Partida Rol por web

Oki echa una mirada analítica a las puertas y ventanas de la mansión.

—Ufff, Este lugar sí que se ve muy lujoso. ¿En serio sois los dueños de este sitio?

Miró a Darkomin de arriba abajo.

—Sé que tu amigo está comprometido, pero tú estás soltero, ¿no?

Echó otra mirada a la casona.

—Si queréis yo me meto a ver qué hay adentro.  

El semiorco gruñió ante la respuesta de la tiefling. No obstante, algo llamó su atención. Cuando mencionaron aquel nombre, parecía que el mediano sí había reaccionado. Al menos, lo suficiente para conocerle.

—Muy bien, pequeño —dijo bajando la cabeza y mirando con severidad al mediano—. ¿Qué sabes de ese tal Floon?

De momento, Brogtah no había querido ir a más que simplemente preguntar. Pero, si era necesario, no le importaba acompañar al pequeño fuera de la taberna a tomar el aire. Pero esperaba no tener que llegar a eso, igual llamaba mucho la atención. Aunque igualmente, parecía que ya la habían llamado en exceso.

─Verá, señora, no pretendía molestar, pero estamos buscando a Floon, pero es por una buena causa. Por lo visto nos ha ayudado y no sabemos por qué. Sí, también al semi-orco... ─Raynard hizo unos gestos que vagamente daban a entender que eso era díficil de explicar y que prefería no hacerlo en esos momentos─ Tenemos que hablar con él. ¿Puede ayudarnos? Cualquier pista sobre su paradero sería agradecida...

Era más que probable que aquella curtida tabernera no tuviera la menor intención de aflojar la lengua sin algunas monedas de por medio, pero al menos había reconocido el nombre, aunque fuera casi para maldecirlo.

─Floon puede haber dejado dinero a deber, pero nosotros no...

El estado de la residencia era deplorable. Los años no habían pasado en balde y el abandono era evidente. La reducida compañía recorre los terrenos aledaños en busca de alguna pista de lo sucedido en aquel lugar, pero no parece haber nada que arroje algo de luz sobre el asunto.

- Estoy de acuerdo - responde a la mención de Darkomin - Debemos averiguar qué ha sucedido. No es posible que el destino de los Whitehall y los Drummer no esté conectado de alguna manera. Sin embargo, la vista no es hasta dentro de una decana y nuestros compañeros se han adentrado en una zona de la ciudad de la que pocos pueden entrar y salir sin ser objetivo de algún sin escrúpulos.

El joven noble sabe que puede confiar en sus camaradas. Algo dentro de él se lo dice. Pero no era prudente dilatar demasiado su visita.

- Hemos averiguado más de lo que esperábamos al venir hasta aquí. Quizá lo mejor sea reunirnos en el distrito del puerto y ayudar a los demás en su búsqueda. Aunque... - André, de brazos cruzados, con la mirada clavada en el suelo y la punta del pie golpeando rítmicamente el suelo hace una pausa - Aún nos queda una última opción. Mi antigua residencia se encuentra muy cerca. Hace años no era bien recibido en mi propia casa, pero puede que ahora se me permita la entrada. Mis hermanas seguro querrán verme una vez más. A buen seguro ellos sabrán algo más sobre lo ocurrido aquí.

Encogiéndose en hombros espera la respuesta de sus compañeros.

- Lo dejo a vuestra discreción.

Tan importante era para él averiguar qué había sido de las nobles familias de Aguasprofundas como localizar a aquel que dió con ellos en el callejón. Ambas pistas podrían conducirle a resolver aquel acertijo y a dar con el paradero de Adrianne. Dos años eran mucho tiempo perdido.

- Por cierto - dice pasado un tiempo dirigiéndose a Oki - Según recuerdo nuestro amigo aquí presente está libre y sin compromiso. Pero no me hagáis mucho caso. Mi memoria no es lo que era.

Oki dio un saltito de entusiasmo, al escuchar la propuesta de André.

