Partida Rol por web

Tras ese breve combate, veo cómo el Jimmer restante desaparece junto al cara-cerdo, y suelto un pequeño gruñido, pues quería patearle su feo hocico. En cualquier caso, miro alrededor y veo que, fuera de las ligeras magulladuras de Erika, alguien que ha salido peor parada al recibir un proyectil ha sido Wynonna, así que me descuelgo por el lateral del vehículo* para que las bajadas sean menos pronunciadas y una vez en tierra me acerco a ella.

- Ey, Halcón Comunista, ¿estás bien? -le pregunto, observando el lugar donde le ha impactado para ver si ha terminado muy mal, aunque sin tocar.

En caso de que no lo haya hecho ya, le ayudo a levantarse y permanezco cerca cuando camina por si se quiere apoyar un poco, aunque sin ofrecérselo directamente porque parece un poco el tipo de chica que podría ofenderse si sugieres que puede necesitar ayuda, por mal que se encuentre. De hecho, también me corto de hacer comentarios si se apoya.

- Has estado muy bien, seguro que con tu disparo has ahuyentado a ese jamón venido a más. -le digo a modo de ánimo- ¡Buen combate, muchachos! -le digo al resto a modo de ánimo.

solo a ella se le ocurría enfrentarse directamente al boss del nivel, y bueno, había logrado ahuyentarlo, lo que era bueno, ademas de herirlo lo suficiente como para garantizar que el haberlo atacado sola, no había sido una idea tan estupida, pero el ardor en su pecho era suficiente muestra de que debió pensar mejor las cosas. Wynn se quedó sentada en el suelo, con la respiración agitada pues si respiraba más profundo, sentía la presión del impacto de ese rayo, sabe que de no haber estado com su armadura de seguro hubiera muerto, pero eso no la asusta pues no era la primera vez en que se había enfrentado a la parca y salido airosa. Tosió un poco y se sacó el casco, estaba sofocada mientras el resto de sus compañeros seguían intentando usar los vehículos. No lo va a negar, sintió una puntada por aquello, pues ninguno había preguntado cómo estaba y es obvio que se molestaría pues se había expuesto por ellos, sin embargo cuando Hans se le acercó, ella le lanzó una mirada que relevaba su dolor pero asintió, diría que estaba bien por un impulso propio de su personalidad rebelde. ¿Wynn decir que está mal?  Jamás, ella era demasiado pro para asumir algo así, a pesar de que en ese momento, si sentía el golpe recibido. 

— aunque uno más y quizás no la cuento — le extiende la mano a Hans para que la ayude y se recarga en él, acercándose al borde de la plataforma, — de seguro fueron en busca de los demás vehículos, si es que ya no los tienen... cobardes... — espetó apretando los dientes de la rabia, estaba mal entonada pero sabia que la habrían superado si el cabeza de cerdo hubiera decidido volver a atacarla.

— ¿se les ocurre donde podrían estar? — le preguntó directamente a Goro y a Erika, pues habían sido los que habían visto los planos, sin embargo su tono de voz era más frío que antes. Siguió sujetándose a Hans, esperando que el dolor y la molestia pasara pronto y con eso la mala hostia que se traía. 

“Siento la misma atracción”, comentó la observación de Erika quien dejó deslizar una mano por el casco de su vehículo, el delfín.

Aunque antes había fallado vergonzosamente en su intento de abrir una puerta, Aki, mirando a Dominique, no se lo dijo decir dos veces y se acercó con zancadas rápidas al panel. Lo estudió sumariamente y tras tener una idea más o menos cierta del mecanismo, o tras creer tenerla, se puso manos a la obra, pero con sumo cuidado. Esperaba que esta vez lo saldría mejor.

Aunque no volviéndose hacia ella, la pregunta de Wynonna interrumpió en su campo de concentración - por un momento, dejó de pensar en el panel y pensó en el plan que había estudiado con Erika.

Hans y Goro recuerdan que si se hablaba de otro vehículo, uno con forma de Halcón, pero no especificaba su ubicación. En el mapa solo mostraba dos pequeñas cajas, una azul y otra amarilla, que serían los vehiculos presentes. Tambien que parecía haber otra salida por la otra puerta del hangar, al otro lado de la plataforma, pero el mapa quedaba cortado y no especificaba que había en esa zona.

