Partida Rol por web

Barcelona Nocturno

Capítulo 1.2: Condenados

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06/04/2018, 22:40
Anna Sagnier

La respuesta de la Nosferatu es la presumible, aunque sospecho que, en esta sociedad vampírica, la presunción es de culpabilidad. Salvo su mención al vestido destrozado, la argumentación me parece impecable, sobre todo en su última parte. Creo que la intervención ha sido correcta en el tiempo y digna, con un toque de provocación, en la forma. Desafortunadamente para ella, Montoya parece más entretenido en la cubertería que en su testimonio, tal vez dispuesto a abrirse la muñeca y ofrecernos su sangre en un cáliz como Cristo en la Última Cena. Sí, debe de considerarse un Ungido o algo así. Pregunta con la sonrisa de quien sabe la respuesta si hay alguien que pueda ayudar a entender lo que está pasando. Yo ya he agotado el cupo de precipitación con él por esta noche, así que no pienso contestar, aunque, si entre sus vastos poderes está el de leer el pensamiento, sabrá mi opinión: En esencia, señor indiscutido príncipe regente, todo indica que alguien, y no precisamente los corderos deformes, le está comiendo el sembrado.​ De lo cual, creo que empiezo a alegrarme.

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07/04/2018, 04:56
Gaudencio Sanz

Optó por no mover ni un músculo
Nada del discurso de la Nosferatu le hacía pensar en los motivos que el Príncipe parecía saber, y salvo la alusión al robo de un cuadro, de cuya vanalidad ignoraba hasta la forma, nada le venía a la mente. Le pareció un argumento largo, aburrido, y casi demasiado afilado para dirigirlo hacia quien con un simple gesto de un dedo puede destruirte, pero irreprochable en cuanto al contenido

¿Qué se le escapaba? ¿Había algo más, o es que simplemente aquello era una caza de brujas? Tenía la extraña sensación de que la espada iba a colocarse sobre su cuello antes que después, en aquella tortuosa danza de injurias y sospechas

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08/04/2018, 23:46
Estel Riva

Estel guardó silencio, no quería destacarse en aquella sala. Montoya no parecía alguien muy razonable, probablemente él era el fruto de una tiempo pasado, demasiado pasado. Para la Toreador era difícil de asimilar un comportamiento tan sádico en el Príncipe, habían estacado a María y la despachaba como si nada, tratándola peor que a un animal, sin ninguna consideración. Montoya había dejado claro el respeto que le merecíamos la denominada sangre nueva, ninguno. Con aquel panorama era normal que Estel se comportase de forma introvertida y evitase cualquier tipo de trato.

Había muchas incógnitas en el aire, pero no se atrevía a hacer conjeturas sobre lo que había pasado con Luque y su sirviente. En su opinión, para esclarecer el asunto, a falta de testigos, era necesaria la declaración de Eduard, además de la declaración del responsable de aquella zona de las cloacas. ¿Luque se había pasado de listo en un dominio ajeno al suyo? ¿Huía de algo y por eso la muerte definitiva le alcanzó allí? Con tan poca información y sin testigos habían demasiadas posibilidades que descartar, pero Estel no estaba por la labor de colaborar con el Príncipe debido a el tinte que había adquirido la noche.

Por otra parte, la Toreador empezó a sospechar que María tenía una espina clavada con sus congéneres del clan Toreador, aquella referencia a ellos estaba fuera de lugar y era, en cierto modo, comprometedora. Sin embargo, el resto de las explicaciones que le dio a Montoya parecían creíbles, dándole una coartada de peso. En ese sentido, Estel estaba fuera de dudas, no creía que María tuviese nada que ver con aquello.

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10/04/2018, 01:14
Carlos Moracho

 La voz del principe me hace volver a dirigir mi atención total al frente. Desde luego queda claro que el principe sabe algo más que nosotros, seguramente más que la propia Maria a la que interroga. Aún así pide ayuda como un profesor de primaria intentando que los alumnos colaboren, pero parece que los alumnos son más de la ESO.

 -Si hombre... Ahora voy, levanto la manita y digo una obviedad o una gilipollez para que me estaque el leñador. Claaaroooo.

