Partida Rol por web

Albin respondió a Mats negando con la cabeza, frunciendo un poco el ceño. Él tampoco conocía a Masaryk.

-Este lugar es seguro porque casi nadie sabe que estamos aquí. Pero no sé si esa seguridad durará mucho.

Mas información. Mas partes encajando. Incluso los huecos hablan.
Se me frunce el ceño y se me intensifica la atención.
Recojo todos los sugestivos e inquietantes detalles y dejando el móvil olvidado en mi mano me uno a la conversación recogiendo el ultimo hilo que se ha presentado.
Consideremos, si no le parece mal Govier - infiero con respeto - que estamos en estado de alerta y que debemos estar preparados para marchar y buscar otro lugar con celeridad.
Remarco un gesto de conciliación para hacer ver que no hay por mi parte queja del refugio que nos esta ofreciendo si no solo precaución - podemos confiar en el secretismo como defensa entorpecedora ante las amenazas mundanas pero... - relajo el tono con el que llego a proseguir para mantenerlo profesional - ante las arcanas no tenemos, al menos yo, suficiente conocimiento para saber que pueden hacer o que no.
Pensemos en que se decantaran por lo mas fácil, en coste de energía - muevo la cabeza con gesto de presunción neutra - que es pulsar las teclas de sus contactos políticos, sociales y policiales y que empezaran a echar las redes sobre mi, usted o cualquiera de nosotros o los que los hayan ayudado para descubrir a donde hemos ido a parar.
Pero no olvidemos que quizás alguno de ellos puedan emplear los mismos trucos que a ustedes les llevaron hasta Cleo.
Inspector - trato de mantenerme calmado - se que es como estar constantemente sobre las brasas pero llevamos un tiempo en ese estado y lo que me reconcome es no saber por que se ha desencadenado hasta llevarnos aquí.
Me apuro el café y me distraigo pensando en lo bien que me sentaría el que estuviera ahogado en el burboun que compro Leah o que demonios: un Redbreast de doce veranos sin mancillar.
Sinceramente creo que les vendría bien a todos, creyentes y ateos del whisky por igual.
Recupero el sendero, distorsionado por ese pequeño lapsus de agotamiento redomado y pensamientos rebeldes y me centro en compartir lo que ya parece una eternidad me abrió las puertas al Otro lado.
Creo que la Gran Imagen, la perspectiva Total de lo que esta ocurriendo esta en las zonas de conexión de nuestros casos.
Después deberíamos profundizar mas en ellos, inspector,comparando los detalles - tuerzo los labios - el diablo esta en ellos, pero mi compañera y yo empezamos a encontrarnos en esta situación al asignarsenos la investigación de la muerte de Noémie Porthos, directora de la ONG “La Guarda” y la desaparición - transitoria, no son agradables los detalles - de Odelia Terry.
A lo largo de las pesquisas averiguamos y confirmamos que nuestro sospechoso principal, fuera de toda lógica racional, era el padre de Odelia, Edmund J. Terry, padre de Odelia, fallecido en 1981.
Hago un pausa para asimilar, incluido yo mismo lo que estoy diciendo. Esas vivencias solo las podría entender Leah con tan pocas palabras, pero que mas se puede añadir para gente que nos estamos sumergiendo en estas aguas procelosas.
Así es como conocimos a la doctora. Clementine estaba y esta - le sonrío agradecido - al cargo de los cuidados médicos de la pequeña Edith - suspiro - En aquel momento no sabíamos, ni siquiera ella, quien era ella pero por alguna razón el sospechoso había sido avistado en las mismas dependencias donde estaba ingresada la niña.
Me froto el cabello greñoso y sucio de polvo de tumba, roña de bosque y sudor de adrenalina y me quedo preguntándome que es lo que me mantiene en pie. Entornando los ojos los miro continuando mi monologo.
Mi teoría es que el sospechoso, cuya naturaleza o estado...um...innatural no podemos concretar del todo, fue uno de los precursores, sino al menos uno de los legados, de la sociedad o mejor culto al que nos enfrentamos. Puede que uno de los maestros. Mi teoría es que este tipo en concreto se topo con algo que no pudo controlar y que aprovecho para llegar hasta nuestro plano.
Su misión explicita no la puedo esbozar...bueno...aquella noche las... - titubeo y se me llena de aspereza la voz. Creer que lo has superado no es hacerlo - ... las circunstancias se volvieron traumaticas.
No se por que estoy mirando al suelo. Los zapatos de Clementine. Rozados por el ajetreo de la huida.
Me froto la garganta y la comisura de los labios. ¿Donde esta Leah?¿Por que tantas vueltas en la conversación rondan alrededor de ella pero sin topar con una información directa?
Respiro. Aun no. Termina.
Ya se han encontrado con mi compañera. Fue por ella que conocí por primera vez a Eugene Masaryk - reagrupo mi voz para ser serio y seguro - Si es el Diablo, en carne humana para nuestros ojos pero real. Yo me lo hubiera imaginado en un agujero como Nogales o peor como Tucson. Incluso en algo mas practico como Washington DC. No en un sitio tan rutilante como París - se me apaga la voz - Da que pensar ¿Verdad?
Se nos ha advertido por varias partes y les repito las palabras exactas que nos dijeron a nosotros alguien de quien me las creo por que no tenia por que dárnoslas así en absoluto.
Eugene no es otro que el Demonio… así que hay que tratarlo cuidado... Si juegas a su juego has de saber que de una forma u otra ya has caído en su red. No se le puede matar... Se le vence no cayendo en el error de acabar siendo una extensión suya. El odio, la rabia, la venganza, la ira, son cosas que pueden, digamos, inducirte a errar… Él se maneja muy bien en ese terreno.
Como bien comente con Clementine su papel es quererlos vencidos porque él es una fuerza salvaje que odia que le aten, y al fin y al cabo tiene su papel… aniquilador.
Y si al parecer ese es el objetivo de ese grupo de ¿Malnacidos? ¿Viles? A veces se me traba mi francés.
En fin. Tras los hechos acaecidos en el hospital tratamos de seguir las investigaciones en parte por que seguían quedando cabos sueltos - al menos el grupo que retenía a Edith estaba compuesto por ocho personas - en parte por que le habíamos prometido encontrar a su padre.
Me alegra oír - asiento honesto - que el señor Montillet esta vivo, aunque debía haberme imaginado lo de la perdida de memoria. Es su modus operandi. Aunque me da que en este caso no salio como debía ser.
La ultima mujer de Montillet tal como dice Mats es lo que debe ser el maestro del grupo actual asi como Terry pertenecía al anterior. Mis sospechas es que Odelia Terry tuviera algo que ver o formara parte. Como banco de adquisiciones de próximos soñadores. Que mejor que una organización transnacional que se dedica al cuidado sicológico de los infantes en circunstancias de precariedad como los migrantes y refugiados por todos los continentes como herramienta de descubrimiento para un culto que convierte a Soñadores en cartógrafo, brújula, y mapa.
Me imagino que esas quemaduras entintadas son inducidas desde dentro, por los aspirantes a navegantes. Como un mascaron en su nave la mente viaja hacia donde ellos apuntan y la carne responde. Es una forma sutil de tortura, pero sigue siendo forzada y por lo tanto: tortura.
Mi gesto de ira hastiada congracia con el tono de Clementine.
Así que después de tropezar con los restos de Fox - me miro la mano herida - y descubrir a quien lo mato. Después de tener a esa hija de perra cara a cara. Después de ser estudiado hasta el tuétano por una manada de lobos bastante civilizados. Después de ver caer a gente que estaba a mi responsabilidad y a civiles desprotegidos.
Después de todo esto, ¡por Dios! - me acongojo yo mismo de mi sobresalto y me asusto mas cuando el tono se atempera como pasado por el lomo de un tempano - Por Dios que vamos a dejar a esos hijo de mamón deseando no haber salido nunca del cascaron de los sueños que visitamos todos los demás.
Así que y antes de que cada uno de su opinión sobre como actuar y yo llame a mis contactos y todos recojamos a aquellos que han estado involucrados en esta tempestad y rescatemos a Sophie y el enemigo se mueva... Alguien...POR...FAVOR... - aprieto los dientes - me puede sinceramente decir donde esta Leah Tautou o POR...FAVOR - suplico con los ojos - que le ha pasado.

-La señorita Tautou estuvo con nosotros aquí, en la clínica. Luego participó del rescate del señor Bergstrøm y estaba bien cuando aterrizamos en París para recoger a... Ada Bytnar, una... -miró hacia Mats- ...¿pupila huída? de Vendela Döbeln que parece ser que ha escapado de la secta.

