Partida Rol por web

: D

(...)

¡¡MENUDO CORTE DE ROLLO!!

(...)

- ¿E...Estás bien? - Dice incorporándose tras haber pasado en una milesima de segundo por tres estados emocionales diferentes (Placer - Frustración - Preocupación). - ¿Necesitas algo?

Ura miró el mar y asintió. Necesitaba muchas cosas: Entre ellas, la más importante, despejarse de preocupaciones y malos presentimientos...

- Nada, Ren, sólo... ¿Qué tal si damos un paseo por la playa? ¿Puedo cogerte de la mano...? - sonaba demasiado tierno, diferente...

Ren asiente y sonrie - Claro - Se pone de pie y le tiende una mano al australiano para ayudarlo a levantarse*.

Mmmh...¿Qué le pasará...?

Urahara se levantó y entrelazó sus dedos con los de Ren, caminando tranquilamente por la playa mientras conversaba de alguna tontería o escuchaba hablar a Ren de lo que le apeteciera, atento a todo lo que dijera y, poco a poco, cogiendo una mejor cara de la que se le había quedado. Cogía de vez en cuando algún guijarro para lanzarlo al agua, intentando que saltara... Pero el oleaje se levantaba... Y con él, sus ganas de coger la tabla. Llegó un momento en que no podía más.

- ¡Ren! ¡Mira qué oleaje! ¡Es casi asesino! - parecía por su tono de voz que aquello era retorcidamente bueno... Pero miró entonces al chico. No sobreviviría si se metía con el bodyboard entre esas olas - Mañana te tengo que dar las clases de Bodyboard, porque eso - señaló unas olas que se estrellaban haciéndose cientos de gotitas contra las rocas - no lo puede cabalgar un principiante - reía, loco por coger la tabla - Así que... ¿Hay algo que te apetezca hacer antes de que caiga el sol?

Ren le veía las ganas...Se le veían claramente, así que sonrió - Vamos...Te mueres de las ganas de coger la tabla - Rió - Mañana no tendrás estas olas...Aprovéchalas y así veo como lo hace un experto ^^

- ¡¡OH, DIOS, ERES... ELVIS!! - Urahara le cogió la cara entre ambas manos a Ren y echó a correr en dirección a la tienda. Ahí se metió, y cuando salió se había cambiado, con la armadura de combate:

No le quedaba nada mal el traje de surf, y el pelo rubio le hacía un contraste estupendo con él, suelto y asalvajado. ¿Cuánto llevaba sin surfear? ¿Un año? Da igual: Aquello era como montar en bicicleta. Cogió la tabla entonces y dijo:

- ¡¡VA POR TÍ!! - mirando a Ren y besándole al pasar por su lado.

Casi daba miedo verle echarse sobre aquella tabla y nadar hacia donde las olas se formaban... Sobre todo cuando a veces, entre ola y ola, no se le veía...
Observó entonces el mar, buscando Su ola. Iba por Ren. Tenía que ser tremenda... Y a esa esperó: Una ola que debía pasar los cinco metros al formarse y el cielo ennegreciéndose. Mal tiempo... No se podía pedir más.

PERFECTA.

Dió la vuelta con la tabla y la ola empezó, aún en forma de montaña, a arrastrarle... Poco a poco se levantó y él, cogido con ambas manos a la tabla, dió un salto poniendo los pies en ella y quedándose acuclillado, alzándose conforme lo hacía el agua bajo la tabla hasta quedar de pié. Y entonces el mejor momento: La ola se rizaba sobre él, hora del juego de pies para desplazarse sobre ella mientras se tragaba a sí misma. Había un momento en que el túnel de agua parecía tragarle...

De manera que se agachó, salió del rizo empujando el canto de la tabla con el talón y finalmente, fuera de la ola ya rota, la espuma lo llevó hasta la orilla, donde sonreía de oreja a oreja, eufórico, y abría los brazos. Encallada la tabla en la arena, Urahara, ahora sintiendo el cuerpo ligero como una pluma, se lanzó a abrazar a Ren, loco de contento, ahora sí.

