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Crónicas de la Guerra Eterna - Prólogo

Preludio Davor Ulkrunnar

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04/02/2022, 22:20
Director

Trasfondo y motivación

La idea es que los personajes sean habitantes de Sandor, o visitantes frecuentes. Deberían considerar al pueblo como un hogar, un lugar seguro y apreciado.

Y cuando alguien se instala por un tiempo en un lugar, inevitablemente construye algunas relaciones. 

Deja anotado aquí las respuestas a estas tres preguntas (puedes extenderte tanto o tan poco como quieras):

1.- ¿Qué haces en Sandor?

¿Naciste en el pueblo o llegaste huyendo de algo, o alguien? ¿te estás ocultando? ¿qué lugar ocupas en la sociedad? ¿tienes trabajo, un emprendimiento propio o eres empleado de alguien?.

2.- ¿Qué relaciones cultivaste?

¿tienes amigos, familia? ¿tal vez una deuda, o un rival al qué derrotar?. Aquí pueden inventarse PNJs

3.- ¿Qué te motiva a la aventura?

Cuando el peligro acuda a tu puerta, saldrás a enfrentarlo. ¿Por qué? ¿deseo de proteger al débil, o de gloria personal? ¿fortuna u honor? ¿o tal vez aburrimiento?. Atención que puse "saldrás a enfrentarlo" como una afirmación, no como pregunta, esto quiere decir que es requisito que el personaje sienta alguna motivación para la aventura (la que quieras, pero debería haber una).

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07/02/2022, 17:39
Davor Ulkrunnar

1 - Sandor es parada obligada donde descansar y reabastecerse tras los viajes por las estribaciones montañosas de la cordillera meridional. Una ruta que Davor toma a menudo para evitar las patrullas de Fuerte Karin (no sea que le confundan con un peligroso invasor orco) cuando viaja entre las Tierras Salvajes y Avalon.

En ocasiones, dada su habilidad artesanal específica en la forja de armas, se presta a ayudar con algunos encargos o arreglos en la forja de Reckbran. Normalmente, recurre a esto cuando anda corto de dinero y tiene que pagarse provisiones o alojamiento. Aparte de eso, Davor no se ha preocupado mucho en buscar un asiento en la comunidad; generalmente, desaparece unos días (el tiempo suficiente para que el humano se calme) tras incordiar a Bertom con su proselitismo en Sandor a favor de Gurmash.

2 - Huérfano, Davor supone que nació fruto de alguna violación durante una incursión orca en las tierras colindantes al fuerte. Lo más parecido a un progenitor es Gozhog, un shaman y voz de Gurmash en su tribu, quien adoptó a Davor como discípulo tras verle pelearse con otros cachorros orcos (tras huir de un hospicio en Avalon, donde había aprendido pronto a pelear para hacerse valer, en ese caso contra niños humanos). Sin embargo, Gozhog permanece con su tribu, en la que Davor tampoco ha terminado de encontrar un lugar (aunque es donde vuelve cuando deja Sandor).

En Sandor, Gariel Miller se ha convertido en una espinita. Para Davor y sus creencias en Gurmash, el hijo del molinero es un insulto al conflicto armado y al uso de la fuerza, desperdiciados en pequeños abusos y acciones que le deshonran como guerrero. Tampoco siente mucha estima por el jefe de la guardia, a raiz de descubrir que abandonó la senda de las armas para vivir una vida en familia. Disfruta incordiando a Bertom mediante prédicas de las doctrinas de Gurmash en oposición a las de Eriad entre su rebaño (aunque no le interesa convertir a la gente realmente; no cree que unos campesinos estén hechos de la madera necesaria para agradar al Señor de la Conquista).

3 - La principal motivación para salir de aventuras es el conflicto, la posibilidad de resolver situaciones problemáticas mediante el uso de la fuerza (de paso, se asegura que todo conflicto se zanje con las armas, en lugar de con labia y diplomacia). De este modo, también quiere probarse como un digno seguidor de la senda de Gurmash, alguien que no rehuye el enfrentamiento y que sirva de ejemplo a otros a la hora de afrontar el combate. Aunque, en el fondo, casi siempre está dispuesto a ponerse en movimiento porque siente que no encaja en ningún sitio (algo que, normalmente, le acaban recordando los lugareños cuando se cansan de la presencia del "sucio orco").

