Partida Rol por web

Turno 514 II

- ¡No eres más que una carga! -repetía una voz en su cabeza.

- ¡Briniel morirá por tu culpa! ¡Hobbit de patas cortas, estábamos mejor sin ti! -decía ahora con la voz de Elendur.

- ¡No me vales ni como sirviente! -la voz ahora había adoptado el tono de Egorant -Deberíamos atarte una cadena al cuello y que te arrastraran los caballos.

La voz tornó al timbre de Gallindum.

- Te ordeno que no supongas una carga, Bolgo ¡Más rápido, Bolgo! ¡No te detengas, Bolgo! Briniel se muere. No solo has estropeado todo alimento que has tocado, si no que ahora nos relentizas.

Ahora era Marga la que hablaba.

- ¡No pienso malgastar más mi té contigo, Bolgo! ¡La vergüenza de los hobbits!

Frotándose la cara, el mediano intentó despejarse y espantar aquellas voces, que aún sonaban como ecos en su cabeza.

Turno 514

Nueva caminata tras un breve descanso. De nuevo Oin se sitúa junto al herrero con su escudo colgado al hombro y el martillo en la mano. Sus botazas resuenan a cada paso. El paso no es muy ágil pero por suerte, poco a poco, su destino próximo se acerca. 

Sin embargo, a pesar de todo, no siente la amenaza sobre sí así que casi sin darse cuenta, se encuentra silbando una alegre tonada que le enseñó su hermano mayor Gloin cuando apenas eran unos mozalbetes. Así que entre silbidos continúa con su caminar, eso sí sin perder de vista al herrero e importándole un bledo si su tonadilla molesta o no al herrero.

Turno 514

El bosquimano acusó la noche de mal sueño y se arrastraba más que andaba hasta el punto de comenzar a retrasar al grupo. El camino transcurría monótono y pesado, obligando a trastabillar cada poco tiempo y a mirar hacia el suelo más que a ningún otro lugar. Cuando finalmente decidieron hacer un alto en el camino Gallindum y Elendur hicieron la vuelta de exploración y al regresar el bosquimano miraba a lo lejos extrañado.

¿ Es humo aquello ? Preguntó el erudito al resto del grupo Casi parecen dos .. no, cuatro columnas de humo. Como a dos días a buen paso en esta dirección.

Gallindum - Turno 514 (II)

"Por la barba de mi abuelo, me estoy quedando ciego..." pensaba Gallindum al tiempo que oteaba el horizonte sin ver ninguna de las columnas de humo de las que hablaban sus compañeros. Antes se había fiado de la vista de Elendur, y ahora de la de Gelion.- ¿Cuatro dices?- contestó el enano con tono preocupado- Quizá sean las chimeneas de la aldea... Sean lo que sean debemos seguir. Es necesario llevar a Briniel a una población y no podemos dejar a Valdir a su suerte...

"Aunque cuando estemos a unas horas de camino, ten por seguro que mandaré a un par a que echen un vistazo o mi barba no es roja..." Pensó Gallindum mientras masticaba un trozo de queso.

Turno 514

Tras las palabras de Gallindum todos mirasteis en la direccion indicada. Era la que seguiais. Al principio no veiais nada pero con las indicaciones del enano comenzasteis a dislumbrar el humo. Entonces Gelion dio la noticia, no era una si no cuatro las columnas de humo. Efectivamente, estban juntas, casi parecian una, pero el viento en calma mostraba la realidad. Tres grandes humaredas blancas subian hasta desaparecer arrastradas por el aire. estaban a tres o cuatro dias de donde os encontrais. A simple vista no sabeis distinguir si se trata de Burh Ailgra, un campamento, un incendio. Tendriais que acercaros mas.

Turno 514

Elendur observó de nuevo tras el comentario del sabio mago, poniendose una mano a modo de visera

Es cierto, son cuatro...vaya...parecía solo una.

