Partida Rol por web

Ad intra mare (Mar adentro)

PARTE I. Un encargo de vital importancia

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12/11/2018, 22:05
Caitán "el Largo"

Asustado al oír los gritos del señor Sebastián de la Torre, voy corriendo para donde estan. En esos momentos dudaba si hice bien en quedarme fuera, el ser enano había resultado ser el más duro de roer.- ¿Se encuentra bien señor? le dije a Sebastián...pero pronto guardo silencio al ver la trifulca que tenían por unas palabras dichas por el curandero. Palabras que a mi no me molestaron, pero los nobles si que parecían molestos. Eguzky hizo bien en callarse...y entonces sigo hablando-Señores mejor nos calmamos todos, ya hemos tenido bastante con estos seres...como para liarnos a la gresca entre nosotros. No me quise meter demasiado, pues no entendía ni las palabras del curandero vasco, ni el malestar de los nobles al escucharlas. Asi que para no quedar de tonto mejor no tocaba más el tema.

-Pues si esos tres estaban aquí me da que pensar que esta cueva esconde algo...y más viendo los modales tan poco cordiales con los que nos han recibido- Dije en alto al ver al pirata y al curandero rebuscar. Menos mal que Eguzki se tomó la molestía de averiguar el aspecto de esas raíces, porque el resto no teníamos ni pajolera idea de como podían ser. 

Estábamos es una sala que parecía una botica, llena de frascos y utensilios varios que no sabía su utilidad...puede ser buen lugar para esconder las raíces...al fin y al cabo eran raíces curativas. Pienso mientras miro hacia los lados y ojeo el lugar detenidamente. No había estado en esa sala aún, asi que me dispuse a mirar detenidamente, lo primero fue el cuerpo en el suelo del enano, para ver que aspecto tenía ese desgraciado.

- Tiradas (1)
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13/11/2018, 00:11
Director

Estaba claro que los dos caballeros religiosos se opusieron firmemente a la resolución curativa que el bueno de Eguzki quería darle a don Sebastián. Mientras el Gavinet buscaba infructuosamente raíces aquí y allá (y todos los alambiques y tenazas que allí había le parecían de todo menos lo que habían venido a buscar), Eguzki mandaba despojar al de la Torre la armadura para limpiarle. Caitán el Largo fue el último en acercarse, y pese a no entender el pique entre sus compañero, ayudó a Sebastián a despojarse de su peto. Quedó allí el caballero de Santiago en carne viva; y vive Dios que su pecho sangraba mucho y que pareciera que en cualesquier momento se desmayaría. Mientras Caitán sujetaba el peto, veía que allí había recipientes y brebajes, y un libro sobre la mesa principal (que seguía allí cerrado desde que Dalmau entrara a luchar en esa sala), junto a los alambiques y los ramajes oscuros que allí había.

Sebastián gritó de dolor mientras el improvisado brebajo a base de vino y aceite del vasco le empañaron la herida. Si allí hubiera más enemigos, a buen seguro sabría ya de vuestra posición (de lo alto que eran sus quejidos, que razón de ser eran, por cierto). Tras echarle la mezcla, numerosos paños a base de trozos de tela le fueron puestos al caballero,y así que hubo de aguantar un buen rato. Gavinet y Caitán no vieron nada extraño (a excepción de todo aquel taller, que era siniestro de por sí). Y allí que estábais, con el cadaver de aquel ser a vuestro lado, en una cueva en la que, por cierto, comenzaba a hacer algo de frío.

Notas de juego

La tirada de Eguzki no ha hecho falta. El brebaje improvisado calma las herida de Sebastián, pero no cura puntos de vida (al menos evitarán una infección durante un tiempo). Caitán y Damiá no ven nada (Caitán, tendrías que haber aplicado el malus del 25 por oscuridad, pero aún así nada). Vosotros diréis qué hacer.

