Partida Rol por web

|Comedor - Despacho|

Cuando terminé el almuerzo me dirigí rápidamente hacia mi despacho, donde supuse que Fistandantilus ya estaría esperándome... Y no me equivoqué.
Al llegar, vi que se encontraba ya esperándome. Me aseguré de que no hubiera nadie que pudiera escuchar la conversación que íbamos a mantener a continuación, podría empeorar la situación...
- Bien, Fistandantilus... Tu salida de tono en el comedor no va a hacer otra cosa que perjudicarte- le dije al muchacho-. Si te dije que seguramente Dana ya estaría en el comedor fue porque, justo cuando llegué a éste, me informaron de lo sucedido... Sé que te traías algo entre manos con ella y me gustaría saber qué era, sólo quiero ayudarte... Si os habéis llegado a enamorar o habéis tenido algo... Es mejor que me lo digas y yo te ayudaré en lo que haga falta, pero necesito saber qué era lo que le pasaba por la cabeza a Dana las últimas horas que estuvo aquí...- le pedí, mostrando rostro de preocupación.
Me paseé un poco por el despacho, dudando si la información que pretendía darle sobre lo sucedido con Dana merecía saberla...
- Mira, Fistandantilus... No puedo darte más información sobre lo sucedido, sólo lo que sabemos el resto de profesores... Lo único que sabemos es que ella no está aquí, ha desaparecido- le dije, por fin, entendiendo que si se había enfurecido tanto era porque le importaba. Dana se había ganado el cariño de muchos alumnos y el que se encontraba sentado en aquella silla era otro alumno más de su club de fans-. Nadie la ha visto, nadie sabe si se ha ido por su propio pie o la han secuestrado, por eso es necesaria tu colaboración... Si de verdad quieres que vuelva, me ayudarás...-.

[Despacho de Farilynn - aula vacía 2ª planta]

No me lo podía creer.  La reina me estaba sermoneando.  Ciertamente ya estaba bastante tenso como para aguantar las arengas de la reina.

"Reina Farilynn.  No sois la más adecuada para sermonearme.  Vivís un paso por detras a la realidad.  Ciertamente Dana y yo traíamos algo entre manos, y no me parece casualidad que  haya desaparecido, y no, por supuesto que no lo ha hecho por voluntad propia.  Por mi parte sólo puedo esperar que esté lo mejor posible dentro de lo que cabe.

Y no, no teníamos un romance. En cuanto a lo que yo sí se, son puras conjeturas.  No obstante, cuando confirme mis sospechas te lo haré saber y créeme, si en algo te importa Dana, dejarás que haga mis pesquisas.  Lo único que puedo decirte, te guste o no, es que la nueva directora no es trigo limpio.

Ahora, teniendo en cuenta las circunstancias, el tiempo apremia.  Te he confiado cierta información -mi rostro se tornó severo-.  No me traiciones.  Si alguien me sigue sin mi consentimiento primero atacaré y despues haré preguntas, pues confío en un reducido grupo de personas.

Debo irme.  Tened cuidado."

Salí a toda prisa.  No me gustó dejarla con la palabra en la boca, pero no creía disponer de demasiado tiempo.  En cuanto llegué al aula vi a Sirius y Hëndel.

Al entrar cerré la puerta.  Miré a la pareja y sonreí, como siempre, torciendo el labio.

"Llegó el momento de romper las normas en aras a la justicia y la verdad.  Pero debemos esperar a Olwë y Naida".

|Comedor - Aula vacía|

Cuando ya terminé de almorzar, decidí irme rápidamente hacia el comedor, pero por el camino no pude evitar pararme al escuchar unas voces en los baños de los chicos. Aunque más bien, parecían gemidos...
Me acerqué con sigilo a la puerta y escuché las voces de Cassandra y de Frank, pero no parecían precisamente mantener una conversación... Parecía que...
Abrí la boca exageradamente, de la sorpresa, mientras echaba a corrar hacia el aula vacía. Al entrar, ni siquiera saludé.
- ¡No os váis a creer lo que acabo de escuchar en los baños de los chicos!- grité, agitando las manos, como si llevara un bombazo de información-. ¡Cassandra y Frank estaban en el baño teniendo sexo!- de repente miré a Fistandantilus, fijamente a los ojos-. ¿Qué está pasando? ¿De qué va todo esto?-.

[Aula vacía]

Naida entró en la sala alarmada, y soltó la noticia.