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07/02/2022, 18:25
Director

Aquella vez tu estadía en Sandor te retuvo un poco más de lo usual. Reckbran, el herrero, tenía un encargo muy grande del Fuerte Karin y necesitaba toda la ayuda posible. Muchas herraduras, martillos, clavos, y un buen número de hachas y puntas de lanza.

El trabajo en la fragua era agotador, pero satisfactorio. Y las noches en la posada eran amenas. La gente de Sandor ya estaba acostumbrada a verte y, aunque no buscaban tu amistad, te trataban como a un vecino más.

Gariel Miller tonteaba con sus amigos, pero bajaba la voz cada vez que cruzaba su mirada contigo. Joyce Ventus bebía su copa solitaria en la barra antes de volver a su hogar con su familia, una costumbre que no se te había escapado y que te hacía replantear tu juicio sobre el guerrero retirado. ¿Tal vez resentía su decisión?.

La camarera de la posada, una semi orca llamada Zenuri, siempre te llamó la atención. Era una mujer joven, claramente acostumbrada a la batalla, pero que se dedicaba a servir copas en un pequeño pueblo. Su marido, un mago delgado, la acompañaba de vez en cuando sentado en una mesa del fondo. Leía libros y tomaba vino. 

Pero esa noche hubo uno más que llamó tu atención.

Entró a la posada con paso señorial, como si fuera el dueño del lugar. Waltherp Rowe, el verdadero dueño, lo miró con desdén pero llamó a Zenuri para murmurarle algo. Era un semi orco ancho de espaldas. Vestía una pechera azul adornada con dibujos plateados, una capa de viaje y accesorios de oro y plata. Parecía un noble vestido para algún acto oficial del ejército. 

Observó la concurrencia y caminó hasta tu mesa.

- Reckbran dijo que te encontraría aquí. ¿Puedo sentarme? - dijo sentándose sin esperar respuesta - Así que tú eres el medio orco que sigue a Gurmash. Es un placer, mi nombre es Kumash, y quisiera ofrecerte un trabajo -

Colgando de su cuello traía un amuleto con el símbolo sagrado de Gurmash, idéntico al que poseías.

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08/02/2022, 13:16
Davor Ulkrunnar

La jornada de trabajo había sido especialmente dura aquel día. Le dolían los brazos así que, aquella velada, ejercitaba su mente, filosofaba en su fuero interno. Davor ni siquiera le prestó mucha atención al mequetrefe de Gariel; se preocupaba más por cuestionar si Joyce se arrepentía de haber renegado de la gloriosa senda de la batalla. Pero a lo que más vueltas le estaba dando aquella noche era... ¿cómo un bellezón como Zenuri había terminado casada con una piltrafa que sólo leía libros? Si los brazos no le dolieran tanto, se habría levantado hace un rato y se lo hubiera preguntado. Por suerte, no le dolían lo suficiente como para impedir que levantase otra cosa: la jarra de cerveza.

Al menos hasta que otro semiorco entró en la taberna y se paseó por ella como si le perteneciese. Aquello era tener redaños y lo demás tonterias. Pero lo mejor estaba por llegar. Se detuvo frente la mesa que ocupaba él... y se invitó a tomar asiento.

- Espero que ese trabajo implique una marcha acompañada por redoble de tambores, cuernos de guerra y bajo un estandarte o Gurmash va a sentirse muy decepcionado. - Si el tal Kumash no había perdido el tiempo con cortesías, lo justo era devolverle la deferencia. Y hacer una referencia al colgante que llevaba al cuello, una espada quebrada bajo un hacha de aspecto intimidatorio. El símbolo de Gurmash, que Davor señaló sutilmente con el mentón antes de vaciar la cerveza que le quedaba de un trago.

Notas de juego

¿Es posible gastar la paga del día en alcohol y mujeres ligeras de juicio? Bueno, sólo en alcohol y poco XD

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08/02/2022, 19:53
Director

- Jaja, no será tan emocionante como quisiera - respondió Kumash, haciéndole una seña a Zenuri para que le trajera cerveza - soy el cliente de Reckbran. Me contrataron para encargar el equipo aquí y llevarlo al fuerte. Será un paseo de unas tres jornadas. Entregamos el equipo y recibes una parte del las ganancias -

 Zenuri llegó con las jarras. Entregó una a Kumash y reemplazó la tuya por una llena. Sonrió con amabilidad, pero supiste que era una sonrisa actuada.

