase del saltador al cuerpo de su huésped. Tomo el cuenco en sus manos mientras ella hablaba, reprimiendo el deseo loco de tirarse la sopa por encima para entrar en calor de manera más directa. Era sopa de maíz, era cierto, y olía muy bien. Llenó la cuchara, y se la dirigió a la boca.

La cuchara se detuvo en el aire en el momento en que Steve escuchó la palabra "muerto".

Pero al momento terminó el movimiento, deleitándose con la sensación de ardor que invadió su lengua y su boca. Trago y tomó otra cucharada. Una sonrisa irónica, marca Steve, apareció en su rostro.

- Esa es buena. Pienso jugársela a alguien en mi próxima misión.

Siguió con la sopa, que comenzaba a hacerle entrar en calor. A excepción de un pequeño punto...

- Y la verdad es que estoy como muerto. No sé qué le harían a mi huésped ayer... pero no soy capaz de dar un paso.

A excepción de ese único punto helado...

- Lo cierto es que me tendrás que ayudar un poco. No sé qué iría mal en la inserción, pero no recuerdo nada del briefing de la misión. Ni tampoco recuerdo quien eres. Porque te conozco, ¿verdad?

La sopa desaparecía con rapidez. En apenas unos segundos había dado cuenta de la mitad. Aquella había sido una broma. Lo de muerto. Su cuerpo entraba en calor y ya se encontraba mejor. A excepción de ese punto helado que tenía bajo las costillas, podría decirse que en su corazón. En el lugar donde la ansiedad nos agarra con una zarpa y no nos deja escapar.

"Muerto. Ja ja."

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21/01/2019, 13:14
Mona Stuard

Dejó que comieras, alargando el silencio con su sonrisa y tus ansias por lograr cierto calor. Solo habló cuando el cuenco acabó vacío. 

Tu cuerpo está muerto- Había seriedad en su tono, pero ese cariño especial en la mirada estaba allí- No lograste salir de Palacio.- Puso su mano sobre tu rodilla, tapada por la sábana y apretó ligeramente, como si quisiera reconfortarte.- Estás muerto para el mundo. 

Puedes elegir no creerme, pero al menos, hazme caso cuando te recomiende algunas cosas, yo también me he muerto unas cuantas veces ya y siempre, siempre, venimos acompañados por algo más- Peinó con sus dedos el kiriki superior que no podías verte, dejándolo a un lado.- algo que nos persigue...algo que nos caza. 

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21/01/2019, 14:26
Alberto "Tito" Tibaldi

El frío regresó. Aquello lo explicaba todo. O era lo más parecido a una explicación.
Trató de controlar sus movimientos al depositar el cuenco sobre la bandeja y devolvérsela a la mujer, pero le flaqueó el pulso. Se sentía helado. Muerto.

Palacio… de cristal. Yo era Rob. Y vi un fantasma… mi… fantasma. No. No el mío, el de mi hermano. El de Rob.

Una imagen imparable de si mismo en la capsula de salto se fue metamorfoseando poco a poco en un ataúd rodeado de flores de plástico y comenzaba a sonar en su cabeza el Adagio en G menor de Albinoni.

“…estas muerto para el mundo…”

Por delante de su cuerpo, en su imaginación comenzaron a deambular fantasmas, espectros apenas visibles, pero reconoció algunas caras. Margot, Riv, Samuel…

La mujer le acarició la rodilla, con cariño y afecto, como si fuese su propia madre. Y no sintió rechazo. La miró, boquiabierto, como un pez fuera del agua.

“¿Quién era ella? ¿De quien es el cuerpo que ocupo? ¿Quién me mato? ¿Por qué? ¿Qué ocurrió con la misión? ¿Qué ocurrió con mi propio cuerpo? ¿Y Riv? ¡Ella también estaba en aquella misión! ¿Por qué había vuelto? ¿Cómo había vuelto? ¿Por qué le habían traído de vuelta? ¿Qué ella había muerto? ¿Qué les perseguían? ¿Cazados?”

