Partida Rol por web

—¿Cómo que qué haces?

Allure titubeó.

—No... No siento que la gema tire de mí como antes.

Lynn parpadeó confusa y rebuscó rápidamente en uno de los saquillos de su cinturón hasta sacar el granate para poder observarlo. A simple vista estaba igual que siempre.

La clériga no supo qué decir exactamente aunque se sobresaltó cuando el susodicho salió volando repentinamente de su mano. Bueno, en realidad no salió volando por si solo, cuando lo agarró os disteis cuenta de que había sido Astucia quien había atraído la gema con la mano que tenía libre. Al cogerla en el aire simplemente la miró un instante y luego os la mostró.

—Ya no está maldita—dijo—. De lo contrario soltaría rayos y centellas al tocarla yo...

Se la echó de nuevo a Lynn para que la agarrase.

—¿Q-Qué? ¿Cómo?—la clériga la recogió torpemente. De hecho le rebotó varias veces entre las manos hasta que consiguió atraparla—. Da igual.

Sacudió la cabeza y se giró hacia Allure.

—¡E-eso es genial! ¿no?—dijo, esbozando la primera sonrisa realmente luminosa en horas—. ¡Ahora puedes ir donde quieras, ya no estás atrapada!

—¿Qué? ¡No!—respondió la interpelada, que de hecho parecía más asustada que otra cosa—. ¿Qué tiene de genial? ¡No sé dónde rayos ir! Ya habéis visto que no les gusto a otras entidades del Velo. Los demonios me ven como un despojo y a los espíritus les inspiro desconfianza.

Se frotó las manos con nerviosismo.

—He estado sola hasta que Dreren encontró esa estúpida gema ¡Y odio estar sola! ¡No quiero! ¡Es aburridísimo!

Lynn se mordió la falange del índice sin saber muy bien cómo reaccionar. Aunque por el modo en que había combado las dejas debía sentirse genuinamente mal por aquello.

—Gabby, ¿no hay... forma de que pueda venir con nosotros como hasta ahora?—preguntó—. Recuerdo que, cuando lo derrotamos, Schaudaron dijo algo de que las entidades del Velo no podían estar fuera del Velo sin un... "ancla" o algo así. ¿Cómo es eso?

Una tirada de Saber (el Velo) puede ayudar con el tema. O también podéis preguntar a los PNJ colindantes.

Gabby elige 10 para un total de 22 (te recopilo tanto lo que ya sabía más lo que le da la tirada)

Una criatura del Velo no puede salir de él sin un "ancla" o de lo contrario se consumirá hasta desaparecer. Esas anclas pueden ser objetos o personas. Y pueden crearse por la vía forzosa o por la pacífica.

Por la forzosa son posesiones y ligaduras. En el caso de las personas se llaman posesiones (Schaudaron con Ferin) la entidad toma el control del cuerpo de esa persona, la cual se convierte en el ancla, y así puede moverse por el Mundo Material libremente. Es algo impuesto y propio de demonios, a los espíritus no les gusta hacer esto.

En el caso de los objetos, se llaman ataduras (Allure con la gema) es también algo impuesto ya que es como sacar a la entidad del Velo y encadenarla a algo en el Mundo Material: Puede salir y entrar del objeto pero no puede volver al Velo ni alejarse del objeto más que determinada distancia. Tampoco puede dañar esa cadena. Ni al dueño del objeto, de haberlo.

Por la pacífica son vínculos. En el caso de las personas (Astucia con Gabrielle) la entidad no necesita poseer a la persona para "asomarse" al mundo real, desde el Velo puede ver lo que ésta ve y comunicarse con ella. Por experiencia propia has comprobado que, aunque pueden usar a la persona de puerta para entrar y salir del Velo, parece que no pueden permanecer fuera de éste mucho tiempo o se consumen igualmente.

En el caso de los objetos es como una ligadura solo que, al no ser impuesto, no hay cadena. Las entidades que se vinculan a objetos pueden usarlos de puerta para entrar y salir del Velo a voluntad mientras el objeto no sea destruido o el dueño no lo abandone. Porque según lo documentado, en estos casos es necesario que el objeto tenga dueño voluntario. Si no, de nuevo al no haber cadena, no hay nada que conecte con el Mundo Material y no se crea la puerta.

—Lo que sucede es muy sencillo —mintió Gabrielle—. Allure era una prisionera, anclada a nuestro por una ligadura en la gema y ahora la ligadura está deshecha. Podéis formar un vínculo, en cambio. No como el que tenemos Astucia y yo, sino a través de un objeto. La gema puede valer. Pero tiene que tener un dueño voluntario: si no, no sirve. Con un vínculo a través de la gema podrías entrar y salir del Velo a voluntad. Con vínculo o sin él, no es recomendable que permanezcas mucho tiempo fuera de la gema o podrías consumirte igualmente.

