Partida Rol por web

¿Dónde estarán?, se preguntó brevemente el comerciante. Lo más seguro era que Sicks estuviera negociando algún futuro contrato de transporte de mercancías, y Syrus estaría disparándole a algo... o a alguien. Con un poco de suerte no se trataría de nuestro futuro cliente.

Seldon iba a sacar su comunicador, pero el silencio y la tranquilidad que reinaban en aquel desierto túnel le escamó un poco. Tras asegurarse de que nadie le observaba, Seldon se apoyó en una de las paredes y se aseguró de tener su blaster a punto; solo entonces sacó su comunicador y trató de encontrar a alguien al otro la do de la línea; puestos a molestar, prefería interrumpir a Syrus antes que al capitán: prefería chafar un buen tiro a chafar un buen negocio.

¿Syrus? ¿Estás ahí? ¿Dónde os habéis metido, chupópteros ponzoñosos?

El hombre se encogió de hombros mientras miraba sus cartas. En el centro había un 5 para Sicks y un 10 para Yonsy. Él añadió un 2. Era el turno de Sicks.

- Hay que vivir, así es - lo dijo con la boca pequeña. O no le había gustado lo que insinuaba Sicks o no le gustaba la verdad -. Yo te recomiendo no hacer negocios con ese tipo ni con su sicario. Además de que difícilmente podré ayudarte con eso. Te recomiendo más bien hacer negocios con sus detractores. Puede parecer lo contrario a la lógica, pero aquí todo funciona porque nadie medra demasiado. Si una sóla banda se hace con el monopolio de los "negocios"...podemos encontrarnos con problemas.

Decidme qué decisión tomáis, pero es uno u otro. No podemos hacer dobles tratos. Es demasiado peligroso y bastante insensato, la verdad.

El sonido del comunicador interrumpió brevemente el momento. La voz de Seldon apareció distorsionada, con estática y como si el hombre hablara debajo de una fuerte corriente de agua. Aún así, se le podía comprender.

¿Syrus? ¿Estás ahí? ¿Dónde os habéis metido, chupópteros ponzoñosos?

-En un agradable reservado jugando una honrada partida de pazzak. Y no somos nosotros los que sonamos como si estuviéramos duchándonos. ¿dónde estás tú, charlatán de pacotilla? -contestó Syrus en apenas un susurro mientras intentaba alejarse mínimamente de la mesa de juego, alegrándose de poder distraerse con algo diferente al tipejo que habíamos encontrado y que nos estaba haciendo las veces de informador. Aunque no se distrajo mucho. Cualquier movimiento en falso y alguien acabaría con un agujero de más en su organismo. No por nada tenía fama por su pronta reacción.

¿Me lo imagino o está algo asustado? Parece que hemos tocado fibra sensible. Hizo un ademán apaciguador con despreocupación, mientras su otra mano sostenía las cartas sin temblar.

-A mí tampoco me gustan los monopolios... Demasiadas decisiones en manos muy pocos. Pero lo insensato es no aprovechar las ocasiones; trate con ese tipo o con sus detractores, la mejor forma de incomodarle es hacer que la información caiga en sus manos. Como bien dijiste, "el conflicto es oportunidad". ¿Y qué mejor manera de mantener el conflicto -dejó un +-2 sobre la mesa- que añadir una pequeña inestabilidad?
Dirigió una mirada profesional a Yonsy.
-Como conocedor del terreno, estoy dispuesto a aceptar tu consejo sobre con qué "bando" -perdón por la palabrota- negociar. En cualquier caso el resultado será el mismo.

"Agradable reservado", "Honrada partida"... o estaban ante un pelotón de fusilamiento o Syrus había hecho progresos en el delicado arte de la ironía.

Yo vengo de mantener una interesante charla con una aún más "interesante" camarera; creo que sé quién podría echarnos un cable para contactar con Crom'Ha'Ta, y espero que más pronto que tarde aparezca de nuevo por aquel tugurio.

¿Puedes indicarme en qué parte de este laberinto estáis echando esta "honrada partida"? Si tengo que seguir soltando nombres, preferiría hacerlo en un "agradable reservado" como el que tenéis ahí montado.