Kumash la observó de arriba a abajo. Dio un largo trago de su bebida y volvió al tema.

- No quiero faltarte el respeto pidiendo que te unas a una caminata. Tengo un grupo de hombres que me acompañan pero un par nos abandonaron hace unos días, y me llegaron rumores de bestias salvajes y otros peligros en el camino. Necesito alguien que sepa manejar un hacha, y que no saldrá huyendo si aparece una mantícora o una bandada de arpías -

Dio otro largo trago y terminó la jarra. Volvió a llamar a la camarera.

- Además, cuando Reckbran me dijo que eras un clérigo como yo, tuve curiosidad. Podemos entretenernos con charlas teológicas en el camino - 

Notas de juego

Como es el preludio considero que lo que ganes trabajando y gastes en la taberna o en compañía cuenta como dinero antes de armar el personaje y no hace falta quitarlo de tu dinero inicial. 

Kumash, medio orco, Clérigo de Gurmash.

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10/02/2022, 13:02
Davor Ulkrunnar

Davor logró contener una carcajada a duras penas.

- ¿Charlas teológicas? Bastante trabajo tendremos dando ejemplo a esa comitiva de piltrafas tuyas para que no huyan en cuanto un lobo aulle en la noche. Además, ambos sabemos que Gurmash se moriría de vergüenza si uno de los suyos se quedase holgazaneando en una taberna, con la cabeza metida en un tonel de cerveza. ¿Cuándo salimos?

El semiorco tampoco tenía muy claro si la paciencia de Bertom para con su persona se estaba agotando con mayor celeridad en aquella estancia, por lo que la oferta de Kumash se antojaba una buena excusa para dejar Sandor unos días. Sí, además, le reportaba beneficios...

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10/02/2022, 18:29
Director

- En cuanto Reckbran y tú terminen el encargo, que debería ser mañana por la tarde, según me prometió el enano - afirmó Kumash - mientras tanto acepta que pague tu estadía por hoy, como un adelanto de tus ganancias -

Apuró su cerveza, dejó un saco con unas cuentas monedas, y se marchó.

La noche pasó sin contratiempos. Al día siguiente ayudaste a Reckbran con los últimos detalles del envío y cargaron todo en una carreta. Kumash apareció cuando el sol empezaba a caer en el oeste. Llegó acompañado de tres hombres siniestros. A simple vista parecían bandidos, mercenarios de poca calaña, asesinos a sueldo. Por el característico ruido supiste que debajo de sus ropas sucias vestían cotas de malla. Portaban hachas y espadas.

Matones sin disciplina. 

Kumash, a diferencia de sus compañeros, llevaba su pechera azul ligeramente lustrada, y su ropa limpia. Lo único sucio eran sus botas, lo que demostraba que era un hombre activo. Saludó a Reckbran con amabilidad y pagó lo convenido. Sin embargo, aunque el enano no solía prejuzgar (después de todo, siempre te trató con respeto), no cruzó ni una palabra de más y trató de deshacerse de su cliente lo antes posible.

Antes de partir el enano sí hizo tiempo para despedirse de ti. Te estrechó la mano y te dio un ligero tirón para que te inclinaras hacia él.

- Te cuidado muchacho - murmuró - no son soldados, son asesinos -

Nada que no supieras ya. En ese momento Kumash se acercó.

- Todo listo para salir. ¿Vamos? -

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11/02/2022, 18:09
Davor Ulkrunnar

El semiorco se había limitado a gruñir por todo asentimiento a la advertencia del enano antes de volverse hacia Kumash, quien acababa de aproximarse.

- Menudo hatajo de rufianes has contratado. No me extraña que algunos desertaran. - Aprovechó el momento en que el resto de la comitiva aun no estaba al alcance del oído para susurrarle a Kumash aquello. - Si te parece bien, voy a cubrir la retaguardia de la caravana, para que los guardias que quedan no huyan en esa dirección sí eruptas. - Rió brevemente mientras se giraba. Lo cierto es que empezaba a desconfiar de su nuevo patrón; si ya la velada anterior había sentido algunas dudas cuando Kumash sugirió discusiones teológicas, ahora se cuestionaba cómo un clérigo de Gurmash se asociaba con bellacos como aquellos en lugar de con hombres de armas. Los asesinos no eran agentes de un conquistador, si no del conspirador que se oculta en las sombras y golpea desde ellas para evitar el campo de batalla.