No me alberga malas noticias amigos, si fuera humo negro seria señal de que algo se está quemando, pero al ser humo blanco debe ser o bien chimeneas, o el vapor del agua al hervir, o algo por el estilo.

Luego se acercó a Bolgo a ver come se encontraba, el pequeño hobbit cada vez tenia peor cara.

Te encuentras bien pequeño amigo? a partir de ahora te llevaré delante mia en el caballo, no te conviene andar y hacer esfuerzos en tu estado.

Turno 514

La caminata de la mañana transcurrió sin mayores incidencias que la acostumbrada falta de ritmo. Así que se sentó con cierta desgana cuando a medio día hicieron el alto para descansar un rato. 

Desgana que se transformó en irritación cuando escuchó el comentario de las columnas de humo. ¿Cómo había podido pasar aquello por alto? En  qué momento había dejado de prestar atención.- Trató de mantener la calma, sin embargo no pudo evitar darse un puñetazo en la pierna como expresión de aquella rabia. Craso error, no había calculado la fuerza y al levantarse para mirar las columnas notó como parte de las fuerza de su pierna le abandonaban. En silencio se maldijo de nuevo - Enano estúpido, ¿es que no piensas hacer nada a derechas hoy? -

Tras observar las columnas de humo nada dijo, estaba de acuerdo con la apreciación de Elendur. Y fuera lo que fuese nada podría hacer. Valdir se había adelantado a ellos y en principio se volvería a reunir con ellos antes de que consiguieran llegar a Burh Ailgra.

Intro Fréagulf

No hacia aun ni un año que te alistaste al ejercito regular de Burh Ailgra, tu pueblo natal. Pero ya confiaban en ti, te habias ganado un puesto preferente gracias a tu buen hacer y a tu porte. Para muchos deberias haber entrado en la caballeria pesada, pero pronto descubrieron que tus dotes para detectar y no ser detectado eran mejores que tus habilidades guerreras.
Hacian falta soldados, la guerra llamaba a las puertas de vuestro pueblo. Muchos de los poblados de los alrededores del mar de Rhûn y caravanas que llegaban hasta ellos, eran saqueados. Burth Marlinge mandaba grandes cantidades de soldados a defender los territorios, lograban retener muchos de los ataques, y por tanto el avance del enemigo. Eran tiempos difíciles. Con el rey Elessar muerto, su hijo Eldarion governaba ahora. No lo hacia mal, pero a ojos de mucha gente se concentraba demasiado en recuperar las tierras al sur de las montañas blancas, incluso mas alla de la Bahia de Tolfalas. Estaba dejando en mano de los rohirrim las defensas orientales.

Aurigas, Balchoth y Sagath, pueblos de mas alla del mar de Rhûn, se habian unido y avanzaban hacia el oeste. No querian a los rohirrimm en rhovanion, reclamaban esas tierras como suyas. Deseaban expandirse, eran pueblos guerreros, nomadas y querian dominar todo rhovanion. Al norte los enanos de las colinas de hierro habian logrado reterlos, empujandolos al sur, que dominaban casi en su totalidad. Las montañas de ceniza estaban plagadas y por alli si que se habian internado.
La aldea vecina de Burh Marlinge era la primera linea de defensa, a ella mandaban desde tu poblado tropas, los abastecían de caballos y proporcionaban la comida necesaria. Los marlingos eran capaces de mantener a raya a los orientales, pero tenian mucho terreno que cubrir, y los orientales habian logrado sobrepasar el cerco tendido por los rohirrim. Se creia que las provisiones podian correr peligro, y caer en manos enemigas, tu deber era averiguarlo, siguiendo las rutas comerciales, el men-i-arraw principalemente. Los aurigas y sus carros eran capaces de avanzar rapidamente, los sagath tenian caballos poderosos y los Balchoth eran insaciables, probablemente los mas sanguinarios. Todos los soldados tenian su montura, caballos grandes y musculazos, resistentes y poderosos.
Habia gran ingnorancia sobre los orientales, no se sabia bien hasta donde habian llegado. Los exploradores rohirrim eran pocos, y para cuando volvían con noticias el enemigo habia cambiado de posición. Eso tenia que cambiar, los pueblos elegian de entre los civiles a los mas avispados, observadores y perspicaces. Los futuros exploradores, tendrian que mantener un flujo continuo de noticias para asi enviar tropas donde fuese necesario. Rhovannion estaba en guerra.

