Partida Rol por web

Turno 917

Draupner había salido con la clara intención de dar con alguna pista que le revelara la ubicación de la casa de huéspedes de la posada, sin embargo lo que llamó su atención fue que ninguno de los dos rohirrrin se encontraban ya por allí y no hacía tanto que habían salido como para no verlos ni escucharlos, ni siquiera bajo aquel grueso manto de lluvia. 

Rodeó la casa en busca de un segundo camino y de paso a comprobar tanto que Yves continuaba de guardia como que los dos humanos habían partido. 

Le molestó no ver a Yves de guardia y por un momento pensó que se había ido con los rohirrin, pero no, estando su hermano en la posada aquello no era lógico. Tenía que andar por alguna parte lo que ocurría es que no era capaz de dar con él. 

En vista de que no veía a nadie prosiguió con su búsqueda de la casa dónde debían hallarse las camas de la posada.

RESOLUCION TURNO 917
 

Dentro todo se tranqulizó. Draupner se habia marchado fuera y todo quedo en un relativo silencio. El crepitar del fuego se mezclaba con el sonido del agua al golpear el techo y las paredes. Fuera no dejaba de llover y llover, como si no fuera a parar jamás.

Poco a poco todos fueron durmiéndose, recostados mas o menos cerca del fuego. Temudyin, además, tenia un cuenco de agua bien caliente cerca de su cabeza, los vapores que ese cuenco expedía, eran inhalados por el tuerto.

Acurrucados, el que mas o el que menos listo para una posible emergencia, disfrutaban de su merecido descanso, había sido una noche terrible, con agua, barro, tormentas y ahora tenían la oportunidad de estar secos y bajo techo. Todos se quedaron durmiendo, excepto Groal, que luchaba para no hacerlo. El beornida era bastante resistente, incluso podía estar sin dormir durante una noche entera, sin que ello perjudicase a su cuerpo. Era el único que estaba en vela, esperando a Draupner, tal y como este le había pedido.

Viajaban de noche y descansaban durante el día. Era algo que por una parte les venia bien para no ser vistos, pero que por otra era perjudicial por el mismo motivo, la visibilidad era casi nula. Era la decisión del enano, al que se le empezaba a cuestionar. No quiso ir con el ejercito, tampoco atravesar el bosque, por el contrario daban un enorme rodeo por los desfiladeros. El sabría lo que hacia.

Del fuego emanaba un dulce calor que abrazaba a todos y a todo. La sala comenzaba a caldearse, incluso alguno tuvo que retirarse la manta del calor que estaba pasando. Groal puso un pequeño tronco de madera para avivar un poco el fuego y no perder esa temeratura tan buena que habian conseguido, y para que las ropas definitivamente se secasen. Giro algunas prendas de sus compañeros para que el calor llegara a las zonas aun humedas, y volvio a acostarse

RESOLUCION TURNO 917
 

Draupner dio un par de vueltas al edificio en busca de Yves, no lo vio por ningun lado, era extraño, como ya habia pensado el enano, que se hubiera marchado con los rohirrim teniendo en cuenta que su hermano seguia en la posada.

Busco algun rastro que le indicara donde demonios estaba el bosqueimano. Se centro en el tejadillo que hacia las veces de establo. Alli estba Wyd, rumiando algo de heno. Casi ni se inmuto al ver a Draupner. Comenzo a ver huellas, y hallo algunas, de caballos y de botas. Pero habia varios juegos de cada una de ellas. Era logico, a saber cuanta gente habia dejado impresa una huella en aquel terreno antes que ellos. Habia algunas mas recientes, supuso que eran las de los aligrathas y sus caballos, que salian del tejado. Fuera, bajo el torrente de agua, se perdian. Algunas huellas logro diferenciarlas, pero pronto todo el agua borraba cualquier rastro claro, difuminandolo con el terreno.

Las pisadas de los rohirrim y sus caballos, se dirirgian hacia el sur, al menos en los primeros tres metros, mas alla, era dificil de saber, el lodo borraba cualquier rastro. Nada sabia de Yves.

