Partida Rol por web

COLMENA SIBELLUS: ESPIRA SUPERIOR: CASA STROPHES:

080.816M41.

HORA LOCAL: 22:26.

- "Dejad de protegernos, Intius, id con vuestros hombres al combate. Esos mal nacidos han osado entrar en mi casa y por el Emperador que lo van a pagar. Julia, coge las armas. Nos unimos a la lucha." -

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HORA LOCAL: 22:26.

Un enemigo queda en mi línea de tiro y, sin dudarlo, disparo una ráfaga con mi pistola izquierda. Mis tiros esta vez dan en el objetivo y son varias las municiones que se ensartan en su carne, matándolo en el acto. Veo su cuerpo caer acribillado y es la primera baja del combate, pero planeo encargarme de que no sea la última.

"Uno menos de quien encargarnos."

Pero entonces veo que un rifle me apunta directamente, listo para abrir fuego en mi contra. Alcanzo a cubrirme nuevamente mientras escucho los impactos dar contra la muralla a mi espalda. Me he salvado por poco pues uno de ellos probablemente me hubiera llegado en el rostro. ¿Que habría sido de mis gafas si así hubiese sido?

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HORA LOCAL: 22:26.

Strophes tiene razón. Hay que reducir a esos asaltantes cuanto antes, y centrándome en proteger a los nobles no vamos a conseguir nada.

Sujeto con firmeza mi escopeta y echo a andar en dirección a una de las puertas. Lo van a pagar.

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HORA LOCAL: 22:26.

Apostada en el dintel de la puerta Renata apunta, segura de sí misma, segura de su arma. Sí, asegurando... y fallando. 

-¡Maldita sea! 

El tipo viene hacia ellos, y tras él otro. Titus, a su lado, sí se lleva al otro barrio a uno de aquellos tipos, pero casi recibe un letal impacto que consigue esquivar airosamente. 

Ella se prepara de nuevo, un nuevo único disparo, apuntando, apuntalándose. 

Vamos, pequeño, no me falles otra vez...

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HORA LOCAL: 22:26.

Verius se tomó su tiempo para apuntar, y a pesar de la situación de su alrededor, respiró profundamente y disparó contra uno de los mercenarios que avanzaba hacia ellos. Y esta vez si, la bala impactó de lleno en la pierna del enemigo volatilizándola y haciendo caer al tipo que murió en cuestión de segundos desangrado. 

Ya era hora- es lo único que pudo pensar mientras volvía a apuntar con su arma y preparar para disparar al siguiente enemigo, los cuales no dejaban de avanzar hasta ellos.

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HORA LOCAL: 22:26.

Todo era bastante simple. Posición de disparo, apuntar, disparar, repetir. Es cierto que el manual de perfeccionamiento indicaba que debía buscarse cobertura, pero no estaban para ser muy exquisitos con eso... Y además, le inspiraban poco respeto aquellos matones. Puede que por su pequeña transgresión al orden el espíritu máquina de su rifle decidiera darle aquel toque de atención haciendo amago de encasquillarse, pero por suerte se quedó solo en eso. El resto, fue seguir la rutina. Una rutina solo interrumpida para reírse abiertamente del desafío del matón, antes de seguir disparando. 

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HORA LOCAL: 22:26.

Los impactos de munición láser destrozan rápidamente la muralla detrás de mí pero me mantengo a seguro de momento. Lo único importante es conseguir acabar con los enemigos antes de que nos superen por ser una masa. Miro de reojo a los enemigos que quedan y sé que es peligroso exponerse mas es la única manera de acabar con su número. Veo las municiones de mis compañeros rebotar contra los atacantes y sé que eso es algo muy malo.

"Así jamás sobreviviremos."

Lanzo una ráfaga contra uno de los mercenarios y le acribillo brutalmente, regando de sangre el suelo. Mis municiones se impactan profundamente y no cae más que un enorme trozo de carne sanguinolenta y pestilente. De pronto, Tercio revienta la pierna de otro de los enemigos, lo que es una excelente señal de nuestras oportunidades.

El aire parece ralentizarse un momento y mi instinto me indica que es momento de bajar la cabeza. Lo hago justo para esquivar una ráfaga que por poco me habría impactado. Mis reflejos son rápidos y he tenido suerte, aunque sé que no siempre estarán ahí para salvarme. Lanzo una ráfaga contra ese mismo mercenario pero solo una bala le da y no le causa daño alguno, por lo que contengo una maldición e intento enfocarme en continuar la lucha.