-No será el amable sr. Hawo la persona de contacto que te han facilitado, ¿verdad? Porque si así es te hemos adelantado. Vamos a ver... saliendo de los hangares hay un pasillo que se aleja a ambos lados, uno luminoso, otro menos luminoso. El otro. Es una especie de pasillo largo, con varias puertas, una de ellas tiene un sensor digital y piden contraseña. Es una tontería, pero como no tienes los dedos adecuados será mejor que esperes fuera -dijo el ex-pandillero con cierta condescendencia divertida, eso sí, en un tono bastante bajo para no interrumpir la partida de pazzak.
 

Ophara no apartó la vista de la mesa, nisiquiera cuando Syrus habló con Seldon por el comunicador. La partida le tenía absorto, y de no ser porque le era imposible casi ni oiría las palabras que intercambiaban ambos jugadores. Le apasionaba el pazaak. La tensión, las dudas, el jugador escudriñando a su enemigo, sus gestos, aquello que pasaba por su cabeza... era un juego emocionante.

¿Jugar, él? Ni aunque se volviera loco. La gracia del juego constaba en mirar, en ver como alguien parecía llegar a la cima para estrellarse estrepitosamente (o viceversa) gracias o por culpa de una jugada maestra, fuera del contrario o del azar.

¿Por qué tengo la sensación de que están jugando a cámara lenta?

Las cartas fueron cayendo. Yonsy hacía como si lo más importante para él fuera la partida y lo demás una conversación intrascendente. Lo hacía bien, era difícil pensar otra cosa.

- Entonces, decidme, ¿tendríamos trato si digo que os propongo un negocio con una banda rival de la Alianza Corelliana?

Después de decir esto, que pese a ser breve, no fue poco, lanzó indolentemente una carta sobre la mesa. De alguna manera, su rostro no expresaba nada. En el momento más tenso quizá de la situación, había controlado sus emociones de forma absoluta, sin reflejar nada que, al menos, pudieran interpretar de ninguna forma.

Hubo un pitido de llamada algo antiguo que trastocó la tensión de la escena. Efectivamente, por un monitor antiguo y parpadeantes se vio que Seldon había encontrado el lugar. Las puertas se abrieron. Cuando entró, tuvo que acostumbrarse durante un momento a la luz azul del interior. Era un lugar bastante sencillo, una habitación con algunas cosillas, no muy elaborada y una mesa donde Sicks y el hombre del hangar jugaban a Pazaak mientras los demás miraban. No había nadie más allí. La sensación era de que algo serio se estaba planteando.

Seldon entró en la sala. Lo único que sabía del Pazaak es que se podían hacer trampas, como le había enseñado un viejo colega a lo largo de algunas "noches de aprendizaje".

Sí, quizás en las Universidades se aprendían cosas importantes... pero en las calles Seldon había aprendido un montón de cosas útiles.

Seldon se acercó hacia donde estaba Syrus (probablemente apoyado con la espalda contra alguna pared) y le comentó lo que había descubierto.

Parece que para contactar con Crom'Ha'Ta, el que nos puede llevar directamente al tipo de negro, primero deberemos pasar por alguno de los escalafones menores, y quizás un tal Pibb sea nuestra mejor apuesta. Suele aparecer de vez en cuando por el Bar Demalamuerte, o sea que espero que le llegue mi recado y podamos contactar con él cuando sepamos qué es lo que queremos hacer exactamente.

Tras soltarle toda laexplicación a Syrus (a quien probablemente le importara un comino) Seldon observó desde lejos el progreso de la partida. Espero que Sicks sepa lo que se hace...

Cita:

Sicks alzó una ceja y se encogió levemente de hombros, sin dejar claro si se debía a la situación del juego o al comentario de Yonsy.

-Si tiene que ser así... no me interesa favorecer ni perjudicar a nadie; sólo obtener un buen precio.

Yonsy miró hacia Seldon como si hubiera oído algo de lo que decía y torció el gesto, pero pronto prestó atención a Sicks.

- Bien, Bien.

Hizo una pausa, miró sus cartas y depositó un +4 con mucha lentitud.

- Bien, ya veo. Parece que finalmente podremos llegar a un acuerdo. Propongo una primera reunión con nuestro contacto, pero no aquí, hay demasiados ojos. Sería en Coronet, durante la tarde, en el distribo B, sabréis encontrarlo, pequeño y peligroso, eso sí. Allí podríamos establecer un primer intercambio. Os advierto que este grupo al que os presentaré no se anda con chiquitas. No son tan intolerantes como la Alianza Corelliana en materia de indígenas, pero dudo que vieran muy favorablemente a vuestro...¿ingeniero? Pagan muy bien, pero no les gusta que se les engañe y desde luego, quieren hacer daño a todas las bandas rivales posibles, así que no verán bien perder el tiempo con información dudosa o poco útil. Espero que tengáis mucho que ofrecer.

