Partida Rol por web

Tras colgar el teléfono, sigues caminando con rapidez hacia la zona de cuevas del bosque. Si tus suposiciones son correctas el juego pronto terminará, y de la mejor manera para vosotros. Eso siempre y cuando Kenichi no haga nada de lo que pueda arrepentirse más tarde...

Por el rabillo del ojo eres capaz de ver por un momento que Yusuke ya no te está siguiendo. ¿Habrá conseguido Kenichi atraerlo hacia él moviendo las ramas del árbol? Eso piensas al principio, pero unos segundos después ya vuelves a tener al chico del otro equipo detrás de ti, siguiéndote mientras se guarda el teléfono en el bolsillo. Y te da la sensación de que ahora te sigue más aprisa, está más cerca de ti que antes. ¿Está preocupado...?

Probablemente. Cuando llegas a la pared de la montaña y miras a tu alrededor en busca de algo que te llame la atención... das con ello rápidamente.

Hay varias aperturas, cuevas, en la pared de la montaña. Sin embargo, junto a una de ellas se encuentra un chico del equipo contrario apoyado contra la pared, con los brazos cruzados y mirando a lado y lado. Como si estuviese guardando la cueva...

Justo a quien quería ver, pero la pregunta es ¿El querrá verme a mi? - pienso mientras intento pasar desapercibido, llegando incluso a apagar el teléfono.

Me mantengo a cubierto hasta que Tetsuya esté justo debajo de mi y me preparo para darle un susto mortal, tan pronto lo tengo al alcance, me preparo para dejarme caer sobre él.

Las zancadas que podía escuchar a mi lado, la determinación que se trasmitía en ellos hasta mi, o que creía sentir transmitiéndose hasta mi – me daban la sensación que algo decisivo iba a ocurrir, algo que iba a terminar con el juego. Y lo sentí con gran alivio, porque mucho tiempo más no habría podido aguantar. Tal vez si, no lo sabía, pero el fin estaba cerca, ahora sí tenía que estar cerca…

Lo que me había ayudado aguantar era el hecho de poder mantenerme en un estado pasivo, de no tener que moverme, de te no tener que hacer ningún esfuerzo, si no, ya me habría derrumbado desde hace mucho tiempo ya, aunque de verdad había perdido el sentido del tiempo, no tenía claro cuánto tiempo ya duraba la espera…

Aunque parece que Yusuke había dejado de seguirme pronto vuelve a estar pendiente de mí, quizá más preocupado que de costumbre, pero yo continúo con mi caminata hacia la zona de cuevas. Pudiera ser que me estuviera acercando. Pero no le doy mayor importancia.

Al poco rato, al fin llego a la zona de cuevas. Varias aberturas en la pared ofrecen muchas posibilidades. ¿Por cual debería comenzar? pienso mientras repaso las entradas con la mirada. Finalmente doy con una de ellas vigilada por el chaval que seguía a Kenichi, en principio. Suspiro de alivio al verle, al menos parece que mi compañero no le habrá hecho nada.

Me acerco a la entrada donde se encuentra el chico y observo bien mis alrededores.

El chico apoyado en la pared te ve llegar e intercambia una rápida mirada con el chico que te acompaña, Yusuke. Después de eso se incorpora y se coloca delante de la entrada de la cueva, con los brazos cruzados.

-Hombre, si es el amigo del psicópata. ¿Qué tal tu búsqueda? - pregunta en un tono algo burlón, ladeando la cabeza. Notas que Yusuke a tu lado acelera ligeramente el paso y termina por colocarse junto a su compañero de equipo frente a la entrada de la cueva, bloqueando así tu paso.

La respuesta, evidentemente, es no. El chico que está buscando por los alrededores, fijando su mirada en las copas de los árboles de tu zona, no te está buscando a ti. Se le ve serio, pero a la vez algo feliz, así que deduces que está convencido de que a quien va a encontrar es a Aki y no a ti. Al menos hasta el preciso instante en que, mientras examina las ramas altas de los árboles, te ve a ti.

Sus ojos se abren mucho durante un momento, y después lo que se abre es su boca de la pura sorpresa de verte abalanzándote sobre él. El chico acaba de espaldas en el suelo, tropezando con sus propias piernas en el acto reflejo de huir, y tú acabas sobre él.

-¡Tú! ¡Tú no eras quien debía estar ahí! - se queja el chico. - ¡Quítate de encima!

Lo siento, me caí y no puedo levantarme, salvo que me des un buen motivo para ello. - respondo con una voz lastimera. - Ten compasión, creo que me rompi algo y lo mejor es que me quede quieto.