Ocupó su puesto, con la extraña impresión de que aquel cargamento de armas no llegaría al fuerte. No es que sintiera especial simpatía por la guarnición de Fuerte Karin, pero Davor creía que el armamento del enemigo debía capturarse con la victoria en el campo de batalla, no con el subterfugio de un ladrón que se escabullera al amparo de la noche.

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11/02/2022, 22:54
Kumash

Por toda respuesta, Kumash asintió con la cabeza, parecía ansioso por iniciar la marcha.

Abandonaron Sandor a la tarde y se reunieron con otro grupo de hombres que los esperaba en el camino. Eran una decena de brutos armados y peligrosos, en su mayoría hombres, pero te llamó la atención ver a dos orcos en el grupo.

Tenían caballos, dos carretas más y equipo y suministros para levantar un campamento más o menos permanente. Kumash estuvo muy ocupado durante el resto del día viajando en una de las carretas y discutiendo con uno de los hombres, que parecía ser su segundo al mando.

No era extraño que un destacamento militar corto de efectivos contrate los servicios de uno grupo mercenario para tareas de logística. Y tampoco era inusual que dichos grupos mercenarios estuvieran compuestos por bandidos, proscriptos o salvajes.

Sin embargo, Kumash parecía un hombre con un plan.

No habían recorrido mucho del camino del oeste cuando se hizo de noche. Tres largas jornadas a pie separaban a Sandor del límite de las Tierras Salvajes, un páramo árido que era hogar de tribus de orcos, goblins, gnolls y gigantes. El fuerte Karin estaba apostado justo al final del camino y la civilización. El último bastión de orden en el extremo suroeste del reino de Avalon.

Conocías muy bien ese camino, porque era el que unía tu lado orco con tu lado humano.

Aunque desorganizado, el grupo levantó un campamento en tiempo récord, parecía que lo habían hecho muchas veces y cada uno sabía qué hacer. Uno de los hombres sacó una enorme olla de campaña e improvisó un guisado con cebollas, papas, restos de hueso y carne. Kumash fue el que te sirvió el tazón y se sentó a tu lado a comer.

- La primera jornada fue sencilla, ya veremos qué nos depara el destino mañana -

Tenía un pedazo de pan duro que usaba como cuchara. Te ofreció la mitad.

- ¿De dónde eres, Davor? - preguntó de pronto - ¿Te criaste con alguna tribu de orcos o viviste siempre entre los humanos? -

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15/02/2022, 12:12
Davor Ulkrunnar

A pesar del aspecto desaliñado, los mercenarios de Kumash habían montado el campamento con una velocidad pasmosa. Parecía que lo hubieran hecho ya muchas veces. Y juntos. Algo que no extrañaría, pues era habitual en las compañías de mercenarios. Pero aquellos hombres no aparentaban formar tal compañía, lo que les hacía más sospechoso. Pero recelar con el estómago vacío era un trabajo arduo, así que no rechazó el guisado ni el pan.

- Diría que ambas afirmaciones son ciertas. - Responder la pregunta de Kumash le servía para ganar tiempo y observar cómo comían aquellos rufianes. - Mis primeros recuerdos son de un hospicio, aunque no sé realmente dónde estaba. Los niños humanos pronto empezaron a incordiarme por mi aspecto y aprendí igual de rápido a callarles a golpes, al ser más fuerte que la mayoría. Con el tiempo, ellos aprendieron a su vez a hostigarme en grupo. Cuando la situación se hizo realmente molesta, huí y vagué por los caminos sin recibir mucha compasión. Logré sobrevivir de alguna manera hasta que, en la espesura, me topé con unos cazadores orcos. Tal vez les intrigó mi aspecto, me recogieron y me llevaron a su aldea, en las Tierras Salvajes. - Omitió referencias a la ubicación del clan Cráneoscuros; Kumash no los conocería probablemente y Davor no creyó oportuno hablar en detalle de ellos. - La vida entre los orcos tampoco fue fácil; sus cachorros también me hostigaban, creían que era débil y raro. Así que también me peleaba con ellos. Hasta que un día llamé la atención del Voz de Gurmash de la tribu. Debió de pensar que mis constantes peleas eran una señal, por lo que me acogió y me instruyó en el culto. Pero los orcos seguían con sus ataques, incluso cuando podía manifestar el Poder de Gurmash. Así que opté por repetir lo del hospicio. Me marché. Acabé en Sandor y mi vida desde entonces es una especie de huída de aquí para allá: cuando mi presencia en Sandor se vuelve insoportable, me retiro a las Tierras Salvajes y cuando los orcos allí se hartan de mi, vuelvo a Sandor.