Las preguntas en su cabeza se apelotonaban, pugnando por ser la primera. La mención a que algo les cazaba, le recordó sus desastrosas sesiones de terapia. Le trajo de vuelta el recuerdo de Simón… y de Mayhem.

Pero Steve consiguió por fin imponer su autocontrol. Respiró un par de veces, dejó escapar su mano de entre las sabanas, apoyándola con cuidado sobre la mano de aquella mujer. Necesitaba de aquel contacto. Tocar a algo vivo. Rozó su piel con cuidado, como si fuese el pétalo de una flor muy rara. Y dejó caer su peso en ella una vez se sintió seguro.

- Tengo… muchas preguntas, como te podrás imaginar. Pero creo que lo mejor será que te deje que me expliques que demonios está pasando. Asi podré hacer mis preguntas con más sentido.

Carraspeó, mirándola a los ojos.

- Solo dime una cosa antes. Tengo la sensación de que te conozco. ¿Quién eres?

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21/01/2019, 22:40
Mona Stuard

Una vez asegurada de que tu pelo estaba en un lugar mejor, giró la mano para coger la tuya con cuidado, entrelazando los dedos.- Yo también crecí en el complejo- una risa baja, sorprendentemente feliciana- aunque soy más mayor que tú. 

Uno de sus ojos se fijó en los tuyos, el otro...estaba un poco...mas hacia...como detrás tuyo. Vale, era extraño, difícil de dejar a un lado ahora mismo. Aun así, no era tan acusado como te había parecido en un primer momento, pero si, se notaba. Se quedó en silencio mientras poco a poco sus mofletes se iban curvando y al final, acabó por reirse de nuevo- perdona, pero..lo siento- bajó la cabeza- es gracioso verte con esa cara de horror, mientras intentas mirarme solo a un ojo- Intentó con mucha ayuda contener la risa antes de negar con la cabeza. 

No te preocupes ahora por eso, tu descansa, come, tenemos que empezar de nuevo, todo será dificil, y seguramente vergonzoso en algún momento. Pero oye, tsch- llamó tu atención- que fui enfermera, así que tranquilo, no solo lo he tratado, si no que lo he vivido en mis carnes- suspiró apretando un poco tu mano. 

¿Crees que aguantarás una luz pequeña? 

Notas de juego

Postear contigo es una droja ; )

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22/01/2019, 09:19
Alberto "Tito" Tibaldi

Steve, mejor dicho, el cuerpo que ahora ocupaba Steve enrojeció levemente cuando ella expuso de una forma tan clara que no controlaba su lenguaje corporal. Aquello hizo que se relajara un poco. A primera vista, la persona que estaba detrás de aquella fachada era una buena persona...

Sonrió, a la manera de Steve el embaucador. Se preguntó a si mismo que pinta tendría en su nuevo rostro.

- Te pido disculpas. No era mi intención. Me temo que soy muy... superficial en mi trato con las mujeres. Me encantaría poder dejarlo de lado, pero es parte de mi carácter. Trataré de no comportarme como un capullo.

Steve respiró hondo y examinó la habitación, pero no encontró lo que buscaba. Quería un espejo, ver que pinta tenía su nueva cara. Se preguntó a si mismo quien sería su anfitrión. A quien había desplazado. Y se sintió culpable.

- Si, claro, una luz estaría bien. Incluso más de una. Me gustaría ver mis cosas y... bueno ponerme algo de ropa. Informarme sobre mi nueva identidad. Adaptar mi lenguaje corporal al de mi anfitrión. Ver si tiene un portátil o un diario, eso sería de gran... -finalmente meneo la cabeza- Deje profesional. Perdona mi urgencia. Supongo que estoy un poco afectado. Es mi primera vez muerto. -bromeó.

La sopa había hecho milagros y ya no se sentía tan mal bajo las mantas. Pero aquello no parecía suficiente.

Estaba algo más en calma. Y sin embargo...
Sin embargo...

Allí estaba ella. Sonriendo. Amable, atenta. Cercana. Hasta demasiado cercana. Familiar. Se diría que había un interés romántico.

