Partida Rol por web

El Diario Mágico

Los Edain: La Casa de Bëor

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23/03/2011, 20:14
Director

A la mañana siguiente prosiguieron su búsqueda de la tribu de nómadas siguiendo ambas pautas habladas el día anterior durante la cena, seguirían la ruta que había ideado Elladen con la ayuda desde las alturas de los inestimables ojos de Aldan, por consejo esto último de Taurnil.

Al mediodía ya habían alcanzado, claro esta sin éxito en su empresa, el punto de inicio donde empezar su búsqueda, en una zona algo más al Sur de donde acababa el paso de Anach y comenzaba tras salir de las montañas el río Mindeb.

Tras un rápido refrigerio, continuaron siguiendo el cauce del río siempre mirando al cielo a la más mínima reacción del fiel compañero alado del elfo. El Sol ya estaba poniéndose por el horizonte con el característico color anaranjado de aquella parte del día, cuando Aldan, tras un "grito" descendió en círculos hasta posarse en el antebrazo de Taurnil para avisarle que había divisado a un grupo de humanos.

Siguieron a trote con los caballos, pero o bien su ritmo era muy lento o los ojos del halcón eran soberbios, tanto que para los simples bípedos les parecía que pudiese llegar a ver hasta el infinito, pues como en la jornada anterior la noche se les volvió a echar encima. Decidiendo mejor alcanzar, e interactuar de la forma que fuera con la tribu por la mañana cuando cualquier acción pareciera menos amenazante.

Notas de juego

Turno libre.

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26/03/2011, 14:37
Taurnil Menelran

Para el elfo, cuyos ojos podían ver en la noche tan bien como los de un humano durante el día aquella idea no fue bien acogida.

Me gustaría darles alcance, pues puede que los perdamos o aún peor que nos perdamos nosotros. Aunque entiendo que Leorn tenga dificultades para actuar por la noche. Comentó mientras sus ojos oteaban el horizonte, entre los árboles, esperando ver a aquel grupo, del cual no podían estar muy lejos.

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27/03/2011, 13:38
Elladen

- Pues yo creo que lo mejor es descansar, y continuar por la mañana. Pienso que los caballos, así como Aldan también lo agradecerán.- Miró al cielo en busca del halcón, aunque sabía que no encontraría, ya que seguramente estuviera cazando las presas que no podía haber realizado a causa de su trabajo de vigía en los cielos durante el día.- Y ellos también deberán descansar.- Con esto último se refirió a que los bárbaros no les sacarían ventaja.

Notas de juego

Sobre lo de perdernos nosotros, no he escrito nada ya que me parece imposible si lo único que hay que hacer es seguir el cauce de un río.

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27/03/2011, 13:38
Leorn

Leorn apoyó la postura del semielfo.- Yo opino como Elladen, lo mejor será continuar mañana... Sólo por nuestra presencia cerca de su campamento por la noche ya podrían considerarnos enemigos.- Hizo una pausa pensando que si a la luz del solo no sucedería lo mismo, y entonces recordó cierta información que compartió con sus compañeros.- Según el diario eran neutrales, por lo que para negociar algo con ellos será mejor por la mañana.-

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28/03/2011, 11:46
Taurnil Menelran

Supongo que teneis razón. Dijo el elfo. Mejor que no nos vean como enemigos.

Accediendo a la opinión de sus compañeros comenzó a montar el campamento para pasar allí la noche.

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30/03/2011, 14:11
Director

Al final por mayoría, y por el indudable peso de la razón, los aventureros acamparon allí para descansar. A la mañana siguiente, tras un rápido desayuno, y cerciorándose que Aldan se encontraba ya en los cielos para seguir guiándolos, el grupo continúo su persecución de la tribu bárbara.

Gracias a la velocidad que les brindaban los caballos, no tardaron mucho en alcanzar el campamento provisional de los barbaros, el cual habían levantado esa misma noche. Entre los arbustos de una arboleda cercana observaban la vida cotidiana de la tribu y su número antes de acercarse a ellos.

Algunas mujeres cortaban y quitaban el pelo a los animales cazados, otras curtían cuero para las prendas o hilaban grandes telas para las "lonas" de sus tiendas desmontables, otras recogían agua o limpiaban las prendas en el cercano río. Por su parte, los niños jugaban con palos de madera a modo de espada o se perseguían por el campamento ante la mirada risueña de los varones ancianos al recordar su juventud o unos pocos, los más carcamales, regañándolos. Por último os hombre vigilaban los alrededores, ayudaban  a transportar las cosas más pesadas a las mujeres, montaban las últimas tiendas o venían de la caza del amanecer o de recoger leña para los fuegos que les reconfortaban del frío.

