Partida Rol por web

El Condado de la Flor de Piedra

17. Sir Earil y Lady Marjolaine

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01/07/2011, 12:49
Lady Marjolaine

19 de mayo de 1999 - 17:35

Sir Earil había recibido la prometida invitación a los Cedros. Se le citaba en una cabaña a medio camino entre el castillo y la ciudad, perdida entre los árboles. No era algo demasiado usual, ya que la Baronesa siempre recibía a sus visitas en el feudo, pero la extravagancia era propia de los nobles, y como tal debía ser disfrutada.

En la puerta había un caballo atado a un poste. No había ni rastro de la Baronesa, pero la entrada estaba entreabierta. Al otro lado había una suave música que provenía de un estéreo portátil. Al acercarse, el Eiluned alcanzó a ver a la Baronesa. Estaba de espaldas, bailando mientras trasteaba en el hornillo de la cocina, de madera quejumbrosa.. Llevaba ropa de montar, más bien poco femenina, pero su cabello castaño ondeaba con cada movimiento como si fuese chocolate líquido.

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01/07/2011, 20:28
Sir Earil

Sir Earil se había acercado con el paso ligero que le caracterizaba. Al ver en qué condición parecía esperarle la Baronesa (ni el hornillo ni la música parecían indicar que tuviese intención de marchar en seguida a un lugar algo más amplio) el vidente se planteó que era lo que Marjolaine quería enseñarle de veras. Se obligó a relajarse, a disipar el fruncimiento del ceño y sustituirlo con una sonrisa. Con la mano izquierda dio unos golpecitos en el marco, llamando.

-Mi lady... 

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01/07/2011, 20:33
Lady Marjolaine

Marjolaine se giró sobresaltada, pero al ver que era Earil sonrió.

-¡Sir Earil! Pasad, pasad. Sentaos. Estoy preparando té.

Junto a la pequeña cocina había un sofá desgastado y una mesa de café de madera vieja. Marjolaine apartó el cazo del fuego y lo derramó en dos tazas.

-Es de bolsa, espero que me disculpéis. Venía para acá cuando me di cuenta de que probablemente vos tomáseis té a las cinco. ¿Es eso cierto, lo de los británicos y el té sagrado?

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01/07/2011, 20:39
Sir Earil

A sir Earil se le escapó una genuina risa. 

-Los hay excepcionales que prefieren el café. Normalmente, les cortamos la cabeza en la Torre antes de que hagan daño al tópico -guiñó un ojo.- Pero, por suerte, habéis dado con uno que adora el té a cualquier hora... -hizo una leve inclinación de cabeza.- Así que os agradezco mucho el gesto. 

Tomó asiento donde la Baronesa le indicó. Había que admitir que el espacio era bastante menos vistoso que cualquier Feudo... Pero ni que decir tiene que su expresión no traicionó sus pensamientos. 

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01/07/2011, 20:50
Lady Marjolaine

-Es oolong negro.

El humeante líquido fue oscureciéndose progresivamente sobre la mesa de café, llena de marcas. La Baronesa tomó asiento junto a Earil.

-¿Sabíais que existía esta cabaña? No, yo tampoco. Parece ser un refugio de fin de semana que los mortales dejaron abandonado hace tiempo. Nunca había venido aquí. -Miró a su alrededor con curiosidad-. Disculpad que os haya citado en un sitio como este. Suelo dispensar mi mejor hospitalidad a mis invitados, pero hay ocasiones en las que quiero probar algo distinto. Se puede decir que sois mi conejillo de Indias. ¿Limón? ¿Miel?

Marjolaine se echó un chorrito de limón en la taza y lo removió con la cucharilla.

-Mi padre ha comprado el terreno que circunda al feudo, así que la cabaña ha pasado a ser de mi posesión. Debería hacer que la limpiaran y arreglaran, pero las casuchas viejas tienen un cierto encanto, como la de los libros polvorientos. ¿No creeis?

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01/07/2011, 20:55
Sir Earil

-Limón, muchas gracias -dijo con suavidad, esbozando una sonrisa.-Si así tratáis a los conejillos, mi lady, -comentó mientras ella le servía- no quiero imaginarme lo cómodos que se encontraría un dignatario... -removió también, suavemente, su té.

-...Debería hacer que la limpiaran y arreglaran, pero las casuchas viejas tienen un cierto encanto, como la de los libros polvorientos. ¿No creeis? 