Ella no le había dicho quién era. Hubiera bastado con un "Si, me conoces" o "No, no nos conocemos". Había dejado todo en el terreno de las dudas. Steve necesitaba tiempo para pensar. Lo único que sabía de su nueva situación era la información que ella le estaba dando. El viejo Steve se puso a funcionar.

Se quedó mirando unos instantes por la ventana, como obnubilado. Y después preguntó:

- ¿Estamos fuera de Titán? ¿Esto es un programa oficial de Titán?

En realidad solo pretendía ganar tiempo. Escuchó sus respuestas en segundo plano, mientras miraba a la ventana para no traicionarse con sus gestos.

Analizando lo que sabía, Steve reordenó sus pensamientos.

He vuelto. No recuerdo nada después de aquel encuentro con el fantasma del hermano de Rob. Ella dice que me asesinaron estando en Palacio.
¿En Palacio o en Titán? No lo sabemos.
¿Sabemos con certeza que he muerto o he sido implantado a la fuerza en otro cuerpo? Tampoco lo sabemos.
No he escuchado jamás nada de que se pueda recuperar a un efectivo caído para implantarlo en otro organismo. ¿Cómo podemos saber que de verdad he muerto? Habrá que seguir la corriente.

Ella dice que ha estado muerta unas cuantas veces. Es decir, que alguien la tuvo que traer de vuelta como ella me ha traído a mí. Es decir, que hay, al menos, una tercera persona en este asunto, a parte de ella y de mí. Eso ya nos indica que esto no es fruto de la acción de una única persona con unas motivaciones personales, sino un grupo.

¿Porque me han elegido? Si he muerto o si no he muerto, es poco importante. El hecho es que me han escogido por alguna razón.
Si saben de mí y si me hubiesen elegido a propósito, si quisieran camelarme con más facilidad hubieran puesto a una chica muy atractiva como enganche, para hacerme bajar la guardia. Y no lo han hecho, lo que puede que hable en favor de sus intenciones.

Hablando de intenciones... Alguien les persigue. Algo, mejor dicho. Eso suena demasiado a Mayhem para mi gusto.

Se estremeció esperando ver la oscuridad agolparse en cualquier esquina del cuarto. Por fortuna, el frío hacía razonable dicha reacción.

Ella afirma no ser tan joven como aparenta... Que ha sido enfermera. Que creció en Titán. Una persona con conocimientos médicos... que parece joven, pero no lo aparenta...

Y de repente se le vino a la cabeza otro recuerdo, de unos ojos verdes, un pelo rojo intenso y... ¿Cuál era el nombre?
Azazel. Si, aquella peligrosa lolita con la que estuvo a punto de intimar. Lo anotó mentalmente. Tenía que recordar todo cuanto pudiese de Azazel y ver si el comportamiento o el lenguaje corporal de aquella mujer coincidían.

Respiró hondo. Se giró con su sonrisa de seductor cargada y amartillada. Es lo que parecía que ella buscaba. Por tanto, se lo ofrecería.

- ¿Cómo quieres que te llame? Porque supongo que podemos tutearnos -de repente cayo en la cuenta de algo importante- Y ya que sale el tema... ¿cómo me llamo yo?

Notas de juego

¡El placer es mutuo!
Celebro que alguien tan exigente como máster pensé que lo que escribo es interesante :)

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22/01/2019, 10:23
Mona Stuard

Miró al techo, curvando un poco la espalda hacia dentro, en una posición mas relajada- Steve, como tu hay muchos- No había maldad.- Es solo la educación que recibís la que os hace así.

Mientras mirabas por la ventana, ella se levantó de la cama y fue hacia la puerta, pulsando el conmutador de la luz. Una tenue, amarillenta, que aun así, te molestaba un poco.- Estamos fuera, al menos, durante el día de hoy estaremos en la ciudad.- Miró desde su posición, curvada, a la ventana- ¿Es bonita verdad? 

Si te pareció, como las sombras de oclusión entre paredes se movían ligeramente, aunque bien podrían ser solo juegos de tu mente. 

