Partida Rol por web

Barcelona, martes 23 de enero de 2018

El día había sido gris y desapacible, caracterizado por una fina llovizna procedente de Levante, de ese Mar Mediterráneo que, en esos días, adoptaba un riguroso gris plomizo, en calma, plano, apenas castigado por la misma sólida masa de nubes que él mismo se había encargado de producir.

Eso y un notable descenso de las temperaturas que hacía que la gente se refiriera a la lluvia como aguanieve y albergara la fútil esperanza que nevara otra vez y a pesar de todos los problemas que acarrea en una ciudad poco acostumbrada a la nieve.

A pesar de todo, con el crepúsculo las nubes se disipan y la lluvia parece dar tregua a una Noche que, habida cuenta los sucesos acontecidos en la anterior, se pronostica desapacible.

Como había prometido, Miquel Capdevila se presenta en tu Refugio con la llegada del crepúsculo; te entrega un paquete cuidadosamente envuelto en papel y que contiene un precioso vestido del mismo tipo que el que tu llevaste en la celebración pero hecho con un tejido de mejor calidad.

Supongo que te lo debíamos - justifica.

A continuación, y de nuevo en su moto, os desplazáis a una zona retirada de la ciudad en la que estaciona y, tras comprobar el perímetro, con una palanca saca una de las tapas del alcantarillado:

La misión es francamente difícil - admite -. A decir verdad, solo encontraremos a Abascal si él mismo quiere revelarse - lamenta -. De no ser así podríamos pasar siglos limpiando todos los túneles y galerías de la ciudad sin encontrar ni una pista acerca de su paradero - Miquel extrae de las alforjas de la moto un par de potentes linternas -. Pero en fin, veremos hasta qué punto el tipo desea parlamentar - te guiña el ojo de manera complice, invitándote a que seas tu la que abra la marcha, bajando la escalera de mano que debe conduciros a las mismísimas entrañas de la ciudad.

-Ah...gracias...no pensé que tomarían en serio mis palabras.- dijo María un tanto sorprendida cuando recibió el vestido, lo abrió, era parecido al que tenía, aquel día María llevaba un vestido de una sola pieza beige salpicado en florecillas lilas y rosadas, y un sueter abotonable de lana rosada, raido, agujereado, sucio y desgastado, el cabello alborotado, y los ojos observando cautelosamente de uno a otro lado por la acera como si temiera ser sorprendida por alguien.

-Apenas iba a ir a ´buscar algo para..."cenar", pero veo que eres bastante puntual...eh...se que la respuesta será una afirmación pero...te incomoda mi aspecto?, porque si lo prefieres podría tomar uno menos abominable-comentó la vampira serenamente, estrujándose las manos mientras descendían de la moto de Miquel, procuraba no tener demasiado contacto visual con el, y sobre todo, procuraba mantenerse a una distancia prudente de distancia del otro vampiro, tanto por su propia protección, para no ser estacada de nuevo, como para que su repulsivo aspecto no incomodase a Miquel.

Los ultimos escalones de la escalera de mano, María los bajó de un salto, soltándose, y callendo limpiamente al suelo, con un ruido seco y sordo, escuchó las palabras de Miquel y asintió en silencio. -Bueno, no es como que las cosas que se me han encomendado sean miel sobre hojuelas...veamos...como era...ah si, no nos vendría mal un poco de ayuda...iiiii...iii..iiii.i.i.i.i...iiii.-Fué derepente como si María se hubiera vuelto loca, se hincó a los pies de Miquel de golpe, y comenzó a emular con su cabeza, los movimientos de una rata olfateando el aire, mientras de su boca, salían unos extraordinarios chillidos similares a los de aquellos roedores, la llamada retumbó por las paredes del drenaje, tras unos segundos, María se incorporó lentamente y tomó la linterna que Miquel le ofrecia, se quedó callada, aguzando el oido por si escuchaba algo y le dijo a Miquel. -Bueno...si esto funciona, esperemos por si unos cuantos amigos pueden prestarnos su valiosa ayuda, y a que te dedicas Miquel?...yo era actriz hasta hace unos meses...ah por cierto...espero te gusten los animales.- comentó despreocupadamente María.

Tus esfuerzos por tratar de no incomodar a Miquel son recibidos con bastante indiferencia por parte del Alguacil; parece un tipo tosco, parco en palabras, seguramente con décadas de inmortalidad a sus espaldas; demasiado tiempo como para que ahora vaya a molestarle el nauseabundo aspecto que caracteriza a los de tu raza.

