Partida Rol por web

[D&D 3.5] La Torre de las Almas Perdidas 2: El Plano de la L

Capítulo 16. Un Pueblo Abandonado.

Cargando editor
12/02/2018, 21:49
Cleon

Cleon enarboló su espada para abrirse camino a través de los zombies mientras corría hacia los vagones.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Igualmente, corro pero intentando mantener el grupo junto.

Cargando editor
12/02/2018, 22:50
Serge Leblanc

Vale, algo había avanzado. Estaba claro que ese horno no estaba ahí por casualidad, tenía que estar ardiendo para calentar lo que fuera que había en el tanque que tenía encima. Había que avivar el fuego como fuera. Podía echar más carbón, seguramente esa era la función de la montaña de combustible que había tan cerca de la caldera, pero, ¿cuánto tardaría en arder y calentar la maquinaria?

Lo malo era que no tenía fuelles o alcohol para acelerar el proceso. Ni fuego de alquimista ni magos que le pudieran ayudar tampoco. Jamás creyó que echaría de menos a Lyris, o al menos no tan pronto. Con un resoplido, el ladrón abrió la puerta de la caldera y comenzó a llevar todo el carbón que podía al horno ardiente. Avivaría ese fuego como que su nombre era Serge Leblanc.

Notas de juego

Si tengo que tirar algo, me avisas.

Cargando editor
13/02/2018, 16:34
Director

Echar más carbón al horno no parecía de antemano una mala idea. Sin embargo y pese a que las llamas ya eran considerables, no eran suficientes para avivar tales cantidades de combustible sin un acelerante.  De hecho, introducir más carbón en el horno solo parecía estar contribuyendo a apagar un tanto las llamas y únicamente provocaría pérdida de calor, justo todo lo contrario de lo que pretendía.

Serge empezó a sudar. Las manos le temblaban, aquella presión a la que se estaba viendo sometido no era habitual en su día a día. De aquel horno dependía no sólo s vida, sino también la del grupo de personas que podía ayudarle a conservarla más adelante siempre y cuando no fuera devorado por la horda que les rodeaba en esos momentos.

Por suerte el fuego no se apagó del todo y poco a poco parecía empezar a contagiarse al carbón que acababa de introducir. No lo estaba haciendo tan mal al fin y al cabo, pero necesitaba más velocidad, necesitaba más calor y lo necesitaba en ese preciso instante. ¿Qué podía hacer además de lamentarse por la desaparición de Lyris?

Fue entonces cuando recordó de nuevo que portaba algo en su equipo que podía serles de utilidad. Recordó su linterna sorda y el combustible que se utilizaba para encenderla. El aceite vegetal era un buen acelerador del proceso de ignición. Era el momento de utilizarlo, aunque claro estaba, no sabía si lanzando todo el contenido al interior del horno, podía producirse una explosión, aunque lo cierto era que la situación difícilmente iría a peor.

Cargando editor
13/02/2018, 21:39
Khorvin Lluch

Khorvin empezó a correr como alma que lleva el diablo en dirección a los vagones, tratando en lo posible de no separarse del grupo.

Cargando editor
14/02/2018, 00:32
Serge Leblanc

 -Merde!

Con tanto carbón, el fuego empezaba a ahogarse antes de empezar a arder. ¿Y ahora qué? Se estaba quedando sin opciones y los muertos estaban cada vez más cerca. Y entonces se le ocurrió. ¿Cómo no lo había pensado antes? Rápidamente agarró su mochila y sacó los frascos de aceite que llevaba para alimentar la linterna. Con un par valdría para avivar ese fueguecillo.

El ladrón abrió los frascos y se acercó a la caldera. Tenía que ser rápido o acabaría envuelto en llamas, así que, agarrando los frascos con una mano, abrió la puerta y los arrojó dentro con toda la fuerza que pudo para luego cerrar la puerta rápidamente. Si con eso la hoguera no revivía, ya podía despedirse del mundo.

Notas de juego

Si tengo que tirar algo o me he equivocado en algún detalle, avísame master.

