Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

30. La casa en llamas

Cargando editor
14/05/2013, 22:17
Narración

18 de noviembre de 1984 - 18:20

Fue sólo necesario que Shyam pusiera un pie en el interior del Terciopelo para que se le retorcieran las entrañas y se le nublara la vista. La copa que llevaba en la mano parpadeó. Iba a desaparecer si seguía allí dentro. La Banalidad se había tornado tan fuerte que incluso su semblante feérico se veía asaltado por las nauseas.

Van Doren tardó un poco más en notarlo y fue de forma menos violenta, pero igualmente percibió el peligro en que se encontraba su hogar y su negocio. ¿Qué había pasado en su ausencia?

Cargando editor
14/05/2013, 22:26
Lady Magnum

La presencia de la dueña y del segurata no pasó desapercibida en el interior. Lady Magnum, o Laura Anderson, como se llamaba en realidad, apareció en el pasillo vestida con su atuendo habitual y salió a recibir a los recién llegados. Había alivio, pero también preocupación.

-Menos mal que llegas, Van Doren. No sé qué demonios está pasando, pero parece que todo el mundo se ha vuelto loco al mismo tiempo. -Los condujo al despacho de Van Doren, a salvo de oídos indiscretos, y procedió a contarle todo lo que había ocurrido-. Nuestros clientes habituales han cancelado las citas y han llegado un montón de hombres nuevos que no respetan ni las normas ni el juego. ¡Es una pesadilla de vainillas rebeldes! Y la limpiadora no aparece y no ha tenido ni la decencia de despedirse. Y Edward Castle estuvo aquí, me echó de mala manera y se hizo dueño del negocio por un día. Pero llegó una chica que no conozco de nada, discutieron, le echó spray de pimienta a la cara y huyó. Castle ni siquiera me dejó llevarle al hospital. Ahora tampoco le puedo encontrar. No sé qué está pasando. Lo siento, de verdad, ¡pero esta locura ha empezado sin ningún sentido!

Cargando editor
14/05/2013, 22:42
Madame Van Doren

Van Doren se encendió otro cigarrillo en el coche y echó el humo por la ventanilla, estaba tan nerviosa que no podía dejar de fumar. Algo estaba pasando, lo sentía presionándole las costillas desde dentro. Cuando aparcó el coche y se acercaron a la entrada de la casa, aquella sensación desagradable se acrecentó. Una vez dentro notó que la presión se hacía más fuerte. Van Doren se volvió hacia el sidhe, que parecía estar a punto de echar las entrañas. Posó una mano en su hombro cuando este se retorció y miró como la copa parpadeaba.

-No... No... -titubeó la pooka con los ojos abiertos como platos, desconcertada y se volvió al escuchar la voz de Lady Magnum.

La madame la siguió sin rechistar hasta el despacho y escuchó en silencio. Cuando la dominatrix mencionó a Rose, Van Doren ignoró todo lo demás; de pronto se olvidó de respirar, trastabilló y se agarró al respaldo de una silla de madera para no caerse. El efecto negativo de la banalidad y la sorpresa estaban causando estragos en su equilibrio.

-¿Rose...? -preguntó temblorosa temiendo que le hubiera pasado algo a su hija. La pooka tragó saliva-. ¿Hace cuanto que no aparece?

 

Cargando editor
14/05/2013, 23:00
Lady Magnum

-El lunes tendría que haber venido -dijo la dominatrix-. Intenté llamarla, pero los datos que había dado parece que son falsos. Ni teléfono ni dirección...

Cargando editor
14/05/2013, 23:03
Shyam

La copa había sido el objeto de su preocupación durante el trayecto. Aunque conocía mucha gente que la necesitaba, ninguno de ellos tenían una relación especialmente estrecha con él. Podía, aun así, darla para ayudar a alguien renunciando a demasiadas cosas. Eso podía hacerlo por el Barón, por alguno de sus compañeros quizá, pero todo eso dejó de tener sentido cuando la Banalidad sacudió violentamente sus entrañas. Tuvo que apoyarse en el marco de la puerta para soportar la sacudida, sintiéndose de nuevo débil como hacía tiempo que no se sentía. La copa parpadeó y tardó unos segundos en comprender lo que significaba.

