Partida Rol por web

|JUGADA MASTER|

Los días y los meses pasaron... Las cosas no cambiaron demasiado desde el último enfrentamiento...
Se acercaba el invierno y ya empezaba a notarse el frío acechando a los protagonistas. Por la noche, la temperatura descendía notablemente, haciendo prácticamente imposible cualquier excursión nocturna.

|En el internado...|

Las cosas entre la Reina Farilynn y Walgior no habían mejorado, al contrario. Su relación parecía estropearse cada vez más, sobretodo desde que se rumoreaba por el internado que Farilynn mantenía una relación en secreto con Risk, el mago que había logrado rescatar a Dana y Annette.
Ésta última fue la encargada de hacérselo saber al joven Walgior, a pesar de que no se llevaban demasiado bien.
- Farilynn se ha dado mucha prisa en reemplazarte por otro, ¿no? - le preguntaba la joven Annette, diez minutos antes de dejar a Walgior sólo con sus pensamientos.
El chico se encontraba en el vestíbulo, viendo como los alumnos salían al jardín para aprovechar los últimos rayos de sol.
Al mismo tiempo, Farilynn descendía por las escaleras que la llevaban a la misma estancia donde se encontraba el joven elfo, e iba acompañada de Jack y Risk.
La Reina llevaba puesto un vestido de terciopelo, de color gris, que le quedaba totalmente ajustado a la cintura y caía en una larga falda hasta los pies. Las mangas del vestido eran de raso, de color negro, que hacía resaltar su cabello plateado cayendo por encima de sus hombros.
Risk iba vestido como siempre, con una túnica marrón cubriéndole gran parte del cuerpo y Jack, fiel también a su estilo, llevaba puesta una túnica muy parecida a la de Risk pero de color gris.
Parecían mantener una conversación muy interesante, porque ninguno de los dos perdía detalle de lo que Farilynn decía.
- Gracias por el detalle que tuviste en el funeral de Peter- le decía la reina a Risk, con una leve sonrisa. Parecía estar cansada y no haber dormido bien la noche anterior.
El funeral de Peter, celebrado meses atrás, había sido muy emotivo para todos aquellos que le adoraban. Risk, se había encargado de avisar a todos los hechiceros de su entorno para que acudieran al lugar y le rindieran un bonito homenaje.
La tumba del fallecido hechicero, había sido creada en piedra y cristal, para que el tiempo no estropeara su cuerpo y todos le recordaran como el héroe que consiguió ganar la batalla en el internado.
- Fue un placer para mí, ya lo sabe- contestó Risk, con una sonrisa, casi oculta por culpa de su poblada barba, al mismo tiempo que le guiñaba un ojo-. Pero debemos estar alerta, no podemos perder ningún aliado más o estaremos perdidos-.

Saliendo del comedor, después de terminar el almuerzo, se encontraba la profesora de adivinación. Dana, a la que le había costado mucho adaptarse después del secuestro sufrido por Markwolf, estaba casi totalmente recuperada. Era una experiencia que le había pasado y que le seguiría pasando factura a lo largo de los años, pues estaba claro que no era la misma. Su miraba estaba perdida, como si continuamente estuviera inmersa en sus pensamientos o en sus recuerdos.
Se mostraba siempre muy agradecida con Jack y Risk, incluso sentía que tenía la obligación de ayudarles para el resto de sus vidas...
Vestía con un traje negro con bordados dorados que le arrastraba por el suelo. Sus hombros quedaban al descubierto, mostrando su pálida y suave piel. Las mangas, sin embargo, le cubrían completamente los brazos. El cabello lo llevaba recogido en un elegante moño y sus ojos estaban muy resaltados, pues se había perfilado los ojos con una gran raya negra. Sin duda, Dana había cambiado mucho.
En ese momento, Fistandantilus se encontraba bajando las escaleras hacia el vestíbulo, preparado para aprovechar el tiempo libre del que disponían.
La profesora de adivinación se había distanciado bastante del joven, provocando en éste un desconcierto al ver su nuevo comportamiento.

Lilith, después de que unos meses atrás viera en su mente cómo la Reina Farilynn era asesinada, había visto más sucesos extraños. Al mismo tiempo que Farilynn era asesinada, una chica morena despertaba de lo que parecía ser un eterno sueño.
Aquellas visiones atormentaban a Lilith cuando menos se lo esperaba, incluso en sueños. Cada vez se repetían más y con mayor claridad, aunque nunca llegaba a ver el rostro de la persona que le asesinaba.
Ella y Naida se habían hecho amigas en los últimos meses, pues ya habían coincidido más veces en el internado, después de que se encontraran al terminar la última batalla.
Ambas se encontraban en el comedor, terminando de almorzar, al igual que Hëndel y Sirius.

