Partida Rol por web

Por fin en la superficie. Respiraría con intensidad si pudiera hacerlo, pero solo el mal olor de la ropa aún mojada se adentra en mí. Es desagradable. Esbozo una sonrisa cuando Estel me da las gracias y alaba mis cualidades. La escucho mientras habla con la joven vampira. Se muestra conciliadora con ella y le da la oportunidad de seguir con nosotras o ir sola. Como sospechaba, la chica está desorientada y casi no tiene más opción que seguirnos, visiblemente agradecida. ¿Cómo estás?, pregunto a Estel, señalando la herida del cuello. Aún quedan unas horas hasta el amanecer. Quiero cambiarme de ropa, lavarme de nuevo y alimentarme. Vamos de caza, propongo. Así te repondrás antes. Me dirijo también a nuestra nueva compañera: ¿cómo dijiste que te llamas?

De manera que vosotras sois las que os habéis dedicado a molestar a mis ratas.
Debería cobraros peaje por ello - la voz os sorprende. Se trata de un tono correoso, antinatural y en cierto modo espeluznante.

Cuando os giráis para identificar su origen distinguís una diminuta silueta, tranquilamente sentada en los escalones de uno de los portales de la barriada.

El crío se incorpora y la imagen que aparece ante vosotras es poco menos que aterradora: Se trata de un niño, por la altura y complexión no debe contar mas de siete años solo que... es absolutamente monstruoso.
Sus facciones están íntegramente desfiguradas en una maraña de surcos y arrugas purulentas que cubren su rostro haciéndolo totalmente indescriptible. 

No me cabe en la cabeza que con la que está cayendo os dedicarais a buscar al Hombre Quemado - sonríe, una mueca inquietante, aterradora -, no con todo lo que últimamente sucede en esta ciudad - su tono es tranquilo aunque inquisidor a partes iguales -. De modo que, mis preciosas Neonatas - un brillo cargado de lujuria y malas intenciones invade su mirada, más aún cuando una lengua pálida y reseca se pasea lividinosamente por el lugar en el que se supone que debería estar su boca - qué demonios hacíais en una Noche como esta paseando por mis Dominios??? - la pregunta es obvia, directa, no admite conjeturas ni evasivas, requiere una respuesta diligente y en ese preciso instante. 

- Julia - respondió la cainita antes de dar un respingo al escuchar aquella voz. La visión de aquel niño le recordaba vagamente a alguien. En serio, ¿que depravado arrebataba la humanidad a un niño pequeño y le otorgaba aquella vida oscura y aterradora? Aunque al ver aquella mirada supuso que su mentalidad de niño habría quedado mucho tiempo atrás.

Se abrazó a si misma en un vano intento de no sentirse desnuda bajo esos ojos. - Ellas me han salvado. Yo... estaba atrapada y ellas me han sacado de aquel lugar - se frotó la sien ligeramente confusa - era mi local - dijo mientras se le iluminaba el rostro aunque pronto se ensombrenció, como si se hubiera dado cuenta que ya no le serviria de mucho aquel sitio.

Miró a sus improvisadas compañeras percatandose de que podía preguntarles cosas sobre el estado actual del sitio pero no le pareció el momento adecuado por lo que volvió a centrar su atención, con dificultad, en su interlocutor.

Yo me llamo Anna, digo.

Un niño, un vampiro, nos habla desde la oscuridad como si fuese un hombre poderoso y seguro. Es una aberración, física y moral, hasta para el clan Nosferatu y toda la Estirpe. Tengo que hacer un esfuerzo para centrarme. Unos segundos después de las palabras de Julia, logro contestar.

No hemos molestado a nadie. Mi voz suena segura, como de costumbre, pero esta vez me sorprende. El niño no responde. Yo hago una pausa para que el mensaje quede claro.

No sabemos quién es el Hombre Quemado. Esta vez el tono es algo más bajo. Denota sinceridad ante la propia ignorancia. Pienso que puede ser el niño que tenemos enfrente. Me paso la mano por el pelo para aparentar cierta tranquilidad. Lo miro a la cara sin gesto alguno de repulsión, casi acostumbrada ya a una abominación más de la noche.

Seguimos órdenes del Príncipe. Miento. Presiento que necesitamos a alguien más poderoso que el sire de Estel para que el más que posible primogénito del clan Nosferatu reconsidere sus intenciones a nuestro favor. Muevo la cabeza como si estuviera nerviosa. Solo trato de que se fije en lo que yo veo: edificios, farolas, el cielo nocturno. La ciudad de Barcelona, dominio de Montoya, no suyo; el espacio que está sobre nuestra existencia, no bajo nuestros pies.

Ordenes del Príncipe... - ya, claro. El pequeño enjendro, cuya niñez no hace mas que incrementar su monstruosidad, dedica algo así como una socarrona mirada a la Gangrel -. No deja de resultarme curioso que Montoya os mande de visita al subsuelo mientras prenden fuego a su ciudad y asesinan misteriosamente a sus policias... - argumenta suspicazmente -. Si, se le acumulan los problemas, demasiados frentes abiertos, como no se ande con ojo esto puede implicar el fin de su era - parlotea didacticamente.

Tu local... - regresa a Julia tras el soliloquio con el que os ha obsequiado - ...cómo decías que se llamaba???

Y tu - la guapita, señala a Estel con un descarnado índice escrutador - eres algo mayorcita ya como para lucir unos chupetones como esos no te parece?- le dedica una especie de... guiño??? A la Toreador a la que no pierde de vista.

- El Halley - le salió solo, sin pensarlo. De forma natural. Se mordió el labio arrepentida mientras daba un paso atrás, buscando la cobertura de Loba.

