Partida Rol por web

Barcelona Nocturno

Capítulo 2: Apertura Nimzowitch Larsen

Cargando editor
23/05/2018, 23:24
Alicia de Avellaneda
Cargando pj

Nunca, hasta ese momento, habías sido tan consciente del increíble Poder destructivo del fuego: Las vigas de acero y hormigón ceden a su paso, doblándose como cerillas en plena combustión. El yeso y ladrillos de las paredes son devorados de manera insaciable, rotunda. Mención aparte merecen el mobiliario y útiles propios de un domicilio cualquiera: Mesas, sillas y otros efectos de madera entran en combustión espontánea por la simple radiación del calor, mientras que los electrodomésticos y otros útiles electrónicos son igualmente engullidos por la vehemente presencia del fuego desatado por el maléfico individuo. Los primeros cascotes caen de una altura indeterminada y empiezan a amontonarse sobre vuestro exiguo refugio.

Alicia entiende tu pregunta; es capaz de leer entre líneas a pesar del dolor; retomar el discurso le cuesta un mundo, no sabes si por el padecimiento propio de las heridas sufridas u otra cosa; la realidad, en cualquier caso, es que antes de hablar debe hacer un ciclópeo esfuerzo de concentración -. Todo lo que pasa - afirma liberada -. La muerte de Luque... la aparición de ese demonio... la destrucción de la ciudad... - masculla coléricamente - ...todo es culpa nuestra... de nuestra avaricia... - concluye fatigada, la cabeza que hasta ese momento había mantenido levemente incorporada cae por su propio peso, apoyándola en el frío suelo que la acoge.

Echas un vistazo a tu móvil: Metidas en un agujero de hormigón, acero y cemento armado, la cobertura brilla por su ausencia. A pesar de ello, y como cabía esperar en un incendio de tal magnitud, en la lejanía oyes las primeras sirenas acercándose. Supones que en cuestión de minutos lo que fue el Malea se convertirá en un hormiguero de bomberos y otros servicios de emergencias tratando de gestionar el desastre acontecido.

Cargando editor
28/05/2018, 20:15
Marina
Cargando pj

Es la palabra "demonio" arrancada de mis pensamientos para caer en los labios de Alicia la que aparta mis ojos de la cruz a la que rogaba que desapareciera y dejara paso a la cobertura para volver a ella.

No me decido a decantarme por creer si ese hombre era un diablo de los que hasta los humanos han oído hablar o si a pesar de todo, mi Alicia en el país de las pesadillas sigue hurgando en mi cabeza. Pero este no es momento ni lugar para preocuparme por ello.

Endurezco la mirada con su explicación y en mi pecho siento como si de pronto hubiese ganado los años que mi rostro me quita, pero no me siento cruel hasta negarle incluso la piedad de mi atención al buscar la proximidad de la sirena de emergencias con ojos y oídos a un exterior al que solo uno de los sentidos puede llegar.

Ya llega ayuda —informo para palidar el sentimiento de haber sido dura con ella—. Guárdate las fuerzas, Ali. Ya me lo contarás luego —aconsejo con el gran fastidio de saber de que en cuanto salga de la vulnerabilidad en la que se encuentra dejará de rajar todo aquello que Montoya quiere no solo saber sino que yo le traiga a conocimiento pero no voy a dejarla morir por unas palabras—.

Cargando editor
30/05/2018, 16:12
Alicia de Avellaneda
Cargando pj

Un derrumbe; trozos del edificio en llamas caen sobre vuestras cabezas, solo cubiertas por un frágil y oxidado cascarón metálico. A la primera de esas caídas le suceden otras más. Eres dolorosamente consciente que ha quedado gente atrapada en el interior del edificio. Familias enteras que fallecerán como consecuencia de la devastadora acción de vuestro atacante.

Ya llega la ayuda... - constata la moribunda Tremere al oír aproximarse las sirenas de multiplicidad de vehículos de emergencias - ...siempre y cuando lleguen a encontrar la escotilla debajo de las toneladas de escombros que nos están cayendo encima - sonríe apesadumbrada. 

El estado de Alicia es delicado; en cierto modo su existencia no peligra por ahora, los Seres como vosotros sois sumamente resistentes, pero está muy débil, necesita tiempo para recuperarse y Sangre que la revitalice, por el resto permanece lúcida y consciente.