—Sí, quiero conocer a tus hermanas. Seguro que nos llevaremos bien.

André le dijo que, según recordaba, Darkomin estaba libre de compromiso, pero que no debía hacerle mucho caso a su memoria.

Oki volvió a mirar de arriba abajo a Darkomin, con una sonrisa pícara.

—Creo que voy a confiar en tu memoria. 

Le guiñó un ojo al atractivo noble.

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   Reflexioné sobre lo escuchado. En un principio el susto y la desesperación se apoderadorn de mí. Creí que era el último de mi extirpe, y que sólo André, Adrianne y Darkomin quedaban ya de las casas Ravenhold, Whitehall y Drummer.

   Con grata alegría me percaté, tras escuchar con más atención que no era así y que al parecer no era extinción, sino tal vez detención o desconocimiento de su destino.

   Tras despedirnos del ¿lagarto? nos alejamos un poco antes de que decida hablar

   - Bien, debemos ir en cuanto podamos a a veriguar que fue de mi familia, tenemos unos días antes de que la cosa se complique, pero vayamos primero al puerto. Al tiempo que avanzamos en la recuperación de nuestros recuerdos, no cuesta nada si en vez de dos preguntas hacemos cuatro, pongámonos en marcha. -

   Mientras nos reahacemos para continuar, oigo a André, y niego con la cabeza con una tenue sonrisa, pero...*

   No, no vamos a centrarnos y además es una mediana.

   - Vamos a ese puerto, y vayamos con cautela, no creo que hayan tenido la osadía de meterse en problemas sin esperarnos, no señor, para nada. - Susurro, hablando más para mí que para el resto.  

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─¿Flannsh? ¿Flish? Ah... Eshpera... ¡Flooonshhh! Shiii... ─suelta el enano, tras un largo ataque de hipo─. Shi. Floon. Guapo y bobo y shimpaticosh... Ehm... No she... Hace unosh diash jugamosh a losh Tresh Dragonesh... Con... Volosh y luego... Ren... Shi. Ren... Y luego yo... Yo eshtoy trishte, ¿sabesh? Eshe vil bardo de buenosh dedosh... Finefingersh... ¡¡Él me ha robado mi canción!! Mi canción... Tymora, maldice a eshe vil bisho... Beshaba, ¡hazlo tu por ella! ¡Dioshash de la fortuna! ¡Maldecid a Finefingersh....!

Tras decir toda esa retahíla de improperios, el mediano deja caer su cabeza sobre su regazo, parte entre lágrimas, parte entre ronquidos.

Tras escuchar al mediano y la explicación de Raynard, la mujer gruñe para sí y finalmente explica lo que sabe.

─Si buscáis a Floon. La última vez que vino fue hace dos noches. Estuvo jugando ahí con Volo a la apuesta de los Tres Dragones, pero el escritorucho se largó pronto. Floon se quedó bebiendo hasta que apareció Renaer. 

─¿Neverember? ¿Ese? ─dice uno de los estibadores, frunciendo el ceño─. ¡De tal palo tal astilla! ¡Solo otro noble mimado y ricachón encantado de pavonearse en nuestras narices!

El resto de sus compañeros asienten mientras el tipo continúa.

─Estuvo aquí bebiendo varias rondas y usando su abultada cartera para mangarnos de todo a los Tres Dragones. Luego se largaron, él y su amiguito el guapo de cara. 

La posadera continúa tras la explicación del cliente.

─Solo os puedo decir que cuando se fueron les siguieron unos tipos, cinco. Pero si pasó algo o no, no lo sé. Quizás alguien en la calle viera algo más. 

─¿Los del almacén de la callejuela del Cirio? ¿Se fueron con ellos? Pues esos... ─concluye en tono ominoso.

Guarda silencio ante la atenta mirada de sus compañeros. Esa era la razón por la que no hablaban. Pero finalmente se vuelve.

─Si buscáis el almacén, tiene una serpiente en la puerta. 

