Partida Rol por web

Ad intra mare (Mar adentro)

PARTE VI. A las puertas de St. Cristofol

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07/10/2020, 12:00
Director

Quedásteis allí pues, en mitad del camino entre tiendas. Dalmau sacó el pergamino, un pequeño trozo de papel muy fino que encontró en la iglesia de Samalús. 

Horrendos sueños, extrañas visiones. Flauro tiene un pie en la tierra. He recibido la señal.

Se preguntó pues quién sería ese tal Flauro, y en tanto así, que el caballero de la Torre Quebrada echó un visto el fragmento de papel con sus manos. Ambos conocían el arte de las letras, y pudísteis leerlo sin problema.

No había señales extrañas en el papel, ni la tinta era más extraña de lo normal. Entonces, Sebastián leyó ese nombre.

Flauro.

Flauro...

No estaba seguro de a quíen pertenecía ese nombre, pero tal vez le resonaba en su cabeza a algún elemento divino, algún nombre fuera de toda cotidianidad... ¿Quizá en algún pasaje de la biblia? A saber... (pese a que la habíais leído y rezado con ella muchas veces).

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07/10/2020, 12:01
Alonso

Mientras estábais enfrascados mirando en medio del campamento tales palabras. Se os presentó por detrás un tipo. Sentístisteis su presencia y la sombra proyectada en el suelo, cerca de la vuestra. Al giraros vísteis una cara familiar, bueno, conocida: era el tipo que unas horas antes, antes del almuerzo, os había salido al paso en el camino, el tal Alonso.

¡Vaya! ¡Otra vez vos, señores, por aquí! -dijo extendiendo las manos, sonriendo y alegrándose de veros-. Si estáis en el campamento es porque habéis visto de las buenas diversiones que aquí hay, ¿venís a jugar? ¿a demostrar vuestra valía en ese juego de allí? -se refería al de las pieles retorcidas como una bola para tratar de derribar unas piedras-, ¿al juego de la suerte? -que él mismo estaba antes observando como espectador, donde se sucedían apuestas con algunos dineros- ¿o al enfrentamiento de la fuerza? -se refería ahora al narrador que narraba, valga la redundancia, un combate amistoso entre dos para demostrar mayor fuerza-. Déjenme que adivine, si aún no habéis entrado en la tienda de María... -decía señalando la tienda en la que se habían metido Eguzki y Damiá, justo a vuestro lado- apuesto que les da igual el futuro... ¡y que prefieren calmar las hambres del estómago! ¿Me equivoco? -quedó riendo, y se veía muy amistoso al tipo-.

Notas de juego

Postead solo para vosotros dos.

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07/10/2020, 20:52
Damiá, el Gavinet

¡¿Cinco?! Comentó sorprendido el pirata. Eso es mucho dinero. Te doy tres. Soy un pobre navegante perdido en mitad de tierra firma, mi futuro no tiene mucho misterio. Mis entrañas se secaran si no vuelvo al mar.   

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07/10/2020, 20:56
Eguzki el Calvo

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   Hago un gesto con una sonrisa nerviosa mientras retraigo a Damiá.

   - Disculpad señora, que ha entendido mal y pensaba en otra moneda, - saco un maravedí de mi bolsa. - Mi bolsa menguada es, pero uno o dos maravedís tengo. Más nos somos gente de clase bajuna y ya sabemos que pobre futuro puede esperarnos, más no malgastaremos su tiempo sin pagar sus dineros. -

   Saco el maravedí y se lo entrego.

   - Veo que sos mujer instruída, que las constelaciones y estrellas correctamente pintadas están ahí fuera, - luego de la forma más inocente que puedo continuo, - tal conocimiento de los cielos o de quizá, - comento lentamente por si supiera de que hablo, - de un arte más antiguo que quizá gente entendida pudiera charlar y quizá, intercambiar esto... historias... de... de esas... constelaciones o ... conocimientos. -

   Y ya de paso aprovecho. - También quizá puediera ayudarnos a adquirir un par de jamelgos y algún asno, pocos dineros tenemos, más curandero soy y pociones e ungüentos tengo, a más también podría echarles una mano si algún mal les aqueja, a cambio de poder ablandar un poco el precio de las bestias de monta, que no somos señores de bolsa llena. -  

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Notas de juego

   Pues eso, primero: que hablo de forma algo vaga de forma que si sabe de que estoy hablando lo pillé y si no, no se entere de nada. Y segundo, a ver si podemos hacer algún trueque que me da que vamos pelados de dineros XD.