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HORA LOCAL: 22:26.

- ¡Salid y rodeadles! - Ordenó Intius mientras él mismo bordeaba el escenario principal del combate y avanzaba por una despensa lateral. Estaba dispuesto a rodear al enemigo y atacarles por un flanco cuando menos se lo esperaran.

Avanzó escopeta en mano, y en cuanto viera a alguien a tiro... dispararía.

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HORA LOCAL: 22:26.

Valerius apretó de nuevo el gatillo de su revólver. La mandíbula de un enemigo casi se desintegró... Había impactado por los pelos, pero lo había logrado.

Le quedaban pocas balas antes de tener que recargar su arma... pero tenían que empezar a moverse si querían acabar con todos los asaltantes.

Entonces escuchó las órdenes de Intius...

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HORA LOCAL: 22:26.

Los enemigos siguen intentando acercarse y esa es una gran oportunidad para acabar con los más expuestos de ellos, cuando dan sus más atrevidos pasos. Lanzo una ráfaga de disparos hacia el más cercano de los mercenarios que quedan en pie pero solo una bala le impacta en el pecho y no es ningún daño el que le causa.

De pronto, me responde con un disparo que atraviesa mi pierna con violencia. Me resiento del impacto, mientras siento el agudo dolor en mi muslo. Aprieto los dientes y miro al desgraciado, sabiendo que no tendrá un buen final.

"Nadie que me dañe, vive para contarlo."

Sabiendo que la munición en mis cargadores está agotándose, descargo completamente mi pistola derecha sobre el desgraciado, reventándolo completamente, hasta que no queda hecho más que carne sanguinolenta. Cada vez son menos los que quedan, pero parece que desean retirarse, lo que significa que esta batalla está ganada.

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080.816M41.

HORA LOCAL: 22:27.

Desde el principio, el plan de asalto de los Mercenarios había salido mal. Su plan inicial era atacar en mitad de la madrugada, cuando todos los habitantes de la Casa estuvieran dormidos y despojados de armas y armaduras, pero les habían compelido a atacar a toda prisa, sin la menor demora, con lo que se habían encontrado a su enemigo preparado para la batalla.

Las medidas de seguridad de la Casa también eran mejores de lo esperado, no en vano Lord Laurent era un antiguo oficial retirado de la Armada Imperial. Los mercenarios habían conseguido cortar las comunicaciones, pero sus propias comunicaciones se encontraban a su vez interrumpidas también por los inhibidores construidos en la estructura de la Casa. Los Mercenarios habían cortado la luz, pero se había activado inmediatamente un suministro alternativo. Así que todos llevaban visores infrarrojos en vez de cascos, y no les servían para nada.

Les habían informado de que el objetivo eran unos nobles y sus sirvientes, con tal vez uno o dos mercenarios de cierta calidad, pero al final hasta los "sirvientes" de aspecto más inofensivo estaban armados y tiraban a matar.

Consiguieron herir a Titus, pero las bajas entre los Mercenarios comenzaron a amontonarse, por lo que perdieron la voluntad de seguir luchando y empezaron la retirada.

Hasta el Señor de la Casa salió en persecución de los viles matones, vaporizando a uno de ellos con su Pistola de Plasma mientras decía:

- "No recuerdo haberos invitado a entrar en mi casa." -

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HORA LOCAL: 22:27.

Los enemigos comienzan a retirarse, por lo que me adelanto unos pasos y lanzo mis últimas municiones contra uno de ellos, pero mi arma se encasquilla.

 - "¡La puta madre!"

Pero los mercenarios ya se están largando y es una pérdida de recursos intentar darles caza cuando ya no son una amenaza. Con suerte, dirán a sus patrones que intentar atacar esta casa es un despropósito y que no pueden intentar algo así de descabellado. Eso asegurará la seguridad de la familia Strophes mientras se mantengan en su interior.

"Mas el hecho de que atacasen acá significa que saben de nuestro propósito y nuestra fachada ya se fue a la mierda completamente."

Veo como se terminan de retirar mientras comienzo a desencasquillar mi arma y luego a recargar ambas, sabiendo que después de esto, lo más probable es que volvamos a disparar para sobrevivir.

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HORA LOCAL: 22:27.