Deshechando el hecho de poder seguir unas huellas fiables, el enano se limito a buscar el lugar donde debian hallarse las camas de la posada, si es que estas existian. No sabia por donde empezar, por lo que continuo mirando en los alrededores sin perder la casa de vista. Poco mas de cincuenta metros lo separaron del salon donde descansaban el resto, era la distancia a la que dejaba de ver la posada. Tan solo cuando un relampago surcaba el cielo, distinguia a la perfeccion “El caballo blanco”. Por mucho que miro, esperando que el cielo se ilumianara, no vio edificio alguno.

Alli estaba, en mitad de la tormenta, tapado por la lona embreada, preguntandose hacia donde podia ir, hacia donde estaria ese dichoso edificio con camas, ¿existiria?. E Yves… ¿Dónde se habia metido? ¿Se habria ido con los rohirrim? ¿Y ellos, los habrian abandonado alli?. En mitad del barro comenzaba a amanecer, aunque el cielo no dejaba que ningun rayo traspasese las negras nubes. Draupner estaba solo, a unos cincuenta metros de la posada, bajo la lluvia y sin encontrar lo que buscaba.

RESOLUCION TURNO 917
 

Freagulf examino minuciosamente la estancia mientras sus compañeros se aseguraban de que nadie entraba. Tras unos minutos, el ailgratha habia encontrado muchas huellas. De caballos, de botas de diferentes pies, algunas mas recientes que otras, pero no podia asegurar cuales eran verdaderamente recientes. Hubo algunas de ellas que le parecieron mas recientes, pero no pudo asegurar cuanto tiempo tenian, un dia, dos, una semana, un mes…

Resignados tomaron la decision de bajar por las escaleras. Según Alian era alli abajo dodne estaban los dormitorios. Primero Freagulf, espada en mano, sosteniendo la antorcha con la izquierda. Lo seguia Yves, que habia saco una espada corta por si el espacio era reducido, y por ultimo Alian, bajaron con sumo cuidado. Realmente bajaban casi a la par, cubriendo todo el ancho de las amplias escaleras. En silencio, esalon tras escalon, bajaron hasta llegar a un rellano.

Era una especie de cueva natural, adornada con agradables sofas, candelabros y una lampara de araña en el techo. Muy espaciosa, sin duda destinada como salon comun. Habia una chimenea apagada y tapices en las paredes. Una puerta sencilla se abria a la derecha.

Tras comprovar que esa sala estaba vacia, se dirigieron hacia la puerta, estaba abierta. Daba a un largo pasillo, con puertas en el lado izquierdo ,y tapices y muebles auxiliares en la pared derecha. La luz de la antorcha no llegaba al final.

Avanzaron, estaban tensos, la antorcha proyectaba sombras en las paredes. Habian sido excavadas en la roca y enlosadas con fina mamposteria, salvo en algunos sitios en los que la roca natural se cerraba mas de la cuenta, haciendo las veces de arcos que sostenian el techo. Ese techo, como las paredes, habian sido asegurados con vigas de madera noble, bien adronadas con tallas, la mayoria de ellas con motivos equestres.

Llegaron a la primera puerta, todas eran de madera y carecian de cerradura, tal vez un cerrojo interno como era costumbre, pero nada que pudiera abrilas desde fuera una vez cerradas. Cada habitacion tenia un pequeño pendon de distintos colores y formas, sin duda destinados a diferenciar todas las puertas iguales. El primero era una cabeza de caballo blanco sobre un circulo rojo.

Tal y como habia aconsejado Freagulf. Alian e Yves abrieron despacio la puerta mientras el mismo guardaba el pasillo.

Una sencilla habitacion, un camastro, un armario para la ropa no demasiado grande, una pequeña mesa y una silla, eran todo el mobiliario. Media tres metros de ancho y cuatro de largo.  Habia par de candelabros que colgaban de la pared, y un portavelas, con su vela, sobre la mesilla. Lo mas impactante era la pared del fondo. No habia. En su lugar habia un enorme ventanal deliciosamente pulido, transparente, surcado por monturas de madera que sujetaban los ocho cristales que lo formaban. Mas alla, la oscuridad. Dos cortinas esperaban a los lados para impedir la entrada de luz, luz que de momento era inexistente.

