Partida Rol por web

El resto fue despertándose, incluído Ben, cuya voz me sorprendió a mi espalda.

-Buenos días… - le susurré mientras me giraba aún sentada, alcanzando su mano y apretándola. – Si te soy sincera, no demasiado bien. Estoy un poco… Nerviosa. – le confesé forzando una sonrisa.

En ese momento me di cuenta de que Makoto e Himiko pasaban cerca nuestro y este nos guiñaba el ojo. Sonreí ante tal gesto, sonrisa que se amplió al escucharle hablar con Himiko sobre ayudarles a hacer un muñeco de nieve.

Al menos ellos parecen estar igual que siempre.

-¿Quieres comer algo? – dije a Ben terminando de sacar algo de comida de la mochila. – También hay café.

Escuchamos como Manuel explicaba a Himiko que podíamos volver cuando quisiéramos, que él se quedaría a esperar a las chicas.

-¿Has oído? Ya podemos volver. – dije más animada, mientras cortaba algo de queso.

Manuel mira a la asiática  y dice.

- No, no han llegado todavía, pero podéis iros al castillo ya si queréis, de hecho el camino es sencillo y veréis el castillo ahora qué vais para allá, no tiene perdida, yo las esperare porque pueden llegar algo aturdidas, nunca se sabe.

El hombre hace un gesto a Rina y le dice:

- Deberías tomar algo de café que tienes ahí preparado y acercarte a Makoto, es muy buen chaval y ha estado muy preocupado por ti

Beni asiente y dice.

- Eran dos posibles caminos en un principio, pero el final es similar, en ese camino os habríais enfrentado a vuestro yo del futuro, sin embargo, decidisteis conoceros mejor y es lo que finalmente habéis hecho

Mira a las dos y dice.

- Espero veros en el futuro y pensad, reflexionada, vuestro futuro no está escrito pero vuestro pasado si y lo que fue tal vez sea o no, pero es algo que os influirá en el futuro pero que solo vosotras decidís cuanto os influye

En un portal que había creado pueden ver las dos hermanas como únicamente esta Manuel allí

-... entonces nos vemos más tarde, nunca mejor dicho ¿hm?- amagó una sonrisa aunque sin embargo no se sentía especialmente feliz. La incertidumbre de esa extraña doble naturaleza que desconocían (triple, si contaba su naturaleza huamana), el saber que no recordaba a su hermana ni lo que había ocurrido... ni por qué no podía descansar en paz, no la permitía sentir ningún alivio por dejar aquel lugar.

Hizo un gesto a su hermana y atravesó el portal, encontrándose a Manuel.

-¿Si te pido un abrazo calentito me achicharrarás con brazos de fuego?- preguntó a modo de saludo pero sin rastro del humor nervioso que lucía con el hombre golem- vaya... cuánta gente, no esperaba tanto público- comentó con acidez viendo que Manuel se encontraba solo- lamento que estés ahí pringando- se pasó una mano por la cara con cansancio.
 

- debería dejar de preocuparse - masculló,  y volvió sus ojos hacia la salida, ya podían volver, eso era bueno, volver, descansar un poco, quizás buscar información, algo más de racionalidad le ayudaría a sobrellevar mejor lo que le pasaba, antes era todo tan sencillo, pero se daba cuenta de lo banal que era su vida, todo era sencillo, todo era tranquilo, solo risas y hacer reir a los niños, ahora, sentía que aunque quisiera, no podría volver a ser esa persona. Si no podía volver a ser esa persona ¿cómo podría él seguir enamorado de ella?. Ella, de la que se enamoró, quedó en algún lugar, y ahora, la que había, sólo usurpaba su cuerpo.

- han demorado mucho...¿no? - quizás se quedaría, pero si se iba a ahora, no tendría que estar con el grupo, lo que reducía las posibilidades de hacerles daño. Esa zorrito rebelde tendría que comportarse.- me quedaré a esperarlas, se fueron un poco antes que yo, y están demorando mucho-  hace un pequeño morrito, y arregla su chaqueta, antes abierta, estaba bastante helado.- y no te preocupes, estoy bien, he tomado ya algo caliente - le regala una sonrisa, aunque evidentemente vacía. 

Frunzo el ceño, preocupado, cuando Liz confiesa estar nerviosa. Todo por culpa de esa putada de anoche, supongo. La rabia y la impotencia se unen nuevamente dentro de mí. Rabia por lo injusto que es todo esto. Impotencia porque no veo la forma de poder hacer nada al respecto.

Me siento sobre el saco y me desplazo hasta estar justo pegado a ella, pasando una mano por su cintura, rodeándola.

No tienes por qué estarlo, cariño...

Me ofrece comida de la que trajimos, y oímos a Manuel hablar del regreso al castillo. Me gusta esa idea, olvidar estas cuevas y dejar atrás la experiencia, tanto de ellas como de nuestro guía. Al menos en el castillo uno puede estar un rato lejos de la gente que no merece la pena.