Cargaste y descerrajaste la sonrisa a quemarropa. Ella la recogió con su mirada- Mona- Se quedó al lado de la cama- Y tu eres Steve, aunque puede que tengas recuerdos confusos, piensa siempre en Steve, porque es lo que eres, y quien eres- Doblo el brazo siniestro y alzó un dedo hacia arriba con seriedad cincelada en el rostro- nunca olvides tu nombre. 

Ladeó la cabeza mirando hacia la puerta, como si hubiese escuchado algo- Podemos tutearnos si...de hecho, llámame siempre por mi nombre si aceptas- volvió el rostro hacia ti- Ven, te enseñaré la casa, y podrás decidir si te quedas o no- la sonrisa estaba de nuevo allí. No, no se parecía a Azazel, la niña era peligrosa de unas formas que Mona no parecía. - No recomiendo que te vistas aun, debes de acostumbrarte a lo que te rodea. Pero si quieres, en aquella bolsa tienes algo de ropa- señaló lo que tu ya conocías.- Saldré si quieres privacidad. 

 

Notas de juego

No soy tan exigente hombre! Menuda fama tengo XD 

Lo dejo aquí por si quieres decirle algo. 

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22/01/2019, 14:17
Alberto "Tito" Tibaldi

Parpadeo con sorpresa ante la tenue luz. ¿Cuanto llevaba a oscuras?

Asintió y trato de parecer totalmente inofensivo. Encantador.

Por dentro había cosas que no cuadraban.

El podría ser Steve. Pero aquel cuerpo no era de Steve. Ocupar temporalmente un cuerpo para una misión era una cosa. Pero entre lineas estaba empezando a intuir que aquello suponía que el "traslado" era definitivo. Quien quiera que fuese aquel muchacho, porque era obvio que era un hombre muy joven, había sido desplazado por Steve. No voluntariamente, pero el resultado era que Steve, que debería estar muerto, no lo estaba. Y su anfitrión había pasado al asiento del pasajero y había perdido el control sobre su propia vida. Quizás para siempre. Que era mas o menos como estar muerto. Si toda aquella historia era cierta, claro.

Había captado algún retazo más de información. Estaban fuera de Titán y de Titán no se iba nadie. Eso suponía que, posiblemente, aquellas actividades estaban al margen de Titan. ¿Estaría relacionado con el hecho de que les perseguía "algo"?

Volvió a mirar distraído por la ventana. Trato por todos los medios de identificar la ciudad que se veía al fondo, siquiera el país o la zona geográfica aproximada, pero estaba oscuro.

Luego esa inclinación de cabeza de Mona. Se diria que había escuchado algo que Steve, en su nuevo cuerpo, no había sido capaz. Y no era extraño. Se descubrió a si mismo girando la cabeza para orientarla al oido que funcionaba mejor. El otro recibia solo siseos y algún chirrido electronico de vez en cuando. Su percepción binaural era casi inexistente. Pero ella si que había oido algo. Sus gestos y ademanes confirmaban, o al menos reforzaban sus sospechas, de que había más gente.

Y luego lo de la ropa. No era la primera vez que sugería que la ropa era un impedimento. ¿Para que? ¿No vestirse? ¿Con aquel frío?
Steve carraspeó.

- Bueno Mona, si me das solo un segundo... Estoy seguro de que en esa mochila encontraré unas zapatillas y algo cómodo, una sudadera o similar. No quisiera ir dando la nota. Salgo en seguida y me lo enseñas todo-y sonrió de nuevo con inocencia y candor, sembrando la duda de si su comentario había tenido una doble intención. Si Mona estaba confusa, distraída, dejaría escapar más información.

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25/01/2019, 22:54
Director

Dejó una sonrisa caer ante la directa- Estaré en el pasillo- Se marchó cerrando la puerta tras ella. 