Asiste, también impertérrito, al espectáculo de imitación roedor con el que lo obsequias y que, en un momento inicial, parece tratarse de una más de tus habituales excentricidades.

No transcurre mucho tiempo, a pesar de ello, en aparecer alguno de los roedores a los que has estado imitando: En un primer momento es alguna presencia fugaz, alguna rata cruzando el haz de luz que proyecta la linterna de Miquel, poco a poco, gradualmente, esa presencia va haciéndose más notoria, incluso dirías que agobiante... para cuando queréis daros cuenta los resbaladizos animales se agolpan en torno vuestro, miles de ojos rojizos, inyectados en Sangre, os contemplan desde la oscuridad... sientes su respiración; los chillidos ahogados en la penumbra con que se comunican entre ellas; sus cuerpos escurridizos, diseñados para sobrevivir entre la mierda; sus cortas listas para dar un vigoroso brinco en caso de ser necesario... Miquel mira a su alrededor intranquilo, buscando una escapatoria posible... tal vez convocar a un auténtico ejército formado por una miríada de seres a los que uno no sabe si va a poder controlar mejor que su auténtico dueño no haya sido la mejor idea, quien sabe...

Una de las ratas, de tamaño asombroso, dirías que de unas proporciones similares a las de un perro pequeño se adelanta, haciéndose visible a la luz de la linterna de tu acompañante; su mirada es feroz, tajante, demanda que le expliques el motivo por el que las has convocado, sacándolas de las rutinas que tan ocupadas las tienen, quiere saberlo ahora!

Como siempre que le pasaba a María mientras aguardaba, comenzó a divagar, esta vez su pensamiento se recreó en imaginar a Miquel semidesnudo, mientras ella lo depilaba con cera caliente, entonces el movimiento susurrante de un cuerpo que corre por la oscuridad, llegó al fino oído de María, la Vampira clavó sus ojos hacia la oscuridad apremiante, con una sonrisa en sus labios, la llamada habia sido escuchada y una rata habia llegado...o 5?...o... "Que mierda acabo de hacer" pensó María, pues nunca antes sus llamadas habian logrado atraer a mas de un animal. María se estrujó su sueter con inusual mezcla de nerviosismo y excitación.

Apenas le bastó unos segundos a María para contemplar fugazmente la expresión del rostro de Miquel, cuando comprendió que lo dicho a Eraser en la fiesta era cierto, ahora Miquel estaba en sus dominios, y lo mismo pasaría si fuera Alfons, Claudi, Montserrat, Estel o Gaudencio, todos ellos podían jactarse de sus vidas y su "poderío" en la superficie, pero en las cloacas, era ella y los de su casta los gobernantes, el inframundo era un reino completamente distinto, aqui en las cloacas, las cosas eran diferentes, en ellas los nosferatus no eran tratados con asco y burla, aqui a la menor provocación podrían desaparecer para siempre en las cloacas, y nadie más volvería a saber de ninguno de esos "importantes" vampiros nunca más. María no dudo en reprimir una sonrísa sarcástica en sus labios, complacida por la reacción de consternación y sorpresa de Miquel, pero a este último, llevandose la lampara a su rostro, le dedicó una expresión tranquilizadora "No hagas ningun movimiento estúpido, no digas ni hagas nada que ponga nuestros pellejos en riesgo" -Tranquilo.- parecía decirle mentalmente María al guapo Miquel, antes de terminar con su única palabra.

Una rata mucho más grande que las demas apareció de pronto, como si fuera la reina del séquito que se acababa de presentar ante María,se aproximó a la luz, María se inclinó despació en el suelo, y los ojos verde olivo de triste mirada de la neonata, se clavaron en los de la descomunal rata, parpadeaba casi nada, y daba la impresión de que los párpados de la mujer se habian quedado pegados, María puso sus manos en el mohoso suelo, y comenzó a mover la cabeza una vez más, sin dejar de ver a la rata a los ojos, emulando a los roedores, cuando abrió la boca, un chillido de rata salió de esta una vez más -Iiii...ii...iiiii ..i i ii iiii....- un momento de silencio -iii...iii iiiii iiiii, iiiiii,ii i iii iiiii iiii iiii i i i i i i i i i i-**.

Maria se quedó agazapada contemplando al animal, aguardando la respuesta de este, mientras pensaba "Ahora ni siquiera estoy segura de que Abascal sea mi sire...".