-¡No! -gritó recomponiéndose al tiempo en que salía de la casa. Aquello era un bien demasiado preciado como para perderlo de aquella manera. Se descolgó la mochila y la dejó fuera ocultando la copa. De dos zancadas estaba otra vez junto a la pooka todavía algo convaleciente, aunque no tanto como la Madame.

Subió sin rechistar hasta el despacho y esperó de pie. Temía no poder aguantar quieto en el asiento. Al escuchar la mención a Rose el color huyó de su rostro. No había vuelto del Ensueño Profundo de una pieza y con una copa para perderla. Sin dudar un momento se plantó delante de Van Doren.

-Puedo encontrarla -dijo, y acto seguido rectificó sobre sus palabras-. Vamos a encontrarla, pero tenemos que salir de aquí.

Cargando editor
14/05/2013, 23:21
Madame Van Doren

Van Doren asintió a Shyam, cerró los ojos y respiró hondo para recuperar el aliento perdido.

-Quiero que cierres las ventanas y las puertas -se volvió hacia la dominatrix y empujó el teléfono que había en la mesa hacia ella-, que canceles todas las citas que haya y que os vayáis a casa ahora mismo. Tomaos la semana libre, tengo que llamar para que fumiguen y limpien todo, os llamaré en cuanto se hayan ido los vapores.

La madame se acomodó el bolso y salió de la habitación tambaleándose, rozando las paredes con la mano por seguridad, pero cuando llego a la puerta de entrada tuvo que apoyarse en ella. La mujer se tapó la boca con una mano y se dejó llevar por las lágrimas durante un instante. Un ligero sollozo.

-No entiendo nada -su voz salía amortiguada entre sus dedos-. Tengo que salir de este infierno.

Van Doren se apresuró a abrir la puerta y salir atropelladamente al camino de tierra mirando a todas partes. ¿Qué podía hacer? Necesitaba ir a un sitio que no estuviera manchado por la banalidad para poder pensar con claridad y quizás de paso preguntarle al ensueño sobre el paradero de Rose. Si alguien podía encontrarla era ella, eso lo sabía.

Cargando editor
14/05/2013, 23:46
Shyam

-Vamos -dijo pasándole una mano por los hombros en un gesto protector que fue extraño incluso para él-. Conozco un sitio cerca de aquí donde respirar un poco. Podemos llegar andando -puntualizó, pues ni loco iba a montarse en el coche con Van Doren así.

Al salir recuperó la mochila y la copa, examinándola unos segundos para asegurarse de que seguía intacta. ¿Y Eddie? ¿Qué había hecho Eddie? ¿Qué clase de plan de conquista era ese? Alguien estaba metiendo las zarpas en todo aquello y las sospechas tenían una candidata muy fácil. Pero antes de hacer conjeturas necesitaban encontrar a Rose.

Cargando editor
15/05/2013, 00:41
Madame Van Doren

Van Doren miró por última vez su negocio, oscurecido como si una nube de lluvia hubiera decidido posarse permanentemente sobre él. Le rompía el corazón ver su sueño hecho pedazos. La pooka aprovechó el camino para relajarse, aunque no podía dejar en pensar en Rose y en imaginársela durmiendo debajo de un puente, siendo violada o asesinada. El aire fresco aún así la sirvió para que pudiera volver a respirar con tranquilidad, así que esta vez no necesitó encenderse otro cigarrillo. Cuando llegaron al parque Van Doren buscó un estanque en el que había dado de comer a los patos en varias ocasiones y se sentó en el bordillo de ladrillo.

-Como haya sido culpa de Eddie me lo voy a comer crudo -murmuró sabiendo que Shyam estaba escuchando. Ahora que lo mencionaba también tendría que encontrarle a él... La pooka cerró los ojos con fuerza y esperó a que una lágrima se desprendiera y enturbiase el agua creando ondas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gasto FdV. 4 éxitos. Desembucha.

Cargando editor
15/05/2013, 14:48
Narración

La superficie del estanque se volvió opaca y en ella apareció la imagen de Rose. La kinain estaba hecha un ovillo entre mantas y cartones. La luz provenía de las farolas, naranja y tenue. Debía de estar en algún callejón. Van Doren no identificó las pintadas de la pared, pero Shyam había pasado por delante en alguna ocasión. No estaba muy lejos.

