-Si bueno...la verdad es que a parte de este recuerdo y mi palabra no tengo mas. Ni la cara me queda. No se que estes pensando, peo no tengo intención de ir a reclamar ningun trono. Maté a mi propia familia creo que he perdido todo derecho de herencia. Sin embargo tampoco es de él, así queseguiré intentando quitarle de ahí. No lo merece.
Se cruzó de brazos con el ceño levemente fruncido.
-Ya podría consultar con la almohada, no suelo mirar hacia atrás pero haré un esfuerzo por recordar algún detalle que ayude. Me da igual dormir en el suelo si eso, pero dormir a fin de cuentas de forma natural. Entre que estuve casi todo el día con la sangre subiendome a la cabeza, los conjuros de sueño y hacer de cena...la verdad estoy un poco hecha pedazos, ¿saben? Si sirve de algo prometo no largarme, aún quedan bastantes cosas que hablar. Y como ninguno parece que quiere pelea pues...
- ¿No crees que podrías acceder mejor al trono sin causar tanto escándalo? - pregunté tras una carcajada. Aquello me parecía surrealista. Señalé a Shadar con la mano abierta - El amable mago, que es tu captor, sabrá decidir tu suerte esta noche. Realmente no, no quiero entablar combate. Dinos, ¿qué piensas hacer una vez quedes libre? Si se da el caso, por supuesto
-Por eso le había preguntado a Azur. Si tuviera alguna manera de hacer saber al pueblo que ella es la hija de Serpaul. Podría unirse a Lord Nird y justificar su reinado, poniendo fin a esta estúpida guerra civil. Seguro que Gamias a cambio te devuelve tu autentico aspecto y te trata con gentileza.
Toda la que se puede esperar de él.
Pero veo que este no es el caso.- Calló un momento.
-Y ya que estamos... ¿Porqué no respondes a la pregunta que te ha hecho el comandante Ikandriel? ¿Qué harás si te dejamos ir libremente?-
Se cruzó de brazos tras guardar la daga en la funda del cinturón, en la espalda.
-Supongo que seguir en lo mio. Quizá no acabe nunca, pero lo único que puedo hacer es seguir intentando mitigar el asunto para los que tienen poco o nada que ver en él. Y si se me da la oportunidad de hacer una visita al tío Nird...
Entonces encogió los hombros sencillamente y comentó con un toque de sarcásmo:
-No es la gran cosa pero el listo era Rein, no yo. Supongo que si no pones palos en la rueda tal cual parece de momento te debo un favor por ahorrarme el viaje a Alanku. ¿Shadar te llamabas, no? Y ya que estamos como dices tu...que tal si me dejas mis cuchillos de vuelta? Encontrar otros iguales se me hará algo molesto.
- Es arriesgado, y tú muy poco cuidadosa - comenté sin darle importancia. - Bien, ahora me gustaría hablar con mis compañeros, cuando acaben de meditar su importante decisión.
Buscó con la mirada las armas de Azur, ya que los estimaba tanto. Tal vez fuera la costumbre de llevarlos o quizás tuvieran alguna propiedad especial
- ¿Y tú, bast? - dije refiriendose al gato - ¿Qué tienes que contar?
Buscó con la mirada, insistentemente, sus cosas.
-¿Y a ti que? -repuso en respuesta a Andrue- Ya llevo unos años en lo mio. Que me haya ido mal hoy no quiere decir que sea así siempre.
Había estado meditando la respuesta. No quería hablar a la ligera. La situación era cuantomenos, delicada. Mientras pensaba captó las miradas que se paseaban por la sala.
-No os molestéis en buscar. Esas armas las tengo yo a buen recaudo.- Pensó en como Azur se había guardado la daga en la espalda. -Lo tiene bien disimulado. Si la hubiera registrado a la ligera se me habría escapado... es una opción.-
-Darte tus gemelas es pedir demasiado. Tendrás que conformarte con esa daga.
Lo que haga contigo mañana... me temo que yo también tendré que consultarlo con la almohada.