**Perdoname por importunar querida hermana, soy María, chiquilla favorita del Gran Abascal...Me he atrevido a llamarlas a ustedes, pues es necesario ver a nuestro querido padre, tengo información IM-POR-TAN-TI-SI-MA que estoy segura será de su total y absoluto interes, tanto que lo creo capaz de eliminar a todo...ser, que se oponga a ayudarme a buscarlo, para darle la información que poseo... (Esto es lo que María dijo).

El gigantesco roedor se levanta sobre sus patas traseras y agita los bigotes y el pulsátil hocico, olisqueando, asimilando lo que sea que entienda que le has dicho.

Pasados unos instantes de tensión, se yergue algo más y emite un agudo chillido que provoca la estampida del ejército de ratas que os rodea.

Como si os hubieran despojado de una tupida manta que os hubiera impedido respirar, el viscoso manto de roedores se disipa ordenadamente, como una mancha de aceite que se retirara del lugar que ocupa.

Pasados otros segundos de incómodo silencio aparece una más reducida comitiva formada por unas diez ratas que, tras dar varias vueltas a vuestro alrededor, se internan en el pasadizo que tenéis delante adoptando una actitud que denota su deseo de que las sigáis.

María sintió que el alma le regresó al cuerpo, y dió gracias que las ratas no se les hubieran avalanzado, cuando estás se retiraron María se quedó espectante, jugueteando con los dedos de sus manos, y cuando un nuevo y más reducido número de ratas apareció con la clara actitud de " sigannos tontos humanos", María aplaudió entusiasmada, y bastante sorprendida de su buena suerte en aquellos momentos.

-La sentiste cerca eh Miquel...esas pequeñas quieren que las sigamos...vamos...les pedí guiarnos hasta Abascal para darle una información importante, tal vez no nos lleven hasta el, pero al menos nos daran la paura para hacernos una idea de dónde podría estar.- comentó María, y dandose unos golpecitos en el rostro cenizo, avanzó valientemente siguiendo a las ratas por el tunel que tenían enfrente.

Capdevila murmulla algo parecido a un dudoso asentimiento.

Parece que ha salido bien - murmulla mientras camina a tu lado, en vuestra lunática persecución del grupo de ratas - pero la próxima vez intenta negociar con un solo animal - amonesta - hacerlo con un ejército de ellos nos ha comprometido gravemente... - masculla cabizbajo, dirías que algo preocupado por el curso de los acontecimientos.

Seguís a los animales a donde sea que quieran conduciros... Siempre y cuando sea esa su intención; siempre y cuando una escolta de roedores tenga la voluntad de guiar a unos atormentados Vástagos en su ciego deambular por el inmenso alcantarillado de Barcelona.

Las ratas recorren túneles y galerías, bajan niveles... Creéis estar en la tercera altura del subsuelo, a una profundidad desconocida y, por supuesto en un lugar absolutamente ignoto para ti.

Ocasionalmente perdéis el rastro de las curiosas sherpas y quedáis solos, aislados en la semipenumbra solo rota por las trémulas lámparas que, para mayor de tus asombros, resisten en este lugar, situadas, la una respecto a la otra, a un par de centenares de metros, provocando zonas de vacua oscuridad entre ellas.

A pesar de esos instantes de desconcierto, los animales siempre vuelve a vuestra posición, rescatándoos de vuestro exasperado olvido.

Tampoco te pasa por alto que la curiosa comitiva que formáis se halla crees que permanentemente escoltada por otros animales de la misma naturaleza que vuestros guías... Media docena de roedores gigantescos, tal vez más, nunca llegas a verlos directamente pero intuyes su presencia, los pasos de sus repugnantes patitas reptando cerca de ti, el accidental brillo de sus ojos lanzándote un soslayo escalofriante. 

En muchas ocasiones te sientes como una res, conducida al matadero por un banco de pirañas; en esos momentos una sensación de vértigo se apodera de ti y casi lamentas haber emprendido la misión... pero ya es demasiado tarde para arrepentirte.

Por fin las ratas se paran frente a una oscura gruta que se divide en dos, de forma que unas bajan hacia un nivel inferior por una especie de tubo lleno de lodo y aguas residuales y las otras toman un pasadizo al mismo nivel; Miquel, siempre a tu lado, parece suspirar:

Parece que quieren que nos dividamos - apunta - cuál de los caminos prefieres tomar, yo seguiré el otro y luego trataré de volver a por ti... - resignado ante la cruel voluntad de quien sea que maneja los hilos de tan extraños roedores.

María volteó a ver a Miquel adolorida,  y le respondió -Y bueno, si supiera cual de todas las ratas es la que conoce a Abascal lo hubiera hecho!- le dijo sin preocuparse en disimular su tono de molestia indignada.