-Hay algo... Sorprendentemente encantador en un edificio un tanto decaído, algo polvoriento. Como si, por estar un poco raídos, nos pertenecieran más -dejó la cucharilla en el platito.-Me pasaba justamente eso con la casa de mi infancia -dio un sorbito.-Delicioso -sonrió.-Ni Su Majestad de Inglaterra podría ponerle pegas... -miró a su alrededor mientras dejaba la taza de vuelta en la mesa. Dejó escapar un suave suspiro.- En verdad que puede ser un refugio bastante cómodo ante el bullicio de un feudo... Sospecho que, a veces, hasta una Baronesa necesita algo de silencio y tranquilidad.

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01/07/2011, 21:11
Lady Marjolaine

-Como si el tiempo de estudio no fuese suficiente... -Marjolaine sonrió-. Pero sí, ahora que he terminado con los exámenes y mis obligaciones universitarias, puede que convierta esto en un lugar de recreo. Lástima que no haya línea telefónica hasta aquí.

La Liam se recostó y cerró brevemente los ojos, antes de añadir:

-Se os relaciona con muchos hombres y mujeres en la corte, Sir. ¿Leyenda, realidad, o mezcla?

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01/07/2011, 21:14
Sir Earil

Una pregunta tan directa sobre cuán ciertos eran los rumores habría hecho a Earil ruborizarse, de no ser porque se esperaba que la conversación virase en ese sentido. Una Baronesa no invitaba a alguien como él a un rincón apartado sin una razón... Y aunque hubiese preferido creer que quería preguntarle dudas sobre alguna predicción, conocía lo bastante los rumores como para saber por dónde iban los tiros. Se inclinó ligeramente hacia adelante, apoyado con los brazos en las rodillas. Su expresión era de una media sonrisa, serena y un tanto pícara. Luego quizás se sentiría culpable de no decir las cosas directamente, de usar su atractivo para sacar beneficio… Pero en ese momento, la situación se prestaba demasiado a aprovecharse.


-Ah, pero mi lady –dijo con tono bromista.- Ya sabéis que los británicos no tenemos vida privada, sino bolsas de agua caliente –dio otro sorbo a su té, volvió a dejarlo con suavidad. Luego, con la misma leve sonrisa, habló mirándole a los ojos.- Debería insistir, sin embargo, en cómo los rumores exageran... en la mayoría de los casos –hizo un gesto con la mano como restándole importancia.-Y los cortesanos adoran hablar… A veces no de lo que es verdad, sino de lo que desearían que lo fuera.


Su expresión era una media sonrisa, suave y un tanto ambigua. Tanto como sus palabras. Al fin y al cabo, no había dejado claro que su caso estuviese en la mayoría o no...
  

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01/07/2011, 21:29
Lady Marjolaine

-Oh, lo sé. Decídmelo a mí. Me llaman muchas cosas. Pero con el encontronazo entre el antiguo Lord Ibrahim y la Canciller Axelle, se empieza a murmurar que vos y Axelle tenéis una relación bastante estrecha. Y por lo que se cuenta de ella, no es de las que haría ascos a un hombre hermoso como vos.

Marjolaine se apoyó sobre su mano y lo miró intensamente.

-Y no es que ella esté exenta de encantos. Nadie os juzgaría por caer ante sus encantos.

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01/07/2011, 21:32
Sir Earil

Sir Earil asintió comprensivo. 

-Si, imaginaba que se nos relacionaría tras ese incidente -torció ligeramente el gesto.- A según quienes parece más probable que descubriese la maldición por habernos acostado que por ser un vidente competente... -suspiró levemente. Este tipo de cosas le empeoraban el humor, pero no tenía intención de manifestarlo-Pero puedo aseguraros que, a pesar de sus indudables encantos, no he entablado ninguna relación ella. De hecho, es poco lo que habíamos hablado antes de que le ayudase en el duelo. Nada sorprendente, por otro lado. Es poco lo que llevo en la Corte y aún hay muchos con quienes he intercambiado poco menos que un par de cortesías... Vos misma, hasta hace poco -añadió con un tono algo más suave.

