Partida Rol por web

Turno 916

Alian torcio el ceño - Creo amigo, que a tu hermano no le vendra mal descansar junto a Marga, ella le cuidara. - le aconsejo mientras poco a poco se calmaba. - Pero podras ir a buscarle mañana, esta noche no has de mojarte o aguantar a ese enano. - volvio a sugerirle que los acompañara. - Iremos a por los caballos y luego a las habitaciones, si finalmente no vienes, te rogaria que no le dijeses a Draupner donde estamos, no quisiera tener que preocuparme por el tambien.

Turno 916 III

Descuida, ire con vosotros, tienes razon en lo que respecta aTedmuyin, no lo conviene moverse, es mejor que repose lo que pueda. dije asintiendo a las palabras de Alian, vayamos pues a ver que hay en el interior y luego ya veremos que podemos hacer.

Turno 916

Fréagulf iba a sugerir lo mismo pero Alian se adelantó. -Tu hermano estará mejor esta noche con ellos que con nosotros. -Dijo apoyando la tesis de Alian. -Tendrá el calor de una hoguera y los tratamientos de Marga. Si mañana se encuentra mejor podrá unirse a nosotros y si empeora... Tendremos que quedarnos aquí. Tu hermano me salvó la vida, no pienso abandonarlo.

El ailgratha no quería ahondar en el tema de Draupner así que trató de desviar la conversación disimuladamente. - Necesitamos que nos eches una mano para comprobar que las habitaciones son seguras. Hemos encontrado el cadáver del posadero muerto y según Marga tan sólo hace veinticuatro horas que fue asesinado. -Fréagulf desconocía si Yves era conocedor de esa información. - Por lo que es probable que haya alguien todavía ocultándose allí.

Turno 916 IV

Si Freagulf, lo vi, estaba en la parte de atras apuñalado. Estrangulado.

Le sugeria al Enano ser mas en estas guardias, y salto que don 2 para vigilar un cuadrado era suficiente... el si tiene la cabeza cuadrada... Pero en fin eso es otra historia.

Vayamos pues, y veamos que el lugar este seguro.

Turno 916

A Groal toda esta situación le desagradaba, y más la apatía del grupo con respecto a ella. Lamentablemente, ya no había mucho que hacer, puesto que los demás ya se acomodaban tranquilamente en sus lugares, como si aquí nada pasara. Afortunadamente, alguien al menos tenía sentido común. Bolgo se había ofrecido a acompañarlo.

-Bueno -dijo Groal- ya que los valientes guerreros y exploradores del grupo están tan cansados que prefieren dormir antes que ir a verificar que estamos seguros, seremos el mediano y el animista los que vayamos a encargarnos de la seguridad del grupo.- El inconfundible sarcasmo en la voz de Groal les parecía extraño y perturbador, en un sujeto que suele ser tan tranquilo y sumiso. -Vamos- continuó Groal- Seguramente ellos recorrieron un camino más largo y agotador que el que recorrimos nosotros hoy, estimado Bolgo. Dejemosles descansar. Preguntemos a Alian sobre el tema y zanjemos este asunto de una vez.

Turno 916

- Permaneced aquí - dijo el enano a Groal y a Bolgo - y tratad de descansad. Permaneced no obstante alertas pues todavía no sabemos como está la situación ahí fuera.

- Antes de que os durmais; las guardias quedarán del siguiente modo. Yves-ashe acabará de hacer esta primera guardia conmigo y a partir de mañana su hermano hará las guardias con él. De todos modos, mientras permanezca resfriado, hará la primera o la última, para no agravar su situación. Dwalin pasa a ser el compañero de Gelión en las guardias. El resto seguimos igual. Para hoy Oín y Bolgo, la segunda, Groal y yo la tercera, Dwalin y Gelión la cuarta y la última Ilidan y Marga.-

- Ahora vuelvo. Bolgo tu descansa que la siguiente es tu guardia. Groal quédate despierto para abrirme la puerta. - dijo.