Turno 918

Tras comprobar que no había nadie en la primera habitación Fréagulf se sintió más tranquilo, pero no se relajó todavía. Aunque daban varias más que comprobar. Hizo un gesto a sus compañeros para que regresaran al pasillo mientras vigilaba que nadie fuera a sorprenderles por los lados.

Lentamente y lo más sigiloso que pudo se acercó a la siguiente puerta para repetir el procedimiento. Debían ser cautelosos y caminar en silencio hasta que tuvieran la certeza de que estaban solos. Podían haberse dividido las habitaciones pero prefería no correr riesgos innecesarios. Irían una a una hasta haberlas comprobado todas.

La intención de Fréagulf era hacer una rápida comprobación de que las habitaciones estaban vacías, luego de esta comprobación ya se detendrían a mirar si había alguna pista sobre el asesinato del posadero, sus asesinos o algún detalle que se les hubiera escapado en el primer vistazo.

Turno 918

Groal luchaba contra el sueño. Era una gran ventaja que el Gran Oso haya hecho a su gente resistente contra el cansancio, puesto que de otra manera el extenuante viaje habría podido con él. Sin embargo, todavía resistía. Miraba alrededor, como el resto del grupo se sumía rápidamente en el sueño, y contemplaba la apacibilidad de la escena. Era como si no sucediera nada; como si el cadáver en la habitación contigua no fuera más que una ilusión.

removiendose en su lugar, para no ser vencido por el sueño, Groal continuó esperando. -Ojalá que no suceda nada malo, y que Draupner vuelva sin novedad- pensó

Turno 918

Siguiendo las instrucciones de Freagulf, regreso al pasillo, con el mismo cuidad con el que entre en la habitacion, intentando no hacer ruido alguno.... solo con gestos le indico a este, que continuemos hacia las otras estancias, con el fin de revisar el resto de habitaciones....

Turno 918

Llego un momento en que Ilidan no pudo aguantar más el calor que tenía con la manta,  y tuvo que destaparse hasta la altura justo por debajo de los pectorales. En esa acción, ya de paso, abrió uno de los ojos para ver si Draupner había vuelto, y poder dormir más tranquilo, pero no era así, solo pudo ver como Groal se encargaba de avivar el fuego.

Tras ello, volvió a intentar conciliar el sueño, y quizás poder continuarlo por donde lo había dejado.

Turno 918

Temüdyin respiraba profundamente mientras dormia. Un sonido extraño hacian sus fosas nasales llenas de mocos por el constipado que llevaba, pero pordría ser peor, podrían estar completamente taponadas y forzarle a respirar por la boca con los consiguientes ronquidos. Esto no era así gracias a los vapores de la infusión de Marga, que ha escasos centimetros de la cabeza del bosquimano de aspecto oriental hacian el efecto deseado. Solo quedaba esperar a que el estado del Temüdyin mejorase después de descansar.

Gelion se removía inquieto en sueños. Había conseguido dormir pero se agitaba debajo de las sábanas. Pequeñas expresiones incoherentes surgían de vez en cuando del fondo de su garganta.

Se había olvidado del mundo real y había entrado en el de los sueños. Estaba cerrado al mundo.

Turno 918

Con Yves en paradero desconocido no podía dejar deguarecida la casa, así que a pesar de no encontrar lo que buscaba, volvió sobre sus pasos, maldiciendo para sus adentros aquella circunstancia. Tendría que ser uno de la siguiente guardia el que continuara con la exploración mientras el otro se mantenía vigilando los accesos a la casa donde descansaban. 

Además, estaba amaneciendo y la oscuridad no supondría en las horas venideras un obstáculo añadido a la búsqueda. Así pues volvió hasta la entrada y llamó suavemente a la puerta para no despertar a los que ya estuvieran dormidos con la contraseña indicada.

