Partida Rol por web

La Revelación Final

Guy Fawkes

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22/07/2014, 12:44
Celia Pickering

El impacto que sufrió al comprobar que no sólo los documentos originales eran auténticos, si no que quedaba claro que sólo ella podía haberlos escrito, no fue tan grave como cuando los leyó la copia de los mismo por primera vez.

Aunque antes su mente había intentado buscar una explicación racional o una excusa a tal horror, en la forma de una posible falsificación o broma por parte de otros académicos, en realidad en el fondo ella ya sabía que aquello sólo había sido un burdo intento de convencerse a si misma de que todo aquello era incierto.

Sin embargo, la realidad se imponía, y era irrevocable en toda su malignidad.

Por unos instantes, pensó en mostrar el descubrimiento a otro ser humano. Compartir con él tan pesada carga, para sentirse aliviada. E incluso pensó en su tío Charles, el académico. Tan sólo tenía que acercarse a su despacho un instante, en la misma Universidad, y enseñarle lo que había descubierto.

A diferencia de otros, que rechazarían tan absurda historia, él la escucharía debido a su relación íntima, y seguramente acabaría entendiendo y aceptando la realidad.

Sin embargo, no se sentía capaz de exponer a su querido tío, casi un segundo padre, al horror y la desesperación que ahora la inundaban. Prefería que siguiese feliz en su ignorancia. Exponer esta verdad a otro ser humano era condenarlo a una existencia angustiosa. Celia debía aceptar ahora lo inaceptable, y no quería que otro ser humano pasase por lo mismo.

Derrotada, volvió aquel mismo día a casa, y se sumió en una honda melancolía. Cuando su amado le preguntaba, ella simplemente decía que había sido un duro día de trabajo. Pero no podía contarle nada. Nada de aquella verdad.

A partir de entonces, celia no volvería a ser la misma jamás. Aquél conocimiento la había cambiado, y había restado algo de luz a su mundo.

No sabía ella aún, sin embargo, que pronto se encontraría con otros individuos que, a su pesar, ya se habían visto expuestos a tan horrible verdad.

Y que ya sabiéndola, no podían volver atrás. Como ella, estaban condenados a tomar sobre sus hombros el peso de algo que el resto de la humanidad no debía conocer...

 

****    ****

 

Aquella mañana Celia se sorprendió ante el anuncio del periódico. ¿Hablaban acaso de ellos, de los Primigenios? ¿Las entidades que según los escritos que descifrara en el despertar de su letargo acabarían con el dominio de la humanidad en la tierra?

Por un momento, se sintió esperanzada ¡Había más personas conocedoras de tan horrible realidad!

Aunque temerosa de averiguar más hechos terribles sobre el asunto, también se dijo a si misma que cualquier cosa que averiguara no podía ser peor de lo que ya sabía.

Debía ser valiente. Si había más gente conocedora de tan terribles desvelaciones, debía reunirse con ellos cuanto antes. ¡Necesitaba hablar de este tema con alguien, desahogarse, y no podía hacerlo con ninguno de sus seres queridos!

Por primer vez en años, mintió a su marido y a su hija.

Les dijo que al parecer había un grupo de mentes pensantes con la que quizás podría compartir y comparar los resultados de sus últimas investigaciones científicas, y que el siguiente viernes por la tarda acudiría a una conferencia o reunión con ellos para compartir puntos de vista.

No se sentía muy a gusto mintiendo a su familia, pero no le quedaba remedio.

A lo largo de la semana, despejó la agenda de trabajo para la tarde de aquél día. Esperó ansiosa hasta el viernes y, antes de la hora indicada (las 18:00) condujo su vehículo al 27 de Cecil Court, donde se encontró un enorme cartel indicando que frente a ella se encontraba la librería Jacobs Boobs.

Se sintió un poco estúpida según aparcaba su vehículo y bajaba de él en dirección a la librería ¿Y si ese grupo eran todos una panda de farsantes? ¿O de esa clase de personas "iluminadas" que elucubraba y fantaseaba absurdamente sobre cuestiones no-científicas, como el espiritismo y otros fenómenos supuestamente paranormales?

Se detuvo frente a la puerta, dudando.

Sea como fuere, debía averiguar la verdad, y ella era una mujer que nunca se amilanaba ante nada.

Sin mas dilación, le echó valor y entró por la puerta de la tienda, haciendo sonar unas campanillas sobre el umbral...

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25/07/2014, 08:55
Director

Hoy, viernes 21 de octubre, decides pues acercarte a la librería. Pretendes llegar al lugar algo antes, para dar un vistazo y asegurarte de que es un comercio decoroso: eres una mujer profundamente curiosa, pero también una fiel creyente del método científico y de la importancia suprema de lo empírico, así que la idea de reunirte con un grupo de pirados en una librería esotérica (¡qué horror!) no es que te seduzca enormemente.

Cecils Court es una calle repleta de librerías, esotéricas, de antigüedades y generalistas, y todas cierran a idéntica hora. Hay un par de pubs cercanos (el más próximo es The Prospect of Whitby) y varios teatros. No te resulta sencillo transitar por allí con tu potente vehículo (y mucho menos estacionarlo), pero una de las vías paralelas más anchas consigues que un tendero te aparte unos sacos de maíz para aparques.

Para cuando llegas frente al local son las cinco y cuarenta de la tarde, a unos veinte minutos de la hora oficial de cierre; como la mayor parte de las librerías cercanas, en Jacob's Books se toman en serio su trabajo y no hay escaparates. El exterior es un grueso frontal de madera oscura, y está cuidadosamente limpio. Tomas con fuerza la manija de bronce de su puerta, respiras hondo, y abres la puerta haciendo sonar las campanillas.

 

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25/07/2014, 09:13
Director

CAMBIO DE ESCENA 

(Seguimos en Jacob's Books)