El enano volvió a tomar la lona embreada y salió a la tormenta. Si había una casa de huéspedes con habitaciones cerca, también debía haber un caminito que condujera de ella a la taberna. Todo lo que tenía que hacer era dar con el sendero y seguirlo.

Turno 916 II

Las palabras de Draupner era lo que Groal había estado esperando. No podía comprender que hubiera tanto desinterés. Finalmente, Draupner indicó que él se haría cargo, y aunque él mismo hubiera realizado la labor de buena gana, si se lo hubieran indicado, la falta de iniciativa e interés era lo que le molestaba. Ahora, Draupner había demostrado que Groal había estado equivocado. Una vez que los ánimos se hubieron relajado un poco, el enano volvía a retomar las riendas y haría lo que debía hacerse.

-Como digas Draupner. Siento mi exhabrupto, estaba un poco molesto. -confesó- Pero ya me encuentro mejor. Me quedaré despierto como indicas. Esperemos que no sea nada, y que las habitaciones esten vacías.- El beornida ofreció su mano al enano y se la estrechó. Acto seguido, se dispuso a seguir sus ordenes.

Turno 916
Percepcion

Ilidan estaba tumbado, con los ojos cerrados, pero no dormia. Sus oidos prestaban atencion a los ruidos de la noche. Madera que crujia bajo los enanos, el crepitar del fuego, el agua golpeando la fachada...

Arriba, fuera, en el tejado, habia escuchado hacia ya un rato, a Yves subirse. Ahora lo escucho bajar, se dejo resbalar por las tejas, haciendo un ruido casi imperceptible. Alli arriba no era lugar para hacer guardia, debia estar completamente calado, ademas de tener mucha suerte si un rayo no lo alcanzaba.

Tranquilo sigui sumido en sus pensamientos, mientras escuchaba a Draupner ordenar esta o aquella pareja para la guardia.

RESOLUCION TURNO 916
 

Tras marcharse los dos ailgrathas, Groal quiso ir a investigar el tema de las habitaciones. Bolgo se había ofrecido también. Cuando parecía que finalmente que ese trabajo lo realizarían el hobbit y el beornida, Draupner los detuvo. Iría el personalmente a tratar ese tema, incluso haría la guardia con Yves cuando le tocaba descansar. Se preparo para salir. El enano no había tenido tiempo de quitarse la ropa por lo que aun mojado se coloco una lona embreada por la cabeza y se dispuso a salir.

Recordó que ante las nuevas bajas habría que reubicar las guardias, al menos por esa noche. Se giro y comenzó a exponer sus planes para la tarea con los demás. Le escuchaban, aunque algunos más bien parecía que estuviesen ya dormidos. Ilidan estaba pensativo, con los ojos cerrados, concentrado en los ruidos, esperaba que el sueño lo venciera. Gelion y Dwalin estaban ya recostados en un duermevela. Marga ya había puesto cerca del tuerto un bol con su infusión, para que la inhalara durante la noche, los vapores le sentarían muy bien. Oin, refunfuñando, también se había acostado. Solo Bolgo y Groal permanecían en pie. Todos sabían que había sido un duro viaje, y que no les esperaba uno mejor.

Como ya había dicho draupner, Yves haría la primera guardia junto a Draupner, el bosquimano estaba ya fuera desde hacía un rato. Después les sustituirían Oin y Bolgo. La tercera guardia correría a cuenta de Dwalin y Gelion mientras que la última la harían Ilidan y Marga. También organizo las guardias de días venideros, en los que Temudyin y su hermano serian compañeros de vigilia. Todos atendían como podían mientras luchaban contra el cansancio.

No era difícil entenderlo, sencillamente hizo parejas que se irían rotando , siendo que el que hacia la ultima guardia, se ocuparía el día siguiente de vigilar también durante las paradas del día, o más bien noche, pues viajaban al abrigo de las estrellas, cuando no las tapaba la tormenta.

