Partida Rol por web

Tus pokemon estuvieron mirando a los lados también, como buscando lo que tu buscabas. Curiosamente, o estaban levantando la gran atención en los locales, aunque de los que se bajaron del barco, varios se los quedaron mirando con admiración. Tus pokemon te miraron, dispuestos a seguirte donde fueras.

Mira de reojo a la gente que baja del barco y miraban a sus Pokemon, no puede evitar esbozar una pequeña sonrisa. 

-Vamos chicos, a ver que hay por aquí.

Empieza a andar, aún un poco rallada por lo que acababa de suceder hace un momento, pero se encoje de hombros y se pone a andar.

-Creo que lo primero será ir a por un mapa de la región o algo -mira a sus Pokemon- A ver si entre los 3 encontramos algún punto de información o algo.

El pueblo era anticuado, con casas de madera, piedra, y las gentes con ropas nada modernas, aunque había excepciones. Extranjeros vagaban de acá para allá como tu misma, familiarizándose con el lugar o buscando comprar cosas. Tiendas de comida, de souvenires, un "centro pokemon" (o eso imaginabas, era una casa algo mas grande que la media con una cruz roja sobre la puerta), un hostal fácilmente reconocible por ser una residencia mas grande y de dos plantas, una tienda de mapas que no habrías visto de no ser porque había dos pokemon fuera esperando a su entrenador que probablemente estaba dentro: Un Metagross y un Blaziken. Ambos te sonaban, sabías que el pokemon de metal era muy fuerte y muy raro, y el otro era un gran luchador. Este último estaba sentado sobre el Metagross pero parecía que le costaba estarse quieto. La casa indicada tenía un cartel afuera. "Mapas". Simple, pero eficiente. Un aviso algo mas pequeño bajo este indicaba entrar sin hacer mucho ruido.

Karu observaba todo a su al rededor mientras iba buscando el punto de información. Le parecía curioso como todo era tan anticuado, pero en parte le gustaba. Finalmente encuentra la tienda de Mapas con los dos Pokemon en la entrada. Al asomarse por la puerta y ver el cartel y el aviso de entrar sin hacer ruido, se gira hacia sus Pokemon.

-Vosotros quedaos aquí -señala a los otros dos Pokemon- Haced como ellos y no os mováis de aquí. Si veis que alguien hostil viene, simplemente avisadme.

Dicho eso, los deja en un lado de la puerta y entra en la tienda.

-Buenos días -saluda en voz baja.

Por dentro, el lugar, de madera y piedra, no tenía mucho adornos o sitios a destacar aparte de vitrinas con mapas y algunos tapices de muchos Swablu. Un solitario mostrador de madera esperaba al final de la sala, con un tazón grande de frutas variadas y un mapa a medio hacer, con pintura y lápiz alrededor. En la tienda, cerca de la entrada, estaba una jovencita alta y delgada. También dos chicos, uno de cabello azul y mirada fría, y otro de cabello negro con lentes y de mirada algo seria. Detrás del mostrador...

-¡AHHHH! -en ese momento la puerta volvió a abrirse, dejando pasar a una chica de coletas rojas con normalidad. Lamentablemente, normalidad para el cartógrafo era equivalente a que chillara taladrando los tímpanos de los presentes. Esta vez se cayó hacia atrás, se levanto rápido respirando agitado.

-¡Eck! ¡Por los mil brazos de Arceus, moriré hoy de seguro! ¡NGH! -tomó una manzana del tazón y la devoró en dos mordidas, con corazón y todo. A los presentes se les antojó que ahora que podían ver bien sus dientes, estaban algo mas afilados de lo que deberían. Parpadeó rápidamente y a tiempos dispares entre párpado y párpado tembló un momento, y se puso a registrar bajo el mostrador aún temblando, de nerviosismo probablemente.