Señor Mallutz, la ví enfrentarse a ellos y... por muy extraño que parezca creo que necesitaba estar sola.

Instintivamente me llevé una mano al corazón cuando Mats comenzó a hablar de Édith y de su padre -Sí, es ella -afirmé -En verdad no la encontramos, digamos que el destino la puso en nuestras manos y que casi no sobrevive al traspaso -comenté con gravedad. Así que su padre sí estaba vivo, como suponía Daniel... La imagen de su rostro vino a mi mente más nítida que nunca, en aquel sueño él y ella se encontraban, ojalá que algún día aquello fuera una realidad.

Volví al aquí y ahora luego de las palabras de Daniel y de Govier y dije -Cuando veníamos hacia aquí Édith insistió en que estábamos yendo hacia la casa de su padre, me preguntó si íbamos hacia allí de hecho y yo no le creí -negué con la cabeza avergonzada -Pensé que en su estado convaleciente estaba confundiendo el dónde y el cuándo... También pensé en que si lo que decía era cierto íbamos a guiar a esos asesinos hacia su padre y tampoco me hizo gracia. Por suerte ustedes intervinieron -afirmé y me pasé un mechón hacia atrás de la oreja aunque, estaba segura, no tenía ninguno suelto del recogido que llevaba.

-¿Qué sabemos de Eugene Masaryk? Lo que ha dicho mi compañero -miré a Daniel -ES el diablo y hay que tener cuidado con él, de momento nos juega a favor porque detesta que los sectarios traten de manipularlo o, mejor dicho, le pisen sus dominios, pero no como víctimas -miré al doctor y al resto, el comentario tan inocente del médico me hizo gracia -¿Y por qué no? -pregunté con una media sonrisa -Yo he visto un vampiro, sin ir más lejos. A esta altura no podemos ponernos caprichosos con qué creemos y qué no.

Tomé una pausa y me crucé de brazos, estaba cansada pero mi instinto me prohibía de momento bajar la guardia -Deberíamos hacer lo que dice Daniel y empezar a cruzar información -señalé -Por ejemplo, me llama la atención que el proceso de "descarte" de Édith haya sido diferente que el de las demás soñadoras: la estaban llevando en automóvil y sufrieron un accidente de camino -expliqué -Acabo de recordar que me dijo que Iréne Caron la tatuaba y que los captores le pegaban porque ella se negaba a hacerlo en la niña. Luego me dijo que la llevaron por una serie de túneles que daban a las catacumbas de París, pero a una parte no turística y que allí le dieron un líquido blancuzco con el que quedó inmóvil, que la sacaron de allí envuelta en mantas hasta un párking abandonado y la subieron al automóvil, pero cuando ella estaba allí, en viaje, soñó con un pozo custodiado por un daimón, me advirtió que los sectarios jamás debían llegar a ese lugar... Luego se desató el infierno que fue ese accidente y ella llegó a mí... -volví a hacer silencio -Estoy pensando que quizás la estaban llevando al parque para dejarla en el lago...

Enarco una ceja cuando Bélanger hace su escueto comentario acerca de lo que acabo de decir sobre Masaryk. Lo miro con los ojos muy abiertos y expresión interrogativa. ¿Qué pasa? ¿De repente hay cosas que podemos aceptar a pesar de que desafíen toda lógica, y sin embargo podemos permitirnos el lujo de dudar de otras? Por lo que a mí respecta, una vez que se ha demostrado la existencia de algo sobrenatural, se abre la veda para todo tipo de posibilidades. Y no, el Diablo no es precisamente una de las cosas en las que me resulta más difícil creer; y menos después de mi breve experiencia con la tal Leah.

El detective Mallutz arroja sobre la mesa la posibilidad de que la clave de lo que está ocurriendo se encuentre en los puntos de unión de nuestros respectivos casos, o eso me parece entender. A continuación procede a relatar el modo en que su compañera y él se vieron involucrados en todo esto, a través de la investigación de una desaparición y un asesinato cuyo principal sospechoso parecía ser alguien muerto hace más de treinta años. Expresa su acuerdo con mi comentario acerca de Masaryk, coloreándolo con sus propias impresiones, antes de proceder con una recolección de sus investigaciones y de conjeturas en la que, francamente, acabo por perder la orientación. Caigo entonces en la cuenta de lo difícil de seguir que es toda esta maraña de conceptos, nombres y crímenes cuando no se ha participado directamente o se han presenciado los hechos. Finalmente, Daniel muestra su preocupación por el paradero de su compañera Leah Tautou, de un modo que me hace sospechar que los sentimientos que me expresó Leah en un momento de vulnerabilidad podrían ser correspondidos. Abro la boca para responder, pero es Govier quien responde, haciendo un buen trabajo por aplacar la ansiedad de Mallutz al tiempo que pregunta por Ada Bytnar. Aprovecho la ocasión para hacer un inciso:

—Ada Bytnar era al mismo tiempo la protegida y la esclava de Vendela Döbeln. Ignoro si estaba sometida a alguna clase de condicionamiento, pero lo que parece claro es que, si es así, este no funcionó del todo. Ada mostró en todo momento simpatía hacia nosotros, y no me costó mucho convencerla de que aún estaba a tiempo de ser libre de la secta. Pudo haberme entregado, y aun así decidió poner su vida en peligro ayudándome a escapar. Yo confío en ella. —Suspiro, obligándome a matizar mi afirmación—. O al menos, confío en sus buenas intenciones. No sé si puede haber alguna sugestión implantada en su subconsciente…

Como la hay en el mío, recuerdo.

Ouvrard habla entonces, explicando que llegaron aquí acompañando a la joven Édith Montillet, quien creía que esta era la casa de su padre. Ella también apoya mi versión de Eugene Masaryk, tanto de su naturaleza como de su peligrosidad, y comenta como si tal cosa que ha visto un vampiro. Un vampiro. No sé por qué debería sorprenderme, la verdad.

—Una cosa —interrumpo gentilmente—: volviendo al tema de Masaryk, esa persona de confianza de la que les he hablado me dijo que, para ser libres de su influencia, deberíamos hacer siempre lo que el corazón nos dijera que es lo correcto. Sin ambigüedades, nada de «el mal menor» ni nada de eso. Si nos esforzamos siempre por… eh… «ser buenas personas» —me encojo ligeramente ante lo ingenua que suena la expresión—, no podrá tocarnos.

Continúo escuchando a la doctora Ouvrard. La tatuadora desaparecida era obligada a tatuar a Édith, y la golpeaban si no obedecía. Habla de un entramado de túneles, en las catacumbas de París, por el que llevaron a la niña. Allí, la chica soñó con un pozo custodiado por…

Un pozo.

En ese momento soy incapaz de seguir escuchando lo que dice la doctora.

—¿Un pozo? —pregunto de repente, visiblemente alterado—. Escuchen: Sophie Taylor, la soñadora de la que les acabo de hablar, mi amiga desaparecida… Ella está encerrada en un pozo, desde el que me envió su avatar durmiente… —«Joder, Mats, más despacio. No se están enterando de nada de lo que estás diciendo»—. A ver. Una noche, hace ya tiempo, Sophie me salvó de una pesadilla inducida por los soñadores, metiéndose en mi sueño. Para ello, asumió una forma que fuese creíble dentro del contexto de la pesadilla: creó la persona onírica de Sigrun Eitinger, una amiga de mi familia, que en realidad no existe, porque se la inventó ella… Pero esta madrugada, en la Gare du Nord, he visto a Sigrun, en carne y hueso. Fue muy raro. Hablé con ella, le pregunté por Sophie… Y después de insistir un poco, me dijo que había soñado con ella, que estaba atrapada dentro de un pozo… —Ahogada, dijo—. Por eso, tengo la teoría de que Sophie está sumergida dentro de un pozo en alguna parte, y desde allí, de alguna manera que no entiendo, ha conseguido enviarme a Sigrun, su avatar onírico, para que vaya a buscarla…

¿Será posible que sea el mismo pozo del que Édith le habló a Ouvrard? He aprendido que las coincidencias no existen…

—No sé si lo que voy a decirles tendrá alguna relevancia para ustedes, pero en fin, por seguir completando información… Arthür, mi amigo, ha estado investigando sobre las prácticas de esta gentuza. Hace un rato he hablado con él, y me ha estado contando lo que ha descubierto: según parece, han tomado prestada la metodología de una tradición chamánica del Mediterráneo y el Mar Negro del siglo VI antes de Cristo —me esfuerzo por recordar toda la información—. Están buscando las puertas del Inframundo, que según sus creencias, permiten alcanzar un estado de trance mediante el cual se pueden doblegar las leyes del espacio-tiempo. Por eso, tienen una fundación sita en Creta. Quizá sea la tapadera de sus actividades allí. ¿Por qué hacen esto y cuál es su fin último? Pues ni puta idea, la verdad. Según mi amigo, buscan la llave para bajar al reino de los muertos, para encontrarse con los dioses.

