Partida Rol por web

Night le mira sopesandolo por un momento, pero entonces acerca la testa y susurra.

- Puede... puede que solo sea un cuento, puede que solo una leyenda, pero he oido que hay algo que es capaz de rivalizar con el poder de un alicornio...

Sonrie.

- Estoy buscando informacion sobre ese algo... pero no se lo puede decir a nadie ¿Entendido Autumn? Ahora... hay enemigos por todas partes y no seria conveniente que el enemigo escuchara.

Se aleja un poco y prosigue.

- El problema es que no se que es, ni su forma, ni su lugar, ni nada. Solo que existe... por eso le preguntaba.

Autumn cada vez está más tenso. Puedes ver como su simpatía inicial va dejando paso a una curiosidad teñida de desconfianza. Sin embargo, no trata de interrogarte o hacerte más preguntas, a pesar de que está claro que tiene muchas.

-No sé de nada que responda a esa descripción. Pero si es algo de una leyenda, Arpa sabrá responderte. Ahora si me disculpas...

La conversacion no habia ido como ella esperaba, ciertamente, no habia logrado extraer informacion susceptible y algo en el tono de voz de Autumn parecia no ir del todo bien... o quizas fuera el cansancio, debia de dormir...

- Si, claro, perdona que te haya entretenido tanto y gracias

Le dijo sonriendole nuevamente.

-Autumn dijo que vendrías a verme.

La yegua terrestre se sienta sobre una roca, peinando su melena, algo más corta de lo usual. No parece muy joven, pero tampoco mayor, en un limbo que le otorga madurez y frescura. Es hermosa, quizás no tanto como tú, pero lo bastante para atraer las miradas de más de un semental. Tranquila, golpea la roca, invitándote a que te aproximes.

Siete días de camino. Ese sería el tiempo que normalmente tardarían en llegar hasta Galloping Gorge, dicen los feriantes. La caravana se mueve a un ritmo constante, ni demasiado lento ni demasiado rápido, agitándose suavemente con los baches del camino. Cada vez es más difícil recordar cuando debería comenzar la noche y terminar el día. Ellos ya se han acostumbrado, durmiendo cuando están cansados y comiendo cuando tienen hambre.

Tras la desconfianza inicial el viaje transcurre agradablemente. No importa el momento, siempre hay alguien dispuesto a recitar un gracioso poema, tocar una balada o contar las hazañas de Bardle el Bravo. Todos sonríen, bailan y juegan, sin importar si lo han vivido una y mil veces, especialmente los potrillos. Es un gran ambiente familiar en el que no tardáis en veros envueltos de un modo u otro. Os invitan a participar, aunque solo sea para contar un chiste o como extras en sus representaciones, mientras que los pequeños insisten en que os unáis a sus juegos.

Uno de los potros es el primero en avistar el pueblo. El primero de muchos, os comentan, al saber que nunca antes habéis estado por estas tierras. Repartidos por el cañón, se mantienen gracias a la extracción de minerales, la alfarería y unos pocos cultivos propios. Al instante se hace patente el aprecio que los lugareños sienten por los feriantes; los festejos comienzan, se sacan mesas fuera y se empiezan a cocinar mil y un platos diferentes. A lo lejos veis el cañón, una gigantesca fisura que como una serpiente se retuerce y avanza hacia la lejanía. Un pequeño río recorre el centro, apareciendo y desapareciendo a tramos irregulares. 

Y entonces, después de mucho esperar, por fin ocurre. Cloudy ha despertado.

Night Green se sento junto a la yegua que le ofrecia espacio y quedo mirando al infinito como ella. Parecia que era una yegua calma, seguramente podrian hablar y entenderse.

- Asi es y aqui estoy -dijo señalando lo que parecia una obviedad- Venia a preguntarte, me han dicho que eres la pony mas adecuada a la hora de preguntar por leyendas.

Se giro para mirarla y sonrio tranquilamente.

- Como le dije a Autumn estoy buscando informacion sobre el poder de los alicornios. ¿Sabe usted algo?

Cookie habia estado animosa durante todo el viaje, trotaba calmada y con buen ritmo sin esperar destacar en algún modo, solo como alguien mas del montón. Tampoco le toco trabajar demasiado, eran tantos ponies y algunos tambien especializados en cocinar como ella que Cookie solo se limitaba a hacer la cena en los descansos para dormir. Tambien ayudaba con el cuidado de los potrillos lo cual encontro muy divertido, pasando horas y horas jugando al escondite o "ponle la cola al pony" eso si con su sartén en el lomo todo el tiempo en espera de algún ataque de fiera o pony hostil, por suerte durante esas sesiones de juego no paso nada salvo que una potrilla obtuviera su Cutiemark al curar a un conejito que se lastimo su patita, una cuidadora de animales, que buena noticia.