Turno 514

Valdir habia descansado mejor de lo que espraba y se levanto bastante revitalizado, asi que volvio a cargar a su caballo y se puso en marcha, solo hasta que se fijo en cuatro columnas de humo delante de él; eso no puede ser Burh Ailgra; se dijo asi mismo Valdir. Asi que se quedo un rato pensativo en las posibles opciones que podia tomar, seguir y acercarse sigilosamente o rodear las columnas, por que ir como si no pasara nada estaba descartado. Pero dar un rodeo era perder demasiado tiempo y tal vez la mujer enferma no tuviera ese tiempo, asi que opto por acercarse sigilosamente hacia la direcccion de esas columnas de humo. Sea lo que fuera que encontrara alli, estaria preparado para ello, aunque por preferir era mejor que fueran amigo y no enemigos, pero no todo se puede tener en este mundo, asi que a paso decidido pero sigiloso prosiguio su camino hacia la ciudad.

Turno 514 II

Bolgo no tenía fuerzas para preocuparse de un supuesto humo que los demás observaban en el horizonte. Aún así alzó la vista sin distinguir nada y desistió enseguida confiando en la buena vista de sus compañeros.

Agradeció la preocupación de Elendur y accedió a su ofrecimiento. Lo hizo a regañadientes pero terminó aceptando consciente de que no tenía fuerzas para discutir, de que Elendur no aceptaría un no, y de que probablemente sería la mejor opción al fin y al cabo.

Turno 514

Aunque fue una noche en la que por fin pudo dormir sin pasar frío, Ilidan se despertó siguió sintiéndose igual de mal, excepto por el dolor de cabeza, que se le había pasado totalmente. Pensó que seguramente era debido al té de Marga, pero al contemplar que sólo Elendur parecía no sufrir ya los síntomas de resfriado, cambio de idea y lo achacó más a la fortaleza del montaraz.

Prosiguieron el viaje, el numenoreano ensimismado en sus pensamientos de resistir y no volver a ralentizar la marcha del grupo. Y algún que otro recuerdo de su infancia entre las inhóspitas tierras que eran su hogar, preguntándose cómo era posible que estuviera enfermo por las inclemencias del tiempo con lo que él había pasado y había entrenado en contacto con la más extrema naturaleza en compañía de su mentor Gondimel para que justo aquello no le sucedierá. Y aquello desemboco en un último pensamiento, que le hizo afrontar la enfermedad con fuerza, de cómo se encontraría el hijo de este, Gondagal, tenía que resistir si quería alcanzarlo.

Así sucedió aquella mañana, en la que el edain no desempeño bien sus funciones de escolta, ya que poco se fijo en los alrededores en búsqueda de algún peligro. Ni siquiera se percató, hasta que lo mencionaron, de las columnas de humo.

Cuando pararon a hacer el descanso, aun se veía con fuerzas de proseguir, pero sabía que no había que forzar la máquina y más en sus condiciones. Aunque, bien era cierto, que parecía que sus dolencias hubieran disminuido en intensidad y algún que otro síntoma había desaparecido casi por completo.

RESOLUCION TURNO 514

Pararon a comer. La vuelta de reconocimiento dio un resultado similar al de siempre. Estaban solos, nadie los seguia, y nadie, salvo Valdir, si es que eran las huellas del rohir, habia pasado por alli. Era un alivio al fin y al cabo, dejaba relajarse en parte al saber que nada los acechaba. Cuando volvían Elendur creyo ver una gran columna de humo al oeste, en la misma direccion que llevabais. Gelion constato que habia humo, pero el veia cuatro columnas que se alzaban hasta bien arriba. Era difícil calcular a que distanci estaban, pero mas o menos todos estabais de acuerdo que al menos tres dias de viaje.

