Partida Rol por web

La Clepsidra

Camino Aku-Amarna

Cargando editor
05/11/2013, 21:59
Director

El camino hacia Aku no era precisamente coser y cantar. A partir de Amarna, hacia el norte, quien quisiera llegar a la Villa Colgante debía atravesar una zona montañosa bastante escarpada, casi siempre junto al río, donde caminos en mal estado se adentraban en el corazón de los montes Adhún. Retorcidas y quebradizas escaleras de piedra ascendían entre rocas y desfiladeros. Con frecuencia las brumas impedían ver más allá de un tiro de piedra, y un paso en falso podía suponer que el viajero no viviría para contar su viaje. Ello no desanimaba a los agavíes, que estaban acostumbrados a estos y a otros peligros incluso mayores. Eso sí, era preferible no andar en solitario por aquellos lugares, y había que iniciar el viaje estando bien preparado. En días soleados uno podía levantarse temprano y llegar a Aku antes del anochecer, si se daba prisa. En cambio, cuando las nieblas eran espesas era preferible evitar el camino, ya que era muy peligroso, y en caso de decidir andarlo podía tomar dos o incluso tres días atravesarlo, si las condiciones eran adversas.

Todavía era temprano y los pájaros trinaban cuando el grupo comenzó su camino hacia Aku, y aunque el cielo se veía casi totalmente despejado y había luz, el Sol todavía quedaba tras las montañas. El aire aún estaba fresco, la tierra olía húmeda, y podía verse el rocío sobre las rocas, las telas de las arañas y las plantas. Sin embargo, a medida que avanzaban su camino y el Sol iba subiendo desde el Este la temperatura aumentaba rápidamente, hasta que pronto comenzó a hacer un calor sofocante, sobre todo para quienes subían y bajaban a tal ritmo los desniveles del camino que lleva a Aku.

Cargando editor
06/11/2013, 10:18
Melek

Tenían suerte, pues las cuatro monturas que llevaban eran de la mejor camada de camellos de Tao. Melek se las había comprado a un viejo comerciante, ya muerto. Para ser camellos eran obedientes y no rechistaban mucho. Bueno, todos menos Maldito Bastardo, la montura de Melek. Era el macho más desgarbado de la camada y no era ni mucho menos el más fuerte, pero tenía una mirada asesina y una maldad innata que le había permitido ser el amo y señor de las hembras de la camada a base de mordiscos, pisotones, escupitajos y otras técnicas menos convencionales que incluso entre camellos se consideraban deshonrosas. Fue entonces cuando la vieja Fadoua dijo que seria la montura perfecta para Melek.

Los riscos que acompañaban la travesía no eran para tomárselos a broma. Melek conocía bien el camino, pues lo había andado y cabalgado muchas veces. En ocasiones obligaba al grupo a bajarse de sus monturas y continuar un trecho a pie, incluso en dos ocasiones fue preferible vendar los ojos a las bestias para evitar que entraran en pánico e hicieran alguna estupidez. Habían tenido que dejar a Andrew abajo por las fiebres, así que eran uno menos y no era plan que el equipo restante se despeñara.

-El sol calienta mucho, hoy.- Les dijo a sus compañeros.- Si sigue así puede que tengamos bruma a mediodía, y entonces tendremos que ir a pie y buscar un sitio para dormir.- Oteando las montañas, intentó recordar alguna de las cuevas en las que había dormido.- En fin. Solo le pido al Creador que Andrew se recupere y que tengamos un viaje tranquilo.-

- Tiradas (1)

Notas de juego

Máster, he hecho tirada oculta de Advertir/Notar genérica (para que puedas mentirnos descaradamente o ignorar la tirada si no procede). No busco nada en concreto, únicamente estoy pendiente del entorno.

Cargando editor
06/11/2013, 12:05
Ayub Essoh

Era la peor parte del viaje a Aku, pero también la más intensa, y a Ayub le seguía produciendo sentimientos encontrados cada vez que se aventuraba por aquel camino montañoso. Habían tenido una baja antes de empezar, pero resultaba imposible caminar por estos lares sin estar con tu toda tu atención disponible, y no había necesidad de arriesgar, así que confió en que lo que le hubiera enseñado le bastara para aguantar hasta que regresaran.