Efectivamente, de alguna manera logras percibir la frenética actividad de los bomberos en el exterior, más allá de vuestras fronteras, tratando de sofocar la acción de las llamas, de rescatar supervivientes en el dantesco infierno pasto del fuego... la policía ha dispuesto un cordón de seguridad mientras las ambulancias, también a pleno rendimiento, se llevan a los heridos del lugar a toda velocidad.

Cargando editor
31/05/2018, 23:08
Marina
Sólo para el director

No me encuentro bien. Necesito salir de aquí. No por claustrofobia, ni porque la falta de aire vaya a ser un problema para nosotras. Necesito salir de debajo de los muertos.

Los escombros, las paredes y el edificio son mucho más ligeros que saber que tenemos, que tengo, encima inocentes consumidos por un fuego que ni siquiera debería haber existido.

No—corrijo a Alicia guardando el inútil de mi teléfono en el bolsillo trasero del pantalón—. Es mejor que no nos encuentren. No queremos dar explicaciones, no queremos que nadie te vea así.

Resoplo resignada con la piel erizada por el pudor a los muertos. Me duele el pecho, me fallan las rodillas y me tiemblan las manos, asi que busco el consuelo del suelo y me dejo caer deslizando un costado por la pared hasta sentarme.

Era un lugar precioso —lamento—. Ojalá el refugio fuera más como Fontana. Ojalá ese cabron no nos hubiese encontrado.

Cuando se vayan, intentaré salir y te traeré sangre —mando descartando la opción de darle la mía, por un lado porque de conservar el juicio no aceptaría, de otro, porque eso implicaría tener que dañar a Tina antes de lo necesario e indeseable—. ¿Querrás que mande algún mensaje?

Callo, en parte por deferencia a que pueda responderme y en parte por llegar en mi buceo mental al momento que me llevó a esta vida.

¿Sabes que morí? —pregunto sabiendo que todos los cainitas hemos pasado por ello— Voluntariamente —aclaro—. Es... A veces el mundo te supera y después de intentar hacer que baile tu son, decides dejarlo todo, renuncia y que pringue otro. Créeme, caundo llega la muerte te arrepientes de ello— juro mientras Danny boy empieza a ensordecer mis pensamientos—. Así que, al salir de aquí, vas a ayudarme a deshacer lo que sea que habéis hecho tu y Pi sunyer, ¿A que sí?

Cargando editor
03/06/2018, 08:36
Alicia de Avellaneda
Cargando pj

Percibes su confundido parpadeo en la oscuridad... Morir voluntariamente como eufemismo del Suicidio... Nadar mar adentro y no querer salir, más de lo mismo. A nadie quiere asumir su culpa, la responsabilidad que entraña haber tratado de librarse de lo único que realmente posee, la obligación de mantenerlo y cuidarlo.

Intentar salir. Sangre. Si... - balbucea -. En cuanto a mi ayuda... - sonríe amargamente - ...me gustaría poder ayudarte más de lo que voy a poder hacer, de veras te lo digo - reflexiona -. Pero... sin embargo... no puedo... - una arruga se forma entre sus ojos, en lo alto del puente de su nariz, evidenciando el trágico esfuerzo que le cuesta tener que admitir esto, aceptar que es consciente de algo, un terrible secreto, que es incapaz de revelar.

Parece que fuera al fin los bomberos están acabando sus tareas y ya están dedicados a inundar de agua los humeantes escombros para evitar que se origine algún nuevo foco... en unos minutos habrán concluido las tareas de extinción, los muertos y heridos habrán sido oportunamente trasladados y solo quedará un cordón y mínima custodia policial a la espera que los técnicos investiguen el origen del fuego... eso y vosotras sepultadas bajo los cascotes.

Cargando editor
04/06/2018, 22:25
Marina
Cargando pj

No puedes —repito con una mota de sarcasmo y ese tono que sustituye toda palabra por un "claro"—.

Me decepciona aunque conozco los grilletes de su sangre e imagino que débil como se encuentra no tiene la fuerza de enfrentarse a algo de esa magnitud. Solo necesito fijarme en lo presente que tengo a Raúl en un momento así aunque ignore consciente mis pensamientos con su escencia.

Yo nos sacaré de esta.

Todavía no logro ponerme en pie pero al alzar la vista me encuentro con una risa crítica sostenida en un espacio sin luz.

«¿Ahora quieres hacerte la héroe?»
«¿Tu? ¿Quieres proteger vidas cuando no quisiste ni la tuya?»

Aparto mis ojos de eso y vuelvo a buscar la imagen de la pared que nos separa del exterior como si pudiera ver a través de ella.