- Tiradas (2)
Cargando editor
15/05/2013, 14:59
Shyam

Shyam pensó por un momento que lo que Van Doren había dicho no estaba tan fuera de contexto. Era una araña, después de todo, aunque la idea resultaba igualmente repugnante. Si inclinó tras ella para ver mejor la imagen, curioso y más sereno tras el paseo. Lo que descubrió en ella le partió el corazón. Rose había estado en la calle... ¿cuánto? ¿Una semana?  Una punzada de culpabilidad atravesó su pecho. Apretó la mandíbula con fuerza y sacudió la cabeza, fijándose un poco más en los detalles que rodeaban a la pooka. Le resultaba familiar de algún modo.

-Lo conozco -dijo tras unos segundos, señalando las pintadas. Había pasado por allí hacía unos meses, no recordaba exactamente por qué, quizá acompañando a Tad-. Está cerca de aquí. Vamos.

Apenas dio un par de pasos antes de echar a correr.

Cargando editor
15/05/2013, 15:34
Madame Van Doren

Van Doren salió corriendo detrás de Shyam intentando no pensar mucho en lo que había visto. Sus temores típicos de madre se habían hecho realidad y por primera vez estaba experimentando lo que era el miedo de verdad.

-¡Espera! -exclamó, aunque sabía que no iba a poder parar a Shyam, pero no quería perderle de vista. La pooka se agarró la falda y corrió clavando los tacones en la hierba.

Cargando editor
15/05/2013, 16:28
Rose Morrison

Corrieron un trecho y caminaron otro antes de llegar al callejón donde habían visto a Rose. La figura encapuchada y envuelta en mantas seguían donde estaba antes, si acaso más encogida sobre sí misma. No levantó la vista cuando caminaron en su dirección, pero al acercarse a ella, Rose se quitó la capucha y se pegó a la pared, defensiva.

-¿Qué es...? ¡No! ¡Déjame en paz!

Cargando editor
15/05/2013, 18:15
Madame Van Doren

-¡Rose! -exclamó Van Doren aliviada. Al menos la tenía en frente suyo, sana y salva-. No se absolutamente nade de lo que ha pasado en el Terciopelo, pero vamos a arreglarlo y a encontrarte un sitio en el que dormir, ¿vale? ¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo Eddie? ¿O ha sido una mujer que viste como una fulana de Europa del Este? -preguntó acercándose, pero recogió las manos contra el pecho cuando vio que Rose se apartaba más de ella. La pooka frunció los labios anguastiada y esperó.

Cargando editor
15/05/2013, 18:43
Shyam

-Rose, no vamos a hacerte daño -pronunció con suavidad, guardando las distancias. Se sentía fuera de lugar en todo aquello, pero no quería quedarse de lado y que pensara que no le importaba-. He...mos vuelto, como te dije. ¿Qué ha pasado?

Cargando editor
15/05/2013, 19:03
Rose Morrison

Rose evitó mirar a Van Doren y buscó los ojos de Shyam.

-He soñado contigo. Decías que vendrías a buscarme, pero no sabía que la traerías a ella. -La Kinain miró, ahora sí, a la pooka. Y en su mirada había desprecio-. Me abandonaste una vez. ¿Por qué no te pierdes y me dejas tranquila? No te necesito. Ni a ti ni al tipo ese que no sabe si es mi padre.

Cargando editor
15/05/2013, 19:39
Madame Van Doren

Aquello fue un golpe duro, pero se lo merecía. No podía juzgar a Rose por tratarla así después de que hubiera descubierto que ella era quién la había abandonado y enviado a una vida de orfanatos y casas de acogida. A la pooka le palpitaba el corazón en la garganta.

-¿Qué tipo? -preguntó Van Doren ya que casi ni ella recordaba quién era su padre y tampoco es que le importase el no hacerlo-. Rose, lo siento mucho, no quería que te enterases por mensajes anónimos. Tenía catorce años, no sabía lo que hacía. Castígame si quieres, no me importa, pero por favor no vivas debajo de un puente por mi culpa, deja que te compense.

