Partida Rol por web

A Dominique le duelen músculos que ni siquiera sabía que tenía. Pero intenta mantener la sonrisa. Intenta mantener una apariencia de actitud animada. Así que cuando Hans se queja, intenta animarlo llamando a lo único más duro que el soberano golpetazo que nos hemos llevado:
El viril orgullo.

"Venga hombre, ya me gustaría verte a ti corriendo con unas botas como las mias!"
"Mejor no separarse. Por nada del mundo, no nos separemos. Por favor, Hans"
 

Corrían y corrían, Erika realmente no sabía cuánto más iba a aguantar, estaba al límite mental y físicamente, todo lo que estaba sucediendo era demasiado para ella, era consciente, pero también notaba como la adrenalina le recorría el cuerpo y como casi de forma automática se movía, como si no fuera realmente consciente de lo que sucedía y se movía por puro instinto. La entrada a la cueva era angosta, suerte que ella era bastante delgada, primero por su constitución y segundo porque el tiempo que había estado en el hospital había hecho que perdiera peso, a fin de cuentas, ¿Quién comía mucho en un hospital?

El interior era igual de angosto y caminaban por unos pasillos de roca a prácticamente oscuras, iluminados apenas, Erika llevaba su móvil encendido para poder ver algo del camino, pero no sirvió de mucho ya que al final todos volvieron a caer. El destino no estaba muy lejos, pero se sentía frio, no el frio de las rocas, sino el frio del metal. Al darse cuenta donde estaban empieza a incorporarse, ayudada por sus compañeros agradeciéndole a Dominique su ayuda mientras se ponía de pie, estaba realmente cansada de aquello por lo que se apoya en una pared.

¿Qué? Un bunker o algo así… a lo mejor es un refugio y nos podemos refugiar… al fin un sitio donde poder escondernos.

Notaba que le temblaban las piernas y le fallaban, por fortuna siguieron hablando y eso hizo que se distrajera, si no hubiera sido así seguro que terminaba cayendo al suelo. Hans sugiere separase y Domiquine vota en contra, ella con mirada suplicante dice:

No, por favor… separarnos no… vamos… vamos… todos juntos, por por, por ahí mismo

Decía mientras su tembloroso brazo se estiraba para con una temblorosa mano señalar el camino de la derecha

Unidos como grupo, andais por el pasillo hacia la derecha y luego girais la esquina. Mientras seguis podeis ver a la derecha a través del cristal ruinoso y sucio una sala de tiro. Se ven 4 pistas de tiro, varias taquillas y una caja fuerte. El acceso a la sala es por una puerta que teneis a vuestro lado derecho. Al situaros al lado de ella, esta se abre.

Por el mismo pasillo hay dos puertas mas en la pared izquierda. En la primera pone un cartel ENFERMERIA, la segunda puerta os queda algo mas lejos y su cartel esta deteriorado para su lectura. Al lado de esta hay un sistema para colocar una tarjeta de acceso con un teclado para poner una contraseña.

Aki se acercó con cautela a la puerta llevando la inscripción de ‘Enfermería’. Tocó con prudencia a la puerta y, al no recibir ninguna reacción, la abrió.

“Estoy herido, aunque sólo ligeramente, y vosotros también lo estáis, por la caída por la ladera.” Erika asimismo lo estaba por adentro, pero contra esta pena no había material curativo, al menos ninguna salvo el tiempo... “A ver qué material hay aquí. Ya estaría bien sólo poder desinfectar y vender las heridas propiamente.”

Y entró abriendo la puerta lentamente, dispuesto a cerrarla de inmediato si sus ojos caerían sobre algo sospechoso.

El grupo seguia avanzando por lo que sin duda era una base militar, Erika se sentia cansada, le dolian las heridas y notaba como la sangre se habia secado en su frente en la herida que se habia reabierto en parte tras la caida. Las piernas y los brazos le dolian, pero sin duda habia algo que le dolia mas y eso era su corazon, pero no podia hacer nada, tenia que seguir y podia seguir porque en esos momentos no estaba sola. Mientras caminaba se da cuenta que Goro se detiene frente a una puerta, al mirarla puede ver como hay un cartel donde pone enfermeria.

Al ver a Goro se acerca un poco y dice:

Esto... entro contigo... yo estos años algo he aprendido de como curar algunas heridas y... saber como hacer primeros auxilios.

Decia timidamente, era cierto, durante los años que habia sufrido agresiones habia aprendido a curarse las heridas ella misma y a esconderlas para que no las vieran, por lo que al menos unos primeros auxilios basicos sabia hacer y posiblemente podria ser de ayuda, de hecho queria hacer algo para poder ser de ayuda de alguna forma.

