Partida Rol por web

- Te lo dije aquella vez y te lo digo ahora, no te miro de esa forma... era inevitable que lo hubiese visto pero por como se movió ...si sabes pilotar esto, salir nosotros con vida de esta es parte del proceso, en el agua estamos en una cruda desventaja contra él.

No hubo tiempo para lamentarse o quejarse; pues un rayo salió disparado desde detrás del monstruo y esquivando a dicho monstruoso gigante ser de roca que tenían ante ellos e impactando de lleno en el centro del submarino de aproximadamente algo más de 100 metros de largo; sin siquiera dañar ni levemente a la criatura que superaba en diez el tamaño de aquel objetivo.

Un segundo rayo cruzó el profundo mar calentando y evaporando el agua a su alrededor, hasta llegar a atravesar a no solo uno, sino hasta tres submarinos que hubieron logrado salir del Ulysses antes de que este fuera brutalmente hundido. Por otro lado, los mandos del submarino eran excesivamente complicados para manejarlo uno solo, por lo que ambos, a regañadientes, tuvieron que colaborar tirando de palancas, pulsando botones hasta más o menos tener claro cómo manejar ese cachivache.

¡Pero madre de Dios! ¿CÓMO VAMOS A VENCER A ESO? - Yae parecía desesperada, su táctica maestra no iba a funcionar esta vez. - No te preocupes Raanmar, tengo un plan B, un plan legendario que solo lo uso en caso de necesidad extrema. - tiró de una de las palancas para arrancar a toda mecha el trasto en el que iban e ir en dirección contraria a donde se encontraba el bicho. - Nigerundayooooo!

- Claro, ¿para qué iba a estar preocupado cuando puedo estar perfectmaente tranquilo?... dije con voz nerviosa aunque sin gritar por aquello de que en aquellos espacios no debería haber demsiado aire en teoría al menos ...desde luego me alegro de que estas cosas no me den ninguna nausea...

Al parecer las otras naves se dirigían a lo que parecía ser una grieta en el fondo oceánico, por lo que, sin tener más rumbo a donde ir, esta pareja de exploradores y aventureros forzados tomaron rumbo a lo que podría ser, casi sin lugar a dudas, una tumba acuática en el fondo del océano.

Mientras llevaban aquel pequeño submarino, se percataron de que no estaban solos, ante ellos, con forma humanoide y ligeramente más grande que los submarinos de escape de tamaño medio, se encontraba una criatura antropomórfica con la cabeza en forma de cilindro, chocando contra alguna que otro submarino, haciendo que estos se estrellaran contra las paredes de roca y explotaran.

El Submarino llegó a una estancia hueca, una cueva marina en la que, por suerte, no estaba inundada. Probablemente esta cueva funcionaría con el mismo principio de "desagüe" que un inodoro, por lo que explicaría el hecho de que no estuviera inundada también

Flotando sobre el agua, la nave siguió hacia adelante, adentrándose en la cueva y arribando a una orilla junto el resto de submarinos supervivientes, lentamente los tripulantes que lograron sobrevivir al ataque salieron de sus respectivos submarinos y se juntaron en pequeños grupos, rondaría algo más del medio centenar de efectivos en total.

A lo lejos, pudisteis ver alguien portando una llave-espada, en una zona algo más apartada.

Las indicaciones fueron claras, "reunirse con el grupo de portadores y entregarles el cristal", lo que Fanfarria no se hubo esperado es que tuviera que infiltrarse en un submarino gigante como un simple soldado raso con máscara de gas, trabajar dentro del submarino, escapar de un submarino atacado por una langosta gigante y meterse en un submarino con lo que parecía ser un inglés escuálido con hiperactividad.

Sin lugar a dudas, no era el trabajo más "sencillo" de todos. 

Flotando sobre el agua, la nave siguió hacia adelante, adentrándose en la cueva y arribando a una orilla junto el resto de submarinos supervivientes, lentamente los tripulantes que lograron sobrevivir al ataque salieron de sus respectivos submarinos y se juntaron en pequeños grupos, rondaría algo más del medio centenar de efectivos en total.

Apartándose un poco del grupo, Fanfarria generó su llave espada, deseando que fuera suficiente como para localizar a los otros tres portadores.