Que se meta su café por donde le quepa. -Reniego con mala cara, aceptando un trozo de queso del que está cortando Liz. El queso suele llenarme bastante, así que a poco que coma se me quitará el hambre. Mako pasa ante nosotros con Himiko, nos guiña un ojo y le devuelvo el gesto sonriendo momentáneamente. Me cae bien el chaval- Lo que quiero es volver al castillo cuanto antes y dejar atrás todo esto. -Señalo con un gesto de cabeza la cueva, mirando al techo rocoso- Hay algo que quiero consultar en la biblioteca, sobre el dragón ese de Canadá. Y tenemos que practicar nuestros poderes ¿recuerdas? -Me fuerzo a sonreir, alejando el mal humor.

Manuel mira a Rina y niega con la cabeza mientras dice:

• Tal vez deberías de irte al castillo ya, debes de estar cansada ya que has estado todo el día de ayer y toda la noche ahí dentro aunque seguramente no hayas sido consciente de ello y las gemelas lo mismo tardan un par de días en volver y no traigo tanta comida como para poder estar aquí dos personas esperándolas.

Suspira profundamente y añade:

• Además si tú te quedas se va a quedar Makoto y si él se queda se va a quedar Himiko y si ella se queda se quedaría Lia y si se queda esta lo hará Chris así que al final únicamente se irá la pareja feliz y no tengo comida para todos ni ganas para que negarlo.

Manuel coge algo de su bolsillo y se lo da a Rina mientras dice:

• Toma, Janet me dijo que te lo diera cuando salieras de la cueva, no sé muy bien para qué sirve, pero me ha dicho que con ello puedes comunicarte con tu interior sin peligro, no me preguntes, cosas de magos

Cuando Himiko y Makoto llegaron a la altura de Lia y Chris, la pequeña siguió comentando sus aventuras con Giulia.

- Lia tiene razón Hime-chan - dijo apretando a la niña contra su cadera de forma amistosa - además, le dijiste a Manuel que estabas deseando llegar, así que estás de suerte! Podremos hacer ambas cosas - sonrió esperando que a la pequeña le gustara la alternativa.

- ¿Qué te parece s-si... - nunca llegó a terminar lo que iba a decir.

Rina

Siguió en silencio con la mirada a la Kitsune cuando apareció de repente en el lugar. Parecía contar los pasos que la chica daba en dirección a Manuel, dónde se paró para hablar con él.

La muchacha hablaba, pero en ese momento tenía el cerebro tan embotado que era incapaz de escuchar nada de lo que decía.

Se sacudió la cabeza y con un tono completamente distinto dijo con un hilo de voz a nadie en particular.

- Yo... - se agachó despacio dónde tenía su mochila, más por esquivar la mirada de la gente que porque fuera a recoger nada en particular - ...creo que deberíamos aprovechar el buen tiempo para volver.

Asentí a Lía y Mako-san - Claro, me parece bien - sonreí, pero de pronto sentí que a Mako-san le pasaba algo. Me agaché a su lado y le miré. (le dice algo en privado).

Me levanté y recogí mis cosas, dispuesta a volver al castillo.

- ¿Estás bien Mako-san? - busqué su mirada - A mi ella no me cae muy bien, nunca saluda a los demás - murmuré mirando a Rina cerca de Manuel - Cree que sus problemas son más importantes y que ella también lo es - hice una mueca - Pero tu eres mucho mejor que ella - sonreí y le dí un beso en la mejilla. Después me levanté para recoger mis cosas.

La dulce Himiko fue capaz, una vez más, de sacar lo mejor de Makoto.

Reprimió unas ganas enormes de fundirse en un abrazo con la pequeña, que demostró la teoría de que los niños a pesar de parecer no prestar atención absorben absolutamente todo la información que les rodea.

Su muestra de cariño le acarició el alma. Apenas pudo mirar a la pequeña con los ojos vidriosos. No fue capaz de mediar palabra y tampoco Himiko le dio opción al levantarse rápidamente para preparar sus cosas. En cualquier caso, mejor así.

Me alegró comprobar que Ben se comportaba como siempre, al acercarse a mí y rodear mi cintura, aunque todo lo sucedido hacía que me sintiera algo incómoda tan cerca de él. Aún así, al mencionar el café y la posible marcha quedó patente en sus palabras que aún le duraba el enfado.

-Si, será mejor que regresemos cuanto antes. Hay mucho que hacer. – dije algo seria y le di un beso en la mejilla antes de separarme de él para empezar a recoger.

Me ocupé de las mantas y el resto de cosas, mientras Ben se encargaba de recoger los sacos. Ya casi teníamos todo listo cuando escuché a Manuel instar a Rina a volver, sintiendo un fuerte pesar al escuchar cómo se refería a nosotros.

Me puse la mochila y miré a Ben.

-Cuando quieras… Parece que Makoto e Himiko irán con Giulia. – le dije antes de darle la mano.

Me estaba costando bastante levantarme, siempre había sido muy perezoso par estas cosas, pero de fondo empezaba a oír a la pequeña Himiko hablar de un lado a otro con su vocecilla y a los demás también. Pero no fue hasta que dijeron que podíamos volver al castillo y apareció Rina cuando me levanté de golpe. Me desperecé y me dirigí donde estaban los otros con el café.