Heroína —corrijo—. Supongo que no hay mensaje que valga —zanjo el tema con Alicia— Le traeré sangre, la sacaré de aquí e informaré de cuanto sé. Le he dado la posibilidad de callar, pues en su derecho está de no contar nada. Pero ayudar... Veremos .

Manos al suelo, me empujo para levantarme y a la mínima que mis piernas me escuchan cambio de ayuda, de suelo a pared.

Ya no hay bomberos fuera y con un poco de suerte tampoco habrá curiosos.

Mis rodillas siguen sin ser de mucha ayuda, tiemblan y me hacen sentir niña pero estoy determinada a llegar a la puerta y eso hago.

Pruebo a abrir y de no poder me ayudaré de Tina.

Cargando editor
05/06/2018, 16:06
Alicia de Avellaneda
Cargando pj

Empujas con todas tus fuerzas la todavía caliente compuerta de la escotilla del Refugio... todo es en vano, parece que el calor ha derretido el metal y, encima del mismo, se amontonan una pila de escombros y cascotes que hacen inútil todo esfuerzo...

Sant Jordi... - Alicia murmulla en sueños, agitándose dolorosamente - ...la Orden... Él pactó con ellos para traer al Bibliotecario... para convertir al SemiDios... - sigue - ...y ahora han atraído al Mal en estado puro que todo lo puede, todo lo devora... - tiembla, dirías que suda profusamente si no fuera porque eso es imposible... sea como sea su rictus es de inmenso dolor y concentración, con el ceño fruncido e indescriptibles facciones de estricto embelesamiento.

Regresa al Mundo real agotada, te dedica una condescendiente mirada, esperanzada. Sonríe en la penumbra.

- Tiradas (1)
Cargando editor
07/06/2018, 14:57
Marina
Cargando pj

El murmuro de Alicia se lleva mi mirada como si mis ojos fuesen polillas y su voz canalizara ese haz de luz que es -todavía es- la Tremere.

No sé darle un significado a sus palabras, por suerte o desgracia no soy Nancy Drew, ni siquiera llego a uno de los chicos de la panda del perro fumeta pero lo del bibliotecario me suena a un ancestral mago chungo de los suyos. No me cuesta imaginarmelo con túnica púrpura de mangas triangulares y anchas y la cabeza hundida en una capucha de esas que ocultan tu rostro en sombras.

Seguro que ni siquiera hablaba y que llevaba algun colgante extravagante imprescindible para celebrar el ritual en alguna cripta bien cargada de huesos magicos y cenizas de vástagos poderosos.

Al Mal del que hablaba ya lo había visto, así que esa parte sí la entendí, eso y que volvía a admitir que era culpa suya.

Aparté la mirada para no verla tan derrotada, era incómodo ver la vulnerabilidad en alguien como ella. No le quedaba bien y me hacía compadecerme cuando no estaba ni siquiera segura de querer sentir lastima por ella.

Estaba encarada a la puerta, a esa escotilla tan vieja que ni siquiera había sido hecha a consciencia de sus riesgos. Me jodió imaginar humanos, más fácilmente mortales, atrapados en este sitio a los brazos del cual se habían arrojado con promesas de salvación.

Hinché mis brazos en sangre y golpeé con ambos puños en el centro de la plancha.

¡Eh! —grité— ¿¡Queda alguien!?

Notas de juego

* -1 sangre

Cargando editor
09/06/2018, 08:37
Cargando pj

Los golpes que das en la escotilla parecen surtir efecto; algo se mueve en el exterior y, de manera amortiguada tras la capa de escombros que se amontona sobre vuestras cabezas, notas que te han detectado: - Eh! Por aquí hay alguien! He oído algo! Ayudadme!!!

Insistes con los golpes en el metal, hasta que percibes que se acercan a tu posición, sacan los cascotes hasta alcanzar la escotilla que os ha protegido: - Habrá que cortar. El metal se ha fundido por el calor. Apártese! - en unos minutos notas la acción de una radial y una palanca sobre el metal de la escotilla hasta que logran abrirlo y os descubren en el interior de la exigua galería.

Por fin aire fresco, un par de bomberos te observan en la noche al lado del no menos atónito Carlos Moracho, uno de los Neonatos que fue presentado anoche.

Notas de juego

El refugio es diminuto, tanto Carlos como los bomberos se dan cuenta que estáis tu y Alicia.
Continuamos aquí: https://www.comunidadumbria.com/partida/barcelona-nocturno/capitulo-2-2-tras-las-cenizas?__Pg=1