Toda la habitación estaba a simple vistazo rápido vacía. Salvo esa bolsa de deporte donde encontraste algunas mudas de deporte, de color oscuro o grises. Un par de zapatillas de casa, finas, tipo hotel, rojo oscuro, otras de tela simple, que cubrían hasta los tobillos, no tenían cierre, era puro elástico. Ropa interior, calcetines, dos camisetas de manga corta, una de manga larga, un pantalón de tela holgada, otro que parecían unos leegins...todo colores neutros y sin costuras, botones o cordeles.

Las ventanas cerradas a cal y canto.  

No tardaste mucho en darte cuenta de que tenías una sensibilidad extrema. En general, todo tu cuerpo, era un gran receptáculo de sensaciones, y eso, no podía traer casi nada bueno. 

Cuando saliste ella estaba esperando tranquilamente apoyada en la pared cercana.- Ven....- Se giró para enseñarte la casa desde el centro, el salón. El salón tenía dos puertas, una daba a la cocina y otra a la izquierda de la puerta principal a un pasillo donde estaban tres habitaciones y un cuarto de baño, veníais de allí. Había unas vistas espectaculares de la ciudad a través de tres ventanales casi tan grandes como tú. La decoración eran en negro y blanco, sobria. También carecía de enseres personales a primera vista. Un sofá de cuero con dos mas pequeños y una mesa de café siendo enmarcada por estos, de cristal. Había un mueble de medio cuerpo a un lado, donde encima reposaba una televisión plana de unas 40". Todo estaba iluminado con una luz suave amarillenta que provenía de apliques en las paredes. 

La cocina estaba nueva, de última generación, quizás lo que mas llamo tu atención fue el frigorífico de doble puerta enorme. Todo estaba vacío, de nuevo, solo los enseres de cocina le daban algo de vida. - Bueno, como ves, no tenemos comida- rió un poco.La muchacha parecía una persona bastante normal, con un alto grado de amabilidad, energía, y una sonrisa sempiterna.  Ahora que la veías bien tenía las mejillas rojas, su cuerpo era estándar, quizás su cintura no tenía las curvas suficientes para que pudiese llamar la atención de nadie. 

Su cuarto era el que estaba justo enfrente del tuyo, y te dejó muy claro que no debías de entrar bajo ninguna circunstancia al menos que tocases antes y ella te diese permiso, o, en el caso de que su puerta estuviese abierta. Ella aplicaría las mismas normas contigo. No enseñó su interior. 

El tercer cuarto estaba vacío, pero era igual de grande que el tuyo, según ella, allí era donde de quedarte, aprenderías. 

El baño tenía una ducha con hidromasaje, y una bañera enorme de forma piramidal en una esquina. Había una ventana pero esta era oscura, como si hubiesen pintado el cristal y no podía ver a través de ella. Un lavamanos con cajones y espejo de medio cuerpo, un bidé y un WC era todo. Casi pensabas que ahí dentro podría haber eco. 

Notas de juego

re-editado

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25/01/2019, 23:12
Director

Notas de juego

Me he equivocado, no mide 1´65 mide 1´47. Tiene su altura y peso en su descripción*ojos en blanco*

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26/01/2019, 10:32
Alberto "Tito" Tibaldi

Pronto fue evidente la razón por la que Mona le recomendaba no vestirse todavía. Se preguntó si tendría algo que ver con la molestia que la luz causaba a sus ojos. Hasta un leve roce podía ser una agonía. En un arranque cercano al masoquismo, se acarició la piel de los brazos y examinó con curiosidad el cuerpo que ahora le alojaba. Nada extraño, aparte de la prótesis en el oído. Un cuerpo adolescente sin mas.

Aun así, su determinación era implacable. No quería ser sumiso en cosas tontas, como dejando caer que tenía una opinión y que haría respetar sus puntos de vista desde el principio. Pero sin necesidad de una escena. En cosas sutiles.

Terminó pues, seleccionando de su escaso equipaje una camiseta de un gris oscuro que bien podría ser llamado negro, y las zapatillas de hotel. Hubiera preferido sus cómodas Haflinger con relleno de angora y suela de espuma con memoria, que le hacían a uno que pareciese que caminaba por una nube. Aquel trozo de tela apenas si filtraba la temperatura del frío suelo. Pero se tuvo que conformar. Todas sus cosas, incluidas las Haflinger, habían quedado atrás del velo de la muerte, a saber a que distancia en el espacio... ¿y el tiempo? Una nueva pregunta comenzó a obsesionarle.