 Por el momento todos los presentes se hacen los despistados, miradita abajo y evitar la del profe.

 Sin embargo, y aunque me evite expresarlo en voz alta, si que hay cositas en la historia en conjunto que rechinan, no sé muy bien hacia que lado de la balanza se inclinan esos detalles, pero el instinto me dice que algo falla.

 Pero bueno, mejor callado que estacado, nunca he sido de comprar loteria, así que prefiero no arriesgarme de momento, no sea que me toque premio de madera.

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10/04/2018, 01:26
Marina
Sólo para el director

Marina, sentada en esa primera fila se sentía entre la espada y la pared dónde la espada eran cien puñales marcando su espalda y la pared la figura del monarca.

El príncipe volvía a estar en escena, con esa actitud imponente, dictatorial y fría que había sabido esconder en el coche. Y ella era más confusión ahora que antes empezando por la necesidad de cambiar de lugar y terminando por entenderse a sí misma sin la ayuda de la chica de los tejanos.

Su corazón vuelto en memoria buscó a su abuelo con la fuerza de una invocación que no desenbocó en nada aunque ello no le impidió seguir buscándolo con fuerza.

Al ver a María sus pensamientos cortaron abruptamente su paseo por su infancia humana para irse a sus primeros momentos en la sociedad cainita.

Recordaba la explicación de Montoya sobre el estado de la Nosferatu aunque sus entrañas opinaban muy diferente acerca del sufrimiento de una mente cuyo cuerpo no responde. Ella misma recordaba como su gran pesadilla el alba que había sido presa de la parálisis del sueño y el pánico que la había acompañado los meses siguientes al acostarse por si aquello volvía a pasar. María no podía estar bien.

Y aun con ese convencimiento sus nervios punzaron su piel al ver que iban a retirarle la estaca.

No por favor —pensó sufriendo en los dientes el grito del asesino pero sus pensamientos fueron más lentos que la mano de Miquel en retirar la estaca improvisada—.

La joven cerró los ojos en cuanto las rodillas de María tocaron el suelo y no volvió a levantar los párpados hasta escuchar el esperado trío de palabras: "no sé nada".

No ates tu propia soga —suplicó a la muñeca de yagas cuando sigue arrogante—. Van a soltarte. Iban a dejarte ir.

Solo el poco interés de Montoya en su pesada lengua consigue destensar su cuerpo y hacer que sus dedos dejen de arrugar la falda de su vestido y que sus ojos se atrevan a buscar explicaciones en ese rostro tan cambiado del Príncipe.

Notas de juego

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10/04/2018, 01:28
Marina

Marina, sentada en esa primera fila se sentía entre la espada y la pared dónde la espada eran cien puñales marcando su espalda y la pared la figura del monarca.

El príncipe volvía a estar en escena, con esa actitud imponente, dictatorial y fría que sabía subir a sádica para joder a todos los presentes por igual. Y ella estaba más confusa ahora que antes empezando por la necesidad de cambiar de lugar.

Al ver a María sus pensamientos cortaron abruptamente su paseo por su infancia humana para irse a sus primeros momentos en la sociedad cainita. Había más horror en las tinieblas de lo que los acostumbrados a ellas podían ver y esa caza de brujas era solo un ejemplo de ello. Y ni siquiera relevante.

Todo el cuerpo de Marina se tensó al ver la mano de Miquel encajarse alrededor de la estaca esperando con pavor el mismo grito que había lanzado el asesino en el Liceu. Pero María solo cayó de rodillas y con ellas los párpados de Marina.

La joven no volvió a abrir los ojos hasta escuchar el esperado trío de palabras: "no sé nada". Y el poco interés de Montoya en su ligera lengua de la Nosferstu consiguió destensar su cuerpo y hacer que sus dedos dejen de arrugar la falda de su vestido así como que sus ojos se atrevieran a buscar explicaciones en el rostro del Príncipe pero lejos de su inquietante mirada.

Notas de juego

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11/04/2018, 07:58

El Silencio denso, espeso e irrespirable se impone entre los Neonatos que, movidos por un exceso de prudencia, no osáis manifestar las sospechas que algunos albergáis.