El viaje habia sido apacible y los feriantes habian sido maravillosos anfitriones, esa sensación de felicidad y familiaridad no podia ser igualada, tal vez. Cookie en una de esas paradas para descansar se aparto del grupo por un momento y fue a observar la carabana desde un punto alto, mientras respiraba con melancolia recordaba algo que paso hace mas de 7 años: estaba perdida en un bosque, tenia hambre y mucho frio, tampoco tenia herraduras ya que unos ladronsuelos se las habian quitado mientras dormia, estaba perdida y sola en un mundo que no la queria y una familia que la habia abandonado. Estaba mascando la rama seca de un roble cuando fue encontrada por un grupo de ponies artesanos que pasaban por ahi rumbo a los puertos del sur de Equestria, se divirtió como nunca con esos simpaticos borrachines panzones que no hacian mas que comer, charlar y beber cerveza de Heno mientras viajaban. Durante su marcha con ellos fue feliz, ellos contaban las historias mas divertidas que Cookie habia escuchado jamás (solo se tapaba las orejas cuando se les pasaban las copas y presumian sobre con cuantas yeguas se habian acostado) y siempre estaban contentos cantando y celebrando. Pero mas pronto que tarde el grupo fue atacado por unos bandidos y todo el ambiente de felicidad y familiaridad se fue en un rio de sangre y alcohol, la mayoria fueron asesinados y los demas solo pudieron decirle a Cookie mientras luchaban: Corre............. Los bandidos fueron atrapados y posteriormente ejecutados en la horca de la plaza del pueblo mas cercano, ella estuvo ahí viendo la ejecución para ver que se hiciera justicia pero ¿con que fin? "matando al asesino no revives a los muertos", esto se lo repetia Cookie en su mente una y otra vez mientras lanzaba piedras a los cuerpos colgados sin vida de esos criminales mientras lloraba de rabia. Ya en el presente la cocinera solo suspiraba serena pero alfligida, queria a los ponies que los habia ayudado sin perdirles nada pero tampoco queria apegarse mucho a ellos. No iba a apegarse a ellos, pero tampoco los iba a dejar indefensos, esta vez iba a pelear en vez de correr y dejarlos a su suerte.

Dias despues de esto por fin se veia Galoping Gorge, Cookie extrañaba ese olor a gemas recien extraidas. Cookie no podia sino soltar una risilla al recordar su visita previa a este lugar, mas con uno de sus frases mas ocurrentes: "Galoping Gorge, donde los mineros y granjeros de rocas podian perder lo que ganaban en los lupanares en 15 minutos". La caravana habia parado y tocaba preparar algo de comer, Cookie ayudaba a mover un caldero grande para el puchero cuando lo oyó de uno de los pasantes: El sabio Cloudy estaba despierto.

Sin perder tiempo la cocinera fue hacia el carro donde estaban atendiendo al hechicero, esperando algún movimiento de adentro.

Pasar una semana de viaje con la caravana no sonaba nada mal. Les permitiría pasar algún tiempo tranquilos y viajar sin necesidad de correr o de estar tan expuestos a los elementos, algo que Azure no dudaba que todo el grupo agradecería. Eso, sin mencionar a los enfermos y al inconsciente unicornio.

La exploradora tenía que reconocer que echaba de menos y que ya no estaba acostumbrada a una tranquilidad semejante. No desde que entró en servicio, al menos, mucho antes de aquella misión que tenían entre manos. De hecho, no pudo evitar tratar de estar de guardia siempre que pudo (sin abusar), tanto por el bien de los feriantes de la caravana como por sus compañeros. "A lo mejor es por cosas como esta que Rose notó tan fácilmente que soy soldado..." Se dijo una suave sonrisa.

Durante ese tiempo, Shadow había observado lo animada que Cookie parecía estar, ayudando tanto con la comida como con los potrillos. Era bueno verla así de animada y hasta a veces Azure se acercaba a los potrillos para echar una pezuña, echando de menos a su hermano pequeño. Su atención también estaba con Book Shield, con el que daba la impresión de estar llevándose bastante bien y al que quería distraer de la preocupación por Cloudy. En cualquier caso, aunque participaba en el animado ambiente general de la caravana, intentaba mantener la mente centrada.