La puerta de la enfermería se abre de forma automática para el asombro vuestro. El interior deja ver un espacio lleno de polvo, con objetos, algunas medicinas y un mueble tirado por el suelo. Todo es muy viejo y lleno de polvo. Tres fluorescentes se encienden, aunque uno de ellos parpadea hasta apagarse. La primera zona es una pequeña consulta mientras una cortina separa la parte de atrás. Allí ha tres camas militares sin sábanas, con sólo el colchón. También se haya pequeños muebles de cajones y estanterías con medicinas y algunas herramientras. Por el suelo veis algunas gotas de sangre juno a unos pantalones militares.

Me sorprende ver todo lo que estaba oculto, aunque para ser militar tenía muy poca vigilancia, estábamos paseando por las instalaciones y ni una alarma ni nada...

Al ver los chicos pararse en la enfermería pense que era un buen plan si no estaban las cosas caducadas --yo me manejo mejor viendo un cuadro que con las medicinas, como mucho me tomaría un Paracetamol pero no creo que cure mis heridas superficiales, yo voy a ver la siguiente puerta, si encontráis algo que pueda curarnos luego venir y vemos que hacemos. - me acerque a la siguiente puerta y al ver su texto inteligible supe que había hecho bien, me daba una gran curiosidad ver qué ocultaba esa puerta

"Hum... este lugar parece bastante viejo" dice la gótica "Es raro que esté tan polvoriento y abandonado... pero a la vez tan bien suministrado"

Dominique no es una gran buscadora, ni tampoco sabe gran cosa de medicina o de primeros auxilios. Pero eso no quita que sea tonta: Busca una botella de jarabe, y mira la fecha de caducidad. Para hacerse una idea de desde cuando estaba aqui.

Le había respondido apenas con una inclinación de cabeza a Goro cuando le agradeció el haberlo ayudado mientras corrían, era obvio que lo haría, nadie se quedaba atrás, nadie. Ahora ella misma se quedaba atrás en el grupo mientras entraban a esa cueva tan extraña que pronto se reveló como una especie de base militar o algo similar que se ocultaba bajo una trampilla, ahora, sumergidos en ese lugar, parecían estar más seguros que afuera mientras se desataba aquel ataque.

Wynonna tenia su móvil entre sus manos, no tenía señal ni red móvil, lo que la tenían angustiada, no sabía nada de su papá, nada nuevo, no sabía si había llegado, si estaría peleando contra esos atacantes o si estaría aún vivo, o cautivo, no lo podía saber y eso la tenía muda y abstraída de lo que pasaba, siguiendo a sus compañeros hasta aquel cuarto que en mejores tiempos fue una enfermería. 

La joven intentó ver si encontraba algo que les sirvieran para curar las heridas, pero no encontró nada que les sirviera, así que comenzó a buscar un lava manos que debería haber al ser una enfermería, también, revisar las cosas, ya no en busca de medicamentos, sino que revisando fechas, así podrían saber hace cuanto tiempo eso estaba ahí. 

— parece que hubiera dejado este lugar abandonado de un día para otro, ¿no creen? — preguntó mientras revisaba las botellas buscando las fechas de vencimiento. 

“Gracias, Erika, toda ayuda será la bienvenida, más aún porque mis propios conocimientos no llegan a mucho.” Esperaba que si ella se ponía a hacer otra cosa, centrarse en algo diferente que la muerte atroz de su madre, tal vez ahora podría seguir adelante - seguía temiendo que se desplomara de un momento al otro…

“Por la pólvora, y como se trata de un cuarto cerrado con poco movimiento de aire, la base tiene que estar abandonado bastante tiempo ya. Y por el estado de las cosas”, señalé las gotas de sangre al suelo donde también yacían los pantalones militares, “tampoco creo que fue abandonada con toda regularidad… sí, más bien deprisa...”, di eco a los pensamientos de mis compañeros.

En la consulta me puse a buscar vendas, material desinfectante y medicamentos reconocibles contra el dolor inminente – de clase del Paracetamol que el chico mayor requería.

Erika entra justo después de Goro en la enfermería, la puerta se había abierto automáticamente, lo que quería decir que aún había energía en el lugar, y así susurro Erika:

Hay electricidad en las puertas

Decía más para sí misma que para nadie más cuando entro y vio como todo estaba antiguo y polvoriento, parecía que hacia bastante que nadie entraba en ese lugar, eso eran malas noticias ya que seguramente no encontrarían nada desinfectado, aun así, tenían que encontrar algo con lo que apañarse, al menos que la luz se encendiera les iba a ayudar bastante. Desde el centro de la sala escucha las palabras de Dominique sobre el sitio, ella asiente, era como si de pronto dejasen de usarlo, lo cual era bastante raro. Tras el agradecimiento de Goro ella añade:

Es lo menos que puedo hacer… estoy acostumbrada a curas de arañazos y golpes, no es la primera vez que me curo de…

Se queda callada en ese momento, ya que sus conocimientos eran haberse tratado después de alguna agresión y no era el momento de decir algo relacionado ni recordarlo, agita la cabeza negando como para alejar los pensamientos de su mente, no podía pensar demasiado, tenía que seguir sin pensar al menos hasta que llegara a casa.