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13/11/2018, 00:58
Eguzki el Calvo

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   Después de lavar la herida con un simple pero muy efectivo ungüento, tras los cuidados al caballero de Santiago, le dejo para ayudar al resto.

   - Con su venia, Don Teodoro, voy a mirar este... esto loquesea, a ver si encontramos lo que hemos venido a buscar y si averiguamos que era esa cosa, que jamás vi nada igual. - Después indico de voz a Caitán y Damiá, - mis señores, voy a ver si veo algo de interés, por ejemplo, lo que hemos venido a buscar. -

  


 

   Lo primero que hago, es intentar mirar el libro a ver si es un herbario o un tratado de plantas, que si lo es, bien que nos puede ahorrar tiempo de inútil búsqueda. Acerco el cándil para tener buena vista y miro con precaución, paso las páginas con ayuda de un trozo de tela, para no tocar el libro con las manos desnudas. No quiero un vistazo muy exhaustivo, más bien saber de que trata el libro.

   Mientras lo miro con recelo, les recuerdo al resto. - Como me interrumpieron estas malas bestias, no se si me entendieron lo que dije antes, el caldero de la entrada, tiene un líquido que se usa para limpiar metales, es corrosivo y dañino para la piel humana, no lo toquen ni aspiren sus vapores. -

   Luego continuo buscando, releo lo que escribí del remedio y la raiz que nos encargaron y busco tanto esa raiz, como hierbas curativas.

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- Tiradas (2)
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13/11/2018, 01:16
Eguzki el Calvo

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   Mientras examino el lugar pienso, - no sé que era esa cosa, pero la vieja dejo entender que sabía de hierbas y esto parece un laboratorio del alquimista, estaré atento por si encuentro componentes alquímicos útiles, amuletos o ungüentos que contengan propiedades mágicas... -

   Si encuentro algo que parezca interesante lo guardo al zurrón, si puedo con cuidado de que no lo vean los caballeros que todo les parece brujería, que igual encuentro hierbas aromáticas, las guardo y se creen que es brujería.

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- Tiradas (2)

Notas de juego

   Tiro por alquimia y conocimiento mágico por si acaso, pero no sé si son necesarias.

   Si intuyo que el libro tiene algo de magia negra o goecias, perderé todo interés. Eguzki no quiere saber nada de magia negra. Si descubriera que es impío (magia negra infernal), estaré tentado de quemarlo. Si es un libro de magia blanca o de conocimientos, querré cogerlo.

   Y no pierdo de vista lo que hemos venido a buscar, la raiz. Primero examino este ¿laboratorio?, luego pediré ayuda si me acompañan para examinar las otras estancias, que el pobre Eguzki no se atreve a ir sólo en la semioscuridad en esta cueva.

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13/11/2018, 08:07
Dalmau Font de Tossa

Dalmau observó como Eguzki comenzaba a aplicar ese ungüento sobre Don Sebastián.
Quizás había sido algo brusco con él, después de todo podría haber sido algún tipo de melodía en ese idioma tan raro que hablaban los vascos.
Sea como fuera, asistió a su compañero al quitarse y ponerse la armadura, dándole un par de golpes al metal para remendar, aunque fuera provisionalmente, la abolladura que había dejado el mazazo.

Luego, parecía que en el lugar donde estaban no habían las raíces que habían venido a buscar, si bien había un libro que Eguzki comenzó a leer.
Quizás sirviera de algo.
Mientras Dalmau echó un vistazo por la sala, mirando a aquellos seres salidos de los infiernos.
Estas... cosas... no parecían lo suficientemente inteligentes como para manejar esta especie de botica.
Diría que sirven a alguien, un brujo posiblemente.
Y dado que el camino parece terminar aquí, la única opción es volver y tomar el desvío a la derecha que vimos al entrar a la cueva.
sugirió, pues el frío que comenzaba a hacer podría ser una señal de que la noche se acercaba.

