Partida Rol por web

Sabiamente, de manera al parecer experta, Eraser toma la delantera en la huida del lugar en que acaba de producirse la escaramuza con la pareja de Guardia Urbanos.

A vuestras espaldas tenéis la sensación que como mínimo otra pareja de policías han llegado al lugar de los hechos pero se quedan allí parados, tratando de auxiliar a sus compañeros moribundos.

Eraser os guía por un medio que parece conocer a la perfección: En lugar de seguir recto por el túnel en el que estabais, toma varias bifurcaciones por galerías subterráneas e incluso os conduce a través de oxidadas escaleras hacia unos conductos situados en un nivel inferior; el Nosferatu se mueve en ese desconocido elemento como pez en el agua de modo que, pronto os dais cuenta, para los policías va a resultar de gran dificultad, tal vez imposible, dar con vuestro paradero, más si tenemos en cuenta que ni vosotras mismas sabéis a ciencia cierta dónde estáis.

Lo que ha hecho Eraser, en realidad, es muy sencillo, bastante básico: Se ha alejado del lugar de la refriega y, una vez situado a una distancia prudencial, ha vuelto sobre sus pasos a la misma zona de la misma pero a través de un nivel inferior; es decir que ha rodeado, por debajo, el lugar de los hechos.

Tras un rato caminando por pasadizos malolientes y escasamente iluminados alcanzáis una abertura en una galería lateral, un lugar en el que refugiaros y esperar a que la policía dé por concluida vuestra búsqueda y podáis emerger a la superficie con relativa seguridad.

El cuadro que ofrecéis, no obstante, es realmente desalentador: A la ya de por si inquietante presencia de un Nosferatu de aspecto estremecedor conviene añadir la de una chica pálida y de aspecto enfermizo con el torso desnudo, solo cubierta por un sujetador básico de color negro y la de Estel, que conserva la fea herida en el cuello y va completamente cubierta de lodo y aguas fecales... en cierto modo, en el momento actual, se diría que, del heterogéneo grupo que formáis, quien ofrece mejor aspecto es Anna que, a pesar de todo, también ha mordido el polvo en su última acción con el Guardia Urbano y también presenta un aspecto desaliñado.

Sabiamente, de manera al parecer experta, el monstruo toma la delantera en la huida del lugar en que acaba de producirse la escaramuza con la pareja de Guardia Urbanos.

A vuestras espaldas tenéis la sensación que como mínimo otra pareja de policías han llegado al lugar de los hechos pero se quedan allí parados, tratando de auxiliar a sus compañeros moribundos.

El tipo nauseabundo os guía por un medio que parece conocer a la perfección: En lugar de seguir recto por el túnel en el que estabais, toma varias bifurcaciones por galerías subterráneas e incluso os conduce a través de oxidadas escaleras hacia unos conductos situados en un nivel inferior; el mosntruo se mueve en ese desconocido elemento como pez en el agua de modo que, pronto os dais cuenta, para los policías va a resultar de gran dificultad, tal vez imposible, dar con vuestro paradero, más si tenemos en cuenta que ni vosotras mismas sabéis a ciencia cierta dónde estáis.

Lo que ha hecho el tipo, en realidad, es muy sencillo, bastante básico: Se ha alejado del lugar de la refriega y, una vez situado a una distancia prudencial, ha vuelto sobre sus pasos a la misma zona de la misma pero a través de un nivel inferior; es decir que ha rodeado, por debajo, el lugar de los hechos.

Tras un rato caminando por pasadizos malolientes y escasamente iluminados alcanzáis una abertura en una galería lateral, un lugar en el que refugiaros y esperar a que la policía dé por concluida vuestra búsqueda y podáis emerger a la superficie con relativa seguridad.

El cuadro que ofrecéis, no obstante, es realmente desalentador: A la ya de por si inquietante presencia del individuo de aspecto estremecedor conviene añadir la de una chica pálida y de aspecto enfermizo con el torso desnudo, solo cubierta por un sujetador básico de color negro y la de Fleur - Estel, que conserva la fea herida en el cuello y va completamente cubierta de lodo y aguas fecales... en cierto modo, en el momento actual, se diría que, del heterogéneo grupo que formáis, quien ofrece mejor aspecto es Loba que, a pesar de todo, también ha mordido el polvo en su última acción con el Guardia Urbano y también presenta un aspecto desaliñado.

A pesar de la horrible aparencia de aquel que había acudido en su auxilio Julia logró mantener en su rostro el remodimiento por haber participado en la muerte del guarda urbano y no el repelús que le provocaba. Caminó en silencio detrás de los tres y aunque el paseo no era agradable, no se quejó en ningún momento. Simplemente caminaba intentando no quedar rezagada.