Lanzo un profundo suspiro, como si acabara de soltar un gran peso, y me quedo mirando a mis nuevos aliados, a la espera de conocer sus impresiones.

Mats recibió en ese momento un Whatsapp de Arthür:

Por si más tarde en vuelo tuviéramos un "accidente", he estado escribiendo lo que me gustaría haber podido contar a Govier y Bélanger. Por favor, leéselo cuando estés con ellos y a quien consideres que debe saber lo que hemos averiguado. Lo he enviado a tu email.

A su cuenta de correo llegó el siguiente escrito:

Es mucho lo que debo contar, algunas de las cosas son suposiciones únicamente, pero todo se basa en lo que hemos podido averiguar. Es mi impresión que no vamos desencaminados y que  poco a poco todo encaja y podrá hacerlo mucho más si Cléo es capaz de recordar nuevos detalles. Por mi parte también hay mucho que debo recordar, pero ya llegaré a eso. Trataré de ser sintético y sistemático en la medida de lo posible.

Nuestra amiga Sophie -quien estuvo en coma tres años tras sufrir un accidente de coche inducido mediante sugestión por Vendela-, fue mantenida en dicho estado artificialmente por los soñadores. De esta manera Vendela en persona la visitaba en el hospital, dormía a su lado y, en sueños, incitaba a Sophie a buscar un lugar en otro plano, una fuente junto a un ciprés blanco de la que debía beber. Esa imagen del ciprés y de la fuente, junto a la letanía mediante la cual pretendía llevar a Sophie hasta allí, pertenecen a las llamadas tablillas órfico-dionisíacas, unas pequeñas inscripciones en láminas de oro que los iniciados en estos misterios -hablamos de ritos de la Grecia del siglo VI a. C- empleaban para recordar que al morir debían evitar esta fuente, cuyas aguas otorgaban el destino del común de los mortales en el Hades, es decir, vagar como un espectro sumido en el olvido, incapaz de recordar quién era en vida. A ellos sin embargo, como iniciados, les esperaba el destino de los bienaventurados y para alcanzarlo debían beber de otra fuente, aquella que, por el contario, les permitiría recordar.

El culto de los soñadores parece alguna variante desviada, plagada de elementos de dolor, dominación y muerte, y posiblemente con elementos de otro culto chamánico, también de Grecia y de la misma época. En este culto chamánico de que les hablo, el de los iatromantes, los iniciados, que eran llamados "Señores de las guaridas", durmiendo en grutas consideradas puertas al Inframundo, eran capaces de viajar hasta allí en vida y retornar, sanar enfermos soñando junto a ellos y hallar la Sabiduría al adentrarse en territorio de los dioses. Esto lo sospechamos al escuchar a Cléo recitar parte del poema de Parménides -no sólo filósofo presocrático sino también iatromante-, y saber la forma en que Vendela dormía junto a Sophie, lo que parece encajar igualmente con los ritos de que hablamos.

Mats averiguó que Vendela, a través de un intermediario llamado Antonio Marino, había adquirido propiedades en Grecia -entre ellas una isla en el Egeo- y antigüedades diversas; puede que busquen algún Caronium (puerta al Inframundo), o tablillas órficas y otros elementos que les ayuden en sus objetivos o para adquirir poder.

Respecto a lo que pretenden tanto de Cleó como de Sophie, y tal vez de Édith Montillet, sospecho que se trata de encontrar cierto lugar de poder, que podría ser de este mundo o de geografía onírica, o al menos estar fuera de este plano de existencia. Nuestra amiga Sophie era capaz de soñar con lugares en que no había estado nunca (así encontramos nuestra casa/refugio), y cuando rescatamos a Cléo del lago del parque, pudimos ver que en su brazo había unas líneas nuevas, no marcadas aún en tinta ni con cicatrices que, estoy seguro, marcaban la ruta que ella había seguido hasta mí en sueños unos días atrás mediante un mensajero, un cuervo que ambos conocimos de niños.

Conozco a Cléo de cuando tenía diez años, y aunque aún no recuerde mucho de aquel tiempo, sé que compartimos algunos sueños -al igual que con su hermano también desaparecido-, y que de alguna manera, del mismo modo que Sophie ha hecho llegar a Mats un mensaje a través de una muchacha inexistente (él podrá contaros sobre eso), Cléo envió ese cuervo a buscarme y hacerme recordar. La ruta se marcó en su piel, de modo que sospecho que lo que hacen los soñadores es volver indeleble los caminos que ellas recorren en sueños, tal vez para después ser capaces de formar el mapa que deberán seguir.

Todavía no recuerdo mucho de aquel periodo cuando era niño (fui secuestrado y permanecí meses desaparecido, aunque en mi caso nadie me olvidó), pero cualquier cosa relevante que pueda recordar se la haré saber enseguida a ustedes igualmente. Sí recuerdo que en aquellos sueños Cléo y su hermano decían ser "exploradores". Esto encaja con que ella sea capaz de encontrar lugares en sueños.

Sabemos también que los soñadores son capaces de tomar posesión de la voluntad de otros y que, estando en ese estado, es posible llegar a verlos como una "sombra" que se reviste de la persona dominada como si fuera un traje. Así vimos a unos de ellos y, de alguna forma, el desenmascararlo nos llevó a Sophie, Mats y a mí a "otro lugar", arrastrando con nosotros a la "sombra", al soñador que poseía en aquel momento a un médico, librando a éste de su influencia. Pero eso no fue todo: el soñador así desenmascarado dijo que le habíamos arrastrado al Hades y, totalmente aterrorizado, sabía que "algo" venía a por él. Ese "algo" -ante lo cual nosotros debimos cerrar los ojos y apartarnos de su camino o ser igualmente arrastrados-, camina por nuestro mundo con forma humana y se hace llamar Eugen Masaryk. El soñador fue cazado por él, de modo que no creo que sean aliados. Tampoco creo que el hecho de que sea enemigo de nuestros enemigos le convierta en nuestro amigo. Es más peligroso que ellos. De eso estamos seguros.

Por cierto, sospecho que el hechizo de olvido sobre las chicas secuestradas no es tanto para provocar la amnesia del mundo, sino para que ellas olviden quiénes son. Lo creo así porque en ningún caso el olvido ha funcionado al cien por cien y eso hace que, ante lo extraño del hecho, quienes las buscan al recordar que conocen a alguien a quien han olvidado se pongan sobre aviso de que ocurre algo sobrenatural. Sería más sencillo secuestrarlas sin más. Sin embargo podría ser que el olvido del mundo sea un efecto, digamos secundario, del olvido de sí mismas. Creo que para forzarlas a hacer lo que hagan con ellas puede ser importante que olviden quiénes son. Al menos Sophie es una persona muy fuerte que ya antes se ha resistido a Vendela. Creo que la recordamos de pronto porque ella misma debió recordar quién es y esto podría haber roto el hechizo. Cuando se la llevaron llevaba consigo un talismán con un capítulo del libro egipcio de los muertos. Se trata de la letanía que debe pronunciarse en el Otro Mundo para no olvidar el propio nombre. Tal vez esto le ayudara, tal vez su propia fortaleza fue suficiente. Debemos encontrarla cuanto antes, al igual que a la pequeña Montillet.

Hay alguien que ya nos ayudó una vez, una persona que parece saber mucho de cómo manejarse en sueños. No sabemos quién es porque prefirió mantenerse oculto seguramente por precaución frente a los soñadores, pero sí conocemos a quienes le conocen. Si le hacemos llegar la información que tenemos sobre Cléo y Sophie y todo lo demás que necesite y sepamos darle, tal vez podría saber dónde está ese "pozo" en que se encuentra Sophie y del que le habló a Mats la chica inexistente.

Cualquier cosa en que pueda ayudar, sólo diganlo.