Con la venia, Alteza - uno de los Vástagos, el que en el inicio de la celebración estuvo hablando con Eraser, irrumpe en escena, levantándose desde uno de los flancos del Auditorio - si me lo permite, yo sí tengo una cuestión para María - Montoya asiente gravemente, autorizando la petición del Vástago, reclinándose en el trono con las piernas cruzadas, al parecer gratamente satisfecho ante la aparición del Cainita.

Buenas noches, María - inicia educadamente y tras ubicarse frente al auditorio -. No hemos tenido ocasión de presentarnos: Soy Sergi Pons, Sangre de Capdevila y digamos que... experto en los asuntos criminales que rodean a esta Camarilla - introduce con un exceso de modestia, con un encogimiento de hombros del que tal vez se deduce que no es que sea experto en tales menesteres por voluntad propia sino más bien como consecuencia de ciertas habilidades que de modo innato y muy a su pesar posee -. De lo que nos cuentas deduzco que estás escasamente enterada de los asuntos que envuelven a tu Clan - argumenta -. No obstante, hay algo que si deseo preguntar para que conste, y es lo siguiente: Tenías de alguna manera constancia acerca de que los tuyos hubieran mantenido tratos recientes con el Clan Tremere al que pertenecía la víctima...

Esto es un atropello!!! - Eduard, el hombre de pelo canoso, Sire del fallecido irrumpe indignado, incapaz de mantener la compostura y solo manteniéndose sentado tras la rigurosa mirada que le dirige Montoya -. Alteza! - suplica -. No solo he tenido que soportar que esa rata llame a Luque "dichoso Chiquillo" sino que ahora esto! Ya contesto yo: Por supuesto que no tenemos nada que ver con esos... - Montoya alza una ceja con la que parece advertir a Eduard que suavice su lenguaje - ... Nosferatu - concluye.

Está bien, Eduard, muchas gracias, eso nos queda claro... - Sergi Pons deambula frente al público reflexivamente y con una mano posada en la barbilla. De forma premeditada, meticulosamente calculada, guía el curso de sus pasos y cavilaciones hasta quedar justo frente al expectante Vástago de pelo canoso, al que reta con su inteligente mirada, consciente del órdago que se dispone a lanzarle. -. Siendo así, hay algo que se me escapa, algo que no entiendo, Eduard... - vacila un instante antes de dar el paso -. Qué hacía tu Chiquillo en las cloacas? Tan lejos de vuestra capilla en la Sagrada Familia?

La tensión en el ahora interrogado se vuelve palpable, abrumadora y apabullante; aprieta los puños y mandíbula conteniendo su ansia por destrozar a Sergi - No pienso contestar a esa pregunta - masculla -. Esto es inadmisible! Somos las víctimas no...

Eduard! - Montoya ruge desde su trono - puesto que no deseas contestar tal vez no debamos molestarnos en investigar nada más; quizás deberíamos interpretar que eres incapaz de controlar a tu prole - determina severamente -. Quizás, y en caso que ellos estén tras este asesinato, debamos agradecer a los Nosferatu que hayan librado a la Camarilla de tan díscolo elemento - impíamente.

Ya he tenido bastante por hoy - murmulla el Vástago de pelo canoso incorporándose -. Esto es un sinsentido! - se gira, disponiéndose a abandonar la Sala flemáticamente indignado. Los presentes se mantienen en lógica tensión, esperando la más mínima orden de Montoya para caer encima del Mago batido en retirada.

Sin embargo Montoya se mantiene impasible en su trono, sonriente ante la evolución del interrogatorio y paralizando, con su sola presencia, cualquier pretensión que nadie albergara hacia Eduard que, finalmente, abandona el lugar con un sonoro portazo.

Sergi concluye su alegato con otro encogimiento de hombros y un soslayo de agradecimiento hacia el Monarca tras el que regresa a su ubicación inicial, resguardado entre el resto de los presentes y consciente de haberse granjeado a un poderoso enemigo... a cambio, claro está, de su indiscutida lealtad al Príncipe Regente.