Espero que estés cómodo allí abajo, teniendo en cuenta que peso más que tu incluyendo el peso de la mochila, ojalá y no te cueste mucho respirar, mira que podríamos eestar aquí un muy buen rato.

Aunque claro, siempre puedes llamar a Miroku y pedirle que presione el botón rojo o decirme en dónde se encuentra y una vez verifique la información, podría moverme para esperar la ayuda. 

Tu decides. - digo poniéndome más cómodo sobre Tetsuya, aumentando la presión sobre sus pulmones, dificultándole aún más el respirar. - Mira justo aquí tengo mi teléfono y Miroku está en marcación rápida. ¡Ayayay! - exclamó mientras me preparo para presionar el botón de llamada.

Mierda cómo duele, creo que mi brazo también está lesionado, no creo que pueda volver a ponerme de pie, en un buen tiempo. - añado intentando sonar lo más lastimero posible, mientras aumento la presión sobre Tetsuya.

El chico que estaba apoyado en la pared se incorporó y se colocó en la entrada de la cueva. Mientras tanto Yusuke se me adelanto mientras su compañero me preguntaba como iba mi búsqueda y se colocó al lado de este bloqueándome la entrada.

- Sí, a Kenichi no le gusta perder, le entiendo, a mí tampoco me gusta, pero debo confesar que yo encajo mejor la posibilidad de perder - le dije quitando importancia al hecho que hubiera llamado psicópata a Kenichi -. La búsqueda de momento va, que no es poco, ¿si me permitís pasar a comprobar las cuevas? Podré descartar la posición para poder continuar con la búsqueda.

Me adelante con seguridad hacia la barrera que habían creado ambos sin detenerme, sin importarme el presionar contra ellos con mi cuerpo.

-Es... Estás... loco... - tras el golpe recibido contra el suelo, y sintiendo la presión que ejerces sobre su pecho, al chico que tienes debajo le cuesta respirar. Te mira con rabia, pero también ves chispas de miedo en sus ojos. - Quita... Quítate... de... encima... - le escuchas murmurar, mientras se sacude para intentar quitarte de encima de él. No le sirve de mucho: simplemente con tu peso eres capaz de mantenerte sobre tu víctima, y además a él le gusta respirar y moverse.

Eso sí, no hace demasiado caso cuando le ofreces "amablemente" llamar a su compañero Miroku. El chico mira hacia otro lado... y en cierto momento te das cuenta de que está intentando sacar su propio teléfono de su bolsillo, con torpeza.

-Tranquilo, ya he mirado yo aquí dentro. No hay nadie. Puedes seguir con tu búsqueda. - el chico, con una sonrisa burlona, no parece tener ninguna intención de apartarse de la entrada de la cueva. Yusuke a su lado lo apoya, y cuando intentas abrirte paso presionando con tu cuerpo ellos se unen para bloquearte, siempre respetando la norma de no agredir al rival. Ellos son dos y tú sólo eres uno...

Hola Miroku, acabo de tener un accidente sobre uno de tus amigos, caí sobre él desde gran altura y creo que no puedo moverme a él le está resultando incómoda la posición actual.

Necesitamos asistencia médica, pero no la vamos a recibir a menos de que presiones el botón rojo, si dudas de mi palabra, llama al amigo que te acompañó a tubescondite, adelante, el tiene su celular cerca, pero por la posición en la que está, no puede marcar con facilidad.

Ayyyy, no te muevas tanto chico que me duelen las costillas creo que me rompi una o dos con la caída. - digo acomodando mi peso, para inmobilizar a Tetsuya, intentando que emita un quejido, sin causarle lesión alguna.

Decide Miroku, con nuestras lesiones cada segundo cuenta, podríamos terminar muy mal y nadie quiere eso. 

Trata de no moverte chico, mis costillas me duelen como el puto infierno, ánimo respira con calma, bocanadas pequeñas, así se te va a hacer más fácil,igual que a mi. - digo mientras me preparo para colgar la llamada dejando la línea abierta unos segundos extra para que Miroku escuche los quejodos de Tetsuya, luego corto la llamada.

¿Crees que Miroku-san acceda a ayudarnos? En serio me he dado un costalaso y me duelen mucho las costillas, no creo que tarde mucho en perder la consciencia y eso sí sería malo para ambos, al menos ahora puedo evitar que mi peso te aplaste, pero inconsciente, pues lo dudo mucho. - digo a modo de amenaza velada para que Tetsuya se lo piense bien antes de hacer alguna tontería.

Era evidente para ambos que yo estaba en total control de la situación y que él no tenía la fuerza necesaria parapara quitarme de encima suyo.