"Vaya, al parecer hay luz al final del pasillo.  Bueno, estamos nosotros cuatro (Sirius, Hëndel, Naida y Fistandantilus).  Cuando venga Olwë le pondremos al día.  Aunque ahora que caigo, yo no le avisé.  ¿Lo hiciste tú Naida?  Sea como fuere, empecemos.

Yo no sabía nada de esas relación -fruncí el ceño-, y la verdad es que encaja bastante bien con la mala impresión que me da esa bruja.  Ya os podeis imaginar que hablo de Cassandra.  ¿Alguien conoce algun otro suceso extraño en este sitio?"

Todavía no quise mencionar la desaparición de Dana.  Primero quería esta en antecedentes de todo lo que ocurriera.

[ Sala Vacía ]

- Cosas extrañas... alguna nos ha ocurrido... -, le digo al hechicero mientras miro a mi compañera. - Hemos sido encerrados en una torre a unos kilómetros del castillo y de no ser por Hëndel no hubiera podido salir. -, les comento a todos.

- Cuando fuimos a pedir explicaciones al Director, esté nos salió con una historia increible, y por eso decidimos irrumpir en su despacho, encontrando esto... -, continúo mientras saco todo lo encontrado en el despacho del director. - No sé a quién o a quienes se refiere la carta, pero creo que vivían aquí hace mucho tiempo. -

Les enseño la carta a los demás, para que saquen sus propian conclusiones y después, las demás cosas que he encontrado.

COMEDOR.

Ya enterandome de lo sucedido, y no gracias a Neith, me sorprendio poco, solo me causo una pequeña risa burlona. Mire rapidamente a mi alrededor, a ver si nadie se dio cuenta... miro a mis compañeros, me percato de que ya estan saliendo... me apresuro por salir, estaba un poco exitado, debia empezar a trabajar mi cuerpo para cualquier cosa... ya que sentia que se avesinaba algo...

Fui directo y en vivo a mis aposentos y empese a hacer flexiones, conjurar algunas magias menores para calentar... despues de unos minutos empiezo a hacer maromas en el aire y a hacer ejercisios aerobicos...

Estaba sudado y ya habia pasado un buen tiempo cuando desido ir a bañarme para asi estar fresco y continuar con mi entrenamiento.

[Aula vacía]

"Al parecer tenemos aquí la flor y nata del continente - les dije despues de que Sirius explicara lo sucedido-.  Bien, la última noticia de actualidad que os puedo dar es que la profesora Dana ha desparecido.  Y el motivo, imagino es este:"

Fui hacia la vitrina sellada con un candado y la aparté.

"Podréis comprobar que esto es claramente un tunel, y una inscripción, RAT PAL, que literalmente y en un extinto lenguaje élfico significa "Ábrete túnel".  Y la respuesta es no, no he conseguido abrirlo.  Sospecho que la clave para abrirla está en esta vitrina, también sellada, pero de forma diferente.  Esta vitrina está constantemente protegida por magia y, según mis investigaciones, si la persona vinculada a ella queda inconsciente podremos retirar el candado sin riesgo.

El siguiente paso sería averiguar quién es esa persona.  Para eso había citado aquí a Dana, pero ahora no está.  Aún así, mucho me temo que esa persona pueda ser Cassandra, con quien tuve una discusión mientras estudiaba parte de lo que os he contado."

Y así desvelé mis progresos al pequeño concilio.

"Bueno, esto es lo que hay y tenemos que hacernos a la idea.  Propongo un voto de silencio.  Sólo la reina Farilynn está esperando nueva información, puesto que todo son conjeturas.  A parte de eso, propongamos el siguiente movimiento.  ¿Alguna idea?"

Oculté de nuevo la entrada al túnel y me quede mirando a los presentes.

[ Aula Vacía ]

- No hay dudas que Cassandra es una hechicera muy poderosa, Fistandantilus, mucho más poderosa que ninguno de nosotros. Pero aquí somos muchos... se podría intentar realizar un conjuro todos unidos, con toda la ayuda posible de los que podamos utilizar a nuestros familiares, canalizando toda la energía posible. Tal vez así, podramos crear un hechizo lo bastante fuerte para romper su hechizo. -

Continúo pensando mientras miro con detenimiento la vitrina.