- ¡¡Ha sido genial!! ¡¡Ha sido...!! ¡JODER! ¡UNA REVELACIÓN! - rió, cogiéndole las manos con los mechones rubios mojados delante de la cara - ¡Ahora entiendo porqué no lo había hecho antes desde que llegué a Japón...!

Ren rie, contagiado por la euforia de Ura, aunque no puede evitar llevar las manos a la boca por la preocupación cuando ve aparecer semejante ola, ahogando un grito cuando parece engullir al rubio. La preocupación se vuelve fascinación al ver como domina el bucle de agua, sin poder apartar los ojos.

Ese traje...O_O

Y así es como Ren descubrió su nuevo fetiche, cuando como una imagen gloriosa, Ura corrió hacia él.

- ¡¡HA SIDO GENIAL!! ¡¡ERES GENIAL!! - Dice hinchado de orgullo y de admiración. Estaba tan extasiado que ni se había dado cuenta del mal tiempo...

- Escucha... - ésto era importante en el estrafalario mundo del australiano. Cogió a Ren de la cara con ambas manos mojadas de agua salada - Creo... No, no lo creo, lo sé... Que no había hecho ésto antes porque... Porque necesitaba hacerlo con alguien a quien pudiese echar de menos, alguien importante... Alguien a quien... - ahora estás listo - quisiera. Te quiero... - enredó los dedos entre el cabello de Ren y se inclinó para abrazar sus labios con un beso... Un beso que repetía en silencio la misma frase que acababa de decir... Suave, vehemente, con el cuerpo tenso como si hubiese sido la primera vez... Y es que parecía que más que la cerveza era el agua salada lo que deshinibía al muchacho...

No se lo esperaba pero...¿Cuánto tiempo había querido escuchar esas palabras?. En un primer instante no cierra los ojos cuando recibe el beso. Quiere asegurarse de que todo es real...que no es una de esas fantasías que se tienen con los ojos abiertos. Cierra los ojos y se abraza al cuerpo de Ura sin importarle que estuviera mojado y que esa humedad se fuera a transmitir a su ropa.

- Yo también te quiero - Es todo lo que pudo articular, con los ojos brillantes en el momento en el que se separaron.

Hirose no dejó que Ren se le separara demasiado tiempo, pues volvió a cogerle para besarle, incluso de la espalda y la nuca, inclinándole hacia atrás como en las películas antiguas. Al terminar rió, y aunque era una broma el australiano parecía pletórico de alegría. Descubrir que realmente quería a ese chico era algo grande... Pero recibir un "yo también te quiero" era mucho más de lo que se podía imaginar.

- Bueno... - se puso algo rojo - Te voy a poner perdido si sigo achuchándote... Me voy a la ducha esa... - señaló una de esas duchas gernosas que tienen las playas para enjuagarse - ¿Crees que podrás cocinar a la sombra del árbol ese? Si no... Tendremos que comer aire - reía, sin poder apartarse de él.

Ren también rojo, rie algo nervioso - No me subestimes, señorito - Bromea - El problema es que hace aire y se podría llenar la comida de arena... Por no hablar de que va a ser dificil volver a encender el fuego... - Dice analizando la situación - ¡Pero que no cunda el pánico! - Sonrie - Traje también comida fría por si las moscas...Sin comer no nos quedamos - Rió finalmente.

- Coge la propia tienda y ponla de pantalla contra el aire, genio... ¿No ves que no tiene clavos? - le guiñó el ojo, sonriendo burlón. Le dió un palo en el trasero y se fué corriendo, antes de recibir el justo castigo por su insolencia.
Llegó hasta la ducha. Qué bonito cuando la ducha está al aire libre y hace aire en finales de Septiembre... Tan bonito como usar un cactus como enema, no hay color.

VALOR.

Se bajó la cremallera del body y se lo quitó rápidamente, pulsando el grifo y dejando que el agua le limpiara la sal del cuerpo.
Una vieja que no debería estar ahí estuvo.

- ¿¡Qué coño mira!? ¡¡Soy menor de edad, vieja verde!!