Su mejor alternativa era relajarse y esperar. Yo sabía que era muy probable que tampoco hubiera salido indemne de la caída, pero mi cuerpo podía resistirlo, pues no era la primera vez que recibía un castigo similar.

En el interior de la cueva escuchas la vibración de un teléfono móvil... sólo durante unos segundos, antes de que alguien corte la llamada.

Miré a ambos chicos ante la respuesta del que ya se encontraba ahí.

- Igualmente, creo que también echaré un vistazo - le contesté -. ¿Si me permitís?

Volví a adelantarme intentando pasar entre ellos cuando la vibración de lo que parecía un móvil sonó. Si no era nuestro objetivo no sabía lo que podría ser. Seguían haciendo fuerza para evitar que pasase.

- Venga chicos, se que es importante para vosotros ganar, y se que sois listos, pero evitar que entre en una cueva en la que no hay nadie... Permitidme entrar y continuaré con mi búsqueda como si nada hubiera pasado - les dije de nuevo intentando ser razonable.

Me separé de ellos y me lleve la mano al bolsillo saqué el móvil y busqué el número de Miroku y le llamé.

- Por cierto, me llamo Kazuma - le dije al compañero de Yuusuke -. Siento no haberme presentado antes - concluí realizando una leve reverencia.

-Me importa una mierda. - responde con agresividad el chico que acompaña a Yusuke. Está claro que tu insistencia por entrar en la cueva no le está sentando nada bien, y menos al comprobar que, cuando llamas al móvil de Miroku... la vibración vuelve a escucharse en el interior de la cueva. - Lárgate, aquí no hay nada que ver. ¡Busca por otro sitio!

El chico está decidido a no dejarte entrar, y bloquea la entrada físicamente junto a Yusuke. Con los dos ahí en medio no vas a poder pasar...

Tras ver la actitud de su compañero, Yusuke mira al suelo durante unos segundos... y luego alza la mirada y te mira a ti con decisión. Sigue bloqueando la entrada junto al otro chico, pero sus palabras...

-Kazuma, ¿permitirías que me cambiase a tu equipo? - pregunta el chico mirándote directamente a los ojos.

Miroku corta la llamada cuando le telefoneas, y aunque estás seguro de que ha escuchado la mayor parte de lo que le has dicho, no te ha respondido en absoluto. Si intentas volver a llamar después de eso te encuentras con que la línea está ocupada... otra persona debe estar llamándole en ese momento.

Desde luego la persona que está llamando a Miroku no es el chico que tienes debajo de ti. Parece haberse dado por vencido viendo que no es capaz de quitarte de encima de él, y ahora simplemente intenta respirar con la mayor intensidad posible. A juzgar por su expresión, el esfuerzo que tiene que hacer para seguir respirando correctamente y no quedar inconsciente es lo único que ocupa su mente...

Pero, ¿qué hay de Kazuma? Ha pasado ya un rato, y aunque le has visto correr muy decidido hacia algún lugar... todavía no has tenido noticias suyas. ¿Habrá pasado algo? Algo no va bien...

Al ver como Tetsuya pierde fuerzas, me muevo ligeramente para facilitar su respiración sin perder control sobre su movilidad.

Lo necesitaba débil pero consciente y aunque mi instinto me decía que algo no iba bien, mi lógica me decia que si quería acabar con esto pronto, no podía moverme del lugar en el que me encontraba.

Así que opté por mantener la calma y timbrarle a Kazuma.

Tu teléfono empieza a sonar... es Kenichi.

Venga por favor, otro intensito como Kenichi no me hice cruces por dentro. La situación se ponía tensa, el compañero de Yusuke sabía que su compañero se encontraba en el interior, y sabía que yo lo sabía al oír la vibración del móvil, y se estaba poniendo nervioso.

Al recibir la respuesta tan poco decorosa del compañero de Yusuke, el mismo que me había estado acompañando me ofreció cambiarse a mi equipo. Detuve mi intención de entrar y le miré, con cara extrañada. Sería una trampa o ¿de verdad estaba a disgusto con su compañero? Tenía que decidir rápido.

Iba a hablar para decirle mi parecer cuando me sonó el móvil, era Kenichi, el que faltaba para el duro. Un flash me vino a la cabeza, yo no hubiera cambiado de equipo por nada del mundo por muy acelerado que fuera Kenichi y estoy seguro que sus intenciones eran peores que el colega de Yusuke.

- Un momento, por favor - les dije a ambos mientras descolgaba el teléfono.

- Ken-kun, dime - contesté al teléfono.