Además la última palabra al respecto había sido de Yuna, que para eso era la doctora.

Todo esto no se sale de lo común iba junto a ella precisamente, e intentaba inspirarle confianza las brumas, los riscos se encogió de hombros no hay otro camino, y si vamos con precaución lo peor que nos puede pasar es lo que acaba de decir Melek, que tengamos que refugiarnos en alguna cueva durante las horas de sol más duras toda una odisea, lo mismo que fue para él su primer viaje al poblado.

Creo que a una media hora hay una cueva más o menos grande, recuerdo haberla usado en alguna ocasión.

Comentó sin demasiado convencimiento, pero a lo mejor refrescaba la memoria del comerciante, mucho mejor para esas cosas que la de Ayub.

La primera vez que intenté subir no lo conseguí, me dio miedo volvía a charlar con la joven vomité y hasta amenacé al bueno de Amiel con darle una paliza si me obligaba a continuar, y es que por aquel entonces tenía vértigo las cosas cambiaban, y a todo se acostumbra uno y ahora no hay año que no pueda pasar sin visitar Aku señaló a Melek él en cambio, como si fuera una cabra añadió sonriendo.

Cargando editor
10/11/2013, 00:06
Director

El camino era algo difícil, y los viajeros tuvieron que bajarse del dromedario más de una vez para poder avanzar. A Yuna le estaba sorprendiendo lo dificultoso que resultaba seguir, pero lo que todavía no sabía era que aquello no había hecho más que comenzar. Aquélla era la parte fácil del camino, pronto vendrían los desfiladeros y las retorcidas escaleras de piedra. Amarna todavía se divisaba desde allí, pero se había convertido en una diminuta mancha en la distancia desde la que subían finas columnas de humo, seguramente de las chimeneas.

No tardó en aparecer el primer cinnabari, el árbol representativo de la villa de Aku. En realidad era un falso árbol, aunque no por ello menos hermoso que el sauce plateado que crecía junto a la casa-cueva de Maba Gathra. Su sombra invitaba a descansar, aunque los viajeros eran conscientes de que si reposaban mucho tiempo no llegarían a Aku ese mismo día y tendrían que hacer noche en el camino, con todo lo que aquello podía suponer (el posible ataque de animales salvajes, bandidos, dormir a la intemperie...).

Cargando editor
10/11/2013, 00:11
Director

Notas de juego

El cinnabari o árbol dragón es un falso árbol que crece sobre todo en las cercanías de Aku, aunque también lo hace en otras zonas montañosas de Agavé. Bosquedragón es un bosque que crece al norte de Aku. La tradición de la Villa Colgante dice que cada vez que nace un bebé allí, debe plantarse un cinnabari en Bosquedragón que lo represente, así que todos allí tienen su árbol. Que uno de estos árboles muera antes que su "dueño" es un terrible augurio.

Cargando editor
10/11/2013, 12:48
Yuna Iseki

Tuvimos que dejar atrás a Andrew. No nos lo podíamos llevar como estaba, sobretodo, porque entre otras cosas, corría el riesgo de que el sol subiera tanto su fiebre que no se la pudiéramos bajar, que se cayera del camello...  No era nada grave, dese luego, a mí al menos, tan sólo me había parecido un virus que había cogido, pero claro, ese diagnóstico iba sin ningún tipo de análisis para poder asegurarme de ello. Sentía como si en aquel lugar lo de la medicina fuera un poco dar palos de ciego.

- Me parece que ha cogido algún virus o alguna enfermedad leve para la que su cuerpo no estaba inmunizado. Lo normal hubiera sido que del agua menos tratada o la comida...

En realidad, podía haber sido cualquier cosa, pero me parecía que yo también podría enfermar de la misma manera, pues había pasado a llegar al tercer mundo y desde luego, la mitad de las vacunas que hubiera necesitado para ir allí no las llevaba puestas.

El paisaje del desierto era monótono, triste, así que al llegar a aquellas montañas al menos, todo se volvió como un poco más entretenido, aunque en seguida fui consciente de que mis compañeros se habían puesto más tensos, por sus posturas más erguidas... Debíamos de haber entrado en un lugar mucho más peligroso.