- Tiradas (1)
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14/11/2018, 12:24
Director

Te voy escribiendo ésto para que vayas abriendo boca y no retrasar mucho la acción:

Cuando te pusiste delante del libro, viste que no tenía nombre alguno... hasta que miraste bien. Muy corroído esa piel de la encuadernación, sólo tú, que te estabas fijando a conciencia, lograste leer el título: "Dimoni Surgat". No sabías latín, pero aquellas dos palabras te sugerían algo. "Dimoni", que venía de "demonio" y "Surgat", que parecía un nombre propio. Todo aquello comenzaba bastante mal.

Al abrirlo, había partes que estaban escritas en latín, otras en hebreo y la mayoría en castellano. Todo él estaba lleno de escritura roja y motivos artísticos muy oscuros, con formas adustas aquí y allá, en los bordes también. Claro que, había una segunda parte, prácticamente el último tercio del libro, cuyas páginas estaban más clareadas (es decir, como si hubiera sido añadido posteriormente). Tras abrirlo por ahí, viste una pequeña enciclopedia herborística, pues estaba todo lleno de dibujos de plantas, matorrales y explicaciones varias en castellano. Aquella segunda parte sí que te interesó. Al buscar concienzudamente sobre raíces, hubo algunas que coincidían con las notas que habías tomado, y en el libro se decía de ellas que "crecían en lugares oscuros, húmedos y profundos, muy profundos".

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14/11/2018, 16:31
Sebastián de la Torre Quebrada

Me incorporé lentamente tras la cura del vasco, tanteándome las fuerzas mientras me levantaba. Si bien el dolor no había desaparecido, me encontraba algo mejor. Agradecí tanto al curandero como al caballero que me ayudaran, uno con la herida y el otro con la armadura.

Ya sintiéndome más a salvo vistiendo la cota nuevamente, me propuse a echar una mano al resto.

- Está claro que en esta cueva habita el mal, y cuanto más tiempo pasemos en ella más nos arriesgaremos. Si aquí no encontramos esas raíces, ciertamente más nos valdrá inspeccionar los otros caminos.

Si Don Alejandro era consciente de la presencia de estas criaturas del averno en sus dominios, empezaba a entender por qué no había enviado a cualquiera de sus soldados.

- Tiradas (1)
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14/11/2018, 18:34
Damiá, el Gavinet

No encontrando nada, ni raices ni tesoros accedí a lo que decían los dos caballeros. Esperando que el curandero echase luz sobre el asunto con sus dibujos y el libro que había encima de la mesa.

-¿Que probamos el otro camino entonces?-dicho esto saco el bracamante y con la antorcha en la otra mano me dispongo a investigar el otro camino. Con cuidado y atento a las trampas.

- Tiradas (1)
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14/11/2018, 18:41
Eguzki el Calvo

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   Examino el libro con interés, al principio nada me interesa, pero las páginas finales atraen mi atención y las examino atentamente.

   - Mis señores, este es libro que ha sido utilizado como herbolario, las primeras hojas ningún interés tienen, pero las últimas hablan de plantas y curación. - Sigo leyendo con interés. - Aquí hay notas que coinciden con lo que buscamos, dicen algo así como que hay que buscar en lugares oscuros, húmedos y profundos. Muy, muy, profundos. -

   Examino el libro para ver si puedo separar las partes que tratan de herboristería, al no ver como hacerlo por ahora. Lo guardo entero en el zurrón para extraerlas más adelante.

   - Deberiamos mirar en esta cueva si hay charcas profundas o algún pozo que tenga la tierra humedecida. Y que sea oscuro. Pero antes deberiamos asegurarnos de examinar esta habitación antes de partir.-

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14/11/2018, 22:23
Eguzki el Calvo

   En cuanto pueda y nadie mire demasiado, emborrono el título. Si alguien pregunta, que estoy marcando las páginas donde está la información de la planta.

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15/11/2018, 20:39
Caitán "el Largo"

Después de rebuscar y olisquear el habitáculo del enano, no vimos nada. Allí no había rastro de raíces y encima comenzaba a hacer frio. Todo lo que sacamos en claro fue que de existir dichas raíces, estarían en un lugar húmedo y profundo, muy profundo. Pues vaya gracia...por momentos maldecí a Don Alejandro.

