Partida Rol por web

|JUGADA MASTER|

Todos estaban ya a bordo del barco donde se celebraría aquella estupenda boda, muy esperada por todos.
La cubierta del barco estaba ya preparada con unas sillas colocadas estratégicamente, justo enfrente del arco donde Markwolf y Hanless se dirían el "sí, quiero".
Muchos de los presentes habían elegido ponerse los trajes que les había sugerido el señor oscuro, y algunos quizá habrían elegido ponerse ropa propia, aunque esos deberían esperar a recibir una bonita reprimenda por parte de su señor al acabar la ceremonia.

El cura recibió en sus manos las coronas que Markwolf había mandado hacer para la ocasión, y se las colocó en la cabeza a ambos, comenzando a recitar fragmentos del libro sagrado que tenía en sus manos.
Tras declararles marido y mujer, vinieron los festejos.
Los viejos sirvientes de la casa lúgubre servían la comida y la bebida, a pesar de que con esas mismas manos que servían, se limpiaban los moquillos que les colgaban de la nariz.

De repente, un cañonazo golpeó el barco, provocando que todos los presentes perdieran el equilibrio y cayeran al suelo. El primero en levantarse fue Markwolf, que miró hacia el horizonte, donde pudo comprobar el origen de aquel cañonazo.

El barco-castillo, aquel que tantos recuerdos le traía, había llegado hasta allí para fastidiarles el día...
- ¡Rápido, tomaros esto!- gritó Markwolf, haciendo aparecer por arte de magia tres pociones para dárselas después a Mefiroth, Jairon y Victoria-. Esto os proporcionará un rostro distinto al vuestro, para que no os descubran... Pero recordad que es provisional, sólo dura un par de horas... Aún no pienso permitir que os vean vuestras caras, pues tengo planes para vosotros- les informó, girándose hacia los encapuchados-. Vosotros dos, encargaros de que no se lleven a la reina.
El resto de los encapuchados llamaron de inmediato a sus dragones, en los cuales montaron.

- ¡Arqueros, preparados!- gritó una voz de mujer, la voz de Farilynn. Había mandado algunos hombres de su guardia a las torres más altas para utilizar los arcos. Debido a la gran velocidad del barco, en unos minutos habían conseguido acercarse lo suficiente al enemigo-. ¡Descargar!-.
Un montón de flechas salieron en dirección al barco donde se estaba celebrando la feliz boda, y muchas de ellas dieron de lleno en algunos encapuchados que seguían esperando sus dragones.

- ¡Dragones preparados!- gritó Markwolf, cuando los animales llegaron ya a sus dueños vivos-. ¡Adelante!- ordenó, viendo como se encaminaban hacia el barco-castillo, escupiendo fuego.
Por desgracia para él, lo único que podía arder era la cubierta, pues el castillo estaba hecho de piedra.

Dana, la profesora de adivinación, seguía con Kith en sus aposentos y se asomaron a la ventana de inmediato, al escuchar los gritos.
- Sabía que algo iba a pasar... Vamos, tenemos que bajar a la cubierta- dijo la profesora, cogiéndole la mano al muchacho y saltando por la ventana. Parecía que se iban a estampar contra el suelo, sin embargo, lo que estaban haciendo era volar.
La profesora apuntó con la palma de sus dos manos a un dragón que sobrevolaba el barco y estaba causando mucho daño a su estructura. Se concentró al máximo y de sus manos salieron dos rayos de electricidad, que hicieron caer al encapuchado y su dragón al mar.

Mark, el director, repartió a todos los aprendices unos arcos y unas flechas, para que colaboraran con los arqueros de las torres hasta que se acercaran lo suficiente al barco y poder subir a él.
La batalla era inminente... Hasta que los barcos se pusieron en paralelo, muchos de los encapuchados y encargados de la guardia de la princesa, murieron en el intento de salvar a los suyos... Pero ahora les tocaba a las jóvenes promesas demostrar de qué pasta estaban hechos... Yuka, era una de las que tenía muchas ganas por demostrarlo, pues había tenido que traerla Frank (el jefe del consejo elfico) a lomos de un dragón.

La batalla había empezado y yo no estaba en ella eso no se podía consentir.