Aquello de subir y del vértigo me hizo entrecerrar los ojos de nuevo, era mi gesto habitual cuando pensaba en algo que no me gustaba.

- Yo no tengo vértigo, pero no sé trepar. No sé hacer nada que signifique hacer ejercicio y no se parezca a correr en una cinta. - Se lo habrían imaginado por mi apariencia, pero yo por si acaso se lo decía. - Con deciros lo que me duelen las piernas de estar sobre el camello y tener que hacer fuerza con ellas muchas veces... - Tenía unas agujetas muy serias.

Cargando editor
10/11/2013, 18:05
Melek

-Cuida de tu camello, y puede que a tu camello le caigas bien y decida no abandonarte en el desierto. Eso es lo que me enseñaron.- Dijo alegremente Melek, girándose brevemente hacia Yuna.-La leyenda cuenta que el Creador quiso una montura fiel, obediente y cómoda para cabalgar por el desierto, y por eso creó el camello. Intentó domesticarlo tanto como pudo, pero le fue imposible. Hasta tal punto le fue imposible que cada vez que el camello desobedecía una orden, el Creador cogía una rama de un árbol y golpeaba el lomo de la bestia. El Creador golpeaba y golpeaba, pero el camello seguía sin obedecer- Como quien agarra un palo, teatralmente Melek gesticulaba con los brazos.- Tantas ramas arrancó que dejó el Valle sin árboles, y tantos golpes le pegó que al camello le dejó dos jorobas.- La sonrisa de Melek se ensanchó, mostrando unos blancos y perfectos dientes. -Finalmente el Creador se dio por vencido y creó el caballo.-

Señalando con la cabeza dos árboles dragón paralelos separados por el camino, dijo.- Aquí cada árbol dragón tiene su nombre y su propietario, procura no dañarlos y respetarlos. Esos cinnabaris de allí son de Molurta y Siskelam, un viejo camellero y su esposa, muertos hace ya tiempo.- Con ensoñación y cariño, recordó los guisos de Siskelam.- Siskelam tenía una mano increíble para la cocina. Era capaz de hacer comestible incluso la carne de una serpiente...- Mirando las columnas de humo a lo lejos les dijo a sus compañeros de viaje.- No queda mucho. Si aligeramos el paso puede que lleguemos al anochecer. ¡Animo! ¡Hat-Hat!.- Finalizó, espoleando un poco a Maldito bastardo, quien le dedicó una soberana mirada de indiferencia, manteniendo su paso tercamente. 

Cargando editor
12/11/2013, 11:59
Ayub Essoh

Parecía que Melek hubiera nacido para estar en este momento y este lugar, se le veía cómodo, totalmente adaptado al entorno, integrado en el mismo sin ningún problema, sería imposible distinguirlo de un habitante original del valle, dudaba que hubiera sido tan feliz en su otra vida.

Ayub, en cambio, conocía una gran cantidad de leyendas, pero hubiera sido incapaz de contarlas a la manera que lo había hecho su amigo. Él seguía sintiéndose como un observador, como alguien que miraba el pasado, o simplemente viviendo en una especie de sueño, como tantas y tantas veces había imaginado como hubiera sido vivir en una época antigua, de esas que estudiaba tan a fondo y de manera tan entusiasta. Nunca se consideraría un habitante del valle por mucho que le gustara.

A veces me pregunto como si las apañaba la gente de por aquí antes de que aparecieras Melek.

Había cariño en sus palabras, y sonreía cuando miró a Yuna, comprensivo, pero también queriendo dejar claro que no había otra opción más que aguantar.

Te acostumbrarás, yo tampoco aguantaba demasiado cuando vine, si quieres puedo también enseñarte a defenderte, sobre todo porque ese tipo de ejercicio hace que utilices muchos músculos y luego tu cuerpo te lo agradecerá por suerte él nunca había tenido que utilizar lo que le había ensañado Eruá, y esperaba que la joven tampoco tuviera que hacerlo cuando lleguemos a la ciudad y puedes disponer de un tiempo de descanso le propuso, pues su cara ahora mismo no era la de estar pasándolo muy bien.