Cuando llegaron a lo que parecia la salida al exterior la impaciencia se mezcló con el pudor. Se cubrió el pecho como pudo con ambos brazos antes de dirigirse a ellos y mirarlos através de la cortina de pelo que le cubría el rostro - ¿A dónde vamos? - tras dudar un segundo decidió hacer la pregunta más importante de todas - ¿Qué vais a hacer conmigo? - aún no sabía si la consideraban aliada o enemiga y si querrían ayudarla.

Por un momento, pienso en dejarle mi abrigo a la muchacha que hemos encontrado en el local para que se cubra. Después recuerdo que no es mi ropa, y tampoco creo que le haga gracia ponerse una prenda empapada, sucia y maloliente encima. Saldremos fuera. Miro al Nosferatu. Me alegro de que consiguieras escapar. Tu compañera no tuvo tanta suerte: fue estacada como ejemplo para tu clan. Intento poner cara de desacuerdo con el castigo al comentarlo. El derrumbe que hemos encontrado en la pared del local os implica todavía más. Dudo un instante. A falta de la versión de esta chica. Continúo con la mirada fija en el rostro del Nosferatu. Por mi parte, no te involucraré en lo sucedido. Puedes estar tranquilo. Miro al suelo, al agua sucia, a las ratas que pasan corriendo. Ayúdanos a salir de aquí, por favor. Me fijo también en Estel antes de dirigirme de nuevo a la joven. Supongo que te llevaremos ante su sire. Él fue quien nos pidió que investigáramos el local. Si no has hecho nada malo, no te pasará nada, digo, sin estar segura en absoluto. Además, no puedes andar por la ciudad sin dar explicaciones. Eso es lo que aprendí la noche anterior, concluyo con cierta nostalgia.

Estel caminaba todavía con el miedo en el cuerpo, sujetaba su herida en el cuello con la palma de su mano, incluso se sentía dolorida. Mantenía una actitud callada y atenta, no confiaba en el Nosferatu pese a la ayuda que le había prestado, ni si quiera se dignaba a mirarlo directamente, parecía defraudada con todo lo que había ocurrido durante la noche. Tampoco digería a Julia, ella era alguien que se le había atragantado por razones obvias, la Toreador ya no parecía alguien accesible.

-Sí, te llevaré ante Roderic...- Dijo mientras se quitaba su chaqueta para ofrecérsela. -Toma, cúbrete con ella, ya sé que da asco, está llena de mierda, pero llamará menos la atención que tus pechos descubiertos.- Explicó.

-Vamos a la playa para lavarnos, así no podemos entrar al hotel. He perdido el bolso y el teléfono en el local, al llegar al hotel reportaré lo ocurrido a Roderic desde la habitación, él sabrá qué debemos hacer.- Parecía que la Toreador tenía clara la hoja de ruta, una que pasaba inevitablemente por su sire. -Seguidme, vamos a la playa...- Estel no parecía demasiado entusiasmada.

-Estaría bien alguna explicación por vuestra parte.- Dijo refiriéndose a Julia y Eraser mientras caminaba. -¿Qué hacías allí dentro, Nosferatu?. ¿Nos has seguido?- Preguntó.

-¿Y tú? parecías una momia cuando te encontramos...- Apuntó a Julia. -¿Quién te estacó? ¿Por qué narices te han estacado?- La Toreador preguntó pero no estaba completamente segura de querer oír las respuestas, le preocupaba verse demasiado salpicada por los problemas de sus congéneres.

No quiso ser desagradecida así que cogió la chaqueta y se la puso. Ademas, el olor de las cloacas había logrado que se acostumbrara y le diera menos asco ponerse aquella prenda.

Le quedaba algo apretada pero serviría para tapar lo que tenía que tapar.

Se llevó una mano a la frente ante aquella pregunta.

- Es confuso. Ni siquiera se cuanto tiempo he estado así. Llegó un momento en que todo se volvió... Negro - arrugó el entrecejo intentando poner las cosas en orden en el interior de su cabeza.

- No podríamos ducharnos en el hotel? Si llegamos llenos de arena también podrían sospechar así que simplemente digamos que caímos en algún barrizal de una obra o algo así...- añadió con timidez.

Eraser condujo al grupo a una galería un poco menos húmeda y fría, pero igual de maloliente que el resto, donde las chicas pudieron retomar el aliento e intentar en vano adecentar su aspecto. Creyéndose fuera de peligro, las dudas y las reclamaciones no tardaron en surgir.