Consideró que aquello debía de satisfacer lo suficiente la curiosidad de Kumash, así que aprovechó para probar la cena, a la vista de que el resto hacía lo propio.

- ¿Cómo un clérigo de Gurmash termina con la guisa de un noble y contratando a mercenarios que parecen salidos del fondo del barril de manzanas? - La última parte de su pregunta la realizó en voz baja. No había razón para ofender, por el momento, a aquellos sujetos, pero seguían sin convencerle: distaban mucho de tener un porte verdaderamente marcial.

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15/02/2022, 16:23
Kumash

Kumash te escuchó con atención. De vez en cuando asentía con la cabeza, como si estuviera escuchando una historia que ya conocía. 

- Sí, mi historia es similar, pero al revés. Mi padre era un Jefe de Guerra que pensó que si tenía un hijo con una hechicera, el niño nacería con fuerza y magia. El maldito ignorante me trató como su hijo por unos años, hasta que se dio cuenta que no había una pizca de magia en mi interior. Terminé en un hospicio, y también escapé al poco tiempo. Vagué en ciudades humanas hasta que encontré el camino de Gurmash -

Comió un poco más mientras escuchaba tu última pregunta. Le llevó un tiempo masticar y tragar.

- Tú y yo sabemos que las apariencias engañan - sacó un pañuelo y se limpió los labios - necesito vestirme bien para que los humanos me consideren respetable, pero ahorro mis monedas contratando músculo bruto. Por otro lado... - tomó el caldo de un sorbo y dejó su tazón a un lado - la historia de cómo me involucré en este negocio y con esta gente es larga y poco interesante. Lo importante es que todo esto - dijo señalando el campamento y, en especial, el encargo de armas - es parte del plan que Gurmash tiene para mí -

Luego te miró. Sus ojos ya no tenían la serenidad de un hombre seguro de sí mismo, sino que brillaban con fanatismo.

- Tu también puedes ser parte de este gran plan. Tu clan puede unírsenos. Otros ya lo hicieron. Si Fuerte Karin cae, los orcos pueden conquistar todo el sur del reino hasta Treva. ¡Y con mi logística podrán hacerlo en menos de una semana! -

Apoyó su mano en tu hombro. Apretó con firmeza.

- Por eso necesito a alguien local, como tú, para que me guíe en las Tierras Salvajes e interceda por mí ante los clanes. Ayúdame a convencerlos para que acepten mi liderazgo -

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15/02/2022, 17:59
Davor Ulkrunnar

Davor se permitió una mueca, que pretendía pasar por una sonrisa socarrona, cuando escuchó la última parte.

- ¿Aceptar tu liderazgo? Tal vez hayas olvidado el tiempo con tu padre, pero los orcos sólo aceptan un liderazgo, el del más fuerte. Si quieres dirigirles vas a necesitar fuerza bruta y habilidad marcial, no palabras. Tendrás que buscar un clan, desafiar a su cacique para demostrar que eres más fuerte que él y ocupar su puesto tras derrotarle. Luego deberás guerrear contra todo clan al que quieras sumar a tu causa, vencerles en el campo de batalla y posiblemente matar a su jefe, para unirlos bajo tu estandarte. Y por el camino deberás defender tu liderazgo de los desafios de aquellos orcos que crean ser más fuertes que tú. Es la principal razón por la que Fuerte Karin no es asediado por hordas de orcos todos los años; es un proceso largo reunir una hueste con el número suficiente de tropas del modo que he explicado.

Tomó algunas cucharadas del guiso antes de mirar a Kumash y hablar de nuevo, esta vez con gesto serio.