Despreocupados encendieron un pequeño fuego, que sirvio para calentar el te de Marga, y para preparar algo de arroz. Groal se encargo de la comida y le salio un sencillo guiso de arroz con tocino y jamon ahumado. Al menos estaba caliente, cosa que Bolgo e Ilidan agradecieron. Ambos estaban aun constipados, pero por suerte el te estaba surtiendo efecto, y esa comida caliente sin duda les haria mucho bien.

Levantaron el pequeño campamento, Elendur se ofrecio para llevar a Bolgo, que acepto de buena gana. Se sentia como un estorbo, haciendo ralentizar la marcha y obligando a Marga a que lo cuidase.

En silencio, siempre acompañados del humo a lo lejos, el grupo avanzo como hasta ahora. Ojo avizor, atentos a cualquier cosa que pudiera ocurrir. Alternaban su estado de alerta con las continuas distracciones que ofrecia el terreno. Pedazos de tierra demasiado blanda, rocas, agujeros, arroyos… la orografia pareci repetirse mientras todos comenzaban a comprender la importancia de los caminos y rutas comerciales. Empujones al carromato, tropezones varios y barro, siempre barro. Todos acusaron los continuos cambios del suelo, en especia Gelion. Aunque el cansancio iba en aumento, estaba claro que los mas debiles eran los que retenian la marcha. Elendur y los enanos parecian infatigables, Ilidan ahora que habia mejorado seguramente estaria a la altura, y bolgo… bueno bolgo parecia un guiñapo a lomos del caballo de Elendur.

El dia iba llegando a su fin, el sol desaparecia anaranjado, recortado por el siempre presente humo. El cansancio habia hecho que la distancia que habian cubierto esa tarde no fuese muy grande, pero no se podia pedir mas. Durante el viaje Ilidan habia sudado de lo lindo, cosa que atudo a eliminar el mal que le oprimia. Para cuando pararon se encontraba bastante bien, aun moqueaba pero la cabeza no le molestaba y sus musculos ya no le dolian. Bolgo sin embargo, pese a estar descansado, no se habia recuperado, tal vez de haber ido andando lo hubiera hecho, como el numenoreano. Solo el hobbit sufria el sever resfriado. Se mantenia, pero comenzaba a convertirse en algo mas grave.

Decididos se detubieron y antes de preparar campamento alguno, Elendur y Gallindum dieron la ya cotidiana vuelta de reconocimiento. Para variar, nada de nada, tipicas huellas de roedores y de felinos. Siempre viva grazno en el aire, a gran altura, para después con un espectacular picado ir hasta una roca cercana, desde donde tras un rato volo hasta posarse junto al mago.

Groal volvio a preparar la comida, bueno, mas bien a recalentar el arroz que habia sobrado. Fue el beornida el que informo que la comida llegaria justo para llegar a Burh Ailgra. El decidio no comer, no tenia habre, ademas quedaria una racion mas. Encendieron un buen fuego, generoso, y Bolgo se coloco cerca de el, bueno todos se arrejuntaron todo lo que pudieron. Esa noche sin nubes prometia ser fria.