“Saldremos fuera. Me alegro de que consiguieras escapar. Tu compañera no tuvo tanta suerte: fue estacada como ejemplo para tu clan. El derrumbe que hemos encontrado en la pared del local os implica todavía más. A falta de la versión de esta chica. Por mi parte, no te involucraré en lo sucedido. Puedes estar tranquilo. Ayúdanos a salir de aquí, por favor.”

El Nosferatu no pudo evitar cierta preocupación al escuchar la referencia que la vampira hizo de lo sucedido la noche anterior y de las consecuencias que de ello sufrió María. No obstante, mudó su expresión contrariado cuando volvió a sentirse atacado por la herencia de su sangre.

“¿Derrumbe? ¿Local? ¡¿Pero qué narices estás diciendo?! Con todo lo que está sucediendo últimamente no puedo poner la mano en el fuego por nadie, pero empiezo a pensar que hay alguien en Barcelona muy interesado en atribuir a los de mi clan todos los crímenes ocurridos en la ciudad. ¡Ni que fuéramos Bin Laden!”

Mientras unos y otros intercambiaban palabras, la vampira del feo corte en el cuello intervino.

“Estaría bien alguna explicación por vuestra parte. Qué hacías allí dentro, Nosferatu? ¿Nos has seguido?”

El Nosferatu la miró de soslayo. Se sentía molesto por el tono impertinente de las palabras de esta que, pese a haber sido salvada de ser tiroteada por la Guardia Urbana, se mostraba altiva y con derecho a pedir aclaraciones.

“¿Explicación? Ahora que lo dices, a mi también me interesa mucho saber qué coño hacíais en las cloacas dejando seco a un urbano y, de paso, pasándoos por el forro unas cuantas Tradiciones.”

Eraser hizo una pausa con la intención de serenarse y, tras dar una sonora palmada, se encaró a las tres chicas y esbozó una enorme y espeluznante sonrisa.

“Dejémonos de tonterías, por favor. Me gustaría ofreceros un trato.”

Estel está realmente enfadada. Supongo que yo también lo estaría si hubiese sufrido un ataque similar. Aun así, le presta la chaqueta a la muchacha. Creo que no es ninguna malvada, bueno, si tenemos en cuenta que somos vampiros. Quizá sea así como se despierta de un letargo; atacando a quien quiera que se acerque. No lo sé. Ni quiero saberlo. Ella no aclara nada con su respuesta. Solo dice que quiere ducharse en el hotel, como si fuéramos amigas de toda la vida. Tampoco el Nosferatu me parece peor que nosotras; pero creo que Estel no piensa igual. Ahora estamos en su territorio; no conviene contrariarlo. Además, nos ha ayudado.

Yo no estoy interesada en atribuir ningún crimen a tu clan. Solo te informo de lo que pensarán los de arriba. Contesto al Nosferatu, mirándolo a los ojos, a la cara, sin signo alguno de desagrado. Me sujeto el pelo con la mano para escurrirlo, quién sabe si para denotar seguridad.

Lo sencillo era ir directamente al hotel y darse una buena ducha, pero a la Toreador le preocupaba que el asunto de las alcantarillas y la guardia urbana trascendiera, sabía que era cuestión de tiempo que encontraran su bolso y su móvil en el interior del local. Había dicho de lavarse en la playa porque no estaba del todo segura de querer ir a su hotel, la guardia urbana la buscaría allí al encontrar sus cosas tiradas en el local. O eso pensaba ella.

Julia le había dado largas con su respuesta, no la creía. Pero no dijo nada, lo dejó estar, no estaba en condiciones de interrogarla, y ese tampoco era su trabajo, decidió que su trabajo se limitaba a llevar a Julia ante su sire.

-¿Un trato?... Creo que no estás en condiciones de hacer ningún trato. Pero bueno... ¿Qué trato?- Estel se paró para escuchar al desagradable Nosferatu.

No se enteraba de la misa la mitad. Y respecto al trato no sabía si aquello iba con ella también o no así que se mantuvo a la espera de oir lo que quería aquel ser.

Los vampiros pararon en un recodo donde el agua turbia parecía burbujear por alguna peculiar reacción química de los nauseabundos vertidos que contenía.

"Yo no estoy interesada en atribuir ningún crimen a tu clan. Solo te informo de lo que pensarán los de arriba."

La intensidad de la mirada de la vampira menos desaliñada hizo titubear a Eraser. No estaba acostumbrado a que los cainitas de aspecto "normal" le miraran a la cara cuando se dirigían a él. De hecho, no estaba acostumbrado a interactuar con vástagos que no fueran de su misma sangre y, por ello, la franqueza de aquellos ojos, libres de prejuicios, descolocaron al Nosferatu por unos segundos.