La mujer asiente, nerviosa y se vuelve a sus asuntos. No os ha servido nada, algo que deberíais agradecerle porque no tenéis con que pagar. El resto de clientes vuelven su cabeza a sus asuntos, en especial el mediano, que parece haber decidido abandonar los lloros por los ronquidos.

Sin más que hacer os decidís a salir de la taberna y nada más dar un pie en la calle veis que al fondo, junto a la tienda del viejo Xoblob aparecen tres figuras conocidas: Oki, André y Darkomin.

Tras debatir que hacer, Darkomin concluye que es mejor posponer la visita a la casa de los Ravenhold y la investigación de lo ocurrido con su familia hasta que hayáis solucionado el asunto del puerto. Puede que Floon sepa más de lo que os ha pasado. Así, vuestros pasos os conducen hacia "El Dragón Ensartado", en el Distrito del Puerto. 

Al poco de dejar el distrito del castillo os adentráis en una zona de altos y apelotonados edificios de apartamentos, que dejan a la mayor parte del vecindario a la sombra en el nivel del suelo. El pavimento parece romperse entre grietas y charcos, y casi todas las farolas tienen los cristales rotos y la mayor parte de sus velas han desaparecido. El olor a salitre y excrementos se os queda impregnado al atravesar una hilera tras otra de construcciones en condiciones pésimas.

Aunque tenéis el nombre de la taberna, Aguasprofundas es una ciudad grande y peligrosa y no es tan fácil encontrar el lugar. Por suerte para vosotros tanto Darkomin como André conocen de sobra las calles como para llegar hasta "El Dragón Ensartado" en la calleja del Solomillo.

Siguiendo su afinado conocimiento de la ciudad, llegáis a la calle del Solomillo tras un corto paseo. Allí, aparte de algún que otro local abandonado, veis una tienda junto a la entrada: posee una fachada de color morado oscuro y en su ventana cuelga un contemplador de peluche. Sobre la puerta pende un cartel cuyas elaboradas letras dicen: "Tienda del Viejo Xoblob".

Desde la calle, estrecha y oscura, veis algunos ventanales abiertos y tendales que intentan aprovechar el poco sol que entra al lugar. Un poco más adelante, solo una decena de metros, veis el local que buscabais. Tiene un aspecto ruinoso, con los dos ventanales de la fachada hechos añicos y un ancla de barco incrustada en el tejado. A través de las ventanas rotas puede verse a un grupo de ojerosos clientes bebiendo unas enormes jarras de cerveza. El grueso de los que se encuentran dentro en este momento tienen el aspecto de estibadores, la mayoría humanos y enanos, aunque también veis a un mediano adormilado y que la posadera es una tiefling anciana de piel rojiza. Aunque no hay ningún nombre para el local, un cartel que pende apenas de un hilo muestra un dragón empalado en un ancla. 

Y justo cuando llegáis contempláis a Amelia, Raynard, Sihq y Brogtah dejar la taberna.

Reunidos delante de la tienda y apartados del gentío, aprovecháis la suficiente intimidad para poneros un poco al día. Es André el primero en hablar de lo que ha descubierto con una voz cargada de tristeza.

Tenemos noticias... No he podido encontrar a Amelia, pero si que hayamos su hogar y... Nos han dicho que todos los Whitehall murieron quemados por causas oscuras y unos rituales mágicos. Había símbolos de diablos, nos han dicho. Ahora vive otro hombre allí, la casa fue subastada. Y...

Todo esto ocurrió hace ya más de un año. No han pasado unos meses como creíamos. Estamos en el año 1492 DR: han pasado más de dos años.

Darkomin continúa al cabo de un momento.

Visitamos también mi mansión familiar para encontrar más pistas: está clausurada. No sabemos aún que ha pasado, pero la Alianza de los Lores detuvo a mis familiares y los ajustició o encarceló. Van a subastar la mansión familiar en una decana, el dos de Marpenot. Cuando acabemos con este asunto deberíamos ver a la familia de André y tratar de encontrar alguna solución al asunto de la mansión...