En ese preciso momento, antes de que nadie pueda decir nada, mi móvil emite un maullido de gato. Es mi aviso de notificaciones. Extrañado, lo saco de mi bolsillo y empiezo a tantear la pantalla. Se trata de Arthür. Ha tenido la fantástica idea de enviarme un correo electrónico con una recapitulación de toda la información de que dispone, para que pueda compartirlo con Govier, Bélanger y otros compañeros que puedan verse involucrados en este asunto. Sonrío.

—Es Arthür… El amigo del que les he hablado. Acaba de mandarme un correo que puede resultarles interesante a todos ustedes. Voy a leérselo en voz alta:

«Es mucho lo que debo contar, algunas de las cosas son suposiciones únicamente, pero todo se basa en lo que hemos podido averiguar. Es mi impresión que no vamos desencaminados y que  poco a poco todo encaja y podrá hacerlo mucho más si Cléo es capaz de recordar nuevos detalles. Por mi parte también hay mucho que debo recordar, pero ya llegaré a eso. Trataré de ser sintético y sistemático en la medida de lo posible.

»Nuestra amiga Sophie —quien estuvo en coma tres años tras sufrir un accidente de coche inducido mediante sugestión por Vendela—, fue mantenida en dicho estado artificialmente por los soñadores. De esta manera Vendela en persona la visitaba en el hospital, dormía a su lado y, en sueños, incitaba a Sophie a buscar un lugar en otro plano, una fuente junto a un ciprés blanco de la que debía beber. Esa imagen del ciprés y de la fuente, junto a la letanía mediante la cual pretendía llevar a Sophie hasta allí, pertenecen a las llamadas tablillas órfico-dionisíacas, unas pequeñas inscripciones en láminas de oro que los iniciados en estos misterios —hablamos de ritos de la Grecia del siglo VI a. C.— empleaban para recordar que al morir debían evitar esta fuente, cuyas aguas otorgaban el destino del común de los mortales en el Hades, es decir, vagar como un espectro sumido en el olvido, incapaz de recordar quién era en vida. A ellos sin embargo, como iniciados, les esperaba el destino de los bienaventurados y para alcanzarlo debían beber de otra fuente, aquella que, por el contario, les permitiría recordar.

»El culto de los soñadores parece alguna variante desviada, plagada de elementos de dolor, dominación y muerte, y posiblemente con elementos de otro culto chamánico, también de Grecia y de la misma época. En este culto chamánico de que les hablo, el de los iatromantes, los iniciados, que eran llamados “señores de las guaridas”, durmiendo en grutas consideradas puertas al Inframundo, eran capaces de viajar hasta allí en vida y retornar, sanar enfermos soñando junto a ellos y hallar la Sabiduría al adentrarse en territorio de los dioses. Esto lo sospechamos al escuchar a Cléo recitar parte del poema de Parménides —no sólo filósofo presocrático sino también iatromante—, y saber la forma en que Vendela dormía junto a Sophie, lo que parece encajar igualmente con los ritos de que hablamos.

»Mats averiguó que Vendela, a través de un intermediario llamado Antonio Marino, había adquirido propiedades en Grecia —entre ellas una isla en el Egeo— y antigüedades diversas; puede que busquen algún Caronium (puerta al Inframundo), o tablillas órficas y otros elementos que les ayuden en sus objetivos o para adquirir poder.

»Respecto a lo que pretenden tanto de Cleó como de Sophie, y tal vez de Édith Montillet, sospecho que se trata de encontrar cierto lugar de poder, que podría ser de este mundo o de geografía onírica, o al menos estar fuera de este plano de existencia. Nuestra amiga Sophie era capaz de soñar con lugares en que no había estado nunca (así encontramos nuestra casa/refugio), y cuando rescatamos a Cléo del lago del parque, pudimos ver que en su brazo había unas líneas nuevas, no marcadas aún en tinta ni con cicatrices que, estoy seguro, marcaban la ruta que ella había seguido hasta mí en sueños unos días atrás mediante un mensajero, un cuervo que ambos conocimos de niños.

»Conozco a Cléo de cuando tenía diez años, y aunque aún no recuerde mucho de aquel tiempo, sé que compartimos algunos sueños —al igual que con su hermano también desaparecido—, y que de alguna manera, del mismo modo que Sophie ha hecho llegar a Mats un mensaje a través de una muchacha inexistente (él podrá contaros sobre eso), Cléo envió ese cuervo a buscarme y hacerme recordar. La ruta se marcó en su piel, de modo que sospecho que lo que hacen los soñadores es volver indeleble los caminos que ellas recorren en sueños, tal vez para después ser capaces de formar el mapa que deberán seguir.

»Todavía no recuerdo mucho de aquel periodo cuando era niño (fui secuestrado y permanecí meses desaparecido, aunque en mi caso nadie me olvidó), pero cualquier cosa relevante que pueda recordar se la haré saber enseguida a ustedes igualmente. Sí recuerdo que en aquellos sueños Cléo y su hermano decían ser “exploradores”. Esto encaja con que ella sea capaz de encontrar lugares en sueños.

»Sabemos también que los soñadores son capaces de tomar posesión de la voluntad de otros y que, estando en ese estado, es posible llegar a verlos como una “sombra” que se reviste de la persona dominada como si fuera un traje. Así vimos a unos de ellos y, de alguna forma, el desenmascararlo nos llevó a Sophie, Mats y a mí a “otro lugar”, arrastrando con nosotros a la “sombra”, al soñador que poseía en aquel momento a un médico, librando a éste de su influencia. Pero eso no fue todo: el soñador así desenmascarado dijo que le habíamos arrastrado al Hades y, totalmente aterrorizado, sabía que “algo” venía a por él. Ese “algo” —ante lo cual nosotros debimos cerrar los ojos y apartarnos de su camino o ser igualmente arrastrados—, camina por nuestro mundo con forma humana y se hace llamar Eugene Masaryk. El soñador fue cazado por él, de modo que no creo que sean aliados. Tampoco creo que el hecho de que sea enemigo de nuestros enemigos le convierta en nuestro amigo. Es más peligroso que ellos. De eso estamos seguros.

»Por cierto, sospecho que el hechizo de olvido sobre las chicas secuestradas no es tanto para provocar la amnesia del mundo, sino para que ellas olviden quiénes son. Lo creo así porque en ningún caso el olvido ha funcionado al cien por cien y eso hace que, ante lo extraño del hecho, quienes las buscan al recordar que conocen a alguien a quien han olvidado se pongan sobre aviso de que ocurre algo sobrenatural. Sería más sencillo secuestrarlas sin más. Sin embargo podría ser que el olvido del mundo sea un efecto, digamos secundario, del olvido de sí mismas. Creo que para forzarlas a hacer lo que hagan con ellas puede ser importante que olviden quiénes son. Al menos Sophie es una persona muy fuerte que ya antes se ha resistido a Vendela. Creo que la recordamos de pronto porque ella misma debió recordar quién es y esto podría haber roto el hechizo. Cuando se la llevaron llevaba consigo un talismán con un capítulo del libro egipcio de los muertos. Se trata de la letanía que debe pronunciarse en el Otro Mundo para no olvidar el propio nombre. Tal vez esto le ayudara, tal vez su propia fortaleza fue suficiente. Debemos encontrarla cuanto antes, al igual que a la pequeña Montillet.

»Hay alguien que ya nos ayudó una vez, una persona que parece saber mucho de cómo manejarse en sueños. No sabemos quién es porque prefirió mantenerse oculto seguramente por precaución frente a los soñadores, pero sí conocemos a quienes le conocen. Si le hacemos llegar la información que tenemos sobre Cléo y Sophie y todo lo demás que necesite y sepamos darle, tal vez podría saber dónde está ese “pozo” en que se encuentra Sophie y del que le habló a Mats la chica inexistente.

»Cualquier cosa en que pueda ayudar, solo díganlo».

Tras leer el extenso correo, me quedo mirando a mis compañeros con rostro enigmático. Arthür, eres un crack.