La agradable conversación de vuelta fue interrumpida por el pesado ruido de los disparos láser. Kurt que estaba fajado en multitud de situaciones que comenzaban como conversaciones y acababan en tiroteos, no tardó en entrar en acción. Los enemigos asomaron por un pasillo que servía como cuello de botella, así que el antiguo legionario penal no dudó. Se apostó en una de las puertas que daban acceso a la habitación que ocupaban y disparó con el rifle láser.

Acertó unos cuantos disparos y sacó más de un grito de quejido de sus enemigos aunque no creía haber derribado a ninguno. Su arma no parecía ser la más óptima para atravesar el blindaje de sus oponentes. Dudó en emplear su fiable escopeta, pero eso significaba exponerse demasiado y aunque le seducía la idea de ir gritando blasfemias mientras disparaba al enemigo, no era el camino más óptimo para mantenerse con vida. 

Entre disparo, reflexión y disparo, el Strophes jefe se adelantó como si una horda de tyranidos le persiguiera y encaró a los enemigos que quedaban, machacando a algunos de ellos con su pistola. Salió detrás de él a la carrera, pues se suponía que debían de protegerle y dejarle cargar a solas no parecía la mejor forma de cumplir con la tarea asignada. No sirvió de mucho pues los enemigos salieron a la carrera y Kurt decidió seguir el sabio consejo de los puentes de plata a los enemigos que se retiran.

En cuanto la violencia acabó, su preocupación se centró en una única persona.

—¿Estás bien? ¿Te han dado algún tiro? —dijo mientras se acercaba a Renata para inspeccionarla.

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HORA LOCAL: 22:27.

Mantengo la mirada absorta durante unos segundos más, quizá minutos, en los pocos enemigos restantes que se retiran.

Maldita sea... si hubiéramos podido atrapar a uno con vida. Apreto uno de mis puños y me giro para observar si hay algún herido entre los nuestros. Obviamente habrá muertos entre los sirvientes de Strophes, pero ahora mismo solo me importan los miembros de la célula inquisitorial, así como los propios Strophes.

- ¿Algún herido? - Pregunto revisando con la mirada a todo el grupo. - Encargaos de registrar los cuerpos de estos asesinos. - Añado para mis compañeros mientras me dirijo hacia Laurent Strophes y Julia. - ¿Se encuentran bien? Deberían llamar a los Arbites y que tomen nota de lo ocurrido aquí... - Eso haría más difícil que aquellos locos volvieran a intentarlo.

- Daremos con su jefe. - Añado para que le quede clara la idea de que esto no va a quedar así.

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080.816M41.

HORA LOCAL: 22:27.

El combate había sido caótico, como todos los combates. Además, Valerius había comprobado que la munición de su revólver era como mínimo insuficiente para enfrentarse a muchos de los enemigos con los que solían toparse.

En su defecto tenía la ballesta, pero sospechaba que el resultado sería parecido. No, debía agenciarse un arma mucho mejor. Aunque no era el momento.

Escuchó de fondo las palabras de Titus y Kurt, y finalmente las de Intius... Acabó de recargar su revólver y luego volteó con el pie uno de los cadáveres. Observó al mercenario y se agachó con calma para registrarlo minuciosamente.

Quizá encontrarían una pista acerca de quién les había enviado. Aunque quizá fuera el tipo de las piernas mecánicas.. el mismo que había matado al cazarrecompensas. Valerius se preguntó cómo les había encontrado en la mansión... Miró un momento a sus compañeros, a los que habían ido a la fiesta... Tenían mucho de lo que hablar.

COLMENA SIBELLUS: ESPIRA SUPERIOR: CASA STROPHES:

080.816M41.

HORA LOCAL: 22:27.

El combate había terminado y por lo que parecía, ninguno de ellos había salido mal parado del mismo. Ciertamente, o el enemigo eran unos incompetentes, o habían venido esperando no encontrarse apenas resistencia. 

Verius asintió ante las palabras de Annius y se dirigió a registrar los cuerpos de los mercenarios asesinados. Con suerte, pudieran tener algo útil o de interés. 

TRANSCURRE TODA LA NOCHE:

COLMENA SIBELLUS: ESPIRA SUPERIOR: CASA STROPHES:

081.816M41.

HORA LOCAL: 06:30.

Veinte minutos después del inicio del ataque de los Mercenarios a la Casa Strophes llegaron varias patrullas del Magistratum, demasiado tarde para hacer gran cosa y cuando los servidores ya estaban recogiendo los destrozos.