Cargando editor
12/11/2013, 12:17
Yuna Iseki

Melek siempre tenía algo que decir que te costaba entender de primeras. Era como si estuviera pensando en sus cosas y de repente dijeras algo que le hacía recordar alguna cosa y la contaba, pero siempre como si fuera un ordenador y le dieras a la tecla " F1: Contar historia ". Al menos esa era la sensación que me daba, pero bueno, eso no quería decir que no tuviera muchísima razón en lo que decía.

- Vale. Intentaré que mi camello no sienta la necesidad de abandonarme a mi suerte, pero me vais a tener que enseñar también a manejarlos, porque como comprenderéis...

A caballo ya había llegado a montar un par de veces en mi tiempo, pues era una actividad lúdica que hay que hacer al menos una vez en la vida, aunque no solía tener demasiado tiempo libre para esas cosas. En realidad, una vez terminada la carrera me puse con el doctorado y lo acababa de terminar, contando con que empecé antes de tiempo la universidad y estudiaba prácticamente asignaturas de varios cursos a la vez gracias a los " trapicheos " que te permite hacer tener una media de " matrícula de honor ". En resumen, si sacaba la cabeza de un libro o de un hospital estaba más perdida que un pulpo en un garaje.

Ayub me hizo su oferta sobre aprender a defenderme y aunque no era partidaria de tener que golpear a nadie, por eso era médico que venía a ser el polo opuesto, quizás en un sitio como aquel no estaría de más, sólo por si acaso.

- Creo que eso te lo agradecería. Me da que aquí puede ser necesario que sepa hacer alguna cosa más que correr... - Además, si trataba de esconderme por un lugar como aquel cabía la posibilidad de que me metiera en un lugar peor.

Cargando editor
13/11/2013, 13:35
Director

El grupo prosigue su camino, y van avanzando poco a poco. Una niebla comienza a levantarse, entorpeciendo cada vez más la visión del camino, hasta que no queda más remedio que parar un rato a un lado. Si hay suerte, volverá a salir el Sol y podrán continuar su camino, pero si no... habrá que esperar un poco más. A veces la niebla duraba varios días, pero por esta época del año ya dejaba de ser lo habitual. Al menos podrían tomar algo para reponer fuerzas.

Notas de juego

Este sería un buen momento para que Ayub comenzara sus lecciones de defensa personal, o cualquier lección que quiera enseñar uno a otro. Para ello que la persona que de la clase dé instrucciones a su alumno. Luego ambos tienen que tirar percepción, y dependiendo de las tiradas decidiré si el que está aprendiendo se pone un punto en esa habilidad o no.

Cargando editor
17/11/2013, 14:46
Yuna Iseki

Había tanta niebla en aquel lugar que daba un poco de miedo, sobretodo, porque ahí sería imposible estar atenta a cualquier posible peligro y cuando no conoces la zona... todo es peor todavía.

- Si esto sigue así dentro de poco no me veré ni mis propios pies...

Por suerte, aquellos dos hombres que me acompañaban sabían perfectamente lo que tenían que hacer e incluso, cómo tenían que pisar el suelo para no torcerse un tobillo y bueno, yo puse todos mis sentidos en hacer las cosas como ellos las hacían, pues estaba claro que nadie nacía aprendido y yo, estaba prácticamente naciendo de nuevo.

- ¿ Siempre hay esta niebla? - Pregunté en voz baja, a fin de cuentas, no veía si había alguien en las cercanías que pudiera escucharnos.

Casi estaba segura de que en cuanto buscáramos donde resguardarnos Melek nos contaría otra historia acerca de la vida en aquel lugar o de sus leyendas, pero por el momento lo primero era resguardarse y Ayub me inspiraba más confianza para esas cosas.

- Tú dirás... - Estaba cerca del hombre inconscientemente. Mi instinto de supervivencia tenía claro que no habría tal supervivencia si me separaba de él.

Cargando editor
17/11/2013, 18:01
Ayub Essoh

Ayub no se alteró por la niebla, esto era como lanzar una moneda al aire, y esta vez le había salido cruz, así que se apartó del camino con resignación desmotando de su camello, lo cual también fue un alivio, ya que, aunque acostumbrado a usarlos con frecuencia, muchas veces prefería caminar junto a ellos que montarlos.