Su idea era comunicar a Groal que podía dormirse tranquilamente que él acabaría su guardia. Ya cuando vinieran a relevarle dejaría encargado que uno de ellos se diera una vuelta en busca de la misteriosa casa de huéspedes.

ZZZZZZZZ!!!! GRRRR!!! TRJEMMMM!!! ZZZZZZZZ!!!!

RESOLUCION TURNO 918
 

Tras esa primera habitación, vacía, decidieron no perder demasiado tiempo en ella, tampoco en las demás. Una vez seguros de que estaban solos ya tendrían tiempo de investigar un poco más.

Repitieron el mismo protocolo. Freagulf se quedaba en el pasillo mientras Alian e Yves entraban en cada una de las puertas. Una tras otra fueron encontrando más o menos lo mismo. Una cama, y un gran ventanal. Las dos primeras carecían de armarios, pero las demás sí que disponían de uno. La última, era bastante amplia y tenía incluso una gran alfombra y una silla en su interior. En general eran habitaciones muy cómodas, con camas provistas de un mullido colchón de lana, con almohadas, cortinas algunas incluso un escueto y soso tapiz en una de las paredes. No había ni una sola vela, o candelabro en ellas, ni siquiera estaban las mantas colocadas, pero aun así eran acogedoras.

La ultima puerta, la que no daba a la pared izquierda, estaba al final del pasillo. Esa puerta estaba reventada, habían forzado la cerradura metálica, probablemente con un hacha o un fuerte golpe que había astillado el marco. Sin embargo no había nadie dentro. Se trataba de un pequeño cuarto que seguramente el dueño usaba a modo de almacen. Estaba todo revuelto, solo habían dejado un par de mantas, media docena de sabanas tiradas por el suelo. Tambien habia una especie de estufa montada sobre una carretilla. Al parecer hasta eso era un negocio, si querías calor en la habitación, pagabas y te llevaban una a tu cuarto. Eran demasiado pesadas como para llevárselas.

Ahora estaban seguros de que nadie los acompañában, sin embargo de igual modo, tenían la certeza de el lugar había sido saqueado. No sabían que podrían haberse llevado, pero desde luego allí no quedaba mucho.

Estaban allí abajo, en una cueva escavada a la roca, hábilmente se habían hecho habitaciones cuya única entrada daba al largo pasillo, casi cincuenta metros. Los ventanales de las habitaciones eran muy grandes y solo se podían abrir por una compuerta deslizable hecha del mismo cristal y montada en un bastidor de madera. Fuera no se veía nada, solo la oscuridad que poco a poco iba difuminándose con unos rayos de sol que no eran capaces de abrirse paso entre las nubes.

No había más entrada que las escaleras, o al menos no vieron ninguna otra. Ahora solo quedaba decidir el siguiente paso. Tenían que descansar, pero también querían investirgar con mas detalle las cosas que había en esa extraña posada. Extraña por la disposición de las habitaciones, alejadas del salón principal que estaba en otro edificio. Estaban realmente cansados y debían recuperar fuerzas antes de saber lo que les acontecería el día siguiente. Tal vez cuando se levantasen el resto ya se habría marchado, quizás fueran ellos los que despertaran al otro grupo. Eso suponiendo que alguna vez quisieran volver a juntarse.

RESOLUCION TURNO 918
 

El enano no encontró a Yves por ningún lado, y los caballos de los ailgrathas no estaban. Eso solo podía significar una cosa, y era que se habían marchado juntos, ¿pero dónde?.

Draupner busco huellas sin éxito. Vio hacia donde se dirigían las más recientes, las de los caballos sobre todo, al sur. Pero con la lluvia era casi imposible seguir el rastro, las pisadas desaparecían en el barro, o quedaban ocultas por los charcos.

No se estaba mojando en exceso, pues llevaba puesto la manta embreada. Esta hacia que el agua resbalase sin llegar a calar sus ropas, pese a ello, aun estaba mojado, no había podido poner a secar sus ropas.

