Partida Rol por web

Dungeon World

PANTALLA DEL DJ

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11/07/2014, 09:39
Sólo para el director

Prakda, dios de la justicia y la verdad

al ojo grabado en el metal que se abre paso en la oscuridad!

Provengo de la Orden del Guarnecido

 

Provengo de la Orden del Guarnecido

Esos lobos proceden de Erbaryom, el gran bosque negro que se extiende más allá de las montañas azules conocidas por los humanos como Bal-Sagoth, la tierra de los Reyes Gusanos. Un lugar perdido, un lugar al que solo unos pocos se atreverían a internarse

existen templos perdidos que han sido devorados por la espesura, templos dedicados a dioses antiguos y paganos, templos de formas extrañas y columnas con grabados que nadie entiende, y he oido hablar de los barrancos donde viven Los Reyes Gusanos,

Esas ruinas que dices pertenecen a civilizaciones ya olvidadas que cometieron el error de dejarse llevar por la vanidad. Pero ahora el bosque ha reclamado el territorio que anteriormente le fue arrebatado. En estos lugares habitan las criaturas más terribles... Los llamamos los Guardianes, pues existe la creencia de que están allí para evitar que el egoísmo y la ambición vuelvan a dominar esos territorios.-

Los Reyes Gusanos son vestigios de alguna de estas civilizaciones que han conseguido prosperar en los lugares más recónditos del bosque y... mi clan... mi antiguo clan, entró en su mismo juego para enfrentarlos. 'Combatir el fuego con fuego'. Así es como lo justifican algunos...

clan de los Úmanyar

 

Los Druidas del Gran Bosque de Khatar. El bosque que se extiende salvaje al sur de las montañas azules y que, por ahora, se ha mantenido libre de la influencia de los Reyes Gusano Más al norte. Más allá de las montañas escarpadas y siempre nevadas, se extiende lo que vosotros los humanos conoceis como Bal-Sagoth. El Gran Bosque Negro. Terribles sombras se proyectan desde allí

El Gran Bosque de Khatar es el dominio de La Diosa y el gobierno supremo de El Dios. Los Druidas de Khatar servimos a estas Deidades, y practicamos la magia que existe en nuestro interior para el bien de todas las criaturas y la Naturaleza, que son la belleza y la perfección del cuerpo de la Diosa. Para llevar a cabo nuestra labor de bendición, consejo y ayuda para toda la tierra, usamos con el Permiso de la Diosa los elementos sagrados: tierra, agua, fuego y aire, y el quinto elemento que es nuestro Espíritu o la Magia.

Khatar no está dispuesto a resignarse a los Demonios de La Devastación, que se disfrazan de progreso técnico y avances tecnológicos. Khatar y sus hijos defenderemos aun a costa de nuestra propia sangre, la Vida y la Magia, y seguiremos haciendo el Bien para todos los hijos de La Diosa y toda la Naturaleza...

 

No. No es la primera vez que oigo sobre los Caballeros de Kennedril. La orden de caballeros templarios dirigidas por Grogan Dal, sumo sacerdote y brujo, que tala arboles día y noche para construir sus fuertes y atalayas que sujeten los mastiles con sus estandartes,  que quema bosques para convertirlos en pastos para alimentar a sus vacas,  que destruye los cursos de los rios en busca de oro y metales preciosos...

 

Grogan Dal y sus  fieles, terribles y depravados guerreros conjurados que practican rituales de sangre y sacrificios humanos, y que rinden remota y antigua pleitesía a los Demonios de La Devastación, ellos  extienden sus tentaculos de poder y corrupción desde los muros de la ciudad gris de Lossar, Ellos son conocidos por los elfos de Bal-Sagoth y por los humanos de Khatar como La Ruina. 

-Bal-Saggoth y Khatar mantenían relaciones comerciales, sociales y de tradiciones profundas y estrechas desde tiempos inmemoriales... Los elfos y los humanos convivíamos en absoluta comunión sirviendo a La Naturaleza. Éramos como un sólo pueblo. Un día... aquel que Dal cumplía ciento sesenta años, las Montañas Azules empezaron a derretirse con el mayor deshielo que jamás vio nuestro mundo. Bal-Saggoth y Khatar quedaron separados por lo que durante diez años fue conocido por El Gran Mar, los restos de las Montañas Azules y sus glaciares. El Paso Santo, un gigante paso con ciudades y ferias, y lleno de vida, que conectaba ambas regiones, se extinguió por la inundación, y Bal-Saggoth y Khatar no pudieron comunicarse jamás

Este acontecimiento histórico transformó las relaciones entre elfos y humanos causando una gran pena en los dos pueblos. Pasada aquella terrible década de sufrimiento, pudimos remontar nuestras vidas y los humanos huimos al sur, hasta llegar a lo que hoy es El Gran Bosque. Lo bautizamos con nuestra marca humana, Khatar, el nombre de nuestra sepultada antigua ciudad. Dal cumplía aquel año ciento setenta años...

