Partida Rol por web

La Guarida estaba al pie de los montes del sur del Último Valle, Agavé, y al mismo tiempo a las puertas del Desierto Gris. Hacía tiempo que había sido abandonado, pero un antiguo viaje con una zahorí había dado sus frutos, y ahora que había allí un pozo de agua dulce era posible vivir alí por periodos más o menos largos de tiempo.

Sin distracciones ni cotillas, Yuna y Andrew se preparaban para aprenderlo todo sobre Agavé.

Ayub esperaba nervioso en el exterior de la vieja casa de desgastado adobe. No era la primera vez que esperaba a gente nueva, pues ya lo había hecho con Malek y Asher, pero ahora ahora no tenía a Amiel junto a él y era casi diez años más mayor. Echaba de menos a su mentor en Ágave, lo visitaba ocasionalmente, pues su amistad se había ido haciendo fuerte a lo largo del tiempo, pero también sus contactos se habían espaciado.

No tuvo tiempo de pensar mucho más, pues sus compañeros traían a los recién llegados. Apenas una breve presentación y cada uno continuó su camino, suponía que ellos los habían puesto al día acerca de la importancia de la posada que regentaba Melek, así que ese punto lo pasaría por alto.

Pasad, siento no poder recibiros en un hotel de lujo, pero esto es de lo más parecido que os vais a encontrar en el valle.

Hizo un gesto y los condujo al interior de la edificación. Realmente sólo había cinco habitaciones habitables, tres diminutos "dormitorios", que apenas eran una cama con una pequeña ventana al exterior, un "baño" y un amplio salón que hacía las veces de cocina y comedor, con una mesa grande y tres sillas.

Espero que os acordéis de mi, Ayub Essoh, es un placer teneros aquí señor Black y señorita Iseki les tendió la mano y luego los saludó con una breve inclinación de cabeza y una simulación de un beso en cada mejilla, la manera tradicional de saludar a unos amigos en el valle creo que lo primero que deben saber es que nada es como habíamos imaginado, es cómo si hubiéramos retrocedido hasta una época muy antigua de la humanidad que conocíamos tenía muchas cosas que explicarles, pero había tiempo nada eléctrico funciona, y este pequeño valle, es lo que, teóricamente, queda del mundo humano desenrolló un grueso pergamino que había en un lateral de la mesa, y les enseñó el mapa yo mismo lo he dibujado añadió con cierto orgullo, no había resultado nada fácil hacerlo nosotros estamos aquí señaló un punto cercano a Aku, en la parte baja de las montañas.

Lo primero deciros que aprenderemos el idioma y la historia más básica, así como economía y cosas más importantes del lugar sacó de una vieja bolsa parecida a una mochila otros rollos de pergamino, más pequeño me he tomado la libertad de poneros las cosas por escrito, pero no lo mostréis demasiado por ahí le entregó la información a los recién llegados.

Andrew, debería cambiar su nombre, y usted creo que recordar que se llamaba Yuna preguntó a la japonesa podría valerle, aunque debo advertirle que usted, al igual que yo, somos únicos en el valle, y a diferencia de mi que ya no soy el atractivo joven de antaño, usted llamará la atención, pues su belleza no pasará desapercibida, así que deberá ser cuidadosa bandidos, jefes tribales, no son pocos los que querrían contar con un trofeo como ella entre sus logros, él mismo había tenido algún problema al respecto a su llegada, aunque por suerte todo el mundo se había acostumbrado ya a su presencia.

Elaboren una historia de donde nacieron y poneros ropa más adecuada, he dejado varias opciones en las habitaciones.

No había salido de mi asombro todavía. Estaba alucinando con aquel lugar, sobretodo, porque aunque había sonado a un chiste, no pretendía ser tal, sino que aquel lugar me recordaba a historias como Alibaba o a algunas películas que habían sobrevivido al paso de tantísimas décadas que tenían incluso hasta veinte " remakes " de ellas.

La parte romántica de aquel lugar se rompía cuando llegabas a una casa como la de Ayub y te quedaba claro que sentirte arcaica era sentirte muy moderna en un lugar como aquel.

- Sí, te recuerdo... - Habíamos ido con una misión pero ahora mismo me hubiera puesto a llorar como una niña si no fuera porque no estaba sola y no tenía tanta confianza como para dar rienda suelta al " chasco " que me estaba llevando.

- Gracias. - Cogí lo que nos tendía y le eché un vistazo, pero luego miré el resto de la casa como si acabaran de meterme de repente en la cárcel y aquello fuera el peor de los castigos posibles.

Se me habían terminado hasta las palabras y eso que no era una persona demasiado callada normalmente.