Cargando editor
16/02/2018, 18:43
Director

El grupo emprendió la huida a la carrera. Sabían de sobra que nada tenían que hacer en contra de toda aquella horda de muertos vivientes. Sin duda morirían antes de eliminar siquiera a una enésima parte de los zombies que les rodeaban. Tan solo podían tratar de huir a contracorriente en busca de un lugar algo más seguro donde refugiarse. Ese sin duda era el extraño artilugio de metal que encontraron algunos cientos de metros atrás.

Durante la carrera fueron muchos los zarpazos, garrotazos y mordiscos que fueron recibiendo por doquier. Luchar contra aquel mar embravecido de no muertos era una acción casi suicida, pero no les quedaba otra que intentarlo. Sabían que podrían nadar hasta cierto punto y que posiblemente alguno se ahogase en aquel aterrados océano de garras y podridas dentaduras, pero fuera como fuera correr era su única salida.

A medida que avanzaban lanzaron golpetazos con sus armas aquí y allá. Desmembraron a algunos de sus enemigos y a otros los decapitaron de un espadazo limpio. Pero continuando con la analogía, aquello era como hacer rayas en el mar. Por muchos de aquellos seres que destruyeran, siempre había otro para substituirle. Evidentemente llegar hasta el carro de hierro era su única salvación.

Por suerte a medida que se alejaban del lugar donde tuvo lugar el inicio de la batalla, la concentración de bestias salidas del averno se limitaba. Iban en el buen camino, más necesitaban un milagro para llegar al lugar donde reposaba aquel artilugio mecánico. La vía discurría a pocos metros de ellos, pero la estación era casi inalcanzable. De no ser por un milagro no lo lograrían.

En ese momento sonó una detonación que fue acompañada instantes después por una especie de silbato. Sonaba en la dirección a la que se dirigían y este silbido vino acompañado por una columna de humo blanco. ¿Se trataba de un incendio? No podían saberlo, pero sin duda lo que si sabían era que esa columna de humo nacía del lugar al que se dirigían.

Notas de juego

Cargando editor
16/02/2018, 18:58
Director

Al introducir en el interior del horno aquellos dos botes de aceite se escuchó una explosión. Serge tuvo la suerte de que se le ocurriera cerrar la puerta del horno tras lanzar a su interior ambos recipientes. Lo cierto fue que sintió la onda expansiva de la deflagración aún con la puerta metálica cerrada.

La parte positiva era que las llamas estaban ahora más vivas que nunca a tenor del humo blanco que empezó a brotar de la chimenea. Instantes después escuchó un fuerte silbido por parte de la máquina. Todo parecía preparado para que aquel trasto mecánico comenzara a funcionar.

No obstante, el sonido de la explosión acompañado de aquel agudo silbido llamaron la atención de los indeseables no-muertos que campaban a sus anchas en aquel ahora pueblo abandonado. Algunos de ellos se habían girado hacia el carro de hierro y comenzaban a caminar hacia este con la clara intención de subir a su interior y buscar cualquier ser viviente que hubiera en su interior.   

Notas de juego

Una tirada de inutilizar mecanismo más!

Cargando editor
16/02/2018, 19:26
Serge Leblanc

Cómo detestaba que cada decisión tomada en aquel plano fuera una cuestión de vida o muerte. ¿Cómo de tostado habría acabado si no se le hubiera ocurrido cerrar la puerta del aquel horno? ¡Pero eso no era lo importante en ese momento!

El fuego ya avivado era lo verdaderamente importante. Ya que, aunque las explosiones y ese extraño pitido de seguro que habrían llamado la atención a todos los muertos vivientes de los alrededores. Con suerte sus compañeros lo habrían oído también y estarían corriendo hacia allí. Porque como se demoraran más de lo que él pudiera tardar en poner en marcha aquel carruaje, se quedarían en tierra, por mucho que eso le trastocara los planes. Porque sobrevivir sería más fácil en grupo, pero morir por esperar a dicho grupo era una idea muy, muy mala.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Empiezo a pensar que a estos dados no les caen bien los ladrones medio franceses ¬¬...

Cargando editor
17/02/2018, 11:42
Director

Notas de juego

Nuevo mapa del poblado:

 

Cargando editor
17/02/2018, 11:44
Director

Una vez el horno estaba a pleno rendimiento, Serge comenzó a manipular las palancas que parecía tenían que ver con la puesta en marcha de aquella gigantesca máquina de transporte. Tras jugar un poco con éstas algo pareció soltarse, pues todo aquel engranaje se movió haciendo sentir al ladrón cierta sensación de desequilibrio.