A los siete días, efectivamente, parece que efectivamente llegaron a Galloping Gorge. Uno de los pequeños fue el que dio el aviso, divisando el que al parecer era el primero de muchos pueblos situados a lo largo del largo cañón, dedicado casi por completo a la minería y cosas similares. El cañón era, desde luego, largo, enorme e impresionante, como nada que Azure recordara haber visto antes.

Sin embargo, mientras los feriantes eran más que bien recibidos por los lugareños, algo que parecía habitual, ellos fueron advertidos de algo importante.

Clody había despertado.

- No entremos todos a la vez, no vayamos a agobiarle - miró a Shield -. Pasa tú, anda.

Book Shield no estaba para nada acostumbrado a pasar tiempo con demasiados ponis. Había conseguido hacerse poco a poco a su grupo de viaje pero tener que convivir repentinamente con aquel grupo de feriantes le resultaba poco cómodo. Eran alegres y no paraban de insistir en que se unieran a ellos en sus festejos constantes pero el joven semental no tenía ningunas ganas.

Desde que dejara a su maestro en completo reposo no había sacado el hocico del libro de magia que cargaba consigo. Tenía la esperanza de poder aprender algo nuevo que les facilitara el viaje o que al menos hiciera que dependieran menos de Cloudy. Por eso no hacía demasiado caso a ningún pony que se le acercara, incluso cuando se había dado cuenta de que no habían mirado su flanco más de un par de veces ni había escuchado comentarios despectivos al respecto. Su único objetivo era evitar que se repitiera una situación que requiriera tanto del anciano, buscar la manera de… ser más fuerte.

Por supuesto no todo había sido estudio. Con relativa frecuencia Azure se acercaba a hablar con él, le desconcentraba por completo y conseguía sacarle alguna sonrisa. En el fondo necesitaba aquellos descansos pero luego se sentía un poco mal por haber estado holgazaneando.

Al final los días pasaron con rapidez y Galloping Gorge, que había parecido casi un sueño inalcanzable, estaba ante ellos. Por si eso fuera poco, también el mago había despertado.

Miró a Azure Shadow cuando le pidió que fuera el primero y, tratando de apartar sus temores, decidió hacer frente a la situación y pasó al carromato.

-Con permiso -murmuró anunciando su entrada.

Esa semana de viaje en caravana parece que no vino nada mal al grupo. Era como un pequeño bálsamo que ayudaba a recuperarse del cansancio y la tensión del viaje, ya que en aquella caravana no eran conscientes de lo que realmente ocurría. Esto se veía en la vida de los miembros de la caravana, con sus bailes, juegos, etc... Cosas que Fair intentaba participar o por lo menos, hacerlo lo menos posible. No solo porque aquella terrible pesadilla seguía en algún lugar de su psique, si no que también se veía incapaz de hacer esas cosas, su vida había sido siempre lo bastante militar desde potro como para bailar o incluso actuar. 

Pero entonces, un día, Cloudy por fin despertó. Apoyó la idea de Azure, de que fuese el potro quien entrase primero -Dejemos algo de intimidad a esos dos y no abrumemos al mago, lleva mucho inconsciente. 

A lo largo del viaje, trato de no pensar en la misión que nos han encomendado. Todo ha sido tan repentino, tan rapido, que no me ha dado tiempo a asimilarlo. Me relajo mirando los paisajes ensombrecidos en la noche que tanto me gusta. Los tonos azulados y morados, la gran luna siempre en lo alto. Es cierto que tiene un aire mas...inquietante de lo normal. Los días pasan y de tanto esconderme en los carromatos y bajo la capa para evitar que despierten mis poderes hace que me sienta algo más débil. 

El viaje transcurre con mucha tranquilidad, observo apartada los espectáculos de los feriantes, intentando no inmiscuirme mucho. Apenas soy capaz de entablar una conversación con un par de ellos, ¿como voy a bailar delante de todos? Aun así, a veces no hay escapatoria y termino en medio del escenario...al parecer no se me da tan mal mientras no piense que hay gente mirando.

Termino ganándome la confianza de algunos ponis y pierdo algo de vergüenza, aunque sigo siendo incapaz de ser la que destaca, me pongo roja y con los ojos húmedos.

A la semana llegamos a Galoping Gorge, se ven casas esparcidas a ambos lados del valle, en las paredes titilan fragmentos de gema entre la roca, y un río recorre la longitud del valle. La luz de la luna inunda la ciudad iluminada con antorchas, y el ambiente de la caravana se esparce por la ciudad. Feriantes y aldeanos colaborando juntos para preparar una gran fiesta, con comida, bebida y entretenimiento prácticamente ilimitados. Ayudo como puedo a que todo este perfecto, y sin previo aviso, Cloudy despierta.