Me estaba empezando a agobiar metido en aquel cuchitril oscuro y frío. Viendo que allí no había nada de interés lo mejor era retroceder y probar con el otro camino. Recordé que la cueva tenía una especie de río o riachuelo en la entrada y quizás el otro camino era más descendente y nos podría llevar a ese sitio húmedo que decia el curandero.

-Empieza a hacer frío señores, tomemos el otro rumbo. Aquí parece ser que no vamos a encontrar nada.

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17/11/2018, 16:39
Director

Largo tiempo estuvo Sebastián de la Torre Quebrada poníendose sus armaduras. Que ello no era cosa baladí, ni tampoco rápida, pues esa cota tenía bastantes planchas y sujeciones como para hacerlo en menos de diez minutos. Y en tanto que se lo ponía y le ayudaban a ponérselo. Entonces miró por la sala, registrándolo todo, y se cercioró que allí no había nada más que aquellas ponzoñas en tarros y herramientas, y, además, el libro que Eguzki había guardado en su zurrón. El curandero tomó el libro del que instantes antes había estado leyendo, corroborando al grupo que las raíces que estábais buscando crecían en sitios profundos y húmedos. Y cuando lo hubo guardado Damiá anduvo un poco con la antorcha de aquí y allá, intentando mover al grupo de aquel lugar. Caitán el largo, ahora sentía un frío irracional, sabiendo también por su instinto que en aquel lugar poco o nada habrían de encontrar.

Por tanto, en habíendose dispuesto don Sebastián y colocado su armadura, que la otra opción en el aire era la del caballero Dalmau, que había propuesto volver y desandar todos vuestros pasos (trampa en la que cayó el Gavinet incluida) y en la entrada de la cueva torcer a la derecha. Sin mucho más que hacer, así que lo hicísteis, y el grupo comenzó a movilizarse.

Tras salir al zagúan del caldero, en el que las brasas sobre las que estaba colocado ya se habían apagado, seguía el líquido que, al estar enfriándose, se estaba volviendo verdoso. Cuando salísteis de allí, tomásteis el estrecho pasadizo, llegásteis hasta la trampa y pudísteis todos sobrepasarla sin mucha dificultad. Damiá no quería mirar abajo (y la antorcha que Caitán había perdido en la profundidad ya se había apagado). Seguísteis desandando el camino y finalmente, en cuestión de pocos minutos, llegásteis a la entrada de la cueva. Efectivamente, vuestra antorcha iluminó la zona diestra, la que Dalmau señalaba.

Allí, casi a vuestros pies, había un gran charco de agua, cuya agua no estaba turbia, sino que estaba formado por la continua acumulación, gota a gota, producida desde una filtración justo en la vertical, en el techo. Pero unas varas más allá, un torrente de agua también procedente del techo (una gran abertura), caía desde las alturas pero no se acumulaba en ningún sitio, sino que directamente iba a parar a lo profundo de un pozo. El eco del agua cayendo llegaba hasta vuestros oídos, y seguramente la caída fuera profunda.

Notas de juego

Estáis ahora entre la palabra "charco" y la palabra "pozo", más o menos. Si os acordáis, venís del pasillo de arriba.

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18/11/2018, 11:57
Dalmau Font de Tossa

Tras rehacer el camino y volver al comienzo de la cueva, tomaron esta vez el desvío a la derecha.
Apenas andaron unos pasos que toparon con un gran charco de agua, y al sortearlo se veía un pozo natural por el que se filtraba el agua que caía desde el exterior de la cueva.
Por el ruido que se oía del agua al caer, debería ser bastante profundo, claro que la oscuridad impedía verlo bien.
Lugares oscuros y húmedos... recordó en voz alta sobre las raíces que buscaban.