Ellos tampoco se habían separado el uno del otro, y Hëndel ya parecía recordar todo su pasado. Las enfermeras habían hecho un gran trabajo el día de la batalla, pues la rapidez y la precisión de su curación había sido muy importante para su posterior recuperación.
Mantenían una conversación animada, sobre lo mucho que habían avanzado todos en las clases.
Ya empezaba a notarse el nivel que cada uno iba obteniendo según su grado de implicación en las asignaturas y en las prácticas fuera de horas de clase.
El comedor aún estaba lleno de gente que había llegado más tarde a almorzar... Allí, también habían muchos profesores: Rick, Camflet, incluso Meirith, tan radiante como siempre.
Se rumoreaba que Farilynn iba a dejar la dirección del colegio y que, muy pronto, se nombraría al nuevo director. Las malas lenguas aseguraban que, debido a su historia amorosa, su sucesor sería Risk.

|En la casa lúgubre...|

Se encontraban todos en el comedor, almorzando para recargar energía y continuar con el día.
Cassandra, contenta por el gran progreso de los muchachos, había decidido darles el día libre a los aprendices, para disfrutar de los pocos rayos de sol que aparecían en aquel invierno frío.
Sin embargo, en los últimos meses, Markwolf había decidido no almorzar junto a los demás, debido a que se pasaba todo el tiempo al lado de Victoria. No se separaba de ella ni un sólo segundo desde la batalla, esperando con ansia que abriera los ojos para así poder cumplir su promesa.

Jairon había seguido con sus visiones sobre el asesinato de Farilynn y la recuperación de Victoria, pero seguía sin darle importancia. Estaba demasiado ocupado pensando en sí mismo para ocuparse del resto. Así era la personalidad de Jairon.
A pesar de las apariencias, el joven no dudó en contarle a Markwolf con todo detalle lo que veía en sus visiones.
- Gracias por la información... No estoy seguro de que sean visiones reales del futuro, de lo que vaya a suceder, o si depende de algún factor en concreto... Pero gracias por avisarme sobre esto, lo tendré en cuenta e intentaré investigar para confirmar nuestras sospechas- le dijo Markwolf en su día, mostrándole todo su respeto con una pequeña reverencia realizada con la cabeza.

Neith, a pesar del frío que amenazaba con congelar la casa lúgubre, había decidido vestirse más fresca que nunca. Su corta falda le llegaba por las rodillas y un pequeño corpiño cubría el tronco, dejando al descubierto una piel suave y fría, dejando a relucir el reciente crecimiento de sus pechos.
La joven sonreía y le guiñaba un ojo a Mefiroth, que seguía tan atractivo como siempre. Ambos se dedicaban a jugar de vez en cuando el uno con el otro y, aunque se utilizaban mutuamente, a ninguno de los dos parecía importarles.
Cuando ella necesitaba divertirse, no tardaba ni un minuto en buscar a Mefiroth, que se había ganado la fama de ser el más atractivo de la casa. Incluso Cassandra, que parecía tener una cierta debilidad por Jairon, le guiñaba un ojo de vez en cuando.
- Quiero brindar por vuestro gran progreso y por los buenos resultados que están dando los entrenamientos... Además, vamos a pedir a los dioses que ayuden a Victoria, para que pueda volver con nosotros- dijo la hechicera, levantando una copa de vino, invitando a que los demás hicieran lo mismo con las suyas.
Las viejas y gruñonas cocineras, seguían igual de bordes e impertinentes que siempre, aunque tampoco era de extrañar viendo el trato que recibían de sus dueños.