- No cre conveniente intentar dejar fuera de combate a alguno de los profesores... -

|MINI JUGADA MASTER|

Mefiroth, ya cansado y sudando debido al gran esfuerzo físico que estaba realizando, decidió meterse a la ducha para refrescarse y seguir entrenando, pero algo extraño sucedió...
Cuando el agua le caía por la cara, notó que no era necesario aguantar la respiración para que el agua no se le metiera por la nariz, sino que podía respirar tranquilamente mientras el agua resvalaba por los orificios de su nariz.

|Aula vacía|

Asentí con la cabeza, mientras escuchaba con atención todo lo que se estaba diciendo en el lugar.
- Estoy de acuerdo, no conocemos los poderes de Cassandra y seguramente sea muy poderosa... Pero... Lo que yo me pregunto es... ¿Por qué no está aquí Walgior? Entiendo que no aviséis a los nuevos alumnos, pero Walgior lleva el mismo tiempo que nosotros aquí...- dije, aunque realmente seguía algo rencorosa con el elfo-. Él tiene el mismo derecho que nosotros a saber lo que está pasando... Al fin y al cabo, es la pareja oficial de la reina y probablemente acabará enterándose, de una manera o de otra...-.

|Comedor - Habitación Mefiroth|

Había acabado de almorzar... Las tostadas y el vaso de zumo me habían sentado bastante bien, así que decidí ir a dar una vuelta...
Neith seguía en el comedor, pero Mefiroth no estaba por allí, así que decidí ir a buscarle a su habitación.
Empecé a subir las escaleras hasta que llegué a la planta correspondiente y me planté delante de la puerta de su habitación.
Iba a tocar con los nudillos, para pedir permiso y poder entrar, pero decidí hacerlo sin avisar...
Abrí la puerta muy despacio y escuché el ruido del agua corriendo en la ducha, así que supuse que estaría dentro...
Quería darle una pequeña sorpresa, así que me tumbé en su cama con una pose bastante sensual, esperando a que saliera...

|Comedor - Jardines|

Ya era una de las pocas que quedaban en el comedor, así que me terminé deprisa el zumo y le dirigí una fugaz mirada a Jairon, que también seguía allí. Le dediqué una sonrisa picarona y un guiño de ojo, mientras salía del comedor y me dirigía hacia los jardines.

Me senté bajo la sombra de un árbol, lo más alejado posible de la puerta del internado. Esperaba que Jairon hubiera captado la indirecta y me hubiera seguido...

| Comedor - Jardín |

Ya hacia rato que me habia tomado mi matutino vaso de leche. Estaba tranquilo y relaja en la silla cuando ví a Neith salir de allí, no antes sin dedicarme una sonrisa y un guiño que para mi gusto fueron preciosos. Me levanté y miré a Walgior, que estaba seguro que habia visto a Neith salir.
-Hasta mas tarde, amigo. Tengo trabajo.-me despedí, sonriente.
Al salir al jardín tube que buscarla con la mirada, pero al fin la encontré, a lo lejos. Me acerqué despacio. El calor apretaba así que me quité la parte de arriba conforme andaba, dejando desnudo mi torso. Me senté a su lado y la miré a los ojos sonriente. Sin decir nada.

INTERNADO- MIS APOSENTOS.

Me sorprendi por lo courrido, era curioso... ya que siempre me siento agusto cuando estoy serca del agua y mas aun cuando esta corre por mi piel... era extraño, sumamente extraño...

Derepente escucho u ruido, me pasa por la mente cosas malas, asi que desido prepararme a para cualquier cosa... inicio un conjuro. Este crea en mis manos unas llamaradas de un fuego mortino, que asu vez lanzaba pequeños destellos electricos. Dando un efecto de luz azulada... Avanzo sin preocuparme por mi ropa y tremenda sorpresa me llevo... encuantro a Victoria acostada en mi cama...

- Uf, que bueno que eres tu...- dije relajandome y desacinedo el hechiso - Ya estaba preparado para destruir todo esto... porfavor antes de entrar avisa, eres poderosa inventate una forma...- dije un poco molesto.

Me avesino a ella y le pregunto- ¿a que tengo el honor de su visita?- Dando mi tono habitual de engrandeser a mi contrario... -¿espero que no fuere por que deseas pasar un tiempo de plaser con migo? ya que por lo que yo se tu pretendiente esta alla fuera esperandote... o quien sabe si con otra, ya que es todo un don juan... devo admitirlo- esto ultimo lo dije de forma pensativa mirando el techo.

- Espero que no te moleste mis comentarios, recuerda que aveces soy un poco tonto y brusco con lo que digo... dime ya, que deseas????