No, no siempre, pero es bastante habitual, sólo tenemos que tener un poco de paciencia.

Viajar por esta montaña no era lo que hubiera elegido para habituar a la joven doctora al valle, pero las circunstancias mandaban. La ayudó a bajar de la montura, y se giró hacia cuando la se acercó, fijándose realmente en ella por primera vez, en ella como mujer, no como la doctora Yuna Iseki, miembro del equipo que planea salvar el mundo donde había nacido y vivido. Resultaba de lo más atractiva vestida de aquella manera combinando con sus rasgos.

Vamos Ayub, podría ser tu hija.

El caso es que no había conocido a muchas mujeres en el tiempo que estaba allí, su espíritu nómada y su permanente búsqueda de la Clepsidra hacía que resultara poco interesante como partido para la gran mayoría de las féminas de la región.

No sé ve demasiado, pero podríamos prácticar algunos movimientos básicos, para comprobar tu coordinación.

Rebuscó entre sus pertenencias y sacó un bastón de menor tamaño que el suyo, había sido previsor, una cualidad suya, y se le tendió a la chica.

Lo primero es habituarte a sujetarlo, a cambiarlo de una mano a otra, y a usarlo también como punto de apoyo, pues será útil en algunas partes de la escalada.

Se volvió a acercar a la joven, indicándole como tenía que situar las manos.

Cargando editor
17/11/2013, 21:50
Yuna Iseki

Agradecí que me ayudara a bajar del camello pues por mucho que tuviera que cuidarlo para que no me abandonase como me había dicho Melek, a mí no había podido resultarme más tedioso el paseo.

- ¿ Lo ato a algún lado? - Miré a Melek al hacer esa pregunta. No sabía si dejar al camello por ahí a su bola iba a ser una buena idea. Quizás el animal tuviera una especie de radar y no le molestaba tanto como a mí la niebla. Una nunca sabía.

En ese momento Ayub dijo aquello de entrenar y me llevé la mano de forma poco femenina a la parte interior de los muslos, zona que tenía machacada.

- ¿ Entrenar ahora? ¿ Sin descansar?

Claro que cogí aquel palo cuando me lo tendió y le miré con resignación.

- Supongo que cuanto antes aprenda mejor. - Para mí que moverme rápido en aquel momento iba a resultarme algo imposible, pero intentaba no ser una carga.

- Si me tiemblan las piernas y todo de haber ido encima del bicho ese tantas horas...

Cargando editor
17/11/2013, 22:41
Melek

-¿Atarlo?- preguntó Melek maliciosamente. -Esta noche dormirás acompañada... con tu camello. La temperatura por las noches pueden ser muy frías, y no conviene encender fuegos, así que la mejor manta que tendrás tiene cuatro patas y huele mal.- Después, parándose a pensarlo mejor, añadió.- Y escupe.- Aún así se alegraba de ver que la joven doctora aprendía deprisa y tenía mente abierta. Le haría mucha falta en los días venideros. Pero sobre todo le haría falta ahora mismo que iba a entrenar con Ayub. Melek todavía se acordaba de las primeras lecciones que le dió Ayub, y de los moretones que le quedaron. Era por eso por lo que finalmente se decidió por el arco.

Melek sonrió al verlos coger los palos, y dejó a Yuna empezar su adiestramiento. Melek se dedicó a preparar el campamento; cogiendo los animales, los entró en la cueva, situándolos en el fondo y  muy juntos para aprovechar el enorme calor corporal que despedían las bestias. Luego los obligó a tumbarse, enganchando las bridas con la pata delantera para que no pudieran levantarse sin permiso, a la vez que les ponía unos ramos de dátiles para que fueran comiendo. Después situó una alfombra al lado de cada una de las respectivas monturas y sacó un odre de agua, unos trozos de carne curada y un poco de fruta, dejándolos cerca de Ayub y Yuna para cuando acabaran el entrenamiento.