Acto seguido empujó una nueva palanca y segundos después escuchó un fuerte chirriar metálico. Fue en ese momento cuando la maquinaria comenzó a funcionar. Pese a que el sonido que hacía era muy desagradable y parecía como si en cualquier momento aquella maquinaria fuer a retorcerse sobre sí misma, lo cierto fue que el carro de hierro comenzó a avanzar lentamente a través de los raíles que marcaban su camino  y poco a poco parecía que iba ganando velocidad.

Lo había conseguido. Había puesto en marcha aquella extraña maquinaria que parecía proceder de otro mundo. La parte negativa era que acababa de observar que subidos en la parte exterior del vagón contiguo al suyo encontraban algunos de aquellos aterradores seres salidos del infierno acercándose hacia él con no muy buenas intenciones.

Notas de juego

Éste es el esquema del tren. Los puntos girses son zombies. Aunque se muestre la imagen por dentro del tren, tu no ves el interior por completo así que podría haber más zombies. También es posible que haya más vagones en la cola. El tren entra en el mapa de abajo a través de las casillas J1 y K1.

 

 

Cargando editor
17/02/2018, 16:31
Lope Ster

Lope Cercenó de un hachazo las cabezas de 3 zombies que se encontraban en fila acechando con los brazos en alto hacia el grupo, ambos cayeron uno encima del otro, inertes con las cabezas con expresión de alivio, había finalizado su no vida gracias al batidor, sin duda sus almas le estarían agradecidas en el mas allá.

El batidor corrió y saltó por encima de los hambrientos seres, sin duda las habilidades escapistas de las que hacía gala despistaban a esos torpes seres, un invertido, un salto mortal hacía atras, rodando y pasando por debajo de esos seres inmundos que al intentar alcanzarle caían al suelo, lo que permitía  a sus compañeros avanzar sin tantos problemas.

De pronto una explosión y un pitido ensordecedor provenientes de la zona donde se ubicaba el extraño artefacto alertó a todos, zombies y humanos. Aquello fue una suerte, la mayoria de los no muertos cambiaron de objetivo, no así la docena que les rodeaba que aun les tenia como objetivo principal, pero ya eran una fuerza menor que podian controlar.

Todos juntos comenzaron a correr en dirección a las vias, golpeando y empujando a esos seres, tratando de llegar antes que esa marabunta de no muertos que lentamente se dirigía a su destino.

- Tiradas (2)

Notas de juego

avanzamos rapidamente con el minimo combate posible

Cargando editor
17/02/2018, 17:55
Cleon

Cleon seguía avanzando, dando golpes con la espada a uno u otro lado simplemente para abrirse paso. Dio un salto al escuchar el extraño ruido, pero no tenían a otro sitio donde ir así que continuó su camino a la carrera hacia el vagón metálico.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No he tirado daño ya que realmente Cleon usa la espada como un machete para atravesar la jungla, simplemente golpea lo que se ponga por delante para pasar sin mirar atrás.

Cargando editor
17/02/2018, 20:11
Khorvin Lluch

Durante su carrera, un no muerto especialmente desgastado se cruzó en su camino. Sin detener su ritmo, consciente de que perder la inercia en la carrera podía significar su muerte, se limitó a lanzár un puñetazo al cráneo del muerto, el cual contra lo que habría esperado, cedió debido a la podredumbre, internándose su puño entero en la cavidad que había creado.

-¡Va de retro! ¡el pútrido villano ha asido mi mano con su testa!-gritó sin dejar de correr, lo que implicó que el cadaver, ahora si, muerto empezase a ser arrastrado por el marino varios metros hasta que la cabeza se separó del cuerpo debido al peso,  dejandolo caer  cual saco de nabos.

Cargando editor
18/02/2018, 15:05
Serge Leblanc

¡Bien! ¡Aquello se estaba moviendo! ¡Por fin, después de todos sus esfuerzos! El ladrón se habría puesto a bailar de alegría si no fuera por la presencia de tres muertos vivientes intentando subirse al carro.

 -¿Qué os he hecho yo, dieux, para que me tratéis así?