-M-mapas...mapas...aquí. Todos los pueblos estan marcados. Los que EXISTEN. -Remarcó esto, como si la vida le fuera en ello- C-cada mapa es hecho a mano, no tienen pierde.  ¡N-NO SE QUEJEN, tomar un lápiz me es extraño! Cada uno vale 500 poke-yenes.

Puso 3 mapas de la región sobre la mesa, no era en papel sino en cuero, por lo cual no iba a estropearse fácil, estaba hecho para el viaje. El dibujo y detalle del terreno eran increíbles, pero la letra...parecía, aún siendo solo tinta, totalmente histérica y bastante desprolija, Pero se entendía, y era clara, era de calidad.

Apenas pusiste un pie en tierra, por solo unos momentos, una presión abrumadora te invadió casi al punto de asfixiarte, al igual que una imagen en tu mente se dibujó sin venir a cuento. No sabías como podías asegurarlo, pero tenías la convicción de que en algún sitio lejano, alguien había posado su mirada en ti, vigilandote. Durante esos escasos segundos, pudiste escuchar claramente tu corazón, y todo el ruido exterior se desvaneció de tu mente. No solamente era una mirada física, iba mucho mas allá...

Karu entró en la tienda y empezó a mirar a su alrededor, fijándose en todos los detalles que pudiera encontrar. Finalmente posa la mirada en los 3 clientes que habían frente el mostrador y luego en el dependiente. Al ver que se cae, se acerca corriendo hacia él.

-¿Está bien? -parpadea mirándole.

Pero al ver que se levanta de nuevo sin esfuerzo, suspira y se lo queda mirando. Entonces, ve como saca solo 3 mapas.

-Pero... Somos cuatro, -mira a los 3 clientes que estaban delante de ella- y ellos tienen preferencia, que han llegado antes que yo...

Primero llego otro hombre, que aparentemente no era muy educado ni entendía que había gente siendo atendida antes que el.Yuki se dio vuelta, nuevamente con un rostro neutral pero con una mirada que tenia un ligero tono siniestro y a la vez, molesto.Sin embargo antes de que pudiera decir nada otra chica entro en el lugar y el cartógrafo no tuvo mejor idea que repetir su numerito de gritos y escándalo.Fue entonces cuando Yuki pensó que seria grandioso que el dueño de la tienda tuviera la boca cocida, seguramente si esto fuera así mucha mas gente vendría a comprar sus mapas y hasta tendría mas amigos.Desafortunadamente en su mochila no tenia hilo ni aguja, así que se dio vuelta hacia el nuevamente y observo los mapas con detalle que el buen cartógrafo se había tomado todo el maldito tiempo del mundo para enseñar.Por alguna razón solo había tres de ellos, y quizá porque la nueva chica no había dicho aun que quería un mapa, o pensó que el y la mujer que había entrado al mismo tiempo estaban juntos.

Entrego finalmente el dinero al cartógrafo y tomo uno de los mapas, luego observo nuevamente a la chica de pelo oscuro.Por algún segundo se le cruzo la idea de decirle que si no quería pagar otro mapa podrían compartir este, pero este pensamiento fue suprimido al instante.Por mas que sintiera que tenia algo en común con ella, ni siquiera conocía su nombre. ¿Por que no lo pregunto entonces, después de tantas coincidencias? Digamos que aun una cara bonita no es suficiente para despertar tanto su atención.

Con una reverencia educada se despidió del cartógrafo y la mujer, pensando que hasta allí llegarían sus encuentros.Una simple mirada fue lo que dedico al poco educado hombre que había entrado antes y a la pelirroja que parecía interesada en ayudar al cartógrafo loco.Sus pokemon habían quedado allí afuera, y ya era hora de finalmente largarse de ese lugar.

El viaje en en ferry fue bastante tranquilo, me aburrí en exceso ya que no podía sacar a ninguno de mis pokemons porque podrían dañar la cubierta del ferry, Helen era demasiado grande según me dijeron, y los trocitos de madera para tallar se me acabaron demasiado rápido para mi gusto.