¿Cuanto tiempo pasó desde que mi cuerpo murió hasta que yo desperté en este congelador?

Salio fuera, cojeando y vacilante, pero pronto comenzó a entrar en calor y a acostumbrarse. Al compararse finalmente con Mona se dio cuenta de que había malinterpretado su altura y pronto entendió que su mente aun juzgaba las cosas con las dimensiones que aun creía que tenía su propio cuerpo. Costaría un tiempo acostumbrarse. En realidad Mona era un poco bajita.

Le mostró el piso a conciencia y una cosa quedó clara. No podían llevar allí mucho tiempo. Bien podrían haber llegado ayer. También descubrió que aparte de ella y el, parecían estar a solas, pero que el piso estaba preparado para albergar a mas gente. Parecía un piso de universitarios de ensueño.

Asintió con educación a las instrucciones acerca de su puerta, sin sonrisas irónicas y acompañando sus movimientos afirmativos con un lenguaje corporal apropiado. Mona era simpática, pero era de las mujeres que parecía que en su caso, al menos en ese cuerpo, sería para el una chica muy "simpática".

Le llamó la atención el aula y el baño. Gigante. Tenía algo de urgencia por usarlo, pero la curiosidad se imponía. Al menos de momento.

- Has mencionado varias veces el hecho de que tengo la posibilidad de decidir si me quedo o si me voy. Pero naturalmente, necesito algo más de información para tomar esa decisión. Este sitio es genial. Un poco más grande y pensaría que me habéis fichado para los XMen y que el doctor Charles Xavier aparecerá en cuanto vuelva de la peluquería.

Steve ríe un poco su propia broma, pero no tanto como para resultar incomodo.

- Necesito que me cuentes que ocurre. Que va a ocurrir. Deje profesional, entiéndelo. Necesito un "briefing" para saber que terreno piso.

Por el momento, y sin saber nada más, me voy a quedar. Ahí fuera no se que me espera. Por lo que yo se puede ser una ciudad de un país que este bajo una dictadura que odia a los...

Iba a decir "morenos con gafas" cuando se dio cuenta de que pensaba en el viejo Steve. Había algo que aun no había visto y que tenía que ver. De forma inmediata.

Entró en el baño camino del espejo, dejando tras de si la puerta abierta y tomo nota de todos los detalles.

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26/01/2019, 22:52
Mona Stuard

Ladeó la cabeza como si fuese una broma pesada aquello de los X-men- Cuando estemos, de verdad, te parecerá un infierno- Una sonrisa que te decía a todas luces que era mas que probable. 

Te moviste antes de que ella pudiera responderte de verdad, o acaso simplemente dejó que hablaras y actuases. Cuando te encontraste a ti mismo, bueno, al muchacho ante el espejo, ella estaba ligeramente detrás, a un lateral, como un fantasma que solo estaba por ahí. Te miró, a través de tu propio reflejo, simplemente observando lo que hacías con mucha tranquilidad. El hecho de que estuviese allí, no era amenazador ni muy incómodo, seguramente por la forma que tenia de actuar. 

Lo que va a ocurrir, es que si te quedas no podrás salir, no habrá salida, ni puerta, ni nada que pueda ayudarte una vez esto comience.- Pestañeó un par de veces- Cuando alguien viaja a cuerpos electos sobretodo, pero también en cambios de universo, muy, muy pocas veces, en una probabilidad casi ínfima- te mostró su dedo índice y el pulgar cerca, casi pegados- algo viene, porque se juega con fuego- Se puso a tu lado, pero le seguía hablando al espejo.- Ya conociste a algo que venía de otro sitio, ¿verdad?- Miró, siempre a través del espejo, el hueco de la puerta, donde no había nada ni nadie, solo parte del pasillo- Tienes una capacidad de observación magnífica Steve. Sabes, si algo nos ha enseñado este mundo, es que las habilidades especiales se pagan con sufrimiento por el hecho de que otros no las tengan. Son tratados como bichos raros que no merecen respecto y que se encuentran solos en su vida.- volvió  a mirarte, con una seriedad que no creías posible en ella- Podrás decir su nombre, aquel que te ronda, sin miedo. No pudiste hacer nada en aquella sala con el psícologo, ¿verdad? No estás loco, Steve. Pero aprender algunas cosas, requieren unos sacrificios vitales, e incluso la muerte definitiva.  