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11/04/2018, 08:12
Javier Montoya

Bien, mis queridos hijos - manifiesta Montoya, tranquilamente repanchingado en su trono, como si gozara de la crisis como oportunidad de reafirmar su hegemonía frente al resto de pretendientes a la Corona -. Está claro que la muerte de ese Chiquillo oculta mucho más que una simple rebelión Nosferatu - argumenta -. Y lo cierto es que, parece ser que el crimen se ha cometido en sus dominios y que ellos se hallan misteriosamente desaparecidos - continúa -. Quiero a todo Nosferatu en mi presencia, ante mi, es conveniente saber qué saben y porqué se esconden - requiere -. Esto no es una Caza de Sangre, que quede claro - advierte -. Nosferatu son y seguirán siendo valiosos aliados, fieles a esta Corona - determina asertivamente -. Sabe Dios qué ha pasado pero lo vamos a averiguar - arenga - y cuando eso ocurra... entonces sabremos exactamente qué y cómo preguntar a los Tremere - concluye.

En cuanto a ti - dedica un hastiado gesto hacia María -. Considera el sufrimiento del que has sido objeto como algo necesario para mantener la Paz, para urgar en lo que pasa y tratar de descubrir qué ocurre. Este Príncipe te está agradecido - inclina respetuosamente la cabeza -. Dices no saber nada, ignorarlo todo, no tengo motivos para dudar de ti pero en nuestro mundo la duda no sirve de excusa, solo es un medio para ganar un tiempo valioso - instruye -. Buscarás a Abascal, lo encontrarás y traerás ante mi, para que sea él mismo el que responda a nuestras preguntas - ordena -. No estarás sola - añade -. Miquel, nuestro Alguacil escoltará tu búsqueda - el tipo con aspecto de leñador, que conserva estúpidamente la estaca en su mano da un paso al frente, disciplinado -. Miquel, saca a María de su error, con su verborrea mejicana sería capaz de confundir a toda la Camarilla de aquí hasta Vladivostok.

El leñador, Miquel, se planta frente a todo el mundo pero dirigiendo sus palabras especialmente a la Nosferatu:

María - inicia severo, algo paternal -. Vuestro Clan no ha sido formalmente acusado - explica -. Simplemente convenía aclarar ciertos términos y esta fue la manera de hacerlo.
En cuanto al cuadro - sigue -. Freddy y la obra fueron cesión de Eric Baring-Gould, Primogénito Toreador en Londres. Cuando Freddy acabó su actuación se llevó el cuadro, nadie lo ha robado - corrige.
Y el vestido - lo contempla escéptica y desapasionadamente -. Me encargaré personalmente que algún Toreador escoja alguno que... bueno... sea de tu estilo...

En cuanto al resto - regresa Montoya, ya en pie junto al trono -. Sergi, investiga qué pasó con ese Chiquillo Tremere - ordena -. Que para eso te ayude el joven Brujah, la Sangre nueva, tal vez sus conocimientos nos sirvan de algo en este cometido - dispone, bajando ya del escenario y recuperando cortésmente la mano de Marina -. Si me acompañas - la petición no admite replica de modo que el Príncipe toma la mano que la Neonata le ofrece y se la lleva del lugar por una puerta lateral existente al lado del escenario.

El resto de Vástagos, Primogénitos, miembros del Consell, se juntan en corrillos que comentan lo sucedido mientras van abandonando el lugar por la puerta de entrada.

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11/04/2018, 14:00
Anna Sagnier

