Partida Rol por web

Mi cara refleja mi propia incredulidad durante unos segundos, Vincenç, al parecer, había hecho su movimiento antes incluso de lo previsto. Miro a mi señora María esperando sus órdenes.

¿Por qué matar al chico? ¿No podemos amenazar con matar a Caterina y atarlo? Se veía que dentro de mi cabeza aún quedaba algún resquicio de conciencia.

Caterina siempre me había tratado bien, incluso hace un par de años había tenido algunos deseos con ella como protagonista y había mandado hacer en su habitación unos agujeros detrás de un cuadro, así podía espiarla mientras se desnudaba y se bañaba. Aunque también lo había mandado hacer en la habitación de mi hermana, así que creo que mi mente era una depravación total. Aún así creo que aún hoy sentía el deseo de poseer a Caterina violentamente contra el cabecero de su cama, ¿Quizás porque podía sentir que era virgen y quería...? Quién sabe. Aquello estaba prohibido hasta en mi mente y no debía desearlo, por lo menos hasta ahora.

Miré a Caterina y luego a su acompañante, no sospechaban nada, y si lo hacían no lo demostraban en absoluto. A continuación miré a Joana, sabía que ella intuía lo que estaba pasando por mi cabeza aún antes de que lo hubiera pensado siquiera. 

Si Joana lo sabía, no dio ninguna señal de ello. Empezó a dibujar una espiral cerca de la chimenea en el viejo Torreón, como aquella que recordabas tan bien.

Se acercaba el momento. Debías decidir cómo actuar.

Muchacho, estoy perfectamente, no te preocupes, y claro que te oculto cosas, pero que padre no lo hace; por lo que hay cosas que no te diré, y otras que sí. Tanto por vuestro bien como por el mío; todos tenemos derecho a uno o dos secretos.

Y lo que vos, aréis es responder a sus preguntas, sin meterse en líos. Tal y como os enseñe, la verdad y la buena voluntad, se impondrán, ante todo.

Además, puede que sea viejo, pero todavía sois un infante, como para meterse en mis peleas, rio de forma burlona. Puede que este hombre haya sido enviado por el Papa, pero solo es un hombre; y si El todo poderoso todavía no me ha llevado a su lado después de todo este tiempo, es porque todavía no he acabado con mi deber en la tierra.

Me quedo un momento callado. Aunque si hay algo que podéis hacer, Tenéis que ir a mi mesa de trabajo y coger el cuarto vial de la derecha. Debéis llevárselo al posadero de la taberna, tenía grandes dolores de espalda y eso le aliviara. Se me notaba que estaba más preocupado por mis pacientes de fuera que por mi propio bienestar.

-Así lo haré. Pep me agradecerá vuestra medicina. ¿Él ya sabe como tomarla? y no dudéis que os defenderé ante Daniel de Livona. Estoy seguro que vuestro encarcelamiento es injustificado y os aseguro que haré todo lo posible para ayudaros. 

Entonces me dí cuenta que poco podría averiguar de lo que mi padre adoptivo me escondía, pero que por siempre tendría que estar agradecido por todo lo que habia hecho por mí. 

-Os volveré a ver tan pronto como me sea posible. Si os puedo traer algo o ayudaros en lo que sea, contad conmigo. 

Y con estas palabras me despedí de mi estimado Pèire. 

Pero por mucho que le quisiera, nada me quedaba claro. Y estaba muy cansado de ser considerado el chiquillo del castillo y de que me viera como a un joven al que no se le podían decir ciertas cosas. 

Decidí ir a buscar el vial que me habia pedido, pero quería asegurarme de que no estuviera jugando conmigo. Así que cogí el viral, pero en lugar de llevarlo a Pep, me fuí a buscar a Hassan Ben Saghr con la doble intención de pedirle si podia averiguar cual era el verdadero contenido del viral, y al mismo tiempo si podia darme un verdadero bálsamo para curar la espalda del tabernero. 

Tenia la sospecha que ese vial no era lo que me habia dicho, pero al mismo tiempo, estaba preocupado porque si no era así, Pep siguiera sintiendo dolor por una burda suposición mia. Así que si efectivamente era una cura para el dolor de espalda, el tabernero recibiría su medicina, pero si su cometido era otro, no podría ser usado para nada que no fuera un dolor de espalda. 

E igual Hassan podia decirme cual era el contenido del vial...

En ese vial realmente hay eso?

Esperamos a Maria un día más y si no avanzo la trama)

Estoy esperando a que responda otro jugador, perdona,y avanzo la trama contigo

perdona, estoy esperando a que responda un jugador y avanzo la trama contigo

Mi incredulidad es un reflejo de la del resto de los presentes. ¿Qué está sucediendo? Miro a Manel buscando alguna respuesta, pero él parece tan perplejo como yo, a la espera de que le diga qué hacer. Por el momento, decido creer en su palabra de que ha sido Vicenç el que le ha acusado falsamente a su tío. -Id tras él, Manel, id tras el muchacho de Livonia y evitad que cometa locura alguna. ¿Un diablo en Alós? ¡Lo que me faltaría por ver! Id y poned algo de sensatez en todo esto. Seny. - confío en que su juicio sea mejor que el del caballero d'Erill.

Lo único que se me ocurre es buscar en dos sitios mi señora, el cementerio y el torreón. Necesitaré ayuda de algunos guardias y no estaría de más la presencia de Dionís y Peire, el primero para convencer a Vincenç en caso de encontrarle y el segundo por si hay heridos.

Pero Dionís en ese momento no estaba (¿dónde se habría metido ese muchacho?), y Pèire languidecía en las mazmorras del castillo, acusado de herejía...

¿Peire sigue jugando o dejó la partida?

Mmmmm. Entonces debo decir que tengo varios (IF-else) Me explico.

¿Llevo sólo la espada o también la ballesta? Como no he dicho que la cogía deduzco que no la llevo.

Así que:

Si llevo sólo la espada me acerco hacia la entrada del torreón y cuando pase al lado del chico la desenvaino certera y rápidamente para tajarle el cuello.

Si llevo también la ballesta hago lo mismo, solo que después disparo en la pierna a Caterina para que no corra y a la vez verter su sangre, como desea mi tía Joana.

Si hecha a correr y no llevo la ballesta, entonces dejo en el torreón la espada, ya que para correr no hace más que molestarme y la persigo hasta cogerla por el pelo de forma violenta y sin lugar a ninguna duda dolorosamente. Llevarla a rastras no supondrá demasiados problemas para Vincenç, pero si se resiste en demasía la pego de puñetazos en las costillas y vientre.