Finalmente agarró el viejo pellejo de buey agujereado que le servía de alforja y varios odres, saliendo al exterior. Luego sujetó la piel con varias piedras, dejándola a unos dos palmos del suelo, a la vez que aprovechaba los agujeros para insertar las bocas de los odres. Si una cosa buena tenía la niebla era que por la mañana la piel habría recogido y rellenado los odres y tendrían agua para el día siguiente.

Una vez hubo organizado el campamento, cogió su arco, las flechas y algo de comida, luego se dirigió a la entrada de la cueva, situándose en un lugar oscuro desde el que pudiera observar el exterior para vigilar, de manera que sus compañeros de viaje pudieran entrenar tranquilos. Sentándose sobre una piedra, con las piernas cruzadas, puso el arco sobre ellas y masticó tranquilamente algo de carne, escuchando la noche.

Sí, había sido un buen día, y Melek estaba contento.

Notas de juego

Pues eso, preparo campamento y monto guardia a lo tuareg.

Cargando editor
19/11/2013, 09:33
Ayub Essoh

Primero, Ayub asintió a las palabras de Yuna sobre lo de comenzar ahora, sabía que era duro, pero no le quedaba más remedio si querían aprovechar el tiempo.

Tranquila, sólo serán unos minutos y únicamente necesito que te vayas habituando.

No pudo reprimir una sonrisa al verla realizar aquel gesto, y es que la pobre debía estar bastante jodida, pero demostraba fuerza de voluntad y no se había quejado en exceso, así que se portaría bien con ella, y es los años le había vuelto más blando.

No le hagas ni caso a Melek, tenemos mantas de sobra y los camellos únicamente se pondrán delante de la cueva miró a su compañero sonriente, le gustaba chinchar a los recién llegados, bueno, en realidad era los primeros que llegaban después de él, pero estaba claro que era parte de su comportamiento siempre es igual, pero te acostumbrarás a él, es un magnífico compañero de viaje y nunca te aburres a su lado que algunas veces te dieran ganas de cortarle el cuello no contaba, eran las menos. Habían pasado tiempo juntos, mientras le enseñaba, y a Ayub le costaba imaginar una persona que se pudiera adaptar mejor que lo que Melek había hecho.

No faltó a su promesa, y las primeras lecciones únicamente constaron de formas de coger el arma para evitar que se cayera, las mejor maneras de apoyarla en caso de que la necesitara para escalar, y marcar algunos golpes básicos para que se fuera haciendo la idea del alcance y la utilidad del bastón.

Por hoy va bien, gracias por el interés doctora.

Se dirigió con ella hacia el interior de la cueva, cogiendo la comida y agradeciendo el detalle de que se la hubiera preparado a Melek.

Será difícil que hoy podamos aprovechar para avanzar más el camellero era más experto y había optado por montar el campamento para pasar la noche, lo que significaba que aunque saliera el sol ya no les merecía la pena acampar ¿cómo estás? preguntó a la chica hay unas hierbas que adormecen... bueno, ya sabes, las ingles, para hacerte más llevadero el viaje, pero si puedes aguantar es mejor pasar sin ellas él mismo las había usado y ayudaban no sé cuando será la siguiente oportunidad de tomar un baño añadió con una sonrisa.

Cargando editor
19/11/2013, 19:42
Yuna Iseki

Como médico podría haberle dicho como unas veinte razones sin esforzarme para decirle que dormir junto al camello toda la noche era una guarrada y lo menos recomendable del mundo, pero como no sabía si me lo estaba diciendo en serio o estaba bromeando pues decidí mirarle sólo con cara de estar tratando de averiguarlo.

Ayub se dio cuenta, seguro, de que no sabía si las palabras de aquel " tío raro " iban en serio, así que cuando me respondió se me escapó la risa por ser tan obvia.

- Estoy tan cansada que para que pille alguna coña me la vais a tener que repetir tres veces... - Dije con el mismo tono de resignación, aunque de buen humor tras aquel momento.

Hice lo que " mi nuevo profesor " me indicaba, aunque de verdad me costaba moverme con normalidad incluso después de haber estirado.

- No sé qué es más complicado que me acostumbre al camello, al palo o al disfraz. - Era como estar en Halloween y tratar de hacer de ninja cuando estás disfrazado de fantasma, en este caso, con una sábana por encima.