| Vestíbulo |

No creia o no quería creer lo que aquella impertinente de Annette me dijo. Me lo negaba una y otra vez en mi cabeza aunque me doliese pensar que era posible. " Vamos, estúpido, ¿de verdad creias que estaba enamorada de ti? Risk es un gran hechicero con mucho que ofrecer, no un joven inutil que solo sabe levantar la espada y dar mandobles. " Parecía que el destino quería hacerme sufrir, ví bajar a Farilynn por las escaleras, acompañada por Risk y Jack. Queria acercarme y hablar con ella, pero no era capaz, por lo menos ahora no. Me quedé mirandola descaradamente, directamente a sus hermosos y cautivadores ojos. ¿De verdad que todo habia acabado? Esta mirada suplicante era lo unico que me quedaba. " Por favor, Farilynn, acercate por ultima vez ami... "

| Comedor |

Brindé con los demas, sin mucho entusiasmo pero sin dejar que se note. Dí un largo trago y me senté de nuevo para seguir comiendo. Los meses se me estaban pasando realmente rápidos, el unico impedimento son las incordiosas visiones que me atormentan alguna que otra vez... Confiaba en que Markwolf de verdad estuviese buscando información. Eché un vistazo a la mesa, deteniendome por un largo rato en los bonitos y crecidos senos de Neith. " Mmmm... Estupendo " en mi rostro se dibujó una sonrisa divertida, luego me dí cuenta que estuve demasiado rato con la mirada fija en aquel lugar y la aparté despacio hacia la atractiva Cassandra. A lo largo de los meses tuvimos varios momentos subidos de tono pero nada más... Una autentica pena...

|Vestíbulo|

En ese momento, bajaba con Jack y Risk, mientras hablábamos del funeral de Peter, pero algo me apartó de la conversación.
Walgior nos miraba, aunque más concretamente me miraba a mí. Por alguna extraña razón, escuche su voz dentro de mi cabeza, pidiéndome que me acercara a él por última vez.
¿Por última vez?, pensé. No sabía de qué quería hablar ni tampoco a qué venía aquel rostro de tristeza.
- Si me disculpan, caballeros...- les dije a mis acompañantes, a la vez que me separaba de ellos poco a poco para acercarme a Walgior-. Ehm... ¿Sucede algo? No tienes buena cara- le pregunté, intentando adivinar un poco el tema que quería tratar.

|Comedor|

Estaba a gusto con la ceremonia, mire sin mucha importancia y sin dedicar asombro a todo el lugar y al divisar a Neith, me acerque y senté a su lada. Le dedique una muy profunda mirada a sus pechos que ya ansiaba tener en mis manos y le mira a la cara con aspecto pícaro.

Al escuchar a Cassandra tome mi copa y la alcé sin pararme de la mesa, estaba con los pies sobre la mesa y con ellos me columpiaba sobre la silla. Me era indiferente las opiniones de los demás solo quería estar a gusto.

Debes en cuando pasaba por las estancias de Victoria para preguntarles a los guardias sobre sus avances, aun estaba preocupado por ella y su destino. Estaba orgulloso de mis progresos y de la extraña pero muy placentera relación con Neith.

|NOTA MASTER|

Buenas a todos.

Quería pediros que si alguno de vosotros quiere apuntarse a la actividad extra que realizaré fuera de la partida de rol para aumentar puntos de habilidad a vuestros personajes, puede solicitar una plaza en la escena llamada "Off-topic".
Esta noche o mañana abriré la nueva escena con los participantes que se hayan apuntado (si ya hay alguno). Os prometo que será divertido y será utilizando el mismo sistema de posteo que utilizamos en la partida, así que no os preocupéis por nada.
Si queréis aumentar puntos de habilidad, que os vendrán bien de cara a la recta final, ya sabéis donde apuntaros. Me indicáis vuestro personaje (si tenéis varios), indicando que queréis participar.

Un saludo y gracias de antemano.

[Vestíbulo]

Al bajar las escaleras ví a Dana saliendo del comedor.  No entendía qué le pasaba.  Parecía que cuanto más intentaba acercarme a alguien, más huían de mí.  Poco a poco me daba cuenta de que mi actitud al llegar al internado - separatista, hosco... borde - era la que más me convenía.

La miré, sentía pena por la pérdida de su atención.  Al contemplarla mi sentimiento transmutaba.  Poco a poco se iba convirtiendo en decepción... el pulso aceleraba.  Sentía rabia.  Quizás porque no entendía qué había pasado, o qué debería haber hecho.

Entonces llegó la ira.

Mi respiración - profunda, acelerada - denotaba mi ansiedad.  En pocos segundos se hizo en mí la necesidad de canalizar el enfado de todo mi ser.  La sangre me hervía.  La mano con que cogía el bastón empezaba a calentarse.  Sin duda mi magía reaccionaba a los sentimientos del cuerpo que la contenía.

Levanté el bastón y golpeé fuertemente el suelo procurando imbuirlo de las sensaciones que me embargaban.