¡Dios Bendito! Tras tantas sombras de rumores y conjeturas, Geografía e Historia de verdad. Ojala Leah estuviera aquí para escuchar y leer por que ella quizás sacaría mas jugo. ¡Maldita sea! Me digo que no es solo por querer volver a ver su rostro. Que no es por que no se si aguantare una segunda caída. Que no es solo por el temor por su alma mas que por su vida. Me digo que si alguien de los que han tocado esta ordalía que nos envuelve ha visitado ese pozo es ella. Si alguien esta mas cercano a la verdad y al abismo que conlleva es ella. Miro a Govier con toda la apertura de miras que me permiten mis emociones, rascando con las uñas de la fe y el idealismo las ascendentes fuerzas del furor y el cinismo, para no actuar como un chaval descerebrado. Y le contesto a sus palabras, que intuyo tratan de ser bienintencionadas. No hay ninguna extrañeza que me sorprenda ya, inspector Govier. Ni siquiera la que usted me remarca. Cuadro los hombros y domo la agitación de mis manos trayendolas a un punto bajo a mis costados. El dolor de la herida en la palma se ha desperezado de su aturdimiento. Respeto los deseos de mi Chialin. Son un voto. Pero eso no me aleja del deseo de estar cerca para el momento, si lo necesita, que reclame mi ayuda. Y no me entienda literalmente. Cuando digo cerca me refiero tanto a lo físico - extiendo mi mano - como pudiera ser a lo mental o en como misteriosamente sea ...en espíritu. No se como expresarlo mejor. Leo mas que en las palabras de Govier en su pausa que, después de la lucha, Leah sufrió y esta sufriendo y en la oscuridad de otras certezas, solo puedo temer que le que la aleja, es la repulsión a lo que ha filtrado desde su huésped. Aversión y miedo por el fallo en el control, de su cuerpo, de su vida, de sus acciones, en manos del Otro. Y sin la bendición de la ignorancia o de la separación. Comparto ese pensamiento con la mirada fugaz que observa a Govier y a Bergstrom, consciente que la única reacción desamparada que se me ocurre, ante ese estado de padecimiento, seria abrazarla y que eso seria peor por que en su interior debe estar abominando la posibilidad de hacerme daño. Sé que que estos sentimientos nacen de lo que puedo imaginar. De las evasivas y las medias palabras. Pero no lo puedo evitar. Yo pienso en salvarla igual que hace ella. Dios. Señora...¿Podremos encontrar un punto medio?¿Un equilibrio?¿Un lugar en esto u otro lugar donde volvernos a encontrar? Mi dolor se tiñe de amargura pero trato de evitar personalizarlo y me pongo en su lugar. En lo que me dijo y lo que no me dijo. Con ello vuelve mi voz lenta y quebrada. En Edith y las otras chicas. En los que no conocemos pero estan igualmente atrapados. Somos Guardianes. Perros del Pastor. Del Señor... Me queda Esperanza. Leah es fuerte...Ella fue y salio de ese lugar...Del Pozo...Ella prevalecera. Me apoyo en la pared para no derrumbarme con las imágenes de la descripción de como llego a lograrlo y lo que pago. No regreso sola. Montura o Jinete, con ella mora El Devorador de Sombras - me niego a nombrarlo por su verdadero nombre. No aquí. No ahora. Los nombres dan poder y el que importa que prevalezca es Leah. De todos los involucrados es ella...Ella sabe lo que hay allá - lo sabe El Devorador y si ha cruzado océanos de oscuridad, putrefacción y carne para alcanzar a los Otros me hace sospechar que es lo que buscan - Dioses subterráneos. Dioses de la Muerte y el Cambio. Me sospecho que los Otros que como todos los que saborean la mieles del poder se están afanando en alejar las hieles de la mortalidad - me sonrío tristemente irónico - de que sirve poder manejar los hilos del mundo si al final la Parca va a cortar si o si los tuyos - me santiguo ante tanta aberración a los ojos de Dios y de la Santa Muerte. Quizás tengamos que perturbarte el exilio, Chialin - susurro mas para mi que para los otros. Un susurro que rasga sin quererlo a la mirada de Matts en una ultima inquisición de información. Me enderezo y lucho por dotarme de una formalidad que es difícil de levantar con tantas adversidades soplando encima. Lo primero es rescatar a Sophie - me endurezco - encontrarla por nuestro medios o la ayuda de otros. Si la descripción del estado de ella que ha dado, Matts, es precisa quizás pueda lograr marcar un lugar o el comienzo del camino a un lugar - me imagino abriéndome otra vez la mano, dejando fluir la sangre sobre los planos, esta vez para hablar con ella, Sophie. Ahogada es un estado de muerte por mucho que este desenraizado - pero no es una cosa que se me de bien como funciona - los miro a todos - funcionar funciona, pero las razones... Así que deberíamos tener en cuenta la vía alternativa de la ayuda que nos comento Arthur... - miro a Govier y a Matts - ¿Esta seguro, su amigo?¿Bajo una protección de verdad? El habla en su texto - señalo la pantalla del aparato - de una Casa/Refugio. ¿Seria posible que fuera allí donde nos dispusiéramos a ocultarnos? Si no, habría que disponer que su amigo se trasladase y que buscáramos un lugar realmente seguro y protegido. En cuanto a la premura por encontrar a Sophie pienso que la tal Vendela como un buen tahúr de Tenesee ha estado diversificando las opciones. Me imagino parte por que la cartografía es limitada en centímetro de piel y en parte por que las 'voluntarias' a navegar pasan por ciclos de rebeldía en su doma - perdóneme la expresión - Si esto es lo que ocurre y tienen una delicada necesidad de continua búsqueda tendría lógica que no pusieran todos los huevos en una misma cesta. Lo que no comprendo es ¿Por que la urgencia?. ¿Por que el cambio de modelo? Señalo de nuevo el texto que nos han enviado. El proceso del ciprés y la fuente ya nos lo había comentado Edith Montilliet - me pauso - por cierto si hablan con su amigo Arthur le alegrara que le digan que encontramos, bueno, la doctora Ouvrard trajo de vuelta a la niña - quizás ese es el método de hacer que se olvidaran y al mismo tiempo el mundo. A pequeños tragos del Leteo. Me froto el puente de la nariz. Sacudo la cabeza. No. Masaryk va a por ellos y me apuesto que ese ha sido el desencadenante. Masaryk es la fuerza sutil que esta haciendo caer el domino. Agito la cabeza positivamente con los ojos cerrados. Si mueren son suyos - hago un gesto de contrariedad - Masaryk va a por todos. Todos los que nos lo hemos encontrado hemos recibido la misma advertencia. Ahora solo es que los del grupo de Vendela son los que han alzado su Santa Ira. Empiezo a visualizar en palabras, a narrar lo que me viene a la cabeza. Vendela y los suyos, Terry y quien sabe mas meten las narices en París conscientes o inconscientes buscando una fuente de poder. Un Caronium o un artefacto y se dan de bruces con que el vecindario no esta contento con su infamia. Entonces hay que correr. Uno de tus 'barcos' esta en hibernacion y empleas al otro, Edith, para buscar la piedra filosofal. Un salvoconducto. El as marcado. Bajan a un lugar liminar, una frontera. Una guarida de itromantes. Llamenlo como carajo quieran. Pero lo que pasa no es lo que buscaban. Algo vigila la puerta a la muerte y sube hasta arriba, la superficie. Y entonces empieza la lucha en dos frentes - por favor corrijanme si creen que me estoy poniendo demasiado literal y doy cosas por sentado que ustedes saben que no son verdad - Y por el camino pierden a su baza en un accidente - me froto un dedo de la mano izquierda - un accidente que como bien dice Matts no creo una coincidencia. Mas bien una nota pulsada para precipitar los acontecimientos. Abro los ojos - para su información inspector uno de los secuestradores de Edith Montillet esta en el hospital Lariboisière. Se llama Marie Pradon y aunque la puse en custodia después de lo ocurrido hoy sera mejor que lo acentuemos - agito la cabeza tratando de recordar - ella nos hablo de un ritual de comunión con gentes vestidas de animales. Con sangre. Una especie de forma de atadura o sumisión - miro a Matts - ¿Le suena esto a algo? La tal Ada ¿podría esta bajo la misma influencia? ¿Sabría algo mas Arthur? ¿Un antídoto? - me pongo serio - fueron capaces de alcanzar a gente de mi equipo cualquier información que nos libere seria poca. Pero Pradon, Caron y Bytnar parece que pudieron saltarse las medidas de posesión. Por cierto - frunzo el ceño inquisitivo - ¿Escapar?¿Escapar de donde y de quien, Matts? - mi tono trata de ser franco, honesto, reflejo de que necesitamos información. Y el hermano de de Cleo - miro a Matts - ¿Podría preguntarle a Arthur como se llamaba? Por que si no lo entendi mal si era un soñador puede ser una de estas tres alternativas: a bien esta siendo usado como Kore y Sophie es solo un as mas en la mano - Arene Lioret la asesina de Fox Barret nos dijo que lo mato para evitar que asi lo hicieran con él - o bien forma parte del circulo de maestros y aprendices de este culto o finalmente, bien por el aunque es lo mas dificil de probar, escapo de sus garras y esta en algun lugar a salvo. Estoy divagando - pienso en voz alta y al darme cuenta me fuerzo a espabilarme. Ahora mismo ni el mejor café de Paris, bien cargado me sacaría el cansancio del alma. Pero aun así sigo luchando. Por que Leah así lo haría y su valor me da valor y por que el dolor es dolor, un estado sobre el espíritu pero no su definición. Vuelvo a santiguarme. No se que pensaran los demás pero agradezco que este Clementine para suavizar el impacto de la primera impresión. Me froto los labios secos y centro la atención en tareas. La gente siempre gusta de las tareas. Si estas tienen lógica, nos dan una base donde empezar. Por favor Matts preguntele a Arthur por esa ayuda y luego nos coordinaremos para ver quien va a suplicar por una dirección. y si la ayuda se llama Ophelia tendremos que hablar. Y si eres tan amable de describirme a sigrun te lo agradecere. Govier voy a necesitar unos mapas de la ciudad y de los alrededores, de Francia y de Europa. La ultima vez un Atlas funciono bien. Y si por casualidad sabe donde esta una piel de lobo que tenia mi compañera digamelo... Miro la taza de cafe arrugada - y algo mas solido que cafe - no tengo ni idea si la adivinacion saldra pero con el estomago vacio seguro que no tan bien. Pero antes de hacerla veremos si este lugar es seguro para ella. Miro a Clementine con ojos tibios - si me ayudas te lo agradecería. Tu mente es una perspectiva fresca a los detalles y quizás tu me puedas ayudar a que esto salga bien.