 

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08/10/2020, 17:41
Sebastián de la Torre Quebrada

No lograba recordar del todo lo referente a ese tal Flauro, pero juraría que en la Bíblia se le nombraba. 

-Será cuestión de buscar en las sagradas escrituras- Dijo a Dalmau justo cuando hacía su aparición Alonso. 

El chico se mostraba alegre, amigable, lo lógico en aquellas gentes que llamaban a pecar. 

-Bueno, la verdad es que acabamos de comer, pero quisiese saber cuánto se gana en el juego de fuerza si uno gana. O en aquel otro juego- refiriéndose al de derribar piedras con la bola de pieles - ¿Y los caballos? ¿Es otro juego?- Sebastián se hacía un poco el tonto para tratar de sacarle información de precios y recompensas a Alonso, pero el chico de tez morena tenía mucha más experiencia en estos asuntos y no sería tan fácil engatusarle.

- Tiradas (2)
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10/10/2020, 12:13
Mujer de la tienda

Tres... Uhm.... Está bien... -respondió la mujer-. Sin embargo, Eguzki interrumpió el breve regateo haciendo gala de honestidad e invitando al pirata al "juego" de cartas con un maravedí. La mujer sonrió y asintió. Con eso es suficiente para los dos (pues ese maravedí eran los cinco dineros de cada uno por las predicciones).

Poca o ninguna instrucción conozco, señor, que las de conocer el futuro con el azar... Las constelaciones de ahí fuera son quienes guían estas manos para saber lo que a uno acontece, pero nada de historias sé, ni tampoco de otros conocimientos... Sólo... "El Destino" -dijo de una manera grandilocuente, como si se pusiera ya en el papel de la función que estaba a punto de relataros-. Tampoco puedo ayudaros con las bestias; id y hablad con Eridane, el hombre que está junto al redil. Si regateáis bien, tal vez os pueda vender un buen animal a un buen precio... Bueno: vamos a lo que nos acontece, si les place -acabó diciendo-.

Entonces comenzó a mover entre sus manos la baraja de cartas coloridas (algunas de ellas tenían unas rosas de color azul, otras un esqueleto bien pintado, y otras un extraño edificio en llamas, entre otros extrañísimos dibujos que tal vez Eguzki podría haber visto en algún libro, pero seguramente el pirata Damiá no).

¡Vos primero! -le dijo a Eguzki-. Entonces comenzó a extender varias cartas, una a una, delante del tapete de la mesa. Ambos mirábais aquel "juego" entre curiosos y divertidos. Veamos... -la mujer comenzó a analizar las cartas-. Uhm... hay... hay alguien... que os está ayudando. Es una persona que es mujer, y es muy, muy mayor... Está en peligro, hay algo que la amenaza -miró a Eguzki, como si no le gustara lo que estaba predestinando-; Tiene miedo. Recibiréis noticias suyas, muy pronto..., aunque antes debéis aguantar un terrible mal -las cartas bailaban, y finalmente apareció un caldero negro humeante bajo un solo de muchas puntas-. Es todo. La predicción de Eguzki no es que sonara bien del todo. Por supuesto las predicciones eran simplemente eso. Predicciones.

Ahora vos, joven -le dijo entonces al Gavinet-. Os encontráis rodeado de misterios, joven. Al igual que vuestro compañero, esa mujer también es cosa tuya... -decía-. Tal vez la gente en la que pones esperanza no viva para ver vuestro esfuerzo, o tal vez quien ha dado todo por perdido vea luz en tus pasos... Además... -abrió los ojos, mirando al pirata, pero ahora de una manera realmente asustada y pavororsa-: claro que volverás a la mar... Sí, aún navegarás una vez más sobre él... pero... pero...  -una última carta volteada recogía un dibujo singular: una extraña roca como azotada por unos terribles remolinos (tal vez olas) en un fondo oscuro y lleno de rayones. Un dibujo muy extraño-.

¡¡¡¡FFFFFFFFZZZZZZZZZZ!!!!