El naugrim volvió hacia el edificio, terminaría su guardia y dejaría que el siguiente buscara a los dos exploradores y a Yves. Se acerco tranquilo a la puerta y llamo para que Groal supiese que era él y le abriese.

RESOLUCION TURNO 918
 

Llamaron a la puerta, era la señal convenida. Groal se levanto y fue a abrir al enano. Este entro rápidamente, aunque la lona lo habia protegido bastante, ya estaba mojado desde que entro la primera vez. No tuvo la oportunidad de estar ante el fuego para que sus ropas se secasen lo suficiente.

El enano entro y relevo a Groal, el resto de su guardia la haría el mismo. El beornida agradeció el gesto y se fue a acostar. No estaba realmetne cansado, pero el camino, la humedad hacían que el apetecible fuego invitara al reposo.

Habia muchas preguntas, pero el enano no tenia cara de buenos amigos, seguro que el dia siguiente traería nuevas y mejoradas fuerzas y con ellas algo de cordialidad y sosiego. No habia sido un final de viaje agradable. Los ailgrathas se habían marchado, Yves también, pero era el momento de descnasar.

A Gelion no le molestaron en el momento del cambio de guardia. No le tocaba hasta la tercera y por ello descansaba tranquilo ajeno a los devenires del exterior de sus sueños.

Su pecho se movía acompasado, arriba y abajo y apenas se movía. Estaba profundamente dormido.

Todo seguía igual.

Turno 919

No se hubo terminado de dormir del todo, tras desvelarse por el calor, cuando escuchó la señal de la puerta. Solo podía tratarse de Draupner. Así que, Ilidan pudo al fin relajarse por completo para dedicarse por completo a descansar sin tener que preocuparse, o al menos bastante menos, de tener sorpresas por la noche.

ZZZZZZZZ!!!! GRRRR!!! TRJEMMMM!!! ZZZZZZZZ!!!! CERVEZA!!! ZZZZZZZZ!!!! GRRRR!!! TRJEMMMM!!! ZZZZZZZZ!!!! 

Turno 919

Temüdyin se revolvia bajo la manta. Tiritaba y a la vez sudaba a mares. Sus sueños, o más bien pesadillas, se sucedian una tras otra.

Turno 919

-Bien. - Asintió Fréagulf cuando terminaron de revisar la última habitación, aquel almacén que habían saqueado sin pudor alguno. - Parece que estamos solos en el lugar. - Envainó la espada y respiró aliviado por primera vez desde que habían entrado allí. Mientras revisaban las habitaciones y comprobaban que no había nadie había ido relajándose moderadamente a cada habitación que dejaban atrás, cuando vio los pocos restos que habían dejado en el vacío almacén se sintió completamente tranquilo.

-No creo que los sagath estén detrás de esto. Ellos hubieran quemado el edificio, estoy seguro. - Por lo que le había contado Chaka anteriormente sobre las costumbres de sus enemigos estaba convencido de que no habían sido ellos. - Y me atrevería a suponer que quienes hicieron esto fueron los mismos que mataron al posadero. - Declaró.

Había tomado la iniciativa de aquel grupo de "renegados" pero no quería ser tan autoritario como Draupner así que dejó un par de cuestiones en el aire para que entre los tres llegaran a un consenso. -Me gustaría investigar lo sucedido, tal vez podamos sacar pistas sobre la autoría de este crimen y si nos vamos a dormir ahora podemos acabar destruyendo pistas sin quererlo. ¿Qué os parece?. ¿Echamos un vistazo o nos vamos a descansar?. -También era cierto que aquel día había sido largo y tenso y podían aprovechar para dormir en unas habitaciones secas y confortables. No sabía que harían al día siguiente, pero tampoco quería ponerse a discutirlo ahora.

Sí que aprovechó para preguntar sobre la puerta. -¿Atrancamos la puerta de entrada o montamos guardias?. -Lo preguntaba en referencia a que sabía que el otro grupo querría entrar si daban con esta parte del edificio. - No obstante aunque atranquemos la puerta uno debería dormir cerca por si tratan de forzarla.