Partida Rol por web

El Shamán no estaba dispuesto a intervenir, viendo que sus compañeros, por el momento estaban conteniendo bien a los enemigos, asi preservaba su poder viendo, como habían visto, que la presencia espiritual de estas cuevas era tan peligrosa como la física.

Centraos en el mayor, puede que el pequeño entonces huya....que tampoco hay que dejarle huir, todo el caos ha de ser erradicado, pero será una presa más fácil...

La hechicera de rasgos orientales baja rápidamente detrás del grupo para tomar lugar en el enfrentamiento. Se posiciona cercana al chaman y observando al caracol más grande musita unas cuantas palabras en krarorelano - Shin wa. Ne me when. Shen pu he. - El hechizo surte efecto y parece que uno de los caracoles se ve alcanzado por una fuerza invisible. - Bien hecho, Zashi. - Se dice para si. 

   Vacías el aire de los pulmones del caracol mientras este intenta no ahogarse, por ahora parece que aguanta... ¿quiere seguir concentrado en la asfixia?

Me mantendré concentrada en asfixiar la criatura. Espero poder al menos librarles un problema a mis compañeros. Y así, si todo marcha bien poder seguir avanzando en nuestro camino y nuestra búsqueda. 

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   El caracol más grande ataca al troll negro que detiene sin problemas el mordisco, mientras el pequeño avanza a morder al guerrero de armadura negra. Mientras está entretenido con Kuzlass el Caballero negro golpea al gran caracol sin hacerle daño. Pero mientras está intentando dañar al gran caracol el pequeño se le echa encima, pero no sólo no consigue morderle, sino que llevado por el impulso se estrella contra su gran escudo con gran sorpresa para todos.

   No sólo eso sino que se escucha un crujido y caen algo de babas y líquido de la frente del caracol... y  algún diente.

   Al mismo tiempo, el caracol grande agita la cabeza como si le costara respirar y la mueve de un lado a otro.

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Intentaré retener al grande aunque aún se resiste. - Dice Sashi al grupo de compañeros. - Necesitaré algo de tiempo para que mi magia pueda afectarle. - concentra la acción de sus dos manos con rítmicos movimientos sortílegos delante de si. Se nota claramente enfocada en retener consigo la magia que hace todo por intentar ahogar a la criatura. - Vamos caracol, sucumbe ya. - La mirada de la muchacha de tierras lejanas se mantenía firme en su objetivo y sus pies a penas se movían del sitio donde se encontraba. 

El caracol grande boquea, pero consigue resistir la falta de aire este asalto, mientras se prepara para arremeter contra Kuzlass una vez más. El pequeño sacude la cabeza y ataca al caballero negro.

Los monstruos del Caos les atacaban sin parar, y Kuzlass ya había tenido que detener el ataque de ambos monstruos. Como era de esperar, el más peligroso parecía el grande, por lo que el troll negro se concentró en acabar con él.

¡Por la más sagrada Oscuridad! ¡La criatura del caos estaba mejor preparada de lo que Ur suponía! Por tanto, daba igual dónde diera mientras suguiera luchando con la esperanza de entretener al ser mientras a alguien se le ocurría algo más allá de sus entendederas. No por nada él y los suyos eran llamados Bastiones contra el Caos. Porque se ponían delante y aguantaban mientras sus primos preparaban sus más arteras emboscadas.

Mientras todo esto era narrado, ya viajaba el arma en dirección al caracol del caos. El bicho, estúpidamente, interpuso su cabeza en la trayectoria del arma, lo que hubiera hecho que Ur pusiera un gesto de dolor por simpatía: un golpe así en todo el gepeto... Pero sentía demasiado odio hacia los seres del caos y, después de todo, con esa piel gruesa, el hachazo no pareció hacerle demasiado daño.

Viendo que mis flechas no hacen daño a la criatura, decido cambiar de táctica y apuntar a uno de sus ojos. Puede que le deje cegado y a merced de mis compañeros. Saco una nueva flecha y apunto durante un buen rato. Cuando creo que es el momento idóneo, suelto la cuerda. El proyectil sale raudo al encuentro del caracol gigante... pero pasa bastante desviado de su ojo.

Vista la situación cuando el caracol pequeño no hacía mas que incordiar a todos los ataques en los que intentaba dar al grande, cambio el objetivo, pues igual acabando con el pequeño, resultaba más fácil acabar con el grande. - Muere, engendro del caos. Digo mientras levanto el arma para acabar con la criatura. 

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   Sigue el intercambio, el grande intenta morder a Kuzlass pero este interviene parando el golpe, aunque a su vez no consigue golpear al gigantón. Mientras el pequeño falla al caballero acorazado, que a cambio le estampa su maza de bola y cadena en la concha del más pequeño resquebrejando parte de ella y haciéndole una fea herida.

   El caracol dragon se mueve e intenta llegar donde Zashi, pero aún tardaré 3 asaltos en llegar.

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Caracol dragón pequeño (el segundo) TAM 9.

Concha (01-08) 8/4, Cuerpo (09-14) 4/8, Cabeza (15-20) 4/5.
Mov: 1, PM: 14, PF:44, PG: 17, 14, 9.
Rasgo caótico: +8 puntos de CON.

Mordisco. MR 6, Ataque 30%. Daño 1D6 +1D4

Caracol dragón grande (el primero) TAM 28.

Concha (01-08) 16/11, Cuerpo (09-14) 12/9, Cabeza (15-20) 12/9.
Mov: 1, PM: 11, PF:42, PG: 21.
Rasgo caótico: +8 puntos de PA de piel.

Mordisco. MR 6, Ataque 50%. Daño 1D6 +3D6

Bajo conjuro de asfixia-5, Conx3 ahora.

   Mientras avanza el caracol más grande empieza a boquear como si le faltara el aire.

Ur veía cómo el ser se iba agotando por el efecto de alguna maldición lanzada desde atrás. ¡Bién! ¡Todas las maldiciones del mundo eran pocas para esta cosa babosa!

Y dale que dale, hachazos en la cabeza, que tenía la consistencia del cuero, y debajo de la piel como si estuviera lleno de babas. Aquello se movía y se meneaba por sus golpes pero parecía absorber todo el castigo.

Alguno de los hechiceros estaba usando magia para dañar al monstruo más grande. Kuzlass siguió golpeándolo, para ayudar a Ur-El-Que-Se-Comió-Un-Escarabajo. Entre los dos podrían derrotar a la bestia del Caos más rápido.

Mientras tanto, Kuzlass siguió protegiéndose con el escudo. Como siempre, los Uz eran la primera línea de defensa contra el Caos.

El enorme caracol cede ante su magia. - Bien, empieza a ahogarse. - dice la muchacha para si. Pero algo altera sus nervios. - Diablos, viene hacia mi. - Observa sobre su hombro detrás de ella, mientras sus manos bailaban delante de si con los rítmicos efectos que solicita la magia, buscando un mejor lugar al que moverse. - si no encuentro como separarme de esa cosa estará junto a mí antes de que pueda pensar en algo... piensa Zashi, piensa. - La muchacha intentaba alejarse sin perder la concentración pero bien sabía que si quería mantener el hechizo no podía moverse con soltura.

M´tchala no iba a intervenir si no era necesario, prefería mantenerse en un segundo plano por si alguno de los guerreros necesitaba que lo curara, así que empezó a recitar palabras ininteligibles para asegurar el éxito en su curación de llegar el caso.