Entonces las cartas comenzaron a arder delante de vuestros ojos. La pitonisa y vosotros mismos os asustásteis demasiado por aquel fuego surgido de la nada. La mujer, muy asustada, dio un respingo y salió de la tienda corriendo, justo por la parte trasera de la misma (justo a su espalda), al grito de "malditos" (como lo oíais), dejándoos allí sentados, alterados y nerviosos por el hecho.
 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Haced una tirada de Templanza. Si no la superais, saldréis corriendo de la tienda (vamos, que del miedo no aguantáis ahí dentro). Y otra de IRR. Si no la superáis, ganáis un punto de IRR (y perdéis otro de RAC). La mujer ya está fuera de la tienda.

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10/10/2020, 12:30
Alonso

Pues se ganan algunos maravedíes, depende de las apuestas... -respondió Alonso con una sonrisa, típica de él-. ¿Dos? ¿Cinco? ¡Tal vez más! ¡Si vos participáis, a buen seguro que yo correré la voz y apostaré por vos! Si os animáís, claro, vos o vuestro amigo -decía refiriendose a Dalmau-. Pero nada de armas, claro. Y los caballos no forman parte del juego... bueno: Eridane, que está allí junto al redil -señaló con la cabeza-, os puede vender alguno de sus jamelgos o mulas. Eso sí, regatear con él siempre viene bien. ¿No veis lo bien que saltan esas monturas? -un caballo relinchaba allá, señal de que era dinámico y fuerte-. Un momento... se me ocurre algo... -Alonso se llevó la mano al mentón, como si pensara, pero en realidad hacía el gesto exageradamente dándoos a entender que se le había ocurrido un negocio del que todos podíais salir bienparados-. Si vos lucháis para mi, en el espectáculo de fuerza... ¡yo os conseguiré un caballo! ¡El mejor que tenga Eridane! Si lucháis los dos... -dijo mirando ahora a Dalmau-: os conseguiré dos... y alforjas llenas de viandas para donde quiera que vayáis... Dos señores como vos compitiendo en el retablo... ¡sería magnífico! ¡Las apuestas serían muchas y harto productivas! -aseguró-.

Desde luego, Alonso parecía un lince de los negocios del divertimento-.

Notas de juego

Actualizo sin la intervención de Dalmau por ir un poco a la par de la actualización, por el otro lado, de Eguzki y Damiá.

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10/10/2020, 15:30
Eguzki el Calvo

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   Algo decepcionado porqué no tenía de saberes que me intrigaban, me quedo a la "toma de cartas". Observo entre aburrido y embelesado como va sacando naipes de esa baraja, que mucho me recuerdan a algunos dibujos de cartas astrales que se dan para los poderosos.

   Tomo buena nota, - Eriadne, gracias, recordaré el nombre. -

   Veo como se desarrollan los acontecimientos y cuando está terminando de echar las cartas a Damiá... ¡las jodías cartas arden como si estuvieran endemoniadas!, joder, quizás no fuera las más afortunada de las comparaciones, visto el viajecito que nos traía.

   Nos levantamos de un salto y casi a la vez Damiá y yo salimos corriendo de la tienda, casi chocó con alguién cuando salgo señalando a la tienda.

   - ¡Fuego! -

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- Tiradas (3)
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12/10/2020, 16:27
Damiá, el Gavinet

El joven pirata miraba con curiosidad a la curiosa mujer y sus palabras. Pero todo se torno oscuridad cuando le toco su turno. Cagüenlaputa. La carta ardía y Damiá no perdió tiempo en salir corriendo de la tiendo. No por miedo a la aparición del dimonio, sino por el peligro de que toda la tienda con él dentro empezara a arder.

- Tiradas (2)
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13/10/2020, 11:53
Dalmau Font de Tossa

Escuché con atención las palabras del tal Alonso, sin lugar a dudas, aquel hombre era un astuto comerciante, o habría de llamarlo embaucador. En un minuto había detectado lo que queríamos y nos había hecho una oferta que seguramente no podríamos rechazar.- Explícanos cuáles son las reglas de competiciones del retablo y qué se espera de dos señores como nosotros.

Notas de juego

Gracias por actualizar, he estado de puente.