-Bueeenoooos díaas....-dije aun sin ganas y me serví un poco de café con muchísimo azúcar-¿Vais a volver al castillo?

Y me quedé mirando a Rina y Makoto, tenía algo pendiente.

Pero en un momento recordé una cosa y me fui a mi mochila de donde saqué un paquete de galletas y tras coger una fui hasta Himiko-¿Quieres Himiko?-Y luego volví y les ofrecí a todos-Coged si queréis, me las traje por si acaso me entraba hambre.

Debía reconocer que era un grupo variopinto, y algo había sucedido, pero no lograba discernir que había ocurrido realmente, pero la tensión se podía sentir en el ambiente. Ella seguía al lado del guía, y hablaba de la "pareja feliz", Rina aún estaba mareada, y quizás eso hacía que no entendiera del todo lo que sucedía, sin embargo, si había escuchado a Makoto y al resto, ellos se iban.

- pues... creo que igual se irán - por un instante mira con tristeza a Makoto, iba a lograr alejarlo de ella, y debía convencerse que era lo mejor, lo más acertado, por lo menos, durante el tiempo que se demorara en controlarse, pero dudaba que él estuviera aún cuando todo estuviera mejor. Imaginaba que en algún momento dejaría de ser incómodo estar con el hombre en una misma habitación.

- de todas formas prefiero quedarme a esperarlas, estoy cansada, pero no tanto como para aguardar a que lleguen bien - además, así evitaba el viaje de vuelta con el grupo, evitar a Makoto, se estaba haciendo  demasiado difícil este  esfuerzo consciente de alejarse, debía reconocer que no le era natural.

-Muchas gracias por las explicaciones -aunque en realidad poco había explicado, ya que salía con más dudas que con las que había entrado- Nos veremos en el futuro, seguro -añadió mientras se terminaba el té de un trago y se ponía en pie.

Siguió a su hermana y no pudo evitar poner una mueca al ver a su hermana pedirle un abrazo a machoguacho- ¿Y los demás? ¿Se han ido ya de vuelta? ¿O tenemos que ir al futuro ahora? -preguntó la chica mientras se acercaba al hombre. No tenía ni idea del tiempo que llevaban ahí dentro, y la verdad es que tampoco quería preguntarlo, pues temía que le cayeran días de sueño de golpe y porrazo.

El beso de Liz me deja intranquilo. Está demasiado seria, se nota que le sigue preocupando lo que pasó anoche, y no se qué puedo hacer al respecto. Si es que puedo hacer algo.

Nos dedicamos a recoger en silencio, ocupándome yo de soltar los sacos y enrollarlos individualmente, junto con las esterillas. Me fijo, mientras tanto, en que Rina ha regresado, y del modo en que ignora a Mako. Él también parece haberse percatado, por su actitud. Quisiera acercarme y decirle algo, darle un poco de apoyo, pero Himiko está a su lado y le está diciendo algo, y no quiero inmiscuirse. No he oído lo que ha dicho, pero sí lo que dice Manuel, refiriéndose a Liz y a mi como "la pareja feliz". No se qué quiere decir con eso exactamente, pero en su boca me suena mal. Preferiría que no nos nombrara siquiera, y menos que nos ponga motes. Parece que por aquí jode ver que alguien es feliz.

Sí, será mejor que nos vayamos ya... -No sea que molestemos a alguien- Bueno gente, nosotros partimos ya, nos vemos en el castillo. -Digo en alto para todos, viendo que nadie parece aún preparado para salir, y sin ganas de esperar más tiempo en este lugar.

Manuel suspira y dice a Rina:

- Muy bien, pero si te quedas acuéstate a dormir porque tienes que descansar esa experiencia con Beni aunque no lo creas puede cansarte y has estado toda una noche fuera y con ella no has dormido verdad?

Le dice mientras observa como Ben y Liz se marchan, mira a los demás y dice en un tono exageramente bromista.

- Si vais todos juntos es mejor, no vaya a ser que aparezca algún hombre lobo o algo asi y os quiera comer eh

Manuel levanta un brazo y dice.

- Pues si que os habéis hecho de rogar eh muchachas, mirad si hasta la japo se ha quedado dormida

Señala a Rina que dormía cerca en un saco, parecía bastante tranquila durmiendo, nadie diría que era alguien tan sumamente peligroso, entonces dice.

- Bueno y como os ha ido con Beni? porque supongo habréis estado con ella no? ah el resto se ha ido encaminando hacia el castillo hace un rato, dejemos a Rina era no? descansar un rato, tomad, hay café preparado por si queréis

-Sí, y me parece bien descansar -dijo mientras se sentaba junto al fuego- pero no podemos irnos, aún tenemos que visitar el futuro, ya sabes, Beni ha dado más preguntas que respuestas, por lo que ahora tengo más dudas todavía y, puede, tengamos más respuestas o al menos sepamos algo más, ¿no?

Miró el cielo y continuó- ¿Hemos tardado tanto? Por que parece que los demás vieron a Beni pronto y no estuvieron tanto tiempo, ¿no?