Druidas, profetas y otros servidores humanos auguraron bajo la guía de La Diosa, un gran peligro de muerte y destrucción que vendría de El Gran Mar, que volvería a surgir como Las Montañas Azules. En efecto... pocos meses después de estas profecías, Las Montañas Azules resurgieron, pero esta vez fue con un aura de peligro y muerte, de caos y de maleficio... Y el Paso Santo, obviamente, ya no conectaba elfos y humanos. Durante los diez años de existencia de aquel mar de desolación azul, Dal estaba reclutando hombres y creando un ejército poderoso, Los Caballeros de Kennedril. Los elfos permitieron a Dal este reclutamiento... ¡Los elfos nos traicionaron! ¡Abandonaron al Dios y a La Diosa, a la Naturaleza y a los Humanos! ¡Se convirtieron a esa secta de sanguinarios y  bárbaros decadentes! Ellos defienden que sólo 'modernizaron' sus costumbres, y en aquel tiempo 'simplemente' cedieron la Magia de los Árboles a los ejércitos de Dal.

-Aun con esto, no son los elfos los culpables... Dal los amenazó con la aniquilación si no era cedida la Magia de los Árboles. Esta magia es un poder antiguo que poseían los elfos. Dal y sus filas oscuras, y su nueva religión atroz, tomaron la Magia de los Árboles... y por ello, tras la gran Ola de Calor que derritió las Montañas Azules, pudieron erigirlas de nuevo. Sólo La Diosa sabe qué oscuridades arden inmorales en esas cimas que ya no son lo que eran... ¡Cuán débiles se mostraron los elfos con Dal! ¡Antes morir que perder la vida!

-Para este entonces, Las Montañas Azules volvían a existir, y muchos mensajeros humanos entablaron comunicación con los elfos que volvían a ser libres tras encarnizadas batallas contra Dal. Supimos así que los elfos precisaron de nuestra ayuda... pero no pudieron acudir a nosotros por El Gran Mar... es por eso que Dal provocó la Ola de Calor con sus magos oscuros: para que los elfos cedieran la Magia de los Árboles a sus huestes, sin poder resistirse y sin poder contar con la ayuda de los humanos.

-Las batallas de los elfos contra Dal obligaron a este último a salir de las tierras élficas, y a instaurar un nuevo Gobierno Oscuro en la maliciosa Lossar. La Magia de los Árboles volvió a manos élficas y seguras... pero el poder ya había sido usado para sus fines, y Dal ya maquinaba planes que nadie conoce, en las cimas de las Montañas Azules. No sé para qué querían La Magia de los Árboles.

-Esta historia trágica rompió los lazos entre elfos y humanos. Los elfos nos culpan de su crisis y su guerra antigua con Dal, porque no acudimos a su llamada. Pero no fue nuestra culpa. Esa llamada no llegó a nuestros oídos. Mi padre era elfo, y mi madre era humana. Los dos murieron en la Inundación...

-Juro por La Diosa acabar con la vida impura de Dal, y luchar y dar hasta la última gota de mi sangre de Druida Humano para derrocar a Los Caballeros de Kennedril.

En los tiempos a los que solo la memoria preterita se remonta,  las torres de los hechiceros se elevaban hacia los cielos escarlatas, y ondeaban en sus mastiles los estandartes de La Orden del Ojo de Cormyr. La antigua y arcana orden hermetica y mágica. Tras sus muros, sus almenas y subterraneos de estas torres, los magos consagrados estudiaban el poder de la magia y acumulaban sus secretos en bibliotecas gigantecas. 

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11/07/2014, 10:14
Sólo para el director

Extracto de Cronica de Galardriem el elfo explorador, nacido en los Bosques de Erbaryom, antes del deshielo, antes del Gran Mar, antes de la pérdida de El Paso Santo, antes del reclutamiento de Los Caballeros de Kennedril.

En los tiempos a los que solo la memoria preterita se remonta,  las torres de los hechiceros se elevaban hacia los cielos escarlatas, y ondeaban en sus mastiles los estandartes de La Orden del Ojo de Cormyr. La antigua y arcana orden hermetica y mágica. Tras sus muros, sus almenas y subterraneos de estas torres, los magos consagrados estudiaban el poder de la magia y acumulaban sus secretos en bibliotecas gigantecas. 

Pero el Gran Mar lo arrstró todo y tambien las torres y el esplendor de La Orden. Hoy las sombras de los ultimos magos se escabullen huidizas entre las ruinas perdidas de aquellos templos mágicos, entre las  leyendas y los susurros, entre las mentiras y supersticiones.

LOS SELLOS

Uno por el Reino de la naturaleza, a través de los druidas; otro por la raza de los hombres; otro por la de los elfos, otras dos por cada una de las órdenes mágicas no malignas, y, por último, el sello de Los Dioses, a través de la alianza de los cultos a cada uno de los Dioses buenos y neutrales. Algo los había roto. Argol lo sabía.