Estaba extasiada por todo lo ocurrido. Aun no podía creerme que estuviera fuera de la torre y más aún, ¡Que estuviera en otro mundo! Los extraños ropajes que había tenido que llevar apenas era nada comparados con todo lo que había vivido dentro de ¿Cómo lo habían llamado?... ah, sí. Submarino. Esa enorme criatura atacando, todo explotando, muerte y destrucción ¡Que divertido! Mientras arribábamos a lo que parecían unas cuevas bajo el agua, un hombrecillo escuálido se había pasado todo el trayecto histérico, gritando y haciendo aspavientos. Casi me planteé quemarle a ver si se tranquilizaba, pero viéndole tan poquita cosa temí que lo carbonizara y luego seguro que me hacían limpiarlo todo como siempre. Cuando salimos del submarino, me giré hacia él.

- ¿Ya estás más tranquilo? Mira, sanos y salvos. Que gritas por nada. Ahora respira yo… tengo que hacer… cosas –

Casi sin esperar su respuesta me alejé del grupo, buscando un sitio apartado de todos.

*Menos mal que te lo has quitado de encima. Porque un minuto más y te juro que lo hubiera aplastado cual cucaracha*

Negué con la cabeza.

- Aquí nosotros somos las extrañas, debemos comportarnos. –

Fan oyó como la voz se quejaba pero no la replicaba. Entonces se llevó la mano a la bolsita que colgaba de su cinto y sacaba el fragmento de cristal que guardaba. Aquel pedazo de mineral era lo que le había traído hasta aquí ¿Por qué motivo? ¿De donde provenía? ¿Y por qué debía devolverlo? Tantas preguntas.

“Y como una única respuesta”

Fan estiró el brazo y una extraña llave de tamaño enorme se materializó en mi mano. La observé como hipnotizada. Había algo en aquel objeto que la fascinaba y la daba miedo a partes iguales.

*Bueno qué, ¿vamos a hacer algo o vamos a pasar el día mirando esa llave? *

Lo cierto es que no sabía como funcionaba ¿Era mágica? ¿Tenía inteligencia? ¿Era un activador? Sintiéndose un poco tonta la sacudió en su mano.

- Dime donde están “los portadores”. Llévame hasta "los portadores". ¡Haz algo! -

¡FIU! - dijo Yae aún con máscara encima. - Hemos tenido suerte de salir con vida. ¿Dónde coño está Rojo? - fingió preocuparse, pero no podía evitar alegrarse por no tener que ver a su compañero nudista. Cuando logró salir del submarino se estiró todo lo que pudo y más, realizando un sonoro gemido de gustirrinín. Pero rápidamente ese gustirrinín se vio interrumpido. ¡Había alguien con una llave-espada!

Yae lo tenía claro, debía ser el capullo de la capucha negra, que se la había quitado para refrescarse. Sin perder ni un segundo corrió hacia esa persona. - ¡EH TÚ! ¡CAPULLO! ¡DEJA DE METERNOS EN PORTALES RAROS Y LLÉVANOS DIRECTAMENTE A LOS CRISTALES!

Esta cosa no funcionaba, la sacudió con más fuerza, pero nada ocurría lo cual la estaba importunando bastante.

*Importunando no, me estoy poniendo de muy mal humor y…*

Y de pronto un grito estalló detrás de ella y vio acercarse a una joven totalmente airada y con ojos de querer hacerla daño. Reaccionó de la única manera lógica de hacerlo…. Dio un respingo, pegó un grito y tiró la espada tontamente hacia la aparecida.

- ¡iiiiiiiiiiiiiiiH! ¿Qué quieres de mí? ¿Quieres matarme? ¿Quieres mutilarme? ¿Quieres torturarme? Di ¡DI! –

Su voz hasta ahora era dulce e ingenua, pero de pronto se volvió más grave y burlona.

* Dime que sí que quieres torturarme, venga, anda. ¡No me dejarás ahora con las ganas! *

Su mirada había cambiado y ahora era más sádica y loca, sonreía ampliamente, como si de verdad sintiera lo que dice. Un pestañeo, y su rostro volvía a ser calmado e inocente, sus ojos se alzaron hacia su frente.

- ¿Te quieres callar? No es el momento ni el lugar para eso. Eres una inoportuna ¿Sabes? –

Su rostro volvió a cambiar. Loco.

* Y tu una mojigata *

Cambio de rostro. Dulce

- ¡Loca! –

Cambio. Loco

* ¡Petarda! *

Cambio...

Y de pronto estaba demasiado ocupada discutiendo consigo misma a dos voces olvidando totalmente a la joven que tenía delante.

Cuando la joven se acercó a aquella chica, enseguida se dio cuenta de algo ¡estaba como una puta regadera! Y lo más importante, parecía mucho más alegre y animada que el tonto de la capucha, por lo que no debían ser la misma persona.