El golpe fue tremendo.  Un calambre subió por todo mi brazo, sentí un vahído, náuseas.  Me fuí a la puerta, buscando un poco de aire libre que despejara mi mente.

[ Comedor - Parque ]

- Vamos. No perdamos más tiempo. - Le digo a Hëndel al mismo tiempo que le cojo una mano y salimos fuera del castillo, para sentarnos en la hierba junto a uno de los árboles que allí se encuentran.

Es hermosa. No puedo dejar de mirarla. ¡Y ahora ha recordado todo por fin! ¡Rakkir está completamente curado! ¿Qué más puedo pedir?

La verdad que después de tantos problemas y después de tantas luchas, el cautiverio, las muertes... todo parece estar solucionando. Aunque también me pregunto cuanto tiempo tardaremos en meternos nuevamente en problemas.

Las fuerzas de Markwolf han resultado mermadas gracias a la acción de todos, pero el enemigo es vengativo, y no se quedará de brazos cruzados ante lo sucedido.

Deja de pensar en eso, Sirius. Piensa en Hëndel.

Vuelvo a mirarla a los ojos, mientras sonrio.

|Comedor|

Sonreí al ver la expresión en el rostro de Jairon y en el de Mefiroth. Ambos estaban anonadados por la presencia de Neith y la mía.
- Tenemos razones para pensar que el largo sueño de Victoria se debe a algún factor externo que aún desconocemos... Hemos pensado en varias posibilidades; una de ellas es que alguien deba morir en su lugar... Tengo entendido, que la magia más antigua y la más respetada es la magia ancestral. Sólo es una suposición mía, pero pienso que se debe al amor que alguna vez sintió Markwolf por dos mujeres: Victoria y Farilynn- expliqué, sin bajar el brazo que sostenía mi copa de vino-. Tenemos motivos para pensar que Farilynn debería morir para poder recuperar a Victoria, pero es algo que deberemos confirmar antes de arriesgarnos... El otro factor podría ser las pocas ganas de vivir de la muchacha, ya que últimamente no parecía ser feliz- comenté, bebiendo otro trago de mi copa de vino-. Cuando sepamos algo seguro, os lo comunicaremos y actuaremos en consecuencia- terminé de decir, a la vez que le guiñaba un ojo a Jairon. Si no hubiera sido por sus visiones, jamás hubiéramos pensado en aquellas posibilidades.

|Comedor - Jardín|

Estábamos almorzando, cuando de repente Sirius me cogió de la mano y me llevó hasta los exteriores del internado. Fue entonces cuando comprendí a qué se debía tanta prisa por salir del comedor.
Pocos eran los rayos de sol que veíamos durante los últimos días... El invierno se acercaba y se hacía notar.
A pesar de que los rayos impactaban contra nuestra piel, no se notaba demasiado calor, sino todo lo contrario. Hacía un frescor que el sol no conseguía combatir.
La hierba emitía un olor muy agradable y yo agradecía cada día que hubiera logrado recuperar mi memoria, junto a todos mis recuerdos.
Era horroroso no poder acordarse de lo vivido con la persona que tenías a tu lado todo el tiempo, ayudándote.
- Ha salido un bonito día, ¿verdad?- le dije, mientras me acurrucaba a su lado, apoyando mi cabeza en su pecho y rodeando su cintura con mis brazos, aunque mis manos no llegaban a tocarse-. Aunque tampoco es bueno tanta tranquilidad... En los tiempos que estamos, la tranquilidad da escalofríos... ¿No crees?-.

|Vestíbulo|

Cuando estaba caminando por el vestíbulo, sorteando los alumnos que se apresuraban a salir al jardín para disfrutar del poco sol que nos quedaba, me di cuenta de que en mi nuca tenía clavados un par de ojos. Sin nisiquiera darme la vuelta, pude ver que se trataba de Fistandantilus.
Cuando me volteé, vi que éste se encaminaba hacia el exterior, así que decidí seguirle. Parecía nervioso y eso no era bueno para él, no ahora.
- ¡Fistandantilus, espera!- le grité, para que me escuchara por encima de las conversaciones animadas que mantenían los alumnos-. ¿Podemos hablar, por favor? Creo que ambos lo necesitamos...- le pedí, mientras le hacía unas señas con las manos para que me acompañara durante un paseo por el jardín.