Goro intenta arreglar el panel intentando realizar la conexion entre dos cables tras abrir una puerta lateral. Pero el interior está muy dañado por una sobrecarga. No hay reparación alguna. La compuerta se mantenía abierta un par de metros.

Hans verifica las heridas de Wynonna. Pueder que el traje ha perdido parte de su firmeza en la zona del torso y zona lateral. Se ve algo quemado, pero la ha protegido de heridas graves y son todo magulladuras alrededor. Ella se queja cada vez que le toca algun punto sensible.

Aki deja un poco frustrado el panel. “Parece que no hay manera que esto funcione. El interior está muy dañado por una sobrecarga. No hay reparación que yo pudiera efectuar.”

Se vuelve hacia la chica luchadora. “Wynonna, de hecho recuerdo que hicieron mención de un vehículo de halcón, pero en el mapa sólo hubo la ubicación de los dos que tenemos delante de nosotros. No sabemos donde están los demás. Quizá están al otro lado de la puerta del hangar. Quizá…” Sin embargo, no se puede desmentir que su interés es captado por algo más, y muy poderosamente captado...

“Ahora..”, se vuelve hacia el león amarillo, “a ver lo que recela este felino. Tal vez también tiene mapa.”

Aki, atraído irresistiblemente por el vehículo se acerca a él y trata de entrar en él.

Goro se acerca hacia la zona central cercana a la cabeza del León Terrestre, y encuentra una pequeña tapa detrás de la melena que la abre. Allí hay un botón azul el cual pulsa. La escotilla camuflada se abre y deja hueco a unas pequeñas escaleras en su interior para acceder. Entra por él y llega a la cabina con un asiento para el piloto principal y otro de apoyo por un pequeño pasillo. Delante tiene un conjunto de mandos y botones.

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Tras dudar un poco, acerco la mano a las zonas quemadas y, si no me dice nada, comienzo a palpar con cuidado evitando los pechos para cerciorarme de que en efecto todo es daño externo. Tras esto, asiento.

- Te recuperarás, son solo daños superficiales. -le digo a Wyn antes de llevarla con el resto- Y descuida, si tienen algún vehículo, lo recuperaremos si es necesario.

Su pregunta me hace pensar, y entonces asiento, pero Goro se adelanta y entonces simplemente confirmo:

- Sí, también recuerdo eso. -comento.

Luego, al ver cómo Goro entra en el vehículo, le grito:

- Oye, ¡espero que sepas conducir si vas a intentar manejar esa cosa! -mientras tanto veo cómo se cuela en la cabina y, menos preocupado de lo que parecería por la frase, observo la compuerta entreabierta, comenzando a hilar una idea...- Si piensas intentar moverlo, avísame y me subo a su espalda, a ver si puedo ver lo que hay al otro lado de esa compuerta.

Al igual que Goro, Erika tambien encontró una compuerta en el lateral derecho del Aqua Dolfin. Al entrar había un pasillo que daba hasta la parte delantera de una de las cabezas, donde estaba una cabina. La misma entrada comunicaba con el otro lado y daba lugar a otra cabina. Cada una situada en los picos blancos. Una vez en una de ellas, puede ver todo un seguido de mandos y botones. Ya se tenía acceso a los dos vehículos, pero aun faltaban el resto de ellos, suponiendo que cada uno tuviera el propio. Wynnona no podía parar en pensar uno con la forma de un halcón, dado que sus fisonomías simulaban los animales que identificaban a cada traje.

El dolor era persistente pero no tenía costillas rotas, ya las había tenido y sabia cuanto podían molestar y ahora que comenzaba a recuperar el aliento, podía caminar por sí misma aunque no se apartó de Hans. Lucía aun muy sería, sus compañeros seguía arriba de sus vehículos y realmente seguía muy molesta con ellos. 