Salí corriendo de mi habitación y me fuí derecho a la sala de entrenamiento donde cogí mi hacha favorita y una cuantas hachas pequeñas para lanzar. El hacha grande me lo colge del arnes de la espalda y las pequeñas en el cinto.

Una vez preparado subí a una de las torres más altas, en donde solicitaría instrucciones.

[Barco de la boda]

Al ver la situacion en la que nos encontrabamos senti como la adrenalina me corria y me hacia exaltarme queriendo acabar con todo este alboroto, pero logre conservar la calma y tome la posion que Markwolf nos dio... empese a sentir los cambios.

Mire a mi alrrededor para tener en cuenta todo lo que estaba sucediendo... Vi como los arqueros lanzaban flechas a un lado del barco y derrepente oigo el romper de un rayo que aremetio contra uno de los dragones... Mire a los arqueros nuevamente, camino hacia una de las puertas de la casa, poniendome en medio de la misma, para asi poder cubrirme de cualquier cosa.

Empese a consentrarme y a mover las manos... Poco a poco un aura oscura salia de mi arropando un espacio muy pequeño pero revelando el poder que escondia en mi interior... Puse toda mi consentracion en hacer que las nuves se juntaran y los vinetos empezaran a agitar los barcos... esto con le proposito de dificultar las cosas para los mendigos aquellos... si nos van a atacar tendra que ser de lejos pero no pdran entrar aqui...

| Barco de la boda |

Todo estaba saliendo con mucha normalidad. Demasiada... Cuando todo empezó a complicarse no me alarmé demasiado. Tomé la poción que Markwolf me ofreció y noté algunos cambios en mi cuerpo. El arco no era lo mio así que no cojí ninguno para apollar a los arqueros, me resguardé cerca del lado por donde se acercaban los enemigos por si nos abordaban atacar lo antes posible.

Se predecia una dura batalla, el olor a muerte era inminente esto no iba acabar bien. La oscuridad se cernía sobre nuestros cuerpos.

Cuando llegué a la torre, tube una plena visión de lo que estaba sucediendo, en la torre habia arqueros lanzando en primer ataque, el cielo cada vez se hacía mas oscuro, las nubes se juntaban y un cierto viento empezaba azotar al mar que hacía que el agua azotara a los barcos. Pude dislumbrar de donde proceia tal poder un aura negra se levantaba sobre las cabezas de los combatientes.

Intentaba encontrar a algun profesor pero no visualizaba a ninguno, hasta que vi a Dana y cerca de ellá un dragón callendo.

DAAAAAAAANAAAAAAAAAAAAAAAA, grité con esperanza a que me oyera a pesar de que estaba en pleno vuelo, QUE DEBEMOS DE HACEEEERRR.

Una gran tensión recorria mi cuerpo, cada uno de nosotros podríamos morir en cualquier momento y eso me excitaba...

|Cubierta del barco|

Vi que del barco donde se estaba celebrando aquella boda forzada, emergía un aura muy oscura, demasiado oscura...
De nuevo levanté mis manos y, con las palmas de éstas apuntando al joven que la había provocado (Mefiroth), me concentré en evitar que el hechizo que estaba intentando realizar no surtiera efecto.
- ¡NO CONSEGUIRÁS REALIZAR NINGUN HECHIZO MIENTRAS YO ESTÉ AQUÍ, MALDITO TRAIDOR A LA SANGRE!- grité, cuando empezaron a hincharse las venas de mi cuello-. ¡Arioch, seguir lanzando flechas!

Dana me ordenó seguir lanzando flechas, la observe como intentaba contrarrestar el hechizo, cogí un arco y un carcaj y apunte al aura negra debía de ayudar o por lo menos intentar facilitar las cosas a Dana.

Grité a los arqueros de mi torre, APUNTAD AL HOMBRE QUE PROYECTA EL AURA, APUNTAD BIEN Y DISPARAD.

Cargue el arco y secundando las clases del tiro con arco me concentre en el obejetivo y rapidamente solte la flecha, rezando xk diera en el blanco...

[ Cuarta Planta - Junto a la Princesa Farylinn ]

El cañonazo no me tomo de sorpresa, y el movimiento continuo del barco no me ha pillado desprevenido, ante las sabias palabras de la princesa. Ha comenzado ya el ataque, y lo único que lamento es no tener tiempo para avisar a Cambaral que me acompañe... espero que él piense lo mismo que pienso yo y acuda junto a mí a proteger a la princesa Farilynn.