El oido de María acostumbrado a los ruidos de su edificio abandonado, y bastante bien desarrollado, se percató de que cerca de ellos a manera de guardaespaldas, unacomitiva de roedores lo seguían, por el sonido más fuerte de sus pasos María pensaba que sin lugar a dudas debian ser ratas como la rata lider con la que habia hablado en la oscuridad, pensaba en las palabras de Miquel, quizá tenia razón, quizá solo hablaba por su propio pellejo, finalmente, ella era una nosferatu, corría más peligro el que ella...al menos eso pensaba para intentar confortarse, aunque sus pensamientos reconfortantes no habian servido de nada, pues justo cuando pensaba que Abascal estaba ofuscado entre la multitud del Liceu, terminó con una estaca, todavía tenia el asunto de desquitarse del mentado Alfons en la cabeza.

Llegaron a un camino en que este se bifurcaba, uno conducía al infierno...y otro al infierno también pero con más suciedad, María jugueteó con un rizo de su cabello castaño rojizo entre sus dedos, observando a los roedores fijamente, luego encaró a Miquel, el pobre en lo que cabe, se habia portado bien con ella, y María como buena anfitriona ( aunque sabia que esa noera su casa), decidió que debía ser ella la que siguiera por el tunel mas sucio y no Miqel, dudaba que un hombre como el estuviera acostumbrado a revolcarse en la porquería y para María aquello resultaba "natural" por así decirlo.

María habia agradecido que el camino se bifurcara, lo cierto era que la oscuridad, el constante ruido del agua goteando, y los ruidos de dudosa procedencia de las cañerías, hacían que la chica sintiera el ambiente como una pesada plancha de metal colocada sobre su espalda, el ambiente era tan denso que en efecto, resultaba agobiante.

Miró a Miqel y le dijo-Ve por el pasadizo, yo iré por el tubo de agua residual...cuidate mucho Miquel...y por favor, todos somos vasallos del príncipe, pero bajo tierra...bueno...solo cuidate...me gusto mucho el vestido.- María cogió la mano de Miquel despidiendose de el con un franco apretón de manos, puso una sonrisa en sus labios maltrechos, y avanzó con cuidado por el tubo lleno de porquería, deseando que aquellas ratas realmente la condujeran a Abascal, y que ahora no sólo Eraser estuviera bien...si no también Miquel...Eraser...recordó por un instante una nota leida en el periódico...ahora no tenia tiempo para indagar en eso.

Suerte - afirma de manera parca, y aparentemente sincera Miquel que te abandona tomando la galería que sigue por el mismo nivel, tras una parte de las ratas que os guiaban.

Te quedas sola en la semipenumbra, el conducto por el que han bajado las ratas desciende en una acusada pendiente adentrándose hacia las entrañas de la ciudad, bien pareciera que baja directo al infierno.

Tratas de tomar ese camino, debes apoyar las manos y pies en la superficie resbaladiza, en la más completa oscuridad... no sabes exactamente hacia donde te diriges...

Te introduces en el nauseabundo conducto; no ves absolutamente nada a tu alrededor de modo que avanzas a tientas, tratando de avanzar sin precipitarte canal abajo hacia donde sea que desemboque.

Pronto te percatas que estás absolutamente sola en la oscuridad, que el pelotón de ratas que guiaba tus pasos ha desaparecido vaya usted a saber por donde y que no tienes posibilidad de desandar lo andado y regresar a la aparente seguridad del punto en que te separaste de Miquel para tratar de reunirte con él.

El canalón desciende en una relativamente pronunciada inclinación, a tu alrededor todo es lodo y hediondas aguas fecales, imposible ascender, demasiado resbaladizo, solo te queda bajar sin saber cual va a ser tu destino...

Cada paso es un martirio en el que temes perder pie y caer sin remedio corriente abajo¹; de hecho, en algún momento cobras consciencia que, en caso de precipitarte por ese curso, te hubieras visto abocada a alguna de sus ramificaciones, totalmente sumergida en un río nocturno de aguas fecales del que tal vez te hubiera resultado imposible emerger... una sensación parecida al pánico claustrofóbico se va apoderando de ti, haciendo que desees, más que cualquier cosa, abandonar ese infausto mundo al que te has visto abocada...

Hasta que por fin llegas a algún lugar: El final del conducto, un lugar en el que la tubería vierte su contenido, desde una altura de unos tres metros, a una oscura y tenebrosa piscina gigantesca, un acuífero de dimensiones colosales al que abocan los deshechos decenas, centenares de cañerías similares a la que has dejado atrás.