RESOLUCION TURNO 514

El rohirrim comenzo a avanzar, primero a lomos de su caballo, y de cuando en cuando andando. No sabia que significaba el humo, y algo nervioso seguia su camino. Avanzo bien, no todo lo que hubiera querido, pero todo lo que la cautela podia exigir. Llego justo al linde del bosque solo un par de horas, quizas tres, lo separaban de Burh Ailgra. Desde su posición, escondido entre los arboles, veia mas claro aun las cuatro columnas de humo, seguia sin saber lo que ocurria. Apenas media hora caminando lo separaban de las columnas de humo, y por tanto de aquello que se interponia en su camino. Decidido, semiagachado, agarrando las riendas de su enorme caballo de guerra, comenzo a andar. Al principio lo hacia algo mas erguido, pero entonces algo rondo la cabeza del rohir, si en realidad eran enemigos seguramente lo detectaran antes siquiera de llegar, pues habrian apostado vigias o estaria dando vueltas de reconocimiento. Si no eran enemigos no habria que temer, salvo que confundieran a Valdir con uno. Alguien que agazapado y acechando se acerca a un campamento, nunca es bienvenido. Pero Valdir estaba convencido, no podia perder tiempo, debia atravesar esas columnas aunque se tratase de un dragon esperandole. Desde luego su caballo era un impedimento para pasar desapercibido, enorme para acechar, ruidoso para intentar acercarse sin hacer ruido. El rohirrim continuo su camino. Aun no habia dado la hora de comer, era media mañana aun y tan solo habian pasado diez minutos desde que dejase la seguridad del bosque. Las dudas asaltaban a Valdir

RESOLUCION TURNO 514

Tres dias atrás Gindorel, tu ofial y jefe de exploradores, os mando a Fréagulf y a dos compañeros mas sendas misiones. Su objetivo era facil, avanzar hacia el enemigo y determinar sus posiciones. A ser posible tambien intentar averigual la velocidad a la que lo hacian.
Uno de los compañeros iria al sur, para después ir avanzando hacia el este por el Men-i-romen, seria el que mas tiempo pasria fuera. Otro iria al norte, hasta el rio Celduin, cruzarlo y dirigirse al este. La mision de Fréagulf era facil, seguir el Men-i-arraw hasta Burh Marlinge, presentar respetos a su señor y desde alli ir hacia Dorwinion para, una vez obtenida la información requerida, volver por el mismo camino e informar a los marlingos antes de regresar a casa.
El primer dia el rohir avanzo a un buen ritmo, tanto el como su montura estuvieron casi ocho horas marchado. La mayoria del tiempo avanzaban al trote, pero de cuando en cuando apretaban hasta galopar durante un largo rato. Tambien dejaba descansar al animal yendo durante bastante tiempo al paso. Avanzaba tranquilo, era improbable que el enemigo estubiese tan cerca. Aun asi por la noche, buscaba el abrigo de las rocas o la proteccion de los arboles, encendia una pequeña hoguera para contrarestar el viento frio y las bajas temperaturas, y descansaba durante toda la noche. Al alba reemprendia el camino. Mas de lo mismo para el dia siguiente.

El tercer dia, antes de la parada para comer, Fréagulf vio a lo lejos algo que lo dejo helado. Un numeroso grupo de hombres, aurigas a juzgar por los carros de guerra que conducían, estaban acampados delante. Se escondio antes de ser detectado, se acerco lo suficiente para asegurase de que eran esos aurigas que temia y después volviosobre sus pasos. Debia volver a Burh Ailgra. Tal vez en cuatro o cinco dias consiguieran llegar a la ciudad, y eso era catastrofico debian prepararse. Casi doscientos hombres se sirigian directos al pueblo rohirrim, por los caminos, sin importarles ser vistos, tal era su amor por la guerra.
Durante el regreso la noche cogio a Fréagulf a tan solo media jornada de viaje de Burh Ailgra en un bosque que se alzaba a unos 40 kilometros al este. Alli decidio detenerse en lugar de avanzar por la noche. Tanto el rohir como su montura necesitaban un descanso. No encenderia fuego, era peligroso a pesar de estar cerca de casa. Por la mañana se levantanto antes incluso del alba, y al reemprender el camino una nueva sorpresa, el enemigo tambien venia del norte, estaban acampados a medi hora del bosque, estos si estaban cerca de Burh Ailgra, de hecho le cortaban el paso.  Obligaria dar un gran rodeo si no queria internarse entre sus filas. Otro gran numero de orientales, sagath esta vez, como indicaban sus enormes yelmos de alas abiertas en el cuello.