Estoy intrigada por Cloudy, preocupada más bien, me reúno con el resto para decidir que haremos ahora,

Deja el cepillo y te mira con ojos que bailan entre el gris y el azul, intrigada.

-Nunca antes me habían pedido una historia como esa. Me gustaría ayudarte, pero aparte de la profecía temo que no sé gran cosa sobre nuestras princesas. ¿Por qué te interesa?

El aviso hace que más de un feriante venga, en especial los potros, deseosos de echar un vistazo al extraño que lleva todo el viaje oculto en la carreta de Cherry Leap. Abre la puerta, no sin antes dirigiros una mirada severa que indica sin lugar a dudas que no permitirá sobresaltos en su paciente. Cloudy os mira desde el fondo, parpadeando varias veces con cierta confusión, antes de que Book entre y cierre la puerta tras de si. 

-Que no haga muchos esfuerzos los primeros días. -interviene la curandera.- Vigiladlo y si empeora dadle dos porciones de esto -os entrega una bolsita marrón con un polvo amarillo.- cada mañana, con agua.

Dicho esto se marcha en dirección al pueblo, pero no estáis solos por mucho tiempo. Autumn se acerca, bastante más relajado y contento que la primera vez que lo visteis.

-Me alegra que vuestro compañero esté despierto, mi madre vendrá a verlo dentro de un momento, dice que no quiere que os vayáis sin despedirse como es debido. -sonríe y sacude la cabeza.- ¿Qué vais a hacer ahora?

El aviso hace que más de un feriante venga, en especial los potros, deseosos de echar un vistazo al extraño que lleva todo el viaje oculto en la carreta de Cherry Leap. Abre la puerta, no sin antes dirigiros una mirada severa que indica sin lugar a dudas que no permitirá sobresaltos en su paciente. Cloudy os mira desde el fondo, parpadeando varias veces con cierta confusión.

La puerta se cierra tras de ti, dejándote a solas con tu maestro. Este tarda uno segundos, pero cuando te reconoce en su rostro aparece una expresión de alegría como jamás habías visto. Siempre parecía estar preocupado por algo, incluso cuando sonreía o charlaba desenfadado, pero esta vez está completamente relajado.

-He debido daros un buen susto, ¿verdad? Siete días... -suspira.- No te quedes ahí, deja que te vea. Cuéntame, ¿que es lo que ocurrió cuando me desmayé? 

Cuando Book le miró al recibir la invitación de pasar primero y sólo, Azure sonrió y asintió como si así insistiera un poco. El que Fair estuviera de acuerdo públicamente también sin duda ayudó mucho, por lo que el potro terminó siendo el único en entrar en el carromato para ver a Cloudy, que parecía encontrarse algo confuso y desorientado.

A la exploradora le preocupaba un poco el pequeño. Durante todo el viaje se había mantenido alejado de todos los demás potros y de los festejos que organizaban los feriantes, algo poco común en ponies de su edad. Pensaba en su propio hermano y ella estaba convencida de que él se estaría divirtiendo de lo lindo. Pero Book... él parecía estar hasta asustado de ver a tanta gente y se tiraba todo el tiempo con el hocico metido en su libro. "Es tan callado... ¿Cómo es que un potrillo no está disfrutando de verdad de su infancia?" Se decía. Ella hizo lo que pudo, sin excederse para que no se sintiera presionado, para animar al pequeño unicornio a hacer algo. No consiguió mucho, más allá de sacarle una sonrisa y que dejara el libro por un rato. Pero al menos era algo. "Espero ser capaz de hacer más con el tiempo. A pesar de que estamos metidos en lo que estamos..."

La exploradora dejó el pensamiento a un lado mientras la curandera de los feriantes cerraba la puerta tras ella, quedándose así el potro y su maestro a solas, y les dio alguna instrucciones con respecto al cuidado de Cloudy. Ella dejó que Night Green se encargara de aquello, al ser ella la miembro del grupo con más experiencia. Fue entonces cuando Autumn se acercó a ellos con una amplia sonrisa.

- Será un placer despedirnos de ella adecuadamente, por supuesto. En cuanto a qué haremos... la respuesta creo que seguramente la tenga nuestro convaleciente amigo.

Al ver al sabio unicornio Cookie solo pudo ponerse los cascos en la boca para evitar soltar un lamento, era triste ver a tan sabio y poderoso semental en condiciones tan deplorables, como si la edad finalmente lo hubiera alcanzado y estuviera a un pie de la tumba.