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01/07/2011, 21:41
Lady Marjolaine

-Oh, pero eso no va a tardar en ser solucionado, Sir Earil... -Casi imperceptiblemente, Marjolaine se echó hacia delante-. No os felicité y agradecí con suficiente rotundidad que despejáseis el velo de mentiras del Beaumayn. Nunca me gustó ese hombre, en realidad. No parecía estar encadenando más que tropiezos, y si hay algo que detesto es la estupidez. Me agradan las personas inteligentes y con criterio. Y no quiero que quede en duda que este encuentro es para decidir si vos sois una de esas personas.

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01/07/2011, 21:45
Sir Earil

-Creo que es una preferencia bastante extendida, mi lady. Yo también la comparto... Aunque debo admitir -dijo con cierta firmeza, había decidido ser algo más directo- que la forma en que obtuvisteis vuestro feudo os da ventaja sobre mi. A mi no puede quedarme ninguna duda sobre cuál de los dos tipos de persona sois -señaló con una sonrisa.

Hizo una breve pausa para tomar algo más de té.

-No puedo decir, sin embargo, que comparta vuestra opinión sobre el Barón Beaumain. No del todo -entrelazó sus dedos, volviendo a reclinarse algo más en la butaca. Sus ojos en ningún momento se alejaron de los de la mujer. Casi daba la sensación de no parpadear.- Creo que fue en efecto estúpido. Sólo a un idiota se le ocurriría usar sus hechizos de esta manera sabiendo que toda la Corte estaría presente, incluyéndome a mi. De hecho, el primer sorprendido de ver que era el ba... bueno, Ibrahim -señala, decidiendo no usar un título que no le pertenece ya- fui yo mismo. Pero mi experiencia es que resulta injusto buscar una única causa detrás de una consecuencia. Hay dos factores que ayudaron a su estupidez. Por un lado, los rumores respecto a mi. Un vidente que pasa más tiempo entre las sábanas que entre los libros seguro que no se daría cuenta de que hay una maldición inadecuada, o eso debió pensar. Por el otro... Sospecho que estaba terriblemente asustado. Es una táctica desesperada. Y ningún hombre, por estúpido que sea, usa una táctica tan absurda si no está embargado por el miedo. Creo que temía a la dama Axelle, el haberse enemistado con ella... Y ese miedo le hizo llevar a cabo una maniobra tan burda.

Volvió a sonreirle suavemente.

-Aunque bien cierto es que un hombre inteligente debería saber no confiar en los rumores ni dejarse llevar por el miedo. Su estupidez es, sin duda, la base de su caída. 

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01/07/2011, 22:24
Lady Marjolaine

-En eso estamos de acuerdo. Nunca debió enemistarse con Axelle en primer lugar. La inculpó de unos crímenes terribles sin prueba alguna -Marjolaine suspiró-. Ah, pero mejor no seguir hablando de ese tema. Me enerva.

La Baronesa se echó el pelo a un lado.

-De modo que si yo os hechizase ahora, lo sabríais. ¿Podríais destejer el Cantrip antes de que hiciese efecto o tendríais que seguir mis designios sin poder evitarlo, aun sabiéndolo?

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01/07/2011, 22:49
Sir Earil

-Quizás lo notaría, y en ese caso podría intentar destejerlo. Que lo lograse es otra cosa. Por muy hábil que sea, el glamour es impredecible. Nunca se puede saber con seguridad... -esbozó una pequeña sonrisilla.- Lo cual, en mi opinión, lo hace todo mucho más interesante -dio otro sorbo, ligeramente pensativo.- Quizás ni llegase a enterarme. Al fin y al cabo, son muchos los tipos de hechizos.

Dejó una pausa de un segundo para devolver la taza a su lugar, mirándola. Luego volvió a mirar a la joven Baronesa a los ojos. Su expresión al continuar era una sonrisa, su tono, algo ambiguo entre la broma y la seriedad.

-Pero el principal peligro es, quizás, el vidente mismo. ¿Seríais vos capaz de daros cuenta de si os hechizase? Al fin y al cabo, el vidente es quien vigila el uso de los cantrips. ¿Y quién vigila los hechizos del vidente...? -cambiando a un tono más ligero, añade.-Es una suerte que no sepa lanzar ningún hechizo de dominación, ¿no creéis? Ahorra bastantes tentaciones.