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27/01/2019, 00:37
Alberto "Tito" Tibaldi

Steve se estremeció. Instintivamente, su mirada se fue al hueco que Mona había dejado en la puerta, que se abría al pasillo en la penumbra.

Volvió a su rostro para zafarse del recuerdo, del horror, dejando que las palabras, hipnóticas, le envolvieron. Era un muchacho todavía. Algunas posibilidades, casi todas en el futuro.

- Mona, veo que sabéis mucho de mi. De hecho... Diría que demasiado. Todavía no se nada de lo que está pasando, y por mí experiencia, esto podría ser otra alucinación de... Creada por... el.

Se resistía a decir su nombre en voz alta, por una sentimiento supersticioso, temeroso de conjurarle. Aterrado de volver a aquello.

Se giró. Los espejos tenían gama de ser puertas a otros mundos y no quería tentar al destino. Apoyado en la pila, se encaró a Mona.

- Mona, soy un... Bueno, sin adornos. Soy un asesino. Espía también, de los que no hacen ruido. No soy un soldado al uso. Aquel ser... Aquella cosa... Me hizo sentir vulnerable en mi vida hasta un punto que jamás creí capaz. No sé qué es. Quizás un demonio. Pero en mi experiencia, es invulnerable.

Mayhem torturando a su madre. Mayhem desgarrando a su padre. Mayhem levantando muebles buscándole. Mayhem, asediandole tras la espalda de Simón. Su imaginación se llenó.

- Nunca daño a inocentes. Si es posible evitarlo. Tenlo en cuenta. Sea lo que sea lo que tenga que hacer, eso no va a cambiar. Y detesto hacerlo, incluso cuando es justificado. Pero... Si alguna vez pudiese matar a ...-tragó saliva con fuerza-... Mayhem...Entonces haré una excepción.

Miró a los rincones, a todos los lugares en tinieblas, asustado como un ratón, esperando que todo volviese a empezar al haber pronunciado su nombre.

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27/01/2019, 13:32
Mona Stuard

Suspiró y acabó por mirarte a ti, en vez de al espejo, cuando te diste la vuelta- Podemos hacer esto de dos formas, o que pienses que conozco todo de ti, estés a la defensiva y esto sea mas complicado porque solo puedas pensar como si fuese una misión o...- Levantó las manos en señal de algo parecido a una rendición- que entiendas que no estoy aquí para juzgarte ni oprimirte, que no quiero nada de ti mas realmente, porque soy la guía, la que enseña, la profesora para que puedas quizás llegar al punto de matar al ser que te persigue, y que persigue a otro de tus amigos- Frunció un poco la boca. 

Steve, yo escribí los protocolos que te enseñaron en tus misiones, fue saltadora, espía, infiltración y reconocimiento, una de las primeras en ser enviadas a los cuerpos electos hace unos casi quince años. Y lo único que quiero, es acabar de una vez por todas con esas misiones, porque no son buenas, porque va a traer la desgracia a este mundo- Negó con la cabeza- ¿Lo comprendes? El mundo no está preparado para enfrentarse a mas Mayheims, no están lo suficientemente adelantados en ese campo. 

Si quieres matarlo, te va a costar, mucho- Frunció el ceño- pero no por el final, si no por el camino. Y ahora, que en un alarde de sinceridad porque ya he tenido demasiados secretos en mi vida sabes bastante más ¿Qué? Si te vas, no recordarás nada de esto, de esta conversación, pero si te quedas...si te quedas te puedo asegurar que o sales cambiado o muerto de forma completa.- repitió, como si fuese necesario dejarlo muy muy claro. 

