No le dejo irse.
-Está bien Ossian. Venid conmigo.-
Lo llevo al centro del laberinto, donde sé que nadie nos escuchará, y le explico todo lo que me pasó con Anna, lo que me pidió y l oque hice. todo. Revelando el por qué me mostré deagradable con él.
-Lo siento...soy un caso perdido...me pides que siente la cabeza, y al día siguiente pido matrimonio, gracias a los Shide no se llevará a cabo, a una mujer a la que no amaba. En fin. Y ahora esto.- le cuento como me reconcilié con Isabella- No sé si soy el padre o no, y no sé si ella quiere que lo sepa o no...Estoy confuso.-
Ossian estalla.
-Eres un descelebrado. Tanto potencial en manos de un patán... Eres impulsivo y caprichoso. Yo no te eduqué para ir saltando de cama en cama, como un vulgar cortesano. ¿En qué estás pensando?. Si quieres saber si eres el padre, pregúntaselo a ella.-
Se marcha de tu lado murmurando cosas no muy agradables sobre jóvenes impetuosos...
-Ossian...no me educaste para ir de lecho en lecho...cierto. Pero tampoco para no hacerlo. Todo lo que me enseñaste gira en torno al Glamour, es tu bendición y tu obsesión, solo piensas en eso.-
Me marcho en dirección opuesta a la suya, pensando aún en el niño, pero esta vez más en sus habilidades con el Glamour que otra cosa.
Caminas por los jardines, mientras una fina lluvia empieza a caer sobre tí. Has ofendido a Ossian, una vez más. Tu maestro te es muy querido y empiezas a plantearte las razones para tratarlo así.
El paseo empieza a tranquilizarte. Por lo que has visto, las habilidades del niño son muy buenas para su edad. Es nomal que Ossian se lamente de que solo sea un media sangre.
*tu dirás que haces...
Voy en busca de Morgan, seguro que tras ir con su madre, se ha ido a jugar con los chavales de las cuadras, al fin y al cabo, por serio que sea, es un niño.
El niño no está en las caballerizas. Lo buscas por todo el castillo hasta que un criado al que preguntas te dice que está en las armería practicando.
Lo encuentras allí, con gesto serio, ensañándose con las piernas de un pobre muñeco de paja y madera. Usa una pequeña espada de metal, adaptada a su estatura y a su peso.
Cojo una espada corta de prácticas, roma y envuelta en trapos para acolcharla, sin que me vea, y me acerco por detrás, hasta tocar su espalda con la espada.
-En guardia bellaco.- le digo en tono de broma -Veamos que sabes hacer.-
El niño se gira en cuanto te escucha. Pasado el susto inicial, sonría mientras te sorprende con una estacada bastante coordinada para su edad. Se para y se dirige a la pared para colgar su espada.
-El maestro de armas no nos deja practicar con las armas de verdad contra otras personas.- te dice con gesto serio.
-Por eso he cogido una de prácticas. Y esa arma que tienes, no puede pasar la defensa de esta espada...soy demasiado grande. Mira- me pongo a su altura y estiro mibrazo con la espada, junto al suyo con la suya. -¿Ves como sobresale toda mi espada excepto la guarda? Y esto es una espada corta. Sumando tu estatura, tu fuerza y tu agilidad, menores que las mías, no tendrias opcion con esa arma, necesitarias una de alcance mayor, como una alabarda. Claro que aún no puedes levantar una alabarda...Lo que quiero decir es que hay momentos para cada arma, es importante saberlo. Y momentos para el Glamour.-
-¿Por qué hablo tanto?-
-Ossian es un buen maestro ¿Verdad? También me enseñó a mi. Sin embargo es demasiado...consevador. Para aprender hay que usarlo, no solo estudiarlo. Cuando quieras te enseño un par de cosas, si tu madre nos da permiso claro.-
Le guiño un ojo.
-Ahora, ¿Te apetece hacer algo?-
Te sonríe contento hasta que parece recordar algo. Vuelve a su gesto serio habitual.
-Tu no eres Maestro, eres cortesano. Te he visto por los pasillos del castillo. Madre dice que debo pedir permiso antes de ir con nadie. No puedo ir. Otro día quizás. Debo ir a almorzar. Hasta luego.- se despide antes de salir corriendo.
Sin duda, Isabella lo ha educado bien.
Le sonrío.
-Muy bien, así es como se hacen las cosas, pidiendo permiso a tu madre. Me llamo Jonh, pequeño Morgan. Tu madre sabe como encontrarme si quieres hacerlo. Si no de todos modos estaré por aquí casi todo el día, entrenando.-
Cuando se marcha busco a uno de los maestros, para continuar mi mejoría con la espada. Esta vez, yo lucharé al estilo Avalones, pero el en cualquier otro, para que no me sorprendan en un futuro.
En maestro te muestra el estilo de Eissen. Te cuesta mucho hacer algo más a parte de defenderte de sus embestidas. Pero poco a poco aprendes el sistema. Consiste casi todo en táctica, en dejar que el rival ataque primero, estudiar su forma de pelear, y contrarrestarlo.
El Maestro te para a la hora de comer.
-Puede que vuelva esta tarde o...no, mejor no. ¿Puedo contar con su ayuda? Verá la tensión se palpa en la corte...sobre todo con una posible invasión por parte de Montaigne. Se me ha ocurrido que tal vez podríamos hacer un torneo de esgrima por parejas, un Montaignes junto a un Avalones, me parece un buen método de aliviar tensiones. ¿Haría de juez?-
El maestro de armas te mira como si estuvieses loco.
-Me temo señor, que me parece una propuesta muy poco prudente. Debrá preguntar a la Regente de la Corte, pero dudo que de su permiso.-
-Lo haré, sin duda. Gracias por su tiempo.-
Marcho a darme un baño en mis aposentos, antes de bajar a comer.
-Mi señora Regente.- saludo con una reverencia -¿Me permite comer con vos? Tengo algo de lo que hablar. Política.- Si está Morgan, le guiño un ojo.
Isabella te saluda con una ligera inclinación de cabeza.
-Disfrutad con calma de la comida, sir John. Despues podemos reunirnos en mi despacho para tratar asuntos de política. Podeis sentaros.-
*los niños no suelen estar en ciertas dependencias del castillo, excepto contadas excepciones.
Asiento mientras me acomodo a su lado.
-Me encontré con Morgan antes. Maneja bien su pequeña espada.-
Cada vez me incomoda menos la idea de ser padre....aunque quizá ni siquiera lo sea....
*ciertas dependencias?? tan privado es el comedor???
Isabella deja de comer inmediatamente.
-Si, me habló de ti. Me pidió permiso para hacer cosas contigo. Le agradas. Me parece bien que le enseñes lucha o manejo de armas, pero glamour no.- dice tajante - de eso se ocupa Ossian, nadie más. Y no creo que sea conservador, es un hombre muy prudente.-
-Si, eso es cierto. No se debe abusar del Glamour. Pero para aprender hay que usarlo, eso es como todo. Conmigo usó otro método...pero por que no podiamos usarlo. Y siempre es mejor conocer más de un "estilo", como con la esgrima. Sin embargo, como quieras. ¿Tengo permiso para llevarlo al bosque y esas cosas? O mejor, venid vos también.-
Paro de comer por respeto a ella,pese a que tengo hambre.