Me muevo con total celeridad por los pasillos y escaleras del barco-castillo a medida que mi mente trata de contactar con Rakkir que se encuentra sobrevolando nuestro recorrido a varios cientos de metros sobre el barco. Cuando logro contactar con su mente, él ya se ha dado cuenta de cuales son mis intenciones. Tras unos segundos, me encuentro junto a la Princesa Farilynn, que se encuentra comandando a algunas de sus tropas que atacan a otro barco... ¿De quién será ese barco? Al parecer están celebrando una boda...

Rakkir se une a mí junto a la princesa y mi mente ya se encuentra unida a él. Mi concentración llega su mayor explendor en pocos segundos, y una aura de protección comienza a envolverme a mi, a mi mascota y a la princesa. No sé los poderes que puede tener o que tan poderosa es Farilynn, pero creo que toda ayuda es necesaria.

- Hola, Princesa Fairlynn. - Le digo a nuestra directora. - Espero que al terminar la batalla nos de una explicación. - Termino la frase mientras una cúpula semitransparente nos cubre como una pelicula a los tres.

|Cubierta del barco|

Miré de reojo a Walgior, que estaba a mi lado. El anuncio de nuestra relación sentimental había sorprendido a muchos y molestado a otros cuantos... Entre ellos el director del internado, que parecía haberse distanciado de mi.
Le apreté la mano al joven elfo, demostrándole que estaba más nerviosa por el anuncio que por la batalla.
- ¡Seguir lanzando flechas, arqueros!- ordenó la princesa, haciendo señas con la mano que tenía libre. De repente, se acercó Sirius-. Es una explicación sencilla... Venimos a rescatar a la reina Hanless.

|EVALUACIÓN DE JUGADAS|

El intento de Mefiroth por unir las nubes y crear una ventisca, no surte efecto. Lo único que consigue es hacer que desaparezca el claro que había encima de sus cabezas, volviéndose todo más oscuro, ya que el contrahechizo de Dana funciona a la perfección pero llega un poco tarde.

El lanzamiento de la flecha de Arioch pasa rozando la pierna, provocándole a Mefiroth una pequeña herida que le hace gritar del dolor.

El encantamiento de protección realizado por Sirius no se sabrá si surte efecto o no hasta que alguien ataque a la princesa... Y de momento, no se estaba dando el caso.

[CUBIERTA DEL BARCO]

Recibí el arco y las flechas deseando que llegara pronto la lucha cuerpo a cuerpo, que se me daba infinitamente mejor. De pronto reparé en los dragones... Eran un enemigo mucho más peligroso que cualquier otro a mi alcance, así que apuntando hacia el cielo seguí la trayectoria de uno de ellos durante unos instantes, con la cuerda tensa y la concentración al máximo, calculando la velocidad de su vuelo, el rumbo que estaba siguiendo, y cada cuando batía las alas.

Justo cuando estaban en lo alto, apunto de volver a bajarlas, calculé que sería el momento preciso para que mi flecha llegase cuando el jinete estuviese a tiro. Disparé. Y sin perder un instante, saqué una nueva flecha, aguardando un par de segundos a ver el resultado antes de buscar el siguiente blanco.

"No es inteligente intentar matar a alguien y luego perderle de vista", recordé.

Me encantaba sentir la adrenalina recorrerme. El corazón me golpeaba contra el pecho, todo mi cuerpo estaba en tensión, la respiración era agitada... Pero mi cerebro se mantía despierto, despejado, atento a cada movimiento a mi alrededor.

BARCO DE LA BODA

Sentia como mi aura oscura llenaba la zona, pero algo paso, no se que pudo ser pero senti otra aura que evito continuar progresando con mi hachiso... rapidamente y casi de inmediato senti como una flecha pasaba muy serca demi, lo suficiente para hacerme una pequeña herida que interumpio mi consentracion...

Resisti parado el dolor, y trate de divisar el objetivo... no estaba muy seguro pero sentia el aura que me habia detenido le hechizo.