¿Hay trato?

Yonsy esperó la jugada de Sicks tanto como su palabra, con una cierta sorna en su voz y una sonrisa a medio aflorar.

Estando tan cerca como estaban de un trato, la cosa hacía cada vez menos gracia al ex-pandillero. Él había pertenecido a una banda y era perfectamente consciente de lo muy rencorosas que podían ser con afrentas a su "honor". Por supuesto las había para todos los gustos, pero lo cierto es que se estaban metiendo en terreno peligroso y, aunque no había duda que su grupo era bastante capaz, en una reunión con pandilleros seguro que habría por los menos 2 ó 3 de ellos por cada uno del grupo, así que todo podía acabar francamente mal. El pensamiento le enturbiaba la mente, pero procuraba que no trasluciera a su cara, tratando de aparentar una conversación "ligera" con el recién llegado, como si no le importara en absoluto la partida de pazzak y el trato que estaba a punto de forjarse.

Con gesto tranquilo Sicks añadió un +4 a su juego.

-No me consideres en desventaja por mostrar cartas más bajas -dijo con cierto aire de dignidad; una vez más podía referirse tanto al juego como a la negociación, convirtiendo la charla en una sucesión de double-entendres-. Estoy encantado de negociar, pero no dejo que me arrastren al territorio de nadie; y menos si alguien tiene un problema con uno de los míos. Propongo un terreno neutral: el mismo lugar donde hicimos el primer intercambio. ¿Te parece lo bastante alejado de ojos extraños?

Cita:

-Espero que tangan lo bastante para pagar -dijo con una sonrisa taimada.

Lo siento, pero no tengo muy claro qué puedo hace ahora, además de esperar a que el Jefe termine la partida... además, creo que es mi mejor opción: esperar a ver si hay trato o no hay trato.

El hombre torció el gesto, pero no cuando Sicks habló, sino cuando vio que su siguiente carta era un +3. Se pasaba por un punto. La carta de Sicks era un +5. Había vencido.

- Veo que me he despistado - dijo como restando importancia al asunto -. Antes era capaz de estar en más cosas a la vez. De acuerdo. Nos encontraremos en ese lugar, si os parece bien. Esta misma tarde, así que habrá que darse prisa. Conocéis las coordenadas y así nos aseguramos de que nadie prepara algo que no esté programado, ¿de acuerdo?

Yonsi guiñó un ojo. Sacó 100 créditos y los dejó sobre la mesa.

- Una victoria justa. Nos veremos allí.

Parecía una clara señal de que la fiesta había terminado.

Syrus recuperó el semblante adusto más característico suyo que el "embobado" que había adoptado por aquí. Una seca señal con la cabeza indicó a los presentes que era hora de salir del lugar, cuanto antes mejor. Éste no era un lugar para tener conversaciones privadas, por mucho que lo pareciera. Era preferible hacer plantes de camino hacia alguna parte. Y tenían planes que hacer, vaya que sí. 

El piloto hizo un cortés gesto de aquiescencia con la cabeza.
-Gracias, ha sido una buena partida. Hasta esta tarde.

Dio tiempo a Yonsy para retirarse con "intimidad" e hizo una seña a sus compañeros.
-Vamos, hay que alinear los motores y 'despiojar la nave' antes de partir -dijo, refieriéndose a la rutina habitual entre contrabandistas de comprobar que ningún muelle les obsequiaba con escuchas o balizas de rastreo como regalos de despedida-. Además quiero oír los chistes nuevos de Seldon, seguro que ha aprendido unos cuantos.

Volvieron al hangar. La inspección de rutina no mostró señal de que nadie hubiera tocado la nave. No era mal momento. Tenían tiempo para llegar al lugar de destino. De hecho, si fueran ahora mismo, llegarían antes de la hora acordada.

La Viento Solar se elevó muy suavemente, como siempre. Era poesía en ignición. Salió del hangar ante la presencia siempre inquietante de los cañones láser que cubrían la entrada. Por lo demás, salieron al exterior, a la cordillera primero. Tenían la planicie al fondo. Coronet podía verse muy a lo lejos.