El rifirrafe entre el sire de Lucía y el vampiro que recogió la calavera despierta mi interés. Es obvio que cualquiera de los dos sabe más acerca de lo sucedido que la pobre Nosferatu, más que cualquiera de los neonatos en realidad. No obstante, Montoya consideró oportuno que uno de sus perros clavara una estaca a la recién llegada como aviso para el clan ausente. Muy sutil. Los Nosferatu deben de tener una poderosa razón para no asistir a un evento convocado por el despiadado regente. Una razón que ni la malherida vampira ni el fugitivo conocen, estoy segura. La decisión final de Montoya, encargar al sire de Lucía que investigue el asunto, es la más inteligente que ha tomado en toda la noche: el vástago parece sagaz y ha hecho que el Tremere, en su excesiva indignación, parezca más culpable que víctima. Por otra parte, el alguacil se muestra bastante razonable al dirigirse a la Nosferatu. De la pareja de guardaespaldas del príncipe, ya sabemos quién es el escudero y quién el lacayo. Montoya indica que “el joven Brujah” y la Sangre Nueva pueden ser de ayuda en la investigación. Algo me he perdido. Antes había dicho que aquel y la pareja Nosferatu debían encontrar el modo de infiltrar al Sabbat torturado como espía. Me pregunto qué habrá pasado con él. Tal vez no quede nada para el fuego de la Ventrue.

Cuando el regente abandona la sala, llevándose a la joven del vestido plateado, siento una sensación de alivio. Probablemente todos la sentimos, hasta los primogénitos. Si antes pude envidiar a la chica, ahora solo me pregunto por qué la trata así. Me levanto de mi asiento y camino un poco, pensativa, mientras se empiezan a formar grupos al salir de la estancia. Levanto la cabeza y fijo la mirada en Lucía por casualidad. La mantengo. Cruzo los brazos con la capa sobre ellos. Nos separa una distancia que no me atrevo a traspasar.

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12/04/2018, 01:16
María Pellicer

"Si que te recuerdo Sergi, el hombre que se burlaba de Eraser y de mi momentos antes" pensó María mientras se mantenía en el piso, no levantó la vista en ningún momento, salvo cuando Sergi y Eduard comenzaron una discusión acalorada, parecía que el tal Sergi habia puesto el dedo en alguna fibra sensible de Eduard.

María se encontraba sentada sobre sus pantorrillas, con la cabeza gacha, y ambas manos apoyadas en el piso, como una muñeca desvencijada, una marioneta a la que le habian roto los hilos, mil y un oraciones católicas corrían por su mente, deseando que al príncipe no se le fuera la chaveta y considerara que lo dicho por la vampira eran tonterías innecesarias.

Cuando Montoya volvió a tomar la palabra, María agachó aun más su rostro, de tal modo que su nariz quedó a escasos centimetros del suelo, escucho a su alteza con nerviosismo -Este Príncipe te está agradecido- María levantó rapidamente el rostro incrédula cuando escucho esas palabras, a tiempo de ver la inclinación de agradecimiento de Montoya, María se llevó ambas manos a su pecho, esbozando una sonrisa en su horrible semblante, y cerrando los ojos, en una profunda muestra de agradecimiento y de alivio, lo que siguió a continuación para María resultó ser menos terrible de lo que esperara, pero la visión de Miquel con la estaca, hizo que Maria institivamente cubriera nuevamente su pecho. Movió su cabeza energicamente a todo lo dicho por Miquel, al final María se atrevió a añadir en un tímido susurro. -Me parece perfecto, aunque dudo que me vea la mitad de bien que la señorita Estel, o cualquiera de ellas- movió su mano vagamente en dirección del resto de las demas Neonatas, Marina, Anna y Dianna.

Se levantó hasta que Montoya salió de la habitación, sintiendo sus piernas presa de un violento temblor que pensaba no lograria disimular, se estrujó los desordenados bucles castaños de su cabello, y añadió mirándo al suelo. -Quiero...irme a casa...¿puedo retirarme ya?- María se quedó pensando que hacerse cargo del Sabbath Joey y ahora tener que encontrar a Abascal para llevarlo ante Montoya, habian puesto ambos platos de la balanza del infortunio equilibrados. Una vez que María logró controlar la temblorina de sus piernas, avanzó rápidamente entre los corrillos de vampiros que se formaban a su alrededor, buscando la salida de ese lugar, sin importarle que en su andar, repartiera codazos y empujones sin querer a unos y otros, olvidó por completo al resto de Neonatos, sabia que en alguna situación diferente, María hubiera disfrutado conversando con ellos, pero ahora su mente estaba ocupada en tres cosas: El sabbath Joey, encontrar a Abascal...y volver a ver a Eraser.