"Ehm... Vale, pues... Gracias."

Acto seguido, la intervención impertinente de otra de las cainitas, la malhumorada, le ayudó a salir de la vacilación.

"¿Un trato?... Creo que no estás en condiciones de hacer ningún trato. Pero bueno... ¿Qué trato?"

Aunque hiciera caso omiso a la descortesía, el Nosferatu aprovecho para retomar el hilo de la conversación.

"Creo que sé quiénes están detrás del asesinato que se nos atribuye a los de mi clan, el de ese tal Luque, y necesito ayuda para conseguir pruebas. ¿Os animáis? Estoy seguro que tanto Montoya como todo el clan Nosferatu estarían encantados de recompensaros por algo de información al respecto."

Los labios de Eraser esbozaban algo parecido a una sonrisa.

"Os saco de aquí y prometo no difundir lo del altercado con los urbanos, si vosotras, a cambio, me ayudáis a desenmascarar a los asesinos de Luque."

El Nosferatu levantó la mano derecha en señal de solemne promesa.

"¡Todo son ventajas! Si lo conseguimos, la Camarilla de la ciudad estará en deuda con todas vosotras y, posiblemente, a partir de entonces, en agradecimiento, algunos de vuestro problemas se vean solucionados por obra y milagro de Montoya. ¡Ah! Y además, os busco agua limpia para quitaros la mierda de encima. ¿Hace?"

¿Prometes no difundir el altercado con los urbanos?, pregunto, mientras mantengo la mirada en el rostro del Nosferatu. No puedo evitar una mueca de decepción ante su oferta. El altercado trascenderá. Ya se encargarán de ello los guardias; y nosotras, de responder a quien nos requiera cualquier explicación. Pienso un momento y mi semblante se torna serio de nuevo. Creo que no te das cuenta de que tú también estás implicado en lo ocurrido. Hago una breve pausa y sigo. Con el añadido de una pared socavada que da al alcantarillado. Acabo de decirte lo que pensarán. Doy unos pasos sobre el agua turbia y burbujeante. Te agradezco que golpearas al guardia cuando iba a dispararme, digo, sincera. Pero yo no pienso ir ni un paso más allá de lo que me han encomendado. Si no nos ayudas a salir de aquí, lo haremos nosotras solas. Concluyo y miro a Estel. Espero su intervención. Sea cual sea su decisión, la ayudaré. No sé por qué me importa tanto. O sí: me hace sentir viva. Me hace sentir que no soy un monstruo, que somos dos reporteras en una investigación. En cualquier caso, mi postura ha quedado clara. Miro a la muchacha que hemos encontrado. Casi me da lástima. Parece un extraterrestre recién llegado a un mundo subterráneo.

Julia no veía muy claro lo de poder salir de allí solas y la creciente tensión entre esos tres comenzaba a incomodarla y a ponerla nerviosa. Se sentía ajena pero a la vez implicada.

- Por favor, yo solo quiero salir de aquí - suplicó - Porque no vamos todos con su sire...- señaló con la mirada a Fleur mientras hablaba - y quizás él quiera ayudarte a encontrar al que se cargó a ese tal Luque? Quien sabe... A lo mejor también tiene algo que ver con lo que me pasó a mi-

De repente se llevó una mano al estómago y cerró los ojos. Como si hubiera visto algo que le hubiera sorprendido.

Estel escuchó atentamente a Anna y asintió tras sus palabras, estaba de acuerdo con su compañera Gangrel.

El Nosferatu llamaba "trato" a lo que claramente era un chantaje. Uno muy malo por cierto. Parecía que la rata las trataba como a idiotas, Estel guardó silencio mientras miraba al Nosferatu frunciendo el ceño. Él Decía que sabía quién estaba detrás del asesinato que se les atribuía, pero no tenía pruebas, ella pensaba que él hablaba por hablar. La Toreador no creía ni una palabra, la actitud de la rata había dinamitado la confianza.

Escuchó a Julia que de repente parecía indispuesta. -Oye... ¿Te encuentras bien?- Preguntó extrañada.

El rostro de Julia volvió a relajarse pero se ceño denotaba incertidumbre - si. Si. - se apresuró a decir para no preocupar a la bella cainita - He visto algo... Creo que era un recuerdo, no estoy segura. Tampoco es que haya sido muy esclarecedor, la verdad - bufó frustrada mientras se cruzaba de brazos