Cookie se acerco con cuidado y hocico al semental a manera amistosa a manera de animarlo para que recuperara la salud. Luego de las palabras de la antipatica curandera la cocinera solo dijó:

-Es posible que solo pasemos un par de dias aqui para que el sabio Cloudy descanse, luego continuaremos con nuestro viaje por estos territorios.

Ya que dijo esto Cookie le pidio a todos sus compañeros de viaje que se acercaran a ella y les dijo en voz baja pero que no sonaba en tono conspiranoico:

_{-Ya que estamos aqui, deberiamos preguntar a los ponies de por aqui si han visto piedras estelares* caer a la tierra en estos ultimos dias.}

Cookie no dijo nada despues, solo dibujo de manera horrorosa con una vara en el suelo con su casco 6 piedras dispersarse por varias direcciones, luego otro donde una estrella fugaz cae a la tierra, todo esto a manera de comunicarles a sus compañeros que los elementos de la armonia podian haber caido por la tierra a manera de meteoritos. Ya que pasaran un par de minutos para que interpretaran las imagenes la cocinera uso su cola a manera de escoba y borró los dibujos para no dejar huellas. Sonriendo animada como era su costumbre Cookie se volteo hacia otro lado para ir a ayudar a cocinar la cena para la celebración, no sin antes decirles:

-Va a ser una bonita fiesta, no caeria mal divertirnos un poco y platicar con los vecinos del lugar. Quizas tengan un par de historias divertidas, Diamoud dog's, dragones, estrellas fugaces, pueden ser muy entretenidas.

Y así Cookie regreso a su labor de hacer la cena, quizas podria matar el tiempo y hacer conversación acerca de una lluvia de piedras estelares con alguno de los vecinos. No era mala conversando pero por si eso fallaba tenia su mejor arma, la comida, todos los ponies son mas dociles con la barriga llena.

Con los nervios a flor de piel Book Shield se quedó delante del anciano. No había esperado que tardara en reaccionar tanto tiempo pero al ver su sonrisa no pudo evitar  lanzarse a sus patas y abrazarle cariñosamente. No era el único sinceramente alegre ahí dentro. Siete días... ¡Más como siete meses!

-¡Nos salvó, Maestro! Esas criaturas siniestras no tuvieron ninguna oportunidad.

No tenía intención de deshacerse en detalles sobre aquella parte. No había sido especialmente… bonito.

-Después buscamos refugio en las cercanías para reponernos y gracias a nuestras compañeras dimos con estos buenos ponis que nos acogieron y, bueno, puede ver que han conseguido más que yo en su recuperación. Oh… También acabamos de alcanzar Galloping Gorge.

Alzó la cabeza al ver al viejo unicornio al final del carromato. Parecía que estaba bien, pero sería el anciano el que debería decir como se encontraba al fin y al cabo. Cuando la puerta se cerró, dirigió su atención a Autum -por supuesto, después de lo que habéis hecho por nosotros sería una ofensa irse sin despedirse como es debido. Pero aún así tenemos prisa...- miró a Cookie quien había dicho que "deberían divertirse un poco", como si una semana de viaje y descanso en una caravana no hubiese sido suficiente. Aunque la idea de la "lluvia de piedras estelares" era buena. 

Me mantengo en silencio mientras Autumn esta con el grupo. Poco después de marcharse, Cookie dijo algo de piedras que caen del cielo, y que podríamos usarlo como excusa para preguntar por los elementos. 

-P-podría funcionar.

Aunque quizás el pony correspondiente al elemento lo sienta o algo así cuando este cerca, se mucho de magia y se que no pueden esperarse situaciones normales cuando está involucrada.

Miro en dirección al carromato...espero que Cloudy esté bien...

Notas los pelos de su mentón sobre tu cabeza, mientras su suave respiración revolotea entre tu cabello. Te rodea con sus brazos y sientes como la calidez te envuelve. Permanecéis así durante un breve rato, hasta que Cloudy parece decidir que ya es suficiente y se separa, sonriéndote con amabilidad. 

-Son buenas noticias, pero espero que no las únicas. No debemos perder más tiempo, vayamos con los demás. Hay que preguntar si los del pueblo o los de la caravana nos pueden dar provisiones... hemos de recuperar el Elemento de la Magia antes de que las cosas empeoren.

Sale de la cama sin necesidad de ayuda, aunque no sin cierto esfuerzo. Se te antoja algo débil, pero a cada paso parece ir ganando fuerzas.