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12/04/2018, 03:56
Gaudencio Sanz
Sólo para el director

Aguardó unos segundos para que se formaran esos corrillos, mientras el Príncipe desaparecía de escena. Casi parecía que todos esperaran ese momento para por fin relajarse y poder mantener charlas distendidas, y supuso que era lo habitual. El regente podía saberlo todo, pero Gaudencio era muy consciente de que a su alrededor sólo tenía un enjambre de aduladores y esclavos, dudaba mucho que alguno de entre los allí presentes fuera 'leal'. Salvo los más sádicos, esos que disfrutan obedeciendo y liberando su maldad...

En cualquier caso, buscó de nuevo a su Sire
Su intención era hablar con Sergi, claro, y apuntarlas desde minuto uno las posibles líneas de actuación (aunque asumía que no sería más que un ayudante). Pero antes prefería de nuevo pedir consejo a los suyos, pues aquel baile -el del Elíseo- era de largo el más peligroso de todos. Y no quería encontrarse con que fuera él quien sufriera en sus carnes el próximo estacamiento

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12/04/2018, 18:28
Estel Riva

Estel atendió a las preguntas que hacía Sergi Pons sin pestañear, la vampiresa parecía una estatua hasta que su mirada se desvió para advertir la mala reacción de Eduard, que interrumpía el interrogatorio de la Nosferatu.

La reacción de Eduard no pasó desapercibida para la Toreador, aunque comprendía que la noche era muy tensa para él, no confiaba en que interrumpiese a Pons para después marcharse sin responder a una pregunta tan sencilla, clara y directa. Por una parte comprendía su indignación, pero su evasiva a responder era sencillamente algo muy sospechoso.

Por otra parte, resultó ser un alivio saber que aquel cuadro estaba en buenas manos.

Estel se levantó de su asiento para acercase a Anna. -Bueno, creo que ha sido suficiente por esta noche, iré a descansar a mi hotel. Si te apetece puedes venir a descansar conmigo.- La proposición era muy precipitada, pero después de descubrir algunas de las miserias de la Camarilla, se sentiría más segura en compañía. Además, pretendía organizar con ella el encargo de Roderic. -No me respondas ahora, piénsalo bien y luego me dices, estaré fuera tratando de encontrar un transporte.- Añadió para después sonreír, acto seguido caminó hacia la salida.

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12/04/2018, 18:38
Carlos Moracho
Sólo para el director

Escucho con atención el desarrollo de la función, puede que por primera vez en la noche.

-Mucho tema hay aquí... O temas.
Desde luego muchos trapos sucios, muchas movidas de clanes.
Los feos y los brujos tienen un tema entre ellos, pero no sé si a buenas o a malas.
Porque la función del canoso de me enfado para que no te enfades no se la ha tragado nadie.

Mido un instante al príncipe.

-Al final ha sido todo una demostrando de poder, mirad lo que puedo haceros si me tocáis los collons.

Me apunto mentalmente todo lo ocurrido y me pongo en marcha.
Me giro hacia Dianna y la miro medio preocupado, ha estado como ida este rato.

-¿Estás bien?

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12/04/2018, 21:33
Carlos Moracho

Me giro hacia Dianna y la miro medio preocupado, ha estado como ida este rato.

-¿Estás bien?

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13/04/2018, 15:53
Dianna Ledesma

Si... - responde vagamente la Neonata, al parecer algo traspuesta o impresionada por lo que está pasando - ...vámonos - apremia al ver que el resto de los presentes abandonan el lugar.

Seguís al resto de comitiva al exterior; tras dar varias vueltas y circunloquios por la regia edificación, acabáis abandonándola por una calleja que desemboca a la Plaça de Sant Jaume, momento en el que te percatas que el edificio no era otro que el mismo Palau de la Generalitat, centro neurálgico del Poder en Barcelona y Catalunya entera.

Una fina llovizna cae de manera ligera, pacíficamente, de manera totalmente opuesta a la violenta manera como lo hacía hace apenas un par de horas.