Ya con todo aclarado, el hobbit y Groal dispusieron su lecho. Ya solo quedaba el enano en pie cuando marcho por la puerta.

RESOLUCION TURNO 916
 

Freagulf insistió en su llamada a Yves. Este estaba en todo lo alto del tejado, allí donde sus dos aguas se unian. El alba estaba cerca, no tardarían en aparecer las primeras luces de no ser por la tremenda tormenta que aun discurría. Sus negras nubes hubiesen tapado lo esperados rayos del sol.

Durante un instante, cuado el relámpago en plena furia iluminaba todo, pudo ver a Alian y Freagulf al fin. Bajo ágilmente del tejado, resbalando por el con las rodillas semiflexionadas y dando un buen salto al llegar al alero. Aterrizo limpiamente dejando que sus rodillas absorvieran el impacto, flexionándolas y ayudándose por su brazo derecho, fue una llegada espectacular.

Hablaron unos instantes. Al parecer los dos ailgrathas dejaban la compañía del resto para irse a dormir a las habitaciones. Al contrario que el resto de posadas, cuyas habitaciones están en un piso superior, o en un ala adherida al edificio principal, las de “El caballo blanco” estaban alejadas.

Yves estuvo de acuerdo en acompañar a los dos exploradores, tenia cierta reticencia a dejar solo a su hermano, pero lo cierto es que junto a Marga era donde mejor estaba. Ya tendría el dia siguiente tiempo para ocuparse de el. De momento la noche llegaba a su fin, y tenían que descansar.

Tras hablar un poco mal del enano los tres se acercaron al voladizo en el que estaban los dos únicos caballos que habían traido. Los agarraron por las riendas, y desaparecieron en direccion sur.

No tardaron en perder de vista el edificio principal, la cortina de agua y la oscuridad no dejaban ver mas alla de una decena de metros. Guiados por Alian, que ponía todo su empeño en llevarles, fue siguiendo una hilera de piedras verticales, de apenas medio metro de alto y que parecían señalar el camino hasta las habitaciones. Un rato después, apenas habían avanzado doscientos o trescientos metros, vieron lo que parecía ser una cabaña amplia, de unos quince metros de largo por doce de ancho.

Tensos, mojados por la lluvia, casi ni se habían secado sus ropas en el salón, entraron con cuidado, estaba vacio. La puerta se abria en una de las esquinas del pequeño edificio, que estaba achaflanada. Era una amplia puerta doble de una calidad media, estaba abierta.

Dieron a una amplia sala diáfana, iluminada mediante una gran claraboya y varios ventanales, sin contraventanas. Estaba destinada a guardar caballos, entrarian al menos una veintena de ellos, e incluso uno o dos carromatos. Alli dejaron, junto a varias balas de heno, a sus monturas. Alian ya conocía aquello.

La luz entraba muy tenue por la claraboya, pero fue suficiente para descubrir varias antorchas en la pared, había al menos diez por todo el perímetro de la gran sala.

Desde la puerta principal, había un pequeño enlosado sobre el suelo de tierra prensada de que estaba formada toda la estancia. Llevaba directamente hasta el centro, donde había un pequeño puesto de apenas dos metros cuadrados. Junto a el, y protegido por una valla para evitar que los animales y las personas cayeran, había unas escaleras, bastante anchas, que descendían.

Alian les indico que las habitaciones estaban escavadas en la roca y que había que bajar por allí, claro que antes necesitarían luz.

RESOLUCION TURNO 916

El enano salió al exterior, llovia a mares aun. Los relamapagos centelleaban de cuando en cuando y los truenos sonaban con ferocidad.

El enano se dirigió, bajo su lona embreada, hasta donde supuso que estaría Yves, en el pequeño establo. Pero allí no habia nadie, ni nada, tampoco los caballos de Freagulf y Alian. Eso alarmo al enano de inmediato. Busco a Yves, pero no lo hallo.