- Bocazas - se reciminó a si misma dandose cuenta que Eraser tenía razón. Se iban a aprovechar de ella. Bajó la vista esperando que no le preguntara nada mas

El Príncipe sospecha de tu clan, digo para romper el incómodo silencio. No se ha tomado bien vuestra ausencia en el evento de anoche. Hablo como si fuera una emisaria de Montoya, pero solo quiero recordarle que hay vampiros más poderosos que él. Uno de los vuestros consiguió huir del lugar. La otra asistente tuvo menos suerte: fue estacada sin piedad, como ejemplo. Dejo que el niño visualice el suceso, que piense al respecto. Después matizo: A mí no me pareció bien. Sigo mirando a la cara al Nosferatu. Yo solo soy una neonata, digo y bajo la cabeza con cierta humildad, pero no creo que seáis culpables. Vuelvo a levantar la mirada. Estoy segura de que tendréis una buena razón para no haber ido. Dudo si seguir. Me arriesgo: Una explicación podría ser buena para vosotros, para todos. Hago una pausa, miro hacia el fondo de la calle mientras concluyo: No me extrañaría que el Sabbat tratara de enfrentarnos. El aire viene helado. Estoy satisfecha de mi actuación. Creo que el vampiro tiene algo más en qué pensar que en tres neonatas desorientadas.

Estel asiste muda, aunque en una tensión que se evidencia en su mandíbula, a los soeces comentarios del crío.

El Halley... - un oscuro brillo se refleja en las pupilas del inquietante Ser - ...interesante... - decide -. Muy interesante.

El Príncipe sospecha de tu clan...

Todo eso es pasado - replica -. Ocurrió ayer; hace demasiado tiempo, a quien le importa el pasado??? Lo que cuenta es el aquí y ahora, no hay más - sentencia -. Todo eso, los asuntos de mi Clan, son cosa de Abascal, él cree estar en disposición de escindirse del Poder de Montoya y montar su imperio en las cloacas... Sus motivos tendrá...

A mi, en cambio, me preocupa bastante mas que haya quien haya atacado una Capilla Tremere en Sants y que el evadido dedique su tiempo a hurgar en la cueva de Los Cazadores, eso es lo que me resulta interesante - chasquea los dedos complacido.

Pero bueno, creo que ya sé lo que podía interesarme de vosotras - tuerce algo parecido a una escalofriante sonrisa -. El Halley... Ja! Claro, como no! - murmulla para si mientras da media vuelta, decidido a abandonaros -. Si me permiten, Señoras, tengo asuntos urgentes que atender - chasquea nuevamente los dedos y se dispone a internarse en la oscuridad. 

No se me ocurre qué puede tener de interesante el Halley. Es un local quemado como otros. Sí resulta intrigante la pared socavada del sótano que da al alcantarillado. Lo más extraño es el estado en que encontramos a Julia, y está con nosotras. Espero que recupere la memoria poco a poco. Lo que le sucedió debe de aportar algunas claves. La miro. Parece una niña asustada.

El Nosferatu desaparece como apareció. Creí que tomaría represalias contra las tres. No es quien yo pensaba. Ese nombre... Abascal. Me parece que lo oí anoche. El líder del clan, creo. Así que piensa escindirse del dominio de Montoya. Eso sí es interesante. También ha hablado sobre cosas que me son desconocidas por completo: policías de Montoya muertos, asalto a una capilla Tremere, la cueva de Los Cazadores...

Miro de nuevo a Estel. No ha abierto la boca mientras el pequeño monstruo nos ha interrogado. Pregunto otra vez si nos alimentamos. Eso siempre calma la ansiedad, digo y sonrío.

Se encogió sobre si misma ante el brillo en sus pupilas de aquel vampiro. Sabía que había hablado de más, pero aquello pintaba peor de lo esperado. No podía quedarse con aquella incertidumbre. Iba a ser un sinvivir el pensar que quería de ellas y que es lo que sabía de su local. Miró a las demás pero no parecieron darle importancia.

- Espera - dijo en tono agudo - ¿Qué sabes del Halley? ¿Hay algo que deba saber? - esta vez no hizo mención de su amnesia pues seguro que el niño que tenía delante tendría la maldad suficiente para apuñalarla con esa información.

El tipo, el pequeño monstruo se gira un último momento hacia vosotras:

¿El Halley? - requiere -. El Halley me da igual, lo que es realmente interesante es que tu... vosotras, estuvierais allí precisamente esta noche, comprendéis? - guiña lo que debe tratarse de un ojo entre el amasijo que compone su rostro -. Lo relevante es que vosotras vengáis de allí, precisamente de allí y aparezcáis en mis dominios, justamente en los míos cuando está toda la policía de Barcelona buscándoos por todos lados... entendéis la ventaja que ello me supone verdad??? - y tuerce una sonrisa con la que, si nadie lo remedia, pasa a fundirse con la oscuridad que lo ha visto aparecer.

Pregunto otra vez si nos alimentamos. Eso siempre calma la ansiedad, digo y sonrío

Estel niega obstinadamente, los puños y la mandíbula apretados en tensión. 

- Creo que yo si debería alimentarme. Tengo hambre. Y ansiedad. Y... - se calló de golpe al ver que Fleur negaba. Si ella decia que no, tenía todas las de perder.

Volvió a centrar su atención con gesto preocupado en el punto donde aquel monstruo había desaparecido. Ya nada podía hacer.

- ¿Qué hacemos entonces? - preguntó dubitativa. - ¿Vamos con vuestro principe? -

Vuestro Príncipe??? - parpadeo confundida - Debería encontrar a Roderic y aclarar qué ha pasado en El Halley... mientras vosotras podríais ir al Liceu a ver si lo encontráis allí, para mi es importante dar con él... - requiero.

Entendido - asiento -. Entonces me la llevo al Liceu y vemos a ver si allí damos con Roderic