Toda la información que vomito de golpe no parece dejar indiferente a Daniel. Si he de juzgar por lo que veo, diría que es un hombre que debe luchar constantemente por no dejarse llevar por sus emociones. Me reconozco en eso. Con otras palabras, me cuenta lo que Leah ya me ha dicho hace unas horas: que la joven policía murió y renació como otra cosa, o mejor dicho, acompañada por otra cosa, a la que arrastró consigo desde allí abajo. Es entonces cuando me doy cuenta de que el agente tiene una herida en su mano, que abre conscientemente para, según creo entender, llevar a cabo una especie de ritual adivinatorio y orientarnos en nuestra búsqueda de Sophie. ¿Se trata entonces de una especie de chamán en el sentido tradicional de la palabra, alguien que acepta el sufrimiento para ayudar a aliviar el de los demás, para sanar el mundo, o en este caso, el estado de las cosas? Hay algunas cosas de las que dice que no alcanzo a entender, quizá por su falta de especificidad a la hora de preguntar, mezclada con conceptos algo confusos y mi propio agotamiento mental. Así, intentaré responder del modo más acertado posible dadas las circunstancias:

—Vamos a ver, por partes. La descripción del estado de Sophie es todo lo precisa que puede ser viniendo del sueño de una persona soñada por ella misma… Si es que eso tiene algún sentido. —Me humedezco los labios y apoyo las manos en las caderas, algo nervioso—. Lo único que me dijo Sigrun, literalmente, es que Sophie estaba ahogada, sola, en un pozo oscuro… Pero claro, yo también pensaba que Cléo estaba muerta, y vaya si me equivoqué. Sé que mi amiga Sophie está viva. Estoy convencidísimo de ello. Si no, no la habría recordado. —Me lleno otra vez el vaso de plástico y bebo un par de tragos antes de continuar con su siguiente pregunta—. Mi amigo está tan protegido y a salvo que ni siquiera sé dónde está. La única manera de llegar a él es a través de intermediarios. Es un tipo en una situación muy comprometida, y lo sabe. No es de extrañar que sea tan precavido. Lo de la casa refugio que comenta es otra historia diferente… —Meneo la cabeza, como ponderando si continuar hablando o no—. Mi amiga Sophie soñó con ella, y tuvo la corazonada de que era un lugar especial, seguro. Resultó ser un piso en alquiler. Podríamos decir que está algo así como protegido por un espíritu benigno, la señora Gresta. —Río con cansancio—. Todo un personaje. Ese lugar es un santuario. Es más fácil soñar cuando se está allí, pero al mismo tiempo… Es difícil de explicar. Sabemos que allí estamos a salvo mientras respetemos las reglas. Y sí, si deciden acompañarnos allí, estaremos encantados de recibirlos y de enseñarles esas reglas.

Me emociona la sugerencia de Mallutz de refugiarse en la casa Gresta y crear una especie de base de operaciones. De alguna manera, siento como si estuviésemos organizando una clase de «resistencia» frente al mal, una cada vez mayor y dotada de individuos extraordinarios: una soñadora lúcida con el don de la premonición, un niño abducido que regresó con la capacidad de ver las cosas tal y como son en realidad… Yo mismo, un supuesto «líder entre líderes» con la capacidad de doblegar a los demás mediante las palabras… Y ahora se nos une una especie de chamán adivinador, la doctora Ouvrard, de quien no me cabe duda se trata de alguien igual de excepcional…

Y Leah. Un semidemonio inmortal que devora los pecados y a aquellos que los cometen. Cuando Daniel habla de Masaryk, no puedo por menos de darme cuenta de las similitudes entre este y la propia Leah, aunque no digo nada. Supongo que a veces el bien y el mal se diferencian por una línea tan delgada como es la intención.

La siguiente pregunta es acerca de Ada Bytnar. Me comenta algo acerca de hombres vestidos con pieles de animal, una forma de sugestión o sometimiento, y me encuentro asintiendo cuando me pregunta si me suena de algo.

—Poco antes de desaparecer del mundo, David Montillet fue atacado por un camarero sonámbulo, que casi lo asesinó. Ese hombre, llamado… —hago un esfuerzo por recordar—. Bacrotel. Julius Bacrotel, no sé si les sonará de algo. En fin. Hablé con Bacrotel, que ahora mismo está en la cárcel, y me contó algo acerca de que recordaba haber dormido junto a Vendela, tapados los dos con pieles de lobo. Y soñó, o creía que era un sueño, que bailaba en el bosque con lobos que caminaban a dos patas… Bien podría ser un trance narcótico, y que en realidad fuesen sectarios cubiertos con pieles de lobo. En todo caso se parece mucho a lo que usted dice. Y sí, claro que Ada podría estar bajo una influencia similar… —Suspiro—. Porque yo mismo lo estoy.

Hago una pausa, tratando de ordenar mis pensamientos. En mi cara se refleja el abatimiento.

—Hace unas semanas, durante la entrega de un premio a mi periódico, cometí el gravísimo error de brindar con Vendela. De beber con ella. Y gracias a eso, ella me… maldijo, o algo así. Me implantó una sugestión cuyo fin he llegado a la conclusión de que es asesinar a David Montillet si alguna vez vuelvo a verlo. Por eso les pido que, si llegase el momento de contactar con él, lo hagan ustedes por mí. Solo por si acaso. Y dudo que haya ningún antídoto, al menos ninguno convencional. Arthür ha compartido conmigo toda la información que conoce, y en ningún momento supimos nada de ningún antídoto, por más que me gustaría.

Suspiro, sintiendo un dudoso y agridulce alivio después de confesar mi problema.

—Y con lo de escapar, me temo que antes no me he expresado con demasiada claridad. En realidad fui a buscar a Ada porque temía por ella… Pero lo que no sabía era que ellos ya lo sabían, y le habían ordenado que me capturase y me entregase. Ada no me lo dijo hasta que estábamos en el coche, a mitad de camino. Por suerte, conseguí darle la vuelta a la situación. Conseguí convencerla de que podía ser libre. Y decidimos huir… Pero nos estaban siguiendo, y… En fin. Chocaron con nosotros para sacarnos de la carretera, a mí me tiraron por un barranco… —Me señalo los sietes en la ropa y las magulladuras, mostrándoles el resultado de lo sucedido esta pasada noche—. Pero conseguimos escapar, gracias a mi amigo Anders Berisha, al inspector Govier y a su compañera… Leah Tautou.

Mi mirada se vuelve cautelosa en un instante. Me  digo a mí mismo que es mejor no hablar del horror que he presenciado hace un rato de la mano de Leah, solo por si acaso. Me acabo el contenido de mi vaso; hablar tanto me está secando la garganta a marchas forzadas.