Cuando vamos llegando a lo que creo es Arcadia y empiezo a ver el verde de los árboles me distraigo el tiempo suficiente como para casi no darme cuenta que habíamos atracado en puerto. Por fin podré dejar salir a Andrew a tomar aire fresco, el pobre está tan aburrido que rodaba dentro de su pokeball.

Cuando voy bajando del ferry y con la pokeball de Andrew dispuesto a soltarlo en tierra apenas termine de bajar, siento algo abrumador, una mirada penetrante que me ahoga y causa un miedo que sale desde el interior de mi ser... Observé a Andrew en su pokeball dispuesto a salir y me observó extrañado cuando no lo solté; no se si habrá notado lo mismo que yo pero preferí dejarlo en su pokeball mientras -Lo siento chico, mejor luego- dije apenas pude sentir que podía respirar nuevamente; aunque para mi haya sido una eternidad, se que realmente solo fueron segundos.

Caminé dirección al pueblo y aunque se veía bastante rural y humilde, todo parecía ir normal por ahí; sino fuese por la sensación de hace un momento el cartel me hubiera dado risa, de esas risas sarcásticas que a veces salen solas. Quizás deba ir a descansar a un centro pokemon, a lo mejor después de dormir en una cama que no parezca mecedora pueda sentirme mejor y dejar de sentirme nervioso, además de que quiero aprender un poco más de éste lugar escuchando a la gente local.

Se llevó una mano a la frente y resopló ante el chillido del cartógrafo, a saber que le habría pasado para que actuase así, pero no era de su incumbencia.  Entonces posó su mirada en la chica que acababa de entrar, la culpable de que el cartógrafo hubiera chillado, pero aparte de mirarla Zek no dijo ni hizo nada, después escuchó lo que el extraño cartógrafo tenía que decirles.

Zek se acercó a la mesa para observar de cerca uno de los tres mapas que acababa de sacar el cartógrafo, con mucha curiosidad miró todos y cada uno de los detalles del mapa, dejó escapar una leve sonrisa de tranquilidad, con esto ya sabría por dónde empezar su viaje. Decidido rebuscó entre su mochila y sacó el dinero  –aquí tienes, gracias– dijo dejando quinientos poke-yenes encima del mostrador –cómo ha dicho la chica tenemos preferencias, así que este mapa es mío– cogió uno de los mapas y lo guardó en su mochila, ya no le quedaba nada más que hacer allí, con un gesto hecho con su mano derecha se despidió de los que todavía quedaban en la tienda y salió.

Con su principal objetivo cumplido se paró frente a la tienda de que acababa de salir para pensar sobre su siguiente destino, lo único que se le ocurrió era ir a la tienda de provisiones pero le parecía pronto aún para ello, no sabía cuánto tiempo pasaría en el pueblo ya lo haría más tarde. Tras pensarlo un par de minutos decidió dar una pequeña vuelta por el pueblo para conocer mejor el lugar e ir haciendo tiempo hasta la hora de la merienda, momento en el que volvería al hostal.

El pueblo era anticuado, con casas de madera, piedra, y las gentes con ropas nada modernas, aunque había excepciones. Extranjeros vagaban de acá para allá como tu misma, familiarizándose con el lugar o buscando comprar cosas. Tiendas de comida, de souvenires, un "centro pokemon" (o eso imaginabas, era una casa algo mas grande que la media con una cruz roja sobre la puerta), un hostal fácilmente reconocible por ser una residencia mas grande y de dos plantas, una tienda de mapas que no habrías visto de no ser porque había dos pokemon fuera esperando a su entrenador que probablemente estaba dentro: Un Metagross y un Blaziken. Ambos te sonaban, sabías que el pokemon de metal era muy fuerte y muy raro, y el otro era un gran luchador. Este último estaba sentado sobre el Metagross pero parecía que le costaba estarse quieto. La casa indicada tenía un cartel afuera. "Mapas". Simple, pero eficiente. Un aviso algo mas pequeño bajo este indicaba entrar sin hacer mucho ruido. También fuera, hay un Ninetales y un Arcanine, variocolores.