Afortunadamente, y al parecer advertidos por el mismo personal del Palau, varios taxis ya os esperan en Sant Jaume; Dianna se despide brevemente de ti, tomando uno de los taxis y dejando, a tu libre elección, si esa también es la manera como quieres ausentarte del lugar; es tarde, a punto de dar las séis de la madrugada.

Notas de juego

PNJtizada.

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13/04/2018, 15:58

Después de tus palabras a Anna y de dejar a tu nueva amiga hablando con su Sire, sigues al resto de comitiva al exterior; tras dar varias vueltas y circunloquios por la regia edificación, acabáis abandonándola por una calleja que desemboca a la Plaça de Sant Jaume, momento en el que te percatas que el edificio no era otro que el mismo Palau de la Generalitat, centro neurálgico del Poder en Barcelona y Catalunya entera.

Una fina llovizna cae de manera ligera, pacíficamente, de manera totalmente opuesta a la violenta manera como lo hacía hace apenas un par de horas; un escalofrío recorre tu cuerpo al recordar la tempestad.

Afortunadamente, y al parecer advertidos por el mismo personal del Palau, varios taxis ya os esperan en Sant Jaume. 

Un pakistaní se da prisa en descender de su característico vehículo negro y amarillo y abrirte la puerta mientras baja la mirada sumisamente.

Te resguardas en su interior, algo desvencijado y maloliente pero pasable para un recorrido tan corto como el que te separa de la solitaria habitación del hotel; mantienes la puerta abierta, esperando Anna, que también ha salido del Palau y escucha atentamente las indicaciones de Lucía, se una a ti en el modesto taxi.

Es tarde, el reloj del habitáculo del vehículo marca que están a punto de dar las séis de la madrugada.

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13/04/2018, 16:00
Lucía Benítez

Tras las palabras de Estel tu Sire se percata de tu mirada y acude a tu posición.

Qué tal Anna - requiere plantándote un par de ligeros besos, no es algo inusual en ella, es la manera como suele saludarte así que no te sorprende -. Al final tu presentación no ha sido tan desastrosa como temía, habida cuenta ese carácter tan malo que gastas - afirma jocosamente -. A pesar de todo lo que pasa no hace falta que pases enfurruñada todo el tiempo - esboza una sonrisa a la vez que toma tu brazo y te dirige al exterior.

Veo que has hecho buenas migas con la Sangre Nueva Toreador - apunta avispadamente -. No está mal pero no pierdas de vista que puede darse el caso que ella llegue a tener intereses opuestos a los tuyos - previene -. Así que procura no... implicarte demasiado.

En cuanto a los progresos que haga Sergi - aborda -. Me mantendrá informada al respecto, ya te diré cómo va la cosa.

Llegáis al exterior por una puerta lateral que no impide que te des cuenta que estabais en el mismo Palau de la Generalitat. Estel te espera montada en un taxi, la puerta invitadoramente abierta, esperando que marches con ella a su refugio.

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13/04/2018, 16:04
Sergi Pons

Buscas a Ignasi entre los presentes, infructuosamente: Concluyes que, al haber sido solo citados los Vástagos de mayor estatus, y los Neonatos por una extraña deferencia, tu Sire quedó excluido de participar en el interrogatorio a María.

Al que si distingues es a Jaume, el Primogénito, pero marcha del lugar inmerso en un grupo de varios cainitas que con él comparten el semblante preocupado ante la gravedad de la situación.

Un animado, aunque no excesivo, golpe en la espalda te saca del ensimismamiento en que te hallas: 

Gaudencio, supongo - Sergi Pons te tiende la mano junto a una arrebatadora sonrisa -. Soy Sergi Pons - añade con un encogimiento de hombros, consciente que está repitiendo la presentación que ha hecho ante todos pero sin poder evitar la protocolariamente necesaria introducción -. Vamos... - con un gesto te invita a que lo acompañes fuera de la Sala, hacia el mismo lugar al que se encaminan el resto de Vástagos -. Hoy ya es tarde - consulta el reloj para corroborar su afirmación, queda poco para que sean las séis de la madrugada - pero si quieres mañana te paso a buscar por tu Refugio y empezamos, como veas - se ofrece -. Tengo alguna idea acerca de ciertos pasos digamos que... inevitables en toda investigación criminal... a partir de ahí y en función de lo que acabe resultando veremos... estamos los dos solos en esta empresa así que nos podemos permitir tomar las decisiones de manera consensuada - explica -. Cualquier idea que tengas será bienvenida, no te cortes - precisa.