Ante ti una sola posibilidad, saltar al lago de aguas malolientes en el que, a través de la oscuridad prácticamente imperante y solo rota por algún lejano faro, casi te parece percibir el inquietante movimiento de un tentáculo gigante o una cola reptando entre la mezcla de agua, lodo y deshechos en general... es eso real o solo producto de tu atormentada imaginación??? Imposible discernirlo en las circunstancias en que te encuentras...

-Abascal...- susurró María con la voz apesadumbrada, mientras deambulaba entre las aguas puercas, resbalando de vez en cuando, y aferrandose con firmeza con ambas manos para no caer, no era como si estuviera llamando al que supuestamente debía de ser su sire ( ella ahora tenía fuertes dudas sobre quien carajos era),era más bien que en el susurro de sus labios, llevaba implícito un sentimiento de que de haberlo tenido de frente lo hubiese tundido a golpes con una sarten grande.

María pensaba con gran pesar que después de lo que estaba viviendo, haberse reído de aquel pobre cristiano que habia resbalado en un charco de agua enlodada cerca de su viejo edificio no tenia ningun chiste, tampoco sabía que era lo que le estaba deparando en aquellos momentos a Miquel, y si es que no se las estaba viendo tan mal como ella, o por el contrario estaría sentado con la piernilla cruzada de forma elegante y bebiendo té con Abascal. La angustiosa opresión que sentía en el pecho se iba haciendo cada vez más apremiante, en algún momento que María no se habia percatado, las ratas habian desaparecido, la rata de cloaca deseaba en esos momentos tener la inusual fuerza que habia visto a algunos hermanos de clan, levanto piedras inmensas como si fueran pañuelos de papel, para comenzar a golpear en el techo de aquellos tuneles y abrirse un camino cavando como un topo a la superficie. María aferraba fuertemente la linterna para no soltarla, y porque esta era una fuente escasa de luz.

La vampiro apunto con esta a las aguas ennegrecidas de una especie de estanque que habia en el fondo, en el caían las aguas de varios charcos, María contempló unos momentos lo que pareció ser algo informe y grande que se movía aguas adentro, deseando no tenerse que imaginar exactamente que era lo que ahi se encontraba, María tragó saliva, se quedó aferrada con firmeza a la tuberia, observando fijamente y ayudandose de la linterna, si aquel lago tenia orillas que pudieran conducir a alguna otra parte de aquel entramado laberinto de tuneles, o si por el contrario, hubiese alguna forma de moverse entre los tubos, sin tener necesidad de bajar y caer al agua...ya habia presenciado los horrores del mundo superficial, y no tenia demasiados deseos de averiguar lo que ahi se encontraba...Entonces se prendió un foco en su cabeza...tal vez...si...no perdía nada con probar...María se aclaró la garganta, y concentrandose una vez más, como habia hecho con las ratas, elevó su voz en aquella oscuridad, dirigiéndose al agua que habia en el tunel, pensando exclusivamente en el movimiento de una especie de cola nadando en el interior, para que, de no ser una alucinación lo que ahi se encontrase, fuera exclusivamente esa criatura, la que respondiera a su llamada.

-Soy Maria...chiquilla del gran Abascal...estoy buscándolo...las ratas me han traido aqui....- y puesto que ignoraba que era lo que se encontraba aguas abajo, con tanto nerviosismo y congoja que estaba muy poco segura que fuera a obtener una respuesta...si quiera que le hicieran caso..

Tras escrutar en la oscuridad y tratar de sondear las tenebrosas y fétidas aguas con tu linterna te parece discernir lo que parece tratarse de una cola cubierta por un armazón de robustas escatas... Algo que te recuerda poderosamente al aspecto que tiene una cola de cocodrilo o algún especímen similar.

Ni idea acerca de cómo los cocodrilos puedan haber colonizado tan pestilente lugar, ni mucho menos quieres plantear de qué tipo de fauna pueden estar alimentandose ni considerar que otros depredadores puedan haber en el gigantesco estanque subterraneo, solo deseas salir de ahí de una pieza y, habida cuenta las circunstancias, parece que tu escapatoria pasa necesariamente por cruzar a nado la insondable laguna.

Teniendo en cuenta tus sospechas acerca de la presencia de esos saurios antediluvianos, tratas de convocar su presencia ante ti...

Pasados unos instantes de frustrante silencio, solo roto por el rumor de las aguas en inquietante movimiento, detectas la presencia en el agua, 3 metros por debajo de tu posición en la desembocadura de la cañería por la que has salido, de unos ojos grises y ciegos que parecen coronar a un colosal cocodrilo de unos cinco metros de largo y que te contempla como si de su próximo bocado te trataras.

