Partida Rol por web

¡¡Te ayudo Zer!!- grita el clérigo acercándose hasta el fuego que intentaba apagar el mago.

- Vale este ya está apagado, voy por el siguiente.

Me acerco hasta el fuego de arriba e intento sofocarlo.

Johansson avanzó por el pasillo central pero viendo que Gríam era capaz de apagar parcialmente el fuego de la zona superior, se desvió para ayudar al mago y al clérigo.

El nervioso mago empezo a toser mientras el fuego crecía y no veía como apagarlo.

- ¡Que salga todo el mundo de aquí! ¡Hay que formar una cadena humana con calderos!

Mientras los ciudadanos, guiados por Johansson iban abandonando la sala, Gríam, Galen y Zeraphas intentaban controlar las llamas. Asi lo hicieron también Heartmount, Gahren y Mirta, mientras Benjamin y Shanda trataban tambien de guiar a los pueblerinos. Tanto Gríam como Mirta consiguieron apagar uno de los focos. Pero el fuego seguia propagándose y, por si eso fuera poco, las ventanas reventaron.

Un par de calaveras voladoras y envueltas en llamas entraron por la parte norte del mismo, preparandose para atacar a los que intentaban apagar el fuego.

Zerapahas se mueve para colocarse delante de la hija de Lorrimor y murmura unas palabras mientras señala a la criatura más alejada, cerca de Gríam.

Un rayo de energía chisporrotea de sus dedos en dirección a la calavera, pero el humo le hace toser y le impide atinar.

La cosa empeoraba por instantes. Galen se había dirigido hacia los fuegos con la intención de apagarlos, pero las ventanas estallaron dejando entrar a un par de ¡calaveras!.

Galen apretó los dientes y siguió en su empeño de apagar el fuego. Luego se encargaría de las calaveras, si es que sus compañeros no habían terminado con ellas. Pero la distracción le costó caro y no consiguió apagar el fuego.

La situación se volvía imposible, Johansson trató de apagar un fuego pero estaba más pendiente de la situación en general y de que nadie se quedara atrás que apenas puedo centrarse en lo que hacía en ese momento.

Como si los fuegos no fuesen problema mas que suficiente, los ventanales de la sala de plenos revenaron dejando pasar unas calaveras flotantes.

- Me da que estos no son los bomberos.

Desenvaino la espada y apuntando con la mano a una de las apariciones invoco el ritual que de niño me enseñaron.

Los ataques de Zeraphas y Griam no fueron suficientemente precisos para acertar a las recién llegadas calaveras. Las cuales saltaron a por Johansson y a por el ya nombrado pícaro, con intenciones claramente hostiles. El ataque de aquella que se lanzaba a por Gríam, consiguió cogerle un poco por sorpresa y consiguió herirle.

Debido a la distracción ningúno de los que intentaba apagar el fuego fueron capaces, y de nuevo comenzó a expandirse.

Zeraphas calcula las distancias. Necesitaban terminar rápidamente con estas criaturas y Gríam era el que estaba más lejos. Confiando en que el paladin acabase con su oponente o recibise ayuda de Galen, se adelanto un poco y murmuro un hechizo arcano.

¡Apagad los fuegos! - urgió Johansson al resto de conciudadanos y compañeros a su alrededor. - ¡Yo me encargo de esta!

Levantó entonces la espada contra la criatura y gritó. ¡Por el poder de Pharasma, criatura del mal, te conmino a una muerte rápida y regresa al lugar que te corresponde!

Pero el golpe del paladín falló al encontrarse más preocupado de dirigir a las masas en el interior del edificio...

Siguiendo las órdenes a pies juntillas el clérigo se dirigió a uno de los fuegos y comenzó a pisarlo para apagarlo. Al momento el fuego con el que estaba luchando se extinguió. Pero aun así quedaban tres fuegos más que amenazaban con propagarse por toda la estancia.