No era un buen momento para escuchar eso de que tuviera cuidado, al menos, no me lo parecía, pero claro, él estaba siendo sincero y no se lo podía echar en cara. Deducía que eso de ser único lo decía por el color de piel, aunque yo nunca le había visto un tono diferente a la mía por mucho que dijeran que lo era, eso sí, sabía perfectamente que las razas no sólo se diferenciaban en la piel, pues tenían determinadas características, como por ejemplo, sin ir más lejos, los componentes de esa piel distaban de tener las mismas proporciones.

- ¿ Y qué puedo hacer para tener cuidado?

Una cosa era no meterme en líos o no hablar más de la cuenta, pero no podía cambiarme el físico así como así y vamos, lo de " autolesionarme " para no gustarle a ningún jefe de tribu de por ahí o lo que fuera no era ninguna opción.

Ayub se acercó a Yuna, sonriéndole, podía entender su intranquilidad, y su gesto al mirar a su alrededor había delatado bastante lo que pensaba del lugar, seguramente no lo había fascinado como hizo con él en su momento.

No confiar en nadie, seguir mis consejos y los de nuestros compañeros que llevan más tiempo en el valle, y no hacer notar constantemente al resto de habitantes que es usted más lista y avanzada que ellos, algo que enseguida notará como evidente.

Había fuego encendido en lo que era el hogar de la estancia, y el hombre negro cogió un par de tazas que había en la repisa, de aspecto rudimentario pero limpias, y las llenó con agua hirviendo, depositando sobre ellas unas hierbas.

Beban dijo dejándolas sobre la mesa están un poco amargas, pero se acostumbrarán, y les ayudará a recuperarse del viaje Ayub hablaba despacio, vocalizando, como si tuviera todo el tiempo del mundo y disfrutrara con la compañia.

No todo es malo aquí doctora, también hay gente que merece la pena en este valle, gente que con muy pocos recursos hacen maravillas debía ser duro para ella, pero si la habían seleccionado por algo sería pronto estará integrada como una más, y podrá disfrutar de los pequeños placeres que el desierto ofrece a quien sabe buscarlos si, a él le encantaba este sitio, pero probablemente a Ayub le gustaba cualquier sitio donde pudiera aprender de otras personas.

Tras la larga charla de su compañero, Andrew se quedo callado un rato pensando, estaba anonadado, no se podía creer el mundo que les esperaba. Y además de todo eso tenía que cambiarse el nombre. Se apresuró a pensar que nombre podría valerle, y entonces se le ocurrió que quizás cambiarse el nombre no era necesario, únicamente tendrían que llamarle como le llaman sus amigos, "Andy". 

Echó un vistazo a los documentos donde se encontraba toda la información básica sobre el valle. Había muchas cosas que le recordaban a películas viejas que había visto, otras eran totalmente nuevas para él. Habrá que ver cómo funciona todo.

Tengo un par de preguntas si no es mucha molestia: La primera es si tenemos alguna pista de donde se puede encontrar la Clepsidra, no pregunto si se sabe donde está, sino si hay algo sobre lo que pensar. al fin y al cabo, cuanto antes encontraran la clepsidra, antes se librarían de todo eso. Otra es si el nombre de Andy sería viable para la gente de este valle

Y la última es si materiales como oro y diamantes son valiosos en este valle, ya que he traído unos cuantos de nuestra era. Espero que si, esto haría mi vida mucho más fácil, pensó Andy.

Las preguntas no son ninguna molestía señor Black, son una necesidad.

Ayub así lo entendía, era paciente y dedicado a sus “alumnos”, por eso parecía el más indicado de los que estaban allí antes que ellos para instruirlos.

No tenemos más pistas que aquello que nos contó Zimmerman en su momento, que había visto reflejada en ella rostros precolombinos y hombres de piel negra, pero de la primera raza ni rastro en el valle, y de la segunda, yo soy el único negro del valle, así que o bien aún no han llegado, o bien hay algún lugar más allá del valle.

Ese era el motivo por el cual se relacionaba con gente que exploraba el desierto y las montañas en lugares donde el resto no llegaba, gente que creía que había aún muchos sitios por descubrir.

Las piedras preciosas, y sobre todo el oro, son muy valiosos, sobre todo este, casi de lo más valioso del valle explicó a Andrew le recomiendo personalmente que no los airee, y en cuanto podamos ponerlos a buen recaudo en la posada de Melek, él le podrá ayudar a conseguir lo que necesite por ellos sin llamar en exceso la atención confiaba en Melek, tenía sus cosas, pero seguía fiel a la misión, y según la opinión de Ayub aún la seguía manteniendo por encima de todo.