Lord Strophes montó en cólera por su tardanza, habiendo comprobado que los vecinos llamaron al Magistratum al poco de empezarse a escuchar explosiones y disparos procedentes de la mansión. La excusa del Magistratum parecía medianamente plausible: otros dos grupos de matones como estos habían asaltado otras dos casas nobles, causando un caos monumental. Además, habían destruido el principal nodo de comunicaciones de la zona.

Los Strophes los acusó airadamente de haber sido sobornados, ante lo cual los agentes no opusieron nada, puede que fuera cierto, o puede que estos agentes simplemente no supieran gran cosa del asunto. En cualquier caso, podría ser verdad, pues la corrupción imperaba en la Colmena Sibellus, en todos sus estatos, incluso los elevados donde residía la nobleza.

Al parecer los Mercenarios esperaban resistencia, pero no mucha. Habían minusvalorado tremendamente la amenaza que podían suponer los Acólitos, lo que era indicativo de que quien les hubiera contratado les había tomado por simples empleados de los Strophes, y no por lo que eran realmente: miembros de un séquito inquisitorial.

La investigación de los cadáveres no reveló gran cosa, su equipo eran claramente excedentes de la Guardia Imperial, pero no llevaban nada que pudiera identificarles y todas las marcas de fabricación habían sido metódicamente eliminadas. Varios de ellos tenían antiguos tatuajes de la Guardia Imperial y parecían proceder de distintos planetas del Sector Calixis.

Tras echar a los agentes del Magistratum y asegurar la Casa, todos descansaron algunas horas, montando guardias que finalmente resultaron no ser necesarias, pues no se produjeron más ataques.

Por la mañana, junto con el desayuno, Lord Strophes convocó una reunión con los Acólitos. Julia y algunos sirvientes habían sido enviados a una casa segura de los Strophes de la que no había ningún registro oficial. Por la mañana también, a Lord Strophes le llegó la noticia, a través de un solícito contacto del Magistratum, de que algunos de los altos cargos del Coro del Júbilo habían sido asesinados por mercenarios desconocidos durante la noche. Sin duda, Theodosia había "hecho limpieza" antes de marcharse...

TRANSCURRE TODA LA NOCHE:

COLMENA SIBELLUS: ESPIRA SUPERIOR: CASA STROPHES:

081.816M41.

HORA LOCAL: 06:30.

Aquello, realmente, no había sido un desafío. Aquellos mercenarios, que más tarde resultaron ser ex-guardias imperiales, demostraron rápidamente que uno podía pasar por el servicio del Emperador sin haber sacado gran cosa, y con la mente tan vacía como cuando entró. Lo único sensato que hicieron fue huir cuando habían perdido, para disgusto del vostroyano. Sin embargo, las noticias no hacían más que ir a mejor, como comprobaron en la reunión que mantuvieron con el señor de la casa. 

Aquel tipo que pasaba por sacerdote de Marte parecía haber hecho limpieza. 

-¿Alguna idea?-preguntó al resto-si ese bastardo ha sido concienzudo, no creo que nos queden muchos hilos de los que tirar. 

TRANSCURRE TODA LA NOCHE:

COLMENA SIBELLUS: ESPIRA SUPERIOR: CASA STROPHES:

081.816M41.

HORA LOCAL: 06:30.

- "¿No escuchasteis nada en la Corte de Alabastro que pudiera indicar a dónde pueda haber ido? Por lo que dijisteis anoche antes de que nos atacaran, en alguna parte tienen que tener su laboratorio de drogas para elaborar esa... farcosia." -

TRANSCURRE TODA LA NOCHE:

COLMENA SIBELLUS: ESPIRA SUPERIOR: CASA STROPHES:

081.816M41.

HORA LOCAL: 06:30.

- Sí. - Comento pensativo y con el ceño fruncido. Tenemos al menos dos hilos de los que tirar... Primero Renata tiene una muestra de ejemplo de farcosia que consiguió en la Corte de Alabastro. Deberíamos analizar dicha muestra, aunque me preocupa comentárselo al noble... Y segundo... Vamos primero a empezar por el segundo, a ver qué sabe Strophes.

- Ambulón. ¿Os suena dicho nombre? - Pregunto a Strophes. - Shoal mencionó antes de morir que Theodosia iba a regresar a ese lugar. - Puede ser una zona entera de la Colmena, un barrio, un edificio, un local, o mil cosas... Quizá un satélite u otro planeta. Veamos si Strophes puede aclararnos algo al respecto.

También creo que va siendo hora de informar al Inquisidor Vaarak. Pero esperaré a que termine esta reunión con Strophes.