Partida Rol por web

-Gracias- le cojo las manos al posadero en un gesto amigable- me alegro de que las cosas se tranquilizaran, pero ha sido también gracias a estos señores. Yo invitare a una segunda ronda si así que lo desean- digo mirando a los extranjeros y sonriendo.

Mientras el posadero sigue charlando con ellos me giro a Ricardo.

-Podemos hacer una pausa para cenar. Ahora que se han ido esos hombre hay alguna mesa libre.- Me acerco un poco más a él para convertir mis palabras en un susurro- busca una mesa cercana a estos, tengo… curiosidad… - me separo y le guiño un ojo sonriente.- iré a la barra a pedir algo de cenar.

Me giro y le digo en voz un poco alta para que escuchen las demás personas. – Haremos una pausa y luego seguiremos con la fiesta.- espero que vuelva la tranquilidad. Me voy abriendo paso entre la gente, que cuchichea animada por los últimos acontecimientos.

Cuando voy camino a la barra me encuentro de frente a la chica encapuchada, no puedo evitar tener un pequeño sobresalto pues solo puedo verle parte de la nariz y los labios. Me pregunto "por qué oculta su rostro, parece una joven muy guapa". 

-Hola.- le saludo sonriendo- ¿estáis bien?. No tenemos nada que ver con esos hombres pero en parte me siento culpable de que hayáis tenido problemas con ellos por mi actuación. No quisiera que los visitantes se llevaran una mala opinión de Castilla- La he escuchado hablar antes en perfecto castellano, pero no estoy segura de sí es una compatriota.

Maldito Luca. Estiro mi brazo a través de la mesa para hacerme con un pedazo del cordero. ¡Putana, quema quema! Al igual que a Luca me quemó los dedos, pero hago un esfuerzo para comérmelo antes que él.
Caliente, pero rico, en Castilla tienen buenas carnes. Mientras como escucho con atención la conversación entre la pelirroja y el eiseno. La mujer tiene razón, parece un caballero, un guardia real o algo así. 
Ver sacar al eiseno dinero me hace reaccionar, cojo con la mano que no tocó el cordero 5 gremiales de mi bolsillo y los estampo con fuerza contra la mesa. Dejadme que pague yo unas jarras, estoy acostumbrado a invitar a las buenas gentes.  
Miro a Laurent y señalo a Luca. Yo y mi patán amigo también parece que hemos perdido el rumbo, ¡no sé si es por el vino, pero no recuerdo como llegamos aquí! Me río con la boca llena de cordero.

Estaba apunto de irme de la taberna, cuando se dirige a la barra la bailarina y me habla. Me giro hacia ella sin mostrar mi cara y sonriendo le contesto amablemente.

- ¡Hola! nada tranquila mujer, no te sientas culpable. No tienes la culpa de nada, me olvidé comentarles a mis amigos que ante semejante actuación procurasen no hablar muy alto. Sé como se las gasta los hombres de Castilla.

Más lamento yo que se haya terminado tu actuación por nosotros. Y más cuando están todos estos hombres bebiendo, comiendo y mirando como bailas. Lo lamento, le pido disculpas de mi parte y en nombre de todos mis compañeros.- Le dijo mientras alzaba la mirada en busca del compañero de la bailarina.

- Tranquila que en cuanto a la mala opinión de Castilla, ya me encargaré yo personalmente de explicarles. Es una tierra muy hermosa con muchos secretos por descubrir. Han estado en sitios peores, pero ya sabrás eso de que tú tierra tira más que otra desconocida. Además no ha llegado a pasar nada, no hubiera sido bueno meternos en una pelea ahora mismo, Y no será por ganas que he tenido con ese caballero baboso...pero conozco a la gente de aquí se con quién merece pelear y con quién no. -

Miré al compañero de esta como buscaba una mesa, el hombre me parecía tan elegante que no podía dejar de mirarle mientras hablaba con la dama.

- Pensaba marcharme hacia el barco para hablar y comunicarle a mi capitán un mensaje. Pero creo que tomaré una última jarra de vino si tú vas a bailar y tu compañero te acompaña. Quiero disfrutar por última vez de las tradiciones de aquí y más cuando tienes un gran caballero a tu lado y atractivo.- Se sonrojó los mofletes al decir esto último en voz alta. -Una cosa y te dejo de dar la tabarra, ¿sois de aquí tú y tu gran caballero?.-

Llamé al tabernero para que me pusiera la última jarra de vino.