—Sencillo—dijo Alexei sonriendo con ironía—. Ya.

Escuchasteis un sonido rasposo a espaldas de Alexei. Al mirar, salvo a Ayla tapándose la boca con la mano disimuladamente y mirando de soslayo a otra parte no visteis nada raro.

—¿Eso quiere decir que sería como antes pero pudiendo ir y volver al Velo a través de la gema?—titubeó Allure mirando la susodicha con evidente desconfianza—. ¿Y... sin tener que quedarme obligatoriamente cerca?

—Sí—dijo Astucia cruzándose de brazos ociosamente—. Y si alguien quiere la opinión del espíritu vinculado: mejor con un objeto que con Lynn. Al tener parte de demonio no está claro qué podría pasar si creases el vínculo con ella.

Lynn parecía intentar estar desmenuzando toda aquella retahila de conceptos complicados mentalmente.

—¡Yo! Yo me quedo con la gema—se ofreció en cuanto creyó haberlo entendido—. Todo lo que tengo que hacer es no abandonarla, ¿no? Mientras sea la dueña ella podría usarla para entrar y salir del Velo... aunque sea a ratos.

Se volvió hacia Allure.

—¿Eso te parecería bien?

—Sí... s-supongo ¿pero cómo creo un vínculo con una gema?—Allure carraspeó aun algo confundida con todo aquello—. No he hecho nunca nada de eso.

Astucia soltó un suspiro algo apagado. En verdad Allure sí había hecho aquello en un pasado y no precisamente con una gema.

—Ya has estado en su interior antes. Te es familiar y tiene un significado—dijo—. Cuando quieras usarla de puerta y estés en el Velo simplemente piensa en ella. Podrás sentirla y saltar a esa puerta.

Repentinamente Allure se puso a brincar en el sitio dando palmaditas ilusionadas en un arranque de aquella bipolaridad suya.

—¿Sólo eso? ¿Y podré salir y entrar cuando quiera y hasta donde quiera? ¿Y no me tendré que aburrir? ¿Eso es que ya os fiais de mí?—le dió un abrazo repentino a Lynn estrujándola contra ella con lo que parecía más fuerza de la necesaria—. ¡Gracias, cielo!

La clériga se puso a sacudir un brazo e intentó decir algo que debía estar en la linea de "¡No puedo respirar!" o pero lo único que le salió fue un gruñido sofocado.

—Voy a... intentar rehacer los otros dos sellos depués—dijo Astucia mirando el bastón como si lo viese por primera vez—. Y sería buena idea que volvieran a ser duales.

Hizo una pausa y frunció ligeramente el ceño mirando de soslayo hacia un punto concreto cerca del marco de la inmensa puerta.

—¿O te has quedado por algo en especial?

Al mirar visteis que, entre la ligera capa de polvo que aún quedaba en suspensión, Deseo seguía subida al cascote. Tenía una pierna cruzada sobre la otra y apoyaba la barbilla en una mano con gesto aburrido.

—Para asegurarme de que tus amiguitos humanos no se pongan a tocar cosas que no deben y la vuelvan a liar antes de irse—respondió con desdén—. Luciérnaga.

Abandonó la postura cruzándose de brazos con la espalda bien recta y la barbilla ligeramente alzada.

—¿Te pensabas que pretendía ayudar a uno de los tuyos a hacer dos sellos duales en las otras dos puertas? ¡Ja! No sé por quién me tomas pero puedes esperar sentado dos eternidades—añadió—. He hecho este porque me interesaba a mí. No por ningún estúpido ataque de "misericordia".

Pronunció la última palabra medio haciendo una mueca medio agitando la cabeza de izquierda a derecha como quien menciona algo que le produce vergüenza ajena.

—Oh, lástima... —Astucia se encogió de hombros con teatral indiferencia—. Entonces quizá se vuelvan a presentar otros humanos por aquí a intentar abrirlos de nuevo. Y a montar otro escándalo. ¿Te imaginas el petardazo si lo intentaran con una tonelada de lirio? Es más, ahora que ya los han visto romperse una vez, si los sellos fueran sólo de luz seguramente habría también montones de demonios de los gordos tratando de sacar provecho de esos humanos y molestándote con...

Deseo lanzó un bufido exasperado.

—¡Está bien! ¡Vale! ¡Cállate!—aceptó visiblemente irritada—. ¡Pero que sea rápido! Y luego haz el favor de olvidarte de que existo.

—Por supuesto. Jamás osaría hacer lo contrario a sus deseos... —resopló el espíritu con una pretendida falsa reverencia. Tras lo cual añadió entre dientes en un paralelismo a lo de "luciérnaga":—. Víbora cornuda.