- Usas palabras peligrosas si presupones que Gurmash tiene un plan para ti y que ha labrado un camino sembrado de victorias. Gurmash es caprichoso y su bendición favorece a uno u otro bando según le convenga. Nosotros sólo podemos rezarle para que nos permita demostrar nuestra valía como guerreros en el campo de batalla; la victoria caerá entonces del lado que Gurmash vea. Si quieres empezar una guerra contra Avalón, me apunto. Siempre y cuando tengas en cuenta que no existe ningún plan ante nosotros, que cada batalla tendrá que ser luchada y ganada como si la vida nos fuera en ello por que no hay victorias predestinadas; será nuestra fuerza y habilidad la que nos gane ese favor. Sólo así se honra al Guerrero.

Confiaba en que Kumash viera la verdad en sus palabras, pero algo le decía en su fuero interno que el fanatismo rebosante en la mirada del otro clérigo apagaría toda razón y le llevaría por una senda herética, contraria a las más básicas enseñanzas de Gurmash.

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16/02/2022, 16:49
Kumash

Kumash pareció a punto de recurrir a la violencia, pero en cambio suspiró.

- Tienes razón. Fuiste educado por orcos después de todo... -

Esa oración, y la decepción en su tono de voz, te dio a entender que Kumash tenía una interpretación muy diferente a la tuya. ¿Cómo había llegado a esas ideas?.

- Descansa, mañana será un día largo -

Se levantó y te dejó solo. Lo viste alejarse y hablar con los dos orcos del grupo. Parecía que estaba dando instrucciones porque los orcos asentían. Eran jóvenes, y por la ropa y algunos tatuajes te diste cuenta que pertenecían a clanes diferentes. No estabas seguro cuáles eran, pero algo era cierto: los clanes no cooperaban, y mucho menos obedecían a un medio orco criado por humanos.

Estabas sólo en la espesura, rodeado de individuos que distaban de ser considerados aliados y, aunque tal vez no había sido claro, parecía que Kumash no tenía intenciones de llevar las armas al Fuerte Karin.

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17/02/2022, 12:36
Davor Ulkrunnar

Davor observaba a Kumash mientras hablaba con dos orcos. Aparentaban ser "salvajes", nativos de las Tierras Salvajes, pero no se comportaban como tales, a juzgar por el servilismo con que asentían a las palabras del otro clérigo. Era posible que estuvieran fanatizados por las ideas de Kumash, en lugar de seguir un espíritu más fiel a la doctrina de Gurmash. ¿Estaría Kumash tan resentido por el trato recibido que había decidido conquistar Avalon en represalia? Por el momento, era la única razón que se le ocurría; unos sueños de conquista, de poner Avalon a sus pies, que le inspiraban a pensar que Gurmash le favorecería, complacido por semejante campaña. Le resultaba difícil imaginar a Gurmash siendo tan constante en su favor como para que eso llegara a buen término, sobre todo con la facilidad con que Kumash se las prometía. Ocupar el sur de Treva en menos de tres semanas... Gurmash sin duda se complacería más con una campaña larga, plagada de encontronazos con grandes ejércitos aquí y allá, peleando por cada milla de terreno ganada, el choque de metal contra metal y los gritos de guerra resonando por el territorio.

Pero ahora no estaba en una de esas gloriosas batallas. Se hallaba en la espesura, rodeado por gente que podía haber sido fanatizada por Kumash; en el mejor de los casos engañada, pero no tenía tiempo para comprobarlo uno por uno. Tal vez debía de aprovechar la oscuridad de la noche para escapar, alejarse de la comitiva y luego seguir hacia las Tierras Salvajes como había hecho otras veces, con la cordillera meridional como referencia. ¿Y luego?¿Avisar a la guarnición de Fuerte Karin? No veía cómo eso podía ayudarle. Ni siquiera estaba seguro de que le fueran a creer. Quedarse y luchar una batalla perdida de antemano tampoco parecía una opción válida; Gurmash lo consideraría un estúpido, no un guerrero capaz.

Realmente, no le gustaba nada las posibilidades que alcanzaba a ver ante sí. Decidió irse a "dormir". Se despojó de la armadura, la empacó asegurada con los propios correajes de ésta y la usó como base para su mochila, a modo de almohada. Esa noche no se molestaría en usar el saco de dormir. No quería perder el tiempo ni arriesgarse a ser descubierto mientras lo recogiera. Necesitaba ser rápido llegado el momento.