La tensión que había guardado, la poca en comparación contigo salió en un suspiro- ¿Quieres un chocolate con galletas? Me voy a hacer uno. 

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27/01/2019, 21:38
Alberto "Tito" Tibaldi

Steve escuchó las palabras de Mona con gran atención. Tuvieron una cualidad hipnótica que le hizo relajarse. Las sombras no se agregaron en ningún punto, la realidad no se distorsionó como en un mal viaje. Mayhem no era un peligro inmediato. Y lo que era mejor, alguien, por fin, parecía creerle.

Poco a poco se fue haciendo cargo de sus palabras. Aquella entidad que le miraba tras los ojos de Mona bien podría haber sido uno de los miembros de la generación de su padre adoptivo. Escapando a la muerte a través del secuestro de un cuerpo. Y por lo visto, por lo que ella misma revelaba, no había sido la primera vez.

Luego recordó los rumores que se escuchaban de cuando en cuando. De que alguien había tenido una crisis de nervios, o que un familiar cayó muy grave o que simplemente, quería volver a ver el cielo sobre su cabeza. Se decia que algunos se volvian locos y trataban de escapar. Despues de solicitarlo por todos los medios y ser rechazados una y otra vez. Los rumores... no decian que les pasaba a aquellos individuos, pero no era nada agradable. Y recordó a Azazel, que le pidió ayuda para escapar.

- Yo no me presenté voluntario a Titan. Se que suena un poco aprovechado decirlo ahora, pero... siempre hubo algo que no me terminaba de convencer. Algo que no me gusta de Titan. Quiero decir, ¿que derecho tenemos a modificar la vida, la historia de otras lineas temporales? ¿Que derecho tenemos a matar a gente... que...?

Volvió a recordarla. Aquella mujer que sabía demasiado. Que murió en sus brazos, solo por el hecho de haberles descubierto.

Antes de darse cuenta de lo que hacia, estaba hablando. Había tomado una resolución.

- Si hay una mínima posibilidad de acabar con Mayhem, entonces seguiré ese camino. Por duro que sea. Lo haremos a tu manera, Mona. Soy todo tuyo. Soy barro en tus manos. Moldéame.

La mención al chocolate le hizo sonreír de oreja a oreja. Con sinceridad, por vez primera desde que regresó de entre los muertos. Con los pulgares en la cinturilla del culote, siguió a Mona sin vacilación.

- Me parece lo más acertado que he escuchado desde que he despertado.

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27/01/2019, 21:58
Mona Stuard

TITAN aprovecha la debilidad de la gente, con razón, es un trabajo peligroso- Se movió hacia la cocina- muchos no lo hacen por placer aunque hay gente con verdadera vocación por lo que hacen- admitió. 

Sacó un tarro de un cajón superior al cual apenas llegaba y un litro de leche de la nevera. No había nada más de comer- Mañana saldrás a comprar en cuanto amanezca, y será tu último día fuera, hasta que hayamos acabado, así que te aconsejo que compres muchísima comida, y hagas lo que quieras en ese tiempo, pero a la media noche...aquí- Un cazo y en un segundo la leche ya estaba calentándose mientras ella agarraba dos tazas enormes.

Será largo, te parecerán días, semanas, y será tortuoso, escucharás cosas imposibles y puede que las veas. Trae comida como para dos meses y dos personas, al menos- Se apoyó en la encimera con tranquilidad- Estaré contigo, pero llegado un momento, estarás solo y será peligroso. ¿Vale?- De nuevo esa sonrisa cándida

También puedes comprar libros o cosas así si quieres para pasar el tiempo, te daré una tarjeta con....- se quedó pensando un poco- 2.000..¿dolares?- dudó- mas o menos, con eso pilla lo que necesites. El alcohol, hierba, cualquier droga puede servirte o empeorarte, eso lo dejo a tu elección. 

Te señaló un cajón- ahí tienes galletas de mantequilla, sácalas mientras por favor.