Agazapado los observaba. El sol comenazaba a calentar en lo alto, no era aun medio dia, faltaban un par de horas.
Mas de cien hombres, todos ellos con caballos, estaban acampados entre el rohir y su pueblo. Enormes columnas de humo, provenientes de cuatro grandes hogueras, servian para preparar algun alimento al numeroso grupo de hombres, o quizas para marcar su posición. Estaban alli asentados, despreocupados de ser descubiertos. Probablemente esperando a los aurigas, para después lanzar un ataque a Burh Ailgra, o al menos era el pensamiento que Fréagulf tenia en su cabeza. Volvio al bosque, buscando el refugio de sus arboles, mientras pensaba el siguiente paso. Mientras estaba alli, desmontado, agachado en el suelo, dubitativo vio a un jinete, un rohirrim, pero no de Rhovannion, si no de rohan, su armadura y el emblema que en ella llevaba asi lo indicaba. El otro rohirrim no parecia haberle visto aun, y se dirigia directo hacia los sagath, con cautela, como si quisiera soprenderlos, pero directo al fin y al cabo. Le sacaba un buen trecho, se encontraba a medio camino entre el bosque y los enemigos que Freagulf habia visto. Seguro que el enemigo tenia eploradores que notarian su presencia, ese hombre era un loco, o un valiente, aunque poca diferencia hay entre ellos.

Turno 515

El joven rohirrim llevaba ya tiempo explorando las zonas. Lo suficiente para conocerlas a groso modo y reconocer las rocas, bosques y demás detalles que le indicaban por donde caminaba y en que punto del camino estaba exactamente. Había aprendido aquellos trucos, reconocer una piedra o un arroyo le servía para hacer un plano mental en su cabeza. Además los otros exploradores dejaban pistas e indicaciones en los distintos caminos que Fréagulf no tardó en aprenderse. Por ejemplo unas cuantas piedras amontonadas significaba que el camino era seguro.

Aquella misión era fácil en principio. Tan solo tenía que explorar el camino, cosa que estaba habituado a hacer. Pero la sorpresa fue mayúscula el tercer día cuando se encontró al ejército de aurigas acampado, con carros de guerra y todo lo suficiente para rematar la agonizante paz de la zona. Tenía que regresar a Burh Ailgra y avisar de lo sucedido. Las prioridades cambiaban. Tal vez hubieran reducido ya a cenizas la ciudad de los marlingos.

Cuando ya se encontraba cerca de su casa se llevó otra sorpresa, un grupo de sagath también dispuesto para la guerra acampaba entre él y su ciudad. Tal vez estuvieran esperando a los aurigas para entre los dos grupos atacar Burh Ailgra. Los observó para determinar su número. Eran más de cien con caballos para todos los soldados, que sin duda esperaban a los doscientos aurigas que había visto. Y él se encontraba allí atrapado entre los dos ejércitos sin poder comunicar a su pueblo lo que ocurría. Tenía que dar un rodeo a toda prisa y exprimir su caballo para avisarles cuanto antes.

Fue entonces cuando vio al rohir que avanzaba inconscientemente hacía el ejercito de los sagath. Era del sur, de Rohan, lo reconoció enseguida por la ropa y el emblema. Aquel insensato parecía querer asaltar al ejército él solo. Tal vez no se hubiera dado cuenta. Se sintió en la obligación de avisarle, o si no sería pasto para los gusanos en cuestión de minutos. Tal vez antes si los exploradores del campamento sagath se percataban de su presencia.

Dirigió el caballo hacía el linde del bosque y montó en él para salir a avisar al otro rohirrim. No podía permitir que lo descubrieran. Cabalgó a su encuentro y le hizo señas para que se detuviera. No quería levantar la voz, no allí tan cerca de los enemigos.