Llegáis al exterior por una salida lateral cercana a la Plaça Sant Jaume, te das cuenta que el edificio en el que estabais no es otro que el Palau de la Generalitat, varios taxis esperan en la Plaça de Sant Jaume y Sergi se dispone a embarcarse en uno; de la manera que actúa no parece que se oponga a que compartas ese medio con él pero tampoco es algo que estime estrictamente necesario. Para lo que a él respecta, y si no opinas lo contrario, ya habéis quedado.

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13/04/2018, 16:10
Miquel Capdevila

Miquel te encuentra atribulada y confundida entre los corrillos de Vástagos y toma tu mano amistosamente:

Disculpa, creo que estás algo mareada entre tanta novedad - esboza una sonrisa - tal vez pueda ayudarte llevándote a tu Refugio; hoy ya es tarde - constata en su reloj que falta poco para que den las séis - pero mañana te puedo pasar a buscar por ahí e iniciamos la búsqueda - ofrece.

Siguiendo al resto de Vástagos, salís del edificio por una entrada lateral constatando que se trata del mismísimo Palau de la Generalitat, centro de Poder en Barcelona y Catalunya entera.

Varios taxis esperan a los Coinitas pero Miquel te guía por varias calles del gótico hasta llegar al lugar en el que tiene estacionada una flamada Harley Davidson.

Sin ni siquiera preguntarte el lugar en que se encuentra tu refugio, como si hubiera ido allí miles de veces, guía el ronroneante motor de su montura a través de la fina llovizna que cae en la noche barcelonesa, abandonándote, cual caballero andante, en tu refugio con el compromiso de regresar por ti a la Noche siguiente.

Notas de juego

María, de momento tu parte la cerramos aquí, cuando quieras te abro el Capítulo 2 y seguimos a partir de allí. Cuando me digas, sin compromiso y sin problema! ;)

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13/04/2018, 19:15
Anna Sagnier
Sólo para el director

Estel se acerca a mí y me propone ir con ella a su hotel. No me pide una respuesta inmediata, pues se marcha rápidamente para buscar un medio de transporte. Me sorprende un poco, pero ¿cómo puedo negarme a una sonrisa tan encantadora? Es más, no quiero negarme, no quiero separarme de tan inesperado obsequio en aquella horrible noche. No obstante, soy consciente de que el sire de Lucía puede reclamar mi asistencia ante el encargo del príncipe. Si algo he aprendido durante las últimas horas es que no puedo obviar los planes de los vástagos más poderosos. En todo caso, debo aparentar obediencia si quiero seguir de una pieza. Empiezo a comprender esta manera de comportarse de “mis hermanos de sangre” y pienso cómo actuar en esta situación, cuando Lucía, mi hermosa gitana, me aborda por sorpresa, como la cazadora maestra que es. Estoy tan desconcertada que casi no puedo prestar atención a sus primeras frases. Parece que no lo he hecho excesivamente mal en mi presentación según su criterio y dado mi temperamento sobrevenido. Sonríe y me toma del brazo para salir. Nunca antes me había sentido así de tranquila junto a ella. Comienzo a pensar que soy demasiado fácil, influenciable. Aprueba con reservas la buena relación que he conseguido con Estel y me hace saber que me tendrá al tanto de los requerimientos de su sire.

Llegamos fuera. La noche continúa desapacible y siniestra junto al Palau de la Generalitat. En verdad, el poder de Montoya es inimaginable.

Gracias, digo, en lo que puede ser un primer acto de reconciliación. Me despido de ella con un beso.

Estel me espera en un taxi con la puerta abierta. Por un momento, olvido todo pesar de mi nueva condición, me siento junto a ella, la miro y sonrío visiblemente complacida, y cierro la puerta.