De lo malo malo, al menos aún estaban lo bastante lejos como para darle tiempo a pensar, pero si no hacía nada pronto se convertiría en el canapé más majo del mundo. Tenía que echarlos de allí, porque luchar cuerpo a cuerpo no era precisamente su especialidad. Desde donde estaba tenía una perspectiva bastante decente de los enemigos. Seguramente si les disparaba con el arco les acertaría. ¿Bastaría eso para soltarles del carro? Merecía la pena intentarlo.

Serge Leblanc cogió su arco corto y apuntó al zombi más cercano antes de disparar una flecha, la cual impactó de lleno en la muerta carne del monstruo. Ojalá hubiera suerte esta vez y su idea saliera como la había pensado…

- Tiradas (2)

Notas de juego

Hombre, ahora me salen las tiradas decentes, frente a enemigos a los que muy probablemente no les afecten las flechas XDD.

Por cierto, ¿tiro iniciativa de nuevo? ¿O me dura aún la que tiré antes?

Cargando editor
19/02/2018, 21:02
Director

La carrera por la supervivencia entre aquel ejército de no muertos continuaba de forma inexorable. No sabían muy bien que esperar una vez llegaran a la máquina que habían dejado atrás para explorar aquella extraña luminaria que resultó ser un ser equino envuelto en llamas, pero sin duda hubieran querido quedarse arropados en su interior antes que salir a nadar en un mar de muertos hambrientos de sangre caliente.  

Loperick era el más rápido de los allí presentes y aunque había tratado de mantenerse junto al resto de sus compañeros, finalmente se tuvo que separar irremediablemente de ellos, pues la marea de zombies era cada vez más caudalosa y no bastaban sus hachazos para abrirse paso entre ella. Por suerte en su alocada tan solo recibió un leve topetazo con uno de esos monstruos aunque lo cierto es que fueron muchos los que trataron de agarrarle.

Algo por detrás de él avanzaba Cleon, quien trataba de esquivar al mayor número posible de muertos vivientes. Muchos fueron los que contó tratando de morderle, pero sólo uno pudo alcanzarle en su carrera y morderle dolorosamente en un brazo. Suerte que su fiel compañero animal estaba allí para socorrerle propinando un mordisco en la pierna de aquel ser, el cual cayó al suelo liberando así al cazador de su intento de presa.

A unos pocos cuerpos de distancia corría Edzard algo distanciado de Cleon. Aquel anciano, pese a su avanzada edad estaba realmente en forma y era grácil como una pantera. Pues todo intento de aquellos zombies por atacarle fueron en vano. Su armadura tenía mucho que ver con todo aquello para bien y para mal, pues aunque impedía en muchos casos que los zarpazos y mordiscos afectaran a su portador, también le retrasaban por su peso.

De la vista de todos se habían perdido Markku y Khorvin. Corrían a la par esquivando aquí y allá a los seres que se abalanzaban sobre ellos. Markku demostró una vez más ser un gran guerrero, pues con sus armas por delante le abría paso a Khorvin, quien ya algo debilitado por las muchas heridas recibidas, empezaba a quedarse atrás. No llevar armadura fue un alivio la hora de correr, pero dos zarpazos sin duda hubieran sido inertes de haberla llevado.

Fue en ese momento en el que todos vieron asomar a aquella extraña máquina humeante avanzando a través de las vías que tenían frente a ellos. El carro de hierro sin duda se había puesto en marcha con la ayuda de alguien. Una ayuda providencial que llegaba como un vaso de agua en medio del desierto y que tenía una firma y un nombre, la de Serge, o eso al menos esperaban todos.

Notas de juego

Lope y Alsvid puden alcanzar el tren en el siguiente asalto sin problemas.

Markku, Cleon y Khorvin lo podrían hacer en dos asaltos y Edzard tardaría tres.

Lope puedes narrar en tu proximo turno como subes al tren y puedes ayudar al perro de Cleon a subir si así se lo ordena su amo. Antes TS REF CD 12

Marrku Cleon y Khorvin, vosotros llegáis más tarde y el tren va más rápido. Por eso la CD incrementa a 15. Describid como llegáis después de Lope y yo me encargo de la suerte o desgracia de Edzard.