'Morirás seguro si no dejas de gritar así...'

Leonnora se sorprendió a sí misma con ese pensamiento. Ese cartógrafo la estaba poniendo cada vez más nerviosa, y eso no le gustaba. Sus continuos gritos de desmesurada sorpresa hacían que volviese a encontrarse en estado de alerta, con su corazón latiendo desbocado.

Y no solo se trataba de su histérica manera de actuar. Había algo más, algo en la forma extraña en la que hablaba, que le producía inquietud. Recordó la sensación que le había invadido al tocar tierra firme, y no pudo evitar preguntarse si habría alguna relación. Quizá hubiese algo en el aire de Arcadia que volvía a la gente loca.

'Ya déjate de tonterías' se dijo a sí misma 'Toma ese mapa y lárgate de aquí'

Dicho y hecho, depositó el dinero sobre el mostrador y tomó el mapa restante sin mayores sutilezas. El cartógrafo no había mostrado cortesía al gritarles de aquella manera, así que ella sintió que tampoco le debía consideración alguna. Luego se volteó y se dirigió prestamente a la puerta. En el camino dirigió una fugaz mirada a la chica de las coletas. Por un segundo pensó en quedarse hasta ver que ella también consiguiera un mapa, pero alejó la idea de su cabeza cual se espanta a una mosca molesta. 'No viniste aquí a hacer amigos, Leo. Eso ya quedó atrás'

Como broche de oro, cerró la puerta con más fuerza de la necesaria, haciendo bastante ruido. 'Eso te dará algo para gritar, cartógrafo loco' pensó con un dejo de malicia impropio mientras al marcharse.

Los tres se retiraron de la tienda, el Metagross tenía a Blaziken sentado encima, y el segundo cara de aburrimiento.  Lo único que había cambiado afuera, era que ahora un Arcanine y un Ninetales estaban sentados esperando, probablemente de la chica pelirroja. Estos eran extraños, el el primero era dorado y el segundo, plateado con las puntas de las colas en azul suave. Ya desde la comodidad del exterior, el chillido del cartógrafo no lastimo (tanto) sus tímpanos.

-¡IA! -Se cubrió los oídos con el estruendo de la tienda y perforó un poco los tuyos con un nuevo y comió unas uvas con los ojos llorosos. Por alguna razón te parecía que eso REALMENTE le había dolido, y no a nivel emocional o algo así. Tembló unos segundos y luego recordó que seguías ahí.

-Si también q-quieres uno, tengo mas. ¡Ack! -parpadeó de forma dispar- Hasta ahora la mayoría prefiere de la región completa. ¿Uno así también?

"Dos Pokemon tipo fuego, esa chica la va a pasar mal contra el tipo agua." Pensó al ver a Arcanine y Ninetales, llamado por su interesante color.Sin mas que hacer allí se dirigió a sus Pokemon que aun lo estaban esperando -Eden.- Dijo mientras sacaba la bolsa de galletas que había comprado antes y se la daba -Raciona.- Aunque le dijera esto sabia que el comería de mas, pues rápidamente pego un salto para ponerse a su lado y comenzó a comer.Metagross también se acerco a su entrenador -Metagross..- -Lo se, no dormiremos aquí, veremos que ofrece la naturaleza de este lugar mientras vamos al siguiente pueblo.- El blaziken asintió mientras tomaba galleta llevaba galleta tras otra hacia la boca con cara de felicidad.

Nuevamente comenzó a caminar, como hizo apenas había llegado a este lugar bajando del barco, camino directamente hacia las afueras del pueblo buscando un camino en el mapa que le lleve hacia donde el quería.Con sus compañeros detrás, volvió a colocar los auriculares sobre sus orejas, y nuevamente la música invadió su mente.