Cargando editor
15/05/2013, 19:55
Shyam

El sidhe boqueó con los ojos abiertos como platos. Había dejado de escuchar después de la confirmación de Van Doren hilando la conversación que había tenido con Eddie y aquello.

-¿Que qué...? -logró decir torpemente, alternando entre madre e hija. Tenía sentido y de alguna manera ya se lo esperaba, pero su mente trataba de rechazar aquella idea con todas sus fuerzas. Se dio cuenta de que si seguía interesado por Rose Van Doren iba a tener algo que decir al respecto, y eso no le gustaba nada-. Creo que... creo que voy a asegurarme de que no venga nadie -dijo señalando la entrada del callejón y luego llevándose las manos a la cabeza mirando hacia otro lado-. Um... Avisadme luego. Pero tú no te quedas aquí.

Cargando editor
15/05/2013, 20:09
Rose Morrison

-Esa chica me dijo que tú y tu socio erais mis padres -dijo Rose con voz ahogada-. No me lo quise creer, pero todo encajaba. Me di cuenta de que te sentías culpable, por eso viniste a buscarme y me diste trabajo. Estaba tan enfadada... Tú no estabas por ninguna parte. Me escapé. Él vino a buscarme y a intentar convencerme de que volviera. Me dijo que no era mi padre, luego que puede que sí... ¿Qué demonios significa eso?

La Kinain se puso en pie y apartó a Van Doren.

-No quiero escuchar más mentiras. Si lo sabías, ¿por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no te quedaste conmigo? Podríais haberme criado en lugar de darme a gente que no supo cuidarme. Todo este tiempo creí que mi madre era una yonki y ahora resulta que sólo era una fulana. De raza le viene al galgo.

Se envolvió en sus mantas y caminó hacia Shyam.

-Andy, llévame contigo a donde sea. A donde sea... sin ella.

Cargando editor
15/05/2013, 21:55
Madame Van Doren

-Lo único que te puedo decir ahora es que el señor Castle no es tu padre -contestó la pooka. Al menos quería que eso lo tuviera claro antes de irse-. Te lo explicaré todo cuando nos bajemos todos de las copas de los árboles.

La madame había imaginado esta escena de una manera completamente diferente en su mente. Para empezar Rose se tendría que haber enterado por su boca y ambas habrían acabado abrazadas y llorando de alegría por el reencuentro y las revelaciones. Sin embargo lo que estaba viviendo era un completo desastre e intentar hablar con Rose era como intentar hacerlo con una pared. Van Doren no discutió lo de fulana, que la llamase lo que quisiera.

-Llévatela lejos y cuida de ella -asíntió mirando a Shyam. Van Doren sacó la cartera y le tendió un par de billetes de veinte-. Comprale un par de filetes y tú hidrátate un poco... Nos vemos más tarde en la plaza.

La mujer se limpió el rimmel con un pañuelo.

-Venga, marchaos.

Cargando editor
15/05/2013, 22:37
Shyam

Shyam quería desaparecer de allí, pero se mantuvo en su sitio mirando a Van Doren a la espera de un señal. La situación ya era bastante complicada de por sí como para obrar sin su consentimiento; haría lo que ella dijese. Le frotó la espalda a Rose en un gesto un tanto forzado y antes de irse se acercó a la madame. Aquella mujer que siempre le había causado terror le inspiraba ahora la más desoladora tristeza, y dejarla allí en aquel callejón le hacía sentirse una persona horrible. ¿Quién había tenido tan poco corazón como para hacerle aquello?

-Gracias. Cuidaré de ella lo mejor que pueda, no te preocupes-. Se vio obligado, para su vergüenza, a aceptar el dinero. No llevaba la cartera encima y su casa quedaba demasiado lejos-. Y tú... Por favor, vuelve al feudo. Bernardette tiene el número de mi casa, por si necesitas lo que sea-. Con cierto titubeo se atrevió a darle un suave apretón en el brazo para transmitirle ánimos-. Nos veremos esta noche y arreglaremos todo esto. Te lo aseguro.

Guardándose el dinero en el bolsillo volvió junto a Rose, y poniéndole una mano en la espalda la condujo fuera del callejón en busca de un taxi.

Notas de juego

T____T