[Aula vacía]

"Ciertamente Walgior no está aquí porque es muy extraño lo que le sucedió, y ni ha pedido ayuda ni ha contado nada.  De todas formas, debemos admitir que esto se nos puede escapar de las manos.  Ese chico es muy impulsivo, pero también es fuerte.  Está bien, iremos a buscar a Walgior y antes de explicarle nada le diremos que nos ponga al día de su situación -miré a Hëndel para ver si quedaba satisfecha con la respuesta-.

En cuanto a unir nuestros poderes para romper el conjuro, Sirius, no estamos a campo abierto, y no quiero convertir está habitación en una bola de fuego conmigo dentro.  Dos magias tan poderosas chocando podrían desencadenarse de forma muy violenta.  Habrá que buscar la manera.

Una cosa más.  Despues del espectáculo del comedor, puedo imaginar que Cassandra sospechará algo.  No es estúpida.  Os recomiendo que vigiléis constantemente vuestras espaldas.  Como dije a Farilynn, si noto que alguien de fuera de nuestro círculo me sigue, no dudaré en atacar.  Asimismo, sería bueno movernos en grupos de a dos.

¿Quién viene conmigo a buscar a Walgior?  La última vez que le vi estaba en el comedor."

-Miré a Naida, puesto que Sirius y Hëndel son pareja y lo más normal sería que formaran buen equipo.

|Aula vacía|

- Tenéis razón... Walgior es algo sospechoso, pero recordad que en la reunión dijeron que un alumno sufrió un ataque nocturno mientras dormía, y no he visto a nadie herido, nada más que a Walgior... Yo creo que el alumno agredido ha sido él, porque tiene todas las papeletas al ser la pareja sentimental de la reina- dije, asintiendo con la cabeza a la idea de Fistandantilus de ir en grupos de dos-. Voy yo contigo, Fist. Hëndel y Sirius que vayan juntos, seguro que se compenetran de maravilla-.

|Jardines|

Miré su torso desnudo, mordiéndome el labio inferior.
- Vaya vaya, así que tienes calor, ¿eh?- le pregunté, cuando se sentó a mi lado, sin decir nada-. La verdad es que hace buen día, y aquí en el jardín se está de maravilla, sobretodo si se está con buena compañía, ¿no crees?- le dije, guiñándole el ojo, pero decidí cambiar de tema. Si quería algo, tendría que lanzarse él primero, yo ya le estaba lanzando bastantes indirectas-. Así que haciendo buenas migas con el enemigo, ¿no es así? Walgior parece muy buen guerrero y seguro que no sólo es bueno en el terreno de la batalla- añadí, sonriendo picaronamente. Me di cuenta que en ese momento, mi gran ilusión no sólo era que mi primo Markwolf gobernara en el mundo, sino montármelo con Jairon y Walgior a la vez. Aquella idea hizo que me recorriera un escalofrío por todo el cuerpo.

[Aula vacía - Comedor]

"De acuerdo pues.  Vamos a buscarlo."

Salí del aula con Naida en dirección al comedor.  Entretanto llegábamos, comenté a mi compañera que sería buena idea empezar investigando la torre en la que Sirius y Hëndel fueron encerrados,  sin tiempo que perder, ya que Dana podría estar allí.

Y en el comedor estaba Walgior.

Nos acercamos y me dirigí a él.

"Hola. -Se me hacía un tanto extraño, pues nunca antes habíamos hablado-.  Tenemos que tratar ciertos asuntos contigo, Walgior, pero antes de nada, explícanos qué te pasó."

|Habitación Mefiroth|

Solté una carcajada.
- Pensaba que yo siempre sería bien recibida aquí y que no tendría por qué pedir permiso ni llamar... Además, yo no tengo ningún pretendiente ahí fuera- le expliqué, con una sonrisa maliciosa-. Aunque, bueno, no tendría por qué darte explicaciones de eso...- añadí, recordando la violación de Markwolf-. He venido porque quería verte y... porque quería pasar un rato divertido contigo, ¿acaso no puedo? ¿O es que ya no quieres divertirte conmigo? -le pregunté, poniendome de rodillas en la cama, justo delante de él que aún se encontraba de pie. Con la mano acaricié su torso desnudo, mientras me mordía el labio inferior.
Me quité el vestido, quedándome en ropa interior, y le miré con una sonrisa en los labios. Me puse en pie, aún encima de la cama, y me avalancé sobre Mefiroth, rodeando su cintura con mis piernas.
- No te resistas, Mefi...- le susurré al oído, comenzando a besar su cuello.