Karu ve como uno a uno todos cogen los mapas y empiezan a marcharse de la tienda, y no puede evitar poner cara triste al ver que todos cogen un mapa y se van, dejándole a ella sin mapa ;A;

Entonces escucha el último grito del cartógrafo y se gira hacía él, además de que este le dice que tiene más mapas.

-¡Si! -al ver la mueca del cartógrafo ante el grito, decide bajar la voz- Si por favor, me gustaría tener uno de la región entera, gracias. -Ladea la cabeza y no puede evitar preguntar- ¿Como es que gritas de esa forma, tan finos tienes los oídos que cuando hablamos alto te duelen?

Cuando llego al centro pokemon, me doy cuenta que es solo un Hostal adaptado para dar atención médica. No creo que pueda relajarme como pensé ahí dentro así que mejor me quedaré paseando por el pueblo.

Muchas casas adaptadas a ser tiendas y muchos entrenadores variopintos por todos lados con sus pokemons; me relajo un poco al ver a la gente actuando tan normal; pero aún me siento tenso como para agacharme a recoger aquella piedrita que bien podría convertirse en un lindo magikarp, esos ojos, esa mirada penetrante observandome, nada la sacaba de mi mente.

-Vamos Andrew, ya puedes salir- digo mientras tocaba su pokebal sin sacarla de mi cinturón y sale disparado justo a mi derecha, casi le cae encima a alguien sin darme cuenta pero por suerte no fue así. Andrew saltó, se estiró y se echó en el piso un segundo para llenarse de tierra, rodó dandome una vuelta y apenas di mi primer paso se puso a mi lado feliz de poder estar fuera de su pokeball.

Mientras caminaba, muchos entrenadores llamaron mi atención, no precisamente por sus vestimentas sino por los pokemons que tenían al lado; pero de lejos, los pokemons que más llamaron mi atención fueron una pareja de un Ninetales y un Arcanine variocolor ambos, estaban junto a la entrada a una casa y del otro lado de la puerta estaban un Blaziken sobre un Metagross, sonrío al imaginarme sentado así sobre mi Chatarra cuando evolucione -Mapas?!- Exclamo sorprendido al darme cuenta de un cartel que debí haber visto a simple vista, estos magníficos pokemons tenían la habilidad de hacer invisible cualquier cartel -Vamos a entrar Andrew- digo señalandole con la cabeza para que me siga.

Cuando estoy justo al lado del Metagross acomodo las pokeballs en mi cinturón -Mira Chatarra, cuando evoluciones podremos pasear así, jejeje- digo riendome un poco para animar a mi Metang de encontrar algo en común entre nosotros.

Una vez en la entrada me asomo con la cabeza hacia adentro y digo en voz alta -Bueeenas, ehmm... Puedo pasar con mi Sandslash o debe esperarme afuera como los otros?-

El cartógrafo sacó un nuevo mapa de debajo del mostrador, igual a los otros.

-Es que...

En ese momento un joven de cabello verde entra hablando en voz alta.

-Bueeenas, ehmm... ¿Puedo pasar con mi Sandslash o debe esperarme afuera como los otros? 

-¡AHHH! ¡Por ARCEUS! -se volvió a tapar los oídos, pero miró fijo a quien había entrado ahora, casi a la defensiva. Ese chillido fue ligeramente distinto, pero igual de molesto.

-¡Pue-puedes entrar con tu pokemon mientras quepa por la puerta!

Comió un par de uvas mas, iba a tener que cambiar el racimo pronto.

-M-mis oídos son muy sensibles, puedo escuchar cosas desde muy lejos...-ladeó algo la cabeza quitándose la capucha un momento, para enseñarle a Karu que tenía algodones en los oídos- Si no uso esto las ondas sonoras que me llegan podrían hacerme enfadar. Pue-puede que parezca muy cobarde asustándome por todo...pero gritar me salvó la vida muchas veces. ¡Ngh! A-aunque intento relajarme, Pueblo Amanecer es muy seguro y agradable...

Miró a Ryder.

-¿Querrás un m-mapa regional también?