María se rascó la nuca bastante nerviosa, cuando despues de unos instantes que para ella le parecieron una eternidad, un par de ojos brotaron del agua, si no estuviera muerta de preocupación y acongojada, en aquellos momentos le hubiera resultad comiquísimo, comenzar a escuchar un " tic tac" proveniente de la panza del cocodrilo, en alución al que devoraba la mano del capitán Garfio en Peter Pan.

María temblaba de pies a cabeza, cuando adivinó las dimensiones del jurásico animal que habia dejado aquellos ojos inescrutables visibles por encima del agua puerca, comprendió también que debía de cruzar a nado aquellas aguas turbias para poder salir de ese lugar, la pobre mujer se arrepentía ahora de no haber enviado a Miquel a este sitio, y un realmente triste y patético pensamiento cruzó por su mente "Bueno María...velo de este modo, si tu mueres no pasa nada, si ese vampiro estuviera aqui y fuera devorado por el señor dientes, seguramente ahora si iniciarían una caza de sangre sobre los de tu clan"...María recordó que no era correcto hacer esperar al animal, y le susurró -Por favor, no soy una amenaza, pero nuestro clan si que se encuentra en peligro...necesito buscar a mi señor Abascal, permitidme cruzar el estanque, y juro que hablaré maravillas de ustedes a vuestro amo...sea quien fuera, os doy mi palabra de dama.-puntualizó María al tiempo que llevaba una de sus manos a su corazón e inclinaba respetuosamente la cabeza en dirección a aquellos ojos "A lo mejor está ciego pero no pierdo nada con ser respetuosa..."

Después de tu ruego, el colosal reptil permanece unos instantes en la superfície antes de volver a sumergirse en las oscuras aguas del misterioso lago subterrano...

Vuelves a estar sola en el filo de la cañería cuyos vertidos se precipitan los metros que te separan de la superfície del estanque.

Maria pensó que si fuera una caricatura japonesa, en esos momentos una gotita de sudor enorme hubiera salido por la parte de atrás de su cabeza, mientras el rostro de María quedaba inexpresivo...Comprendiendo que no habia mucho más que hacer, la vampira hizo el signo de la santa cruz sobre si misma, y se arrojó a las aguas, apenas entrar en contacto con estas, María sintió la asquerosa sensación de que acababa de entrar en fango...sabiendo de cajón que la sensación viscosa, no era precisamente porque hubiera lodo en aquellas aguas, hizo un esfuerzo por controlar una primera arcada de asco, sintió su ropa humedecerse rápidamente, y su cabello mojarse en aquellas aguas asquerosas.

Comenzó a nadar tan rápido como podía, haciendo amplios largos en el agua, para acercarse lo más rapido posible a la orilla, y deseando que aquellos tentaculos que habia creido ver, no salieran del agua...detestaba el hentai, y la situación no estaba para chanzas, y bromas de perverso índole sexual sobre su marchitado cuerpo.

Chapoteas torpemente en la inmundicia, sin tener claro hacia dónde dirigirte... sientes el frío pánico de desconocer qué habita bajo tuyo, qué tipo de criaturas acecharan entre esas aguas malolientes, prestas a que les sirvas de aperitivo... luchas contra la basura que te rodea, tratando de dar un sentido a tus brazadas aunque escasamente hábil en el propósito, perdida en la más completa oscuridad...

Hasta que lo notas... unas fauces agarran tu abdomen y tiran de ti hacia abajo, hacia las profundidades; te debates inútilmente, luchando por tu vida infructuosamente; en algún momento te percatas que estás intentando luchar con el inmenso ejemplar de cocodrilo con el que trataste de entablar conversación y que, al parecer, ha esperado pacientemente tu caída a su medio para el ataque; nada que hacer enfrentándote a varias toneladas de feroz animal, exhausta te dejas hacer de modo que la inmensa criatura te arrastra a las profundidades...

Cuando recuperas la calma te das cuenta que el cocodrilo no utiliza su poderosa mandíbula para partirte en dos sino que más bien el suyo es un delicado aunque claustrofóbico traslado... no sabes cuantos metros habéis descendido pero eres capaz de sentir algo parecido a la presión sobre tus oídos... a pesar de avanzar a ciegas eres misteriosamente consciente que el ciclópeo animal se ha colado en otra cañería sumergida en el agua negra y viscosa y que avanza instintivamente por ella con un destino claramente prefijado...