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19/10/2020, 03:02
Sebastián de la Torre Quebrada

Sebastián no era muy amigo de los juegos, mucho menos de las apuestas. Eran tentaciones que a más de un hombre habían atrapado haciéndole perder hasta el último maravedí.  Necesitaban los caballos, pero ¿aquella prueba era para ver hasta dónde estaban dispuestos a llegar para salvar a un hombre arrancándolo de las garras del diablo? ¿O acaso sería vanidad y deseo por contar con dos buenos caballos y no conformarse con menos? Además estaba el asunto de que tendrían que enfrentarse tarde o temprano a otros sirvientes del maldito, necesitarían todas sus fuerzas y no podían permitirse salir heridos. 

 

Se debatía el de la Torre entre aceptar o no, aunque estaba más inclinado a declinar. Monturas rápidas y viandas podían suponer ganar tiempo, pero luchar costaría también un precio. 

-¿Contra quien deberíamos luchar? - la tez Morena de Alonso le hacia sospechar que alguna trampa habría. ¿Y si hubiesen de luchar entre ellos? Loas prudente era negarse. 

 

Mejor no fiarse de moros ni judíos. 

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19/10/2020, 11:46
Alonso

Las reglas son sencillas, caballero -respondió Alonso-. Dos contendientes, pero nada de armas de filo, ni ninguna otra de otro tipo, tan sólo con la fuerza de uno mismo. Ambos comienzan de pie y, el primero que saque al otro del estrado... es el ganador. Sea pidiéndoselo por favor o bien sea haciéndolo a empujones, pero nada de armas por delante.

-¿Contra quien deberíamos luchar? 

Después, tras la pregunta del caballero de la Torre Quebrada, miró a éste y a don Dalmau. Si queréis una buena recompensa y dineros, luchad entre ambos -os dijo-. Dos caballeros cristianos luchando entre sí... sería digno de ver, y todos cuanto hay aquí vendrán a veros, os lo aseguro. Y será mejor que sea así, puesto que si no nadie querrá confrontar ni con vos -a Dalmau-, ni con vos -a Sebastián-, pues sólo hay que ver que son ambos señores de muy poderoso brazo... -el concurso de lucha, según os contó después el feriante, no había tenido sino participantes que no se dedicaban a la guerra, ni a nada más allá que la holgazanería, el campesinado o el comercio-.

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19/10/2020, 11:47
Alonso

Entonces, estando aún junto a la tienda ambos caballeros militares, que Damiá y Eguzki salieron corriendo al grito de ¡Fuego! Sebastián y Dalmau vieron a sus dos compañeros salir de la tienda como alma que llevaba el diablo, algo blancos sus rostros, como asustados o compungidos. Por su parte, los dos caballeros hablaban con Alonso, el feriante que antes de entrar en St. Cristofol os había llamado la atención en el camino.

Bien, caballeros... ¿qué decís a la propuesta? -preguntó Alonso, mirando a Eguzki y Dalmau también, pero esperando la respuesta del de la Torre Quebrada y el de Font de la Tossa-.

Notas de juego

Ya podéis postear para todos. Estáis de nuevo en mitad de la feria, con el trasiego y tal. Damiá y Eguzki están muy nerviosos :)

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19/10/2020, 12:09
Sebastián de la Torre Quebrada

Y ahí estaba la trampa, ¡por supuesto que aquellos infieles disfrutarían viendo a dos caballeros cristianos enfrentándose entre sí! Pero Sebastián no iba a darles ese gusto. 

-No voy a luchar contra un hermano- sentenció con la seriedad y rotundidad que le caracterizaban.  

Estaba seguro de que Dalmau estaría de acuerdo en eso. Tal vez hubiesen de ir los cuatro en dos borricos y medio muertos de hambre en el camino de vuelta, pero estaba listo para afrontar cualquier designio divino, y golpear a otro caballero de Dios no lo era, no podía serlo de modo alguno. 

 

Damià y Eguzki regresaron junto s ellos, la visita a la tienda de estrellas parecía no haberles hecho mucho bien. Les preguntaría, claro, pero no delante del avispado Alonso. 