Cuando la buena señora retiró la mirada, Urahara se volvió rápidamente y corrió hacia la tienda usando el body para taparse. Hacía frío y tenía la piel de pollo. Se vistió rápidamente con un pantalón y un jersey blanco de lana gorda y se quedó mirando desde ahí a Ren mientras terminaba de cocinar. No se cansaba de mirar a aquel chico... Ya estaba deseando ir a uno de esos templos chachis con tablitas de madera para escribir y poner un "Salí del armario, tengo novio y le quiero" o alguna mariconada parecida.
No obstante no interrumpió a Ren. Le encantaba mirarle mientras hacía lo que le gustaba...

Ren iba a contestarle pero ya había huido. Negó con la cabeza con una media sonrisa - No tiene remedio...

Colocó con cuidado la tienda tal y como le había dicho y se puso manos a la obra. Para cenar se decidió por algo más ligero, así que se puso a cortar unas verduras para prepararlas a la plancha cuando...

Cita:

Ren se giró automáticamente.

¿Pero qué ha hecho ya...?

(...)

Y tan rápido como se había girado para ver lo ocurrido, bajó la vista hacia la parrilla, completamente rojo.

Vamos...Lo has visto en los vestuarios de natación...No debería de afectare...Calma...Cálmate...

Tanto esfuerzo hizo por no mirar que no se dio cuenta de que Ura había vuelto y estaba ahora observándolo. Para distraerse de los malos pensamientos se puso a tararear una melodía mientra cocinaba...

Cuando ya estaba todo listo, alzo la vista buscando a Ura para avisarle, pero ya estaba allí. Sonrió - He preparado verdura para que no sea tan pesada la cena...

- Gracias, Ren... Tiene una pinta estupenda... - cogió el plato con sumo cuidado pero no se movió de aquella insana postura para comer. Era del tipo de persona que no aprendía sobre el riesgo de las cosas hasta que pasaban. Volvía de surfear descalzo y abría el frigorífico sin pensar siquiera en la posibilidad de electrocutarse... Hasta que se electrocutó y su hermano le salvó la vida con algo tan poco heroico como desenchufar la nevera. Volvía a casa entre los callejones hasta que le atracaron, y a la hora de comer era igual: Comía en su cama, panza abajo y con los pies levantados mientras veía su tele. Hasta que no le diera una úlcera, seguramente no aprendería - Está buenísimo - decía alzando las cejas para enfatizarlo - Por curiosidad... ¿Reira está en tu club de música?

- Ajam... - Asintió justo antes de llevarse un trozo de berenjena a la boca.

- Ya me parecía. La melodía que silbabas era Sleepless Beauty... Pero ultra azucarada como las canciones empalagosas de Reira : D

- Bueno...Es imposible de tararear a su ritmo original - Rió nervioso mientras se rascaba la nuca - ¿La conoces? Es de la banda sonora de no se que anime... Miki tiene puesto ese disco día y noche y he acabado por aprenderlas.

- Es de un anime yaoi - respondió inmediatamente - . Cojonudo, por cierto. Me reí bastante con los disparates que sacan.

Maldito frío japonés... - Urahara recogió un poco más los brazos. Shiharama estaba tirando al norte de Japón, y la propia Tokyo era más fría de lo que le gustaba soportar...

- Me parece que me voy a poner el pijama y a meter en el saco, aunque no sean ni las diez. Así, como dijimos si hacía mal tiempo, repasamos un poco. ¿Te parece bien?

Con el día de ensueño que habían pasado, Ren ni recordaba que los exámenes estaban a la vuelta de la esquina. - Cierto... O_O Ni me acordaba de los exámenes - Se pone de pie y se sacude con cuidado la arena - ¿Qué asignaturas te has traido? - Preguntó mientras entraba en la tienda.

Mientras de nuevo se desvestía y se quedaba en paños menores, salvo por una camiseta ajustada de manga larga negra de franela y unos boxers ajustados del mismo color que ya llevaba puestos, dijo:

- Inglés. Me lo traigo puesto :___D Pensaba que te traerías tú los apuntes... :___DD

Tras lo cual se metió rápidamente en el saco.