Rapidamente me resguarde en la casa para que ninguno me viera... empese a conjurar un hechiso murmurando unas palabras que poco a poco empezaron a hacer que mis ojos se llenaran de oscuridad y que a mi alrrededor se hiciera un remolino de aura oscura, tan fuerte que me permitia flotar unos metros por ensima del piso... ya casi finalizado empezaron a fluir rayos de electrisidad a mi alrrededor... la magia era tal que sin tocar mis bastones estos se ensendierron...

Ya estaba listo solo faltaba el ultimo paso para que esta modalidad continuara, cerre los ojos y murmure en idioma desconosido trespalabras. Sabia que la sala de la casa se habia tornado añicos en sentido figurado, quedo un desastre todo rodando por el piso.

Monto en Rakkir al oir las palabras de la princesa. ¿A rescatar a la reina Hanless? Hum... eso no se me habría ocurrido... y pensándolo bien... ¿Quién es la Reina Hanless? Dios, creo que tengo que estudiar mucho más historia de la magia... una pregunta como esa en un examen...

Sacudo mi cabeza para volver a concentrarme en la batalla. Rakkir y yo continuamos unidos mentalmente y sus ojos permiten ver a los míos todo lo que ellos ven. Muchos encapuchados sobrevuelan el barco montados en dragones, pero hasta ahora son repelidos por mis compañeros que luchan en la cubierta del barco.

- No sé por que voy a decir lo que voy a decir, Princesa Farilynn, pero la protegeré con mi vida - Le digo mientras comienzo a mirar hacia todas las direcciones buscando enemigos que quieran atacar a Farilynn.

Estoy orgulloso de ti, hijo. Para esto has nacido.

Ya...

Mierda mi tiró no habia sido del todo certero y el supuesto hechizero se había cobijado.

Ví como sirius motaba en su mascota despues de hacer un hechizo defensor, no había empezado con buen píe con sirius pero se le veía capacitado para la batalla aún siendo de primero.

Parecía que tenía un objetivo claro.

SIRIUUUUUUUUUS, grité, espero que me oíga había que llegar al otro barco y el podía con su mascota.

LLEVAMEEEE CONTIGOOOOOOO, HAY QUE PENETRAR LAS DEFENSAS.

OLVIDAAA NUESTRAS DIFERENCÍAS.

[Camarote - Cubierta]

El alboroto inundó mi habitación, y abracé con fuerza a Inuki. Parecía que una gran batalla se volvía a librar en ese barco, pero esta vez no pensaba ayudarles en nada. No a alguien a quien odiaba y otro al que quería ver muerto.

Inuki: Ikki...

Ikki: Lo sé y lo siento, pero aunque intente perdonarla mi corazón no lo hará...

Inuki: Piensa no sólo en ella, sino en todos los que podrían morir hoy aquí. No seas cobarde.

Las palabras del lobo me hicieron abrir los ojos de par en par. Él nunca me había dicho esas cosas, nunca había sido tan severo conmigo.

Ikki: Realmente... Soy muy egoísta...-susurré dejando caer la cabeza.

Inuki: No; no lo eres. Por eso irás a ayudar a los que te necesitan.

Ikki: Sí... Tienes toda la razón. Vamos, chico, cuento contigo.

Ambos salimos corriendo del castillo, hasta dislumbrar una verdadera batalla. "Dragones... otra vez", Me dije mirando en todas direcciones. "Tengo que encontrar una manera de acabar con ellos, algo a lo que sean débiles. Siempre vienen con ellos, y sería muy útil hallar esa información...", pensé mirando a Inuki.

De pronto dislumbré algo que me hizo recobrar el dolor que había sentido momentos atras en el corazón. La princesa estaba luchando al lado de Walgior. Estaban juntos... Como en todo. Caí de rodillas en la cubierta, mirándolos a ambos con odio. Al final parecía que no me había recuperado del todo de aquella experiencia.

Inuki: Ikki... Sólo recuerda que te apoyo en cualquier decisión que tomes...-dijo el lobo mirándome a los ojos.

Afirmé con la cabeza y estiré el brazo un segundo hacia la pareja, un efímero segundo en el que la decisión más importante de mi vida iba a ser tomada. Aparté la mano hasta el mástil del barco de Markwolf, e intenté un hechizo de gancho, para que un gancho mágico lo suficientemente resistente se clavara en éste y me ayudara a desplazarme hasta allí.