Cargando editor
20/02/2018, 15:06
Director

La máquina que acababa de poner en marcha ganaba velocidad a marchas forzadas circulando sobre aquella vía en dirección al cruce con la avenida que daba acceso al callejón donde había pasado la noche junto a Khorvin y al resto de sus compañeras ahora desaparecidas. Los zombies por suerte avanzaban despacio en dirección a la cabina que Serge ocupaba. Uno de ellos simplemente resbaló cayendo a la vía y siendo aplastado por las poderosas ruedas metálicas de uno de los vagones.

La flecha que disparó el ladrón a los mandos de aquel carro de hierro de proporciones garganturescas se incrustó en el pecho de uno de los muertos vivientes que avanzaban hacia él. Lo cierto fue que no pareció afectarle para nada y siguió a lo suyo tratando de alcanzar la cabina para hincarle el diente al pobre maquinista improvisado.

Se acercaba cada vez más al cruce. Casi de manera inevitable dejaría en tierra a sus compañeros si no se encontraban junto a la vía en el momento en que pasara por su lado. No tenía ni las más remota idea de cómo se detenía la maquina una vez había iniciado su trayecto y tampoco tenía tiempo ni ganas de descubrirlo. Detener el carro y hierro significaría perder un valioso tiempo para disparar una nueva flecha y dárselo a otros no muertos para acceder al transporte que garantizaría su supervivencia un poco más.

Notas de juego

Tienes a dos zombies a punto de subir a la cabina.

 

Ahora ya sólo depende de tus compis el llegar o no a tiempo.

Cargando editor
20/02/2018, 18:11
Lope Ster

Loperick observó asombrado como la enorme mole metálica avanzaba por las vías como si estuviera fabricado a postas para ello, parecía algún tipo de magia de movimiento que desprendía una humareda visible desde lejos, sin duda humos mágicos de invocación demoníaca.

Pero aun siendo un ingenío del mal, que posiblemente les llevaría a las entrañas del averno, era su única escapatoria, eso o morir despedazados por cientos de muertos vivientes hambrientos.

Su primer instinto fué correr hacia el ente metalico, pero observó como sus compañeros tenian dificultades para avanzar, en especial Markku y khorvin, los cuales eran invisibles a sus ojos, pero no así a sus oidos, centrandolos detras de las casas que él habia pasado instantes antes, sin duda su compañero estaba en peligro. -Que me aspen si te he encontrado Khorvin para volver a perderte!

El batidor sacó su espada corta mientras saltaba sobre 2 zombies a los que acababa de sobrepasar, cortando por la mitad con el hacha a uno, y la cabeza con la espada corta al otro, comenzó a rodar como un molinillo en dirección opuesta al endiablado artilugio, en esa espiral de muerte y violencia el baño de sangre era espeluznante, ya no se veía mas que rojo a su paso y de ese mismo color estaba impregnado el gran Loperick.

Sobrepasó primero a Cleon y su perro, el cual portaba la pierna de un muerto viviente en la boca, ladeando la cola satisfecho con su botín, Despues Edzard, al cual ayudó atravesando el pecho del siguiente muerto que tenía delante suya. -Seguid avanzando! el carro metalico se mueve hacía aqui! Yo voy a por los rezagados, si muero, vengadme!

Tras estas palabras, el joven batidor se giró hacia ellos y antes de cargar contra los enemigos espetó -Por Khorvin!!! y corrió abriendose paso como un rey en la batalla.

 

Cargando editor
20/02/2018, 19:16
Cleon

Había un enorme dragón de metal avanzando lentamente por los raíles. Eso le pareció a Cleon esa gigantesca mole de metal que poco a poco iba incrementando su paso. El temor hizo que el explorador aflojara su paso un instante y en ese momento contempló a su amigo Lope que venía hacia él para ayudar a los compañeros más rezagados.

Hizo una seña a Alsvid para que soltase su trofeo mientras continuaba dando golpes de espada a diestro y siniestro. Tenía que ayudar a sus compañeros, pero si se retrasaba quizás tendrían que ayudarle a él.

Por tanto no retrocedió, pero si bajo ligeramente el ritmo de su carrera mientras se concentraba más en los golpes intentando despejar el paso no ya para él, sino para los compañeros que venían de atrás. Alsvid ayudaba dando dentelladas y metiéndose entre las piernas haciendo que los torpes seres cayeran al suelo.