Turno 515

Poco a poco iban avanzando terreno, con el grupo tan desgastado y enfermo era toda una proeza avanzar al menos 30 kilometros, Elendur ayudaba en todo lo posible, pero se había centrado en mantener en buen estado su pequeño amigo Bolgo, era el que conocia de más tiempo, y habían viajado mucho tiempo solos en los frios del norte.

Amigos Bolgo no mejora, temo de que si no llegamos pronto y se le da un tratamiento pueda empeorar y su vida corra peligro.

Además esta noche parece que va a ser bastante fria. Gallindum, hay algo más que podamos hacer?

Preguntó el dunedan al jefe de la escolta, sin duda éste estaba haciendo un buen trabajo en dirigir al grupo, y sus decisiones eran lógicas y muy adecuadas.

Seguidamente Elendur miró al cielo con el fin de poder predecir el tiempo que tendrian mañana en el viaje

Turno 515

Al inicio del viaje, el vaivén del caballo incomodó y agarrotó a Bolgo. El mediano se mantenía rígido como un palo intentando no molestar a Elendur, sin embargo, sus pequeños músculos pronto empezaron a pedir descanso y el hobbit comenzó a dejarse llevar en contra de su voluntad. Fue así como al cabo de un par de horas de viaje, se zarandeaba de un lado para otro teniendo que ser sujetado en un par de ocasiones por el propio Elendur para evitar precipitarse al suelo.

El viaje se hizo eterno, y el malestar no hizo más que acrecentar esta sensación. Finalmente acamparon y Bolgo se arrimó al fuego para calentarse. Agradeció el guiso que Groal preparó.

- Muchas gracias, Groal. Es evidente que tu pericia en la cocina es mucho mayor a la mía.

Bolgo sonrió y al hacerlo comenzó a toser descontroladamente. Decidió no abrir la boca más, arrebujarse en sus ropas y dormir al cálido abrazo del fuego. No conocía otra forma de recuperarse de su enfermedad.

Turno 515

Por fin, tras una larga marcha se detienen a descansar y a dormir. Parece que después de todo, el camino está siendo una tortura para el desventurado hobbit. Oin le mira con preocupación mientras come despacio saboreando el guiso de arroz. 

- Cerca del fuego debe dormir... tapado bien... - comenta.

Tras acabar su comida se acerca a Draupner mientras mira el hacia el horizonte y el punto por donde surgieron las columnas de humo.

- ¿Crees q'problemas haber pueden? El jinete... la nuestra posición delata sin querer... si malas orejas... muchos problemas nos traerán... - le comenta preocupado. Sabe que la vida de la anciana humana está en peligro pero también que puede ser una oportunidad para sus atacantes de volver a intentarlo, y esta vez sin testigos.

Turno 515

El enano hizo esta parte del viaje con la pierna algo entumecida, aunque por fortuna, en esta ocasión, el ritmo marcado por Gelión le permitió que su condición pasara desapercibida.

La noche llegó y con ella la hora de parar y montar campamento. Nuevamente trató de ocultar en la medida de lo posible la fogata que hicieron. Cuando todo estuvo listo y ya concluida la cena se sentó tranquilo con Oin. - Amigo, no nos queda otra que estar preparados para lo peor. La vida de Brienel depende en estos momentos de la velocidad de Valdir y de la nuestra. Si vamos más despacio morirá seguro, yendo deprisa no es seguro que vayan a dar con nosotros. Pero si nos encuentran y nos atacan pues no nos quedará otra que defendernos de la mejor manera posible y seguir avanzando, con las circunstancias que tenemos es un riesgo que tenemos que afrontar. Además el avanzar más despacio tampoco nos aseguraría que no fueran a dar con nosotros. -

Turno 515

- Gracias amigo mio, tan solo hervi un poco de arroz y le meti algo para darle sabor. Esta lejos de considerarse siquiera un guiso . El beornida estaba siendo amable con el hobbit, pero en realidad estaba cansado, muy cansado.