Las noticias de los que visitaron el distrito del castillo son aciagas, y Amelia, que había permanecido callada durante la investigación en el Dragón Ensartado continúa explicando su parte.

Nosotros hemos confirmado que hace dos días, Floon estuvo aquí con Volo. Cuando el escritor se fue, se unió a él Renaer Neverember. Estuvieron jugando los dos durante varias rondas, y cuando se fueron, les siguieron unos hombres que trabajan en un almacén en el callejón del Cirio, un almacén con una serpiente en la puerta. Esos hombres no despertaban mucha confianza en los habituales. No saben si pasó algo o no. Podríamos preguntar a alguien más que viera algo en la calle o ir hasta el almacén a indagar. 

─Ahora que estamos todos reunidos y no teniendo más pista clara que seguir, voto por ir al almacén del callejón del Cirio a visitar a los tipos que seguían a Floon. El tono ominoso que han usado los lugareños para hablar de la gente del almacén me hace pensar que no va a poder ser una visita de cortesía. ¿Os veis preparados para cualquier cosa?

O mucho se equivocaba Raynard o el encuentro en el callejón del Cirio iba a escalar en hostilidades muy pronto. La parte positiva era que, si sobrevivían a la experiencia, aunque fuera empeñando las armas de los maleantes del almacén, saldrían de esa situación de pobres de solemnidad y, de paso, librarían a la ciudad de algunos villanos.

Ahora la cuestión era de qué pasta estaba hecho aquel grupo con el que había despertado. No sabía por qué, pero su instinto le hacía pensar que su pregunta final sobraba. Harían buen papel.

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   - ¿Sugieres una infiltración más sigilosa? - Comento mientras pienso que después de todo, va a hacernos falta información... y equipo.

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André escucha con atención los avances de sus otros cuatro compañeros. Al parecer el hijo de los Neverember había hecho acto de presencia, justo a tiempo para los problemas. Aunque bien parecido, aquel chico tenía fama de no tener muchas más luces de aquellos callejones del puerto. Bien podría haber atraído la atención de indeseables sin haberse siquiera dado cuenta.

- Concuerdo con Raynard, pues no hay mucho que podamos hacer sin tener claro con quién estamos tratando. Deberíamos inspeccionar la zona y averiguar algo más al respecto - asiente entonces ante la sugerencia de Darkomin - Si Blagmaar y Neverember han sido arrastrados contra su voluntad hasta aquellos almacenes, una aproximación delicada no estará de más. Intentemos no atraer demasiado las miradas. Quién sabe cómo puede acabar todo esto para nosotros o para ellos.

Perder la pista de Floon mientras aún estaba caliente podía dejar las respuestas que buscaban fuera de su alcance. Pero perder a Floon por dar un mal paso les llevaría a la misma situación. Debían tener cuidado.

—Podemos hacer lo que queráis —comentó el semiorco ante la idea de la aproximación sigilosa—, pero aunque no recuerde mucho de hace tiempo, sí sé que pasar desapercibido no es uno de mis talentos.

Pero cuando dijo esto, golpeo uno de sus puños contra la palma de la otra mano, mientras decía—. Pero sí lo es estar preparado para lo que venga.

Oki levantó una ceja pensativa tras escuchar la pregunta de Raynard.

─Eso depende. ¿Cualquier cosa buena o cualquier cosa mala? Estoy preparada para cualquier cosa buena, pero para cualquier cosa mala seguramente no. Hay cosas muy, muy malas. Pero vamos allá de todas maneras. Si Neverembito está en algún lío y podemos ayudarlo, eso hará que la mismísima realeza esté en deuda con nosotros. Para eso sí que estoy preparada. 

Brogtah dijo que pasar desapercibido no era uno de sus talentos.

Oki miró de arriba abajo a la mole.

─Estarás bien. Sólo escóndete detrás de mí.