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02/07/2011, 00:30
Lady Marjolaine

-O eso queréis que piense para que lo hagais y que yo no me dé cuenta -contestó Marjolaine con una sonrisa-. Pero... hechizar no es necesariamente malo. Puede ser, sencillamente, un ligero toque. Agradable. He logrado cosas increíbles con un pequeño Cantrip, nada excesivo. Simplemente algo que consiga llevarte a donde tú no puedes. Un empujón.

Tomó la taza con una mano y con la otra comenzó a remover el vapor que flotaba sobre ella. Formó nubes pálidas y abstractas que fueron tomando forma.

-Como por ejemplo... esto.

Sopló el vapor hacia Earil. Cuando el Eiluned lo recibió, notó que su interés por Marjolaine crecía hasta convertirse en necesidad. Deseaba seguir escuchándola, aprender de ella, embeberse de sus palabras...

-Puedo empujar más, pero no lo haré. Es sólo un juego, ¿sí?

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02/07/2011, 00:39
Sir Earil

El brujo carraspeó ligeramente, sorprendido por el hechizo y mientras intentaba devolver su mente a un estado más normal. No era un juego. No podía ser un juego. Si dejaba que ella le llevase a donde quisiera él... Pero se pudo relajar, ella le permitía relajarse, devolver el pensamiento a su cauce. Los sentimientos que habían estallado de forma tan intensa, tan absurda, volvieron a ocultarse... Ahora, sin embargo, Earil sabía que tenía que tener algo más de cuidado. Aquella mujer sabía usar su magia, y comenzaba a ver cómo podía habérselas apañado para arrebatarle el feudo a su antiguo propietario. Un empujón para hacer que le desease tanto como para apostarlo todo a lo que ella quisiera y... Earil respiró intensamente y esforzó una sonrisa.

-Mi lady, más que un pequeño empujón ha sido un placaje-ya se calmaba, pudo volver a su sonrisa ambigua, a sus ojos ligeramente pícaros y brillantes, extraños.- No quiero imaginar qué pasiones podríais despertar cuando no estéis jugando... -pronunció la frase con un tono ligeramente invitador, dispuesto a escuchar si ella quería contar algo.

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02/07/2011, 00:52
Lady Marjolaine

-No quiero darme aires, pero puedo despertar casi cualquier sentimiento. Puedo avivar los corazones tanto como hacerlos insensibles. Puedo hacer a cualquiera tan sensible al placer que tenga orgasmos con el roce de su ropa. Y puedo hacer lo mismo con el dolor.

Extendió una mano tras dejar la taza de nuevo en la mesa y tomó una de las de Earil. Puso la izquierda sobre ella y la acarició.

-Pero soy Luminosa. Me considero buena persona y sé que los poderes que poseo no pueden ser utilizados en mi beneficio. Por eso prefiero beneficiar a otros.

Trazó con su dedo una línea desde la muñeca al codo. Un escalofrío le recorrió al instante.

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02/07/2011, 00:59
Sir Earil

-Es un poder que temer, sin duda alguna -musitó ante su descripción.

El comentario sobre cómo era Luminosa, aunque no lo manifestase, le hizo soltar por dentro un bufido. Bien sabía él que los límites eran confusos, que la línea separando lo Luminoso de lo Oscuro no estaba tan trazada como a ambos bandos les gustaba pensar. Precisamente él, ¿no es cierto? Estaba allí, a medias de seducir y dejarse seducir por una mujer a quien no quería porque era políticamente útil. Precisamente él. El escalofrío recorrió su cuerpo con el roce de la dama. Estaba en una línea muy tenue. No quería caer a un lado, pero tampoco quería, no del todo, caer al otro. Y caer, hacia cualquier parte, sonaba muy tentador...

Con suavidad, el vidente puso su mano libre sobre la de la Baronesa, cogio su mano y la retiró de su brazo. Detuvo el toque un segundo, mirando la mano de la Baronesa. Se sentía tentado a dejar que esa mano hiciera lo que desease. El escalofrío y el placer... Dejó la mano de Marjolaine, apartando definitivamente el toque mientras sus ojos volvían a clavarse en los de ella. Para mantener las manos ocupadas, tomó otro poco de té.