Recordo entonces los ruidos en el techo y pensó que estaría allí arriba el muy estúpido. Pero se alejo un poco para tener el tejado a la vista, y no vio nada. Una vuelta entera al edificio y no vio absolutamente nada.

Turno 917

Antes que nadie pudiera dar un paso más, Fréagulf alzó los brazos para detener a sus dos acompañantes y dar un paso al frente al tiempo que pedía silencio. Desde ese punto sería mejor andarse con cuidado por si acaso había alguien. Draupner sería un cabezacuadrada y un paranoico, pero no estaba de más comprobar si tenía razón o no. Además el cadáver del posadero todavía estaba caliente.

El ailgratha hincó una rodilla en el suelo y se agachó para poner sus dotes de explorador a comprobar si alguien había pasado por aquel lugar recientemente. Y más importante aún, si había huellas en la roca de pisadas frescas, con la lluvia y el barro no tenía que resultar muy complicado.

En primer lugar comprobó el suelo en torno a la puerta que daba acceso al lugar, luego estudió el establo, se agachó a comprobar si el heno acumulado en el suelo presentaba alguna irregularidad producida por una pisada que no fuera de caballo y siguió con la entrada a la cueva de las habitaciones y el suelo cercano a esta. Le pareció ver algo, lo examinó con detalle y pasó dos dedos por la roca para después olfatearlos y por último llevárselos a la boca. Hecho esto se incorporó y escupió a un lado y se quedó totalmente quieto para escuchar si del interior subía algún tipo de ruido y lo podía identificar. 

Turno 916
Percepcion/Rastreo

Freauglf examino conciezudamente el terreno. No era demasiado complicado dado que casi cualquier pisada quedaba grabada en el terreno polvoriento que formaba el piso de la sala en la que estaban.

Encontro huellas de caballos, de muchos caballos, pero era normal. No sabia si eran recientes o no, eso si era complicado de averiguar.

Tambien habia pisadas de botas, estas eran comunes y no habia nada de especial en ellas. Se dirigian abajo, pero como antes, no sabia decir si eran o no recientes. Algunas parecian mas antiguas, y otras hechas hacia poco, aunque no pudo averiguar si alguien habia pasado hacia horas o dias.

Abajo desde luego no se oia nada, tan solo el ulular del aire, cosa que de por si resulto extraña al explorador.

Turno 917

Finalmente el explorador se dirigió a Alian e Yves tras haber comprobado todo lo que quería. Se alejó un par de metros de la entrada e hizo un movimiento a los demás para que le acompañaran. No quería ponerse a hablar allí enfrente aunque fuera en susurros. No sería lo más sensato.

-Hay huellas, -informó en voz baja tras haber tratado de escuchar durante unos segundos si de abajo venía algún ruido. -Pero no sé si son recientes o no. Pueden llevar horas o unos días, quien sabe... Vamos a bajar despacio y sin hacer ruido, cuando lleguemos a abajo nos distribuiremos de la siguiente manera: Alian irá a mi izquierda y tú, Yves, a mi derecha. Comprobaréis todas las habitaciones con las que nos encontremos y yo guardaré el pasillo mientras lo hacéis y os daré apoyo en caso de que sea necesario. ¿De acuerdo?. Preparad las armas y mantened los ojos y los oídos alerta. -Esperó a que los demás aceptaran su propuesta y luego se encaminó de nuevo a las escaleras para ser el primero en bajar.

Turno 917

Con el tiempo, el calor que iba invadiendo la estancia lo fue sumergiendo en pensamientos cada vez más profundos que al final se convirtieron en sueños que lo transportaron a su tierra natal; y la ronca voz de Draupner fue apagándose poco a poco para  más tarde renacer ascendiendo en un canto hermoso.