Notas de juego

Si los orcos no hacen movimiento alguno, el plan es huir sobre la medianoche, aprovechando un cambio de guardia próximo a esas horas. Davor se alejará doscientos pasos del campamento para hacer una medición "temporal" con la luna como referencia (encuadrarla entre el pulgar y el índice extendidos y en ángulo recto), marchar hacia las montañas hasta que la luna "salga" del encuadre anterior y, entonces, girar hacia las Tierras Salvajes (con las montañas a la izquierda como referencia). Al amanecer, hacer un alto de una hora para descansar, comer algo y luego marchar ocho horas con la idea de sacarle a la comitiva de Kumash las horas de marcha nocturna como ventaja y mantenerlas (la ración de marcha la consumirá esa jornada, para paliar un poco el cansancio, y luego hacer de tripas corazón en las dos siguientes. En las jornadas siguientes descansaría en el tiempo y periodo que se supone lo hace la comitiva). Si no hay indicios de persecución ni de animales salvajes, marchará sin armadura para minimizar el ruido que haría su marcha. Durante la tercera jornada, se desviaría hacia el norte (dejando las montañas a su espalda) para acercarse hacia el fuerte; si el terreno es lo suficientemente llano, intentará usar eso para divisar la comitiva, determinar si le podrían interceptar y, luego, localizar alguna patrulla del fuerte (si es que hacen tal cosa).

Ahora sólo queda por ver si ese plan sobrevive al contacto con el enemigo (y a cualquier tirada de habilidad o salvación por marcha forzada que procedan) XD

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17/02/2022, 20:14
Director

Tu plan salió a la perfección, a tal punto que llegaste a pensar que Kumash te había dejado escapar para seguirte pero, a menos que el clérigo fuera también un consumado cazador, nadie te había seguido.

Tomaste un riesgo calculado al vagar por los bosques y las colinas al sur del camino. A esa altura el territorio estaba plagado de depredadores, siendo las mantícoras sólo una de las muchas otras especies de bestias salvajes. Pero te moviste rápido y en relativo silencio, y tuviste suerte.

Al segundo día encontraste una patrulla. Los habías visto en tus muchos viajes, solían recorrer la zona en grupos de diez hombres, dos de ellos jinetes listos para huir en caso de emboscada, y un capitán. Los hombres llevaban cota de malla, escudo ligero y un surtido de armas entre hachas, espadas y lanzas. El capitán vestía como un caballero, con una armadura laminada, escudo pesado y una espada ornamentada. 

Te vieron llegar desde la espesura y se pusieron en guardia. El capitán se adelantó. Generalmente no se metían contigo, tras responder unas preguntas de rutina te dejaban seguir viaje. Esta vez parecían más nerviosos.

- Alto, no des un paso más - ordenó, parecía un veterano - ¿quién eres? ¿y qué haces tan lejos del camino? ¿estás perdido o eres un espía? -

Su actitud tan frontal te dio a entender que no pretendía perder el tiempo con modales.

 

Notas de juego

Ahora que es el preludio hacemos las cosas más rápidas y sencillas, cuando arranquemos a jugar con todos juntos ahí sí prestamos más atención a los detalles ;)

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19/02/2022, 12:20
Davor Ulkrunnar

Por un momento, el pensamiento de responder que era un campeón de los orcos que venía a desafiarles por la propiedad de la frontera se le pasó por la cabeza. Por suerte, el sentido común pudo más que aquella bravuconada (algunos dirían que incluso estupidez) y Davor levantó los brazos, con las manos vueltas hacia la patrulla, para que vieran que las mantenía alejadas del arma.

- Ni lo uno ni lo otro, a pesar de mi aspecto. Buscaba una patrulla vuestra para avisaros. En estos momentos, un fanático con una banda de mercenarios y un cargamento de armas cruza esta región en dirección a las Tierras Salvajes. Pretende armar a cuantos orcos se le unan y levantar una horda con la que lanzar una campaña de conquista. Piensa que Gurmash le ha predestinado a ello.

Posiblemente, el nombre del Guerrero no les diría nada o muy poco a aquellos humanos. Aun así, que Kumash creyera ser una especie de elegido de Gurmash le hacía más peligroso que el fanático religioso habitual y alguien tendría que taladrar esa idea en la cabeza de aquellos soldados. Aunque hubiera de ser otro clérigo de Gurmash. Por un instante, Davor se preguntó si no sería una extraña prueba del dios, un nuevo campo de batalla que explorar al que se enfrentaba.