La miró extrañada ¿con quien estaba hablando? ¿Con Yae? ¿Con ella misma? ¿Con alguien que ella no veía? Como fuese se acercó a ella, aún con espada en mano y le gritó lentamente. - O-O-O-O-Y-E-E-E-E ¿T-E P-A-S-A A-L-G-O E-N L-A C-A-B-E-Z-A? ¿D-E D-O-N-D-E H-A-S S-A-C-A-D-O E-S-A E-S-P-A-D-A?

Al bajar y ver a esa chica, pensó en una cierta tranquilidad pues había más usuarios de esas armas, el problema era la persona que la llevaba, que estaba mil veces más loca que Yae, y lo mismo había que multiplicar eso por cada personalidad que tenía...- Este día no para de mejorar a cada paso que damos...

Una tercera voz me sobresaltó y me devolvió al mundo. Aquella joven se había acercado mucho a mi y tenía una llave como la que ella tenía ¿La tenía? La había lanzado ¿No? Me meiré la mano y…

Allí estaba. ¡Que curioso! La muevo a mi alrededor mientras escucho lo que la chica tiene que decirme. Sea lo que sea lo hace muy lento. ¿Será cosa de este mundo? Tal vez sí, quizás o hablan muy rápido como el tipo del submarino o lo hacen muy lento como esta chica. La oigo preguntarme por mi espada.

- H-O-O-O-O-O-L-A-E-E-E-E-E-X-T-R-A-Ñ-A-M-I-N-O-O-O-O-O-O-M-B-R-E-E-S-S-S-S-F-A-N-Y-L-A-L-L-A-A-A-A-A-V-E-E-S-T-A-R-A-R-A-M-E-E-E-E-E-E-E-A-P-A-R-E-C-I-O-O-O-O-O-O-E-N-L-A-M-A-A-A-A-A-N-O-D-E-R-E-P-E-E-E-E-E-N-T-E. –

Buf, los cierto es que era agotador hablar así.

*Y parecemos locas*

De nuevo la voz de Fan cambió y se mostró más ronca y decidida, aunque solo fue un instante ya que tras sacudirse la cabeza volvió a su tono más afable.

-N-O-O-O-O-O-O-E-S-T-A-M-O-S-L-O-O-O-O-C-A-S-.-B-U-U-U-U-S-C-A-A-A-A-M-O-S-A-L-O-S-P-O-R-T-A-D-O-O-O-O-R-E-S-¿-S-O-O-O-I-S-V-O-S-O-T-R-O-S-?-S-E-E-E-E-E-S-U-P-O-N-E-E-E-E-E-Q-U-E-E-E-E-E-D-E-B-O-D-A-A-A-A-A-R-L-E-S-E-S-T-O-O-O-O-O –

Y entonces me saqué del bolsillo el trozo de cristal que me había traído aquí y se lo enseñé. Esperaba que al hablar igual que ellos, pudiera hacerme entender.

Ya miró con cierta maldad y odio a aquella mujer ¿les estaba tomando el pelo?

Oye, oye, que estaba hablando despacito por ti, no tengo yo ninguna clase de deficiencia.

Lo decía con una sonrisa forzada y apretada, aquella chica no le estaba cayendo nada bien. Hasta que de repente sacó uno de los cristales que andaba buscando y su mirada cambió totalmente.

Vaya, vaya, vaya. ¿Pero quien tiene un cristalito precioso para mami?

Se acercó a ella rápidamente, haciendo desaparecer su llave-espada y la abrazó con un brazo mientras con el otro señalaba la expedición por la que venía. - ¿Ves esta cueva húmeda? ¿Y esa gente maloliente? ¿Y esos sumbarinos oxidados en los que hemos venido? Pues gracias a este pequeño cristalito que tienes encima, nos vamos a tener que ahorrar una, probablemente enrevesada, trama sobre una ciudad perdida bajo el océano ¡podemos ir a por otro cristal ya! - sus ojos se iluminaron de alegría. - ¡A partir de ahora eres la segunda al mando! ¡Y mi nueva mejor amiga! Podrás fardar con tus amigos de que conoces a la increíble Yae Takano. Bueno y a Raanmar también. - dijo señalando al chico. - _{Aunque mejor no fardar de que lo conoces.} - le susurró.

Me quede intentando asimilar la jugada...- Yae que la gente sigue sin saber quien eres...ni yo...y estamos en otro mundo donde eso que en teoría haces tampoco le suena a nadie...aunque increíble sí que me pareces... que siga viva hasta este momento por ejemplo, e incluso que por algún motivo luche mejor que yo, y que loca está...