Tengo por costumbre mantener mi palabra. Espero que tu también. Porque como intentes escapar... prometo que lo que lord Nird hizo contigo, será un juego de niños comparado con lo que pienso hacer con las gentes de Yrubac. En especial si comparamos con lo que tengo en mente para aquel joven músico.-
Miró a Scire. -Si no es molestía, las damas podéis dormir juntas. No desconfio de su intención de no escapar, pero no quiero llevarme ninguna sorpresa.-
-No se de donde te enteraste, pero como le hagas algo a Duessel el que lo va a lamentar serás tu -dijo, tajante tanto en sus palabras como en la mirada que le echó- Menuda libertad a fin de cuentas, ¿eh?
Se cruzó nuevamente de brazos y dio unos pasos para colocarse cerca de la puerta, esperando en silencio.
Las palabras dirigidas a ella le sacaron de sus pensamientos.
-No es ninguna molestia
Se acercó también a la puerta prontamente y dijo ahora a Azur.
-Saldré primero para ver que no haya nadie. Son solo unos pocos metros de distancia pero es el tiempo suficiente para que alguien os vea. Quizá queráis poneros la capucha.
Dicho esto salió y cerró tras de si.
A regañadiente, la mujer tomó el consejo de echarse la capucha encima. Esperó unos momentos y tras un leve susurro indicandole que podía salir, también abandonó la estancia. Probablemente Scire volviera en poco, pero de momento tan solo quedaban ellos en la habitación, Andrue aun sin haberse secado en absoluto de hecho, aunque ya no escurría casí.
El animal miró a Andrue, y como siempre su voz se dejó oír.
¿Bast? Que poco original. ¿Tendría que contarte algo en específico?
Caminó hasta él, y luego un poco a su alrededor, observandole.
Curiosa hoja negra la que tienes ahí...
- Gracias - respondí al comentario de la espada - Entonces, ¿qué es lo que eres? - pregunté con curiosidad.
Me incliné para observarlo mejor, resultaba un espécimen muy curioso, además de insolente.
Procura que no se acerque demasiado...
Algo ligeramente parecido a ti. Pero mucho mejor.
Se sentó en su sitio, moviendo algo la cola. Pensativo.
Creo que en este mundo le llaman demonio.
Consideraba que la conversación entre Inome y Andrue no llevaba a ningún lado. No tuvo reparó en cortarla.
-Mientras yo buscaba a los otros soldados y tu te ausentabas, ¿sucedió algo que deba saber?-
"Un demonio nos honra con su presencia" pensé con algo de humor. Aquella noche había resultado realmente fructífera en información y revelaciones. Casi atendí a la pregunta de Shadar con aburrimiento.
- ¿Aparte de despertar a la insidiosa luz del sol? Nada de interés, caminé hacia donde ahora estamos - seguí observando al gato, Inome - Te sentirás casi como en casa, ¿no? ¿Qué te ha traído aquí?
¿Te parece que siendo un gato estoy contento? Aún así, paliando las necesidades básicas de esta cosa no se esta tan mal. Claro que preferiría otras opciones, si tuviera a elegir. Ahora mismo estoy...viendo como desenvolverme mejor en este entorno.
Estaba mirando fijamente, quizá igual de aburrido que él o hasta con interés, a saber que se traía el felino.
-Puede que no tengas necesidad de dormir, comandante. Pero yo si, y la noche ha sido larga.- Hizo un ademan señalando la puerta. Si no iba a decir nada interesante, no tenía ganas de aguantar su presencia.
Me incorporé, dejando al demonio Inome a su altura. - Hasta pronto, demonio
Escuchando las quejas de Shadar, bufé con algo de discrección, divertido por el cansacio que denotaba.
"Te preocupas demasiado, mago"
- Bien, bien, ya me voy - me fui hacia la puerta. - No dudeis, Shadar. Si necesitais ayuda, gritad - sonreí antes de desaparecer por la puerta.
Esperaba encontrar en más ocasiones a Inome, pero hasta entonces podría "descansar". O quizás investigar más en el pueblo de Ivere. Las sorpresas no paraban de surgir
El comandante había abandonado la estancia, dejandote a solas con tus pensamientos e Inome. El animal se echó sobre la alfombra de nuevo tras evitar pisar las zonas mojadas del suelo y se hizo un ovillo, aunque te observaba.
Creí que estarías con mas buen humor. Despues de todo has logrado todo lo que querías hoy. ¿O no?
De momento, mensajes solo para el director.