—El hermano de Cléo… Ahora que lo dice, creo que nos dijo su nombre. —Tuerzo la boca—. «El Caballero de la Rueda». Así lo llamó.

Mientras Daniel efectúa los preparativos de su ritual, me pregunta por Sigrun, así como por una piel de lobo que supuestamente tenía su compañera Leah. Me encojo de hombros ante lo segundo, sacudiendo la cabeza: cuando la vi, Leah no llevaba encima más que la gabardina del inspector Govier. A su primera pregunta, en cambio, ofrezco la siguiente respuesta:

—Sigrun es una chica joven y muy guapa, creo que noruega, con grandes ojos azules y el pelo de un color rubio… No muy claro, un rubio arena, y corto, como por aquí. —Hago un gesto con la mano, señalando más o menos a la altura de la boca—. Va vestida como una niña rica que quiere ir de moderna*, si entiende lo que quiero decir. No sé qué más puedo decirle. En mi sueño iba en una silla de ruedas, pero cuando la he visto ahora en la estación, caminaba perfectamente…

Sigo con atención el proceso de preparación del ritual. ¿Qué se propone Daniel?

Tardaron un buen rato en conseguir un atlas decente. La clínica tenía una sala de “esparcimiento” con unos sofás de cuero -en uno de ellos dormitaba la prima de Mats, Ellisif, una chica joven de tez clara- y un proyector en el que conectaron un ordenador con un mapa detallado de todo el mundo, imágenes por satélite, etc, facilitado por uno de los contactos de Albin.

Sobre una gran mesa de reuniones abrieron el tomo de Francia -y un plano detallado de París- y el de Grecia.

Acudió el comisario César Pillet en una silla de ruedas de la que se hizo cargo Agustín Bélanger que con la ayuda de Albin puso al comisario al día.

Por suerte las heridas del señor Berisha no eran tan graves como parecían. Milagrosamente, ningún perdigón de la escopeta había afectado a ningún órgano vital y descansaba en su habitación.

Mientras consiguen el material que había solicitado esperanzado de que vaya a servir el telefono vibra.
Es del CSB y durante unos instantes me disculpo para atenderlo.

Chana ofreció un nuevo teléfono a Leah y así se enteró por Daniel que estaba en la clínica donde esa misma noche ella se había reunido con Cësar.

Un taxi condujo a Leah hasta allí y nada más entrar se encontró a Daniel. No había nadie en recepción -oficialmente el edificio permanecía cerrado- así que pudieron hablar sin más testigos.

Los preparativos se tuvieron que alargaron un poco. Leah iba hacia allí y Daniel se ausentó un momento para recibirla.
 

Mientras avanzaba dentro del taxi me sentía nerviosa y a la vez exaltada, emocionada, excitada, iba a verle, iba a estar con el, casi un sueño hecho realidad despues de tantas botellas de licor, despues de horas en vela llorando su ausencia y su muerte, despues de tanto dolor.

El pecho me ardia con un corazon que palpitaba acelerado lo cual no habia olvidado gracias a Corine pero la joven no era Daniel, ya tendria tiempo para organizar mi mente, si es que era posible. 

Al verle parado afuera hizo que me quedara helada. El tiempo se paralizo y no puede controlarme. Corri como quinceañera para saltar a sus brazos cuando nos abrazamos en el aire y nos besamos profundamente. Mi lengua recorria su boca con tal desesperacion como si la vida me fuera en ello.

Me separaba un segundo entre sollozos y lagrimas que no dejaban de salir para seguir besandolo en la boca, en sus mejillas, en los ojos y resto de su rostro. 

Me separe un segundo para con una carcajada alegrarme de que realmente era el, era él, ERA EL!!!!

Y estaba frente a mi. Me sostenia como tantas veces añore encerrada en una pocilga durante semanas mientras me consumia entre drogas y alcohol. 

- Eres tu amor, eres tu.... dije tratando de convercerme a mi misma.

Y volvía a besarle con desesperacion mientras lo abrazaba con mas y mas fuerza, dolía, pero no me importaba, queria estar pegada a el, fundirme en su piel, entrar en su cuerpo.

- No me dejes, no me dejes, no me dejes, no te separes mas de mi, no te vuelvas a morir. Y golpeaba su pecho con rabia por haberse muerto. 

Sabia que no era su culpa, sabia que seguramente pensaria que era una loca desaforada, sabia .... no sabia nada. En ese momento solo queria besarle y estar pegada a el. 

Finalmente despues de unos minutos me bajo al suelo aunque con su cara de sorprendido. De seguro no era la Leah que esperaba, ya que yo tampoco me reconocia.

- Quiero que nos casemos Daniel, quiero darte muchos hijos, quiero ser normal, quiero ser tuya como nunca ninguna mujer lo fue, cuidarte, hacerte el amor ....

 Mi ojos brillaban pegados a su rostro y si hubiese podido desnudarme en ese momento en medio de la calle lo hubiese hecho. Sabia que no habia futuro, que aun teniamos una guerra que luchar pero en ese momento no queria saber nada, solo queria estar con el, huir de alli, perderme en sus brazos y sus besos, solo eso, no queria saber nada mas.

- No me dejes. Susurre cuando volvió a abrazarme y me encerre en su pecho para llorar entre alegria, miedo y frustracion pero estaba feliz de estar con el.

Finalmente me logre calmar. Estaba segura de que tendria preguntas y yo tenia mucho que contar, pero no teniamos mucho tiempo. 

- Que ha pasado? 

Pregunte un poco mas seria mientras recogia mi cabello y secaba mi cara.

Antes de dejar a Chana le pregunto si ya saben que la niña del hospital es la lider los soñadores. Y le pregunto por detalles. 

Que se sabe de Eugene?

Imagino que Gavalda esta en el bosque reunida con los lobos. 

Es normal que ande un poco confundida despues de todo han pasado 5 años. Que partida tan larga, ja ja ja ja ja ja.

La niña esta bajo control?

Puedo entender que paso con Ammit. Asumo que la perdí, es decir que me abandono y tomo otro cuerpo, por ello entiendo que soy normal o no tengo forma de saberlo, porque ya se que ahora un disparo de escopeta si me va a partir en dos. 

Bueno ya me diras.

Sobre que Édith -la niña del hospital de la que ahora sólo sabía que estaba con Daniel- fuera la líder de los soñadores, Chana era la primera vez que oía algo al respecto. Preguntó a Leah en qué se basaba y la explicación de Leah, basada en un sueño, no le convenció. De Eugene no estaba autorizada a decir nada y le confirmó que la jefa seguía reunida.

Chana le ofreció algo de su ropa limpia que llevaba en el coche. A Leah le venía grande.

Llega como un relámpago de cabello fragante, directa, vital, electrizante. Esta en mis brazos con una pasión que no me preocupo en calibrar. Me come con un beso y que demonios yo también lo quiero y es el contacto del calor húmedo de su boca lo que se queda después de un día de agotamiento.
Sabe diferente, cambiada pero nada que rompa el instante.
La sostengo en el aire con la misma fuerza que ella arroba su abrazo, igual no, ella siempre por delante y yo gustoso reconociendole cada victoria.
Llora, sigue haciéndolo, como antes al otro lado del teléfono y noto el dolor del regocijo. Un gozo nacido de un calvario. Esta ahi en sus ojos y la risa iluminada por tenerme aquí y ahora.
Podría repantigarme en la complacencia pero, justamente lo contrario, me exijo esfuerzo.
No todo lo que esta pasando es mi merito. Casi estoy seguro que casi nada.
La siento a través de la piel por que ella casi quisiera entrar en ella y yo también, y maldigo las habitaciones demasiado alejadas y mi católica reticencia al escándalo publico.
Pero la escucho.
La escucho decir cosas que, si no hubiéramos compartido el escenario del Diablo, sonarían totalmente distintas pero que, juntandolo todo: lo que dice y lo que no. Lo que hace y lo que no, me hablan al alma directamente.
Lo que me pide es suyo. Se convirtió en en polo y eje desde donde seguir y tomar las nuevas direcciones en algún momento entre que la vi y este instante.
Direcciones sorprendentes eso estoy seguro.
Tan extraordinarias como los besos que le ofrezco a los puños con los que me ha estado golpeando.

No te dejo. No te dejo nunca - digo desde la emoción mas pura y luego trago saliva por que se que es sincera cuando me pide que no me muera - Lo otro...Solo puedo rezar para que no suceda...Para que mi cita con la Santa sea como Dios manda, con tiempo, en la vejez y en la compañía del Amor- mi voz es completamente honesta y comprometida - Rezare...me esforzare...el doble... el triple...cada instante que sea necesario para que no sufras nunca mas.