-¿Y no creéis que un poder así es, en cierto modo, una forma de esclavitud...? -depositó de nuevo la taza, entrelazó las manos en su regazo.- Tras probar del todo vuestro toque, mi lady, las delicias del mundo deben de quedar convertidas en nada -hizo un pequeño gesto con la mano.-Cenizas. El que os haya probado a vos, ¿no acaba siendo, hasta cierto punto, dependiente de vos para volver a sentir placer? -suspiró levemente.-A veces pienso que la magia sólo complica nuestras vidas. Añade dimensiones y aristas a los problemas que ya antes eran complejos.

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02/07/2011, 01:11
Lady Marjolaine

Marjolaine lo miró sin comprender. Frunció levemente el ceño, retirándose.

-Si es la magia lo que os da miedo, os prometo que no la usaré con vos. Pero no podéis negaros al placer por miedo a quedar encadenados. Todo es potencialmente adictivo en la vida, pero por eso nuestros cuerpos se sacian y se cansan eventualmente.

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02/07/2011, 01:31
Sir Earil

Earil sonrió levemente. Empezaba a ver que aquella muchacha era un poco más simple de lo que pudiese parecer al principio o que, como mínimo, deseaba con mucha fuerza estar con él. Precisamente pensaba que una mujer con ese poder sabría apreciar que un hombre no quisiera caer en sus redes, que supiese resistir la tentación que los convertía a todos en marionetas... Quizás la había sobreestimado. Pero rechazarle, rechazar a una mujer con tanto poder como ella, sólo podía causar problemas. Sabía eso.

-No temo a la magia, mi lady. Sí que creo que añade aún más complejidad a las cosas... Y que debe ser tomada en serio.

Mientras hablaba, sabía también que no estaba especialmente interesado en ella, fuera de cómo utilizarle. ¿No había huido de la Corte de Albión precisamente porque sentía que no era su esfuerzo lo que le ayudaba a avanzar, que era la seducción, los asuntos de sábanas? Y por otro lado, era estúpido no hacerlo cuando mantener su castidad le iba a ganar una enemiga. Y por otro lado, a él quien le gustaba era... bueno, Stenn. Y por otro, quién sabia si él tenía el mismo tipo de intereses y quién sabía si... Y estaba ella y estaba él, que llevaba siglos sin estar con nadie, sin... Y estaban tantas cosas y tantos intereses. Pero quizás había algo que podía hacer, una opción que podía tomar. 

-En lo que al placer se refiere... -musitó, tomando de nuevo su mano con suavidad- la situación es también compleja. Está el deseo y está el deber. Están los ritos que requieren abstinencia, están los hechizos que exigen control después del desenfreno de Beltaine. -su voz era ahora un susurro, se había ido inclinando algo más adelante, hacia la dama. -Por ahora... -continuó... 

...Su voz tenía algo ahora de ronroneo, del chisporroteo lento de las ascuas en el fuego. Su expresión era seria, controlada, mientras su otra mano cogía la de Marjolaine, mientras la alzaba un poco y la besaba con una lentitud, con una suavidad seductora. Alzó los labios y la mirada. Mientras una mano sostenía aún la suya, la otra acariciaba su antebrazo, su brazo, su hombro, su mejilla. El rostro de Earil se acercaba al de ella...

-Por ahora... -continuó, su boca estaba cerca de la de la Baronesa, el aliento rozaba sus labios. Los ojos de Earil estaban fijos en ella. Azules y dorados, profundos, brillantes como linternas. Earil tomó aire como obligándose a tranquilizarse.- El placer que puedo permitirme es por ahora limitado.

Como si estuviese saliendo de una ensoñación, se retiró con lentitud. 

-Lamento... lamento si os tengo que desilusionar en ese ámbito. Pero creo que, por hoy, no puedo aceptar vuestra proposición.

Por supuesto, él sabía qué placer no podía permitirse. El placer de sentirse adorado, de usar su atractivo para ganar aliados. O quizás, aún esta maniobra era una forma de engañarse. Pero ahora, ahora no tenía tiempo para pensar en ello. Todos sus sentidos estaban centrados en ver la reacción de la Baronesa. Puede que la reacción fuese tan mala como una negativa directa pero, quién sabe.

Notas de juego

Total, que al final, Earil va a ir por el camino intermedio de poner excusas y dejarle cachonda como una mona XD A ver si funciona. Porque la verdad es que lo de acostarse, como tal, le pegaba poco a mi obsesivo maguito... Ahora, que en cuanto Marjolaine, alias, la femme fatale, le eche, Earil se va a tener que dar una ducha con cubitos XD