Cuando vieron a los hombres transportando al leña, los aventureros echaron una ojeada atrás, y ahí se encontraban varios tacones que habían sido recientemente cortados, antes de su llegada. Cuando posaron otra vez su mirada al frente, descubrieron que dos hombres salían caminando  del poblado hacia su dirección empuñando hachas de talar.

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31/03/2011, 13:00
Taurnil Menelran

Bien. Dijo Taurnil. Mantened la calma y no mostreis las armas. Que hable Leorn. Seguramente que les hable alguien de su propia raza les hará sentir más confiados.

No obstante, y solo como precaución el elfo acercó las manos a sus dagas bajó la protección de su capa con el fin de tenerlas a mano si eran necesarias.

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01/04/2011, 12:04
Elladen

Elladen se amparó en que su bastón no parecía un arma que pudiera ser muy letal para poder emprender cualquier acción llegado el momento.

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01/04/2011, 12:09
Leorn

Leorn salió de la arboleda como si estuviera de camino por aquellos lares, y el haberse encontrado con la tribu hubiera sido solo fruto de la casualidad. Intentaba no aparentar una figura amenazante, aunque con su tamaño parecía una tarea imposible.

- Buenas, señores.- Los saludó sin elevar en demasía la voz e intentando entonar un tono menos amenazante que el de costumbre.

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03/04/2011, 18:51
Director

Los bárbaros levantaron levemente sus hachas de talar al ver salir a Leorn de la arboleda, pero rápidamente las regresaron a su posición de descanso al ver que estaba sólo y no parecía tener una actitud agresiva, por lo tanto no les resultaba amenazador.

- Buenas.- Saludaron los dos acercándose algo más al aventurero, pero aun conservando las distancias.- ¿Qué te trae por aquí?.- Hizo la pregunta de rigor uno.

A pesar de que estos hombres portaban ropas muy parecidas a los humanos a los que se habían enfrentado hace varias jornadas en las tierras de Caranthir, su educación distaba bastante de la de ellos. Cierto era que la situación en la que se habían encontrado era muy diferente, pero aun así Leorn tuvo esa misma impresión desde que habían cruzado las miradas.

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06/04/2011, 13:43
Leorn

- Mis dos amigos, y yo, cruzábamos estas tierras para dialogar con vuestro jefe sobre una posible alianza.- Respondió Leorn mientras esperaba que sus compañeros salieran de su escondite, y que sobretodo los humanos no se lo tomarán a mal.

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06/04/2011, 13:44
Director

Elladen y Taurnil salieron del bosque pues ya no tenían motivo de hacerlo, su presencia ya había sido revelada por Leorn. En un principio, los bárbaros no sabían que pensar de la nueva aparición, que un humano andará con dos elfos les parecía extraño, así que ahora que estaban en desventaja tomaron una posición defensiva.

Finalmente, tras  los intensos segundos en los que los bárbaros los veían como posibles enemigos, los dos hombres se calmaron debido a la actitud pasiva del grupo. Uno de ellos, finalmente formuló las siguientes preguntas.- ¿Alianza?, ¿con quién?-

El otro, interviniendo antes de que cualquiera de los aventureros pudiera contestarle, pues pensaba que ellos no se debían meter en actos de diplomacia y que los tres no tenían peligro alguno para todo el poblado, dijo.- Seguidnos, os llevaré ante él.-

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06/04/2011, 14:21
Taurnil Menelran

Taurnil se alegraba de que a pesar de que salieran desde la nada y que parecieran asustados por ello, no se tomaran como un gesto de guerra aquello. Satisfecho por ello y por la buena actuación de su compañero Leorn, el elfo les siguió tranquilo. Aunque parecían desconfiar de ellos pensó que lograrían hacerles cambiar de opinión.

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08/04/2011, 12:35
Director

Todos los barbaros dejaron sus quehaceres. Mientras caminaban por medio del campamento, multitud de miradas con diferentes connotaciones, pero todas ellas con referencia hacia ellos, se fueron produciendo a su paso. Los guerreros les miraban mostrando su intención en el brillo de sus ojos de que si pretendían causar cualquier problema serían rápidamente exterminados, las mujeres mostraban interés por lo elfos pues muchas sólo habían oído hablar de ellos en leyendas, y los niños, al contrario de lo que se pudiera pensar, no acudían a meterse bajo las faldas de sus madres, no sentían miedo de la presencia de los extranjeros.

Llegaran a la tienda más grande, cuando uno de los dos hombres que lo habían acompañado les dijo que esperarán fuera, mientras él se adentraba. Seguramente sería para darle la noticia de su presencia a su jefe.

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09/04/2011, 15:45
Taurnil Menelran

Taurnil no se privó de sonreir y hacer muecas a los niños y saludar cortesmente a las mujeres. Parecían sorprendidos de verles, y ya conocía esa sensación de ocasiones anteriores. Sabía que en muchos humanos, la visión de un elfo resultaba tan sorprendente como si el personaje de una leyenda cobrara vida y saliera a saludarles. Por ello se divertía simpáticamente con la situación.