[El comedor]

 Estaba en el comedor sin parar de darle vueltas a mis visiones sobre la muerte de Farilynn , no comprendia la razon de esas visiones y tampoco sabía si debía fiarme de ellas. Nunca antes me habia pasado pero era un hecho preocupante ya que se repetían continuamente. Todavía no se lo habia comentado a nadie ni siquiera a Naida, pero necesitaba decirselo a alguien y ella era la más indicada.

 - Oye Naida- dije con un poco de timidez- Me gustaria comentarte algo... sobre unas visiones que tengo ultimamente y la verdad esque me preocupan bastante....

|Comedor|

Estaba preparándome una tostada con un poco de mermelada, cuando Lilith me comentó algo de unas visiones.
- ¿Te refieres a sueños o a visiones de verdad?- le pregunté, intrigada por la nueva información que mi cerebro acababa de recibir-. Es que si son visiones... ¿Sabes que no todo el mundo puede ver las cosas?- le pregunté, mientras le daba un bocado a la tostada.

[ Jardines ]

- ¿A ti también te parece extraño todo esto? - Le digo a Hëndel mientras una de mis manos la coge por lo hombros y hago que su cuerpo se pegue más al mío.

- La verdad, si te lo pones a pensar, si que resulta extraño. ¿Cuanto tiempo de tranquilidad hemos tenido? Nuestros enemigos estarán preparándose, te lo aseguro. No podemos bajar la guardia. -

Siento como Rakkir nos sobrevuela a cientos de metros de altura. En este tiempo, he notado como mi dragón ha crecido bastante. No sé que ha pasado, pero desde la última batalla, su tamaño ha aumentado lo suficiente como para llevar un par de personas más sobre su lomo.

Estaba consentrado en el licor de mi copa, pensaba en lo dulce de la vida y como seria si ya la guerra acabara y esos pelotudos se fueran con las colas entre las patas... -Todavia añoro un encuentro con esos bastardos para sacarles los ojos y vengarme por lo de Victoria-, me dije mientras sonreia con ironia ya que estabamos en una fiesta y yo estaba pensando en cuando habra otro encuentro.

miro mi copa y le guiño el ojo a Neith, me acerco y digo -Quisieras divertirte?-

| Vestíbulo |

Farilynn acudió a mi y no pude evitar recibirla con semblante serio. Estaba demasiado tranquila y normal... Alomejor no se habia enterado de que yo ya lo sabia todo.
-Han llegado ami ciertos rumores, Farilynn.-la mirada fijamente a los ojos, sin desviar ni una sola vez la vista.-Tu y yo cada vez nos vemos menos, hablamos menos... Nisiquiera sé cuando fué la ultima vez que visité tu dormitorio... Por culpa de estas cosas tal vez piense que los rumores que corren por le castillo son ciertos.-no quise alargarlo mucho más, el simple hecho de tenerla allí delante tal vez habiendola perdido ya me causaba un dolor que ni en batalla sería capaz de sentir.-¿Qué hay entre tu y Risk?.-pregunté directo.

|Jardines|

- Sí, me parece demasiado extraño... Por algo dicen eso de que la calma precede a la tempestad- le dije a mi amado, mientras dejaba que me arropara con sus brazos.
En los últimos días me había sentido como en casa, de vuelta a mi vida, contenta por tenerle de nuevo y poder recordarle.
- Nuestros enemigos estarán preparándose, pero estoy segura de que nosotros tampoco nos quedaremos de brazos cruzados- le expliqué, con una sonrisa en los labios.
Tenía ganas de vengarme por muchas cosas...

|Comedor|

Sonreí picaronamente cuando Mefiroth se acercó para formularme aquella pregunta que, de vez en cuando, nos hacíamos cuando queríamos entretenernos.
- ¿No te parece suficiente diversión estar aquí todos juntos, disfrutando de un buen vino y de la compañía de nuestros aliados?- le pregunté, ensanchando mi sonrisa-. ¿No será que te has vuelto adicto a mi cuerpo y no puedes vivir sin él? Porque eso cambiaría mucho las cosas...- le dije, insinuadamente, guiñándole un ojo.

|Comedor|

Al ver a Naida tan intrigada decidí contarselo todo.

- No no, son visiones.. o eso creo- Dudé un instante- Y no son muy agradables la verdad.. Verás se trata de Farilynn.. Veo constantemente que alguien la mata, y a la misma vez una chica a la que no consigo ver  despierta, no sé que significa pero amí me tiene atormentada.. Alomejor no tiene importancia  y solo me estoy volviendo loca pero...¿atí que te parece?

Me quede mirando mi almuerzo que se estaba quedando frio y ya no me apetecía.