Dejé las chorradas para tratar de centrarme un poco más en lo que me decía, y en lo que tenía que hacer, pero cuando me dijo que ya habíamos terminado me sentí como cuando terminaban las clases de gimnasia, dando gracias porque hubiera tocado la campana.

Ya en la cueva me desplomé en el suelo, acercándome al fuego.

- Estoy bien, pero no sé si voy a ser capaz de terminarme la cena aún despierta... - Para mí que me iba a dormir antes de hacerlo.

Quería decir que aún aguantaría sin usar hierba alguna. Era un poco terca cuando me lo proponía.

Cargando editor
19/11/2013, 23:14
Director

El grupo (o más bien Melek) había montado el campamento en la entrada de una cueva cercana al camino, un poco por encima de éste. Los ratos que la niebla se despejaba un poco podía intuirse alguna que otra figura caminando por el camino allá abajo. La mayoría de la gente paraba con aquellas condiciones climáticas, pero algunos o bien no se lo podían permitir, o tal vez tenían miedo de toparse con algún bandido si pasaban la noche en aquel lugar y avanzaban a ciegas. No era una buena idea, no pocos morían a causa de un tropiezo en una zona peligrosa por culpa de la niebla. 

Tras un rato practicando, Yuna había aprendido a manejar el bastón. Bueno, había aprendido lo básico, y eso a pesar de su cansancio. Un poco más de práctica y seguro que estaría lista para enfrentarse a algún oponente sencillo.

Ahora la luz comenzaba a declinar, y no había duda ya de que pasarían la noche en la cueva. Alguien tendría que hacer el primer turno de guardia. O no, tal vez consideraban que no era necesario el esfuerzo.

- Tiradas (2)
Cargando editor
22/11/2013, 12:30
Melek

Observando a la joven doctora, vio que se aguantaba por fuerza de voluntad. Melek no se lo pensó dos veces, y sabiendo que Ayub era curtido en estas lides, propuso descansar hasta que saliese el sol haciendo las guardias entre ellos dos, para que Yuna tuviera tiempo de descansar y aguantar la cabalgata del día siguiente. Ya se acostumbraría, y luego haría guardias como todo el mundo, pero por ahora tenía que disciplinar su cuerpo y su mente al nuevo entorno y a la dureza del desierto.

Melek tenía muy buena vista, así que haría la primera guardia, junto con su arco. Volviendo hacia el lugar donde se había sentando a esperar que acabaran el entrenamiento, se arrebujó en su manta y se puso en postura incómoda para no dormirse. Luego cogió un hueso que había encontrado en la cueva de lo parecía ser un pequeño rumiante, y empezó a tallarlo para pasar la noche.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ala... nueva tirada oculta pa lo que fuera.

Cargando editor
22/11/2013, 20:46
Yuna Iseki

A partir de aquel momento no fui demasiado consciente de las cosas, pues realmente estaba que me moría del sueño y en cuanto terminé de comer, me tumbé como me dijeron para que me enfriara lo menos posible.

- Para la próxima... - Bostece por lo que no se entendió demasiado de lo que dije. - yo también ayudo...

En realidad no es que no quisiera ayudarles, ni mucho menos, pero estaba tan agotada que apenas les daba las gracias estaba cerrando los ojos.

Aquello para mí se hacía muy difícil, sobretodo, viniendo de donde venía, pero era más terca que una mula y desde luego, era de las que hacía las cosas bien o no las hacía, por lo que me quedaba mucho camino hasta aprender a no necesitar que cuidaran de mí para absolutamente todo.

Por el momento, iba a dormir tan bien como no había dormido en mucho tiempo, pues apenas cerré los ojos estaba casi totalmente dormida.

Cargando editor
26/11/2013, 23:49
Director

La niebla seguía en su sitio. Sólo de vez en cuando se veía un poco mejor. Lo lógico en aquellas circunstancias era que nadie se moviera de donde estaba en aquel peligroso camino, pues era fácil caer por el precipicio y morir. Sin embargo, Melek oyó a alguien susurrar algo allá abajo en el camino. Cuando se asomó vio dos sombras que avanzaban por allí, desde Aku hacia Amarna.