— ok — escuetamente les responde a todos, volviéndose a colocar el casco, y dio unos pasos hacia atrás, entre haberse sentido abandonada por ellos y el hecho que no podía dejar de pensar en el halcón la llevó a actuar como generalmente lo hacía, como un lobo solitario, de hecho, ese hubiera sido un mejor animal. Llevó su mano a su pecho y observó a su alrededor, iría a esa salida, la otra que tenía el hangar, podrían dar a una zona alta, donde podría estar el halcón.

"Pues, Hans, sube!" Si, Hans, recuerdo el nombre... ya dijo que se llamaba Hans. "Aún no sé como conducir la máquina, habrá que averiguarlo..."

Luego traté de manipular las maniobras de esta máquina de la que me sentía tan cercana... con el propósito de acercarnos a la compuerta y tratar de ver a través de la abertura.

Dominique se acerca al delfin azul bi-céfalo.

"¿Hay sitio para una más ahi dentro, Erika? Si la puerta del hangar no se abre por las buenas, vais a tener que abrirla por la fuerza... y yo prefiero tener de mi lado tus 12,000 placas de armadura fortificada y el campo AT¹!"

Sep, es mejor tener algo de protección si van a volar cosas

Goro empezó a tocar algunos botones, y las luces del interior de la cabina empezaron a encenderse. Los cristales de la cabina cambiaron totalmente a mostrar otra vez el interior del hangar desde tres ángulos diferentes. Se habían activado las camaras de visión y te permitia ver lo que tenias al frente, a la derecha y a la izquierda. El león emitió un rugido leve, y se agachó al suelo. El vehículo se había activado y presionando una palanca hacia delante este se levantó y dio varios pasos hacia delante hasta quedar delante de la puerta del hangar. Sin saber bien como, Goro parecía ir aprendiendo su manejo por instinto, la misma sensación que ir en bicicleta. El traje había inculcado a su mente lo básico del funcionamiento de la máquina.

Desde el lomo del León se podía ver el exterior. Todo era bosque y parecia que se salía de la ladera de una montaña.

Erika había entrado en aquel vehículo, realmente era extraño, nunca había visto nada como eso antes. Se queda unos momentos observando el vehículo, no sabía muy bien qué hacer con él, pero tendría que ser capaz de manejarlo, es entonces cuando escucha la voz de Dominique, se gira y dice:

Si… sí, claro, hay sitio… esto… ¿Cómo sabes que tiene eso… 12 000 placas y un campo AT? ¿Qué es esto de campo AT? ¿Cómo funciona?

Decía mientras toqueteaba con cuidado los botones para tratar de aprender cómo utilizar los mandos de aquel vehículo.

Aki se admiraba de como el vehículo respondía a sus gestos de maniobra, con una perfección espeluznante. Se sentía como si sus pensamientos mismos podrían trasladarse en movimientos del león metálico. Se concentró otra vez en los controles y, más o menos, instintivamente, hizo las maniobras necesarias para atacarse a la compuerta. Quería abrirles camino a sus compañeros y a él mismo.

Luego podría ver si, en la base de datos del león, había un mapa para indicarles la ubicación de los demás vehículos. Pero primero era menester proporcionarles una vía de fuga en el caso de otros ataques desde el interior de la base a sus espaldas.

Erika tambien notó estar en sintonía con el vehículo. Al presionar un par de botones y accionar la palanca derecha, el Aqua Dolfin se encendió y avanzó algunos metros. Las luces se encendieron y los cristales se convirtieron en cámara para mostrar el exterior. Dominique miraba desde atrás en pie como se manejaba el vehículo.

Goro usa la potencia del León y con una pata rasga la puerta para dejarla caer al suelo. Luego empujando cede la parte superior abriendo paso al exterior. Se podía ver el bosque y la ladera de la montaña. El león no poseía ninguna base de datos importante, pero descubre que los dos cañones están cargados y funcionan. Los sensores indican un correcto funcionamiento.

Dominique se agarra al respaldo del asiento de Erika, ya que es lo único firme que hay por ahi

"Vamos! ¡Tenemos un mecha de nuestro lado, asi que al ataque! ¡Vamos a rescatar a tu padre con el poder del Dolphin Dual Blaster!" dice bautizando al mecha

"Goro ¿Ves algo ahi fuera desde el Roaring Metal Lion?"