No sabes cuanto dura el viaje pero se te hace eterno, totalmente alejada del mundo tal y como lo entiendes y conoces, siempre bajo el agua pútrida de cloaca... hasta que el animal te abandona flotando en otra zona y otro lugar, imposible saber dónde te encuentras.

Nadas, ahora si, hasta lo que entiendes que debe tratarse de una orilla de cemento a la que asciendes por una oxidada escalera metálica, te tiendes en el suelo feliz de conservar la vida... sucia, rebozada de mierda hasta las pestañas...

Después de un rato recuperándote de la experiencia vuelves a incorporarte, consciente de la necesidad de seguir buscando algo, ya sea a Abascal o una salida posible... lo que sea...

De nuevo avanzas por un frío túnel sin saber cual es tu destino; en una sepulcral oscuridad ahora que has perdido la linterna...

Qué quieres de mi??? - una voz grave te sorprende, casi te hace pegar un brinco asustada ya que surge de algún punto en la oscuridad, no sabrías precisar dónde -. O más bien dicho... - a cada palabra intentas orientarte, saber el lugar desde el que te hablan pero te resulta imposible - ...mejor debería decir qué quiere Montoya de mi!!! Ja ja ja ja ja!!! - y esa risa fría y calculada consigue crispar tus nervios y aflorar toda la tensión que acumulas desde que iniciaste tu peregrinaje bajo el subsuelo.

-Divino san Martín de Porres!!.- exclamo aterrorizada María cuando sintió las fauces de un animal aferrandola por el vientre y jalandola aguas abajo, dejando de lado la asquerosísima y desagradable sensación de ser arrastrada hacia el fondo de aguas llenas de porquería, excrementos y basura, María abrió la boca en aquellas aguas inmundas, profiriendo un inexistente sonido que solo hizo burbujear aquellas aguas nauseabundas, mientras la mexicana se encomendaba a san Martín de Porres, Antonio Abad y Francisco de Asís, todos aquellos santos relacionados al patronazgo de animales, como bien le habia enseñado su católica madre, María supuso que no podía tener tan buena suerte, habia sobrevivido a Montoya, a un teatro lleno de vampiros snobs y pijos, para terminar sirviendo como bocadillo de un cocodrilo gigante ciego.

María al poco rato se dió cuenta de que el cocodrilo la conducía hacia algun sitio en particular, la pobre mujer estaba aterrorizada, tan grande era su terror, que no se percató que llevaba ya un rato bajo las aguas, y que era como si fuese un " pez" en ellas, no necesitaba respirar "Es porque estás muerta...so boba" se dijo con tristeza, el cocodrilo la llevó a otra zona y la soltó a la superficie de aquellas aguas asquerosas, María nadó como alma que lleva el diablo hasta la orilla, y ahi se quedó tirada, cerrando los ojos, el aroma a mierda inundando su nariz, su ropa rosada y beige, ahora cafe y negra, los rizos de su cabello enredados en basura y escurriendo agua con orines y sabrá Dios que otras sustancias "Miquel cabrón hijo de la gran puta" pensó María amargamente, y se quedó tirada en aquella oscuridad, deseando que el horrible temblor nervioso que se habia apoderado de su cuerpo, desapareciera o al menos aminorara.

Cuando se levantó, María avanzó a tientas por un tunel, deseando no haber soltado la linterna, moviéndose en una oscuridad interminable, hasta que el ruido de sus pasos y sus pensamientos, fueron acallados por una voz, que hizo que María volviese su rostro asustada, dando un ligero salto de sorpresa, y sin lograr frenar un gritillo de sorpresa que sonó como el de una rata aplastada, se llevó las manos puercas a su corazón, y volteó hacia todos lados, atenta de la voz que escuchaba, y de esa risa burlona y fría que habia escuchado, su espalda se tensó, su cabello en la nuca se erizó, los musculos de sus brazos y piernas, parecieron endurecerse -¿Abascal?- exclamó María con aquella voz susurrante... -Quiero mucho de ti...entre otras cosas saber, si eres Abascal...¿eres tu mi sire?- si, tal vez a efectos del Dios creador, aquella pregunta no venía al caso, pero el no saber de dónde procedía suponia para una mujer como María una gran preocupación. -Quiero saber porque Eraser y yo, no fuimos advertidos de la situación de nuestra " familia", ¿por qué fuimos enviados a la boca del lobo? ¿porque terminé con una estaca atravesando mi pecho, por un crimen que no cometí?, suficientes insultos recibí en vida, cuando me dieron un protagónico, a una mexicana, sobre una actríz española, como para en esta "nueva vida", llevarme una ola de insultos, burlas y ...bah...estoy segura que si preguntas por Montoya, es porque ya debe estar enterado...- María dió un fuerte golpe al tunel de la pared, demostrando la molestia acumulada en aquellos momentos, no buscaba una palabra de consuelo, ni una palmadita en la espalda,  quería saltar sobre Abascal y agarrarlo a bofetadas, quería insultarlo, gritarle su cobardía...y no podía...maldita fuera su estúpida sensatez y ansías de sobrevivir, eso era lo que más rabia le daba.