¿Estáis pensando lo mismo que yo? dijo, mirando de reojo el pozo.
¿Algún... voluntario? preguntó sin mirar a nadie en concreto. Si todos tenían miedo, se quitaría su armadura y bajaría él, pero las opciones de Damiá o Caitán le parecían las más lógicas.

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18/11/2018, 20:21
Director

Notas de juego

Efectivamente, si alguien con armadura de metal piensa bajar por ahí, debería pensárselo dos veces (es posible, pero por el peso de la misma habría que aplicar algún que otro malus y dificultades).

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19/11/2018, 22:27
Caitán "el Largo"

Dalmau quedaba descartado, estaba claro...con su gran armadura y espada se iría directo al fondo del pozo y quitarle todo ese despliege de placas que nos llevaba el amigo, sería una tarea compleja. Me quedé mirando lo que más me impresionó de Dalmau al verle: su espada. La espada del caballero noble era más grande que muchos hombres y solo había visto cosa igual en un mercado al que fui no hace mucho. Sin duda era mejor llevarse bien con él...Eso si, me hacía gracia como andaba, pues se movía un poco torpe con tanta armadura...pero eso jamás se lo diré.

Si queréis ver el pozo, utilicemos la cuerda...puedo atarme y bajar mientras sujetáis con fuerza. El nudo debe ser sólido, quizás Damiá sepa hacer esos nudos que utilizan en el mar. Me refería a nudos marineros y suponía que el pirata los sabría hacer.

Meterme en un oscuro pozo sin saber la profundidad era algo que minutos atrás no lo hubiese ni pensado...pero confiaba en mis compañeros y en poder encontrar alguna pista que nos llevará a las raíces.

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20/11/2018, 00:31
Eguzki el Calvo

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   Me asomo con precuación y alumbro con la luz del candil, aunque mucho no hará, algo hará... sujeto con fuerza mi cruz mientras miro alrededor con nerviosismo.

   - Yo tengo luz del candil. - susurro, - aunque no deberíamos pasar por alto ese charco, después de todo, húmedo es, es agua. -

   Sin nada más de utilidad que pueda aportar, permanezco en silencio.

   .

- Tiradas (1)
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20/11/2018, 07:06
Damiá, el Gavinet

Me pongo a atar a Caitán y le doy una palmadita en el hombro-​Ten cuidado ahí abajo. 

​Luego me coloco para ayudar a bajarlo y pido ayuda a los demás, no sea que se me escurra la cuerda y la liemos-​¿Qué me ayuda alguien?

Dejo que Eguzki inspeccione el charco, no vaya a ser que estemos perdiendo el tiempo y si no encuentra nada voy dando cuerda a Caitán para que baje.
 

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20/11/2018, 08:56
Sebastián de la Torre Quebrada

- Dejad que os eche una mano - dije ofreciéndome a Damiá poniéndome a su lado.

No pensaba que las raíces fueran a darnos tantos quebraderos de cabeza, sin duda, y tampoco es que fuera de mi agrado que cualquiera de nosotros tuviera que descender a ese rincón inexplorado mientras el resto permanecíamos ahí arriba.

- Eguzki - me giré y miré al vasco - describid bien esas raíces que habéis encontrado en el libro a Caitán; no sería provechoso que se diera el paseo para nada.

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20/11/2018, 13:00
Caitán "el Largo"

Mientras Damiá y Sebastián me atan, asiento con la cabeza al escuchar las palabras del noble.

- Sebastián tiene razón. ¿Cómo son esa raíces?

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20/11/2018, 15:14
Eguzki el Calvo

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   - Puesss... unas raices, creo que tienen esta forma y son raices de plantas, no de árboles, así que plantas se han de buscar, posiblemente cerca del agua. También es necesario hierbabuena pero a eso no nos han mandado a buscar.- Les describo lo mejor que puedo de las raices que nos han mandado a buscar, de todo lo que recuerdo que me contarón los físicos, lo que apunté y lo que leí del libro.

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