El chico mira en silencio hacia donde se dirige su capitán y después a Martina y se encoge de hombros, Simon estaría con la Navegante y por otro lado la segunda al mando se iba a quedar sola. ¿Estaría bien que la dejara? Decide que quizás es mejor dejar a solas a su capitán y así poder acompañar a Martina después al barco, mejor prudencia, nadie sabía que iba a suceder así que se sienta al lado de la oficial y le sonríe pero tratando de no intervenir ni interferir en su conversación.

- Supongo que aún puedo dedicaros una pieza aunque ya hayamos cobrado.

Sonrío y me sonrojo un poco al escuchar las palabras de la dama, bueno de dama no parece tener mucho, más bien es una mujer que sabe defenderse dada su postura y al fijarme en la espada que porta a la cintura. Acaricio nervioso con mis dedos los trastes de mi guitarra y miro a Carmen.

- Bueno el capitán Bartholomew no es un rufián de tres al cuarto, deberíais tener cuidado cuando salgáis de la posada...- mira hacia el capitán y la chica de montaigne como se marchan.- tarde... bueno parecen saber defenderse.

El posadero mira a Maximilian y asiente ante las palabras del marinero, luego niega con la cabeza al chico que pretende invitar a los demás.

- Hay algunas habitaciones vacias, no tendré problema en darles alojamiento. Y respecto a eso, la estancia incluye la cena y el desayuno de mañana. La ración de cordero apenas es un aperitivo... si quereis cenar puedo serviros algo más con el pago de la estancia... y aunque no se vayan a alojar los demás mis raciones son generosas, estoy seguro que podría tumbar a vuestro amigo Eiseno y no se acabaría su plato

El hombre se rie un poco abiertamente, en verdad parece estar de buen humor esta noche. Se limpia las manos en su delantal y os mira ahora como escudriñandoos.

- Si son negocios lo que buscan, se de un hombre que esta buscando personal, es más quiere contratar los servicios de marineros versados en largos viajes y con agallas de enfrentarse a la misma muerte. El precio por lo que he escuchado es bastante bueno, si os interesa puedo solicitaros una cita con él por la mañana.

Mientras tenía una larga conversación con la bailarina, noté la presencia de uno de mis compañeros del barco al que le dije.

- Tomate algo conmigo antes de irnos al barco. -

Después me giré todo ruborizada porque vi que estaba el compañero de la bailarina justo allí con nosotras. ¿Cuándo ha llegado aquí?, ¿habrá escuchado todo lo que he dicho de él?. Entonces es cuando se pueden apreciar mis mofletes rojos. Agaché la cabeza tímidamente, y cuando quería quitarme la capucha y mostrar mi cara. Hizo que la situación me quedará tal cual estaba sin mostrar nada.

- E...e...eh...no sabía que estabas aquí, la verdad que escucharte tocar y a ella bailar me gustaría antes de irme. Pero no tanto como veros a vos. -

- Muchas gracias, caballero. Traiga esa cena entonces. - responde Maximilliam. Después se dirige a todos los de la mesa - ¿Alguno más pasará la noche aquí? Es su oportunidad de que haga de intermediario. - ofrece.

Por último se vuelve a dirigir al hombre para añadir. - Sobre la oferta... muchas gracias, pero mi compañera y yo no buscamos trabajo, estamos sólo de paso. De todas formas, si me enterase de alguien que lo buscara, le remitiré aquí.

- Que vos no querais aceptar la propuesta, no significa que hableis por boca de todos, deberíais comentarselo igual a alguno le interesa.- saca un carboncillo y algo de papel mientras revisa algo en él.- Bueno el precio es un gremial de alojamiento semanal, asi pues... ¿Cuantas serán?

Mira a Martina con ojos serios y no puede evitar mirar hacia la puerta, después alza su jarra y la choca contra la de ella.

- ¿Cgees que estagan bien? No me fío ni un pelo de esos matones.