No es que de primeras fuera a confiar en mucha gente. Además, personalmente, era capaz de dudar hasta de algunos de los que se suponían que habían ido como íbamos nosotros, pero que llevaban ahí tanto tiempo que hasta podían haber preferido vivir así que volver al lugar del que habían llegado, pero... eran sólo suposiciones que se me pasaban por la cabeza ante la incomodidad de las otras palabras.

Asentí simplemente a lo de seguir sus instrucciones.

- Ser médico y que te mande a un lugar así sólo es... Podría ser peor y que un piloto de aviones hubiera venido conmigo. Sería como un chiste de " ¿ cuál es el colmo de...?

Mi compañero empezó a preguntar, no sabía demasiado bien si porque este " mundo " le daba igual, le daba igual la gente que tenía al lado, o había venido a ceñirse a la misión, hacerla e irse. En mi caso, pensaba hacer esa clase de preguntas más tarde, pero ya que las estaban haciendo pensé en escuchar las respuestas. 

Yo no había sido tan precavida y no me había traído nada que no cupiera en mi maletín y mochila, aunque empezaba a creer que iba a tener que apañármelas para hacer agujas de hueso como cuando el hombre no podía ni andar erguido.

Estabas sacando agua de un pozo cercano cuando ves entrar una paloma al palomar de la Guarida, llevando algo con ella. Sin duda una paloma mensajera. Cuando vas a recoger el mensaje, encuentras dos pequeños rollos de papiro escritos en tu lengua, la lengua que usas en el 3121:

Si no fuera porque estaba sacando agua de un pozo con un cubo de lo más rudimentario me hubiera sorprendido mucho de ver llegar a aquellos animales con las notas y más, que se dejaran coger por la primera que las encontrara, porque yo lo más cerca que había estado de una paloma era posiblemente " muy lejos ".

Desaté las notas, pues imaginaba que si habías llegado era porque traían alguna noticia importante y las leí, aunque luego quizás me arrepentí un poco de haberlo hecho, pues no sabía cómo de privado era aquello. De todas formas, pediría perdón por si acaso. Nadie me había dicho nada a ese respecto.

Entré a la casa con el cubo lleno de agua en una mano y las notas en la otra. El cubo fue lo primero que dejé, claramente porque era lo más pesado y yo fuerte precisamente no es que estuviera y tras ello, busqué a Ayub, pues las notas estaban dirigidas a él.

- Te acaba de llegar un e-mail. - Dije a tono de broma. - Siento haberlas leído. No me he dado cuenta de que esto es como abrirle una carta a alguien o algo así. No volveré a hacerlo.

A mí, aunque fuera allí en el culo del mundo, donde sólo había sol, arena y frío por las noches, también me gustaba tener mi privacidad así que suponía que al resto le pasaba otro tanto.

Abrí la mano con los dos mensajes enrollados. A la paloma no me la había traído, aunque igual se había ganado una galleta o su correspondiente en ave.

Parecía que poco a poco los recién llegados se iban adaptando al sitio y al lugar. Los avances con el idioma era buenos, y casi siempre Ayub usaba el agaví para que se fueran familiarizando con él y no les sonora extraño. El hombre de color raras veces se alteraba, se mantenía paciente y alegre la mayor parte del tiempo, así como también se encargaba de cocinar y enseñar como preparar los alimentos a la joven pareja.

Sonrió ampliamente cuando Yuna dijo lo del e-mail, era bueno que mantuvieran el sentido del humor, y un poco de cinismo tampoco era malo, después de todo su vida acababa de dar un cambio radical e irreversible, y cada uno lo afrontaba como podía.

No te preocupes, no tengo ningún secreto, es más, cualquier información que nos llegue puede ser vital para la misión, así que nada de disculpas, es más, prefiero que leas toda la correspondencia que llegue a mi nombre eso era extensible a Black puede que hay información importante y no estemos juntos en ese momento hizo un gesto para que salieran fuera, había que recoger el pájaro.

Mientras leyó los mensajes.

El primero era algo habitual cuando necesitaban reunirse, pero el segundo cambió por completo el rostro de Ayub, que se volvió con la mirada brillante hacia la oriental.

!Mira! se volvió un segundo hacia la casa !Andy, ven fuera! llamó a gritos.

¿Sabes lo que significa? preguntó a la chica, aunque por supuesto no esperó respuesta quizás esa escritura sea de las personas que tienen lo que hemos venido a buscar su entusiasmo también venía porque se moría de ganas de conocer a otras culturas tenemos que ir a Aku enseguida sonreía de oreja a oreja.

Esto es genial Yuna, quizás podamos conseguirlo después de todo.

Casi veinte años en aquel desierto, ya era su hogar, pero los recuerdos de su otra vida no se habían borrado del todo, sobre todo con aquella chica allí delante.