-El chiquillo de un gordo afeminado de lentes, un tal Luque desapareció en los tuneles y su ghoul Claudio llegó en estado casi vegetal al Liceo...Montoya ha ordenado a toda la primogenitura del clan Nosferatu comparecer ante el.- terminó María, no dijo más, se dejó guardadas un par de cosas en la cajonera, no le dijo más a aquella voz grave y fría, no le cuestionó lo que pensaba, pero deseaba en el fondo de su ser, que compartiera algo con ella...

Sabemos de la muerte del Chiquillo Tremere - afirma la misteriosa voz que orbita en la penumbra circundante -. Igual que conocemos los deseos de Montoya y no, no le daremos el gusto - niega categóricamente.

Preguntas demasiado, Sangre nueva. Supongo que estás en tu derecho habida cuenta tus circunstancias - concede -. Lamentablemente no soy tu Sire - deplora -. Estamos viviendo el advenimiento de una Nueva Era, un nuevo orden en el que los Nosferatu seremos amos de nuestro destino, dueños de nuestro imperio subterráneo, ese es el mensaje que debes hacer llegar a Montoya - tajante -. Está cambiando todo muy rápido, quien sea capaz de adaptarse mejor sobrevivira... Es en eso en lo que estamos - pedagogo.

Os mandamos para no privaros de vuestra presentación en sociedad, por ingrata que esta fuera, y para tender un puente hacia Montoya, no romper de tan abrupta manera con la Camarilla - justifica -. Lo que no pronosticamos es que el extraviado Tremere haría su aparición justamente ayer, eso lo torció todo - admite desde algún lugar cerca tuya, tal vez justo enfrente, quizás a tu espalda... 

María se acomodo el sueter de lana tejida de color rosa, ahora de un asqueroso color café evidentemente manchado por las aguas fecales, mientras agudizaba su oído para escuchar mejor el lugar del que provenía la voz, cerró los ojos en aquella oscuridad, no habia diferencia entre tenerlos abiertos o cerrados, y luego los abrió súbitamente, como esperando que el dueño de esa voz se materializase delante de ella.

María se quedó en pie con los puños apretados, y los músculos de su espalda tensos. -¿Quien eres?...sabes los deseos de Montoya y te negarás a atacarlo, oh cristo redentor, ese hombre es la perversidad encarnada-susurró la neonata recordando lo que habia visto en el teatro. -Tus palabras son inquietantes...acaso estás sugiriendo que los nosferatú de Barcelona se aliarán al Sabbath?, no tengo mucho tiempo siendo una vampira, pero he visto el cálido trato que le han brindado a un arzobispo, obispo del Sabbath, o como carajos se haga llamar, llámenme cobarde, pero me parece una soberana insensatez... ¿Tender un puente a Montoya?, te das cuenta que ahora quieres que volvamos ante el, para decirle que Abascal no desea comparecer ante el?, chico, ese puente va a terminar adentro de mi trasero...y sin lubricante.- exclamó María con un dejo de tristeza y bastante sarcasmo en la voz.

Luego preguntó algo más -Entonces...¿nuestro clan ha sido el causante de la muerte del chiquillo Tremere?, se que pregunto demasiado, pero no es ofensa, me interesa el bienestar de mi quemado pellejo, no el de los otros...¿estás conciente que Montoya tiene poderes inimaginables?, la última cuadrilla del Sabbath que entró a Barcelona, fué descubierta de golpe, crees que le resultará dificil encontrar a los Nosferatu, e iniciar una caza de sangre?...por favor, tú te encuentras bien resguardado aquí, tienes un estanque de mierda, pulpos, cocodrilos, dinosaurios que se yo, en mi casa solo hay palomas, ratas y murciélagos...estos sucesos están dejando mal parados al clan, Eraser huyó cobardemente cuando apareció el chiquillo Tremere, ¿no te parece que están poniendo la soga en el cuello del clan?- se quedó callada unos segundos, por si se dejaba algo más en el tintero.