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19/10/2020, 12:23
Eguzki el Calvo

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   - A la pa'de Dios - Digo a modo de saludo al tal Alonso. - La Doña de la tienda nos ha indicado que para los animales, nos dirijamos a Eridane, que aquí estaría y con él debiamos hablar, - comento mientras busco con la mirada a alguien que responda a tal nombre, ¿o era Eriadne?, bueno se entiende...

   Luego prosigo, tratando de quitar importancia a nuestra apresurada llegada, mientras recupero la calma, - esa mujer hace un excelente juego de cartas, con humo y fuego, impresiona su habilidad. -

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20/10/2020, 19:00
Dalmau Font de Tossa

Que así sea.- Confirmó Dalmau las palabras de Sebastián, ambos eran caballeros de una orden religiosa, no vulgares caballeros andantes que iban de justa en justa para probar su valía ante reyes y nobles, y quienes les ofrecían aquella justa ni eran nobles ni mucho menos reyes.

Ahora solo faltaba que el santiagués tuviera más dinero en el zurrón de lo que tenía Dalmau.

 

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21/10/2020, 23:44
Alonso

Alonso vio como Eguzki y Dalmau se acercaban. Mientras se lo pensaban los caballeros, asintió a las palabras del curandero.

Eridane, sí. Eso mismo les estaba diciendo a sus amigos, señor -aclaró Alonso-. Podré conseguir unos caballos de Eridane para todo vos -ahora hablaba de los cuatro, ampliando su oferta-. Les he dicho a sus dos buenos amigos, ambos caballeros cristianos, que podrían luchar entre sí, y hacer saltar las apuestas en esta feria; y así sacar un buen pellizco, gane quien gane, y yo daros lo que buscáis. Señores -a Eguzki y Damiá-: convencedles y haceos con una buena recompensa -os animó finalmente guiñádoos un ojo-.

Entonces Alonso miró a ambos caballeros, sabiendo ya su respuesta-. En fin... como vos veáis, amigos -os dijo-. El estrado está ahí por si cambiáis de opinión... -entonces Alonso se marchó a donde estaba, junto a un tenderete en el que algunos jugaban a juegos de azar-.

Notas de juego

Vosotros decidís qué hacer: participar en algún juego, seguir en la feria disfrutando de sus servicios (ver narración más arriba) o marcharos.

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25/10/2020, 11:29
Damiá, el Gavinet

El pirata se rasco la barbilla, la oferta del gitano le parecía muy buena. Si, por qué no un poco de espectáculo. El compadre esta en la cierto. Dijo pensando en los pingües beneficios que podían obtener. Además, podría serviros de entrenamiento.

De lo ocurrido en la tienda de la gitana con las cartas prefirió no decir nada, si no hablaba de ello puede que olvidara el mal trago y entonces sería como si no hubiera pasado.

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25/10/2020, 11:59
Sebastián de la Torre Quebrada

Negó con la cabeza. 

-Debemos guardar fuerzas para el camino de vuelta et lo último que necesitamos es que uno de los dos pueda salir herido- Alonso no sabía nada de a qué fuerzas deberían enfrentarse, o eso quería creer, porque la verdad era que el castellano ya no sabía qué pensar de nada. Si saliesen heridos o mermados de aquella feria a saber si serían capaces de vencer en el siguiente encuentro con el maligno.

 

De seguro lo peor está por llegar.

-Propongo que no perdamos más tiempo et vayamos a tratar con el tal Eridane- Dijo mientras miraba esperanzado aquellos corceles jóvenes y bravíos, aunque en su fuero interno sabía que muy probablemente no podrían adquirirlos y deberían conformarse con mucho menos.

-¿Qué dineros teneis? Será obligado facer bote-

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26/10/2020, 19:20
Eguzki el Calvo

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   Me rasco la calva, - mi señor Sebastián, ya sabe que yo de dineros, pocos tengo... - vacilo un poco y continuo;

   - ...pero tengo algunos ungüentos que pueden servir para lavar heridos y aliviar algo el dolor, tal vez se puedan cambiar por algún jamelgo. -

   Luego miro al tal Alonso.

   - Además, soy curandero y quizás podamos llegar a un trato ¿tienen algún herido? ¿sacar alguna muela? ¿cortar el pelo? -

   Prosigo un rato relatando que habilidades de curandero poseo y si alguna podría servirles en pago.

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