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21/02/2022, 15:36
Director

El hombre no pareció entender todas las implicaciones de tu advertencia, sólo se quedó con "mercenario, cargamento de armas, orcos y conquista", datos suficientes para preocupar a cualquier soldado.

Hizo una seña a uno de los jinetes, le transmitió un mensaje algo extenso y le indicó que tuviera prisa. El jinete desapareció hacia el norte.

- Es un aviso preocupante, estábamos esperando ese cargamento y contratamos a unos mercenarios para hacer el envío. Si lo que dices es cierto no sólo nos robaron, sino que piensan usar las armas para atacarnos. -

Dio más instrucciones a sus hombres, que se prepararon para marchar.

- Más razón para seguir nuestra patrulla. Si quieren pasar las armas evitándonos tendrán que salirse del camino, y no hay muchos lugares por dónde pasar unas carretas sin romper los ejes. Bendito sea Aradun por regalarnos esta tierra tan escarpada -

La mención de Aradun, dios de los enanos y maestro artesano, no te resultó inusual. Algunos dioses, como Selene de los elfos, Aradun, o Isha de los medianos, son reconocidos por la iglesia de Eriad como dioses aliados, al servicio del sol. También Gurmash se cuenta entre los sometidos a Eriad. Los cuerpos muertos de los misioneros de Eriad adornando los templos de las Tierras Salvajes son una muestra clara de la opinión de los orcos sobre el tema.

- No sé cuál es tu camino, pero Las Tierras Salvajes están cerradas. Agradecemos tu aviso pero no podemos confiar ciegamente en ti, así que por precaución no dejaremos pasar a nadie. Puedes ir al este, hasta Sandor, y planear desde allí el resto de tu viaje -

Su tono era más de sugerencia que orden, pero por la predisposición de los soldados, parecía que estaban dispuestos a tomarte prisionero si pretendías seguir al oeste.

Notas de juego

A menos que se te ocurra algo más, la idea es que Davor regrese a Sandor y de aviso de lo que descubrió. Un par de carros de armas alcanza para armar a una banda de orcos, pero no a un ejército. La última vez que estuviste en tu tribu fue hace un mes y no notaste que hubiera rumores de guerra o movimiento de las tribus. Si algo se está cocinando, en la opinión de Davor, todavía falta mucho.

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22/02/2022, 13:02
Davor Ulkrunnar

Se limitó a refunfuñar, descontento, ante la sugerencia de volver sobre sus pasos. Serían casi dos jornadas a pie, sin posibilidad de abastecerse y con depredadores al acecho. Pero los soldados seguramente no estaban por la labor de comerciar y tampoco es que fuera muy probable que Fuerte Karin tuviera un almacen de abarrotes a disposición de cualquier viajero que cruzase aquellas tierras.

No tenía realmente mucho donde elegir, por lo que dedicó unos minutos a volver a vestir la cota. Cargar con ella o llevarla puesta no le suponía diferencia alguna; iba a ir demorado bien por la impedimenta, bien por la relativa falta de movilidad. Hizo gestos a la patrulla de que tuvieran paciencia cuando le exhortaban a seguir el viaje de vuelta; hizo incluso alusión a que viajar desnudo sería suicida, a ver sí los soldados dejaban de atosigarle mientras se ajustaba la malla de escamas y apretaban correajes.

Y entonces inició el regreso a Sandor. Lo único reconfortante era pensar en preguntarle al enano si realmente existían aquellos metales maravillosos de los que se jactaba de haber trabajado. O de cómo rabiaría cuando le dijera que Kumash le había engañado y que sus armas podrían acabar en manos de orcos.

Notas de juego

¿Existe el mithral en este mundo? De ser así, creo que Davor ya tiene un objetivo claro a medio-largo plazo: una coraza de mithral XD

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22/02/2022, 16:35
Director

Notas de juego

Efectivamente, hay Mithral y todo lo que salga en el manual básico de Pathfinder. Si hay algo de otros libros que te interese lo podemos ver (incluso de manuales de D&D, que todo es más o menos compatible). 

Con esto damos por terminado el preludo. 120 xp que anoto yo en la planilla. En breve mando post en la escena 1.