¿Casa? Si llego ¿Quién estará…? No, no, Erika no pienses, vuelve, tenemos que buscar medicinas, eso, vendas

Se decía a si misma mientras empezaba a buscar dentro de la enfermería por cualquier cosa que pudiera servirles.

Gracias a la pericia de Goro, encuentra en una cajón de la consulta una pequeña caja metálica. Allí en su interior habían algunas vendas, como algo de alcohol etílico y una pequeña tableta con tres pastillas de calmantes. En la parte trasera de la tableta colocaba una fecha de caducidad: 23/09/1989. Medio tapada por un mueble asi con una silla colocada, encontrais una puerta. La abrís y veis un pequeño lavabo pero con un esqueleto en su interior vestido de militar sentado en el wáter. En su camisa se puede leer un nombre: Jessica Jones. Esta poseia una mancha de sangre en su costado derecho. Mirais si de la pica sale agua, y se escucha como las tuberías estan llenas de aire. Al cabo de 30 segundos sale aguan, aunque está algo sucia. Seguramente por la misma suciedad de la misma tubería.

Mientras el resto estaba en la enfermería, Hans prueba la otra puerta. La puerta se abre y puede encontrar en su interior un pequeño trastero con ropa militar, material médico, y muchas otras cajas. Todo estaba bien ordenado en estanterías aunque lleno de polvo.

Que bien, ropa con la que poder cambiarme ya que mi ropa estaba toda sucia y destrozada por las caidas.

Una vez realizado busco entre el material medico, algo de vetadine o agua oxigenada para desinfectar las heridas y luego cubrirlas con algún tipo de venda o similar, vale que podía no coserme una herida, pero cualquier niño nos hemos caido de pequeños y nuestras madres nos han curado, aunque parecia que no hacia tanto efecto como cuando lo realizaba ella.

Por ultimo mire en las cajas para ver que podian guardar, me daba mucha curiosidad este lugar

Seguían buscando y finalmente Goro encuentra algunos elementos que podrían usar para poder curarse o al menos hacer unos pequeños primeros auxilios, Erika observa a este y se acerca mientras dice:

Cre… creo que son eso es suficiente para poder hacer algo.

También escucha como aparentemente han encontrado una fuente de agua, eso era bueno, pero con el alcohol que tenían ahí iba a poder hacer algo para desinfectar las heridas. Se acerca y dice:

Déjame ayudarte…

Decía tímidamente, quería ayudarles y por fortuna o por desgracia se había curado muchas veces por lo que había cogido algo de practica asi que trata de ayudar a sus compañeros a curarles las heridas.

"Pobre chica" dice viendo el esqueleto de la moza "Pero ¿Que narices ha pasado aquí?"

"Un medicamento puede durar entre seis meses y dos años. Así que este sitio lleva abandonado tantisimo tiempo, desde el siglo pasado"
Contempla con pena a la pobrecita Jess. Esa pobre alma estaría destinada a grandes cosas, pero se perdió el mundo de los cafes latté de los 90, la revolución de internet, el boom gótico, matrix... Por otro lado se libró del coñazo deninista del 2018, así que es "Lo comío por lo servío"
 

"Esto fue una base militar... ¿En una ciudad? Y lo más importante: Si mataron a Jess... ¿Por que nadie vino a buscar el sitio?" Hay demasiadas preguntas

“Vendas y alcohol etílico”, enseña Aki su hallazgo a los demás. “Justamente el material que puedo utilizar… es hasta donde mis conocimientos médicos alcanzan...”

Por esta razón acepta encantado la ayuda de Erika en curar a los demás y curarse entre ellos en la medida del posible.

Cuando encuentran el esqueleto en el baño, Aki sacude tristemente la cabeza, pero también frunce el entrecejo. “¿Jessica Jones? ¿En serio?” murmura en voz baja, más bien a si mismo. Tal vez está menos chocado viendo el cadáver por el hecho que el nombre le recuerda irresistiblemente cierta serie Netflix que él mismo no ve – no tiene tiempo para tales tonterías – pero de la que ya he leído distraídamente en algún diario…

“Me da a pensar que Jessica Jones fue del equipo de la base militar y que la abandonaron tras de un ataque, en el que ella falleció...”, responde con esta teoría brotando en su mente a las interrogaciones de Dominique – o más bien, añade a ellas.