Estaba soñando con su madre al pasear por los jardines  entre las fuentes con aquel vestido sedoso. Iba oliendo las flores, y por fin se giraba para dedicarle una mirada, una que opuestamente a la de su padre podía atisbarse claramente cariño. Uno de aquellas jornadas, y la recordaba muy bien, como si no hubiera pasado para nada el tiempo, en el día de su noveno cumpleaños, su madre le dedico una caricia  en la mejilla a la vez que le entregaba una espada corta...

Aquella espada, no estaba realmente ornamentada y el trabajo de forja y el metal que la componían eran de lo más común. Sin embargo, era su regalo, y la llego a apreciar más que cualquier otra pertenencia suya, incluso las que multiplicaban varias veces su valor. Era la misma espada corta, que a escasos centímetros reposaba junto a él, su protectora.

Turno 917

Tras las preocupantes palabra de Freagulf asenti con la cabeza, empuñe mi espada corta* y lentamente la desenvaine....con el ceño fruncido y los ojos intentando forzar el poder ver algo y estar preparado ante un ataque sorpresivo, me dispuse a caminar en un modo medio agazapado, lista para saltar  fuera de un posible alcance en un ataque... agudice el oido intentando obviar el sonido de la lluvia y los relampagos, cosa bastante complicada...

Con sumo cuidado prestando atencion a cada paso dado, intento evitar realizar ruido alguno que pudiera alertar a quien destro estubiere....

Turno 917

Oin se arrebuja en su capa aún mojada y se tiende a dormir. Puesto que Draupner hace la primera guardia, se siente seguro así que pronto está roncando como un bendito a la espera de su guardia. El fuego, un lugar seco y un techo sobre su cabeza es lo más a lo que puede aspirar en este momento y como nunca ha sido muy remilgado, se siente feliz y así, se duerme con una sonrisa en su quemada cara.

Turno 917

Parece que las cosas se han calmado de momento. Gelion intenta conciliar el sueño pero este le huye. Casi puede sentir al resto del grupo removiéndose inquieto. No son un grupo cohesionado y eso puede costarles caro. Pero ahora no hay forma de unirles otra vez, no sin dejar que las cosas se asienten un poco.

Su cabeza gira y gira sobre la discusión. ¿Debió intervenir? Y si lo hubiese hecho ¿el enano le habría atacado también a él? Ese tipo de actitudes no es la que suelen tener los pueblos libres. El bosquimano puede imaginar un orco pateando a otro para que vaya a hacer la guardia, pero no puede hacerlo pensando en alguien que el respete.

Luego, cuando pueda, debe tener una conversación con Draupner y pensando en cómo abordarla entra en un sueño inquieto.

Turno 917

Todo paso muy rápido para Temüdyin, cuando dejo de hablar con Draupner, Marga se le acercó con un cuenco lleno de su brebaje y esto le nublo todos los sentidos, sabía perfectamente que aquello seria bueno para su malestar asi que se volvio a acercar al fuego y allí se tumbo. Para cuando se dio cuenta, Fréagulf se estaba despidiendo sin que él supiese la razón, no se había enterado de la trifulca que había tenido lugar a escasos metros, tan enfrascado como estaba en intentar recuperarse.

No pudo despedirse y su cuerpo estaba tan cansado por el malestar que no tuvo fuerzas para levantarse e ir detrás suya. Solo lo vio desaparecer por la puerta y deseo que sus caminos se volviesen a cruzar mientras caia rendido en un sueño pesado y ambientado por los vapores del cuenco.

Turno 917

Groal no había notado lo cansado que estaba, y los deseos que tenía de dormir, por causa del inesperado problema que se habían encontrado. Mas, cuando Draupner indicó que habría de encrgarse de todo, Groal se relajó y sus músculos perdieron sus fuerzas. Tenía que descansar antes de que tocara su guardia. De ese modo, Groal se acomodó lo mejor que pudo y se dispuso a dormir. Se recostó y se acomodó mientras esperaba que Draupner cuando regrese para abrirle la puerta, y poder dormir de una vez por todas.