Mientras esperaban fuera el elfo comenzó a silbar una antigua melodía elfica, que seguramente ninguno de los allí presentes conocería pero, que no lograrían olvidar jamas. Y aquello le resultaba gratamente divertido.

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11/04/2011, 14:35
Director

Las miradas no dejaron de centrarse en ellos en los segundos que estuvieron esperando, sobretodo porque Taurnil comenzó a cantar con un tono armónico natural que compartían de forma innata todos los elfos, los que más pronunciado los avari, y que los hombres e incluso muchas mujeres humanas jamás podrían llegar a alcanzar, los niños por su parte sonreían contentos.

Tras un rato, acabada ya la canción hace unos pocos segundos, el jefe, que llegaba a sobrepasar los dos metros que eran coronados por una el medio cráneo de un lobo y que tenía un físico musculoso, salió junto a su mujer, la cual era de gran belleza, y sus dos hijos, el mayor ya todo un hombre que parecía seguir los pasos de su padre en relación a la apariencia.

Además les seguía un hombre que no parecía pertenecer a la tribu, pues vestía unas ropas bastante distintas a cualquiera de la tribu, y que les sonaban de algo a los aventureros. El hombre tenía rasgos sureños, de cuerpo atlético, y en su cara una cicatriz que iba desde algo más arriba de la pestaña hasta el comienzo de la mejilla izquierda, preo que la herida que la había realizado no había profundizado lo suficiente como para reducir su capacidad visual.

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11/04/2011, 14:35
Emeldur(jefe)

- Buenas viajeros.- Saludo el jefe, y después sin esperar presentaciones prosiguió.- Ya me han informado que habéis venido hasta aquí buscando una Alianza con mi clan. Es una casualidad, pues hace varios días nos realizó la misma proposición el hombre que tenéis ante vosotros. Decidme, ¿por qué debería de aceptar vuestra proposición en vez de la suya?- Aquella pregunta denotaba que de alguna manera ya sabía que ambos eran bandos enfrentados. Eso les llevo a acordarse que aquel hombre que vestía ropas oscuras debía de pertenecer a la misma organización de asesinos con la que se habían enfrentado dos veces semanas antes.

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11/04/2011, 15:28
Taurnil Menelran

El buen humor de Taurnil desapareció de inmediato. Lanzó una mirada criminal a aquel hombre extraño, seguramente uno de los asesinos con los que habían tenido que librar cuentas tiempo atras.

Trató de relajarse y se dirigió al gran jefe. Nuestra propuesta a diferencia de la suya será cumplida. Dijo Taurnil. Desconozco lo que este hombre les ha ofrecido. Dijo señalandolo abiertamente con el indice de su mano derecha y el brazo totalmente extendido hacía él. El gesto de desprecio era evidente en el rostro del elfo. Otros pueblos cayeron bajo su yugo, y seguramente sus promesas no fueron cumplidas. Nosotros no podemos ofreceros oro ni joyas. Pero si os ofrecemos la paz y la libertad que ellos y el Señor Oscuro os negaran, convirtiendoos en esclavos junto al resto de nosotros. Si os unis a nosotros y los nuestros, conseguiremos darle un futuro a vuestros hijos. Taurnil señaló con una amable sonrisa a los niños a los que había cantado hacía unos instantes para divertirlos.

Evidentemente no comentó nada acerca del diario, pues no quería que aquel miembro de los asesinos supiera que portaban con semjante objeto.

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12/04/2011, 22:52
Emeldur(jefe)

- El me ofreció algo que con vuestro pacifismo y vuestros aliados no puedo esperar obtener. ¿O acaso me podéis ofrecer venganza contra aquel que se hace conocer como el verdadero y actual señor de la Primera Casa de los Edain fundada por nuestro antepasado Bëor*?- Sin dejarles contestar, dijo.- Lo dudo.-

Notas de juego

* Barahir. A su vez vasallo de los hijos de Fëanor, Angrod y Aegnor, hermanos de Caranthir.

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12/04/2011, 23:58
Taurnil Menelran

A Taurnil le apenaba mucho escuchar aquello. Preferían la venganza a ser libres y no morir después contra el yugo opresor del Señor Oscuro. Y tratandose del Señor Oscuro, la muerte era la mejor cosa que podía pasar.

El elfo bajó la vista triste y miró a los niños. No sabía que decir, aquel deseo vengativo y rencoroso escapaba de sus conocimientos y sentidos. Tal vez luego no haya nada que vengar... Dijo apenado, aunque más bien fue un comentario para si mismo que se le escapó en alto.