[Cielo]

Observé asombrado cómo volábamos, agarrado a la profesora. Y más alucinado me quedé aún cuando paró perfectamente el hechizo de uno de los enemigos. Escuché debajo a la princesa informar del objetivo. "Un rescate...", pensé.

Kith: ¡Yo también ayudaré!-le dije, confiado- ¡Akamaru!

El perro respondió con su típico gruñido y apunté con la mano que tenía libre a la que parecía la reina de la que la princesa había hablado. Si había una manera de salvarla, esa era desde el aire, donde nadie se lo esperaba. Intenté conjurar una cuerda que la sujetara para llevármela, aprovechando el caos. Me concentré en Akamaru hasta sentir el calor al que ya estaba acostumbrado y luego en el hechizo, mientras apuntaba a la reina.

| Cubierta del barco |

Contemplo la batalla desde al lado de Farilynn, en espera de mi oportunidad para atacar. El arco aun no lo dominaba lo suficiente, lo unico que haria seria malgastar flechas. Mi espada estaba ya en mi mano, sujetada con fuerza y estaba muerto de ganas en abordar y empezar mi verdadera lucha. No paraba de fijarme en los tripulantes del barco enemigo, sus movimientos, sus posiciones... Mi objetivo era abrirme paso entre ellos y llegar a donde Markwolf y la reina se encontraban. Parecía ser una tarea complicada.

Cubierta del barco
Llevaba un buen rato en cubierta, desde antes del ataque, y todo se sucedió muy rápido.
Me agaché y pegué mi espalda a la borda para cubrirme de los proyectiles que el enemigo disparaba. Agarré con fuerza mi bastón de mago, sintiendo como la adrenalina fluía por mi ser, agitándome, confiriéndome el valor para luchar y la fuerza para aguantar.

Me incorporé súbitamente. Vi a Arioch encaramado a la torre disparando con un arco. Grité tan alto como me fue posible:

-"¡Arioch! ¡Dame fuego!" - Esperé que nuestras rencillas quedaran a parte durante la batalla.

Seguidamente apunté a la cubierta del barco enemigo y formulé el hechizo "grasa", esperando que el enano entendiera lo que le había pedido.

|EVALUACIÓN DE JUGADAS|

La flecha de Cambaral alcanzó al dragón por debajo del ala derecha, y provocó que este soltara un gruñido de dolor, mirando directamente al causante de éste.
Al localizar al pirata, no dudó ni dos segundos en lanzarse contra él... Cambaral recibe un zarpazo en el pecho, que le hace caer de culo al suelo, pero Dana consigue convocar un hechizo que sirve como repelente de enemigos, que hace al dragón girar sobre sí mismo, haciendo caer al jinete, un encapuchado.

Mefiroth, pese a su intento de aumentar su concentración y su poder con respecto a la magia (sin tener en cuenta que está herido y que la magia consume más fuerza cuando lo estás), no consigue realizar bien su hechizo... Consigue hacer un efecto contrario, que es fatigarse y agotarse más de lo que está, teniendo en cuenta que la noche con Victoria había sido bastante movidita y eso también le provocaba mayor cansancio. Son las consecuencias de una noche loca...

A pesar de que los barcos aún no estaban en paralelo y que estaban a bastante distancia, la conexión de Ikki con su mascota y sus repentinas ganas de luchar, consiguieron invocar un gancho que se clavó de inmediato al mástil del barco donde hacía unos minutos se había celebrado la boda.
Los barcos cada vez se iban acercando más y más, facilitando el traslado de Ikki al barco enemigo.

Kith, aún en el aire con la profesora Dana, invoca una cuerda para sujetar a la reina Hanless, y se resuelve con éxito.
Una cuerda aparece de la nada, agarrando a Hanless por la cintura y comenzando a elevarla por el aire, para sorpresa de los dos encapuchados que la vigilaban.
- ¡No puede escapar!- gritó la voz de Markwolf, haciendo señas a un encapuchado que volaba con su dragón, y éste, sin mediar palabra, sujetó con fuerza a la reina y el dragón, con una pequeña llamarada, incendió la cuerda.
Si Kith quería rescatarla, tendría que ideárselas...