Hay un poco de rabia, un poco de vergüenza, un poco de desasosiego por no haberlo hecho antes aun sin saber que es lo que ha pasado.
Mi mente racional asume las pistas y traza sus hipótesis pero es la fuente de mi corazón y mi estomago y la serpiente de la condenación en mis pantalones los que me llevan en volandas.

Nos besamos otra vez y otra y otra o realmente es el primer besos tanteado de todas las formas que se nos ocurren en este momento y que regresara a por mas. Ojala aunque paremos si volvemos a retomar este contacto sea como si se sostuviera la misma caricia y no hubiera parado nunca.

Pero se contiene, me hace bajarla al terreno. Yo no sé ya ni como pasa el tiempo.
Ella me tiene fascinado, como un hechizo de los que he oído hablar unos instantes antes pero seguro que es totalmente distinto. Leah no me atrapa y se protege. Leah se entrega toda.
Y la entrega es mutua.

Y en ese trajín se me declara y yo no sé ni titubear.

Yo también lo quiero Leah, me desposo contigo donde y cuando quieras. Por Dios que es un si. Tendré hijos contigo, por que solo querría ser padre contigo. Muchos o pocos lo dirá la providencia pero vaya si lo intentaremos.
Me detengo a mirarla, ver lo que ha cambiado, entenderlo y no ser banal sino autentico. Cada palabra de lo que he dicho es genuina. Cada una tiene peso. Habrán pasado ¿dos semanas? desde que la conozco pero el tiempo nos ha dicho en los pocos ratos en los que los sentimientos han hablado que la amo y que la amare aunque un matrimonio entre ambos se estropee. Pero en un mundo con el Diablo hablándote, y una Bruja que lanza a niños como drones, cada segundo se merece vivir como lo deseemos.
Con Leah es juntos. Ante Dios y los Hombres.

Ya hablaremos de los tediosos detalles mas adelante - le rozo el cabello con el dorso de la mano - y si no quieres hablar solo pídeme que te arrope.
Susurro como una nana. Como nuestra cancion.
No te dejo. No te dejo.
Me haces el Amor cada vez que te veo Feliz.
Nos abrazamos. Es tan extraño y a la par corriente.

Mo Chialin, Mo Bancharaid, Mo Leannan, Mo Cheile, Mo Geard(*) - le susurro mientras la dejo recomponerse y yo hago lo mismo.

Me disculpo mientras los demás se preparan y salgo un momento a la puerta.
Cuando viene Leah la recibo.

Luego con el tono confidente de los que han compartido el pan y la sal, la miel y la hiel le cuento que dentro de la clínica nos hemos encontrado con Cesar Pillet, el inspector Govier y un gigantón barbudo que creo que ya conoce, aunque comento que seguramente ya sabia que ellos estaban allí. Le digo que Clementine y un servidor sacamos a Edith, nuestra pequeña desconocida, del hospital cuando podría ser que los Otros fueran a por ella. El chivatazo nos llego justo a tiempo aunque, y se me nota afectado, varias personas murieron el la huida, civiles y Hector, aunque quizás de eso ya te ha comentado algo Chana.
Dentro, le digo están preparando la parafernalia para una búsqueda, pues así pues hemos alejado del seno de la secta Soñadora a Edith y a Cleo, de la cual creo participaste en su liberación o ya sabias algo por Pillet o Govier, hemos descubierto que ellos tienen a una tal Sophie la cual se presento a través de un avatar llamado Sigrun.
Yo no se si lo que hice con Fox servirá ahora por que todo parte de un tecnicismo y es si esta muerta o no y si hablo con los muertos completos o también con los parciales y la realidad es mas cabezona que yo, pero he de intentarlo. Solo por evitar que este bajo su poder y hagan lo que estaban haciendo con las otras chicas.
Me paso la mano por el pelo y por la barba.
Le he estado dando vueltas y lo cierto es que siempre que he podido hacerlo tu estabas conmigo así que si queda un resquicio para seguir pensando la validez del método científico - me sonrío irónico trasluciendo la relación que dicho método y yo tenemos ahora - debería probar otra vez en las mismas condiciones. Y después si no hay éxito arriesgar a probarlo solo.
Pero antes tendríamos que mandar a todos a casa.
Me doy cuenta que no le he explicado lo de la casa refugio. Entonces le cuento que parece que existe un lugar protegido en el que acudir si se cumplen ciertas reglas y que estábamos decidiendo trasladar todo el contingente allí.
Yo los llevaría antes de hacer nada. No sé lo que puede salir del llamado.
Quizás seria mejor dejar las cosas aquí preparadas. Ir a la casa. Ducharnos - mi intención no deja resquicio de duda a cuanto y como - comer, descansar e intentarlo por la mañana.
Le cojo la mano - me temo que hoy localizaría antes un puesto de quesadillas, de los cuales no se si existe alguno en París que cualquier otra cosa.
Que opina. ¿Vamos? - digo entrando en la clínica sin separar mis dedos entrelazados de los suyos.
- Tienes que hablar con Edith. Se alegra de verte y se que tu también - hago una pausa - Mats nos dijo que su padre vive. Que la tal Vendela, la Oposición, intento pero no pudo acabar con él. Habrá que preparar que se reencuentren de una vez.

Esto - me aclaro la voz mientras entramos en el recinto - ¡Ejem! ¿Tengo que pedir tu mano a Cesar? - me aturullo pero sigo cogiendo impulso - ¿O se lo tienes que pedir tu a mi hermana? - digo pensando en quien es, de mi familia, el custodio de mi honra - Al fin y al cabo... Te me declaraste tu - comento entre tono jocoso pero también azorado. Eres normal mi Amor. Solo es el mundo el que esta un poco desentrabado. Es lo que me cantan los ojos al mirarla y que me va a costar seis pasillos contener para que no parezca un adolescente desbocado.

Ibamos caminando por el pasillo tomados de la mano cuando me di cuenta que algo entre muchas cosas no cuadraba en lo mas minimo. Daniel bromeaba acerca del matrimonio y la verdad es que yo era bastante anti tradicional como para pensar en algo asi como una declaracion o pedir la mano. 

Lo mire seria, mis pensamientos no estaban en eso en ese instante.

Habia una puerta de un baño y viendo que estaba desocupado le hice entrar y cerré la puerta quedando solos el y yo. Finalmente. Hice un gesto de que hiciera silencio mientras me iba quitando mi ropa o mas bien las de Chana que ya de por si al quedaban grandes y me hacian ver bien desprolija. 

Desnuda me gire sobre mis tobillos para quedar frente a el.

- Que ves Daniel! Pregunte señalando mi cuerpo.

Se notaba las ansias que tenia de lanzarse sobre mi cuerpo y no lo hubiese podido detener, yo tambien lo deseaba. Puse mi manos sobre su pecho para que se enfocara y tome sus manos y las coloque sobre mis senos. Mi piel se erizo al contacto de sus manos y mis pezones se erguieron con el calor de sus manos. 

- Me sientes?

Mi ojos se fundian en su mirada mientras me estremecia entre sus manos, pero no lograba hallar la respuesta en la boca de Daniel. 

- No lo ves verdad? 

Que ganas de besarle y que me poseyera de una vez por todas. 

- Soy humana de nuevo, al menos eso creo amor, no siento ese ser devorador de almas dentro de mi, he vuelto a ser yo, con mis defectos y mi humanidad, al menos asi me siento....

Vi como su rostro mostraba aprobacion, pero no era como me sentia.

- No espera, no lo entiendes, y debemos hablarlo antes de ver a los otros.

Mis manos temblaban de nervios y de deseo al mismo tiempo porque me daba cuenta de una cosa. Si lo anterior era un sueño.... esto tambien lo seria. Cual era la verdad? Aun estaban jugando con mi mente?

Me separe de Daniel confundida. Sabia que el sexo no era la respuesta, por mas que lo deseara no habia forma de saber si era real. Aun recordaba a mi niña fundida en mi brazos o nuestro encuentro de pasion desenfrenada con ella, la mujer que me habia traido de vuelta..... Sigrun. 

Tal vez todo era mentira. 

- Maldita sea Daniel! No puedo saberlo, no puedo saberlo.....

Desesperada me giraba en el baño tratando de organizar mis ideas.

- Espera, espera.... y respire profundo.