Mientras la dedicaba aquellas palabras al moreno, choco la jarra con mi compañero y le digo.

- Espero que sí lo estén, pero si te quieres nos marchamos para ver que está pasando. -

No presto mucha atención a las conversaciones que se desarrollan a mi alrededor. La otra pirata parece tener intención de marcharse, pero la bailarina la capta por el camino y parecen entenderse bien. El posadero trata de meternos en algún lío, pero por suerte Maximiliam lo despacha y se encarga de nuestro alojamiento.

Me sigo dirigiendo a Laurent mientras doy buena cuenta del cordero, asegurándome de soplar antes para no quemarme como los dos vodaccios. - Un caballero es siempre un caballero, esté donde esté.

Le sonrío francamente. - Me cae bien este gigantón. - Mi nombre es Nyalish. Simplemente Nyalish. La verdad es que nosotros también estamos un poco sin rumbo ahora mismo. Esperábamos encontrar algo aquí, pero parece que no ha habido suerte.

Me encojo suavemente de hombros. - Tengo que contradecirle, Laurent, esta es una taberna bastante común por aquí.

Luego me giro hacia Maximiliam con una sonrisa. - ¿Cómo van las negociaciones, Max? ¿Tenemos alojamiento?

Me muevo a un lado para hacerle sitio a Ricardo. Y los miro alternativamente a el y a la chica; no puedo evitar sonreír.

-Si, somos de aquí yo y mi caballero- digo cogiéndole del brazo con gesto cariñoso a Ricardo- permítame presentarnos, mi nombre es Carmen Bejarano y este es mi querido primo Ricardo Bejarano- hago hincapié en la palabra primo, dándole a entender que no tenemos ninguna relación sentimental. Siempre me ha encantado ejercer de celestina. Dejo escapar una risa.

Me dirijo a Ricardo.

-¿has encontrado una mesa ya?, iré a la barra a pedir la cena- veo a la chica y a uno que parece ser su compañero con el que antes ha chocado la jarra- si queréis acompañarnos a cenar estaremos encantados... así podremos compartir noticias de otros lugares y alguna canción.

Una sonrisa salía de mi boca al ver como la bailarina se presentaba y presentaba al caballero como primo. No había pensado que fueran primos, o si eran pareja ya que me daba igual. Pero al escucharla decir que era primo no puede dejar de sonreír.

- Yo me llamo Martina, y el es Jean un compañero pirata del mismo barco en el que vamos. No me importaría quedarme a cenar y charlar un rato más con vuestra presencia. Varias historias os podría contar, pero no se...si mi compañero quiere quedarse a cenar o que vayamos con nuestra capitán. -

Dijo mirando a su compañero.

Por la cara del capitán cualquiera sabría lo que quiere esa noche, me encogí de hombros ante Martina y sonreí tranquilo.
- Pues me quedage a cenag ahoga que todo está más tganquilo.¿Quieges acompañagme?

Como dijiste te marchas hacia el barco donde puedes descansar de la larga noche... aunque si deseas regresar a la posada solo has de indicarmelo.

pues postea tu regreso :p

Miré a mi compañero y le dije.

- Por su puesto que me quedo, vayamos a cenar con esta dama y su galan el acompañante, como nos han ofrecido. Si os parece bien... -

Asiento y sonrío a forma de saludo cuando Martina me presenta a Jean, trato en lo posible de no variar el Gesto pero estoy bastante sorprendida de que diga abiertamente de que son piratas. Miro en dirección a Ricardo para comprobar que haya encontrado una mesa.

-Bueno... podéis sentaros con mi primo. Ya sabes quien es- digo Guiñandole el ojo a la chica- yo iré a avisarle al Camarero.

Pido la cena para los cuatro en la barra y una botella de buen vino, para acompañarla. Vuelvo a la mesa y me siento.

-entonces sois Marineros... es una vida que me encantaría tener- digo soñadora- conocer tantos lugares...

Hago un gesto de que intento acomodarme los volantes del bajo de mi vestido y me inclino hacia adelante, hacia Martina y le susurro:

-No deberíais mencionar que sois piratas, podríais tener problemas.- vuelvo a erguirme y les pregunto.

-¿Y que puertos habeis visitado ultimamente?