Casi había llegado al lado de la máquina que iba ganando velocidad mientras esperaba a sus amigos.

Notas de juego

¡¡ Muy bien Lope !! Todos o ninguno.

Cargando editor
21/02/2018, 00:45
Serge Leblanc

La flecha efectivamente había impactado, pero como si no lo hubiera hecho. Si el zombi había notado algo, lo disimulaba a la perfección. Al menos uno de aquellos muertos se había caído del vagón y había encontrado un horrendo final bajo el enorme peso de aquel carruaje. Entonces se le encendió la bombilla. Si les hacía caer y luego les empujaba fuera del carro… Sí, así podría vencerlos sin lugar a dudas.

Pero el mayor problema venía por lo rápido que se le estaban acercando. Un poco más y ya le tendrían al alcance de sus repugnantes manos. Aunque no era el único problema, ¡claro que no! El carro de hierro empezaba a ganar velocidad. Y sus compañeros aún no estaban a la vista. ¿Es que acaso iba a huir él solo? ¡Que sin compañeros no sobreviviría en ese plano infernal! Tenía que frenar esa cosa… ¿pero cómo? Y además, si la frenaba, ¿cuántos muertos se subirían antes de que el resto del grupo llegara? Si es que llegaban, claro está…

Los dos zombies se estaban acercando demasiado a él mientras se entretenía pensando en esas cuestiones, por lo que disparó de nuevo, esta vez intentando apuntar a las rodillas para frenar el avance de los cadáveres andantes. Y si eso no funcionaba, tendría que atacar cuerpo a cuerpo. Tenía que echar a esas cosas como fuera. Antes de que le convirtieran en su almuerzo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

No sé si he acertado, pero tiro el daño por si acaso. Si he fallado, ignora esa tirada.

Y sigo posteando para mí porque no sé si mis compañeros me ven desde donde están.

Cargando editor
21/02/2018, 21:00
Director

La flecha se incrustó de nuevo en el pecho de uno de los no muertos. Aquel ser animado tras la muerte, parecía inmune a ese tipo de daño, o al menos no parecía molestarle demasiado el haber recibido un segundo disparo. Tanto era así que subió sin demasiados problemas a la cabina que ocupaba el ladrón y su compañero venido de la otra vida le siguió encarándose a él.

Serge por fin localizó a sus compañeros. Todos ellos corrían hacia la parte trasera de las casitas de madera situadas tras la avenida principal de aquel pueblo ahora abandonado. Habían logrado esquivar la atención de la mayor parte de los muertos vivientes que se aglomeraban en los alrededores. No obstante, la máquina de hierro ganaba velocidad por momentos y cada vez iba a ser más difícil detenerla y por supuesto la dificultad de montar en marcha aumentaba a mayor velocidad.

Hubiera tratado de ayudar a sus compañeros a subir. Podía haberles lanzado una cuerda, llevaba una en su equipo, pero lo cierto era que en esos momentos, suficientemente ocupado estaba con los dos zombies que arremetían contra él. Por suerte sus burdos intentos por golpearle se quedaron en eso, en meros y torpes intentos.

En su carrera hasta la zona trasera de la avenida principal donde Loperick se reencontró con Khorvin y Markku, dos de los muertos vivientes se abalanzaron sobre él. No obstante, los esquivó con soltura rebanando el cuello de uno en la carrera. Siguiendo a Khorvin apareció Cleon, previa llegada de Alsvid que se adelantó unos metros. Cleon tuvo que enfrentarse también a otro de esos seres y su espada dio buena cuenta de él cercenándole las dos piernas. Algo más retrasado llegaba un jadeante Edzard, que gracias a su portentosa armadura había evitado todo daño.

La buena noticia era que la máquina que discurría sobre los raíles parecía estar tripulada por Serge. La mala era que aumentaba su velocidad por momentos y que el ladrón que lucía vendas por todo su cuerpo estaba enfrascado en una pelea con dos de los muertos vivientes que habían accedido al carro de hierro.

Notas de juego

Serge, tira ataque cuerpo a cuerpo.

El resto corred al tren antes de que pase de largo. Para subir TS REF CD 15

Todos menos Edzard llegáis en éste asalto (si queréis).